Libro de Cheques Del Banco DeDios EdiorialCLIE

8/14/2019 Libro de Cheques Del Banco DeDios EdiorialCLIE

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Libro de cheques del banco de la fe


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Libro de cheques del banco de la fe

C.H. Spurgeon


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Editorial CLIEEditorial CLIEEditorial CLIEEditorial CLIEEditorial CLIEGalvani, 11308224 TERRASSA (Barcelona)

LIBRO DE CHEQUES DEL BANCO DE LA FELIBRO DE CHEQUES DEL BANCO DE LA FELIBRO DE CHEQUES DEL BANCO DE LA FELIBRO DE CHEQUES DEL BANCO DE LA FELIBRO DE CHEQUES DEL BANCO DE LA FE

Diseo y maquetacin interior: Nicanor Glvez-CLIE

Depsito legal: B-32.695-00ISBN: 84-8267-166-9

Impreso en los Talleres Grficos de la M.C.E. Horeb,E.R. no2.910 SE Polgono Industrial Can Trias,c/Ramon Llull, 5-7 08232 VILADECAVALLS (Barcelona)

Printed in Spain

Clasifquese: 2160 DEVOCIONALES: Meditaciones DiariasC.T.C. 05-31-2160-02Referencia: 22.05.36


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Una promesa de Dios puede compararse aun cheque pagadero a la orden del portador. Esta promesa hasido otorgada al creyente con el propsito de que reciba unagracia, no para que la lea superficialmente y despus prescindade ella. El cristiano ha de considerarla como algo real, del mismomodo que lo es un cheque para el comerciante.

El cristiano debe tomarla en sus manos,poner al pie de ella su firma, aceptndola personalmente comoverdadera. Por fe la acepta y se la apropia, declarando as queDios es verdad y que tambin lo es por lo que atae a esta supromesa. En consecuencia, se cree en posesin de la bendicinque le ha sido prometida, y por anticipado entrega el recibo fir-mado en su nombre acreditando haber recibido dicha bendicin.

Hecho esto, presenta a Dios esta promesa, de la misma maneraque se presenta un cheque al cajero del banco, y ora en la segu-ridad de que tendr cabal cumplimiento. A fecha fija recibir lagracia prometida. Si la fecha de pago no hubiese llegado toda-va, espera pacientemente hasta que llegue; entre tanto, debeconsiderar la promesa como si fuera dinero, ya que cuenta conla certidumbre de que el Banco le pagar a su debido tiempo.

Personas hay que olvidan estampar su fir-ma de fe en el cheque, de suerte que nada reciben; otros lo fir-man, pero no lo presentan, y tampoco reciben. La culpa no es dela promesa, sino de quienes no saben utilizarla de un modo prc-tico y sensato.

Prefacio


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Dios no ha empeado su palabra para des-pus no cumplirla, ni alienta una esperanza para dejarla fallida.He preparado este librito con el fin de ayudar a mis hermanos acreer en su fidelidad. La contemplacin de estas promesas es unacicate que estimula la fe; cuanto ms estudiemos y meditemosen las palabras de gracia, mayor y ms abundante ser la graciaque obtendremos de las palabras. A las afirmaciones alentado-ras de la Sagrada Escritura he aadido mi testimonio personal,fruto de la prueba y de la experiencia. Creo firmemente en to-das las promesas hechas por Dios; pero muchas de ellas las he

experimentado por m mismo, y reconozco que son verdaderasporque han tenido en m perfecto cumplimiento. Estoy ciertode que esto servir de aliento para los jvenes y consolar a losms ancianos. La experiencia de uno puede ser de gran utilidadpara los otros. Por eso, en otro tiempo escribi un siervo de Dios:Busqu al Seor y me oy. Y en otro lugar: Este pobre clamal Seor, y l le oy.

Comenc a escribir estas meditaciones co-tidianas en una poca de mi vida en que me crea lanzado con-tra la escollera de la controversia. Desde entonces me vi sumer-gido en las aguas que no se podan pasar sino a nado, y si nofuera por el brazo de Dios que me sostuvo, habran sido para mlas aguas donde nadie puede nadar. Fui herido y quebrantadopor muchos azotes: violentos dolores fsicos, decaimiento deespritu, y la prdida del ser ms querido de mi vida. Ola trasola, pasaron sobre m las aguas de la tribulacin. No refiero es-tas cosas para atraerme la simpata de los dems, sino para de-mostrar que no soy marino en la tierra. He atravesado estosocanos que no son precisamente ocanos pacficos. Conozco elrugido de las olas y la violencia de los vientos, y jams han sidopara m tan preciosas las promesas de Dios como en la horapresente. Algunas de ellas no las he comprendido hasta ahora;


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no haba llegado an para m la poca de su madurez, porque noestaba yo maduro para comprender su significado.La Biblia me parece ahora mucho ms ad-

mirable que antes! Obedeciendo al Seor, y llevando su oprobiofuera del campo, no he recibido nuevas promesas; sin embargo,para m el resultado ha sido el mismo, porque estas promesasme han proporcionado riqusimos tesoros. Las palabras de Jeho-v dirigidas a su siervo Jeremas han sido muy gratas a mis o-dos. Su misin fue hablar a quienes no queran or, o que oyen-do no queran creer. Decidido a permanecer en el camino delSeor, su mayor deseo hubiera sido apartar a su pueblo de lasenda del error. Las palabras alentadoras que encontr en el li-bro de Dios impidieron que desfalleciera su nimo cuando, aban-donado a sus propias fuerzas, habra sucumbido. Con estas pa-labras y con otras muchsimas promesas he procurado enrique-cer las pginas de mi libro.

Ojal pudiera yo consolar a muchos servi-dores de mi maestro! He procurado escribir lo que siente mipropio corazn con el fin de fortalecer su corazn. En medio desus pruebas quisiera decirles: hermanos, Dios es bueno y miseri-cordioso; no os abandonar, l os sacar ilesos de todo. Paratodas vuestras necesidades presentes tiene una promesa, y sisabis usar de ella para presentarla ante el trono de la gracia pormedio de Jesucristo, veris cmo se extiende la mano del Seorpara protegeros y ayudaros. Podrn fallar todas las dems cosas,empero la Palabra de Dios nunca fallar. Para m ha sido tan fielen innumerables circunstancias de mi vida, que yo no puedopor menos que exclamar: Confiad en l! El no hacerlo as serauna ingratitud para mi Dios y una falta de caridad para connosotros.


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Que el Espritu Santo, el Consolador, ins-pire una nueva fe al pueblo del Seor. Sin su poder divino, denada servir cuanto yo os diga. Pero con su vivificadora influen-cia, el testimonio ms humilde servir para sostener las rodillasvacilantes y fortalecer las manos que languidecen. Dios es glori-ficado cuando sus siervos confan plenamente en l. Nunca se-remos demasiado hijos de nuestro Padre Celestial. Nuestros hi-jos cesan de hacernos preguntas acerca de nuestra voluntad ypoder, cuando han recibido la promesa de su padre, y se alegrande su cumplimiento, del que no dudan porque lo creen ms cier-

to que el sol que nos alumbra. Quiera Dios que muchos de mislectores a quienes no conozco puedan comprender mientras leanestas porciones, que he preparado para cada da del ao, queesta confianza filial en Dios es un deber y una alegra!

Estas lecturas de cada da han sido sacadasde diversos y variados asuntos, y ciertamente sern muy prove-chosas porque en ellas se trata de doctrinas, experiencias y deotros problemas. Son una especie de aperitivo que en nada per-judica el alimento sustancial; antes por el contrario, estimulannuestro deseo de nutrirnos ms de la Palabra de Dios.

Quiera el Seor Jess aceptar este mi servi-cio destinado para sus ovejas y corderos por medio de su indig-no siervo

C. H. SPURGEON


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enero


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1 eneroTal es la primera promesa hecha al hombre

cado. En ella est contenido todo el Evangelio y la esencia delpacto de la gracia. En gran parte, ya ha sido cumplida: la simien-te de la mujer ha sido herida en su calcaar en la persona denuestro Seor Jesucristo. Y qu herida ms espantosa! Mascun terrible ser tambin el quebrantamiento final de la cabe-za de la serpiente! Esta profeca, virtualmente, tuvo cumplimien-to por primera vez cuando Jesucristo llev sobre s el pecado delhombre; venci a la muerte y quebrant el podero de Satn;pero se cumplir total y definitivamente en la segunda venidadel Seor y en el juicio final.

Para nosotros esta promesa constituye unaprofeca, a saber: heridos en el calcaar tambin seremos afligi-

dos en nuestra corrompida naturaleza por el poder del mal; em-pero podremos triunfar en Cristo, el cual aplast la cabeza de laantigua serpiente. Durante el ao, tendremos ocasin de expe-rimentar la primera parte de esta promesa ante las tentacionescon que nos acechar Satans, y ante los ataques de los impos,que son su simiente. Tal vez saldremos heridos y maltrechos dela lucha, mas no desmayaremos si sabemos acogernos a la se-gunda parte del versculo. Alegrmonos por anticipado en la se-guridad de que reinaremos con Cristo que es la simiente de lamujer.

Y pondr enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; sta te herir en la cabeza, y t le herirs en el calcaar.

Gnesis 3:15


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2 eneroY el Dios de paz aplastar en breve a Satans bajo vuestros pies.

Romanos 16:20

He aqu una promesa que viene a comple-tar la que meditbamos ayer. Nuestra conformidad con nuestrodivino modelo y cabeza no ha de manifestarse nicamente enser heridos en el calcaar, sino en la victoria sobre el maligno. Laantigua serpiente debe ser aplastada bajo nuestros pies. Los creyentes de Roma se vieron afligidos por luchas internas, pero suDios, el Dios de paz, les proporcion el descanso del alma. Elenemigo capital consigui hacer vacilar los pies de los impru-dentes y que los sencillos fueran engaados; pero, al final, que-d vencido, y por aquellos mismos entre quienes haba sembra-do la confusin. Esta victoria la consigui el pueblo de Dios porsu sabidura y poder; Dios mismo desbaratar el poder de Sata-ns. Aun cuando los creyentes logren quebrantarlo, sin embar-go la herida le ser infligida nicamente por Dios.

Acometamos con valenta al tentador! Yno slo los espritus malignos, sino el mismo prncipe de lastinieblas, huirn ante nosotros. Contemos con una inmediatavictoria si confiamos plenamente en Dios. Presto. Bienaven-turada palabra! Presto lograremos aplastar la cabeza de la an-tigua serpiente. Cun grande ser nuestro gozo al vencer a Sa-tans, y qu deshonra para l cuando su cabeza sea quebranta-da por nuestros pies! Por la fe en Jess aplastemos al tentador.


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3 enero La tierra en que ests acostado te la dar a ti.

Gnesis 28:13

No hay promesa alguna que sea de interpre-tacin particular: las promesas no van dirigidas a un santo sola-mente, sino a todos los creyentes. Si t, hermano mo, puedesapoyarte en esta promesa y descansar en ella como en una almo-hada, tuya ser. El lugar que encontr Jacob y donde descan-s, es el mismo del cual tom posesin ms tarde. Cuando susmiembros fatigados reposaron en la tierra, cuando las piedras lesirvieron de almohada, no se imaginaba que estaba tomandoposesin de aquel pas. Sin embargo, as fue. Durante el sueo,vio una maravillosa escala que para el verdadero creyente unelos cielos con la tierra. Indudablemente, tena derecho a poseerla tierra donde descansaba el ltimo peldao de la escala; deotro modo no era posible alcanzar la divina escala. En Jess,todas las promesas son S y Amn. Y as como Cristo es per-tenencia nuestra, as tambin nos pertenece su promesa si en ldescansa toda nuestra fe.

Ven, alma cansada; acepta las palabras delSeor como tu almohada. Reposa en paz. Piensa nicamente enl. Jess es la escala luminosa. Mira cmo suben y bajan losngeles sobre l, entre tu alma y Dios; ten la seguridad de que lapromesa es la porcin que Dios te da; si la tomas, como si fuerahecha exclusivamente para ti, no la robars; es cosa tuya.


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4 eneroTe har dormir seguro.Oseas 2:18S,los santos tendrn paz.los santos tendrn paz.los santos tendrn paz.los santos tendrn paz.los santos tendrn paz. El pasaje de nues-

tro texto nos habla de una alianza con las bestias del campo, ycon las aves del cielo y con las serpientes de la tierra. Tal es lapaz en medio de los enemigos de este mundo, de las pruebasmisteriosas y pequeas contrariedades. Todas estas cosas pue-den quitarnos el sueo, mas ninguna de ellas lo lograr. El Seordestruir todo cuanto amenace a su pueblo y quebrar arco yespada y batalla de la tierra. La paz ser inquebrantable, cuan-do sean rotos los instrumentos de iniquidad.

Con esta paz habr descanso.Con esta paz habr descanso.Con esta paz habr descanso.Con esta paz habr descanso.Con esta paz habr descanso. A su amadodar Dios el sueo. Los creyentes podrn entregarse al reposoabundantemente proveidos y tranquilos.

Este descanso ser seguro.Este descanso ser seguro.Este descanso ser seguro.Este descanso ser seguro.Este descanso ser seguro. Una cosa es acos-tarse y otra dormir seguro. Hemos sido introducidos en la tie-rra de la promesa, en la casa del Padre, en la cmara del amor yen el seno de Cristo; ahora s que podemos dormir seguros.Para un creyente es mucho ms seguro acostarse en paz, quepermanecer levantado e intranquilo.

En lugares de delicados pastos me har ya-cer. Nunca podremos descansar hasta tanto que el Consoladornos haga dormir seguros.


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5 eneroYo soy tu Dios que te esfuerzo. Isaas 41:10Cuando somos invitados al servicio de Dios

o al sufrimiento, medimos nuestras fuerzas y vemos que sonmenores de lo que juzgbamos y que no estn en proporcincon nuestras necesidades. Empero no nos dejemos llevar delabatimiento mientras podamos apoyarnos en una promesa quenos asegura todo aquello de que tenemos necesidad. La fuerzade Dios es omnipotente, y esa fuerza puede comunicrnosla, aslo ha prometido. l ser alimento de nuestras almas y salud denuestros corazones; por tanto, l nos fortalecer. No es posibleponderar cun grande sea el poder que Dios puede infundir enel hombre. Cuando llena el poder divino, la debilidad humanadeja de ser un obstculo.

No recordamos aquellos tiempos de dolor

y prueba en que recibimos una fuerza tan especial que nos ma-ravillamos de nosotros mismos? En el peligro, tuvimos calma;en el dolor de haber perdido seres queridos, permanecimos re-signados; en la calumnia, pudimos contener nuestro enojo; y enla enfermedad, fuimos pacientes.

Dios, en efecto, nos comunic una fuerzainsospechada ante las pruebas extraordinarias, de suerte quepudimos levantarnos de nuestra flaqueza. Los cobardes se tor-nan valientes, los insensatos se truecan en sabios, y a los mudosse les inspira lo que han de hablar en aquella hora. Nuestra pro-pia debilidad nos atemoriza, mas la promesa de Dios nos infun-de valor. Seor, fortifcame segn tu palabra!


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6 enero Siempre te ayudar. Isaas 41:10La promesa de ayer nos asegur las fuerzas

para cumplir con nuestro deber; la de hoy nos asegura la ayudade Dios cuando no podemos trabajar solos. El Seor dice: teayudar. La fuerza interior es perfeccionada por el socorro ex-terior. Dios puede, si tal es su voluntad, proporcionarnos alia-dos en nuestra guerra. l estar a nuestro lado en la lucha, locual es mucho mejor. Nuestro Aliado Augusto vale ms quelegiones de seres humanos.

Su socorro es oportuno: nuestro prontoauxilio en las tribulaciones. Su socorro es sabio: l sabe prestara cada uno aquella ayuda ms apropiada a las circunstancias enque se encuentra. Su socorro es eficacsimo, aunque vana es lasalud de los hombres, porque l lleva sobre s todo el peso de la

carga y suple nuestra flaqueza. El Seor es mi ayudador, notemer lo que me har el hombre.Habiendo sido nuestro socorro, podemos

confiar en l en lo que atae a nuestro presente y futuro. Nues-tra oracin es: Jehov, s T mi ayudador. Nuestra experien-cia: El Espritu ayuda nuestra flaqueza. Nuestra esperanza:Alzar mis ojos a los montes de donde vendr mi socorro. Ynuestra cancin ser algn da: T, Jehov, me ayudaste.


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7 eneroCosas mayores que stas vers. Juan 1:50Estas palabras fueron dirigidas a un creyen-

te que se hizo como nio y que estaba dispuesto a aceptar aJess como el Hijo de Dios y Rey de Israel con un solo argumen-to decisivo. Quienes quieren abrir los ojos, ven. Permanecemostristemente ciegos porque nos obstinamos en cerrar los ojos.

Por lo que a nosotros se refiere, hemos vis-to muchas cosas; el Seor nos ha revelado misterios inescruta-bles por los cuales podemos celebrar su nombre; sin embargo,en su Palabra se encierran verdades ms profundas, experien-cias ms hondas y de mayor utilidad, descubrimientos mara-villosos de su amor, de su poder y sabidura. Todo esto lo vere-mos ciertamente si creemos en nuestro Seor. Cosa nociva esinventar falsas doctrinas, mas el don de discernir la verdad es

una bendicin. El cielo se nos abrir de par en par; el camino quenos conduce a l en la persona del Hijo del hombre nos ser msfcil, y ms evidente la comunin angelical entre el cielo y latierra. Fijemos nuestros ojos con mayor atencin en las cosasespirituales y veremos cada vez con mayor claridad cosas msimportantes. No pensemos que nuestras vidas son algo efmero y balad; antes por el contrario, siempre irn creciendo y viendocosas de mayor importancia hasta que contemplemos cara a caraal mismo Dios y no podamos ya perderle de vista.


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8 enero Bienaventurados los de limpio corazn, porque ellos vern a Dios.

Mateo 5:8

La limpieza de corazn es uno de los finesprincipales que debemos perseguir. Importa mucho que seamospurificados interiormente por el Espritu Santo y por medio dela Palabra, y en verdad lo seremos exteriormente por una mayorconsagracin y obediencia. Existe una relacin ntima entre elcorazn y la inteligencia. Si amamos el mal, jams podremoscomprender el bien. Si el corazn est manchado, el ojo estaroscurecido. Cmo podrn estos hombres ver al Dios Santo, siaman el pecado?

Cun singular es el privilegio de ver a Diosen la tierra! Una sola mirada sobre l constituye para nosotrosun verdadero paraso. En Cristo Jess contemplan al Padre loslimpios de corazn. En l vemos a Dios, la verdad, su amor, su

santidad, sus designios, su soberana, su alianza. Empero estascosas solamente se perciben cuando se impide la entrada delpecado en el corazn. Slo quienes aspiran a la santidad puedenexclamar: Mis ojos estn siempre hacia Jehov. El deseo deMoiss: rugote que me muestres tu gloria, solamente puedetener cumplimiento en nosotros cuando estemos limpios de todainiquidad. Nosotros le veremos como l es; y cualquiera quetiene esta esperanza en l, se purifica. El gozo de la presentecomunin y la esperanza de la visin beatfica son dos podero-sas razones para que andemos en pureza de corazn y de vida.

Crea, Seor, en nosotros un corazn puro para que podamosver tu rostro!


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9 eneroEl alma generosa ser engordada. Proverbios 11:25Si quiero la prosperidad de mi alma, no debo

amontonar tesoros, sino repartirlos entre los pobres. El caminode la fortuna, segn el mundo, es ser avaro y mezquino; mas noes ste el camino de Dios, porque nos dice: Hay quienes repar-ten, y les es aadido ms; y hay quienes son escasos ms de loque es justo, mas vienen a pobreza. Segn la fe, la manera deadquirir ganancias consiste en dar. Hagamos la experiencia, yveremos que siempre se nos dar en abundancia todo lo necesa-rio en retorno de nuestra liberalidad.

Indudablemente, nunca llegar a ser ricocon este procedimiento. Ser engordado, mas no en demasa.Tanta abundancia de riquezas podra hacerme pesado, como loson las personas excesivamente gruesas, y podra causarme una

dispepsia mundanal y hasta producirme una degeneracin car-daca. En verdad, puedo darme por satisfecho si, estando lo sufi-cientemente nutrido, gozo de buena salud, y si el Seor me con-cede lo necesario, puedo darme por contento.

Existe, no obstante, una grosura intelectual y espiritual que en gran manera codicio: la que proviene de nues-tros nobles pensamientos acerca de Dios, de su Iglesia y de nues-tros semejantes. Que nunca ponga yo lmites a mi generosidadpara que mi alma no desfallezca de hambre. Que siempre sealiberal y dadivoso, porque as imitar a mi Seor. l se dio a smismo por m. Podr yo negarle cuanto me pidiere?


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10 eneroEl que saciare, l tambin ser saciado.

Proverbios 11:25

Si yo presto inters por los dems, Diostambin se interesar por m, y de algn modo ser recompen-sado. Si pienso en el pobre, Dios pensar en m; si me ocupo delos pequeuelos, Dios me tratar como a hijo suyo. Si apacientosu rebao, l me alimentar; si riego su jardn, l har quemi alma sea a manera de jardn. Tal es la promesa del Seor. A m me toca cumplir las condiciones para poder esperar sucumplimiento.

Puedo preocuparme de m mismo hastaenfermar; ocultar mis sentimientos hasta que nada sienta; la-mentar mi flaqueza hasta el punto de no sentirme capaz de la-mentar nada. De mayor aprovechamiento ser para mi el serdesinteresado, y empezar, por el amor de mi Seor, a preocu-

parme de las almas que me rodean. El agua va menguando enmi cisterna; no ha cado agua suficiente para llenarla. Qu har?Dejar abierta la vlvula para que el agua corra libremente yriegue las plantas que se marchitan a mi alrededor. Mas, quveo? Mi cisterna se llena a medida que el agua va saliendo; brotaun secreto manantial. Mientras el agua estaba detenida, el ma-nantial dejaba de manar; mas cuando sale para regar las almas,el Seor piensa en m Aleluya!


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11 eneroY suceder que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejar ver entonces mi arco en las nubes.

Gnesis 9:14

El cielo aparece lleno de nubes, mas notememos que la tierra sea inundada por un nuevo diluvio. Elarcoiris trazado en los cielos disipa todos nuestros temores. Laalianza hecha por Dios con No no ha sido quebrantada; de estono abrigamos duda alguna. Y siendo esto as, por qu pensa-mos que las nubes de nuestras tribulaciones, que al presenteoscurecen el cielo de nuestra dicha, sern para nuestra destruc-cin? Desechemos estos temores infundados y bochornosos.

La fe siempre tiene delante de nuestros ojosel arco de la promesa establecida cuando nuestros sentidos per-ciben la nube del dolor. Dios tiene en sus manos el arco con elcual puede lanzar las flechas de la destruccin; pero ese arcoapunta hacia arriba. Es un arco sin cuerda y sin flecha; es un

arco de trofeo, intil para la guerra; un arco de muchos y diver-sos colores que significa esperanza y amor; un arco que se tornarojo con la guerra y negro con la ira.

Tengamos valor. Dios jams ensombrecenuestro cielo, de tal modo que no podamos dar testimonio desu alianza. Y aun cuando as lo hiciere, nosotros siempre podre-mos tener la seguridad de que la alianza de paz se cumplir.Hasta que nuevamente cubran las aguas toda la tierra, no ten-dremos motivo para dudar de la promesa de nuestro Dios.


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12 enero Porque el Seor no desecha para siempre.

Lamentaciones 3:31

Tal vez el Seor nos deseche por algn tiem-po, mas no para siempre. La mujer puede prescindir de sus ador-nos, pero no los olvida, ni los arroja al muladar. No es propio delSeor rechazar a los que ama, porque como hubiese amado alos suyos que estaban en el mundo, amlos hasta el fin. Algu-nos dicen estar en gracia o sin ella, como si se tratara de conejosque entran y salen libremente de sus madrigueras; y sin embar-go, no es as. El amor de nuestro Salvador para con los suyos esalgo ms serio y permanente.

Desde toda la eternidad nos escogi, y du-rante toda la eternidad seguir prodigndonos su amor. De talmanera nos am que se entreg a la muerte por nosotros; pordonde podemos estar seguros de que su amor nunca tendr fin.

Su honor de tal suerte est ligado con nuestra Salvacin, que lees absolutamente imposible desecharnos, como lo sera despo-jarse de su vestidura de Rey de gloria. No! El Seor Jess, comoCabeza que es, nunca se separa de sus miembros; como Esposo,nunca repudia a su esposa.

Por ventura te creas desechado? Cmopodas figurarte tal cosa del Seor que te ha desposado? Arrojalejos de ti tales pensamientos, y no permitas que aniden entu corazn. No ha desechado Dios a su pueblo al cual antesconoci (Romanos 11:2). l aborrece que sea repudiada(Malaquas 2:16).


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13 enero Al que a m viene, no le echo fuera. Juan 6:37 Hay en el Evangelio un solo caso en que

veamos que Jess rechace a quien a l se acerca? Si lo hubiera,desearamos saberlo; mas nunca lo hubo, ni lo habr jams. Nin-guno de los condenados podr jams decir: Vine a Jess y meech fuera. No es posible que t y yo furamos los primeroscon quienes Jess ha quebrantado su palabra. Jams abrigue-mos tan mezquina sospecha.

Acerqumonos a Cristo con todos nuestrosmales presentes. De una cosa podemos estar ciertos: jams nosnegar la entrada, ni nos echar fuera. Quienes hemos ido mu-chas veces, y quienes nunca han ido, acudamos todos juntos, ycomprobaremos que a nadie cierra la puerta de su gracia.

Este a los pecadores recibe, pero a nadierechaza. Venimos a l con la debilidad y el pecado, con una fevacilante, con muy poco conocimiento y con menguada espe-ranza, y no nos rechaza. Venimos con la oracin indecisa, con laconfesin incompleta, con la alabanza que no est en armonacon sus merecimientos, y, sin embargo, nos recibe. Venimosenfermos, manchados, desanimados, indignos, mas no nos echafuera. Acudamos nuevamente a l, hoy mismo, porque a nadieecha fuera.


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14 eneroVenid a m todos los que estis trabajados y cargados, y yo os har descansar.

Mateo 11:28

Quienes somos salvos encontramos descan-so en Jess; quienes no lo son alcanzarn ese descanso si a l seacercan, ya que Dios as lo ha prometido. Nada es tan gratuitocomo un don; aceptemos complacidos lo que libremente nosda. No tienes necesidad de comprarlo, ni pedirlo prestado; tebasta recibirlo como se recibe un don.TrabajasTrabajasTrabajasTrabajasTrabajas bajo el ltigo dela ambicin, de la codicia, de la pasin y la inquietud: l te libra-r de tan dura esclavitud, y te har descansar. Ests cargado, ysobrecargado con el peso del pecado, del temor, del desasosiego,del remordimiento y del temor de la muerte; mas si acudes a l,te librar de la carga. l llev sobre s el peso abrumador de nues-tros pecados, a fin de que no sucumbisemos con l. Se consti-tuy en el gran portador de cargas, para que todos los cargadosdejaran de doblarse bajo tan enorme peso.

Jess proporciona descanso. Y as es, enefecto. Lo crees t? Quieres probarlo? Por qu no lo intentasahora mismo? Acude a Jess renunciando a toda otra esperan-za, pensando en l, creyendo en el testimonio que Dios da deJess, y depositando en l todos tus afanes. Si con estas disposi-ciones recurres a l, el descanso que te dar ser profundo, segu-ro, santo y eterno. Este descanso perdurar hasta tu entrada enel cielo, y dispuesto est el Seor a concedrselo a cuantos a lse alleguen confiadamente.


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16 eneroTodo aquel que invocare el nombre de Jehov ser salvo.

Joel 2:32

Por qu no invoco su nombre? Por qurecurro a mis vecinos cuando tengo tan cerca a Dios, el cual oirmi clamor, por dbil que sea? Por qu me siento para forjarproyectos y formar planes? Por qu no descargo todo mi pesosobre los hombros de mi Seor? La mejor manera de avanzar esir siempre adelante en lnea recta. Por qu no corro ahora mis-mo al Dios vivo? En vano buscar la salvacin en otra parte; enDios ciertamente la encontrar. Su real promesa es una garantacierta de que asserserserserser.

No es preciso preguntar sipuedopuedopuedopuedopuedo invocarleo no, porque la palabra cualquiera es suficientemente explci-ta. Cualquiera se aplica a m, porque comprende a todos ycada uno de los que invocan a Dios. Por lo tanto, seguir las

enseanzas de este versculo, invocando ahora mismo al glorio-so Salvador que nos ha dejado una promesa tan magnfica.Mi caso es urgente. Ignoro cmo podr ser

liberado; empero esto no me preocupa. Quien ha formulado lapromesa sabr encontrar los medios para realizarla. A m slome incumbe obedecer sus mandamientos, no dirigir sus conse-jos. Siervo suyo soy, y no abogado. Le invoco, y l me ayudar.


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17 eneroY l le respondi: ve porque yo estar contigo.

xodo 3:12

Es evidente que si Dios confi a Moiss unacomisin, no le dejara solo. Ante el riesgo que iba a correr y lafortaleza que le era necesaria para cumplir su cometido, seraridculo que Dios enviara un pobre hebreo para que se enfrenta-ra con el ms poderoso monarca de la tierra y le dejara solo ensu empresa. No es concebible que la sabidura de Dios opusieraun hombre dbil como Moiss a Faran con todo el podero deEgipto. Por eso dice el Seor: Yo estar contigo, para darle aentender que no iba solo.

Tambin conmigo suceder lo mismo. SiDios me confa una misin, confiando plenamente en su poder y buscando nicamente su gloria, tendr la seguridad de que lestar conmigo. Por el mero hecho de enviarme, est obligado a

favorecerme. No es esto suficiente? Qu ms puedo desear? Aun contando con el poder de sus ngeles y arcngeles, podrasucumbir en la demanda, mas si l est conmigo, ciertamentesaldr victorioso. Lo nico que se me exige es que yo obre enconsecuencia con esta promesa, que no emprenda el camino contimidez, desanimado, negligente o henchido de orgullo. Tal esla conducta que debe observar una persona que tiene a Dios ensu compaa! As amparado, debo caminar con valenta y, comoMoiss, presentarme sin temor delante de Faran.


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18 eneroCuando haya puesto su vida en expiacin por el pecado, ver linaje.

Isaas 53:10

Nuestro Seor Jesucristo no ha muerto envano. Su muerte expiatoria constituy un sacrificio. Muri comonuestro sustituto, porque su muerte fue la paga de nuestrospecados y porque su sustitucin fue aceptada por Dios. l salva todos aquellos por quienes entreg su vida. Por su muerte sehizo semejante al grano de trigo que lleva mucho fruto. Con sumuerte logr una larga posteridad; es el Padre del eterno siglo.l mismo podr decir: He aqu, yo y los hijos que me dio Dios.

Un padre es honrado en sus hijos, y Jesstiene llena su aljaba con estas saetas del valiente. El padre estrepresentado en sus hijos, y Cristo lo es en los cristianos. Lavida de un hombre se prolonga y perpeta en sus descendien-tes; de la misma manera la vida de Cristo se contina en la vida

de los creyentes.Jess vive y ve su linaje; l fija sus ojos ennosotros y se complace en nosotros y nos reconoce como frutode sus trabajos. Gocmonos porque el Seor se goza del resulta-do del sacrificio cruento, y porque nunca cesar de gozarse antela mies abundante recogida con su muerte. Sus ojos, que en otrotiempo lloraron sobre nosotros, ahora nos miran con regocijo.Nuestros ojos se encuentran! Cun grande es el gozo de estasmiradas!


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19 enero

Que si confesares con tu boca que Jess es el Seor, y creyeres en tu corazn que Dios le levant de los muertos, sers salvo.

Romanos 10:9

La confesin de boca es necesaria. La hehecho yo? He manifestado pblicamente mi fe en Jesucristocomo el Salvador a quien Dios resucit de los muertos? Lo hehecho como Dios manda? A esta pregunta yo mismo debo res-ponder con toda sinceridad.

Tambin se necesita fe en el corazn. Creosinceramente en Jess resucitado? Confo en l como en minica esperanza de salvacin? Brota de mi corazn esta con-fianza? La respuesta debo darla en la presencia de Dios.

Si en verdad puedo responder afirma-tivamente que he confesado a Cristo y he credo en l, soy sal-vo..... El texto no dice que podra ser as. Su afirmacin es categ-rica y tan evidente como el sol que brilla en los cielos: Serssalvo.

Como creyente y confesor, puedo poner mimano sobre esta promesa y presentarla delante de Dios, ahora,durante mi vida, en la muerte y en el da del juicio.

Debo ser salvo del castigo del pecado, delpoder del pecado, de la mancha del pecado y por ltimo, delpecado mismo. Dios ha dicho: sers salvo. Lo creo. Ser salvo.Soy salvo. Gloria a Dios por siempre jams!


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21 eneroY sabrn los egipcios que yo soy Jehov.

xodo 7:5

Al mundo impo difcilmente se le puedeensear. Egipto no conoce a Jehov y por eso levanta sus dolos y se atreve a preguntar: Quin es Jehov? Pero el Seor que-branta el orgullo de los corazones. Cuando estalla el juicio deDios sobre sus cabezas, se oscurece su cielo, son destruidas suscosechas y mueren sus hijos; entonces comienzan a discerniralgo del poder soberano de Dios. Cosas tan extraordinarias comostas sucedern entre nosotros para que los escpticos doblenhumillados sus rodillas. No desmayemos ante las blasfemias queprofieren sus labios, porque el Seor sabr velar por la gloria desu nombre, y seguramente lo har de una manera muy eficaz.

La liberacin de su propio pueblo fue unmedio poderoso del que se sirvi para que Egipto conociera que

el Dios de Israel era Jehov, el Dios vivo y verdadero. Ni siquieraun solo israelita pereci a causa de las diez plagas. Ninguno delos escogidos se ahog en las aguas del Mar Rojo. Del mismomodo, la salvacin de los escogidos y la glorificacin de todoslos verdaderos creyentes ser parte para que aun los ms encar-nizados enemigos de Dios reconozcan que Jehov es Dios.

Ojal que su poder victorioso y convincen-te por el Espritu Santo sea manifiesto en la predicacin del Evan-gelio hasta que todos los pueblos de la tierra inclinen sus frentesante el nombre de Jess y le proclamen como su Seor!


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22 enero Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el da malo lo librar Jehov.

Salmos 41:1

Obligacin de todo cristiano es pensar enlos pobres y tener un corazn compasivo para con ellos. Jesslos puso al lado nuestro, entre nosotros, cuando dijo: A los po-bres siempre los tenis con vosotros.

Muchos dan limosna a los pobres de prisapara desentenderse de ellos; otros muchsimos no les dan nada.La promesa ha sido hecha para aquellos que se interesan por lospobres, examinan sus necesidades, piensan en los medios de so-correrles y juiciosamente los ejecutan. Mucho ms podemoshacer con nuestros cuidados, con nuestra delicada solicitud quecon el dinero, y ms todava con ambas cosas a la vez. El Seorpromete su bienaventuranza, en los das de apuro, a quienespiensan en los pobres. l nos librar de nuestra pena si ayuda-

mos a los dems a salir de ella, y nosotros recibiremos una ayu-da providencial muy grande si el Seor ve cmo procuramosnosotros proveer a los dems. Por muy generosos que seamos,tendremos das malos; mas si somos benvolos, podremos re-clamar del Seor un socorro especial y directo, porque l haempeado su palabra y no podr negarla. El avaro se preocupade s mismo; empero el Seor favorece al creyente compasivo ygeneroso. Como hayis tratado a los dems, as har el Seorcon vosotros. Vaciad vuestros bolsillos.


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25 enero

l mira sobre los hombres; y el que dijere: pequ y pervert lo recto y no me ha aprovechado, Dios redimir su alma, que no pase al sepulcro, y su vida se ver en luz.

Job 33:27-28

Esta es una palabra de verdad sacada de laexperiencia de un hombre de Dios y que puede ser consideradacomo una promesa. Cuanto el Seor ha hecho y est haciendocontinuar llevndolo a cabo hasta tanto que el mundo subsis-ta. El Seor aceptar a cuantos a l acudan confesando sincera-mente sus pecados. Dios siempre est atento para descubrir atodos los que estn tristes a causa de sus pecados.

No podemos nosotros aplicarnos estasmismas palabras? No hemos pecado voluntaria y personalmen-te, de modo que hemos podido decir con verdad: He pecado? No hemos pecado intencionadamente pervirtiendo lo recto? No hemos pecado de suerte que ha sido posible reconocer quede nada nos ha aprovechado y que slo nos acarre la muerte

eterna? Vayamos a Dios con esta confesin sincera. Dios nonos exige ms, pero tampoco nosotros podemos darle menos.Presentemos su promesa en nombre de Je-

ss. l librar nuestra alma del abismo del infierno, cuya bocaest abierta para tragarnos; l nos conceder vida y luz. Porqu desesperar? Por qu dudar? El Seor jams defrauda a lasalmas sencillas. Piensa bien lo que dice. Los culpables puedenser perdonados. Quienes merecen la condenacin pueden reci-bir absolucin gratuita. Seor, a ti confesamos nuestros peca-dos e imploramos tu perdn!


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26 enero Porque en Jacob no hay agero, ni adivinacin contra Israel.

Nmeros 23:23

Estas palabras deberan arrancar de raz to-dos los temores pueriles y supersticiosos! Aun cuando hubiesealguna verdad en la hechicera y los ageros, el pueblo de Diosno debera dejarse afectar por ellos. A quienes Dios bendice nopuede maldecir el diablo.

Hombres sin temor de Dios, como Bala-am, pueden conspirar astutamente contra el pueblo de Israel,pero su silencio y mentira fracasarn. Su plvora est hmeda y embotado el filo de su espada. Se juntan en asamblea, pero envano, porque Dios no est en medio de ellos. Bien podemospermanecer tranquilos y dejarles tender sus redes; a buen segu-ro que no caeremos en ellas. Aun cuando soliciten la ayuda deBelceb, y se sirvan de todas sus artimaas, de nada les valdr;

todos sus encantamientos saldrn fallidos y a s mismos se en-gaarn. Cun grande bendicin es sta! Y cmo tranquilizael corazn!

Los Jacob de Dios pelean con Dios, mas nin-guno pelear con ellos y vencer. Los Israel de Dios tienen podercerca de Dios y triunfan, mas ninguno podr prevalecer contraellos. No temamos al enemigo mortal de nuestras almas, ni alos enemigos ocultos cuyas palabras son mentirosas y cuyosproyectos, insondables. Jams podrn daar a quienes confanen el Dios viviente. Nosotros desafiamos al diablo y a todas suslegiones juntas.


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27 enero

Y all os acordaris de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis; y os aborreceris a vosotros mismos a causa de todos vuestros pecados que cometisteis.

Ezequiel 20:43

Cuando el Seor nos recibe y gozamos desu favor, de su paz y seguridad, nos conduce al arrepentimientode nuestros pecados y de nuestra mala conducta para con nues-tro bondadoso Dios. El arrepentimiento es tan valioso que bienpodemos calificarlo de diamante de primersima calidad, el cualbondadosamente es prometido al pueblo de Dios como la con-secuencia ms santificadora de la salvacin. Quien acepta el arre-pentimiento, tambin lo da, y no de su caja amarga, sino deentre las hojuelas con miel, con las cuales alimenta a su pue-blo. El mejor modo de ablandar un corazn de piedra es poseerel sentimiento de un perdn, comprado con sangre, y de unamisericordia inmerecida.

Somos duros de corazn? Pensemos en la

alianza de su amor y dejaremos el pecado, lo lamentaremos yllegaremos a aborrecerlo; ms an, nos sentiremos confundidospor haber pecado contra el amor infinito de Dios. Acerqumo-nos a Dios con la promesa de penitencia y pidmosle que nosayude a recordarla, a arrepentirnos de nuestro pecado y volver-nos a l. Ojal pudiramos gozar de la dulcedumbre de unatristeza santa! Cun aliviados quedaramos si nos fuera dadoderramar torrentes de lgrimas! Seor, golpea la roca, habla ala roca y haz que brote el agua!


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28 eneroEnjugar Dios toda lgrima de los ojos de ellos.

Apocalipsis 21:4

S, esto suceder con nosotros si somosverdaderos creyentes. El dolor cesar y nuestras lgrimas sernenjugadas. Este mundo es un valle de lgrimas, pero stas cesa-rn de brotar de nuestros ojos. Habr un cielo nuevo y una nue-va tierra, as dice el primer versculo de este captulo. Lee el ver-sculo 2, y considera cmo habla de la esposa y de su boda. Lasbodas del Cordero sern motivo de regocijo infinito y en ellasno tienen cabida las lgrimas. El versculo 3 aade que el mismoDios morar con los hombres, y seguramente hay deleites a sudiestra para siempre, y las lgrimas no caern jams.

Qu tal ser nuestro estado cuando ya nohabr ms llanto, ni clamor, ni dolor? Esto ser ms glorioso delo que ahora podemos imaginarnos. Ojos enrojecidos de tanto

llorar, dejad vuestro llanto abrasador; dentro de poco tiempo nosabris qu cosa sean las lgrimas! Nadie como Dios puede se-car las lgrimas; para eso ha venido. Por la tarde durar el lloro y a la maana vendr la alegra. Ven, Seor, y no tardes, por-que ahora todos tenemos que llorar!


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29 enero

Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehov tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos despus de ti para siempre.

Deuteronomio 12:28

Aun cuando la salvacin no es por las obrasde la ley, sin embargo las bendiciones prometidas a la obedien-cia tampoco son negadas a los siervos fieles al Seor. Jesucristoborr todas las maldiciones cuando fue hecho maldicin pornosotros; en cambio, ninguna promesa de bendicin ha sidorevocada.

Deber nuestro es estudiar y escuchar lavoluntad de Dios prestando nuestra atencin, no nicamente aciertos pasajes de su Palabra, sino a todas estas palabras. Nohemos de entresacar y escoger, sino que debemos esperar, conimparcialidad todo cuanto Dios nos ha mandado. Tal es el ca-mino de bendicin tanto para el padre como para los hijos. Labendicin del Seor acompaa a sus escogidos hasta la tercera y

cuarta generacin. Si andan en rectitud en su presencia, l harque todos los hombres conozcan que son simiente bendita deJehov.

Por el engao y la hipocresa jams podrcaer bendicin alguna sobre nosotros y sobre los nuestros. Loscaminos segn el mundo y la impiedad tampoco pueden traer-nos bien alguno. Todo nos saldr bien si Dios est con nosotros.Si la integridad no puede prosperarnos, tampoco prosperaremospor medio del engao. Todo lo que es del agrado de Dios nosproporcionar alegra.


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febrero


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1 febreroMas a vosotros los que temis mi nombre, nacer el sol de justicia y en sus alas traer salvacin.

Malaquas 4:2

Esta promesa alentadora, cumplida ya enla primera venida de nuestro glorioso Salvador, tendr perfectocumplimiento en su segunda venida: sin embargo, es una pro-mesa de aplicacin cotidiana. Vives, lector, en la oscuridad? Notas que esa oscuridad va hacindose cada vez ms profun-da? No desmayes, porque an tiene que brillar el sol. La nochees ms sombra cuando se acerca el alba.

El sol que nacer no ser un sol cualquiera.Es el Sol de Justicia que irradiar santidad. Viene a regocijarnoscon los resplandores de su justicia y misericordia, no a quebran-tar ley alguna para salvarnos. Jess es la manifestacin de lasantidad y amor de Dios. Cuando venga, nuestra liberacin sercierta porque es justa.

Nuestra pregunta debera ser esta: Teme-mos el nombre del Seor? Reverenciamos al Dios vivo y anda-mos en sus caminos? Si as es, la noche para nosotros ser decorta duracin, y cuando llegue la maana, la enfermedad y latristeza desaparecern para siempre de nuestros corazones. Nues-tra herencia ser luz, calor, gozo y claridad; despus vendr lasalud de toda dolencia y desaparecern todas las preocupaciones.

Ha resplandecido Jess sobre nosotros?Gocmonos de este sol. Ha escondido su rostro? Estemos cier-tos de que, a manera de sol, resplandecer sobre nosotros.


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2 febreroY saldris, y saltaris como becerros de la manada.

Malaquas 4:2

Cuando resplandece el sol, abandonan losenfermos sus habitaciones para respirar el aire fresco del cam-po. Cuando el sol nos trae la primavera y el verano, dejan losganados sus establos para buscar los ricos pastos de las altasmontaas. Del mismo modo, cuando estamos en plena comu-nin con nuestro Dios, abandonamos las moradas del temor ysalimos al campo de una santa confianza. Escalamos las monta-as de la bendicin y nos nutrimos de los pastos que crecen mscerca del cielo que entre las provisiones de un mundo carnal.

Saldris y saltaris. Esta es una doblepromesa. Oh, alma ma! Procura gozar con ansia de ambas ben-diciones. Por qu apetecer la cautividad? Levntate y corre conlibertad. Jess dice que sus ovejas entrarn y saldrn y encon-

trarn pastos. Por lo tanto, sal fuera y alimntate en las ricaspraderas del amor infinito. Por qu quieres seguir siendo nio en la

gracia? Crece. Los novillos crecen rpidamente, sobre todo sison cebados en los establos: mas t gozas de los solcitos cuida-dos de tu Redentor. Crece, pues, en la gracia y conocimiento detu Seor y Salvador. No crezcas desmedrado y raqutico. El Solde Justicia resplandece sobre ti. Abre tu corazn a sus rayos comolas rosas abren sus capullos a la luz del sol para que te desarro-lles y crezcas en l.


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3 febrero

El que no escatim ni a su propioHijo, sino que lo entreg por todos nosotros, cmo no nos dar tambin con l todas las cosas?

Romanos 8:32

Si bien no tenemos aqu una promesa for-mal, sin embargo realmente lo es, y ms que una promesa, es unconglomerado de promesas: rubes, esmeraldas y diamantes en-garzados en relicario de oro. La pregunta y respuesta de nuestrotexto en manera alguna pueden causar ansiedad en nuestro co-razn. Qu cosa podr negarnos el Seor despus de habernosdado a su propio Hijo? Si tenemos necesidad de las cosas quehay en el cielo y en la tierra, ciertamente nos las dar, porque sihubiese habido lmite en los dones de su amor, no habra entre-gado a su Unignito.

De qu estoy necesitado en este momen-to? Slo me queda pedrselo. Puedo hacerlo en reiteradas ins-tancias, mas no como si tuviera que arrancar por la fuerza de la

mano del Seor un don que se da de mala gana. Dios lo concedegratuitamente. De su propia voluntad nos dio a su propio Hijo. A buen seguro que a nadie se le hubiera ocurrido pedirle seme-jante don. Sera presuntuoso exigrselo. l nos ha dado espont-nea y libremente a su Hijo amado, y siendo as, puedes, almama, desconfiar de que tu Padre celestial te conceda todas lascosas? Si la fuerza fuera necesaria, tu pobre oracin sera nulaante su omnipotencia; empero su amor, a manera de manan-tial, brota de su corazn y es sobreabundante para satisfacertodas tus necesidades.


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4 febreroNo os dejar hurfanos: vendr a vosotros.

Juan 14:18

Jess nos dej, mas no quedamos hurfa-nos. Fue nuestro consuelo y se fue, mas no quedamos desconso-lados. Nuestro mayor gozo es que vendr, lo cual es suficientepara que podamos sostenernos y consolarnos durante su pro-longada ausencia. Jess est ya de camino. l nos dice: Vengoen breve: con rapidez se acerca a nosotros. Vendr, y nadiepodr impedir su venida, o retrasarla ni siquiera un cuarto dehora. Vendr a vosotros, y as lo har. Su venida es sobre todopara los suyos. Y esto constituye su consuelo presente mientraslloran la ausencia del Esposo.

Cuando perdemos el gozo sentido de supresencia, nos afligimos; mas no debemos entristecernos comoquien no tiene esperanza. Nuestro Seor, en su va, tal vez nos

ha escondido su rostro por algunos momentos; mas pronto senos revelar con todo su favor. Slo en un sentido nos deja.Cuando as lo hace, nos deja la garanta de su retorno. Oh, Se-or, ven presto. Mientras ests ausente, no puede haber vida enesta terrena existencia. Suspiramos por el retorno de tu dulcesonrisa. Cundo vendrs a nosotros? Seguros estamos de tuvenida.

Apresrate y no tardes, Seor Dios nuestro!


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5 febreroY ver la sangre y pasar de vosotros.xodo 12:13 Ver la preciosa sangre de Cristo es un

consuelo, pero lo que importa y me da seguridad es que Dios lave. Aun cuando yo no pueda verla, estoy cierto de que el Seorla contempla, y a causa de ella me perdona. Si no vivo tan tran-quilo como debiera vivir, porque mi fe es dbil, no por eso dejode estar igualmente seguro, ya que los ojos del Seor no estnoscurecidos, y ven la sangre del gran sacrificio. Qu alegra!

Dios conoce la plenitud infinita y el hondosignificado que se encierran en la muerte de su amado Hijo.Delante de sus ojos tiene siempre el recuerdo de su justicia sa-tisfecha y de sus incomparables atributos por l glorificados. Alcontemplar la creacin en su esplndido desarrollo reconocique era buena en gran manera; mas qu dice de la Redencin

completa? , qu de la obediencia hasta la muerte de su amadoHijo? Nadie podr jams expresar cul sea su satisfaccin alcontemplar la muerte de Jess y cul sea su contentamientoante el olor suave que en su presencia despidi el sacrificio delCordero sin mancha.

Por eso vivimos en calma y seguridad, por-que tenemos el sacrificio de Dios y su Palabra que nos propor-cionan esa perfecta seguridad. l pasar delante de nosotros comoel ngel sobre las casas de los hebreos, puesto que no perdon anuestro glorioso sustituto. La justicia y la misericordia juntansus manos para conceder salvacin eterna a todos los que hansido rociados con su sangre.


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6 febrero Si oyeres la voz de Jehov, tu Dios, bendito sers t en la ciudad.

Deuteronomio 28:2-3

La ciudad est llena de preocupaciones yquien debe vivir en ella cada da sabe que es un lugar donde setropieza con grandes fatigas. Toda ella es ruido, movimiento,agitacin incesante y trabajo penoso. Muchas son sus tentacio-nes, prdidas y molestias de todo gnero. Mas si entramos enella con la bendicin divina, todas estas dificultades perdern sucarcter agresivo. Y si all permanecemos con esta bendicin,hallaremos gozo en el cumplimiento de nuestros deberes y fuer-za proporcionada a sus exigencias.

La bendicin en la ciudad tal vez no noshaga grandes, pero nos librar del mal. Tal vez no nos enriquez-ca, pero s nos mantendr fieles. Ora seamos porteros, o escri-bientes, ora directores, hombres de negocios, magistrados, laciudad nos proporcionar oportunidades para ser tiles. Fcilcosa es pescar donde abunda la pesca, y se puede trabajar conxito para el Seor en medio de las multitudes. Tal vez prefira-mos la apacible quietud de una vida campestre; mas si somosllamados a vivir en la ciudad, ciertamente podemos preferirla, ya que all encontraremos un campo ms propicio para desarro-llar nuestras actividades.

Esperemos grandes cosas de esta promesa; y tengamos muy abiertos nuestros odos para escuchar la vozdel Seor, y dispuestas las manos para ejecutar sus mandatos.La obediencia trae consigo la bendicin.

En guardar sus mandamientos hay gran-de galardn.


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9 febrero

Y meter en el fuego la tercera parte, y los fundir como se funde la plata, y los probar como se prueba el oro. l invocar mi nombre, y, yo le oir y dir: Pueblo mo; y l dir: Jehov es mi Dios.

Zacaras 13:9

La gracia nos trueca en metal precioso: des-pus vienen como consecuencia natural el horno y el fuego. Nosespanta esta visin? Preferimos ser estimados sin valor alguno,como las piedras del campo, con tal de gozar de quietud y des-canso? Esto sera escoger la parte ms despreciable, como hizoEsa renunciando a la alianza por un plato de comida. No, Se-or, antes ser lanzados al horno que arrojados de tu presencia!

El fuego afina los metales, no los destruye.Seremos pasados por el fuego, mas no quedaremos en l. El Se-or estima a su pueblo como a la plata; por eso quiere purificar-lo de la escoria. Si somos sabios, sabremos apreciar el proceso dela fundicin, antes que rehusarlo. Nuestra oracin ha de consis-tir en pedir, no que seamos sacados del crisol, sino que desapa-

rezca la escoria.Oh, Seor, T nos pruebas de verdad! Apunto estamos de derretirnos bajo el calor de la llama. Sin em-bargo, ste es tu camino, y tu camino es el mejor.

Sostnnos en la prueba y perfecciona la obrade nuestra purificacin, y tuyos seremos para siempre.


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10 febrero Porque sers testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y odo.

Hechos 22:15

El apstol Pablo fue escogido para ver al Se-or y or cmo le hablaba desde el cielo. Esta eleccin fue para lun singular privilegio. Sin embargo, la bendicin recibida no fuepara que nicamente se ciera a su persona, sino para que influ- yera en los dems y en todos los hombres. Europa entera debe asan Pablo el evangelio que ahora tiene.

Tambin a nosotros, en la medida de nues-tras fuerzas, incumbe la obligacin de ser testigos de lo que elSeor nos ha revelado; y esconder esta gloriosa revelacin cons-tituira un peligro para nosotros. Primero, debemos ver y or; delo contrario, nada tendramos que comunicar; mas si hemosvisto y odo, debemos sentir ansias de dar nuestro testimonio. Y nuestro testimonio ha de ser personal: has de ser. Ha de ser

para Cristo. Has de ser testigo suyo. Debe ser constante yabsorberlo todo. Ante todas las cosas, y dejando a un lado otrasmuchas, debemos ser testigos. Nuestro testimonio no ha de di-rigirse a unos pocos escogidos que lo aceptaran con agrado,sino a todos, a cuantos podamos alcanzar, lo mismo a jvenesque ancianos, ricos y pobres, buenos y malos. No hemos decallar, como si estuviramos posedos de un espritu mudo, por-que el versculo en cuestin es un mandamiento y una prome-sa, y debemos cumplirlo. Has de ser testigo suyo. Vosotrossois mis amigos, dice Jehov. Cumple, Seor, tambin en m

tu palabra!


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11 febreroMi espritu derramar sobre tu generacin, y mi bendicin sobre tus renuevos.

Isaas 44:3

Nuestros hijos, por naturaleza, carecen delEspritu de Dios, como podremos comprobarlo. En ellos pode-mos advertir muchas cosas que nos hacen temer por su porve-nir, lo cual debe ser objeto de nuestras splicas y oraciones.Cuando uno de nuestros hijos se pervierte, clamamos con Abra-ham: Ojal Ismael viva delante de ti! Preferiramos ver a nues-tras hijas humildes y piadosas antes que emperatrices. Este tex-to debera animarnos mucho. Viene a continuacin de estas pa-labras: No temas, siervo mio, Jacob, y por tanto no debemosamedrentarnos.

El Seor dar su espritu y lo dar en abun-dancia; lo dar eficazmente para que sea una verdadera y eternabendicin. Con esta efusin divina, nuestros hijos avanzarn, y

ste dir: Yo soy de Jehov; y el otro se llamar del nombre deJacob.sta es una de las promesas cuyo cumpli-

miento quiere el Seor que se lo pidamos. No deberamos, endeterminados momentos, orar por nuestros hijos? Somos inca-paces de darles un nuevo corazn, pero el Espritu Santo puedehacerlo, y quiere que se lo pidamos. El Padre Celestial se conten-ta mucho de las oraciones de los padres. Est fuera del arcaalguno de nuestros seres queridos? No descansemos hasta ver-los metidos en ella por la mano del Seor.


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12 febrero

Y Jehov dijo a Abram despus que Lot se apart de l: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde ests hacia el norte y al sur, y al oriente y al occidente; porque toda la tierra que ves la dar a ti y a tu descendencia para siempre.

Gnesis 13:14-15

Bendicin especial en una ocasin memora-ble. Abraham haba dado fin a una contienda familiar: No hayaahora altercado entre nosotros dos, porque somos hermanos.Por lo tanto, l recibi la gracia prometida a los pacficos. ElSeor y dador de toda paz se complace en manifestar su gracia aquienes buscan la paz y la siguen. Si deseamos gozar de unams ntima comunin con Dios, tenemos que seguir ms de cercalos caminos de la paz.

Abraham se comport de un modo muy es-plndido con su pariente permitindole escoger la tierra. Si re-nunciamos a nosotros mismos por amor de la paz, el Seor nosrecompensar con largueza. Abraham poda reclamar toda latierra que alcanzaba su vista, y nosotros podemos hacer lo mis-

mo por la fe. Abraham tuvo que esperar hasta conseguir la pose-sin que se le prometa, mas el Seor entreg a l y a su posteri-dad la tierra prometida. Por el don de la alianza nos perteneceninfinitas bendiciones. Todo es nuestro. Cuando nuestra vida esgrata al Seor, nos permite mirarlo todo en derredor nuestro yconsiderar como nuestras todas las cosas; lo presente y lo por-venir todo es nuestro y nosotros de Cristo y Cristo de Dios.


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13 febrero Bendito t en el campo.Deuteronomio 28:3Isaac fue bendito cuando, al atardecer, sa-

li al campo para meditar. Cuntas veces nos ha encontrado elSeor cuando estbamos solos! Las setas y los rboles puedendar testimonio de nuestra alegra, y abrigamos la esperanza depoder disfrutar nuevamente de esos apacibles momentos.Booz fue bendito cuando recogi su cosecha, y sus siervos le saludaron con bendiciones. Que el Seor prospe-re a todos aquellos que siguen el arado! El agricultor que obedecela voz de Dios puede presentar esta promesa en su presencia.

Vayamos al campo a trabajar como lo hizonuestro padre Adn; desde que la maldicin de Dios cay sobrela tierra a causa del pecado del primer Adn, es un consuelopoder encontrar una bendicin en el segundo.

Vayamos al campo para ejercitar nuestroscuerpos, en la esperanza cierta de que Dios bendecir este ejer-cicio que fortalecer nuestra salud y que servir para su gloria.

Vayamos al campo para estudiar all las ma-ravillas de la creacin porque todo conocimiento de la naturale-za puede ser santificado y utilizado del modo ms eficaz para labendicin del Seor.

Finalmente, hemos de ir al campo para en-

terrar a nuestros muertos, que otros, a su vez irn para dar se-pultura a los suyos. Tambin all encontraremos la bendicinde Dios cuando lloremos, o descansemos en l.


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14 febreroEl que espera en Jehov, le rodea la misericordia.

Salmos 32:10

Qu galardn tan esplndido para el queconfa! Quiera el Seor concedrmelo con abundancia! Quienen l confa se confiesa el mayor pecador del mundo, y para lest preparada la misericordia de Dios. Sabe que ningn mritohay en l, mas la misericordia desciende sobre su persona y se leconcede con liberalidad. Seor, concdeme esta gracia, porqueen ti confo!

Considera, alma ma, la defensa que te ro-dea. A la manera que un prncipe se halla cercado de soldados,as lo ests t de la misericordia de Dios. Delante y detrs de ti,por todos los lados, puedes contemplar esta numerosa guardiade la gracia.

Nos encontramos en el centro mismo de lagracia porque estamos en Cristo Jess.

Oh, alma ma! Qu atmsfera te envuel-ve! Del mismo modo que el aire te rodea por todas partes, as tecircunda la misericordia de Dios. Grandes males estn reserva-dos para los malos; en cambio, hay para ti tanta abundancia dedones, que ni siquiera merecen mencionarse las tribulaciones.Dice David: Alegraos en Jehov, y gozaos, justos; y cantad to-dos vosotros, los rectos de corazn. Obedeciendo este manda-to mi corazn triunfar en Dios y manifestar su gozo. De lamanera que T me has cercado de tu misericordia, as andar yoalrededor de tus altares, oh mi Dios, con himnos de gratitud portu liberacin.


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15 febrero Jehov se acord de nosotros; nos bendecir.

Salmos 115:12

En cuanto a m, podra firmar en mi pro-pio nombre este primer testimonio. Podras hacerlo t? S, Je-hov se acord de nosotros; nos ha consolado, nos ha liberado ynos ha guiado. En su paternal providencia ha tenido memoriade nosotros, y no nos ha dejado un solo momento de nuestravida. Siempre nos tiene presentes: tal es el significado de la pa-labra acordarse.

As ha sucedido siempre, y as aconteceren lo porvenir. Sin embargo, en muchos casos, hemos podidocomprobar de un modo clarsimo esta su providencia, y podra-mos recordarlo a los dems llenos de gozosa gratitud. S, Jeho-v se acord de nosotros.

La frase que sigue es consecuencia lgicade la anterior. Dios no cambia, y, como lo hizo en el pasado, astambin lo har en el futuro. Ahora bien, acordarse es sinnimode bendicin. Empero no se trata de conclusiones dictadas porla razn, sino de afirmaciones de la Palabra inspirada por Dios.Estas afirmaciones estn respaldadas por el Espritu Santo: Nosbendecir. Esto quiere decir cosas grandes e incomprensibles.Lo indefinido de la promesa tiene un alcance verdaderamenteinfinito. Nos bendecir como Dios bendice, y su bendicin sereterna. Por tanto, digamos agradecidos: Bendice, oh alma ma,a Jehov.


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16 febreroNo ejecutar el furor de mi ira, no volver para destruir a Efran; porqueDios soy, y no hombre.

Oseas 11:9

De este modo manifiesta Dios su clemen-cia. Tal vez se halla el lector bajo la impresin del enojo de Dios, y presienta una ruina rpida. Sirva este versculo para librartede la desesperacin. El Seor te invita ahora a examinar tus ca-minos y a confesar tus pecados. Si fuera un hombre, hace mu-cho tiempo que habra cortado el hilo de tu vida. Si obrara comolos hombres, despus de la amonestacin habra sobrevenido elcastigo, y puesto fin a tu vida. Mas Dios no obra as, porquecomo son ms altos los cielos que la tierra, as son sus caminosms altos que vuestros caminos.

Sobradamente sabes que Dios est enoja-do, mas su enojo no es para siempre: Si te conviertes a Jess,Dios depondr su ira. Porque Dios es Dios y no hombre, aun

cuando ests hundido en el cieno del pecado, tendr misericor-dia de ti. Date cuenta de que has de tratar con Dios, no conhombres crueles, ni siquiera con hombres justos. Ningn serhumano podra ser paciente contigo: a los mismos ngeles ha-bras molestado como has afligido a tu propio padre, mas Dioses paciente. Puedes probarlo ahora mismo. Confisale tus peca-dos, cree y arrepintete y sers salvo.


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17 febrero Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos; pues hay recompensa para vuestra obra.

2 Crnicas 15:7

Grandes cosas hizo Dios por el rey Asa ypor Jud; sin embargo, era un pueblo dbil. Sus pies vacilabanen el camino del Seor, y sus corazones andaban indecisos. Ne-cesitaban saber que el Eterno estara con ellos mientras se man-tuvieran fieles en su servicio; mas si ellos le abandonaban, se-ran por l abandonados. Del mismo modo fue menester recor-dar a su vecino reino de Israel cunto mal les result de su rebe-lin, y cun bondadoso se les mostr cuando se arrepintieron.El propsito de Dios era confirmarles en su camino y fortalecer-les en la justicia. Dios merece que le sirvamos con toda la ener-ga de que somos capaces.

El servicio de Dios es digno de cualquier sa-crificio. Si lo hacemos con diligencia y decisin, encontraremos

en la obra del Seor la ms rica recompensa. Nuestro trabajo enel Seor no es vano, lo sabemos perfectamente. El trabajo realiza-do sin esfuerzos, no nos proporcionar beneficio alguno; mascuando se lleva a cabo con entereza, prosperar.

Este versculo fue el mensaje que recibi elautor en un da de terrible y pavorosa tormenta, y le decidi aforzar el vapor para poder llegar con toda seguridad al puertocon una carga gloriosa.


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18 febreroCumplir el deseo de los que le temen; oir asimismo el clamor de ellos, y los salvar.

Salmos 145:19

El mismo Espritu de Dios ha producidoen nosotros este deseo, y, por tanto, lo cumplir. Su vida ennosotros es la que inspira este clamor, y, por tanto, l lo oir.Quienes temen a Dios son aquellos que estn piadosamenteinfluidos por l, y, por lo tanto, su deseo es glorificar a Dios ygozar de su presencia eternamente. Como Daniel, son hom-bres de santos deseos y el Seor har que sus aspiraciones ten-gan cumplimiento.

Estos santos deseos son otras tantas gra-cias en germen, y el celestial jardinero las cultivar hasta quelleguen a sazonar como el grano en la espiga. Los hombres quetemen a Dios desean ser santos, tiles y de bendicin para losdems, y con ello glorifican al Seor. Reclaman su ayuda en sus

necesidades, piden fuerzas para sobrellevar la carga, consejo ensus perplejidades y liberacin en sus congojas. A veces este de-seo es tan intenso y su angustia tan apremiante que, en mediode su agona, claman como los pequeuelos en su dolor, y elSeor obra compasivamente y segn su promesa los salvar.

En efecto, si tememos a Dios, nada hemosde temer; si clamamos al Seor, segura ser nuestra salvacin.

Amado lector: pon este versculo en tus la-bios y gurdalo en tu boca todo el da, y te ser como hojuelascon miel.


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19 febrero Bastante te he afligido; no te afligir ya ms.

Nahm 1:12

Las aflicciones tienen sus limites. Dios lasenva, y cuando le place las retira. Suspiras diciendo: cundollegar el fin? Acurdate de que tus penas ciertamente desapare-cern algn dia: cuando termine sta, nuestra vida terrenal.Mientras tanto, esperemos en silencio y acatemos con pacien-cia la voluntad del Seor hasta que venga.

Entre tanto, nuestro Padre Celestial apartala vara de su castigo cuando ya se han cumplido sobre nosotrossus designios. Cuando con su ltigo haya arrojado todas nues-tras locuras, cesarn los azotes. Y si la afliccin ha sido enviadapara probarnos, con el fin de que nuestros corazones glorifiquenal Seor, estemos ciertos de que la prueba terminar tan prontocomo Dios haya sido glorificado con el testimonio de nuestra fe.

Hemos de desear, pues, que no cese la afliccin hasta tanto quehayamos podido tributar a Dios toda la honra que podemos darle.Tal vez hoy habr bonanza. Quin sabe si

estas olas furiosas no se tornarn algn da en mar de vidrio ylas aves marinas puedan posarse sobre su apacible superficie?Despus de una larga tribulacin se levanta el trillo de la era, yel trigo reposa en el granero. Tal vez, al cabo de pocas horas,nuestro gozo sobrepujar nuestra pasada tristeza. Para el Seorno es difcil trocar la noche en da. El que amontona las nubesen el cielo puede tambin disiparlas. Cobremos nimo. En ade-lante todo ir mejor, y anticipadamente entonemos un aleluyaregocijado


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20 febrero Jehov te pastorear siempre. Isaas 58:11 Qu es lo que te inquieta? Has perdido

tu camino? Te has extraviado entre la espesura del bosque, yte es imposible encontrar el sendero? Detente, y podrs ver lasalud de tu Dios. l conoce el camino y te guiar si clamas a l.

Cada da trae su afn. Cun dulce es saberque el Seor nos pastorear continuamente! Si elegimos noso-tros el camino, o si consultamos a la carne y sangre, rechazamosla direccin de Dios; empero si negremos nuestra propia vo-luntad, l guiar todos los pasos del camino en cada hora delda, en cada da del ao, y en cada ao de nuestra vida. Si quere-mos dejarnos guiar seremos guiados. Si encomendamos a Diosnuestros caminos, l enderezar nuestros pasos para que no nosperdamos.

Mas ntese quin es el que nos ha hechoesta promesa. Lee el versculo anterior: Si derramares tu alma alhambriento. Debemos simpatizar con nuestros prjimos y dar-les, no cortezas de pan duro, sino todo aquello que nosotros qui-siramos recibir. Si en la hora de escasez nos mostramos genero-sos y solcitos con nuestros semejantes, el Seor proveer a nues-tras necesidades y ser nuestro continuo gua. Jess es el Capi-tn no de los avaros y opresores del pobre, sino de los generosos y compasivos. Tales peregrinos nunca perdern su camino.


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21 febrero Bendecir a los que temen a Jehov; a pequeos y a grandes.

Salmos 115:13

He aqu una promesa consoladora para to-dos aquellos que viven en humilde posicin. Nuestro Dios miracon bondad a quienes carecen de fortuna, talento e influencia.Dios se preocupa de las cosas ms insignificantes de la creacin. Ve a los pajarillos cuando caen en tierra. Nada es pequeo paraDios, porque el Seor se sirve de los ms viles instrumentos anuestros ojos para realizar sus propsitos. Que el ms pequeoentre los hombres pida a Dios una bendicin sobre su peque-ez, y ver su persona, por insignificante que sea, iluminadapor la felicidad.

Entre los que a Dios temen, hay pequeos y grandes. Algunos son nios, otros gigantes. Mas todos sonbenditos. La fe, por pequea que sea, es bendecida. La esperan-

za, por pequea que sea, es bendecida. Todo don del EsprituSanto, aunque en germen, lleva dentro de s una bendicin. ElSeor Jess ha comprado con su sangre a grandes y pequeos, ytiene cuidado tanto de los corderos, como de las ovejas crecidas.No hay madre alguna que no se preocupe de su hijo, por peque-o que sea; antes al contrario, cuanto ms pequeo, con mayorternura le cra. Si el Seor pudiera tener preferencias para conlos suyos, a buen seguro que no las pondra en la gradacin degrandes y pequeos, sino de pequeos y grandes.


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22 febrero

Aadi David: Jehov, que me ha librado de las garras del len y de las garras del oso, l tambin me librar de la mano de este filisteo.

1 Samuel 17:37

Si solamente nos fijamos en las palabras,no veremos una promesa; sin embargo, lo es en realidad, porqueDavid pronunci palabras que el Seor confirm hacindolasefectivas. De liberaciones pasadas dedujo l que podra recibirsocorro en el peligro presente. En Jess, todas las promesas sonS y Amn para que el Seor sea glorificado por nosotros. Diosobra todava con su pueblo como lo hizo en el pasado.

Venid, pues, y recordemos las misericordiasdel Seor en otro tiempo. En vano hubiramos soado en otrapoca vernos libres por nuestras propias fuerzas; empero el Se-or nos liber. Y no podr liberarnos nuevamente? Sin dudaalguna lo har. As como David sali al encuentro de su enemi-go, del mismo modo debemos salir nosotros. El Seor que estu-

vo con nosotros, est tambin ahora. l ha dicho: No te des-amparar ni te dejar. Por qu temblamos? Lo pasado, fueun sueo? Pensad en el oso y en el len muertos. Quin es estefilisteo? No se trata aqu ciertamente ni de un oso ni de unlen; pero Dios es el mismo y su honor est comprometido tan-to en un caso como en otro. No nos salv de las bestias delcampo para que nos matase un gigante. Tengamos valor y nodesmayemos.


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24 febrero Si permanecis en m, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queris, y os ser hecho.

Juan 15:7

Advirtase bien, si deseamos que Jess nosescuche, es necesario que nosotros le oigamos a l. Si no presta-mos atencin a Cristo, tampoco l nos oir; en la medida enque omos, seremos odos.

A mayor abundamiento, lo que se ha odoha de permanecer y vivir en nosotros y despus influir en nues-tro carcter como una fuerza poderosa. Debemos aceptar lasverdades que Jesucristo ense, los mandamientos que nos dej y seguir los impulsos del Espritu en nosotros; de lo contrario,no tendremos poder alguno ante el trono de su gracia.

Si recibimos las palabras de nuestro Seor y permanecen en nuestros corazones, qu campo sin lmites debendiciones se abre ante nuestros ojos! Podemos expresar nues-tra voluntad en la oracin porque ya la hemos sometido antes ala voluntad del Seor. De este modo son preparados los Elaspara manejar las llaves del cielo y cerrar o desatar las nubes. Unhombre as vale ms que mil cristianos ordinarios. Deseamoshumildemente ser intercesores con la Iglesia, con el mundo, y,como Lutero, obtener del Seor cuanto queramos? Inclinemosnuestro odo a la voz del Amado, recojamos sus palabras y cum-plmoslas fielmente. El que quiera orar con eficacia debe oratentamente.


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25 febreroY vosotros seris llamados sacerdotes de Jehov.

Isaas 61:6

Esta promesa, hecha de un modo directo aIsrael, espiritualmente pertenece a su posteridad segn el Esp-ritu, o sea, a todos los creyentes. Si hacemos uso de nuestrosprivilegios, nuestra vida estar consagrada a Dios de una mane-ra tan evidente, que todos los hombres reconocern que hemossido apartados para el servicio del Seor, y nos llamarn sacer-dotes de Jehov. Podemos trabajar o negociar, como lo hacenlos dems, sin dejar de ser por eso siervos y ministros del Seor.Nuestra nica ocupacin ser presentar al Dios vivo por Jesu-cristo el sacrificio perpetuo de nuestra oracin, alabanza, testi-monio y entera consagracin.

Siendo ste nuestro nico propsito, deje-mos aquellas ocupaciones ordinarias de la vida, que perturban,

en manos de aquellos que no tienen una ms elevada ocupa-cin. Deja a los muertos que entierren a los muertos. Escritoest: Y estarn extranjeros y apacentarn vuestras ovejas, y losextraos sern vuestros labradores y vuestros viadores. Pue-den dirigir la poltica, resolver los problemas financieros, discu-tir de ciencia, e interesarse por las ms recientes investigacionesde la crtica, empero nosotros dedicaremos nuestro trabajo a unministerio que conviene a quienes, como el Seor Jess, se hanconsagrado a un sacerdocio perpetuo.

Aceptemos esta promesa que entraa undeber sagrado, y revistmonos del vestido de santidad sirviendotodo el da en la presencia del Seor.


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27 febreroNo tendr temor de malas noticias; Su corazn est firme, confiado en Jehov.

Salmos 112:7

Terrible cosa es la incertidumbre. El care-cer de noticias de nuestros seres queridos nos sume en la inquie-tud, y nos cuesta llegar a persuadirnos de que no tener noticiases lo mismo que tenerlas buenas. La fe es el nico remedio con-tra esta clase de tristeza. El Seor, por medio de su Espritu San-to, inunda nuestro corazn de inefable serenidad, y disipa todotemor presente o venidero.

Busquemos diligentemente esta seguridaddel corazn de que nos habla el Salmista. No se trata de creer enesta o en la otra promesa del Seor, sino de aquel estado delalma que permite confiar plenamente en Dios, en aquella con-fianza que en l tenemos de que nunca nos causar mal algunoni permitir que otro nos perjudique. Tal confianza constante

afronta tanto lo desconocido como lo conocido de la vida. Suce-da lo que suceda en el da de maana, nuestro Dios es el Dios demaana. Cualesquiera que sean los acontecimientos que de im-proviso pueden sobrevenirnos, el Eterno es el Dios tanto de loconocido como de lo desconocido. Dispuestos estamos a con-fiar en l, venga lo que venga. Aun cuando nos acontezca lopeor, sabemos que nuestro Dios est por encima de todo. Portanto, no temeremos, aunque nos asuste la llamada del cartero,o nos despierten a medianoche con un telegrama. El Seor vive, y de qu pueden temer sus hijos?


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28 febrero Sabiendo que tenis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.

Hebreos 10:34

Esta es la verdad. Los bienes terrenales endefinitiva poca felicidad proporcionan y son de corta duracin.Empero Dios nos ha prometido bienes positivos e imperecede-ros en el pas de la gloria, y esta promesa engendra en nuestroscorazones la certidumbre de que all tenemos una ms perfectae imperecedera sustancia. Esta posesin la tenis ahora. Reza elproverbio vale ms pjaro en la mano que ciento volando.Nosotros tenemos ambas cosas. El cielo es nuestro, aun ahoramismo. En nuestro poder estn los documentos, las arras y pri-micias que le pertenecen. Tenemos la promesa del cielo, y enprincipio gozamos del cielo anticipadamente; esto lo sabemosno slo por haberlo odo, sino por la experiencia en nosotros.

El pensamiento de bienes ms excelentes

al otro lado del Jordn, no debera resarcirnos de las prdidaspresentes? Podemos perder nuestro dinero, mas nuestro tesoropermanece intacto. Hemos perdido la sombra, mas la sustanciapermanece, porque el Seor vive y permanece el lugar que nosha preparado. Existe un pas mucho mejor y mayor abundanciade bienes y una ms excelente promesa, todo lo cual nos vienede un pacto mejor; por lo tanto, cobremos nimo y digamos alSeor: Cada da te bendecir y alabar tu nombre por los siglos y para siempre.


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29 febreroCiertamente, el bien y la misericordia me seguirn todos los das de mi vida.

Salmos 23:6

Dijo un poeta: Seor, si en los das de mivida encuentro uno de los pocos felices haz que tenga el suaveperfume y el sabor bienhechor que slo puede dar tu gracia. Yque pase yo todos los instantes de ese da ms santamente a laluz de tu rostro.

Este da afortunado slo llega cada cuatroaos. Ojal pudiramos sacar de l una bendicin cuatro vecesmayor! Hasta el presente, el bien y la misericordia, a manera deguas, nos han acompaado sin cesar, el uno abrindonos el ca-mino y el otro defendindole. Y como ese da extraordinariocuenta entre los das de nuestra vida, no nos faltarn tampocoesos ngeles custodios en el da de hoy. El bien para suplir nues-tras necesidades, y la misericordia para borrar nuestros pecados,

ambos seguirn nuestros pasos en este da hasta el final de nues-tra vida.Por lo tanto, sirvamos al Seor en este da

extraordinario consagrndole de un modo especial nuestros co-razones, y cantemos sus alabanzas con mayor fervor que nun-ca. No podramos hoy dedicar una ofrenda extraordinaria parala causa de Dios o para los pobres? Y como el amor es inventivo,sepamos hacer de este da 29 de febrero un da cuyo recuerdoperdure hasta la eternidad.


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1 marzo

Od palabra de Jehov, vosotros los que temblis a su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan por causa de mi nombre, dijeron: Jehov sea glorificado. Pero l se mostrar para alegra vuestra, y ellos sern confundidos.

Isaas 66:5

Tal vez este versculo apenas pueda apli-carse a uno slo de los muchos millares que lean este librito depromesas. Empero el Seor fortalecer con estas palabras a quiense halle en tal situacin. Oremos, pues, por todos aquellos queinjustamente han sido rechazados por quienes aman. Que elSeor se les manifieste propicio para gozo suyo!

Este texto se dirige a personas verda-deramente piadosas que tiemblan ante la palabra del Seor. Fue-ron aborrecidos por sus hermanos y rechazados finalmente acausa de su fidelidad y santidad. Esto les pareci tan duro por-que al obrar as con ellas se hizo en nombre de la religin y conel pretexto de glorificar a Dios. Cuntas cosas se llevan a caboen defensa de Satans con el nombre de Dios! El uso que se hace

del nombre de Jehov para aumentar el veneno de la antiguaserpiente es una prueba de la astucia del diablo.La manifestacin del Seor es la esperanza

de sus perseguidos. l se manifiesta como abogado y defensorde sus escogidos: y cuando as obra, se muestra evidente libera-dor de quienes temen a Dios, para vergenza de sus opresores.Oh, Seor, cmplase tu palabra en aquellos a quienes escarne-cen los hombres!


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2 marzo

Mas cuando t des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha; para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensar en pblico.

Mateo 6:3-4

Quienes dan a los pobres para ser vistos delos hombres no reciben promesa alguna. Ya han obtenido surecompensa; jams podrn ser pagados dos veces.

Ocultemos nuestra caridad, aun delante denosotros mismos. Dar a menudo y mucho debe ser tan naturalque para ti sea lo mismo tomar diariamente tu alimento comoayudar al necesitado. Reparte tus limosnas sin decir en tu inte-rior: cun generoso soy! No intentes con ello recompensarte ati mismo. Djalo todo en manos de Dios, el cual siempre ve,recuerda y recompensa. Bienaventurado el hombre que trabajaen secreto por los dems; sus favores ocultos sern para l fuen-te inagotable de alegras. Este pan comido en secreto es para lalimento ms sabroso que los banquetes reales. Cmo podr

yo proporcionarme este placer tan exquisito? Teniendo yo unverdadero y abundante banquete en el que se derrame el amor yla generosidad de mi alma.

Ahora y en adelante, el mismo Seor enpersona recompensar al que da en secreto. Esta recompensallegar ciertamente a su tiempo y de la manera ms perfecta.Cuntas cosas se encierran en esta promesa! Solamente la eter-nidad nos lo revelar.


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3 marzo Porque no dejars mi alma en el Seol; ni permitirs que tu santo vea corrupcin.

Salmos 16:10

Estas palabras han tenido su cumplimien-to en la persona de Jess; mas tambin, en cierto modo, se apli-can a quienes estn en l. Nuestras almas no quedarn abando-nadas cuando se separen de la envoltura de la carne, y nuestromismo cuerpo, aunque pase por la corrupcin del sepulcro resu-citar de nuevo. Queremos llamar la atencin de nuestros lecto-res, ms bien sobre el significado general de estas palabras, quesobre su aplicacin especfica.

Nuestro espritu puede decaer en tanta ma-nera que nos parezca haber descendido a los abismos del infier-no; pero Dios no nos dejar en l. Tal vez pensemos que nuestraalma y nuestro corazn se hallan a las puertas de la muerte;pero no quedaremos all.

Esta muerte interior, en cuanto al gozo yesperanza, podr ser grande, mas nunca llegar a sus ltimasconsecuencias, de tal suerte que alcance la absoluta corrupcinde una total desesperacin. Podemos caer muy hondo, pero nun-ca ms all de lo que Dios permita; podemos estar durante al-gn tiempo en la crcel de la duda, pero no permaneceremos enella. Por muy negra que la noche sea, todava brilla en el cielo laestrella de la esperanza. El Seor no nos olvidar, ni nos dejar amerced del enemigo. Descansemos en esta esperanza. Conta-mos con Aqul cuya misericordia es para siempre, y de la muer-te, de la oscuridad y de la desesperacin, renaceremos a la vida,a la luz y a la libertad.


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4 marzoYo honrar a los que me honran.1 Samuel 2:30 La gloria de Dios es el objetivo de mi vida

y la norma de mi conducta? Si as es, l me honrar. Tal vez,durante algn tiempo, no sea yo honrado de los hombres; sinembargo, Dios me honrar de un modo ms eficaz. Al fin, seprobar que el medio ms seguro para obtener honra es sentirsemenospreciado a causa de la conciencia.

El deshonr al Seor gobernando mal sucasa, y sus hijos, con su conducta poco digna de su ministeriosagrado; por lo cual el Seor no les honr a ellos; antes por elcontrario, quit de su familia el sumo sacerdocio y entreg elgobierno de la nacin en manos del joven Samuel, que no era desu linaje. Si quiero que mi casa sea engrandecida, debo honrar alSeor de todas las cosas. Dios puede permitir que los impos

adquieran honores mundanales, pero la dignidad, la gloria, lahonra y la inmortalidad que Dios concede, estn reservadas paraquienes, obedecindole, se preocupan de honrarle a l.

Qu puedo hacer yo en honra del Seor?Tratar de glorificarle con el testimonio de mi boca y con miobediencia. Asimismo, procurar honrarle con mi persona y bie-nes, consagrndome a l con algn servicio especial. Puesto quel quiere enaltecerme a m, debo pensar yo en la manera de glo-rificar su nombre.


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7 marzo Jehov liberta a los cautivos. Salmos 146:7 As lo ha hecho. Acurdate de Jos, de Is-

rael en Egipto, de Manass, Jeremas, Pedro y de otros muchos. Y as lo puede hacer todava. Con una sola palabra puede rom-per los cerrojos de bronce y con una mirada las cadenas de hie-rro. De ellos somos testigos. En todas partes los perseguidos re-cuperan la luz y la libertad. Jess sigue proclamando todava lalibertad de los aprisionados. Ahora mismo se estn abriendo puer-tas y cayendo a tierra los grilletes de hierro.

Querido amigo, el Seor se gozar en tulibertad si gimes a causa de la tristeza, la duda y el temor. Paral ser un gozo proporcionarte la libertad. Experimentar enello tanta alegra como placer sentirs t en verte libre. Emperono eres t quien debes romper la cadena de hierro; esto ser

obra suya. Confa en l y ser tu libertador. Cree en l a pesarde las murallas de piedra o las esposas de hierro. Satn no escapaz de detenerte, ni el pecado de encadenarte; tampoco ladesesperacin podr jams atarte si quieres creer en el SeorJess, en la liberalidad de su gracia y en la plenitud de su graciapara salvarte.

Desafa al enemigo, y que la promesade hoy sea para ti cntico de liberacin: Jehov suelta a losaprisionados.


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8 marzo Benditas sern tu canasta y tu artesa de amasar.

Deuteronomio 28:5

La obediencia trae bendicin sobre todos losbienes que puede proporcionarnos nuestro trabajo. Lo que en-tra y sale, como la fruta en la canasta destinada al uso inmedia-to, ser bendito; y lo que nos reservamos para utilizarlo mstarde, tambin ser objeto de bendicin. Tal vez nuestra por-cin slo llene una canasta. Nos contentamos con una pequeaparte para el desayuno, y un bocadillo para la comida cuandopor la maana salimos a nuestro trabajo. Mas todo ir bien por-que la bendicin de Dios ha sido prometida a esta canasta. Sinos alimentamos segn la escasa provisin que nos procuranuestro trabajo

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