Issu com grupo de maria olga
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2016
María Olga Girón
Alison Ramírez Mendoza
Merli Arias Marroquín
Keylin Juárez Figueroa
Anadain Argueta Vasque
LITERATURA LATINA.

INTRODUCCION:
En este presente libro se tratar de la literatura latina se inspira en la literatura griega, cuya
lengua enriqueció siempre las letras romanas, para expresar valores más complejos y
metafóricos. Su división se puede hacer, estableciendo cuatro periodos: Preclásico o
Arcaico, Edad de Oro o Clásico, Edad de Plata, Decadencia o Post Clásico.
El espíritu del pueblo romano, pragmático austero y rudo incluso marcó una impronta
original en la producción literaria latina, su predilección por los géneros didácticos y
eruditos de gran parte de los escritores romanos.

DEDICATORIA:
A Dios:
Por brindarnos la oportunidad de estar bien con vida, al brindarnos los medios necesarios
para continuar con nuestra formación como futuras docentes, y siendo un apoyo
incondicional para lograrlo ya que sin él no hubiéramos podido llegar hasta donde estamos.
A nuestros padres:
Por ser un pilar fundamental en todo lo que somos, en toda nuestra educación tanto
académica, y en la vida. Todas las lecciones importantes que se necesitan para vivir una
vida haciendo las cosas correctamente, las aprendimos de ellos. Por todo el apoyo
mantenido a través del tiempo. Todo esto también es posible gracias a ellos.
A Personas que han formado parte de nuestra vida:
A las que nos encantaría agradecerles por su valiosa amistad sin el importar el qué dirán,
a nuestras compañeras por sus consejos, apoyo, compañía en los momentos más difíciles
de nuestra vida.
AGRADECIMENTO:
Al Liceo tecnológico EN-GADI por permitirnos ser parte de su equipo académico, es una
gran oportunidad para nosotras.
A nuestra catedrática:
Por ser un pilar fundamental en nuestra educación académica, gracias por su valioso
tiempo.

Literatura latina:
La literatura latina abarca un periodo amplísimo, desde el S.III a.C., hasta finales de la Edad
Media. Sin embargo, cuando hablamos de literatura latina nos referimos a la literatura
romana, en este caso es mucho más corta, desde el s. III a.C., hasta el s. IV d.C. La
literatura latina tuvo, en un primer momento, grandes influjos de las culturas que habitaban
la península itálica. Pero la influencia más importante fue la que ejerció la cultura helénica,
el pueblo griego, cuando éste fue conquistado por el pueblo romano. Una frase de Horacio
“La Grecia conquistada conquistó a su fiero vencedor”, resúmela capital importancia de la
influencia griega sobre la cultura latina, ya no sólo en el ámbito literario, sino en todos los
ámbitos. Esta influencia fue tal, que el primer autor de la literatura latina fue un griego,
llamado Livio Andrónico.
Se suelen considerar cuatro periodos que corresponden a los de la literatura latina. Periodo
antiguo se fija entre el 240 hasta el 70 a.C. En él se incluyen los autores Ennio, Plauto y
Terencio. Edad de oro Abarca desde el año 70 a.C. hasta el 14 d.C. En este periodo se
incluyen los prosistas Julio César, Cicerón y Tito Livio, los poetas Catulo, Lucrecio, Virgilio,
Horacio y Ovidio. En esta época la lengua alcanza las más altas cotas de expresión artística
tanto en prosa como en verso y permite una enorme riqueza y flexibilidad.
Edad de plata va desde el año 14 hasta el 130. Se caracteriza por permitir la expresión
retórica y ornamental, así como la concisión y el epigrama, todo lo cual se encuentra en la
obra del filósofo y dramaturgo Séneca y en los escritos del historiador Tácito.
Edad del bronce o periodo tardío e extiende entre el siglo II al VI (c. 636), en él se incluye
la literatura de los santos padres de la Iglesia, también llamada la Patrística. En aquellos
momentos las tribus bárbaras introducen en la lengua numerosos préstamos léxicos y
sintácticos; a esta forma del latín se le ha llamado lingualatina opuesta a la lingua romana,
que es la forma en que se estudia este idioma.
La forma culta de la lengua hablada aparece documentada en las comedias de Plauto y
Terencio, así como en las cartas y discursos de Cicerón, las Sátiras y Epístolas de Horacio
y el Satiricón de Petronio. Pudiera caracterizarse por la libertad sintáctica, la presencia de
las interjecciones y el uso frecuente de helenismos. Esta forma culta de la lengua hablada,
conocida como sermo quotidianuso coloquio habitual, no debe confundirse con el coloquio
popular, o sermo plebeius, que era el nivel en el que hablaban las gentes no instruidas y
que se caracteriza por un cierto desprecio por las reglas sintácticas, lo que se traduce en la
búsqueda de la simplicidad en el orden de las palabras en la oración, y un gusto por los
neologismos; a estos dos niveles de la lengua hablada, se les denomina latín vulgar, del
que proceden las lenguas románicas, en la época en que ya se había desarrollado la lingua
romana, que es la forma tardía del latín.

Esto explica que muchas palabras románicas no procedan de un término culto o clásico
sino del correspondiente del nivel coloquial popular. Así por ejemplo, la palabra latina equus
que significaba caballo cayó en desuso y fue sustituida por caballus que significaba rocín y
es de la que proceden la castellana caballo y la francesa cheval; otro tanto ocurrió con la
palabra que significaba cabeza, caput forma del latín clásico, que fue sustituida por la vulgar
testa, que significaba olla, de la que proceden la catalana testa y la francesa tête, en tanto
que la castellana cabeza deriva de una deformación de la clásicacaput
Durante la edad media, en Europa occidental las cartas se escribían en latín. Se denomina
latín medieval o bajo latín a la lengua latina que se usa en este periodo. Era una lengua
viva incluso para la gente no instruida y que no lo hablaba, porque era la lengua empleada
por la Iglesia tanto en el culto diario como en los escritos. No obstante sufrió muchos
cambios: la sintaxis se simplificó, se adoptaron numerosos neologismos de orígenes
diversos y muchas palabras cambiaron de significado. A pesar de eso, el latín cambió
menos que el francés o el castellano en este periodo.
Aparece en los siglos XV y XVI lo que ha dado en llamarse latín moderno. Los autores del
renacimiento dan lugar aúna literatura nueva en latín que imitaba el estilo de los autores
clásicos, sobre todo el de Cicerón. En aquellos tiempos escribían en latín casi todos los
libros de importancia, científicos, filosóficos y religiosos, lo que supone las obras del
pensador holandés Erasmo de Rotterdam, el filósofo inglés Francis Bacon y el físico de la
misma nacionalidad Isaac Newton, así mismo fue la lengua en que se producía la
comunicación diplomática entre las naciones europeas. A finales del siglo XVII pierde su
condición de lengua internacional. No obstante, durante los siglos XVIII y XIX aún se
conserva como lengua para los estudios clásicos, e incluso se han redactado en latín
algunos tratados durante el siglo XX. Todavía hoy la Iglesia católica lo emplea como idioma
oficial en sus documentos. En la enseñanza de esta lengua se han aceptado varias formas
de pronunciación que suelen acomodarse a la pronunciación de cada una de las lenguas
europeas derivadas del latín, la más generalizada es la que usa la Iglesia católica, muy
parecida a la del italiano. Lo que hoy se enseña es una reconstrucción del latín de la época
de Cicerón. Hasta hace pocos años la enseñanza del latín en España se consideraba
importante para conocer el patrimonio cultural y daba sentido a la enseñanza de la lengua
vernácula. Se pronunciaban los nombres propios de forma análoga a como se hace en esta
lengua lo mismo que ha ocurrido en otros países, y así el nombre de Cícero se ha
pronunciado chichero en italiano, zizéro y kíkero en español, títere en alemán y sisero en
inglés.
Las primeras manifestaciones de la literatura latina proceden del siglo III a.C. y fue
evolucionando y transformándose, a través de distintos géneros y formas, hasta la
actualidad. La desintegración del Imperio romano y el desarrollo gradual de las lenguas
románicas a partir del latín vulgar (la lengua no literaria del pueblo llano) no afectó durante
siglos la posición del latín como lengua literaria predominante en Europa occidental. La
literatura latina, en una forma cristianizada, continuó

Desarrollándose durante la edad media, cuando el latín era la lengua oficial de la Iglesia
católica. Con la aparición del humanismo, en el siglo XIV, y su énfasis por recuperar las
formas clásicas del mundo antiguo se dio un nuevo impulso creativo al latín, que se mantuvo
hasta el siglo XVII. Hasta no hace mucho tiempo, el conocimiento de la literatura clásica
latina (así como la griega) era básico en una educación liberal, en la cultura occidental.
La literatura romana se modeló a partir de la literatura griega y sirvió a su vez como
referencia básica, especialmente en el renacimiento, para el desarrollo de las literaturas
europeas posteriores. Por su estrecha dependencia formal de los modelos griegos, los
escritores latinos ensalzaron las cualidades específicas de la cultura romana y, lo que es
más importante, casi todos los escritores romanos contribuyeron con sus escritos a la
misión civilizadora de Roma en el mundo. Los logros más importantes de la literatura latina
se encuentran en la poesía épica y lírica, en la retórica, la historia, el drama cómico y la
sátira género literario que los romanos inventaron.
La literatura latina se inicia con Livio Andrónico, que llegó a Roma siendo un esclavo de
habla griega. Tradujo en verso el poema épico de Homero, la Odisea, al latín, y escribió las
primeras piezas dramáticas en esta lengua, así como traducciones de obras griegas. El
primer escritor romano nativo fue Gneo Nevio (270-201? a.C.), que siguió el ejemplo de
Livio Andrónico. Sus comedias tuvieron mucho éxito y también compuso el Belluno
Poeticen, un poema épico sobre la primera guerra púnica entre Roma y su rival Cartago.
Sin embargo, el primer escritor romano verdaderamente importante fue Ennio Quinto,
famoso por sus Anales, un poema enérgico y vigoroso que cuenta la historia de Roma y
sus conquistas en versos hexámetros adaptados con éxito del griego al latín. El esfuerzo
pionero de Ennio sirvió como modelo para la épica romana y fue muy imitado por poetas
posteriores que refinaron las asperezas de su estilo.
Sólo se conservan fragmentos diseminados de estos primeros escritores, pero disponemos
de 21 obras de teatro del primer genio verdadero de la literatura romana, Plauto. La comedia
fue la aportación romana más firme para el desarrollo del drama; las obras vivas y ágiles
de Plauto sirvieron de modelo a la comedia europea posterior y han sido representadas e
imitadas hasta hoy. Su mundo de amos ignorantes, esclavos astutos, doncellas inocentes
y jóvenes sin esperanza que se enamoran absurdamente fue heredado por el segundo
genio romano cómico, Terencio. Sus obras son más tranquilas y graciosas que las de su
predecesor, menos divertidas, pero quizá más conmovedoras. Catón el Viejo, político
conservador y enemigo implacable de Cartago, fue el primer maestro de la prosa romana.
Orador hábil, proporcionó los primeros modelos a la retórica romana. Su tratado sobre
agricultura, De agri cultura, aún se conserva. El gran maestro de la sátira, un género
supuestamente inventado por Ennio, fue CayoLucilio, a la que aportó como modelo
palabras mordaces que ridiculizan despiadadamente un amplio

Conjunto de locuras humanas, tanto en el terreno privado como en el público. Sólo se
conservan fragmentos de su obra.
El precursor de la era más grande de la poesía romana fue Lucrecio, cuyo poema didáctico
De rerum natura argumenta en versos elocuentes que los dioses no intervienen en asuntos
humanos. Su finalidad era liberar a la gente de la superstición y del miedo a la muerte.
Catulo, el primer gran poeta lírico en latín, se inspiró en modelos griegos. Sus poemas
largos son complejos y eruditos, pero le caracterizan en mayor medida los poemas líricos
más cortos, algunos de los cuales son puras declaraciones de amor a una mujer llamada
Lesbia o están dedicados a su hermano muerto, y otros en los que saca a relucir su
inventiva de ingenio mordaz e hiriente contra sus enemigos políticos. Su palabra rigurosa e
intensa ha sido una fuerza impulsora en la historia de la lírica europea desde el
redescubrimiento de su obra a comienzos del renacimiento. Reconocido como el más
grande de los poetas latinos, tanto en vida como en tiempos posteriores, Virgilio escribió al
principio de su carrera las Églogas, diez poemas pastorales elegantes y vivos que se
convirtieron en modelos perpetuos en su género. A estas siguieron las Geórgicas, poemas
llenos de gracia sobre la vida de los agricultores. Sin embargo, la obra maestra de Virgilio
es la Eneida, un poema épico que narra cómo el héroe troyano Eneas viajó a Italia para
encontrar el asentamiento donde se fundaría Roma. Este complejo poema, inspirado en la
obra de Homero, es un prodigio de armonía, donde contrasta el deseo de paz con la
veneración tradicional de la virtud militar. Cada época ha encontrado en la Eneida respuesta
a problemas y actitudes vitales.
La tradición lírica continuó con una galaxia de poetas que aún se leen en la actualidad. El
amigo de Virgilio, Horacio, se convirtió en el maestro de la oda adaptando hábilmente los
metros griegos al latín con el concurso de su propia voz llena de gracia. De su mejor poesía
se desprende también un humor chistoso. La tradición de la elegía de amor, que empezó
Catulo, fue continuada de una manera dulce y melancólica por Alibio Tibulo (c. 48-19 a.C.).
El último de los tres libros que se le atribuyen incluye poemas de amor directos y
conmovedores que, sin embargo, son poemas escritos por su contemporánea Sulpicia, los
únicos poemas que se conservan de una mujer romana. Más dinámicas y complejas son
las elegías de amor escritas por Sexto Propercio, registros turbulentos e impacientes de
sus difíciles amoríos con Cintia. La tradición elegíaca concluyó con la obra de Ovidio, que
se ocupó del género de una manera festiva. Prolífico poeta, es más conocido por su Arz.
amatoria, un manual de amor irónico, y por su obra más importante, la Metamorfosis, un
largo y poco urdido poema que vuelve a abordar los mitos antiguos. La edad de oro de la
poesía romana se correspondió con la de la prosa. El autor más destacado, Cicerón, fue un
político y orador cuya retórica intensa y sonora se convirtió en un modelo para la oratoria
europea posterior. Los discursos más conocidos de Cicerón son los que profirió contra el
conspirador político Catalina, pero otros muchos son igual de oportunos y certeros, dado el
uso consumado que realiza con los ritmos y cadencias de la lengua latina, orquestados
para alcanzar efectos persuasivos y decisivos. Cicerón destacó también con obras en prosa
de un estilo más relajado, tratados sobre obras de retórica y de filosofía

Tales como los famosos fragmentos sobre la amistad y los tiempos pasados. También se
conserva gran parte de su reveladora y extensa correspondencia.
Igualmente famoso como escritor de prosa fue el contemporáneo de Cicerón, Julio César.
Sus comentarios claros y enérgicos sobre La guerra civil y Las guerras en Galia (De bello
gallico y De bello civili) también se convirtieron en importantes modelos en su género. El
principal historiador romano fue Tito Livio, que escribió la larga historia de Roma Ab urbe
condita, también conocida como Décadas, de la que sólo se conserva cerca de una cuarta
parte que continúa siendo una fuente básica de este periodo A la edad de oro siguió lo que
a menudo se conoce como la edad de plata de la literatura latina, en el siglo I d.C.; aunque
sobrepasada por el brillo del siglo anterior, durante este periodo se produjo un valioso
conjunto de obras importantes. La Eneida de Virgilio pareció consumar tanto la perfección
del género épico que los poetas posteriores tuvieron más dificultades que ayudas por su
ejemplo. Sin embargo, Lucano, cuya epopeya Farsalia narra incidentes de la guerra civil
romana con un estilo animado, y Publio Papinio Estacio, un escritor muy admirado en la
edad media, supieron abordar con efectividad la tradición épica. La Tebaida (91?), obra
principal de Estacio, es una epopeya vigorosa y poco organizada que lleva al límite las
formas del estilo virgiliano. Figura descoyante de la edad de plata fue Séneca, tutor del
famoso emperador Nerón. Séneca expuso las doctrinas de la filosofía estoica en cartas y
tratados que tuvieron una gran influencia y escribió una serie de tragedias terribles que
durante siglos han espantado y horrorizado a la sensibilidad dramática europea.
La Eneida (en latín: Aeneis) es una epopeya latina escrita por Publio Virgilio Marón, más
conocido como Virgilio, en el Siglo I a. C. La obra fue escrita por encargo del emperador
Augusto, con el fin de glorificar, atribuyendo un origen mítico, al Imperio que con él se
iniciaba. Con este fin, Virgilio elabora una reescritura, más que una continuación, de los
poemas homéricos, tomando como punto departida la guerra de Troya y su destrucción, y
colocando la fundación de Roma como un acontecimiento ocurrido a la manera de los
legendarios mitos griegos. Se suele decir que Virgilio, en su lecho de muerte, encargó
quemarla Eneida, ya fuera porque deseaba desvincularse de la propaganda política de
Augusto, o bien porque no consideraba que la obra hubiera alcanzado la perfección que el
poeta quería.
La obra consta de casi diez mil hexámetros dactílicos , divididos en doce libros, que a su
vez se pueden dividir en dos partes; los 6 primeros que narran los viajes de Eneas hasta
llegar a Italia, al estilo de la Odisea, y los 6 últimos que narran sus conquistas en Italia, al
estilo de la Ilíada y del Ciclo troyano: Eneas, príncipe de Dardania, huye de Troya tras haber
sido quemada ésta por el ejército aqueo, llevándose a su esposa Creúsa, a su padre
Anquises y a su hijo Ascanio. En el camino Creúsa se pierde definitivamente y su fantasma
dice a Eneas que no vierta amargas lágrimas por ella, pues le estaba aparejado por el
destino una esposa de sangre real. Juno, rencorosa todavía con toda la estirpe troyana,
trata de desviar por todos los medios a la flota de supervivientes de su destino inevitable,

Italia. Las peregrinaciones de Eneas duran siete años, hasta que llegado el último es
acogido en el reino emergente de Cártago, gobernado por Dido o Elisa de Tiro. Por un ardid
De Venus y Cupido, Dido se enamora perdidamente de Eneas y tras la partida de éste por
orden de Júpiter, se quita la vida, maldiciendo antes atoda la estirpe venidera de Eneas y
clamando el surgimiento de un héroe vengador: de esta forma se crea el cuadro qué justifica
la eterna enemistad entre dos pueblos hermanos, el de Cartago y el de Roma, lo que
devendría en las guerras púnicas. En su camino hacia Italia se le aparece el alma de su
padre Anquises que le pide que vaya a verlo al Averno: Eneas cedey acompañado de la
Sibila de Cumas recorre los reinos de Plutón y Anquises le muestra toda la gloria y pompa
de su futura estirpe, los romanos. Llegados por fin los troyanos a Italia contactan con el rey
Latino, quien los recibe pacíficamente, y recordando una antigua profecía sobre que su hija
Lavinia se casaría con un extranjero, decide aliarse con Eneas y darle a Lavinia por esposa.
Turno, rey de los rútulos, primo y pretendiente de Lavinia, trastornado por las Furias, declara
la guerra a Eneas. Los dos ejércitos adquieren aliados y se enfrentan fieramente, ayudados
los troyanos por Venus y los rútulos por Juno, sin que Júpiter intervenga. Se producen
muertes en ambos bandos y finalmente Eneas mata a Turno.
Evolución de la literatura latina:
Las primeras manifestaciones literarias eran de carácter oral
estaban muchas veces enmarcadas en ceremonias religiosas.
Así fueron surgiendo los géneros de la épica, la lírica, el teatro, la historiografía, la retórica,
etcétera. Tras la adopción de la escritura y el desarrollo político de la ciudad de Roma a
estas manifestaciones orales se empiezan a unir las letras griegas que penetran desde la
Magna Grecia en el mundo de los romanos; los romanos cultos de la primera época
republicana se rodean de sabios griegos que les enseñan también la tradición literaria
griega. Así por ejemplo, Polibio acompaña a Escipión en las Guerras Púnicas y escribe, en
griego, una historia con sus experiencias. En este periodo incluso los romanos prefieren el
refinado griego al rudimentario latín para sus creaciones literarias. Los primeros
historiadores latinos, los llamados ‘analistas’ usan la lengua de Homero.
Pero conforme la clase senatorial romana va tomando conciencia de su importancia, se
decide reaccionar y dar al latín una mayor importancia.
Cuando en Roma empieza a surgir la literatura de manera escrita con autores conocidos
en el s. III a. C., la literatura griega lleva ya más de cinco siglos produciendo obras que por
entonces gozan de una gran tradición no sólo en Grecia, sino también en todo el
Mediterráneo. Esto hace que los géneros, los temas, los personajes, las tramas, el lenguaje,
el estilo provengan fundamentalmente de Grecia. Esta primera afirmación parece quitarle

mérito y originalidad a la literatura latina. Así se consideró en cierto modo durante buena
parte del s. XIX entre los
Estudiosos, sin embargo, la importancia de la literatura latina es crucial, sin ella no hubiese
habido literaturas románicas, ni inglesa, ni alemana. Roma asimila la gran literatura que la
precedió, la griega, y la transmite a través de sus autores a la Europa posterior, y de ahí al
resto del mundo.
Así pues, los romanos se sentían continuadores de la obra iniciada por los griegos. Cuando
Catulo (87 – 54 a. C.) remeda a Safo, quiere continuar su obra, no repetirla, del mismo
modo que fray Luis de León continuaba la obra de Horacio, o Garcilaso parafrasea la de
Virgilio, o Molière la de Plauto (255 – 184 a. C.). Ninguno de estos tres autores no latinos
dejaría de ser considerado una pieza fundamental de la literatura por nadie en su sano
juicio, como tampoco Catulo, Virgilio u Horacio pierden un ápice de su interés por el hecho
de haber continuado un camino abierto por otros.
Esta cadena literaria continúa hasta nuestros días: si la Generación del 27 es deudora de
Garcilaso, también lo es de Virgilio, por poner un ejemplo. De este modo, en cualquier
periodo de cualquier literatura occidental subyacerá siempre de una manera más o menos
directa la literatura clásica.
También en Roma la literatura gozó de gran prestigio e importancia. Por un lado la labor
poética y dramática era una de las actividades que llenaba el otium de los romanos. La
oratoria latina, basada en la retórica griega, era la formación superior que todo romano,
que quisiera hacer carrera, debía poseer. Por esta razón Cicerón se convirtió en uno de los
paradigmas de la literatura latina; su oratoria fue el modelo que se debía seguir en la Roma
que le siguió.
En Roma por primera vez hubo escritores profesionales, se creó el patrocinio de los artistas;
Mecenas (época de Augusto) fue su primer gran ejemplo. Las obras literarias de Virgilio (71
– 19 a. C.), Horacio (65 – 8 a. C.), Propercio , por citar algunos nombres, tuvieron una
enorme popularidad. Los tres fueron escritores “profesionales” al abrigo de Mecenas.
Pero el gran poder de Roma comenzó a declinar en la segunda mitad del s. III d. C. y con
él su interés por la tradición literaria y científica anterior. El declive se hizo profundo con la
caída del Imperio de Occidente, en donde las letras griegas habían sido casi totalmente
olvidadas y también buena parte de las latinas. En este periodo, la Antigüedad Tardía, hay,
pese a todo, autores muy importantes, como San Agustín de Hipona (354 – 430), Prudencio
(segunda mitad s. IV), etcétera ligados a la nueva religión que se ha impuesto en el Imperio,
el cristianismo.
La conservación de las obras literarias clásicas estuvo marcada desde su origen por la
dificultad y la fatalidad; uno de los hitos que ilustran esto último es el incendio de la
Biblioteca de Alejandría en el s I a. C., en el que se perdió para siempre una parte muy
importante del legado de Grecia.

La pérdida de interés por la literatura clásica hizo que muchas obras dejaran de copiarse
perdiéndose para siempre. Fue ya en la Antigüedad tardía, en el declive del Imperio
Romano, cuando se perdió una parte muy importante de la literatura clásica. El griego,
lengua común entre los romanos cultos en siglos anteriores, se olvidó y produjo una fractura
en la continuación de las artes y ciencias de la Antigüedad.
La literatura latina continuó durante la Edad Media con periodos de más esplendor, como
el Renacimiento Carolingio en el s. VIII - IX. La escuela de traductores de Toledo,
patrocinada por Alfonso X el sabio, sirvió para redescubrir en Occidente autores griegos
olvidados como Aristóteles o Euclides. En la Edad Media son los monasterios de Occidente
los que, gracias a sus copias de los manuscritos de autores clásicos, mantienen viva la
tradición clásica. Pero será en el Renacimiento, cuando vuelva a recuperarse con fuerza el
estudio de la literatura clásica. Con la invención de la imprenta comienzan a editarse de
forma masiva los clásicos. Durante la Edad Moderna continúa la edición de los griegos y
romanos y continúa hasta el siglo XX. Hasta el siglo XIX, sin embargo, no se cuenta con
ediciones completas de autores como Cicerón. Es, pues, en el siglo XX, cuando podemos
contar con un panorama completo de la literatura clásica, en la medida de lo posible. Su
estudio e influencia continúa hasta nuestros días.
Épocas de la literatura latina:
Época Posclásica 100 a.C 14 d.C.
Época Arcaica 14 d.C 600 d.C.
Época Clásica 600 d.C. 200 d.C
Época tardía 200 d.C 100 a.C.
Arte de la escritura:
Desde el momento en que el hombre escribe y expresa sus pensamientos en forma
comprensible a los demás, se cumple el fin
Del lenguaje «transmitir lo pensado a lo escrito».1El uso del lenguaje es un fenómeno
complejo en el cual si fácil no es hablar, tampoco lo es escribir con corrección.
Martín Vivaldi,2 al tratar el tema, se refiere a las expresiones de Fidelino de Figueiredo, el
cual afirma: “La vida, la palabra y el pensamiento son inseparables; pensar y saber es
querer decir y poder decir, porque lo que el hombre siente y piensa lo incorpora al mundo
de las palabras. El juicio, pieza nuclear del pensamiento lógico, sólo existe en el cerebro
del hombre por su traducción en frase”.

Todos se han encontrado alguna vez con el problema de descifrar algo escrito por quien
ignora lo más elemental del arte de escribir, y se puede decir que no es por lo que escribe
sino por el cómo lo escribe. El pensamiento más sencillo resulta ininteligible en ciertas
ocasiones. El estilo de la escritura añade
Precisión, elegancia, claridad y armonía al texto que se expone.
Toda persona necesita expresar sus pensamientos de forma escrita con corrección y
elegancia. Es preciso emborronar muchas cuartillas, tachar y corregir constantemente, la
habilidad se adquiere a fuerza de tropezar con las dificultades. Algunos dicen2 que escribir
es un don del cielo, aunque es verdad que algo de este arte no se aprende; mucho depende
del empeño y el trabajo. Pensemos, por un momento, en las palabras del estilista francés
L Veuillot2 «A fuerza de trabajo se puede llegar a ser un escritor puro, claro, correcto e
incluso elegante». El arte de escribir es el producto de un arduo esfuerzo.
El estudio de los manuscritos y de cada una de sus ediciones revela las numerosas correcciones que experimentan las obras
Arte poética" de Horacio”
Nació el 8 de diciembre del año 65 a.C., hijo de un liberto, en Venusia (hoy Venosa Apulia, Italia).
Pasó sus primeros años en el campo, donde aprendió la poesía campesina. Estudió en Roma, en la
escuela de Orbilio. Allí conoció la literatura de poetas arcaicos como Livio Andrónico y también a los
poetas de Grecia. En griego escribió sus primeros versos.
Su padre, un liberto, quiso que refinase su cultura, como los jóvenes de ilustres familias atenienses.
Por ello, subsidia a Horacio para que continúe estudios en Atenas. Allí, estudia a los maestros de
filosofía griega y poesía en la Academia. La Academia, originaria de la antigua Grecia, jardín público
a las afueras de Atenas, fundada hacia el año 387 a.C. por Platón. En estos jardines el filósofo griego
Platón había instruido a sus seguidores. Las posteriores escuelas de filosofía, modeladas en la de
Platón, fueron a su vez llamadas academias.
En el año 45 a.C. la juventud del poeta fue arrastrada a la guerra civil. Fue nombrado tribuno militar
por Marco Bruto, uno de los asesinos de Julio César. Luchó en el lado del ejército republicano que
cayó derrotado por Marco Antonio y Octavio (después Augusto) en Filippo. Gracias a una amnistía
general volvió a Roma y rechazó el cargo de secretario personal de Augusto para dedicarse a escribir
poesía. Derrotado en el campo militar se propone ser un gran conquistador de la belleza poética y,
sobre todo, como otros poetas de la época de Augusto, arrebatar a Grecia el honor de la supremacía
del arte

Cuando el poeta laureado Virgilio conoció sus poemas, hacia el año 38 a.C., le presentó al estadista
Cayo Mecenas, un patrocinador de las artes y amigo de Octavio, que le introdujo en los círculos
literarios y políticos de Roma, y en 33 a.C. le entregó una propiedad en las colinas de Sabina donde
se retiró a escribir y pensar.
Las obras
Horacio, uno de los grandes poetas de Roma, escribió obras de cuatro tipos: sátiras, épodos, odas y
epístolas. Sus Sátiras abordan cuestiones éticas como el poder destructor de la ambición, la
estupidez de los extremismos y la codicia por la riqueza o la posición social. El Libro I (35 a.C.) y el
Libro II (30 a.C.) de las Sátiras, ambos escritos en hexámetros, eran una imitación del satírico Lucilio.
Las diez sátiras del Libro I y las ocho del Libro II están atemperadas por la tolerancia. En los años en
que escribe las Sátiras, su filosofía está completamente embebida de epicureísmo.
Aunque los Épodos aparecieron también el 30 a.C., se escribieron con anterioridad, ya que reclaman
con pasión el fin de la guerra civil, que terminó con la victoria de Octavio sobre Antonio en Actium
en el año 31 a.C., y critican mordazmente los abusos sociales. Los diecisiete poemas cortos en
dísticos yámbicos de los Épodos constituyen adaptaciones del estilo lírico griego creado por el poeta
Arquiloco. Son una conquista de poesía griega para Roma.
La poesía más importante de Horacio se encuentra en las Odas, Libros I, II y III (23 a.C.), adaptadas
—y algunas, imitaciones directas— de los poetas Anacreonte, Alceo y Safo. En ellas pone de
manifiesto su herencia de la poesía lírica griega y predica la paz, el patriotismo, el amor, la amistad,
el vino, los placeres del campo y la sencillez. Estas obras no eran totalmente políticas y de hecho
incorporan bastante mitología griega y romana. Se nota la influencia de Píndaro y son famosas por
su ritmo, ironía y refinamiento. Fueron muy imitadas por poetas renacentistas europeos.
Horacio, se convirtió en el maestro de la oda adaptando hábilmente los metros griegos al latín con
el concurso de su propia voz llena de gracia. De su mejor poesía se desprende también un humor
chistoso.
Hacia el año 20 a.C. Horacio publicó el Libro I de sus Epístolas, veinte cartas cortas personales en
versos hexámetros en las que expone sus observaciones sobre la sociedad, la literatura y la filosofía
con su lógica del "punto medio", a favor de doctrinas como el epicureísmo, pero siempre abogando
por la moderación, incluso en lo referente a la virtud.
Para entonces su reputación era tal que, a la muerte de su amigo Virgilio el año 19 a.C., le sucedió
como poeta laureado.
Dos años después volvió a escribir poesía lírica cuando Augusto le encargó el himno Carmen
seculares para los juegos seculares de Roma.
Las fechas de sus últimas obras, las Epístolas, Libro II; las Odas, Libro IV; y la Epístola a los Pisones,
más conocida como Ars poética, son inciertas. Las dos cartas que aparecen en el Libro II son

discusiones literarias. Ars poética, su obra más larga, ensalza a los maestros griegos, explica la
dificultad y seriedad del arte de la poesía y proporciona consejos técnicos a los poetas aspirantes.
Horacio murió en Roma el 28 de noviembre del año 8 a.C.
Los mejores representantes de la literatura clásica:
Homero
Autor griego
No existen apenas datos sobre su persona, y de hecho algunos ponen en duda que sea el
autor de la Iliada y la Odisea, las dos grandes epopeyas de la antigüedad griega. Sin
embargo, el historiador Herodoto afirmaba que había nacido hacia el 850 A.C y se
consideraba que provenía de algún lugar de Jonia, Asia Menor; las ciudades de Esmirna y
Quíos se disputaban ese honor.
La Iliada
Es una epopeya cortesana y caballeresca. Se relata la historia de Aquiles durante el último
año de la guerra de Troya. En esta historia intervienen tantos aliados que es por eso que
fue tan famosa, ya que muchos pueblos de la Grecia antigua se sentían representados en
ella de alguno u otro modo, y el que no sentía lo mismo, era considerado un extranjero e
incluso un bárbaro. Además de desarrollarse en una atmósfera heróica, otra de sus
características es la descripción de cosas inanimadas como lo son el mar, que pasaba a
ser un protagonista nombrado constantemente en toda su belleza y detallando cada uno de
sus estados; bravo, calmado, purpúreo y esplendoroso
Insultado por su comandante en jefe, Agamenón, Aquiles se retira de la batalla,
abandonando a su suerte a sus compatriotas griegos, que sufren terribles derrotas a manos
de los troyanos. Aquiles rechaza todos los intentos de reconciliación por parte de los
griegos, aunque finalmente cede en cierto modo al permitir a su
compañero Patroclo ponerse a la cabeza de sus tropas. Patroclo muere en el combate, y
Aquiles, presa de furia y rencor, dirige su odio hacia los troyanos, a cuyo líder, Héctor (hijo
del rey Príamo), derrota en combate.
La Odisea
Se considera de una época posterior a la Iliada y relata el regreso del héroe griego Odiseo
(Ulises en la tradición latina) de la guerra de Troya. Demuestra también conocimientos
geográficos que fueron casi omitidos en La Ilíada y es de un carácter bastante más sobrio.

El relato se centra en los viajes de Odiseo y sus enfrentamientos a el cíclope devorador de
hombres, Polifemo, o a la diosa Calipso, que le promete la inmortalidad si renuncia a volver
a casa. La segunda mitad del poema comienza con la llegada de Odiseo a Ítaca. Donde
trama y lleva a efecto una sangrienta venganza contra los pretendientes de Penélope, su
esposa, reuniendose de nuevo con ella, su hijo, y su padre.
Entre los siglos XVI y XIX se dudaba de la existencia de Homero y se creía que La Ilíada y
la Odisea eran sucesiones de poemas independientes unidos en dos grandes obras por las
rapsodas o recitadores. Hoy en día se consideran obras de un mismo autor y, según
recientes investigaciones arqueológicas, tienen un fondo histórico indudable. Es decir, la
invención poética se basó en hechos reales. Fue también el autor de los Himnos Homéricos,
una serie de poemas relativamente breves, que celebran las hazañas de diversos dioses,
compuestos en un estilo épico similar. En cuanto a su muerte, la versión más extendida era
que ocurrió en las Islas Cícladas.
Esquilo
Dramaturgo griego
Nació en Eludís, cerca de Atenas, en el seno de una familia noble.
Luchó contra los persas en Maratón, el 490 a.C., en Jalamina, el 480 a.C., y después, en
Platea, el año siguiente.
Se cree que escribió unas noventa obras. Comenzó siendo muy joven pero sólo vino a
obtener su primera victoria en los concursos públicos griegos en el año 485 a. C. cuando
contaba unos cuarenta años.
Desde entonces se hizo famoso y el pueblo lo admiró como a su máximo trágico, habiendo
ganado doce concursos dramáticos más a lo largo de su vida.
Fue un innovador en el campo de la tragedia y es considerado como el poeta trágico por
excelencia en la historia del mundo y el fundador de la Tragedia Griega.
Sus tragedias, representadas por primera vez el 500 a.C., se ofrecían como trilogías, o
grupos de tres, unidas por un asunto común, y cada trilogía venía seguida por un drama
satírico.
Se conocen los títulos de setenta y nueve de sus obras teatrales, pero sólo han sobrevivido
siete. La más antigua Las suplicantes, se piensa que es la primera obra de una trilogía
sobre el matrimonio de las cincuenta hijas de Dánao, que incluía las obras Los egipcios y
Las danaides. Los persas, presentada el 472 a.C., es una tragedia histórica sobre la batalla
de Salamina, y la acción tiene lugar en Persia, en la corte de la madre del rey Jerjes I. Los
siete contra Tebas, presentada el 467 a.C., se basa en el conflicto entre los dos hijos de
Edipo, Eteocles, y Polinices, por el trono de Tebas. Se cree que es la tercera obra de una

trilogía, y que las dos primeras son Layo y Edipo. Prometeo encadenado, una obra de fecha
incierta, retrata el castigo del rebelde Prometeo por parte de Zeus. Probablemente sea la
primera obra de una trilogía prometeica, cuyas otras dos serían Prometeo desencadenado
y Prometeo el que trae el anillo. Las tres obras restantes, Agamenón, Las coeforas y Las
euménides (Las furias), presentadas el 458 a.C., forman la trilogía conocida como la
Orestiada, o historia de Orestes. En Agamenón, una de las más grandes obras de la
literatura dramática, el rey Agamenón regresa al hogar desde Troya y es asesinado a
traición por su infiel esposa Clitemnestra. En la segunda obra, Orestes, hijo de Agamenón,
regresa a Argos y venga la muerte de su padre asesinando a su madre y a su amante
Egisto. Este matricidio es castigado por las vengadoras divinidades, las erinias. En Las
euménides, las erinias persiguen a Orestes hasta que éste queda limpio de su sangre
culpable y le declara inocente el antiguo tribunal del Aerópago gracias a la intercesión de
Atenea, diosa de la sabiduría. Al introducir un segundo actor en la obra, creó el diálogo
dramático.
También desarrolló la representación del drama, al introducir el vestuario y los decorados.
Tuvo dos hijos: Euforbios y Bión quienes igualmente crearon obras trágicas.
Esquilo murió en Gela, Sicilia.
Decidió exiliarse al campo después de que el oráculo predijese que iba a fallecer aplastado
por una casa. Según la leyenda, poco tiempo después un quebrantahuesos dejó caer una
tortuga desde gran altura justo sobre el lugar en el que se encontraba Esquilo. El quelonio
golpeó contra su cráneo ocasionándole una muerte instantánea. El oráculo no se había
equivocado. Posteriormente se erigiría en este lugar un monumento en memoria suya.
Sófocles
Dramaturgo ateniense
Nació en Colono Hípico (hoy parte de Atenas). Su padre fue Sofilo, un constructor
de armaduras.
Fue amigo del historiador Herodoto y el estadista Pericles. Ocupó varios cargos en el
gobierno de la ciudad: estratega en dos ocasiones (441 y 428 a.C.) y próbulo en 413 a.C.
En el 468 a.C., a la edad de 28 años, venció a Esquilo, cuya preeminencia
como poeta trágico fue indiscutible hasta el concurso dramático. En el 441 a.C. fue
derrotado por Eurípides en uno de los concursos dramáticos que se celebraban en Atenas.
Desde 468 a.C., ganó el primer premio en veinte ocasiones, y en otras el segundo.
Autor de más de cien piezas dramáticas, de las cuales se conservan siete tragedias
completas y fragmentos de otras noventa. Las obras conservadas son Antígona, Edipo Rey,
Electra, Áyax, Las Traquinias, Filoctetes y Edipo en Colono. De estas siete tragedias la más

antigua es Áyax (c. 451-444 a.C.). Le siguen Antígona y Las Traquinias (posteriores a 441
a.C.). Edipo Rey y Electra datan del 430 al 415 a.C.
Está considerado como el mayor de los dramaturgos griegos, por su equilibrio expresivo.
Realizó numerosas aportaciones a la técnica dramática, y dos importantes innovaciones: la
introducción de un tercer actor en escena y la ruptura con la moda de las trilogías, impuesta
por Esquilo. La acción dramática es concebida por Sófocles como un conflicto de
voluntades. Creó la decoración escénica al inventar el decorado pintado.
Sófocles falleció, con cerca de 90 años, en el 406 a.C. en Atenas, se dice que por la
impresión que le produjo una buena noticia.
Horacio
Quinto Horacio Flaco
Poeta lírico y satírico romano
Nació el 8 de diciembre del año 65 a.C. en Venusia (hoy Venosa Apulia, Italia). Hijo de un
liberto.
Cursó estudios de filosofía griega y poesía en la Academia. Fue tribuno militar nombrado
por Marco Junio Bruto, uno de los asesinos de Julio César. Combatió en el ejército
republicano que fue derrotado por Marco Antonio y Octavio en Filipos. Amnistiado regresó
a Roma para dedicarse a escribir poesía.
Cuando el poeta Virgilio conoció sus poemas, hacia el año 38 a.C., le presentó a Cayo
Mecenas, quién le introdujo en los círculos literarios y políticos de Roma, y en 33 a.C. le
entregó una propiedad en las colinas de Sabina donde se retiró a escribir.
Fue autor de sátiras, épodos, odas y epístolas. En sus Sátiras trata sobre la ambición, la
estupidez y la codicia. Los Épodos aparecieron también el 30 a.C., y critican los abusos
sociales. Su poesía más importante se encuentra en las Odas, Libros I, II y III (23 a.C.),
adaptadas de Anacreonte, Alceo y Safo. Predica la paz, el patriotismo, el amor, la amistad,
el vino y la sencillez.
Hacia el año 20 a.C. Horacio publicó el Libro I de sus Epístolas, veinte cartas cortas en
versos hexámetros en las que expone sus observaciones sobre la sociedad, la
literatura y la filosofía con su lógica del "punto medio", a favor de doctrinas como el
epicureísmo. A la muerte de Virgilio el año 19 a.C., le sucedió como poeta laureado.

Dos años más tarde escribió poesía lírica cuando Augusto le encargó el himno Carmen
saeculare para los juegos seculares de Roma. Ars poetica da consejos técnicos a los poetas
aspirantes.
Horacio falleció en Roma el 27 de noviembre del año 8 a.C.
Eurípides
Dramaturgo griego
Nació el 23 de septiembre probablemente del año 480 a.C., en Salamina, día de la batalla
naval entre griegos y persas. Hijo de un tabernero y una verdulera. Recibió una esmerada
educación.
Sus obras iniciaron su representación en los festivales dramáticos de Ática durante el año
454 a.C., pero hasta el año 442 a.C. consiguió el primer premio. Esta distinción recayó
sobre él en otras cuatro ocasiones. Recibió la influencia de los sofistas y de filósofos como
Protágoras, Anaxágoras y Sócrates. Fue frecuentemente atacado por parte de los
escritores atenienses de comedia: Aristófanes lanzó contra él una sátira en Las ranas (405
a.C.).
Sus obras fueron criticadas dado su carácter anticonvencional, (sus héroes y príncipes
hablaban un lenguaje cotidiano) y por su independencia de los valores morales y religiosos.
Eurípides representó los nuevos movimientos morales, sociales y políticos surgidos en
Atenas hacia finales del siglo V a.C. Introdujo una nueva conciencia en la tragedia.
Interesado por el pensamiento y las experiencias del ser humano común, más que por las
figuras legendarias, trató a sus personajes de un modo realista. A la estructura de sus obras
se la calificó de imperfecta por el uso del coro como un elemento independiente de la acción.
Además fue criticado por el uso de un prólogo explicativo. Otro de sus recursos eran el deus
ex machina, o introducción inesperada de un dios para facilitar o provocar el desenlace.
De las numerosas obras atribuidas a Eurípides se conservan diecisiete tragedias y un
drama satírico, Los cíclopes. Entre las tragedias de fecha conocida figuran Alcestis (438
a.C.), Medea (431 a.C.), Hipólito (428 a.C.), Las troyanas (415 a.C.), Helena (412 a.C.),
Orestes (408 a.C.), Ifigenia en Áulide (representadas póstumamente en el 405 a.C.). Entre
las obras de fecha incierta destacan Andrómaca, Hércules, Hécuba, Los suplicantes,
Electra, Hércules loco, Ifigenia entre los tauros, Ión y Las fenicias.
Las críticas y la incomprensión del público motivaron su traslado a Macedonia, donde
recibió la protección del rey Arquelao.

Bacantes es la más misteriosa de las tragedias de Eurípides, siendo la última obra de las
escritas por el más contestatario de los trágicos, que murió en el 406 a. C.en Pella durante
el exilio devorado por los perros del macedonio Arquelao. Enterrado, junto a su tumba brotó
un manantial de aguas ponzoñosas. Alcanzó el éxito después de su muerte.
En 1997 un equipo de arqueólogos griegos identificó en la isla de Salamina (sur de Atenas),
la gruta a la que iba el gran poeta trágico para escribir sus obras. Entre los numerosos
objetos descubiertos en la caverna, el equipo del profesor Yanno Lolos encontró una parte
de un skyphos negro (pequeño bol con asas) sobre el cual está grabado el nombre de
Eurípides.
Esopo
Fabulista griego
Originario de Asia menor, diversos autores sitúan en diferentes lugares su nacimiento:
Heraclio de Ponto lo sitúa en Tracia; Calímaco dice que era de Sardes; Fedro dice que
nació en la región de Frigia; se cree que vivió en torno a los siglos VII y VI a. C.
Se dice que, como esclavo, su vida transcurrió al servicio de un filósofo llamado Xanto,
quien lo habría comprado en un mercado al apreciar su agudo ingenio en pugna con otros
dos esclavos.
Se cuenta que fue jorobado, tartamudo y de extrema fealdad y que fue acusado de haber
robado un cáliz de oro del templo de Delfos. En castigo, fue arrojado a un abismo por los
habitantes de Delfos.
Se le relaciona con fábulas de animales, transmitidas por tradición oral. Sus relatos se
caracterizan por ser narraciones cortas y tener siempre una conclusión moralizante o
"moraleja". En ellas, Esopo "humaniza" las conversaciones de los animales y plasma todos
los vicios y virtudes de los hombres, con un gran talento satírico. Muchas de sus fábulas
fueron reescritas en verso por el poeta griego Babrio, se cree que en los siglos I y II a.C., y
en latín por el poeta romano Fedro en el siglo I d.C. Considerado el “padre de todos los
fabulistas", precursor de un género que luego tendría grandes exponentes, como Jean La
Fontaine, en Francia, en el siglo XVII, y Félix María Samaniego e Iriarte, en España, en el
siglo XVIII.
Falleció el 564 a. C.en Delfos, Grecia.
Virgilio
Poeta romano

Nació el 15 de octubre de 70 a.C. en una granja cercana a Mantua.
Con doce años se trasladó a Cremona para cursar sus primeros estudios, después partió a
Milán y con 17 años a Roma para continuar su formación. Allí aprendió retórica y filosofía.
Tras la guerra civil entre Julio Cesar y Pompeyo se expropió la granja de su familia. Sus
amigos lo presentaron a Octavio, quien estaba a punto de ser el emperador Augusto.
Mecenas, principal ministro de Augusto, fue su mejor amigo. Gracias a su generosidad pudo
consagrarse enteramente a la literatura.
Estudió a los poetas griegos. Siguiendo a Teócratas como modelo, escribió su "Égloga",
poemas pastorales. Por sugerencia de Mecenas escribió un trabajo en el arte del cultivo y
los encantos de vida campiña a los que llamó los "Geórgicos". Un año después inicia su
gran obra, la "Eneida". Tomó como héroe al troyano Eneas, supuestamente fundador de la
nación Romana. Había consagrado más de diez años a este trabajo cuando en una visita
a Grecia contrajo una fiebre fatal. En su lecho de muerte rogó que la "Eneida" se destruyera.
El poema, publicado después de su fallecimiento, en Brundisium, actual Brindisi, el 21 de
septiembre de 19 a. C., ejerció una influencia tremenda en literatura. Dante lo veneró como
maestro y lo representó como su guía en la "Divina Comedia". Chaucer, Spenser, Milton, y
Tennyson también lo hicieron.

BIBLIOGRAFIAS:
http://literaunix.blogspot.com/
http://es.slideshare.net/HassamCastillaAtencio/literatura-latina-10080042
http://www.monografias.com/trabajos/artepoetica/artepoetica.shtml