ABC Espagne

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11 10 09 ACTUALIDAD K halid Gueddar carga su pluma con cartu- chos de ingenio y auda- cia. A pesar de todo, el caricaturista marro- quí más famoso estos días tuvo que exilarse un lustro en Francia para escabullirse de las presiones del po- der después de que calentara los ánimos de las autoridades como es- trella del semanario «Demain», que dirigía Ali Lmrabet hasta que se lo cerraron en 2003. Desde París, Gueddar colaboraba con medios co- mo Courrier International y parti- cipó en 2006 en la fundación de la web satírica «Bakchich», que estos días le rinde homenaje con una ca- ricatura diaria en su honor. «Me fui a Francia antes de que las amenazas pasaran a algo más grave, pero siempre pensando en re- gresar», comenta. Sólo volvió a Ma- rruecos a finales de 2008 convenci- do por una oferta de trabajo que, en principio, respetaría su libertad en «Al Massae», el diario más vendido del país. Pero la publicación en «Bakchich» de un dibujo suyo del rey Mohamed VI acabó con Gued- dar de patitas en la calle. Había osado hacer de funámbu- lo sobre una de las tres líneas rojas que marcan el devenir de los me- dios de comunicación: la Monar- quía, el Islam y la integridad terri- torial. «Para mí no hay líneas ro- jas. Para mí hay leyes», afirma. «Nuestro espacio de libertad en Marruecos está muy, muy, muy li- mitado, pero debemos aprove- charlo por pequeño que sea con in- teligencia». Pronto fue reclutado de nuevo por Taoufik Bouachrine, un redac- tor jefe que escapó de «Al Massae» para dirigir «Al Akhbar al Youm», donde apareció una caricatura en portada de Mulay Ismail, primo del Rey, que se casaba ese fin de se- mana. «El problema de fondo es nuestra línea crítica con el Gobier- no y con Palacio», explica Boua- chrine. «La Prensa independiente sigue sin ser aceptada». Las mayores polémicas están re- lacionados con la figura del Rey: la imposibilidad de ahondar en un co- municado sobre su enfermedad o la de publicar una encuesta sobre su gestión aunque los resultados le sean abrumadoramente favora- bles. «Por desgracia, estos diez años de reinado son una catástrofe para la libertad de prensa», añade el director de «Al Akhbar al Youm». «El poder quiere marcar nuevas líneas rojas, sobre todo en torno a la familia real, sus nego- cios, sus posesiones...» A raíz de la caricatura del pri- mo de Mohamed VI, el Ministerio del Interior clausuró la re- dacción de manera ile- gal, insis- ten Boua- chrine y Gueddar, pues no hay ley TEXTO Y FOTO: LUIS DE VEGA. CORRESPONSAL EN RABAT Khalid Gueddar junto a la caricatura del primo del Rey Khalid Gueddar pone a prueba los estrechos límites de la libertad de Prensa en Marruecos con sus caricaturas que le han valido prohibiciones, interrogatorios, humillaciones y arbitrariedades Marruecos El (buen) humor prohibido

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Luis De Vega ABC

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11 10 09 A C T U A L I D A D

Khalid Gueddar cargasu pluma con cartu-chos de ingenio y auda-cia. A pesar de todo, elcaricaturista marro-

quí más famoso estos días tuvo queexilarse un lustro en Francia paraescabullirse de las presiones del po-der después de que calentara losánimos de las autoridades como es-trella del semanario «Demain»,que dirigía Ali Lmrabet hasta quese lo cerraron en 2003. Desde París,Gueddar colaboraba con medios co-mo Courrier International y parti-cipó en 2006 en la fundación de laweb satírica «Bakchich», que estosdías le rinde homenaje con una ca-ricatura diaria en su honor.

«Me fui a Francia antes de quelas amenazas pasaran a algo másgrave, pero siempre pensando en re-gresar», comenta. Sólo volvió a Ma-rruecos a finales de 2008 convenci-do por una oferta de trabajo que, enprincipio, respetaría su libertad en«Al Massae», el diario más vendidodel país. Pero la publicación en«Bakchich» de un dibujo suyo delrey Mohamed VI acabó con Gued-dar de patitas en la calle.

Había osado hacer de funámbu-lo sobre una de las tres líneas rojasque marcan el devenir de los me-dios de comunicación: la Monar-quía, el Islam y la integridad terri-torial. «Para mí no hay líneas ro-jas. Para mí hay leyes», afirma.«Nuestro espacio de libertad enMarruecos está muy, muy, muy li-mitado, pero debemos aprove-

charlo por pequeño que sea con in-teligencia».

Pronto fue reclutado de nuevopor Taoufik Bouachrine, un redac-tor jefe que escapó de «Al Massae»para dirigir «Al Akhbar al Youm»,donde apareció una caricatura enportada de Mulay Ismail, primodel Rey, que se casaba ese fin de se-mana. «El problema de fondo esnuestra línea crítica con el Gobier-no y con Palacio», explica Boua-chrine. «La Prensa independientesigue sin ser aceptada».

Las mayores polémicas están re-lacionados con la figura del Rey: laimposibilidad de ahondar en un co-municado sobre su enfermedad ola de publicar una encuesta sobresu gestión aunque los resultados lesean abrumadoramente favora-bles. «Por desgracia, estos diezaños de reinado son una catástrofepara la libertad de prensa», añadeel director de «Al Akhbar alYoum». «El poder quiere marcarnuevas líneas rojas, sobre todo entorno a la familia real, sus nego-cios, sus posesiones...»

A raíz de la caricatura del pri-mo de Mohamed VI, el Ministeriodel Interiorclausuró la re-dacción demanera ile-gal, insis-ten Boua-chrine yGueddar,pues nohay ley

TEXTO Y FOTO: LUIS DE VEGA. CORRESPONSAL EN RABAT

Khalid Gueddar junto a lacaricatura del primo del Rey

Khalid Gueddar pone a prueba los estrechos límites de la libertad de Prensa en Marruecos

con sus caricaturas que le han valido prohibiciones, interrogatorios, humillaciones y arbitrariedades

MarruecosEl (buen) humor prohibido