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Manuel Landaeta Rosales ^?
DlttGMEfllSTÓRIG.
DE
CARACAS
Lit. y Tip. del Comercio
1907
LI3
UNA CHILLE HISTÓRICADE
CARACAS
Dedico este estudio histórico, al Señor Don
Juan Casanova, Ministro de Obras Públicas, del
Gobierno del Señor General Cipriano Castro, Res-
taurador y Presidente Constitucional de Vene-
zuela.
Caracas, 14 de Marzo de 1907.
Manuel Landaeta Rosales.
fe
La calle que hoy lleva el nombre de Norte 13 ySur 13 y que pasa por las esquinas de la Esmeralda,
El Mirador, Avilanes, Candilito, Cruz de Candelaria, Mi-
guelacho, La Misericordia y Ño Pastor, es una de las
más históricas de Caracas, desde la antigüedad.
Veámoslo:
En el extremo Norte, cuando no era sino una verea
que conducía al cáuce de Anáuco, para de allí tomar la
senda que iba á Guaicamacuto, hoy Macuto y Caraballe-
da, traficaban los indígenas del Valle de Caracas y aún
por muchos años los conquistadores, desde Francisco Fa-
jardo en 1560 hasta después que se abrió el camino por
la Pastora, que hizo empedrar más tarde, de 1603 á
1610, el Gobernador de la Provincia de Venezuela, Don
Sancho de Alquiza.
A fines de Mayo de 1595, vino por aquella senda
de los indígenas á Caracas, el pirata Amias Preston con
(
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500 hombres, los que entraron por ei extremo Norte, de
lo que después fué la calle de que nos ocupamos y adon-
de salió á recibirlo á pura lanza é ingrimo y solo, el fa-
moso Alonzo Andrea de Ledezma, que le costó la vida
su gran temeridad y sus contrarios prendados de
tanto patriotismo y valor le trajeron en triunfo á enterrar
á la naciente población. Aquel célebre conquistador y
fundador de Caracas, bien merece un recuerdo de estas
generaciones para ejemplo de la posteridad, que admirará
más y más, por que aquel abandonando hogar, comodi-
dades y posición social y política, salió á enfrentársele
sólo, á una turba de piratas para dejar así bien puesto
el honor de las armas castellanas y salvar los fueros de
la naciente Caracas de que era conquistador y fundador.
El 20 de Abril de 1749 llegó á su casa en la parte
Occidental de la plaza de la Candelaria (casa donde hoy
está la Jefatura Civil de la parroquia, unas enramadas y
una pieza de un zapatero italiano), el canario Don Juan
Francisco de León, que venía con 800 hombres á pedir
la extinción de la odiosa compañía guipuzcoana; y el Io de
Agosto del mismo año vino con 9.000 agricultores, peones
y esclavos con el mismo fin, siguiendo á la hoy plaza
Bolívar como lo había hecho el 20 de Abril anterior.
A principios de Febrero de 1752, fué arrasada la
casa de León, sembrada de sal y puesto en ella un poste
de ignominia con una tarjeta de latón, el que fuá demo-
lido más tarde como veremos.
A fines del siglo XVIII se construyó en la misma
calle la casa de Misericordia, donde un siglo después se
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hizo el parque de Carabobo; y en la cual se asilaban
personas desvalidas y se recluían mujeres de mala vida
para su corrección.
De 1799 á 1807, estuvo detenida allí, la respetable
señora Doña Joaquina Sánchez, mujer del célebre Don
José María España, autor de la Revolución de 1797, que
fué ahorcado el 8 de Mayo de 1799 en la plaza mayor
hoy Bolívar. A Doña Joaquina se le detuvo allí por sen-
tencia de la Real Audiencia de Caracas.
En 1810, se fraguó en la misma casa de Misericor-
dia, la Revolución que tuvo lugar el 19 de Abril de 1810
que fué la base de la independencia Suramericana
.
En 1810, 11 y 12, sirvió aquel hospicio de Cuartel
de Caballería á los patriotas.
En 1811 pasó Miranda por esta calle á un paseo á
Galipán, de donde divisó las playas de Macuto, como se
lo recuerda á aquél en una carta de 1812 el padre Martel.
A fines de Setiembre de 1811 el Director de Obras
Públicas de Caracas Don Rodulfo Básalo seguido del Con-
greso, del gobierno y del pueblo de Caracas, con bandas de
música y la bandera tricolor, fué á demoler el poste de
ignominia de la casa de León y á reivindicar en nombre
de la República la memoria de aquél; siendo de notar,
que aquella casa no se ha fabricado después en forma
seria como lo merece, por estar en' calle principal y vis a
vis del templo de la Candelaria, pues parece que se ha
respetado la justicia hecha allí ahora 155 años por el
capitán general Don Felipe Ricardos.
Después del terremoto dé 1812 fué frecuentada la
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calle por el Arzobispo Coll y Prat que tuvo su residen-
cia en Ñaraulí, donde hoy están fabricando las Oficinas
para la Empresa de Cordelería en la llamada las Sabanas
de Anáuco, viéndose en la Opinión Nacional y Documen-
tos del Padre Blanco, pastorales de aquel Prelado, que
las fechaba en Ñaraulí.
En el mismo 1812 después que Monteverde ocupó
á Caracas, frecuentaba esta calle el malvado Zuazola,
que estaba acuartelado en la Estancia de Cotizita, que
después fué de Mr. Ackers, como consta de un recibo de
aquél que poseo y que termina así: «Cantón de Cotizi-
ta, Io de Setiembre de 1812».
En 1813 y 14 visitaba el Libertador al Marqués del
Toro, su amigo y pariente, en su Estancia de Anáuco, y
de consiguiente por esta calle transitaban muchos de los
Proceres de la Independencia, Estancia que ya hacía años
que era frecuentada por lo más granado de Caracas y
como lo siguió siendo muchos años después, hasta hoy.
En 1814 vivía Ño Miguelacho, en la esquina que
lleva su nombre y que dió tema para escribir una le-
yenda al escritor humorístico Gral. Francisco Tosta Gar-
cía. La casa era la del ángulo Suroeste, pero la antigua.
En 1821 cuando el Libertador vino á Caracas des-
pués de la Batalla de Carabobo, volvió á Anáuco; y á
poco la Municipalidad de esta ciudad dió nombre á las
calles y á ésta le puso «De los Plazas», hasta 1876 que
se numeraron por avenidas.
En 1827 cuando el mismo Libertador estuvo en esta
capital desde el 10 de Enero hasta el 5 de Julio de aquel
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año, fué á la Estancia del Marqués y de consiguiente
había afluencia de gente notable allí en los paseos, co-
midas, bailes y tertulias .
El 11 de Mayo de 1831, á 80 varas de la esquina
de Candilito, hacia el Poniente, (Baúl de la esquina del
Platanal) se reunieron los hombres que asaltaron la Cár-
cel de San Jacinto aquella noche, lo que llamaron la
Revolución de los negros y de los cuales fusilaron á va-
rios entre ellos á una mujer.
En 1843 y 1854 estuvo el degredo de variolosos en
la Sabana de Ñaraulí, (lugar así llamado por la abun-
dancia de árboles de este nombre que había allí) y de
consiguiente esta era una de las calles por que se tran-
sitaba para aquel lugar infestado.
En 1846 esta calle era foco del partido liberal déla
Candelaria en la candidatura de don Antonio L. Guzmán,
que vivía de Manduca á Ferrenquín y se celebraron allí
suntuosas fiestas de toros, templetes con grandes orques-
tas de músicos y cantadores, sobre todo en las fiestas
nacionales, y así hasta la época de los Monagas, siendo
por muchos años centro filarmónico, por vivir allí los
Avilanes que eran músicos y que dieron su nombre á
una de las esquinas.
De 1851 á 1869 hubo en el corral de la casa del
ángulo Noroeste de la esquina de Candilito, muchas fun-
ciones de Nacimientos, Entradas á Jerusalem y Volatines,
muy concurridos, y era muy frecuentada por la noche
aquella calle por la ronda de Policía persiguiendo á los
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ladrones Julián Díaz, Pedro Veitía yá otros, en la época
de los Monagas.
En 1859, 60 y 61, fué muy visitada la Estancia de
Gamboa por don Manuel Felipe de Tovar, Presidente de
la República y por consiguiente por muchos de los Jefes
del partido centralista.
Desde mediados del siglo XVIII se han celebrado las
fiestas de la Cruz en la esquina de este nombre, habien-
do años en que han sido rumbosas y en que han toma-
do parte todos los vecinos de la parroquia de Candelaria.
En 1864 estuvo en una Estancia de Anáuco el Ma-
riscal Falcón, Presidente de la República y de consiguien-
te por esta calle desfilaban todos los magnates de la
federación que iban á visitarle.
En el mismo 1864 volvió á estar el degredo en Na-
raulí, cuando la viruela de aquel año y esta era una de
las vías por que se traficaba para él.
En el extremo Norte de esta calle principiaron las
reuniones de la sociedad benéfica religiosa «El Símbolo
de las Virtudes», que llegó en 1867 á tener local propio
en la parte Poniente de la Plaza de Candelaria y en la
calle de que tratamos, y allí hubo solemnes reuniones y
fiestas rumbosas con todo el lujo necesario.
En 1884 estuvo el General Joaquín Crespo de tem-
peramento en una de las estancias de Anáuco y de con-
siguiente pasaban por esta calle todos los hombres no-
tables de aquella época á visitar y á tratar con el Pre-
sidente.
Por esta verea antes de ser calle y después de ser-
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lo, han traficado por largos años, los conductores de leña,
carbón y madera de Galipán y los que han traído otros
frutos de allí y de las Estancias de las márgenes del
Anáuco, río al cual han cantado insignes poetas: por allí
han traficado los cazadores, los bañistas y las familias
más distinguidas de Caracas, al ir de temperamento ó
paseo, siendo de advertir, que aunque de la ciudad hay
hoy varias vías que conducen á las márgenes del Anáu-
co, unas son modernas por los puentes y camellones y
otras sendas estrechísimas para salvar profundos barran-
cos de varias quebradas; y que solo trafican por ellas
personas á pié, tomando por lo general la calle referida,
que es más ámplia y sin peligro, sobre todo para los
coches, carros y arreas de burros.
En esta calle queda la Iglesia y Plaza de Candela-
ria y el parque de Carabobo; y el 14 de Diciembre de
1908 hará dos siglos que fué inaugurada la nave central
de la Iglesia, llevándose allí en prosesión solemne la
imágen de la Candelaria, que muchos hijos de las Islas
Canarias habían traído de su país para colocarla en aquel
templo que ellos fabricaron á su costa. De consiguiente
de aquella calle se han presenciado numerosas fiestas re-
ligiosas y se han celebrado en la plaza los acontecimien-
tos políticos, militares, eleccionarios y particulares en
muchos años, entre aquellos la inauguración de la está-
tua del General José Gregorio Monagas libertador de los
esclavos y el Centenario del mismo en 1881 y 1895 res-
pectivamente .
Cortando esta calle á su paso por la esquina de la
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Cruz, han desfilado los altos gobernantes de la colonia,
los de la República y los sabios y viajeros ilustres; los
Proceres de la Independencia; los hombres de la Federa-
ción; los de los otros partidos beligerantes de Venezuela
y varias generaciones de caraqueños; y finalmente, cor-
tando esta calle por varias esquinas hacia el Oriente, pa-
saron en más de un siglo, los entierros, primero al Ce-
menterio del lado del templo de la Candelaria y después
al del Este hasta 1856.
En las plazas de la Candelaria y de la Misericordia
hoy parque de Carabobo, han acampado muchas familias
en los terremotos de 1766, 1812 y 1900: en ellas han
acampado tropas en varias épocas: en esta calle se han
hecho ejercicios militares de tropas de líneas y Milicias y
en la esquina del Mirador ha habido cuartel.
De 1897 á 1898 llegaba con frecuencia el General
Ingnacio Andrade, candidato á la Presidencia de la Repú-
blica, á una casa de su cuñado el doctor José Tomás
Sosa Saa, entre la Cruz y Candilito y allí iban sus adep-
tos á tratar sobre asuntos políticos y eleccionarios.
De 1897 á 1903, vivió en esta calle de Miguelacho
á Misericordia, el General José Manuel Hernández, y allí
hubo afluencia de gentes, cuando su candidatura de 1897
y las veces que le han puesto en libertad después de sus
varias prisiones como Jefe de Revolución en 1898, 1899
y 1900.
Las Estancias ó Quintas de las márgenes del Anáuco
que quedan al Norte de esta calle, son las siguientes:
El Paraíso que fué de Don Carlos Hahn y hoy de
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los Rivas Santana y donde residió el Ministro inglés mis-
ter Federico Doveton Orme.
La Estancia del Marqués del Toro de que ya hemos
hablado, hoy de la señora de Erazo y donde vivió el Mi-
nistro de Inglaterra mister Rich. Binghan
.
Las Palmas que fué del Doctor Calixto Madrid y hoy
de los Rivas Santana.
Gamboa de la familia Tovar.
Cotizita que fué de Mr. W. Ackers, banquero y Cónsul
general de la Gran Bretaña, estancia y terrenos que el
Gobierno del General Cipriano Castro compró para el es-
tablecimiento de Sedicultura que dirije el General Alejan-
dra Dúchame.
La de Anáuco Arriba que fué de Don Tomás Bueno
y después de sus hijos Tomás y Miguel Bueno.
Finalmente, en esta calle han vivido y viven muchos
hombres de armas, abogados, médicos, literatos é inge-
nieros, tales como los Generales Ramón Grimán, José
Ramón Núñez, Alejandro Espinosa, Saturnino Fornes, Do-
mingo A. Carvajal, Esteban Aranda, Federico Bermúdez,
Candelario Padrón, Hipólito Arcay, José Ignacio Pulido,
Ignacio Andrade, José Manuel Hernández, Celestino Pera-
za, iNicolás Rolando, Santos Escobar, Enrique Fanger,
Manuel M. Gallegos, Fulgencio M. Carias, Cruz Paredes
García, Ladislao García, Fernando Pacheco, Julio Savarse,
Agustín García Poleo, Ramón Zárraga y otros.
Y los Doctores Nicanor Borges, Eustaquio González,
Miguel Machado, Alejandro Andrade, Domingo Alas, Pedro
Vicente Mijares, Andrés A. Albor, Mister Albram, Guiller-
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mo Tell Villegas Pulido, Francisco de Paula Andrade,José
Tomás Sosa Saa, Francisco Trujillo, Antonio Rodríguez,
Alberto Smith, David Villasmil, Luis Argote, Felipe Aguerre-
vere, Germán Giménez, Julio Paz Rodríguez y otros.
La parte Norte de esta calle, es de los más sanos
lugares de Caracas, por no haber cloacas que la infesten
y recibir los puros aires del Avila, que la bañan directa-
mente.
Ojalá que se empedrara y enlozara la parte que falta
de Candilito á la Esmeralda y se alumbrara con focos
eléctricos esta histórica calle, lo que obligaría á los dueños
de casas á mejorarlas; y que la Empresa del tranvía lo
llevara hasta donde estuvo desde su inauguración hasta
hace algún tiempo, conforme á su compromiso público
que contrajo.
Caracas 14 de Marzo de 1907.
Manuel landaeta rosales.
*
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