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TRADUCCIÓN DE «HISTOIRE DE L’INSTITUT DES FRÈRES DES ECOLES
CHRÉTIENNES DE SAINT JEAN-BAPTISTE DE LA SALLE HORS DES
FRONTIÈRES DE LA FRANCE DE 1700 À 1966» (PARTIES I ET II)
JUAN PABLO PRIETO GUZMÁN
UNIVERSIDAD DE LA SALLE
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
DEPARTAMENTO DE LENGUAS MODERNAS
BOGOTA D.C
2003
TRADUCCIÓN DE «HISTOIRE DE L’INSTITUT DES FRÈRES DES ECOLES
CHRÉTIENNES DE SAINT JEAN-BAPTISTE DE LA SALLE HORS DES
FRONTIÈRES DE LA FRANCE DE 1700 À 1966» (PARTIES I ET II)
JUAN PABLO PRIETO GUZMÁN
Monografía
Asesor AUGUSTO CARRILLO SABOGAL
Licenciado en Lenguas Modernas, Filología e idiomas
Profesor asistente
UNIVERSIDAD DE LA SALLE
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
DEPARTAMENTO DE LENGUAS MODERNAS
BOGOTA D.C
2003
Nota de aceptación:
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Firma del presidente del jurado
___________________________
Firma del jurado
___________________________
Firma del jurado
Bogotá, 5 de septiembre de 2003
AGRADECIMIENTOS
La base de mi vida y sus resultados arraigan un profundo éxito siempre guiado por
la sabiduría de Dios nuestro Señor.
Mi familia ha sido un gran apoyo a lo largo de la carrera, gracias a su soporte
moral y afectivo he podido culminar con éxito mis estudios.
Deseo agradecer especialmente a mi asesor AUGUSTO CARRILLO SABOGAL
Licenciado en Lenguas Modernas, Filología e idiomas Profesor Asistente, por su
generosa colaboración, su apoyo desinteresado y sus valiosos aportes a mi
conocimiento.
También es un placer haber compartido momentos constructivos basados en la
enseñanza Lasallista con el Hermano Felix Hernando Barreto, quien ha prestado
un interés particular a este trabajo.
CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCIÓN 13
1. PRELIMINARES 15
1.1 TITULO 15
1.2 TEMA 15
1.3 PROBLEMA 15
1.4 ANTECEDENTES 16
1.4.1 Antecedentes empíricos. 16
1.4.2 Antecedentes bibliográficos. 16
1.5 OBJETIVOS 17
1.5.1 Objetivo general. 17
1.5.2 Objetivos específicos. 17
2. MARCO TEÓRICO 19
2.1 BIOGRAFÍA DE SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE 19
2.2 BIOGRAFÍA DEL AUTOR DEL TEXTO (HERMANO ALBAN) 21
2.3 CONTEXTO 22
2.3.1 Contexto histórico. 22
2.3.2 Contexto religioso. 24
2.4 ESTILO PEDAGÓGICO LASALLISTA 25
2.4.1 Formación de una comunidad de maestros (1681-1682). 25
2.4.2 El educador Lasallista. 26
2.4.3 Las doce virtudes de un buen maestro. 27
2.4.4 Proceso de desclasamiento del Sr. de La Salle. 29
2.4.5 Testamento de San Juan Bautista de La Salle. 30
2.5 APORTES PEDAGÓGICOS DE LA SALLE 31
2.5.1 Proyecto educativo del Sr. de La Salle. 31
2.5.2 Organización de la escuela elemental moderna. 32
2.5.3 Estrategias de La Salle para obtener grandes resultados en la
escuela.
32
2.5.4 Teología del ministerio educativo Lasallista. 33
2.6 TRADUCTOLOGÍA 36
2.6.1 Las transferencias lingüísticas. 37
2.6.1.1 El concepto. 37
2.6.1.2 El préstamo. 37
2.6.1.3 El calco. 38
2.6.1.4 Nombres propios. 38
• Topónimos.
• Antropónimos.
• Otras formas onomásticas.
2.6.2 Alternativas de la traducción. 40
2.6.2.1 Procedimientos de traducción. 40
• Transposición.
• Modulación.
• Equivalencia.
• Adaptación.
• Compensación.
2.6.2.2 Niveles de traducción. 42
2.6.3 Traducción de la metáfora. 43
2.6.3.1 Cognados y falsos amigos. 45
2.6.4 Los objetivos que debe perseguir una traducción. 45
2.6.4.1 Comprender / interpretar. 45
2.6.4.2 Re-expresar. 45
2.6.4.3 Valorar el resultado. 46
2.6.5 Técnicas de restitución. 46
2.6.5.1 Técnicas de traducción directa. 46
2.6.5.2 Técnicas de traducción oblicua. 46
• Transposiciones.
• Sustantivos y nominalizaciones.
• Las modulaciones.
• Ampliación.
2.6.6 Transposiciones debidas a la normativa del sistema lingüístico. 48
2.6.6.1 Reorganización de elementos discursivos. 48
• Segmentos temporales, espaciales o modales.
• Reorganización del grupo sustantivo mas grupo adjetivo.
• Reorganización del grupo sintagma nominal más complemento
preposicional.
2.6.6.2 La restitución del artículo y morfemas posesivos. 49
• Los nombres de países.
• Las cualidades psíquicas en cantidad indeterminada.
• Y ciertas impresiones olfativas.
• Los gentilicios.
• Y con un conjunto de expresiones lexicalizadas.
2.6.6.3 La restitución de las preposiciones. 50
2.6.6.4 Las restituciones grafemitas. 50
2.6.6.5 Mayúsculas y minúsculas. 51
2.6.7 El sistema deíctico. 51
3. DISEÑO METODOLÓGICO 53
3.1 OBJETO DE TRADUCCIÓN 53
3.2 TÉCNICAS DE TRADUCCIÓN 53
3.3 ETAPAS DE LA TRADUCCIÓN 54
4. TRADUCCIÓN DE LA OBRA «HISTOIRE DE L’INSTITUT DES
FRÈRES DES ECOLES CHRÉTIENNES DE SAINT JEAN-BAPTISTE DE
LA SALLE HORS DES FRONTIÈRES DE LA FRANCE DE 1700 À 1966»
(PARTIES I ET II)
56
5. ANÁLISIS Y RESULTADOS 57
5.1 RESPUESTA AL PROBLEMA PLANTEADO 57
5.1.1 Proceso y dificultades. 58
5.1.2 Técnicas de traducción (proceso de restitución). 59
5.1.2.1 Técnicas de traducción directa. 60
5.1.2.1.1 Calcos. 60
5.1.2.1.2 Traducción literal. 61
5.1.2.2 Técnicas de traducción oblicua. 61
5.1.2.2.1 Compensación. 61
• Transposición.
• Modulación.
5.1.2.2.2 Omisión y eliminación. 64
5.1.2.3 Otros elementos de restitución. 65
5.1.2.3.1 Onomásticos. 65
• Topónimos.
• Antropónimos.
• Otros onomásticos.
5.1.2.3.2 Elementos cuantificadores. 67
• Cantidades, medidas, monedas.
5.1.2.3.3 Artículos y morfemas posesivos. 68
• Nombres de países.
• Gentilicios.
• Expresiones lexicalizadas.
• Pronombres posesivos.
5.1.2.3.4 Preposiciones. 69
• Locuciones preposicionales.
• Asociaciones sintagmáticas.
5.1.2.3.5 Puntuación. 70
• Empleo de comas...
5.1.2.3.6 Mayúsculas. 72
• Nacionalidades.
• Designaciones históricas y políticas.
• Tratamientos.
• Las obras literarias y otros elementos.
5.1.2.3.7 Falsos amigos. 74
5.2 PROBLEMAS Y RESOLUCIÓN 75
5.3 APORTES Y PENSAMIENTO PEDAGÓGICO 76
CONCLUSIONES 80
BIBLIOGRAFÍA
LISTA DE TABLAS
Pág.
Tabla 1. Cronología comparada 25
Tabla 2. Actitudes espirituales 27
Tabla 3. Virtudes 27
Tabla 4. Las tres ordenes de la sociedad francesa 29
Tabla 5. Perfil del educador Lasallista 33
LISTA DE FIGURAS
Pág.
Figura 1. Mapa de Francia 24
Figura 2. Retrato de La Salle 30
Figura 3. Proceso del proyecto 31
Figura 4. Esquema francés y español 51
13
INTRODUCCIÓN
La comunidad lasallista comprende tanto estudiantes universitarios como
Hermanos de las diferentes casas provinciales de la congregación de las escuelas
cristianas que necesitan acceso a la información que se encuentra en el (CILA),
acerca de la historia y pedagogía de la institución; dicho acceso se ha visto
afectado debido a que algunos de los libros que la poseen se encuentran escritos
en lengua francesa, por ejemplo, el caso especifico del objeto de estudio de la
presente monografía . Por tal motivo, se crea la necesidad de traducirlos al
castellano, dicho trabajo es dispendioso puesto que la traducción implica el
estudio riguroso de la lengua original del texto y de la lengua a la cual se va a
traducir.
El objetivo principal de la monografía es difundir la información acerca de los
orígenes de las escuelas cristianas y la pedagogía Lasallista, sus fundamentos y
criterios como innovación pedagógica y su alcance en la época de San Juan
Bautista de La Salle y aún en la actualidad. Además, conocer el proceso de la
didáctica de la traductología a través de la traducción del texto «HISTOIRE DE
L’INSTITUT DES FRÈRES DES ECOLES CHRÉTIENNES DE SAINT JEAN-
BAPTISTE DE LA SALLE HORS DES FRONTIÈRES DE LA FRANCE DE 1700 À
1966» (PARTIES I ET II) (HISTORIA DEL INSTITUTO DE LOS HERMANOS DE
14
LAS ESCUELAS CRISTIANAS DE SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE MÁS
ALLÁ DE LAS FRONTERAS DE FRANCIA DE 1700 A 1966) (Partes I y II), dando
acceso a la información del mismo a la comunidad universitaria. Para lo cual, se
debe hacer un análisis semántico y pragmático de las piezas lingüísticas, que
contribuyen especialmente a la constitución de la coherencia textual y a detectar
las similitudes y divergencias de la naturaleza de dichos mecanismos, en el acto
de la traducción junto con los elementos lexicales y sintácticos. En concreto, se
parte de la dinámica de las diferentes técnicas que están incluidas dentro de los
grados del proceso de traducción, que representan esencialmente un conjunto de
marcas específicas que le proporcionan instrucciones generales de la construcción
textual y de su sentido, en las cuales el traductor basa la interpretación del texto.
En conclusión, el fin de esta monografía es enfocar el conocimiento sobre la
pedagogía de los valores lasallistas que debe poseer todo maestro y procurar
examinar los orígenes de la misma y a la vez representar el proceso de
traducción. Esta pesquisa es muy apreciada para toda la comunidad que esta
conformada por los Hermanos de la Congregación y los estudiantes universitarios;
además, los aportes pedagógicos aquí mencionados crean una formula muy
práctica de consulta.
15
1. PRELIMINARES
1.1 TITULO
Traducción de «HISTORIA DEL INSTITUTO DE LOS HERMANOS DE LAS
ESCUELAS CRISTIANAS DE SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE MÁS ALLÁ
DE LAS FRONTERAS DE FRANCIA DE 1700 A 1966» (PARTES I Y II).
1.2 TEMA
Expansión de las escuelas cristianas de San Juan Bautista de La Salle hacia
Europa, América, África y Asia.
1.3 PROBLEMA
¿Cómo difundir la información de la historia lasallista por medio de la traducción
del francés al castellano del libro «HISTORIA DEL INSTITUTO DE LOS
HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS DE SAN JUAN BAUTISTA DE
LA SALLE MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS DE FRANCIA DE 1700 A 1966»
(PARTES I Y II) acrecentando los conocimientos frente a la teoría pedagógica
lasallista y la expansión de las escuelas cristianas alrededor del mundo dentro de
la comunidad lasallista?
16
1.4 ANTECEDENTES
Existen dos clases de antecedentes comunes a esta investigación, los empíricos y
los bibliográficos mencionados a continuación:
1.4.1 Antecedentes empíricos. En el centro de investigación lasallista
(CILA) se encuentran archivados una serie de libros que ofrecen información
variada sobre los orígenes y la historia del instituto de los Hermanos de las
Escuelas Cristianas y el ministerio educativo lasallista. Estos libros se encuentran
escritos en lengua francesa, lo cual, desfavorece la difusión de esta información
dentro de la comunidad lasallista de lengua castellana que no poseen
competencia lingüística para comprender los textos en francés.
Otro hecho de igual relevancia, que ha motivado la investigación ha sido el deseo
propio de conocer más a fondo los elementos de la lengua castellana y francesa a
través de la traducción.
1.4.2 Antecedentes bibliográficos. Estos han hecho parte importante de la
inquietud que ha motivado este proyecto.
• GUERRERO, Germán Alexander. Traducción de «El siglo 17 y, los
orígenes lasallanos», «Investigaciones sobre la génesis de la obra escolar y
17
religiosa de Juan Bautista de La Salle (1651-1719), Monografía, Bogotá:
Universidad de La Salle, Departamento de Lenguas Modernas, 2002.
1.5 OBJETIVOS
A continuación se expone textualmente la meta de la investigación, su intención y
aquello que se pretende indagar.
1.5.1 Objetivo general. Difundir la información sobre los orígenes de las
escuelas cristianas y de la pedagogía lasallista a la comunidad universitaria a
través de la traducción del texto «HISTOIRE DE L’INSTITUT DES FRÈRES DES
ECOLES CHRÉTIENNES DE SAINT JEAN-BAPTISTE DE LA SALLE HORS DES
FRONTIÈRES DE LA FRANCE DE 1700 À 1966» (PARTIES I ET II) y mostrar el
proceso de la didáctica de la traducción.
1.5.2 Objetivos específicos. Estos orientan más a fondo la intención de
este trabajo.
• Aplicar las técnicas de traducción directa y las técnicas de traducción
oblicua de la traductología para observar el proceso de traducción.
• Realizar la traducción del francés al castellano del texto «HISTOIRE DE
L’INSTITUT DES FRÈRES DES ECOLES CHRÉTIENNES DE SAINT
18
JEAN-BAPTISTE DE LA SALLE HORS DES FRONTIÈRES DE LA
FRANCE DE 1700 À 1966» (PARTIES I ET II).
• Mostrar la importancia que posee la formación lasallista en la escuela
antigua y contemporánea.
• Dar a conocer la información sobre los orígenes de las escuelas cristianas
lasallistas dentro de la comunidad universitaria.
• Afianzar los conocimientos sobre la pedagogía lasallista y su importancia en
la formación de maestros.
19
2. MARCO TEÓRICO
Aquí se van a precisar y organizar las ideas y conceptos en los que se basa la
presente investigación para ubicar con mayor profundidad, a los interesados en el
proyecto.
2.1 BIOGRAFÍA DE SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE (1651-1719), fue el Fundador del Instituto de
los Hermanos de las Escuelas Cristianas, y es actualmente el Patrono de los
Educadores Cristianos.
Juan Bautista de La Salle era el primogénito de una familia acomodada. Nació en
Reims, recibió la tonsura a la edad de 11 años y fue nombrado canónigo de la
Catedral de Reims a los 16. Terminados sus estudios de teología, fue ordenado
sacerdote el 9 de abril de 1678. Dos años más tarde, obtuvo el título de Doctor en
Teología. Conmovido por la situación de los pobres, tomó la decisión de poner
todos sus talentos al servicio de los niños, «a menudo abandonados a sí mismos y
sin educación». Para ser más eficaz, abandonó su casa familiar y se fue a vivir
con los maestros, renunció a su canonjía y su fortuna y a continuación, organizó la
comunidad que hoy llamamos Hermanos de las Escuelas Cristianas. Su empresa
se encontró con la oposición de las autoridades eclesiásticas que no deseaban la
20
creación de una nueva forma de vida religiosa, una comunidad de laicos
consagrados ocupándose de las escuelas «juntos y por asociación». Los
estamentos educativos de aquel tiempo quedaron perturbados por sus métodos
innovadores y su absoluto deseo de gratuidad para todos, totalmente indiferente al
hecho de saber si los padres podían pagar o no. A pesar de todo, de La Salle y
sus Hermanos lograron con éxito crear una red de escuelas de calidad,
caracterizada por el uso de la lengua vernácula, los grupos de alumnos reunidos
por niveles y buenos resultados; la formación religiosa basada en temas
originales, preparada por maestros con una vocación religiosa y misionera a la vez
y por la implicación de los padres en la educación. Además, de La Salle fue
innovador al proponer programas para la formación de maestros seglares, cursos
dominicales para jóvenes trabajadores y una de las primeras instituciones para la
reinserción de «delincuentes». Finalmente, extenuado por una vida cargada de
austeridades y trabajos, falleció en San Yon, cerca de Rouen, en 1719; sólo unas
semanas antes de cumplir 68 años.
En 1900, Juan Bautista de La Salle fue declarado Santo. En 1950, a causa de su
vida y sus escritos inspirados, recibió el título de Santo Patrono de los que
trabajan en el ámbito de la educación. Hoy, las escuelas lasallistas existen en 85
países del mundo.
21
2.2 BIOGRAFÍA DEL AUTOR DEL TEXTO (HERMANO ALBAN)
Su nombre religioso era Hermano Leonor Alban, nació en Branne (Depto de
Gironde, de Francia) el 13 de abril de 1884. Su nombre civil era Julián-Albán
HAYET LAHORGUE.
Ingresó al aspirantado de La Salle en Mauléon, Francia, el 15 de octubre de 1895.
Luego Ingresó al noviciado el 20 de septiembre de 1897; poco después tomó el
Santo Hábito de La Salle (17 de octubre de 1897). Realizó sus primeros votos de
Hermano de La Salle el 19 de septiembre de 1900 en Mauléon y los Votos
Perpetuos en San Sebastián, España, el 29 de agosto de 1910. Hizo su servicio
militar en Bayonne, Francia, en 1905. Fue soldado durante la Primera Guerra
Mundial, le tocó la mala fortuna de ser prisionero durante tres años. El H. Alban se
desempeñó en las casas del Distrito de Bayonne al suroeste de Francia, de 1906
a 1936, sobre todo como docente y Director del Colegio San Bernardo de San
Sebastián (España). Fue llamado como secretario personal del Hermano Superior
General de 1938 a 1940, tiempo en que se desempeñó también como profesor en
la Academia Pontifical de Diplomáticos. Durante la Segunda Guerra Mundial
regresó a su querido Mauléon y permaneció allí hasta 1946. Fue Director de la
Casa Generalicia de Roma del 18 de mayo 1947 al 15 de septiembre de 1954.
Una de las más significativas contribuciones del H. Alban ha sido la dirección y,
muy a menudo, la redacción del Boletín de los Hermanos de las Escuelas
22
Cristianas, desde 1946 hasta 1970. El H. Alban falleció el 31 de diciembre de 1970
en Mauléon, Francia. Fue un Hermano fino, culto, políglota y diplomático; y
totalmente dedicado a lo que le encomendaba la santa obediencia. Su capacidad
como historiador y la experiencia que demuestran las líneas que preceden, han
logrado plasmarse oportunamente en el libro objeto de estudio y traducción.
H. Edwin Arteaga Tobón, Archivista General del Instituto en Roma.
www.lasalle.org E-mail edwinat@lasalle.org
2.3 CONTEXTO
Para la realización del proyecto es importante ubicarse dentro del contexto en el
cual fue escrito el libro objeto de estudio. De esta manera se puede observar la
intención del autor, su visión de mundo, los hechos más importantes que marcaron
la historia desde un estudio diacrónico y sincrónico... Por cuanto afectaron la
evolución de las escuelas cristianas en sus orígenes y al rededor del mundo.
2.3.1 Contexto histórico. Luis XIV consiguió entronizar en España a su
nieto Felipe y luchó contra todas las potencias europeas dejando a Francia en
decadencia. Luis XV, su sucesor, abandonó el poder y se produjo el divorcio entre
la monarquía y el país, culminando en 1789, en la revolución francesa y la
ejecución de Luis XVI. Empieza una nueva etapa en el Imperio de Napoleón y
para su absoluta hegemonía sobre todo el occidente y los países centro-europeos.
23
Pero las asistencias nacionales de Rusia y España acabaron con su poder en
1814, hecho que fue sentenciado en el congreso de Viena (1815). La antigua
monarquía fue restaurada con Luis XVIII, a quien sucedió Carlos X. La revolución
liberal de 1830 entronizó a Luis Felipe de Orleáns, derribado, por la revolución de
1848, que instauró la Segunda República, convertida en imperio por Bonaparte,
sobrino de Napoleón, llamado Napoleón III. Su política exterior (Guerra de Crimea,
Italia, China y México) favoreció el resurgimiento de Prusia, que lo venció y dio
nacimiento al imperio alemán en 1870, su imperio colonial francés se extendió por
África y Asia; al ser vencedora Francia en la Guerra contra Alemania y Austria
(1914-18). Ocupado su territorio por las tropas alemanas, Francia en su lucha con
los anglosajones consiguió en 1945 la liberación de su territorio.
Instaurada la Cuarta República, Francia tuvo una grave crisis colonial y financiera.
Fue entonces que el General de Gaulle fue elevado a la presidencia de la
República; más tarde, el 30 de diciembre quedo desvalorizado el franco. El 13 de
febrero de 1960 Francia hizo estallar su primera bomba nuclear en el Sahara y en
1962, la Organización Secreta del Ejército Francés derrocó la Asamblea Nacional
de De Gaulle. En mayo y junio de 1968 se produjo una grave crisis política
originada en las barricadas estudiantiles del Barrio Latino de Paris, que recibieron
la ayuda de los sindicatos que se solidarizaron con ellos, lo cual desembocó en
una huelga general.
24
Figura 1. Mapa de Francia
www.mappy.fr
2.3.2 Contexto religioso. La renovación cristiana en Francia en el siglo
XVIII, la vida de Juan Bautista de La Salle y la historia de los orígenes del Instituto
se sitúan estrictamente hablando en el contexto de la renovación cristiana. La
reforma católica que precedió y siguió al concilio de Trento afectó a Italia y España
25
en el transcurso del siglo XVI; en Francia no se inició hasta el XVIII, el cual se
desarrolló en tres fases principales: órdenes religiosas, clero secular y pueblo
cristiano. La renovación cristiana prosigue a partir de los años 1680s con el Abad
de Rancé, San Grignion de Montfort y San Juan Bautista de La Salle , pero el
apoyo aportado del clero al rey en el conflicto que le opuso al papa Inocencio XI
de 1676 a 1689; contribuyó a debilitar el catolicismo.
2.4 ESTILO PEDAGÓGICO LASALLISTA
2.4.1 Formación de una comunidad de maestros (1681 – 1682). En este
periodo, Juan Bautista de la Salle se va comprometiendo con los maestros de las
primeras escuelas abiertas para los niños pobres de Reims.
Tabla 1. Cronología comparada
Bernard Maillefer
Blain
1680 De la Salle recibe los maestros en su mesa.
2 años antes del 24.06.82: de La Salle empieza a hacer venir a los maestros a su casa.
6 meses antes de acabar el arriendo Juan Bautista duda en renovarlo.
1681 (?) Va a consultar al P. Barre Semana Santa: Nyel en Guisa.
Va a consultar al P. Barre Semana Santa. Noel en Guisa.
Tiempo de pascua: Nyel en Guisa.
De la Salle hace venir a los maestros a su casa.
Hace venir a los maestros a su casa.
Hace venir a los maestros a su casa.
Aloja los maestros en su casa. Aloja a los maestros en su casa. Aloja a los maestros en su casa.
26
Pasado junio: los maestros toman un mismo confesor.
Marcha de los primeros maestros.
Después de junio, marcha de los primeros maestros.
Hacia Navidad: Nyel en Rethel. Llegada de nuevos (179).
A finales de 81- principios del la casa toma forma de comunidad.
A principios de año: llegada de nuevos maestros. 1682
Se llama hermanos a los maestros.
(?)Apertura de la escuela de Rethel.
(?)Apertura de la escuela de Rethel.
(?)Apertura de la escuela de Guisa.
(?)Apertura de la escuela de Guisa.
Instalación en la calle Nueva. (?)Instalación en la calle Nueva.
Los maestros toman a De la Salle como confesor.
Julio: apertura de la escuela de Chateau-Porcien.
A finales de año: gestiones para la apertura de la escuela de Laón.
A finales de año: gestiones para la apertura de la escuela de Laón.
Después de la apertura de las escuelas: -marcha de los primeros maestros -Llegada de los nuevos maestros -toman un habito distintivo y el nombre de Hermanos de las Escuelas Cristianas.
Nota: El Signo (?) indica que, por falta de precisión, el hecho se sitúa en referencia a una fecha dada en otra parte.
Iniciación a la historia del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
27
2.4.2 El educador lasallista. La actitud propia de un educador lasallista
descrita por el Fundador es la siguiente:
Tabla 2. Actitudes espirituales
ACTITUD
DEFINICIÓN
CONTEMPLA • Contempla en su corazón el proyecto salvífico de Dios. • Contempla el ministerio de Cristo. • Contempla el abandono de los niños pobres.
SE ENTREGA • Lo conduce el Espíritu Santo. • Abandonó filial en las manos de Dios. • Vive las exigencias evangélicas del servicio educativo a los pobres.
SE COMPROMETE • Anuncia a los pobres el proyecto salvífico de Dios. • Encamina a sus alumnos hacia Dios. • Entrega su vida, conocimientos y talentos a los pobres.
CELEBRA • Celebra la salvación con los pobres mediante la catequesis. • Vive en la acción de gracias. • Los pobres son sacramento de Cristo. • Valora los cuestionamientos de sus propios alumnos: se deja
evangelizar por ellos. El ministerio educativo lasallista. Tomo 2.
2.4.3 Las doce virtudes de un buen maestro. Este documento educativo
busca verificar hoy en día el estilo lasallista de educación, herencia preciosa del
Fundador y de los primeros Hermanos.
Tabla 3. Virtudes
VIRTUD DEFINICIÓN
CARACTERÍSTICAS
DIGNIDAD
Regula todo el exterior del maestro conforme a la modestia, la urbanidad y el orden.
• Rostro afable, habla poco y con moderación.
• Es amigo, obtiene resultados positivos y sin familiaridades.
• Da libertad y permite florecer las buenas cualidades.
• Es estimado y respetado para escuchar. SILENCIO Discreción en el uso de la palabra. • Calla cuando no debe hablar para
producir orden y tranquilidad en clase.
28
• Habla cuando no debe callar. Dice lo que sea necesario.
HUMILDAD Inspira sentimientos moderados de nosotros mismos y hace conocernos.
• Fidelidad a Dios. • Respeto a sus superiores, iguales y
súbditos. • Cualidades acompañantes: sencillez y
caridad, exclusión de vanagloria, no es ambiciosa ni envidiosa.
• Es humilde en sus opiniones. PRUDENCIA Indica los medios seguros y
legítimos para llegar a un fin honesto.
• Sabe los medios para enseñar. • Estudia y reconoce el carácter de los
niños. • Prepara sus clases.
SABIDURÍA Para conocer las cosas más importantes por los medios adecuados y conformar la conducta.
• Hacer conocer y amar a Dios. • Dedicación al estudio para dar ideas con
fundamento. • Encontrar riquezas en la pobreza. • Ser ejemplo de las virtudes.
PACIENCIA Para soportar sin quejarse y consumición a la voluntad de Dios los males de esta vida y a las penas de la educación.
• Serena posesión de si mismo. • Soporta disgustos y cosas
desagradables del empleo. • «La paciencia contiene la perfección de
la obra» (Santiago 1.4). MODERACIÓN Para pensar, hablar y actuar con
discreción y modestia. • Autocontrol • Regulación de la mala conducta ante los
alumnos MANSEDUMBRE Inspira bondad, clemencia y
ternura. Cuatro Formas de Expresión: • Espíritu: Juzgar por el propio mérito. • Corazón: querer justicia. • Costumbres: buenos principios. • Conducta: actuar con sencillez y rectitud.
CELO Procurar la gloria de Dios. • Enseña con el ejemplo. • Enseña con instrucciones sólidas. • Cumple con sus obligaciones religiosas. • Instruye sin distinción a todos los niños.
VIGILANCIA Para ser diligentes y exactos en el cumplimiento de los deberes.
• Velar por si mismo y sus discípulos. • La presencia del maestro contribuye a
hacer más atento. • Ocupars e de los escolares en cualquier
momento. • Evita el descuido y las conversaciones
inútiles. PIEDAD Para cumplir con dignidad los
deberes con Dios. • Piedad interior y sincera. • Instruir en la religión. • Hablar de Dios con devoción.
GENEROSIDAD Sacrificio voluntario de intereses personales en favor del prójimo.
• Sacrificio libre y considerable. • Entrega su trabajo al prójimo sin
beneficio material. • Rinde grandes servicios a los niños.
El ministerio educativo lasallista. Tomo 2.
29
2.4.4 Proceso de desclasamiento del Sr. de La Salle. San Juan Bautista de
La Salle realizó un proceso de descalsamiento poco frecuente en su época. El
asterisco indica la ubicación social de su familia, y la flecha intermitente indica el
proceso de su desclasamiento hacia el mundo de los pobres.
Tabla 4. Las tres ordenes de la sociedad francesa
1r. nivel clero nobleza tercer grado
Alto clero. Nobleza de corte. Nobleza de Toga. Grandes (de espada: militares) Alta burguesía. Monasterios. «Personas de calidad». personas de nobleza de cuna, condición. y herencia. Magistrados. Parlamentarios. *La Salle
2do nivel Obispos Nobleza rural de Burguesía con modestos. provincias. rentas. Parroquias de Magistrados. ciudad. Negociantes. Monasterios (“Buena burguesía) menores. 3r. nivel Bajo clero. Nobleza vuelta al Medios populares. trabajo. Artesanos: grandes pequeños. Pequeños comerciantes. Campesinos. Pobres: validos, Inválidos, vergonzantes. indigentes, mendigos
Jean Pungier FSC. El ministerio educativo lasallista. Tomo 1.
30
2.4.5 Testamento de San Juan Bautista de La Salle.
Figura 1. Retrato de La Salle
www.lasalle.org «Encomiendo a Dios primeramente mi alma, y luego a todos los Hermanos de la Sociedad de las Escuelas Cristianas, con quienes me ha unido; y les encomiendo que, ante todo, tengan siempre absoluta su misión a la Iglesia, Máxime en estos calamitosos tiempos; y que, en testimonio de esta su misión no se separen en lo más mínimo de nuestro Santísimo Padre el Papa y de la Iglesia Romana, acordándose siempre que he mandado a Roma dos Hermanos con el fin de que la Sociedad se muestre siempre enteramente sumisa a la Santa Sede. Les recomiendo, además, que tengan mucha devoción a Nuestro Señor Jesucristo; que amen mucho la Sagrada Comunión y el ejercicio de la oración; y que profesen devoción especial a la Santísima Virgen y a San José, patrón y protector de la Sociedad; que desempeñen con celo e interés su ministerio; y que tengan entre si unión intima, y siega obediencia para con sus superiores, por ser esta virtud fundamento y sostén de toda perfección en una comunidad.» San Yon, 3 de abril de 1719.
31
2.5 APORTES PEDAGÓGICOS DE LA SALLE
San Juan Bautista de La Salle ha sido reconocido mundialmente como iniciador y
pedagogo de las escuelas cristianas. Sus aportes enriquecieron enormemente la
educación de su tiempo y la educación contemporánea. Entre los siguientes, se
encuentran los más importantes.
2.5.1 Proyecto educativo del Sr. de La salle. Es una de las innovaciones
pedagógicas más importantes del Sr. de La Salle que da testimonio de su herencia
y creatividad.
Figura 2. Proceso del proyecto
• Dinámica ascensional Punto de llegada
hacia el saber y el vivir
• Verdadero
Cristiano
• Persona útil
a sí misma y
a los demás
• Punto de partida: realismo; optimismo educativo El Ministerio educativo lasallista. Tomo 1.
32
2.5.2 Organización de la escuela elemental moderna. El primer gran
servicio de La Salle a la escuela elemental, fue reconocerle su autonomía cultural,
un espacio con sus leyes propias para vivir el derecho a la niñez y a la cultura. En
el siglo XVII el fin único era la catequesis. La Salle invirtió la situación avanzando
en el desarrollo; puso sus escuelas en manos de laicos cristianos y enseñó las
materias profanas añadiendo una dimensión ministerial además, llenó el espacio
cultural a partir de las necesidades reales de los educandos desencadenando un
dinamismo motivador. El niño no padecería en la escuela, sino, que la viviría
desde su mundo infantil. Otro gran logro fue la creación de conciencia de infancia,
para no enviarlos a trabajar a los siete años.
2.5.3 Estrategias de la salle para obtener grandes resultados en la
escuela. Estas estrategias han funcionado por más de un siglo.
• Prolongación del tiempo cultural, ampliando los programas y contenidos.
• Cercanía a los alumnos, evaluación permanente de los procesos.
• Excelente preparación de los maestros.
• Dedicar un mismo maestro a un solo grupo de alumnos durante el año
escolar.
• Mantener una buena relación en el acto educativo.
• Colocar medios para que nunca se interrumpiera el proceso educativo
debido a ausencias (sustitutos).
33
• Ambientación física del aula.
2.5.4 Teología del ministerio educativo lasallista. Análisis de las
meditaciones de San Juan Bautista de La Salle para el tiempo del retiro: MTR.
Tabla 5. Perfil del educador lasallista
ELEMENTOS TEOLÓGICOS PERFIL
(Ser, sentir y actuar de Dios).
(Ser, sentir y actuar del educador).
1. Dios es bueno: Desea que
todos lleguen al conocimiento
de la verdad.
a) Se esmera en trabajar con celo y gusto en su empleo.
b) Trabaja para que sus alumnos conozcan a Dios y a
Jesucristo su Hijo.
c) Instruye por amor de Dios a sus discípulos en las verdades
del Evangelio.
d) Agradece de todo corazón a Dios los distintos géneros de
recompensa que otorga por adelantado.
e) Pide instantáneamente a Dios que se digne acrecentar el
instituto y lo haga fructificar de día en día.
2. Dios es misericordioso. a) No adultera su palabra.
b) Descubre la verdad a quienes tiene cargo de instruir.
c) Pone en ello toda su diligencia.
d) Ocupa a los alumnos siempre para que se hallen en
condiciones de dedicarse al trabajo.
e) Es fiel y exacto en el desempeño de su cometido.
f) Se ofrece para ayudar a Dios.
3. Dios es verdad revelada por
Jesucristo, los Apóstoles y la
iglesia.
a) Considera el cuidado de instruir a la juventud como uno de
los empleos más necesarios en la iglesia.
b) Edifica la iglesia instruyendo a los niños.
34
4. El espíritu de Dios habita en
sus Ministros.
a) Tiene instrucciones purísimas en su empleo.
b) Se recoge para entregarse a la lectura y a la oración.
5. Dios quiere que todos los
hombres se salven.
a) Procura salvar algunos de ellos.
b) Ayuda a que se salven los discípulos.
c) El fin de su empleo es procurar la salvación de sus almas.
d) A imitación de Jesucristo, reprende y corrige a sus
discípulos con mansedumbre, paciencia y prudencia, para
conseguir el bien y la salvación.
6. Dios providente cuida de los
hombres.
a) Es debidamente ilustrado y celoso, y pone toda la diligencia
y aplicación en transmitir a los niños el conocimiento de Dios
y de sus Misterios.
b) Es guía experto, dotado de inteligencia y solicitud
suficiente.
c) Ayuda a los alumnos a progresar en el divino conocimiento,
y a vivir de una manera di9gna de Dios.
7. Jesucristo se encarna para
que el hombre tenga vida en
abundancia.
a) Pone atención espacialísima en que los discípulos se
acerquen a los sacramentos.
b) Su celo se caracteriza por ser activo y animoso.
c) Consume toda su vida para dar educación cristiana.
d) El primer blanco de su celo es acabar con el pecado.
e) Garantiza la eficacia de su celo corroborándolo con su
ejemplo.
8. La cruz de Jesucristo es
fuente de santificación.
a) No desvirtúa el mensaje, y enseña de modo llano.
b) Es fiel para poder contribuir a la obra de salvación.
c) Su único fin al instruir a los alumnos es el amor y la gloria
de Dios.
9. Dios, por Jesucristo, da el
crecimiento y la perfección al
quehacer.
a) Se aplica a la oración.
b) Cumple su ministerio, edificando el Cuerpo de Jesucristo.
35
10. Dios otorga las Gracias y
medios según Jesucristo.
a) Asienta las bases de la religión y de la piedad cristiana.
b) pide instantemente a Jesucristo que todas las instrucciones
que dirige vayan animadas por su Espíritu de él reciban toda
su eficacia.
11. Las Gracias de Jesucristo
son eficaces en la medida en
que nuestro albedrío
corresponde a ellas.
a) Apremia a que unan todas sus actitudes a las de
Jesucristo.
b) Obra con el espíritu de Dios, y en la persona de Jesucristo.
c) Cumple con perfección y exactitud el deber de salvar a los
niños.
d) Pide a Dios la gracia de velar por los niños que le están
confiados.
12. Las palabras de Jesucristo
son espíritu y vida.
a) Consigue que sus discípulos lleven vida cristiana, y que las
palabras de Jesucristo sean espíritu y vida para ellos.
b) Estudia a profundidad las verdades y máximas del
Evangelio, para exponerlas con claridad y adaptación a los
niños.
13. La iglesia es el Cuerpo
Místico de Jesucristo.
a) Por su celo, da muestras sensibles de su amor a la iglesia.
b) Edifica la iglesia instruyendo a los alumnos y educándolos
en la piedad.
14. Dios salva a quienes
reciben la Fe manifestada en
obras.
a) Practica la Fe de Jesucristo y las máximas del Santo
Evangelio, y virtudes cristianas.
b) Vive inflamado de celo.
c) Profesa particularísima estima por la instrucción y
educación cristiana.
d) Honra su ministerio haciéndose idóneo.
e) Insiste particularmente en la practica de las buenas obras
de que son capaces los alumnos a su edad
15. Dios elige a sus Ministros. a) Difunde la fragancia de la doctrina divina.
b) Anuncia la palabra de Dios.
c) Ilustra a sus alumnos, descubriéndoles la gloria de Dios.
d) Instruye: enseñando, exhortando e impeliendo
e) Guía con diligencia y vigilancia.
f) Anuncia el evangelio de Jesús, y descubre a los alumnos
las verdades en él contenidas.
36
las verdades en él contenidas.
g) Honra su ministerio procurando salvar a algunos alumnos.
h) Los reconcilia co0n Dios.
i) Les procura medios de salvación proporcionados a su
capacidad.
j) Agradece a Dios.
k) Pone particular empeño en educar a sus alumnos según el
espíritu del cristianismo.
l) Se considera embajador y ministro de Jesucristo en el
empleo que ejerce.
m) Para ser su cooperador en la salvación de las almas,
acomoda su conducta en todo a la de Jesucristo.
n) Actúa como sucesor de los apóstoles al catequizar e
instruir a los pobres.
ñ) Examina ante Dios su proceder en el empleo.
o) Examina ante Dios si el trabajo por la salivación de los
alumnos lo considera como asunto personal.
16. El ministerio para la
salvación es iniciativa y
elección de Dios.
a) Se considera Ministro de Dios, de Jesucristo y de la Iglesia.
b) Se considera embajador de Jesucristo.
c) En la corrección, procede guiado por el espíritu de Dios.
(Justicia, mansedumbre, prudencia).
17. Dios glorifica a los que
enseñan la verdad y la justicia.
a) Desempeña cumplidamente las obligaciones de su empleo.
b) Procede con piadosa y prudente conducta.
Síntesis elaborada por los Hermanos participantes en el primer «Centro de Renovación Espiritual Lasallista» CREL, Guatemala, julio-agosto de 1988.
2.6 TRADUCTOLOGÍA
En la teoría de la traductología, la lengua de la que se traduce se considera como
«lengua original» (LO), y la lengua a la que se traduce, como lengua terminal (LT),
o «receptora». Como quiera, en realidad lo que se traduce no son lenguas, sino
37
textos; podemos definir más exactamente la traducción como el paso de TLO, o
texto de la lengua original, a un TLT, o texto de la lengua terminal. Así pues, los
datos proporcionados por la lingüística y por la teoría de la información no deben
hacer olvidar que, en última instancia, una traducción plenamente satisfactoria es
siempre una obra de arte.
2.6.1 Las transferencias lingüísticas. En la traducción, existe una
sustitución de significados y significantes de la lengua original (LO) por
significados y significantes de la lengua a la que se traduce (LT). En la
transferencia, por el contrario, existen partes del texto de la LT cuyos valores han
sido previamente establecidos en la LO teniendo lugar un injerto de significantes y
significados del TLO sobre el TLT.
2.6.1.1 El concepto. En la transferencia existen partes del texto de la lengua
terminal (LT) cuyos valores han sido previamente establecidos en la lengua
original (LO) Catford, 1970. Tiene lugar, un auténtico injerto de significantes y
significados del texto de lengua original (TLO) sobre el texto de lengua terminal
(TLT).
2.6.1.2 El préstamo. Es aquella palabra o unidad léxica que se transfiere del
TLO al TLT; «football» a «fútbol». En principio el calco puede tener una apariencia
foránea pero acaba por adaptarse a la estructura fónica y acústica de la LT. Un
extranjerismo se convierte en préstamo al naturalizarse y se confunde con el
38
restante léxico de la lengua. Igualmente sucede con el préstamo cuando se pierde
conciencia del mismo. En principio, no deben efectuarse alteraciones señala Niday
Taber, a menos que:
• El texto corra el riesgo de ser malentendido por los receptores.
• El texto pueda no tener ningún sentido para ellos.
• La traducción este tan «sobrecargada» que su desciframiento constituya un
problema para el lector corriente.
2.6.1.3 El calco. Se transfieren al TLT significados de palabras o unidades
léxicas de la LO, que no existan en la TL, si bien se utilizan significantes de la
propia LT; «basketball» a «baloncesto». Además las transferencias léxicas,
existen las transferencias semánticas o calcos semánticos, consisten en la
incorporación a un termino de la LT de una nueva acepción, tomada directamente
de la LO; es la «adopción de un significado extranjero para una palabra ya
existente en una lengua, “boutique” “tienda”».
2.6.1.4 Nombres propios. Entre los cuales encontramos:
• Topónimos. Los nombres de las ciudades, provincias, estados y puntos
geográficos en general deben traducirse siempre que tengan una forma ya
consagrada en la lengua receptora. En cambio, los nombres de las
39
poblaciones pequeñas no suelen tener traducción. Todos los nombres
bíblicos de cualquier condición han de ser traducidos íntegramente, según
Julio Cesar Santoyo (1987). No se traducen el nombre de parques, calles y
plazas, con algunas excepciones o en las calles que consisten en un
número ordinal. No se traduce cuando forma parte de unas señas o
dirección.
• Antropónimos. Son los nombres de personas y deben traducirse en la
denominación usual en la lengua receptora. (Hernández, 1987) y los
nombres de pila pueden traducirse cuando tienen correspondencias en la
lengua a la que traduce, mientras que los apellidos deben permanecer en
su lengua original (Bernardez, 1987). Existen excepciones; es conveniente
distinguir entre nombre de figuras históricas o personas reales, y nombres
de personajes de ficción o literarios. En personas reales es normal su
traducción, cuando se trata de papas, reyes, príncipes, santos, y personajes
de fama universal. En algunos casos se castellanizan también los apellidos.
Los títulos aristocráticos y profesionales se traducen cuando existen
equivalentes en las distintas lenguas. Algunos términos de índole política y
emocional no se traducen y los nombres de los que resultaría ciertamente
cómica la traducción. Los antropónimos de personajes y nombres propios
literarios, en el ámbito de la ficción y en especial en las historietas, cuentos
de hadas y toda clase de literatura infantil, se suelen traducir a fin de
conservar de algún modo en la LT las connotaciones existentes en la LO.
40
• Otras formas Onomásticas. Los nombres de firmas comerciales, revistas,
periódicos, restaurantes, hoteles, universidades, escuelas, hospitales y
otras instituciones públicas y privadas no suelen traducirse. Las formas de
siglas o acrónimos no tienen posibilidad de mutua traducción. Se traducen
los nombres de las organizaciones internacionales, sobre todo cuando
gozan ya una versión oficial. Se pueden traducir también los títulos de
libros, películas, sinfonías y piezas musicales. Los libros que no han sido
traducidos deben reproducirse en su lengua original, pudiéndose añadir
entre paréntesis una traducción de los mismos, al fin de proporcionar una
mejor información al lector de la lengua receptora.
2.6.2 Alternativas de la traducción. Vázquez-Ayora considera como
procedimientos la transposición, modulación, equivalencia, adaptación y
compensación y como complementarios la amplificación, explicitación y omisión.
2.6.2.1 Procedimientos de traducción. Como formas de traducción oblicua
considera la escuela franco-canadiense los procedimientos de transposición,
modulación, equivalencia, adaptación y compensación. Veamos, a continuación,
una descripción pormenorizada de estos procedimientos técnicos (Vinay y
Darbelnet, 1973; Vázquez-Ayora, 1977=; Mounin, 1978), que suponen una
importante contribución al estudio objetivo y razonado de la actividad traductora.
41
• Transposición. Consiste en sustituir una palabra o segmento del TLO por
otra palabra o segmento del TLT que conserve plenamente su contenido
semántico absoluto; pero sin respetar su categoría gramatical ni,
eventualmente, su función sintáctica. Se utiliza cuando no se dispone de un
equivalente formal. Se hace preciso transponer el contenido semántico de
una clase gramatical a otra, sin que ello implique pérdida alguna de la
significación: There´s a reason for life (Hay una razón para vivir). El
sustantivo life ha sido reemplazado por el verbo vivir. La transposición es
considerada como el alma de la auténtica traducción.
• Modulación. La modulación introduce un cambio en las categorías del
pensamiento. Supone una diferencia en el «punto de vista» desde el que se
enfoca en la realidad extralingüística. Por ejemplo, cuando una visión de lo
abstracto o general en el TLO es sustituida por una visión de lo concreto o
particular en el TLT, o viceversa: food for thought a (materia de reflexión)
Literalmente: (Comida para el pensamiento). En estos ejemplos (García
Yebra, 1982: 429-430), se pone de manifiesto cómo cada lengua tiene unas
expresiones fijas, que revelan rasgos estilísticos propios y que es preciso
respetar. Entre paréntesis se encuentran las traduccion literal.
A feu et a sang
A sangre y fuego (a fuego y sangre)
• Equivalencia. Consiste en sustituir un enunciado del TLO por otro
enunciado del TLT que, a pesar de no tener nada en común con el primero
42
ni semántica, ni formalmente, da cuenta de una misma situación: The early
bird catches the worm (A quien madruga Dios le ayuda) (el pájaro
tempranero atrapa el gusano). Para la lengua inglesa el pájaro tempranero,
por su propio esfuerzo casa el gusano. El pragmatismo de este punto vista
se opone la visión del hablante de lengua española, para quien es la
providencia la que viene a compensar la diligencia madrugadora.
• Adaptación. Vinay y Darbelnet, aconsejan recurrir a la adaptación, esto es,
a la sustitución de la situación del TLO por una situación análoga del TLT, o
la menos alejada posible, cuando existen situaciones comunicativas en el
TLO que sean absolutamente impensables en el ámbito cultural del TLT.
Sería mal usar quelle parole antique toscane Sería malo [...] (servirnos de
aquellas palabras que ya están fuera de uso). Parole antique toscane
(palabras toscanas antiguas).
• Compensación. Tiene por objeto equilibrar las pérdidas y ganancias
semánticas de la traducción. En realidad, los procedimientos ya
mencionados, esto es, la transposición, la modulación, la equivalencia y la
adaptación, no son más que formas o grados de compensación.
2.6.2.2 Niveles de traducción. Vázquez-Ayora (1979) considera 3 fases de
complejidad estilística en la actividad traductora:
• El grado cero de la traducción. No hay procedimientos «semioestilísticos»
43
de ningún tipo, siendo posible realizar una traducción literal, o casi literal.
• Primer grado de la traducción. Los procedimientos serían: transposición,
amplificación, explicitación y omisión, aplicables a «categorías
gramaticales» o a «categorías lingüístico-estilísticas elementales».
• Segundo grado de la traducción. Los procedimientos son: modulación y
equivalencia (Vinay y Darbelnett, la modulación se vale de
transformaciones sinecdocales y metonímicas).
• Tercer grado de la traducción. La realización estilística es de mayor
complejidad, los procedimientos son «macroestilísticos», tales como la
adaptación y la compensación, esto es, traducción de las metáforas, que no
tienen equivalencia y se traducen más apropiadamente con símiles.
2.6.3 Traducción de la metáfora. (Newmark, 1992) «Se entiende por
metáfora cualquier expresión figurada.» La metáfora se confunde con los valores
polisémicos de la palabra, entendiendo el término polisemia como «pluralidad de
significados». Las palabras homónimas pueden ser homógrafas, que se escriben
de la misma forma; o bien homófonas, es decir, que suena igual pero de grafía
diferente. En francés ceint, sain, sein, seing [se] (problema para la interpretación
simultánea). En la traducción de las metáforas se debe distinguir entre metáforas
muertas y lexicalizadas, y metáforas vivas y literarias; que conservan el doble
juego significativo existente entre el término metaforizado y el término
metaforizador. (Otros casos de extensión semántica son los casos de polisemia y
44
modismos) (Nida y Taber), una palabra puede tener un sentido primario o central,
otras acepciones o sentidos «literales»; pero también pueden tener «sentidos
adicionales, muy diferentes del primario en todos los aspectos esenciales, es
decir, sentidos figurados». Clasificación tripartita de las modificaciones semánticas
(modismos):
• De modismos a no modismos.
• De modismos a modismos.
• De no modismos a modismos.
Los sentidos figurados:
• Uso figurado por uso no figurado.
• De una expresión figurada por otra también.
• De expresiones no figuradas por otras figuradas.
En conexión con la metáfora está también la comparación o símil, considerada
como figura retórica que consiste en comparar una cosa con otra. La ambigüedad
desaparece con la explicitación del rasgo semántico común entre el término
metaforizado y el término metafórico.
• «Miguel es un Zorro»
• «Miguel es como un Zorro»
45
• «Miguel es astuto como un Zorro»
2.6.3.1 Cognados Y falsos amigos. Es una de las causas de error de
traducción más frecuentes en el nivel léxico, sobre todo en lenguas emparentadas
histórica y culturalmente. Refiriéndose a vocablos que son muy parecidos. Fr.
Pourtant a (por tanto) Es. (Sin embargo).
2.6.4 Los objetivos que debe perseguir una traducción. Como fuente
fidedigna del ejercicio de la traductología se deben tener en cuenta los objetivos
que una buena traducción debe buscar y las metas que habrá de alcanzar para
garantizar la fidelidad del texto de lengua objeto de la traducción.
2.6.4.1 Comprender / interpretar. Esto es, desarrollar las competencias
lectoras y las capacidades comprensivas a fin de conseguir una correcta
interpretación del «sentido» del mensaje que debe traducirse.
2.6.4.2 Re-expresar. Esto es, desarrollar las competencias «expresivas y
redactoras» a fin de conseguir reconstruir un texto que reproduzca, el primitivo
acto de comunicación, recogiendo una intencionalidad similar y unas
características funcionales equivalentes.
46
2.6.4.3 Valorar el resultado. Esto es, confrontación del contexto creado por
el traductor con el producto primitivo, evaluando las ganancias y pérdidas y
corrigiendo las desviaciones semánticas y pragmáticas.
2.6.5 Técnicas de restitución. J.P. Vinay y J. Darbelnett clasifican en dos
grupos el procedimiento del ejercicio translativo.
2.6.5.1 Técnicas de traducción directa. En las que se incluyen préstamos,
calcos y traducción literal.
2.6.5.2 Técnicas de traducción oblicua. Transposición, modulación,
equivalencia y adaptación. Los tres primeros procedimientos se refieren a una
problemática gramatical y léxica más general.
• Transposiciones. Consiste en reemplazar una parte del discurso por otra sin
cambiar el sentido del mensaje, algunos de los cambios dentro del proceso
son:
• La categoría Adjetiva. Es uno de los elementos más flexibles y con más
posibilidades combinatorias. Hermogene me transmit quelques messages
de l´impératrice; elle se montra convenable. Cortazar Traduce:
47
(Hermogéneses fue portador de algunos mensajes de la emperatriz. Su
tono era digno).
• Sustantivos y nominalizaciones. J. Dubois menciona tres procedimientos
para llevar acabo síntesis nominales:
ü Les nominalisations afixales. Es decir, aquellas que se forman
añadiendo morfemas específicos.
ü Les nominalisations infinitivos. Que utilizan el afijo del infinitivo.
ü Les nominalisations simples. Se forman mediante la desaparición
del verbo.
• Modulaciones. Consiste en realizar desplazamientos en el punto de vista.
Entre ellos están las sustituciones metonímicas: el efecto por la causa, el
continente por el contenido, el nombre del lugar por la acción, el signo por
lo significado, una parte por otra, la parte por el todo. Estos provocan
generalmente movimientos en las categorías gramaticales trabajando con
frecuencia la transposición y la modulación en conjunto.
• Ampliación. Procedimiento por el cual, el texto de llegada expansiona el
segmento del texto de partida, (es una versión más de la transposición).
Solamente puede recurrirse a estas como último recurso. Pues encierran, el
peligro de ampliar innecesariamente el texto mediante rodeos y paráfrasis.
48
2.6.6 Transposiciones debidas a la normativa del sistema lingüístico.
Algunos cambios en la estructura gramatical son debidos al distinto
funcionamiento normativo de ambas lenguas. Otras modificaciones en la
estructura sintáctico gramatical se generan por imperativos semántico
pragmáticos. Las transposiciones que obedecen a criterios gramaticales son:
2.6.6.1 Reorganización de elementos discursivos. El orden de las palabras
esta marcado por imperativos sintácticos o tendencias discursivas. En la
traducción del francés al castellano, estas son las reorganizaciones frecuentes.
• Segmentos temporales, espaciales o modales. Intercalados en el texto francés
que pasan a ocupar el principio de la frase en el texto castellano. Les désastres
extérieures du second Empire n´ont heureusement pas eu lieu. Traducción:
(Afortunadamente, los desastres exteriores del segundo imperio no llegaron a
producirse).
• Reorganización del grupo sustantivo más grupo adjetivo. El francés antepone
con cierta frecuencia, un grupo adjetivo a un grupo sustantivo. La traducción
castellana en muchos casos prefiere hacer aparecer el núcleo adjetivo en
primer término. Bringuebalante depuis des années, la Communauté
européenne risque maintenant tous les jours de voler en éclats. Traducción:
(La Comunidad Europea tambaleante desde hace ya tiempo, corre ahora el
riesgo cada día de romperse en pedazos).
49
• Reorganización del grupo sintagma nominal más complemento preposicional.
Cualquier tipo de segmento preposicional que acompañe al núcleo sustantivo
puede presentarse en francés antepuesto a éste. Y, en la mayoría de los casos
el español preferirá posponer el complemento. Parce que trop complexes, les
rapports internationaux sont souvent présentés sous un jour simplifié.
Traducción: (Las relaciones internacionales, por su excesiva complejidad se
presentan a menudo bajo un prisma simplificado).
2.6.6.2 La restitución del artículo y de morfemas posesivos. Entre los casos
de divergencia encontramos:
• Los nombres de países. Que carecen, salvo excepciones, de artículo en
español. La Tunisie, le Yémen du Nord et le Yémen du sud... Traducción :
(Túnez, Yemen del Norte y Yemen del Sur).
• Las cualidades psíquicas en cantidad indeterminada. Tous appréhendent
d´être victimes d´une injustice. Le résultat est la peur et la haine. Traducción:
(... el resultado es miedo y odio).
• Y ciertas impresiones olfativas. Ça sentait le feu Traducción: (olía a fuego).
• Los gentilicios. Sobretodo si aparece una enumeración del mismo, Benito
Juárez a du faire face a l´invation des francais, des Anglais, des Espagnols...
Traducción: (Benito Juárez tuvo que hacer frente a la invasión de franceses,
ingleses, españoles...
50
• Y con un conjunto de expresiones lexicalizadas. Les uns et les autres...
Traducción: (unos y otros).
2.6.6.3 La restitución de las preposiciones. V. García Yebra en su estudio
pone de manifiesto: si el traductor procede secuencia a secuencia, la preposición
queda diluida en el grupo nominal o verbal del que forma parte y los calcos de la
lengua de partida son más fáciles de evitar. Lo cual es válido en la traducción de
locuciones preposicionales y asociaciones sintagmáticas que incluyen preposición,
de complementos preposicionales y de todo tipo de expresiones que incluyen
preposiciones.
2.6.6.4 Las restituciones grafemitas. En la puntuación, el español y el
francés presentan ciertas divergencias en la utilización de los signos de
puntuación, las más destacables son:
• Empleo de las comas.
• La conjunción «y» cuando la coma separa los dos últimos términos de una
enumeración.
• La ausencia de marcas de puntuación cuando la coma se sitúa ante un
complemento circunstancial.
• Un punto y coma o un punto en francés, si la coma separa dos oraciones
independientes.
51
• Los dos puntos.
2.6.6.5 Mayúsculas y minúsculas. Entre las divergencias se encuentran:
• Los sustantivos referidos a nacionalidades utilizan mayúscula en francés y
minúscula en castellano.
• En las designaciones históricas y políticas, el francés solamente utiliza la
mayúscula en el sustantivo. El castellano también la presenta en el adjetivo.
• Los tratamientos llevan mayúsculas en castellano, no en francés.
• Las leyes, reglamentos, decretos, resoluciones determinadas van en
mayúscula en castellano.
2.6.7 El sistema deíctico. El sistema de la deixis espacial francés difiere
sensiblemente del castellano. B. Pottier representa el esquema de ambas lenguas
así:
52
Figura 3. Esquema francés-español
Sistema francés
Ici là – là-bas
CECI CELA
CE
Sistema español
Aquí allí
Acá (ahí) allá
ESTE (ESE) AQUEL
Tricas Preckler, Mercedes. Manual de traducción francés-castellano.
Dicho esquema pone de manifiesto que el demostrativo francés ce recurre el
campo mostrativo español de este, de ese e incluso de aquel.
53
3. DISEÑO METODOLÓGICO
A continuación se realizará una descripción del objeto de estudio, de las técnicas
de traducción, que se emplearán como recursos para la traducción del texto; y
finalmente, un análisis de las etapas de la misma dentro del proceso de
investigación.
3.1 OBJETO DE TRADUCCIÓN
H. Alban. «HISTORIA DEL INSTITUTO DE LOS HERMANOS DE LAS
ESCUELAS CRISTIANAS DE SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE MÁS ALLÁ
DE LAS FRONTERAS DE FRANCIA DE 1700 A 1966» (partes I y II). 300
páginas.
3.2 TÉCNICAS DE TRADUCCIÓN
A partir de la investigación y la lectura rigurosa de la bibliografía disponible, se
llegó a la conclusión, que para realizar una traducción fidedigna no es posible
aplicar una sola técnica o método de trabajo sino operar bajo sus diferentes
54
procesos que se encuentran comprendidos dentro de las tres fases de
complejidad estilísticas en la actividad traducto ra propuesto por Vázquez Ayora
(1979)... ver numeral 2.6.4... y los pprocedimientos técnicos de traducción: literal y
oblicua, modulación, equivalencia, adaptación, amplificación, omisión,
compensación, préstamos, eliminación y otra serie de elementos propios a este
tipo de trabajos.
En conclusión, la lengua es un texto completo, es decir, las partes conforman la
totalidad del texto y no es posible tomarlas por separado.
3.3 ETAPAS DE LA TRADUCCIÓN
Para el proceso de traducción del texto «HISTORIA DEL INSTITUTO DE LOS
HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS DE SAN JUAN BAUTISTA DE
LA SALLE MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS DE FRANCIA DE 1700 A 1966»
(partes I y II), ha sido necesario empezar por la lectura del mismo para identificar a
que tipología textual pertenece y además identificar el tema desarrollado por el
autor. Esta primera lectura ayudada del diccionario fue importante para
comprender al menos literalmente los términos desconocidos y obtener la idea que
el autor quiere expresar.
Como segunda instancia, ha sido importante revisar la literatura existente sobre
traductología y sobre el tema que es desarrollado en el texto (expansión de las
55
Escuelas Cristianas de San Juan Bautista de La Salle, sus orígenes y su
pedagogía), de esta manera ha sido posible perfeccionar la competencia
necesaria de los requerimientos teóricos exigidos en el momento del ejercicio de
traducción y el planteamiento del problema, enfocándolo hacia la educación; y
además, a partir de este ubicar los elementos lingüísticos, semánticos y
pragmáticos que podrían presentarse dentro del texto. De este modo es
observable que las diferentes técnicas que se proponen en traductología ofrecen
una opción para solucionar cada uno de estos inconvenientes lexicales o
semánticos conformando un solo proceso.
A partir de todo lo anterior, fue posible proponer el problema planteado en el
presente proyecto y el enfoque pedagógico que de este se espera. De esta
manera se puede decir que el proyecto presenta bastante confiabilidad, puesto
que se encuentra sustentado en la viabilidad de la información obtenida.
56
4. TRADUCCIÓN DE LA OBRA
2
HISTORIA
DEL INSTITUTO
MÁS ALLÁ DE FRANCIA
3
PREFACIO
El Señor de La Salle, el Santo Fundador de los Hermanos de las Escuelas
Cristianas, no se había propuesto consagrar únicamente en Francia a su Familia
Religiosa y sus escuelas. Él tenía una visión más amplia, y es seguro que él
nunca habría alojado en su corazón pensamientos ambiciosos y deseos de
conquista, su celo se modelaba sobre el de Jesucristo, su Divino Maestro. Sin
duda, él se preocupaba por decirle a sus hijos: «¡Vamos! ¡Enseñen en todas las
naciones!» Pero el dio a su Instituto un espíritu y una concordancia tal, para que
ellos puedieran adaptarse sin notables modificaciones a la naturaleza de los
diferentes pueblos de la tierra.
Es dentro de ese ánimo que a petición de Luis XIV y del Arzobispo de
Paris, el Señor de La Salle dio una educación particularmente distinguida a los
hijos de los nobles irlandeses que habían seguido en Francia a Jacques II, Rey de
Inglaterra, después de la pérdida de su trono; quien hizo aún más: envió dos
Hermanos a la capital de la cristiandad misma -el Hermano Gabriel y el Hermano
Gérard Drolin- para desempeñar bajo vigilancia del Papa, el oficio de su
vocación. Acaso, ¿él esperaba que esa humilde simiente surgiera con tanta
fuerza, más allá de los Alpes y, se remontara algún día hasta las cuatro esquinas
del mundo, como las semillas llevadas por el viento que a menudo germinan sobre
las islas de los grandes océanos?
4
Ésta fundación en la lejana Roma tenía otro objetivo relacionado
estrechamente con el anterior: dar a los Hermanos de su tiempo y a los que
vendrían a continuación, una fuerte lección de apego a la Iglesia romana y a su
Superior, ¡el Soberano Pontífice! ¡Ah! ¡Sí! ¡él tenía este designio fuertemente en
el corazón!, tanto así que, algunos días antes de lanzar el último suspiro, escribió
en su testamento: «Le recomiendo a los Hermanos de la Sociedad de las
Escuelas Cristianas tener siempre una entera sumisión a la Iglesia, recordándo
que envié dos Hermanos a Roma para pedirle a Dios la gracia de que su Sociedad
sea siempre dócil» (1).
Ese deseo ha sido atendido. Que nos baste con citar como apoyo las palabras
pronunciadas el 3 de marzo de 1965 por el Soberano Pontífice Pablo VI, quien
reinaba gloriosamente. En el curso de su visita a los Superiores Mayores y a los
numerosos Hermanos de las Escuelas Cristianas concentrados en los salones del
Instituto Técnico que ellos mismos dirigían en Aventin, exclamó: «Estoy feliz de
estar investido por la Divina Providencia de ese gran mandato de Vicario de Cristo,
para decirles en nombre del Señor: “¡Continúen, prosigan su actividad, ya que
ustedes están sobre el camino verdadero del servicio a Dios y a la Iglesia!”».
___________
(1) El original del testamento esta perdido. Una copia con fecha del siglo XVIII, se encuentra en los Archivos Generales de la Casa-Madre. Ver el texto en los «cuadernos Lasallistas» N° 26.
5
Después, pensando en los innumerables establecimientos Lasallistas
extendidos a lo largo del globo, el Papa añadió: «Desde este Colegio Pió IX,
donde nos encontramos en este momento, ¡quisiera saludar a todas sus escuelas
en el mundo entero… a todos sus colegas… a todos sus alumnos!» (2).
Ningún preámbulo podría
ser más adecuado para esta obra
que presentamos ¡hoy!
____________
(2)Boletín del Instituto de los H.E.C. 1965, p. 138.
6
PRIMERA PARTE
EL INSTITUTO
DE LOS HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS
MÁS ALLÁ DE FRANCIA EN EL SIGLO XVIII
7
EN ROMA CON GABRIEL DROLIN
Gabriel Drolin, nació en Reims, había entrado a los veinte años a la familia
religiosa fundada por San Juan Bautista de La Salle, en una casa de la calle
Neuve de esta ciudad. Pertenecía a la más antigua generación de los Hermanos
de las Escuelas Cristianas. Lo encontramos primero en la Escuela de Laon, donde
él, con su modestia, su regularidad y su celo por instruir bien a los niños, edificaba
a las personas. Fue transferido enseguida a Rethel, después a Calais, donde
funda, en calidad de Director, la Comunidad y la Escuela Cristiana. Cuando en
1691, el Santo Fundador de los Hermanos, quiso asociarse con dos de sus
discípulos para cimentar las columnas de su Instituto, posa sus ojos sobre Nicolas
Vuyart y Gabriel Drolin. El día de la presentación de la Santísima Virgen, los tres
hacen la promesa heroica de permanecer unidos hasta la muerte para mantener el
establecimiento de las Escuelas Cristianas, sin poder nunca retirarse; igualmente,
permanecerían solos en la Sociedad y se verían en la obligación de pedir limosna
y vivir solamente de pan. Nicolas Vuyart resultó perjurioso en su juramento; pero
Gabriel Drolin permaneció fiel a su Institución hasta la muerte, a pesar de las
grandes dificultades.
Roma, primera fundación más allá de Francia
Llegamos a la aurora del siglo XVIII. Fue el momento en el cual el Señor de
La Salle posó sus ojos sobre Roma, para llevar a cabo esa misión elegida,
8
necesitaba un hombre en quien pudiera depositar toda su confianza, un verdadero
religioso experimentado, con una regularidad sin debilidad, capaz de acatar las
reglas y la esencia de su Instituto lejos de su Superior y de sus Hermanos, en el
seno mismo de las peores dificultades, un obrero incapaz de rendirse ante la
primera dificultad que se le presenta, uno de esos hombres que no le regatean a
Dios, y que hacen todo para complacerlo, y sin embargo, creen que no es
suficiente. En fin, ese Hermano debía tener mucho tacto para maniobrar en un
medio extranjero entreverado y complicado; donde, según las palabras de
Joachim du Bellay, «la fineza abunda» (3). En fin, era necesario que fuese un
buen pedagogo, penetrado de las ideas de su Fundador, acerca de la educación
de niños, ya que el sería el protagonista de los nuevos métodos en una escuela de
un ambiente muy diferente al de las escuelas tradicionales (4).
Hoy nos imaginamos, con dificultad, el viaje a Roma de Gabriel Drolin y de
su hermano Gérard, a quien el Señor de La Salle le asignó como compañero (5).
Nosotros que vivimos en una época en la que nos desplazamos constantemente
por carretera, ferrocarril y aire; y equipados, por otra parte, de todas las
comodidades deseadas, nos es difícil imaginarnos la odisea de estos dos solitarios
religiosos, yendo con el bastón en mano sobre las deterioradas carreteras
____________
(3) JOACHIM DU BELLAY, Lamentos, soneto LXXXII (4) Boletín del Instituto de los H.E.C. octubre 1953. Ver también: Cartas de S.J.B. de La Salle, por el H. Félix Paul. (5) Mostraremos más adelante que Gerardo Drolin era verdaderamente el Hermano de Gabriel Drolin.
9
de la época, y dotados con un equipaje ligero. Inciertos de techo y comida,
avanzando en pequeñas etapas, pero sin parar y por todo tipo de clima, ellos
atravesaron países de los cuales no conocían ni el lenguaje ni las costumbres.
Para ese trayecto que duró cincuenta, sesenta días, ¿quién sabe?... poseían la
irrisoria suma de cien francos para los dos, reunida, difícilmente, por el Señor de
La Salle que se encontraba en ese momento ¡en la más penosa iliquidez!
En un bolsillo profundo, al lado del monedero de cuero, guardando su
estrecha fortuna, Gabriel ciñó las cartas de recomendación que lo acreditaban
ante el Cardinal de Estrées, antiguo Obispo de Laon, y también, ante el Papa
Inocencio XII. Y sin embargo, comenzando ese mes de septiembre, se
encaminaron alegremente; ya que las vacaciones que divisan con felicidad y
que acaban de comenzar les hacen olvidar las fatigas de un año escolar de once
meses (6). La carretera de Fontainebleu los conduce a través de Bourgogne que
está cubierta de viñedas donde los recolectores cantan mientras trabajan. En
seguida se encuentra Savoi, después las montañas de los Alpes con sus caminos
tortuosos, que por el Petit Saint-Bernard los conducen a Italia. A la larga, Gérard
Drolin, que no tenía ni la virtud ni el carácter resistente de su hermano, sufría más
fácilmente de las fatigas de ese largo peregrinaje. Y además, hasta para un
antiguo religioso como él (7), la piel era, verdaderamente, muy delgada.
___________ (6) La regla antigua de los Hermanos preveía un solo mes de vacaciones :
septiembre. (7) Ver carta 5 en la obra ya citada del Hermano Félix Paul.
10
Ellos hicieron a menudo como ese parisino del siglo XVII, llamado
Bouchard, que escribió el reporte de su viaje a Roma (8). Sentados bajo los olivos
que bordean la gran carretera, «se contentaron con huevos duros y con provatures
(quesos de búfalo, es decir, de hembras de búfalo) y bebieron el agua cristalina de
las fuentes». Sin duda, a veces recurrieron a una ración en las puertas de algún
monasterio donde un hermano laico, distribuía a la vez la comida para el espíritu y
para el estómago. «Después de una exhortación vehemente, él agitaba su enorme
turbio a la manera de una férula o garrote para hacer formar a los hambrientos;
después, él servía a cada persona una porción de sopa espesa o de habas
cocinadas en aceite» (9). De este modo lo cuenta otro peregrino que vivió en esos
tiempos difíciles.
Para pasar la noche en una ostería (albergue) de segunda categoría, les
era necesario desatar la bolsa y pagar cuatro Jules por cabeza, esto era, un franco
y treinta centavos. Pero, por economía, pedían, sin duda, dormir en la caballeriza,
en los montones de heno al lado de las mulas. No podían evitar el gasto cuando
se trataba de adquirir un carnet de salud (10) en promedio un demi-grosso, es
decir, dos francos y medio; tampoco pudieron evitar pagar el impuesto de peaje,
estando ya cerca del destino de su viaje, para pasar el puente sobre el Paglia, en
____________
(8) BOUCHARD : «Un parisino en Roma y en Naples», 1632, p. 13, biblioteca
vaticana. (9) I. GIORDANI, «La città murata», pp. 13 y 15.
(10) BOUCHARD, Un Parisino..., p. 156.
11
Acquapendente ; este río atravesaba enseguida a Orvieto, pero dejaron esa ciudad
a su izquierda. También había ladrones de los grandes caminos; sin embargo, en
el periodo de su viaje el peligro no era muy grande; ya que el Papa Inocencio XII,
quien reinaba con gloria, había renovado los Edictos de Sixte-Quint que los
condenaban a la horca (11); de esta manera, ¡los bandidos lo pensaban dos veces
antes de tomar los bienes o la vida de los peregrinos! Por otra parte, ¿eran
robables los hermanos Drolin?
Pero, sin embargo, bordearon el lago de Bolséne y el pasado
Montefiascon, famoso por su vino de Est! Est! Est! Que ellos, sin duda, han
querido degustar.
En Viterbe, oraron delante del relicario de Santa Rosa; y en la Storta,
finalmente, se reunieron en el mismo sitio donde Jesús, cargando su cruz, se le
apareció a San Ignacio de Loyola. Unas millas más adelante… pero ¿fue ese un
milagro?... No, ya que los compañeros de ruta estiraban los brazos mostrandoles
allá la cúpula aérea de San-Pedro que se desprendía del cielo azul. Los dos
Lasallistas se hincaron gritándose el uno al otro: «¡he aquí el fin de todos nuestros
males!». ¡Desgraciadamente! pronto se enteraron que el Papa Inocencio XII había
muerto el 22 de septiembre anterior, y que los Cardinales llevaban reunidos en
____________
(11) Nuevo Viaje a Italia (Anónimo). La Haye (ciudad de los Países Bajos), 1731.
biblioteca vaticana. Vol. III. p. 60.
12
Cónclave desde el 9 de octubre hacía ya varias semanas. También, se creía que
el nombramiento de su sucesor tardaría un poco más, ya que los representantes
españoles, alemanes y franceses estanban lejos de ponerse de acuerdo. Y
entonces, ¿qué iba a suceder con ellos sin dinero, sin ayuda y sin apoyo en la
inmensa ciudad?
Después de haber acompañado a nuestros peregrinos hasta la Ciudad
Eterna, detengámonos un momento para hacernos una pregunta: ¿Hemos
respetado escrupulosamente los documentos que conciernen a nuestro discurso?
Preguntémonos primero, ¿cuál es la verdadera fecha de ese viaje? y por
consiguiente, ¿cuál fue el momento de la llegada a Roma de los primeros
Hermanos de las Escuelas Cristianas; problema a menudo debatido, y que hasta
el momento no ha recibido una solución válida. De hecho, los historiadores no han
logrado ponerse de acuerdo sobre este punto. He aquí, como el Hermano Félix
Paul (12) se refiere a este asunto: «Blain el primer historiador de nuestro Fundador
declara: “en el mismo año de 1702, el Señor de La Salle ejecutó un proyecto que
Dios le había inspirado desde hacía un largo tiempo: esto era, enviar dos de sus
discípulos a Roma para establecerse allí”. Esta fecha, continua el Hermano Félix
Paul, que los contemporáneos no parecen poner en duda, fue considerada hasta
el siglo XIX, para sustituirla, ya sea por el año de 1700 o 1701» (13). Detengamos
____________
(12) El H. Félix Paul reunió las cartas de S.J.B. de La Salle en un vol. acompañándolas de comentarios y notas explicativas. (13) H. Félix Paul. Cartas de S.J.B. de La Salle, p. 52.
13
aquí la cita del Hermano Félix Paul. En efecto, en los siglos XIX y XX, Lucart y
Guibert dieron la fecha de 1700, Rigault adelanta la de 1703 (14), y Ravelet
precisó la fecha de 1702. En cuanto al Hermano Félix Paul, en su manuscrito
inconcluso -y terminado por Rigault- parece estar inclinado hacia una fecha aún
más tardía. Sin embargo, no cabe duda de que, si su magnifica labor no hubiera
sido brutalmente interrumpida por la muerte, hubiese interpretado exactamente el
documento descubierto por él, en la Sapiencia de Roma, y del cual tomó una
copia, pero que una muerte imprevista no le permitió estudiar.
Somos nosotros mismos quienes la hemos encontrado en la abundancia de
sus notas en italiano. He aquí, ese texto que debe cortar definitivamente las
discusiones: «Que ningún maestro pueda abrir una escuela si no ha vivido de
manera continua en Roma, y sin haber salido nunca de allí por un lapso de cinco
años» (15). Esta precaución había sido tomada por las autoridades académicas
para prohibir que el primer llegado, que no supiera hablar romano pudiera enseñar
en las escuelas. La conclusión que se impone es esta: el Hermano Gabriel Drolin,
ignoraba esos textos en el momento de su llegada a la Ciudad Eterna. He aquí el
motivo por el cual él no pudo abrir una escuela sino hasta cinco años después de
su venida a Roma. Ahora bien, obtuvo su patente en 1705 cuando había entrado
en Roma en 1700.
___________
(14) Rigault, I, p. 315. (15) Archivos de la Sabiduria: Ludi magistri, t. II, p. 283.
14
En cuanto al itinerario que hemos escogido para el trayecto Paris-Roma, es
el más corto, y por consecuencia, el mejor adaptado al bolsillo de los dos viajeros.
Si el viaje hubiera tenido lugar en 1701 o 1702, hubiera sido de otra manera,
porque en ese entonces la Guerra de Sucesión de España causaba estragos en el
norte de Italia, impidiendo todo viaje. Sin embargo, la Cónclave llegará a su fin el
23 de noviembre de 1700, dos o tres semanas, quizas, después de la llegada de
nuestros viajeros. La sfumata (humo blanco) que se elevaba por encima de la
Capilla Sixtina, anunciaba que el nuevo Papa era elegido, y el más antiguo de los
Cardenales diáconos proclamaba su nombre en lo alto de la Logia de San-Pedro.
Fue el Cardinal Albani, quien, en el día de la Fiesta de San Clemente tomó el
nombre de Clemente XI.
Si toda Roma estaba feliz, no podía decirse lo mismo de nuestros dos
viajeros; puesto que las cartas de recomendación de las cuales eran portadores
no servían de nada siendo remitidas al Pontífice difunto. Ese Papa tenía una
debilidad por el Cardinal de Estrées y lo escuchaba con mucho gusto. Ellos no
podían esperar, a partir de ese momento, más auxilio de ese Cardenal y he ahí a
nuestros viajeros desprovistos de recursos, errando por las estrechas calles de la
gran ciudad que les parecía hostil. No hablaban italiano al menos hasta ese
momento, y les fue muy difícil encontrar una madriguera provisional. Felizmente,
la caridad es una bella realidad en la cuidad de los Papas. Dar alojamiento a los
viajeros y peregrinos, tales eran los votos piadosos de numerosos conventos y
confraternidades. En San Louis-des-Français, ciertamente, recibieron casa y
15
comida durante tres días… además les obsequiaron cinco escudos para cada uno,
alrededor de dos liras y media (16).
En la Trinitá dei Pellegrini, habrían sido recibidos con una gran
demostración de generosidad, ya que los libros de cuentas de esa asociación
mencionan las donaciones de trigo, carne, huevos, aceite, pescados, pollos,
jamón, madera y carbón, sin contar la veladora; todo en cantidades considerables
(17). Este alojamiento duraba tres días como en las otras confraternidades. Si se
hubíesen quedado tan solo unos días, ellos habrían podido haber hecho su
negocio como los peregrinos pobres; pero de lo que se trataba era de permanecer,
de buscar una escuela donde pudieran enseñar a aquellos que ignoraban la
lengua de Dante. Al escribir al Señor de La Salle, las esperas serían demasiado
largas, y ¿Qué tanto dinero les había podido enviar? ¡Él era pobre también! el
Señor Cura de San Sulpicio, que había sido la Providencia de los Hermanos, sería
ahora y cada vez más ¡los cordones de su bolsa¡ Todo eso fue demasiado para
Gérard, el más joven de los hermanos Drolin. A pesar de las suplicas de Gabriel,
él se decidió -¿Cuándo? Es difícil de saber- a abandonar su rol, y volver a Francia.
¿Cómo? ¿Por cuáles medios? ¿Por cuál ruta? ¿Con qué subsidios? Estos puntos
no pudieron ser dilucidados. El Hermano Félix Paul suponía con verosimilitud que
un Prelado que se dirigía de Roma a Avignon, territorio del Papa, llevó a Gerard
____________
(16) MARIO ROMANI, Pellegrini e Viaggiatori, p. 198. (17) Id. p. 204.
16
con su personal doméstico. Una cosa es segura, nuestro hombre estaba en
Avignon, en el otoño de 1702, y que un cierto Señor de Château-Blanc le encargo
hablar con el Señor de La Salle cuando llegara a Paris. La meta de esta gestión
era crear una escuela de Hermanos en Avignon. Proyecto que no tardó en
realizarse (18).
Solo durante un cuarto de siglo
He ahí, entonces, que el Hermano Gabriel permaneció solo en la capital de
la cristiandad. ¡Solo durante un cuarto de siglo! ¡Solo para llevar el peso de la
pobreza, la enfermedad, la tentación y el trabajo rudo! A pesar de todo, el será fiel
a la promesa del 21 de noviembre de 1691. «Hice voto de permanecer en la
Sociedad así me tocara pedir limosna o vivir solamente de pan…» ¡Sí, responderá
fielmente a las miradas que su padre y Superior hizo sobre él! Allá él fue ayudado
por los consejos y las palabras de aliento de un religioso a quien el Instituto
Lasallista debe un infinito reconocimiento: el señor Divers, Procurador de la
Sociedad de Padres de la Misión en Roma. Acerca de este asunto leímos en un
manuscrito conservado en la biblioteca del Arsenal en París: «un maestro de
escuela, francés, de la Comunidad instituida por el Señor de La Salle, había ido a
Roma para instruir gratuitamente a los niños pobres.
____________
(18) Rigault, I, p. 343. Pero ese digno hombre encontrándose sin dinero un tiempo después de su
17
llegada, resolvió dejar de lado esa noble empresa y regresar a Francia. El señor
Divers, a quien él hizo primicias de su propósito, no descuidará para nada el
desarrollarlo, a causa del gran bien que él le veía hacer. Él se proveyó para su
subsistencia por medio de sus amigos hasta que le obtuvo una pensión con el
Papa, de la cual disfruta hoy» (19). Agreguemos que esa pensión era muy módica.
Detengámonos un momento en una obra de celo operada por nuestro
Hermano Gabriel. No pudiendo aún tener una escuela para él, se hace recibir con
agrado como catequista en San Lorenzo en Lucina una de esas Iglesias romanas
decoradas de antiguas estatuas, mosaicos, cuadros, que son obras de arte, tal
como la Crucifixión de Guido Reni. En el fondo de una nave baja de la Iglesia
reunió una tropa de niños, recostado en un pilar, los ordenó en semi-circulo
delante de él; como maestro experimentado, dominó pronto a esos muchachos
turbulentos y los hizo interesarse en la educación. El silencio y el orden que
reinaban en ese pequeño mundo, la atención y el interés que brillaban en los ojos
de los niños, despertaban la curiosidad de los fieles que venían a rezar a la
Iglesia. Contraste que golpeaba con el ruido y quizás el desorden de los grupos
que funcionaban a lado.
____________
(19) La vida del Sr. Divers (Anónimo). Manuscrito de la biblioteca del Arsenal en París, n.° 3.396, p. 66.
18
Es allá, sin duda, que el Sr. Divers había marcado el celo y las cualidades
pedagógicas de Gabriel Drolin. En cuanto a este último, cuando regresaba a su
vivienda poco lujosa, solo portaba pan por el valor de 20 baïoques (moneda de la
época) que le había n dado a titulo de su remuneración (20). ¡Algo tenía para
comer por varios días! ¡Ah! estas palabras que recuerda: «Prometo (ser fiel) ¡así
sea necesario vivir solamente de pan¡». No, su situación no era en lo absoluto
envidiable. Además, temia lo viesen mal, porque es francés, y porque el ejército de
su país asolaba en ese momento el norte de Italia, teatro de la Guerra de
Sucesión de España. Por tal motivo, italianizará su nombre haciéndose llamar
Gabriele Drolini.
Situación al mismo tiempo más penosa, a la que se agregaron las
calamidades que pesaban sobre Roma en esos primeros años del siglo: el Tibre
se desbordó en la navidad de 1701, inundando los barrios bajos donde quedaban
las casas de los pobres como Drolin, dañando los muebles, agrietando los muros y
volcando hasta las casas; la calamidad se renovó en 1702. Y en seguida se
produjo un violento terremoto que causó muchos estragos y aterrorizó a los
romanos de los cuales muchos huyeron al campo. Fue entonces cuando dos
arcos del coliseo cayeron con estrépito. En esa ocasión, Clemente XI ordenó un
ayuno solemne para mantenerlo con perpetuidad en la ciudad de Roma (21).
___________
(20) La baïoque valía un «sonido». (21) Este ayuno fue observado en la Casa-Madre de Roma, hasta cuando fue
abolido, en la época de la segunda guerra mundial.
19
A su discípulo tan experimentado, el Señor de La Salle prodigó ánimos y consejos.
«Es necesario, le escribe, que usted se abandone fuertemente a la conducta de
Dios, y que sea el Espíritu de Dios quien lo conduzca» (22). Como padre
compasivo le enviaba dinero cada vez que le era posible; pero las necesidades
siempre renacen. Harto de la guerra, el pobre Hermano se decide a vivir de
recursos que no están muy en relación con el espíritu del Instituto, ya que acepta
dar lecciones a las pequeñas hijas de un francés, el Sr. De la Bussière. Éste, en
cambio le ofrece vivienda y comida en su propia casa. Allí se mostrará con lealtad
a su padre, quien le responderá: «No es necesario querer ahorrar dinero haciendo
cosas contrarias al Instituto» (23). Aquello que le inquietaba sobretodo, era el
peligro que podía correr su discípulo de perder el gusto por la vida humilde y
modesta que debe caracterizar a todo religioso. Por otra parte, conociendo su
temple de alma, él le podía hablar vehementemente.
En otra carta (13 de febrero de 1705) le dirá aún más sobre el mismo
asunto: «Es necesario que sea el Espíritu de Dios y un gran celo quienes lo
conduzcan, y me parece que no veo ni uno ni otro en tal labor». De otra parte,
estas palabras tinenen como consecuencia duda y falta de confianza en la
capacidad del Hermano Gabriel: «No sé, escribió el Señor de La Salle, si usted
hará algún día algo donde está ahora». (24). Estas palabras son un latigazo que
____________
(22) Cartas de S.J.B. de La Salle, n.° 16. (23) Id. n.° 13.
(24) Carta 16.
20
sorprende al Hermano Gabriel, ya que justamente, sus largas gestiones
infructíferas hasta entonces, están hoy en día coronadas de éxitos. Finalmente,
obtuvo un puesto como maestro de escuela en Roma. ¡Ah! ¡Cómo se apresuró a
enviar estas buenas noticias a Paris! En Paris, donde quizás bajó la influencia de
su entorno, el Señor de La Salle se dejó llevar por las sospechas al respecto. ¡Ah!
No, él no desertará como Nicolas Vuyart, quién sucumbiendo a la tentación de la
codicia ¡se apropió del legado del Cura de San Hippolyte, en Paris! Ahora bien, he
aquí que a esas insinuaciones que lo afligen, puede objetar la gran noticia que
envió a Paris, la noticia inesperada: ¡es maestro de escuela!
Su Superior y padre cuando recibió esa carta, exaltó: «Mi bien querido
Hermano, la noticia me ha causado una gran alegría, porque me ha enterado de
que hace, finalmente, la función de su estado»; además, como padre afectuoso, él
corre un tupido velo sobre el pasado; se esfuerza por vendar con mano suave las
heridas de su hijo espiritual: «Estamos muy alejados de juzgarlo». Señalemos ese
«nosotros» inhabitual bajo la pluma del Santo Fundador. ¿Esa palabra no se la
aplicaba a su entorno? ¿A Hermanos poco caritativos prontos a juzgar sobre las
apariencias? y Gabriel ¿No había adivinado esto? Su padre, muy compasivo y
muy comprensivo le dijo aún: «Sé que está muy lejos de hacer lo que hizo el
Hermano Nicolas Vuyart, y eso es lo que hace que confíe plenamente en usted».
Somos nosotros quienes señalamos estas palabras para mostrar cuanto se
comprendían esas dos almas: el maestro y el discípulo fiel; en fin, ¡el sol volvió a
brillar en el alma de Gabriel!
21
Hermano Gabriel Drolin maestro de escuela
Sin ninguna duda, el nuevo «maestro» le explicó a su padre cual fue el
proceso para llegar a ese buen resultado. A nosotros nos atañe descubrirlo con la
ayuda del Hermano Félix Paul, quien ha estudiado a fondo los archivos de la
Sapiencia de Roma, ayudándose de los archivos del Vaticano. No tuvo tiempo
(habiendo sido bruscamente llamado por Dios) de extraer de estos toda la
importancia; pero su ayuda fue de las más apreciadas. Un examen presentado y
aprobado ante la Corporación de Maestros de Escuela de la ciudad de Roma le
permitió a Gabriel Drolin presentar la prueba de su idoneidad, tanto desde el
punto de vista de la honestidad, de sus costumbres como de su erudición;
mostrando entre otras cosas que después de pasar sin interrupción cinco años en
Roma, tenía la pronunciación romana y toscana (25). Eso era exigido porque
según Morichini, muchos maestros eran extranjeros; los romanos de ese
entonces creían envilecerse enseñando a los niños (26). Gabriel Drolin debió, a
continuación, hacer profesión en la fe católica y romana. Fue entonces, cuando
recibió su patente en una fórmula impresa, donde un espacio en blanco permitía
precisar su nombre: Gabriele Drolini; y pagó tres pauls, alrededor de 30 monedas
por el gasto de cancillería (27).
____________
(25) Archivos de la Sabiduría : Ludi magistri, II, 293, y (72) 40. (26) Cardinal MORICHINI, Degli Istitufi di Carità in Roma p. 589.
(27) Archivos de la Sabiduría, Ludi magistri, p. 330.
22
*
* *
He aquí, pues, que Gabriele Drolini es maestro de escuela . Se propone
enseñar en la Parroquia de San Lorenzo in Lucina, donde, ya lo sabemos, era
catequista voluntario en la iglesia parroquial, un catequista valioso, y sin embargo,
de la categoría menos retribuida. En ese barrio popular, once maestros fueron
inmediatamente diseminados de un lugar a otro; los cuales, mediante retribución
de parte de los padres de los educandos, hacían la clase a los hijos de las familias
ricas o simplemente acomodadas. Calculemos que cada uno de esos maestros
reuniendo unos sesenta niños, cifra límite, tienen en esa región,
aproximadamente, 800 niños favorecidos por la educación y la enseñanza. Ahora
bien, el Status Animarum (tipo de estadística establecida sobre la base de las
habitaciones y viviendas) no menciona en ese año de 1705 ninguna escuela
para los pobres, en ese barrio. Citemos ahora, resumiendo, al Hermano Félix Paul
en su obra Las cartas de San Juan Bautista de La Salle, Pagina 78: «El maestro
regionario podría recibir a los niños pobres, y cobraría por hacerlo 15 libras por
mes tomados sobre los ingresos de los impuestos de los vinos. Prefiere enseñar a
los niños ricos, siendo los ingresos más importantes para él. Entonces, ¿Qué hizo
el Hermano Gabriel?, solicitó a ese maestro regionario recibir él mismo a los niños
pobres. Sin embargo, él mantendrá el pago de 15 libras por mes, y constituirá la
escuela gratuita y asunto concluido, si es permitido hablar así; será una escuela
23
absolutamente gratuita porque él no tocará siquiera la baïoque del sábado. Eso
fue, simplemente heroico puesto que debió alquilar un salón para su escuela.
Algún tiempo atrás, había recibido cincuenta libras que le había enviado el
Sr. de La Salle por intermedio de un tal señor Théodon. Con las cuales rentó dos
habitaciones en la Via degli Otto Cantón (calle de ocho cantones o divisiones
administrativas de este distrito) cerca de la Iglesia San Charles en Corso, una para
su vivienda y otra, la más grande para el salón de clase; que deberá hallarse,
obligatoriamente, en el segundo piso; ya que una orden le prohibía bajo pena de
multa -sin importar que tipo de magisterio llevara a cabo- tener la escuela en el
primer piso, es decir, tener la puerta sobre la calle (28). En fin, sobre el local,
Gabriel deberá poner un letrero en buen estado y bien visible con estas palabras:
«gratis para los pobres de Rione» (29). Tantos trámites, la obtención de su patente
y el alquiler de la primera escuela agotaron los recursos de Gabriel Drolin. Por lo
cual, se decidió a pedir un puesto en la mesa del señor de la Bussière (30), quien
como buen cristiano lo acogió con mucho gusto, admirando desde su fuero interior
cómo ese hombre que ha consagrado su vida y su alma a Dios, respeta la ley
exonerable impuesta por el Señor de La Salle a sus discípulos: consagrarse en
cuerpo y alma a los niños de los artesanos y de los pobres o de sus parientes, sin
recibir la más mínima retribución, ¡así fuese justa, para no temer morir de hambre!
____________
(28) Ludi magistri, t. II, p. 293. (29) Ludi magistri, I, f. 359.
(30) Carta de S.J.B. de La Salle, n.° 17.
24
Sí, el Hermano Gabriel era un verdadero Lasallista, ¡más pobre que el más pobre
de sus estudiantes! «Es necesario entregarse a su Instituto, se repetía a sí mismo,
recordándose de los términos de la última misiva enviada por su padre, si no,
podemos perder todo y Dios no nos dará más su bendición» (31).
La vida en Otto Cantoni
La pequeña plaza llamada del Otto Cantoni (ocho Cantones) desapareció
hace unos cuarenta años, para permitir la construcción de edificios modernos, era
allí donde se encontraba la primera escuela de Gabriel Drolin, la primera Casa
Lasallista en Italia. En la fecha que nos interesa, los jardines y las viñas de ese
populoso barrio cedían cada vez más su espacio a las boutiques de artesanías y
de pequeños comerciantes que se extendían de una parte a otra en el puerto de
Ripetta sobre el Tibre, de esto vivía toda una población de modestos trabajadores.
Las grandes chalupas que descendían por el río, traían a la capital de la
cristiandad, cereales, frutas y vinos de las provincias de Orvieto y de Viterbe; el
aceite lo traían de Sabine y de Ombrie, y el hierro de Terni. Las pequeñas calles
resonaban debido al ruido ensordecedor de los mazos de los toneleros y de los
carpinteros; y también, por los golpes de martillo de los cerrajeros y de los
herreros que daban sobre el yunque.
____________ (31) Carta 18.
25
Se veían niños en todos los lugares. De otra parte, ellos consideraban la
calle como su dominio y habían establecido su barrio general en el Mausoleo de
Auguste, del cual los cimientos circulares medían 89 metros de diámetro. Era una
plataforma ideal para sus juegos, entre los más comunes estaba la guerra de
piedras y de lanzas arrancadas de las cañas formando tabiques espesos sobre
las orillas del río. Fue en ese lugar donde Gabriel Drolin reclutó su población
escolar gratuita. Enseñó a leer, escribir y contar a sesenta niños de diferentes
edades. También, les inculcó los deberes para con Dios y con sus padres, y al
mismo tiempo se dedicó a pulir sus costumbres rudas y toscas; además,
reprobaba el empleo de castigos corporales y aplicaba con juicio el sistema de
calificaciones distribuyendo entre los más aplicados imágenes que el Señor de la
Salle le enviaba por intermedio de los Hermanos de Avignon, se hizo amar de los
alumnos del mismo modo que lo amaron los Hermanos italianos. Aún se escucha
en Roma a los niños de las escuelas Lasallistas y a los antiguos alumnos emplear
esta tierna denominación: I Carissimi, que significa (los muy queridos Hermanos).
En ciertos lugares al igual que en Roma la palabra Hermano en francés fue
introducida para designarlos, contentándose a veces con la primera sílaba
pronunciada, I frè (los Hermanos).
Y sin embargo, los años que el Hermano Gabriel pasó en Otto Cantoni,
fueron duros, excesivamente duros, debido a que todo escaseaba. Ya que su
enseñanza era completamente gratuita ¿De dónde podía obtener esos recursos?
La pequeña pensión que le había conseguido el señor Divers era bastante
26
modesta y el Señor de La Salle no podía hacer casi nada por él. A consecuencia
de los líos que tenía con el señor Cura de San Sulpice. Por otro lado, Gabriel
Drolin dejó, prontamente, de comer en casa del señor de la Bussière, a
consecuencia de una modestia exagerada. Pero atenazado por la necesidad
decide dar clases de latín, ya que había hecho estudios de teología antes de
entrar en la Sociedad de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Su padre le
señaló su reprobación por su falta de regularidad. Además, según el Hermano
Félix Paul (32), Gabriel tuvo intenciones de entrar en el estado eclesiástico, lo que
no está comprobado, pero es seguro que recibió la tonsura. Esto fue posible
porque no tenía ningún estatus desde el punto de vista religioso. Ninguno de estos
inconvenientes inquietó al Señor de La Salle porque conocía el valor moral y
religioso de su discípulo, de otra manera, era una cuestión difícil de dilucidar; ya
que en esa época varias cartas del Fundador se perdieron. En la carta número 28
nos da gusto encontrar un buen testimonio de la fidelidad del discípulo: «Usted
hizo bien de no entrar donde lo querían situar, aquello habría estropeado todo lo
realizado y usted tenía razón en decir que el trabajo de ocho años habría sido en
vano».
He aquí ahora lo que dice al respecto el Hermano Ugolino, uno de nuestros
historiadores romanos: «Es evidente que Gabriel se detuvo en su primera
tonsura (ad priman tonsuram), pero era indispensable para poder obtener una
____________
(32) H. Félix Paul : Las Cartas de S.J.B. de La Salle, pp. 130 y 131.
27
escuela del Papa» (33). En efecto, no olvidemos que él no había obtenido aún la
Bula de Aprobación (carta del Papa que contiene una constitución general) y que
el Hermano Gabriel en Roma estaba muy débil y aislado. Sin embargo, su
constancia junto con su rectitud moral, y una fuerza cristiana y religiosa que su
querido padre no cesaba de alimentar a través de sus constantes cartas, reciben
al fin su recompensa: obtiene una escuela del Papa y su labor escolar es
retribuida con una pensión eclesiástica, de esta manera, el futuro estaba
asegurado. ¡Qué retribución tan grande frente a la vida miserable que había
llevado hasta ese momento ante los ojos del mundo! ¡Qué enorme felicidad para
su padre quien alcanzó finalmente el objetivo en el cual había puesto toda su fe y
todas sus fuerzas! ¡Qué consideración, finalmente, no obtiene el joven Instituto
Lasallista que no cuenta sino con una veintena de casas en Francia y en Avignon!
La carta en la cual anunciaba la gran noticia a su padre sobre la obtención
de una escuela del Papa, llegará a Paris en las primeras semanas de 1710. Para
evitar indiscreciones en el correo, la envió dentro de otra carta escrita a su
Hermano Gérard Drolin, quien había salido del Instituto desde hacía poco tiempo y
quien fue colocado como sacristán en la Iglesia San Roch de París por el Señor de
La Salle, ¿qué otra razón tendría para escribir a su hermano, sino debido a que
fue Gérard quien fue con él a Roma en 1700, quien lo abandonó y quien conocía
el barrio de los Capucins, celebre entre los extranjeros que visitaban la Ciudad
____________
(33) H. Ugolino, Revista Lasallista, Déc. 1944, p. 424.
28
Eterna, a causa de su cementerio macabro? Al lado del cual se encontraba la
escuela de Gabriel. ¡Sí, qué gran retribución frente a tal entrega! En cuanto al
Señor de la Salle, ¡cómo va a estar de feliz! Él le explicó que esos buenos
resultados fueron debidos a la intervención de Mons. Guyon de Crochans Obispo
de Cavillon en el Comtat Venaissin.
La respuesta de su querido padre está llena de felicidad: el reconocimiento
a Dios y la gratitud hacia Mons. de Crochans. Él ya había encargado al Hermano
Ponce, Director de Avignon, de ir a Cavaillon para agradecerle a ese eminente
benefactor.
La escuela Papal de la Vía Férrea
Casi en el borde de la actual Plaza Barberini y de la Via Vittorio Veneto, a
algunos pasos de la Iglesia Santa María della Concezione, en una callejuela
llamada actualmente dei Cappuccini y en el siglo XVIII Via Férrea, Gabriel Drolin
llevaba orgullosamente las armas del Papa clemente XI. Miremos con interés la
panacea de la cual la gloria parece salpicar el nuevo Magíster Pontifical: llevaba
azur en la banda de oro en medio del escudo, acompañado en el tercio superior
del escudo de una estrella de oro de ocho rayos y en la cumbre, de una montaña
con tres copas de oro. A partir de ese momento Gabriel es independiente, en su
estado de maestro de escuela tiene un trato asegurado; y puede considerar el
futuro con más confianza. Él deseaba tener al menos un segundo para compartir
29
con su querido padre. «La mejor razón que usted me da, le contesta el Señor de
La Salle, es que usted ya no es joven y es tiempo de fomar otro Hermano dentro
de las costumbres del país y la lengua» (34). ¡Por diversas razones la llegada
de este acompañante y sucesor tardará aún 18 años! En cuanto a los alumnos,
habrá tantos como se puedan recibir, es decir, sesenta; este límite como ya lo
sabemos fue prudentemente fijado por los estatutos romanos y fuertemente
aferrado a las normas dadas a los primeros Hermanos, que luego fueron
codificadas en la conducta de las Escuelas. Él gobierna su pequeño pueblo de
escolares con el celo del que dio prueba en Laon y en Rethel, y los instruye con
ese método y esa claridad que conviene a la formación intelectual elementaria y
aún más necesaria para la educación cristiana. En su enseñanza no fue el latín
sino el italiano, el que le sirvió como lengua vehicular para las lecciones de lectura
y gramática, así como sus colegas de Francia él era fiel a la enseñanza
simultánea y evitaba inconvenientes por medio de una prudente y feliz
clasificación de sus alumnos. «Están clasificados, como dice Blain, según el grado
de su conocimiento o de su ignorancia.» Y es así como el mecanismo muy bien
pautado de la metodología Lasallista funcionaba eficazmente.
Para ese trabajo se necesitaba mucha abnegación y amor,
afortunadamente, a Gabriel no le faltaba ninguno de los dos; además, cultivaba la
piedad en sus escolares y cada vez que era el momento uno de los estudiantes
____________
(34) Carta 28
30
permanecía erguido y recuerdaba la presencia de Dios. Nuestro Magíster
enseñaba regularmente el catecismo cada día. De otra parte, su querido padre no
dejaba de recordarle su obligación, además, él se conformaba con los estatutos de
la Corporación de los Maestros de Escuela que lo obligaban a ayudar al Cura de
Santa Susana en su parroquia, para la enseñanza de la religión en las iglesias los
domingos y festivos (35); él invitaba a todos los niños, tanto a los de su escuela
como a aquellos que no pertenecían a ella con dos de sus estudiantes recorriendo
las calles, agitando una campanilla y diciendo «Padres y madres envíen sus hijos
a la doctrina cristiana, si no los envían le rendirán cuentas a Dios» (36).
El Hermano Gabriel enseñaba también buenos modales y la Civilización
Cristiana a esos pequeños italianos que ya formaban una atmósfera de cortesía y
buen gusto. «El carácter de los Romanos, escribe un viajero holandés en 1731,
es muy suave y está humanizado por la costumbre de que todo el mundo en la
ciudad de Roma debe hacer venia a aquel que sea más importante y también por
la continua sociedad de extranjeros que vienen de todos los lugares. Los romanos
están llenos de cordialidad y de atenciones, son amables y de fácil acceso» (37).
____________
(35) Archivos de la Sabiduría: Ludi magistri (72), p. 376. (36) Archivos del Vicariado de Roma. Documento 61 f. 115, a.D. 1701. (37) Nuevo Viaje a Italia. Vol. III, p. 165.
31
La vida espiritual de Gabriel Drolin
Unas palabras del Señor de La Salle nos muestran el fondo serio de la vida
espiritual de su apreciado discípulo: «Yo estoy muy contento, le escribe, de que
haya estado de retiro para tratar de retomar el espíritu de su estado y oración con
más abundancia», en otra carta también le dice: «... y que vaya a hacer los retiros
en la misión» (38). El pobre Hermano había soportado tantas pruebas y había
tenido que luchar contra tantas dificultades materiales que su fervor se había
resentido. Sólo, como estaba, sin causa ni hogar durante muchos años le fue difícil
entregarse a la calma y al recogimiento que son los ejercicios que constituyen la
vida de un buen religioso, y también confesó a su padre que sus actos no eran
muy regulares» (39).
Pero ya que tenía un empleo fijo, que era independiente y que ten su vida
material asegurada; pensó en hacer un buen retiro a Montecitorio en casa de los
Padres de la misión. Además, Gabriel participaba en calidad de Magíster, en las
sesiones de la Congregación construida en la casa profesante de los jesuitas, a
favor de los maestros de escuela. Los demás días le era fácil absolverse de sus
ejercicios en la Iglesia de los Capucins muy cerca de su escuela, donde asistía
cada mañana a orar y a escuchar la misa. De este modo, poco a poco, la
____________
(38) Carta 28 de S.J.B. de La Salle (39) Id.
32
calma, el fervor y una alegría completamente sobrenatural renacían en el alma del
solitario Hermano.
La vida del Hermano Gabriel
Para mejorar su tren de vida y al mismo tiempo para alejar los peligros de
una vida demasiado solitaria, decidió hospedar personajes recomendables que
venían a Roma como peregrinos o para una estancia prolongada. Por las cartas
que escribió a su venerable Padre –ya que él no oculta nada de aquello que le
sucede– podemos decir que conocemos algunos de aquellos personajes. Será
suficiente con mencionar a los más representativos, el Conde Joseph Miacjinsky
de veinte años quien le fue recomendado por el mismo Señor de La Salle. Este es
el hijo del gran Tesorero de Pologne, refugiado en Francia a consecuencia de los
desafortunados acontecimientos políticos. Acompañado de su mucamo vino a la
Ciudad de los Papas por un cierto periodo de tiempo en el transcurso del cual
recibirá la tonsura y las dos primeras órdenes menores. Gabriel, no solamente lo
hospedó alojándolo con su doméstico cediéndole el apartamento número uno de
la casa de la Via Férrea y reservándose el segundo, sino que también, se ocupó
de completar el aprendizaje del joven gentilhombre. Es así como le sirve de
cicerón en el estudio de las antigüedades de Roma. No olvidemos que él sabía
latín y que se ocupaba de descifrar las antiguas inscripciones.
El joven polaco le tomó gusto a las lecciones tan instructivas y llenas de
33
vivacidad, de tal modo, que el Hermano Gabriel debió restringir sus frecuentes
salidas a costa de ocupaciones más importantes. «Usted tiene razón de no
acompañar siempre al señor Conde, le escribe el Señor de La Salle» (40). En
otra carta, siempre práctico, el Señor de La Salle le escribió: «Estoy complacido de
que él le haya pagado todo» (41) y de nuevo le aconsejó no prestarle demasiado
dinero (42). Vemos entonces, que el Hermano Gabriel no tenía problemas
económicos. Estos consejos también prueban que el Fundador y su discípulo,
hombres del gran siglo, ¡tenían los pies sobre la tierra y conocían la vida!
Viene el momento en el que el Fundador del Instituto tenía todo preparado
para un viaje a Roma, no le faltaba mucho para dar un cálido abrazo a su fiel
discípulo y prosternarse a los pies del sucesor de Pedro. La providencia,
sirviéndose de Monseñor de Belzunce Obispo de Marseille impidió la partida justo
en el último momento y fue así como Gabriel Drolin permaneció solo,
absolutamente solo, lejos de su Familia Religiosa durante ¡veintiocho años! Este
es un ejemplo eminente de una vida indefectiblemente fiel al ideal religioso.
«Soldado admirable, escribe el Hermano Isidoro di Maria ¡Soldado que durante un
cuarto de siglo ha esperado su relevo como un centine la con experiencia al cual
no le puede tomar el desánimo!»... tal fue la bella imagen trazada por el Hermano
historiador del Distrito de Turín: «En él, agrega el Hermano historiador, los
____________
(40) Carta 30. (41) Carta 30. (42) Carta 31.
34
Hermanos de Italia; aquellos de Roma en particular, ¡Veneraban al que sembró en
la capital de la cristiandad el árbol siempre próspero del Instituto!” (43). Aquí
tenemos el discípulo que el Señor de La Salle dirigió a distancia durante más de
quince años; infundiéndole casi sin interrupción, fuerza, coraje y heroísmo sin
desfallecer y todo eso dentro de un aislamiento Lasallista total. Ese austero
Superior, ese padre bien amado lo sostenía, por así decirlo, de un extremo del
brazo. Escribiéndole, regularmente, con un lenguaje austero y casi duro... pero
siempre confiando y animando comprensivamente.
¡Ah! Esas cartas, ¡cómo el hijo lejano las esperaba con impaciencia! ¡Cómo
las leía con avidez! ¡Cómo las conservaba con amor! Para releerlas y obtener de
ellas el ánimo que necesitaba. Tenemos veinte de esas cartas, pero no sabemos
cuantas de aquellas se perdieron en esa época en la que los franceses combatían
en Italia del Norte. Para el Hermano Gabriel Drolin estas cartas eran un tesoro, un
talismán del que ni los cambios perpetúales de sus primeros años romanos, ni
toda la variedad de aventuras que conoció, ni el hastío de los años que pasaron, ni
el largo viaje de regreso a Francia lograron desaferrarlo de ellas. Parece que ni
siquiera consintió separarse de ellas momentáneamente a favor de Chanoine
Blain quien escribió ¡La vida del Señor de La Salle! (44). ¡Era un tesoro personal e
inalienable! ¡Qué amor y qué fidelidad aquello supone! ¿Cuántas se perdieron y no ____________
(43) H. Isidoro Di Maria, Vita di S. Giovanni de La Salle, p. 408. (44) Cartas de S.J.B. de La Salle, p. 45.
35
llegaron al destinatario? ¿Fueron desviadas con la complicidad de los enemigos
personales del Señor de La Salle? En la carta número 32, dirigida a su querido
Gabriel, dice lo siguiente: «Creo que han interceptado mis cartas, como también
sé que han interceptado las que usted me ha enviado».
Pero retomemos la carta número 32 escrita al Hermano Gabriel que es la
última de la colección: «San Yon, barrio periférico de Rouen, 5 de diciembre de
1716: ... “Tuve muchos asuntos enojosos... Estuvo bien, a pesar mío, que no le
haya escrito más desde hace tanto tiempo”». Después de esas humildes excusas
encontramos que ese hombre que parecía austero y duro, se desahogaba y
descubría el más grande secreto de su corazón: «Yo le aseguro, escribe, que
siento ternura y afecto por usted y que ruego a Dios por usted». ¿A quién, a parte
del Hermano Gabriel, el Santo Fundador del Instituto de los Hermanos de las
Escuela Cristianas había escrito alguna vez con palabras tan simples y tan fuertes
al mismo tiempo que debieron hacer verter lágrimas, reviviendo la resolución de
permanecer fiel hasta el fin?... ¿Así tocara pedir limosna y vivir solamente de
pan?. He ahí que el 18 de febrero de 1718 otra carta llegará de San Yon. La carta
llevaba la firma del Honorabilisimo Hermano Barthélemy, Superior General, quien
era desconocido para el Hermano Gabriel Drolin, y lo pone al corriente de lo que
acaba de suceder con el Señor de La Salle (45). Él renunció a la dirección del
____________
(45) Cartas de S.J.B. de La Salle. Ver carta del H. Barthélemy, catalogada (32 a).
36
Instituto. Por consecuencia, el Hermano Barthélemy visitó todas las casas de la
Sociedad para la preparación de la Asamblea General que lo elegirá a él mismo
como Superior del Instituto. El Hermano Gabriel había sido también informado y
consultado pero la carta se perdió. Finalizando, el Hermano Barthélemy solicitó al
«romano» de ir a rezar por la Familia Religiosa sobre las tumbas de los santos
apóstoles Pedro y Pablo.
El 13 de abril de 1719, una nueva carta del Honorabilisimo le anuncia la
santa muerte del Señor de La Salle. «Antes de morir él redactó su testamento en
el cual recuerda que envió dos Hermanos a Roma para pedirle a Dios que nuestra
Sociedad permanezca siempre unida al sucesor de Pedro”... Sí, Gabriel cumplió
una bella misión entre tantas pruebas... (46). Pero ahora los acontecimientos van
rápido, no habían pasado seis años cuando el Papa Benoît XIII, quien reinaba
gloriosamente; en la Bula In Apostolicae Dignitatis Solio, reconoce canónicamente
el Instituto de Los Hermanos de las Escuelas Cristianas y sus reglas.
Ubicados bajo la autoridad de un Superior General, los Hermanos hacen voto de:
«pobreza, castidad, obediencia, estabilidad en el Instituto y enseñanza gratis a los
pobres».
¡Cuál debió ser la felicidad y el orgullo del Hermano Gabriel Drolin! Ahora
estamos en el derecho de preguntarnos ¿Si este discípulo preferido de San
____________
(46) Id. Carta catalogada 32 (b)
37
Juan Bautista de La Salle contribuyó eficazmente a esos espléndidos resultados, y
en qué medida? Blain y otros historiadores parecen atribuirle un gran mérito al
respecto debido a las actividades y gestiones bien definidas que él realizó. Sin
pretender discutir, en lo absoluto, sobre este punto, enviamos a nuestros lectores
hacía la obra magistral del Hermano Maurice Auguste, Procurador General de la
Sata Sede y Asistente del Superior General: una tesis del Doctorado en Derecho
Canónico que no deja ningún punto bajo sombra (47).
En cuanto a nosotros estamos convencidos al igual que el H. Maurice
Auguste, que el Hermano Gabriel Drolin no estaba dotado ni calificado para tal
tarea. Diremos simplemente que él tenía otra cosa que hacer pero que él había
cumplido muy bien con su rol. Sí él había ofrecido, a lo largo de un cuarto de siglo
tanto a los Jefes de la Santa Iglesia como al pueblo de Roma, un vivo ejemplo de
la regla Lasallista escrita por su bienaventurado Padre. ¡Pero que difícil tarea!
¡Sí! Tarea dura, pesada, sembrada de dificultades y peligros de todo orden,
atravesada de pruebas y sufrimientos que durante este largo espacio de tiempo,
toda Roma, los grandes, los sabios, los simples y los pequeños pudieron ver de
cerca y bajo todos los aspectos; en el tiempo de la miseria, de la indigencia y del
hambre, en medio de niños pobres y más pobres que ellos; pero también, el
tiempo del éxito, la modestia y el recogimiento entregados únicamente a la
____________
(47) H. Mauricio Augusto : Tesis de Doctorado en Derecho Canónico. Biblioteca
General de la Casa-Madre de Roma, catalogada 271, 281, H. 552.
38
educación de los niños. ¿Quién no conocía ese extranjero, ese francés convertido
en romano de afecto y de lengua, con su sotana corta, su rabat blanco y con ese
extraño abrigo que utilizaba sin mangas...? Este es el nuevo modelo de apóstol
religioso que pudimos examinar con tranquilidad durante cinco lustres en la calle,
en las iglesias, en San Pedro a la hora de grandes ceremonias... lo admirabamos
sobre todo cuando conducía sus niños en fila hacía la iglesia , precidiendo sus
recreaciones, haciendo el catecismo en las parroquias con una autoridad y un
brío asombroso, pero también con una gentileza que no sabremos olvidar... ¡Sí!, él
era la regla del Señor de La Salle en acción... ¿Cómo no habría contribuido a su
manera para hacer aprobar el Instituto?
La tarde de un bello día
Ahora Gabriel Drolin, el Hermano de las Escuelas Cristianas, el digno
miembro de una Comunidad Religiosa destinado sin ninguna duda a un
maravilloso desarrollo en el mundo, ya no necesitaba la tonsura; él puede dejar
crecer sus cabellos. Ya no tiene más escrúpulo en utilizar la sotana descendiendo
hasta los talones porque estos detalles habían sido sancionados por la regla y
aprobados por la Bula. El Hermano Ugolino «parece decir» que es viendo la
silueta del Hermano Gabriel que los canónigos romanos han efectuado ese
cambio (48). Y he ahí que el momento de descansar llegó para nuestro valeroso
____________
(48) H. Ugolino, Revista Lasallista, p. 420, en el fondo.
39
Lasallista. El Hermano Timoteo, Superior General, quien remplazó al Hermano
Barthélemy prematuramente llamado por Dios, envió a Roma dos personalidades
del Instituto; primero, para agradecerle al Soberano Pontífice haber adoptado
nuestro Instituto; y en segundo lugar, para reemplazar el valeroso educador
religioso que había pasado más de un cuarto de siglo en la Ciudad de los Papas
(49).
Uno es el Hermano Fiacre, Visitador del Instituto en Francia. Es él quién
reemplazará momentáneamente al Hermano Gabriel en la dirección de la escuela
papal. El otro, el Hermano Thomas, era un viejo conocido del Hermano Gabriel
desde los primeros años del Instituto. ¡Qué felicidad para nuestro solitario! ¡Qué
recuerdos para evocar! ¡Qué novedades para aprender! Sin embargo, la primera
tarea de los tres Lasallistas fue volver al Vaticano, ir y prosternarse a los pies del
sucesor de Pedro. El Hermano Gabriel presentó los dos mensajeros del Superior
General al Cardinal de Polignac, quien obtuvo sin dificultad una audiencia del
Papa. El Soberano Pontífice Benoît XIII, feliz de conocer más ampliamente el
Instituto del cual aprobó las reglas, los colma de amabilidades. Les concede
indulgencias particulares y les regala reliquias preciosas; entre estas un trozo de la
verdadera cruz (50). En seguida, después de haber pasado las consignas a los
que venían a reemplazarlo, Gabriel Drolin retomará con una viva emoción la
____________
(49) H. Lucrad, Anales del Instituto. Vol. II, p. 3 y siguientes. (50) Anales, Vol. II. Las tres primeras p. Rigault, II, p. 262.
40
campana mayor del peregrino. Para la fecha del 14 de septiembre de 1728 se
encontraba hacía varios días en Avignon, y el Hermano Timoteo, Superior
General, recibía sus votos religiosos conforme a la Bula de Aprobación. Los
últimos años del heroico Lasallista transcurrieron en la Comunidad de Auxonne.
Él saldrá, sin embargo, una vez para recibir en nombre del Superior General, los
votos de varios Hermanos, en el tiempo del retiro anual. Es en Auxonne donde su
luz se apagará piadosamente en 1733.
LOS PRIMEROS SUCESORES DE GABRIEL DROLIN
El Hermano Gabriel Drolin regresando a Francia, formó en la Vía Férrea
con el Hermano Fiacre y el Hermano Thomas una pequeña Comunidad, la primera
sobre el suelo de Italia; los dos hombres talentosos y con experiencia hicieron un
buen trabajo. Y cuando en 1730, el Hermano Thomas fue llamado más allá de los
montes por el Superior General, el Papa Benoît XIII autorizó sin la expedición de
ningún Breve su reemplazo por un Hermano del mismo Instituto, al cual le
asignaron una pensión anual de treinta y seis escudos (51). Esto indica
claramente que la escuela de Gabriel Drolin había mantenido dos clases con 120
alumnos. El sustituto era el Hermano Silvestre, excelente maestro quien había
enseñado en Marseille y en Avignon, quien no tardó en tomar el puesto del
Hermano Fiacre quien vuelvió a Francia en calidad de Visitador. En cuanto a la
____________
(51) Archivos de la Casa-Madre. HA n.° 11
41
escuela misma ya ni se encontraba en la Vía Férrea debido a que fue juzgada
demasiado incómoda para el funcionamiento de dos clases. De 1733 a 1743 la
escuela fue transportada de residencia en residencia pero siempre en el barrio que
todos conocemos, con la Iglesia de los Capucins, la fuente del Triton, la Iglesia de
Santa Susana y al lado opuesto, el Convento de los Minimes, justo arriba de la
Plaza de España, llamada entonces, Plaza de la Trinités-des-Monts. Un libro de
cuentas de la primera Comunidad Lasallista de Roma muy bien conservado nos
dio detalles sustanciosos sobre la vida de los Lasallistas en esta lejana época.
Aprendimos que los Procuradores Generales de los Lazaristas y de los Chartreux
ayudaron a los dos Hermanos de la Escuela Cristiana de diversas maneras, al
igual que económicamente. Así mismo los ayudó el Monseñor Digne, Cónsul de
Francia (52). La vida es dura y los subsidios ofrecidos por la Santa Sede son más
bien escasos. También, los religiosos pobres se ingeniaron la manera de levantar
algunos pollos y patos que alimentaban con granos turcos –así se llamaba el maiz
en la Ciudad Eterna– (53). También leímos en el libro de cuentas que el padre
Monestier, Corrector del Convento de Minimes, de la Trinités-des-Monts, les
brinda ayuda de varias maneras; es así como les brinda aceitunas de su jardín. El
asunto vale la pena, ya que, por el trabajo de la cosecha, el Hermano Director
gasta dos escudos romanos y cincuenta baïoques (sean diez libras o diez francos
y cincuenta centavos). En la época de la tala de árboles, el buen padre Minime
____________
(52) Archivos del Procurador General. n.° 1. (53) Registro de la Trinidad de Los Montes, II, 66. «Compra de grano turco para
las gallinas y los polluelos».
42
le permitió también a los Hermanos tomar las ramas de olivo, menudos manojos
de leña con los cuales harán fuego para su cocina (54).
Sin embargo, en la Escuela Cristiana los niños –120 repartidos en dos
clases- hacen progresos notables: instrucción, civilización y piedad van
acompañados también de los otros niños de la calle, muy numerosos,
¡desgraciadamente! Piden ser admitidos también en la escuela. El Hermano
Silvestre, Director, expone ante el vicariato que sería urgente abrir una tercera
clase, la cual permitiría recibir sesenta alumnos más; y aumentar a 180 la cifra
total. Ahora bien, en la audiencia del 2 de mayo de 1736, Clemente XII declaró
que era inútil aumentar la Comunidad Lasallista, ya que los niños de Roma ya se
beneficiaban de las clases de los Padres de las escuelas piadosas (55).
En el siglo XX, donde se encontraban escuelas en todo lugar, es muy difícil
concebir la pobreza de espíritu con que era comprendida la cuestión de dar
educación hasta a los más pobres; o más bien no se estudiaba del todo. Se vivía
en la persuasión de que las cosas estaban bien así. Francesco Giordano en una
obra sobre San José Calasanz, fundador de las escuelas piadosas; lo expresa de
la siguiente manera: «Permanecemos confundidos y entristecidos cuando
constatamos como en medio de tantos sabios personajes, de tantos santos, de
____________
(54) Trinidad de Los Montes, II, p. 22.
(55) Archivos de la Casa-Madre. HA.
43
hombres de gobierno y con responsabilidades, y de hombres finalmente animados
por la caridad, no se encontraba quien fuera capaz de comprender las
necesidades de los niños pertenecientes a la clase pobre, de todas la más
numerosa» (56). Leemos aun en el libro de cuentas que cuando San Joseph
Calasanz en 1597 abre en Roma en el barrio de Transtévère su primera escuela
para los pobres. Lo cual fue desaprobado por los miembros de la clase rica
quienes gemían diciendo: «¡esos niños, cuando sean instruidos, no querrán más
trabajar a nuestro servicio y cesarán de ejercer oficios humildes y penosos!» (57).
Esta manera de pensar era la general en Europa y sabemos cuales eran los
sentimientos de los enciclopedistas de Francia en el siglo XVIII sobre este asunto:
«El bien de la sociedad, escribía La Chalotais, solicita que el conocimiento del
pueblo no se extienda más allá de sus ocupaciones. Los Hermanos de las
Escuelas Cristianas que llamamos “Ignoratins” (58), han venido para acabar de
perderlo todo. Les enseñan a leer y a escribir a las personas que no debían
aprender sino a diseñar y manejar el cepillo» (59).
Fundación de Ferrare, 1741
No obstante, el horizonte no estaba completamente obstruido para los
____________
(56) Francisco Giordano : S. Joseph Calasanz. Passim.
(57) Quirino Santogoli: S. J. Calasanz, p. 97. (58) y (59) Historia crítica de las doctrinas de la educación, por Compayré, Vol. II,
p. 223.
44
sucesores de Gabriel Drolin. La primera claridad seria vino del norte de los
Estados Pontificios de Ferrare donde ellos fueron llamados por el Cardinal Ranieri
Delci, Arzobispo de Ferrare. Ese último, durante una estadía en Avignon en
calidad de Vice-Legado del papa Clemente XI, había podido apreciar los
resultados obtenidos entre los niños del pueblo por los Hermanos de las Escuelas
Cristianas. También, se apresuró desde su entronización en Ferrare a escribirle al
Hermano Timoteo, Superior General, a quien le dará satisfacción y le concedió
como Director de la nueva casa italiana al Hermano Silvestre de Roma a quien el
Cardenal Ranieri había conocido en Avignon, y de quien él había admirado la
maestría y las cualidades pedagógicas al igual que las sólidas convicciones
religiosas.
Cuando el Hermano silvestre y su compañero, enviado de Francia, llegaron
a Ferrare, el edificio que les fue destinado no estaba completamente terminado.
El Cardinal Ranieri Delci los alojó en su palacio y les proporcionó todo lo que
necesitaban. Esto fue el 27 de junio de 1741. Menos de un mes después siendo
terminado el edificio de la escuela, se llenaron las dos clases con estudiantes
apresurados a aprender, el éxito fue inmediato. Los niños que en la víspera se
comportaban como polisones en las calles -de las cuales una, la calle del Paraíso
era llamada la calle del infierno a causa de las malas acciones- fueron en muy
poco tiempo controlados y ganados. Dóciles y aplicados, realizaron grandes
progresos. Lo dicho, éstas son las cualidades pedagógicas de los dos Lasallistas.
45
En una visita oficial, el Cardinal interrogó a los niños sobre la Doctrina
Cristiana, además los hizo leer y escribir, y controló exactamente la enseñanza
dada y los notables progresos de los niños. Estaba encantado, y decidió pedirle al
Superior General del Instituto otros dos religiosos con el fin de extender a un
número más grande de niños de Ferrare la bendición de una buena educación.
En cuanto a los padres, no reconocían a sus hijos que se habían vuelto
obedientes y se comportaban con modales civilizados y honestos.
Con los años la escuela y la comunidad se ampliaron, gracias a la
generosidad de los Vice-Legados y del Clero, por la adquisición de dos casas
vecinas con jardín. Se realizó enseguida la erección de una pequeña capilla que
recibía la numerosa visita de los niños. En cuanto a los Hermanos que eran cinco,
los nativos de Ferrare les dieron el seudónimo de «Magos» no solamente a causa
de las blancas aletas de su rabat y de las mangas flotantes de su abrigo, sino,
sobre todo a causa de su serio y admirable talento para educar la juventud (60).
Los Hermanos se aferran a la Trinités-des-Monts, en Roma
En el momento en el que los Lasallistas de Ferrare registraban sus grande
éxitos, aquellos de Roma terminaban de instalarse en la calle Felice, llamada hoy
____________
(60) Revista Lasallista, Septiembre y Diciembre 1958.
46
en día la calle Sistina, en una bella casa con sus pasadizos: los escolares
entraban por la vía Gregoriana, paralela a la Sistina. La calzada solo la separaba
de la iglesia del Convento de la Trinités-des-Monts. Ellos pensaron, entonces, que
había llegado el momento de esparcirse en el campo de Viterbe y Civita
Castellana, a dos o tres días de camino de Roma. En efecto, un tal Piere Lamour
de Tréguier en Bretaña, venía de hacer su testamento a su favor encargandoles
de abrir, siempre y cuando aquello fuera posible, una escuela rural en la región de
Vallerano donde él tenía sus propiedades. Poco después de que el testamento fue
aceptado por los Superiores de la Congregación Lasallista, Piere Lamour
entregaba su alma a Dios. Su esposa, una italiana sin hijos murió pocos año
después. Pero las numerosas dificultades sobre todo materiales se opusieron a la
creación de la escuela. Ésta no se realizará sino hasta una centena de años más
tarde en Soriano del Cimino con la cual se realizará un gran beneficio, como lo
explicaremos más adelante (61).
Con paciencia, los Hermanos de la Trinités-des-Monts –como se encuentra
constatado en los antiguos documentos de la escuela de Gabriel Drolin después
de sus numerosas mudanzas– toman posesión de diversas tierras enumeradas
en el testamento de Lamour: campos, viñas y bosques distribuidos un poco al azar
sobre el territorio de los pueblos o de las grandes villas del Vallerano, Canepina,
____________
(61) Carpeta Vallerano y Cartas del H. Regolo. Libro de Cuentas de la Trinités-des-
Monts.
47
Vignanello y Soriano del Cimino, de los cuales cada uno podía tener 1500
habitantes extendidos entre Vallerano y civita Castellana, todos distantes de Roma
entre quince y veinte leguas. La simple enumeración de estas parcelaciones
podía dar a pensar que la Comunidad Lasallista había descubierto las minas del
Perú, si no decimos, inmediatamente, que cada una de estas parcelas era de una
superficie más bien exigua y que la administración de todas ellas daba al
Hermano Director más preocupaciones que recursos: ¡Qué tiempo perdido para
mantener las cuentas! ¡Escuchar las quejas de los inquilinos y granjeros! para
hacer valer sus reclamaciones y efectuar las posteriores reparaciones: aquí
encontramos un camino amenazador a la ruina y allá un pórtico demasiado
antiguo; en otro lugar, un techo defectuoso. A todas estas incomodidades,
agreguemos los viajes a caballo o en carreta (62), los regalos al Notario, al
Procurador y al Capitán de Caballería de Vallerano (63); los impuestos, la gabela
para los vinos y el derecho de peaje y transporte. Para llevar a Roma «vino de
nuestras viñas» como lo muestran los registros de los gastos, el Hermano Pedro
necesitaba –Hermano sirviente de nacionalidad italiana– ir a Vellerano para hacer
la provisión de vino, transportar los toneles hasta el puerto fluvial de Civita
Castellana en el Tibre, y cargarlos sobre un gabarra con ayuda de los marineros;
descargarlos, finalmente, en el puerto de Ripetta en Roma para
____________
(62) Trinités-des-Monts, enero 1760. «Nuestro Viaje a Vallerano…», 9 baïoques. Para una herradura de caballo, 30 baïoques. (63) «Trinités… julio 1772. Por un chocolate para un benefactor de Vallerano», 10 escudos.
48
encaminarlos hasta la Trinités-des-Monts (64). Cuando ese vino , apreciado por su
aroma, entró en la cava constituyó un cambio serio para las finanzas de la
Comunidad. Ese vino era estimado por los inquilinos a quienes los Hermanos les
alquilaban varias habitaciones de su casa, además, será una excelente moneda
de cambio.
A pesar de todo, Vallerano no tardará en volverse importante para la casa
de la vía Sistina. También, el Superior General por un acto notarial que se firmó en
Paris el 30 de abril de 1776, autorizó al Hermano Director a buscar un comprador,
sin embargo, muy pronto se presentará un obstáculo: la mala fe de un sobrino de
la difunta señora Lamour quien reclamaba la herencia a pesar de no tener ningún
derecho. Será necesario litigar, y el proceso tomará mucho tiempo. Esto por otra
parte será providencial, ya que la casa de Vallerano servirá de refugio al Hermano
Frumence, Vicario General del Instituto en 1798, cuando los Estados de la Iglesia
serán invadidos y transformados en república Romana por las tropas del
Directorio.
En Roma la Escuela de la Trinités-des-Monts pruebará los sin sabores. El
Hermano director Aristarque se endeudó haciendo reconstruir la escuela. Murió en
1771, y el Superior General envió al Hermano Dosithée para reemplazarlo, quien
era un hombre de valor, que se esperaba, mejoraría la situación. Este último
____________
(64) Trinités-des-Monts, octubre 1784.
49
dirigió una petición al Cardinal de Bernis, Embajador de Francia junto al Papa,
para implorar su poderosa protección. «Desde hace una cincuentena de años,
escribió en sustancia, los Hermanos han sostenido dos clases con sus propios
medios», ya que la pensión anual de treinta y seis escudos para cada uno de los
Hermanos que hacen la clase; era sin embargo, insuficiente. Más aún cuando esta
pensión, también, era para suplir las necesidades del Hermano encargado del
temporal. Esta pensión apenas alcanzaba para pagar el alquiler de su vivienda y
de sus clases. Pan, verduras y agua fueron sus únicos alimentos durante varios
años. En algún tiempo sus camas consistían en un poco de paja con harapos a
manera de cobijas (65).
Esta voz fue escuchada y un escaso subsidio de cincuenta y cinco escudos
en marzo y sesenta escudos en noviembre, les fue acordado. Sin embargo, a
pesar de la situación tan penosa el valor de los Hermanos no se debilitaba. Su
éxito junto al de los niños pobres del barrio de la Trinités-des-Monts era tal que
solamente podían aceptar una pequeña parte de las solicitudes de admisión, el
Cardinal Secretario de Estado no espera en lo absoluto autorizar la apertura de
una tercera clase. Así pues, como lo expresa Georges Rigault «la escuela fundada
por el Hermano Gabriel Drolin se desarrolló a lo largo del siglo XVIII muy
lentamente, y a pesar de la calidad pedagógica y de la buena voluntad de sus
sucesores, en medio de mil necesidades materiales provocadas por una
____________
(65) Archivos del Procurador General cerca de la Santa Sede, n.° 1.
50
situación de vanguardia y por el alejamiento del centro del Instituto» (66).
A la razón dada por nuestro historiador, que toma suma de toda la situación
excéntrica de los Hermanos romanos en relación a su Congregación, agregamos
esta, la cual ya ha sido materia dentro de estas páginas, es decir, la concepción
equivocada de la persona humana de la clase popular considerada
absolutamente inferior a la clase de los Beati possidentes. Con Voltaire debemos
creer que los «Ignorantins» –entendido como «los hijos del Señor de La Salle»-
¡vinieron a estropear todo con sus escuelas populares!
Al respecto, he aquí, un detalle inédito que hace conocer la hermosa mentalidad
de los Hermanos de la Trinités-des-Monts, referente a los niños del pueblo. Sin
poder obtener la creación de una nueva clase que les permitiera alcanzar un
número más grande de niños pobres, decidieron aumentar considerablemente el
número de alumnos en cada una de las dos clases. En el momento de la visita
regular, el Hermano Visitador (de Avignon) no los censura. Solamente, fija el
número limite que no se debe sobrepasar pero sin perjudicar la salud de los
maestros y en el cuaderno de observaciones escribe: «No se sobrepasará el
número de 80 para los alumnos de la primera clase y el número de 92 para
aquellos de la segunda clase» (67).
___________
(66) Rigault, II, p. 395. (67) Archivos Casa-Madre. Nota manuscrita del H. Alexis François
51
El Papa, benefactor del Instituto Lasallista
Durante el advenimiento de Pío VI (1775) la atmósfera se volverá más
respirable. Él conoció los Hermanos cuando era el tesorero de la Dependencia
Apostólica, apreció su conducta discreta, su piedad y su regularidad; admiraba sus
cualidades como educadores y la eficacia de sus clases. Reflexionó sobre las
sugerencias que el Hermano Dosithée, Procurador General y al mismo tiempo
Director de la Escuela Lasallista se permitió formularle un día en las cuales le
exponía como un hijo confiado la difícil situación de los discípulos del Señor de La
Salle en Roma ¿El Gobierno Pontífice no podrá alojar los Hermanos en una casa
apropiada para los religiosos y arreglada para los usos escolares? ¿Por ejemplo al
Colegio de los Ecossais, o el colegio de los Maronites? ¿y si esos
establecimientos se hicieran disponibles para la reunión de sus alumnos de otras
naciones?, el inmueble de la Strada Felice en la Trinités-des-Monts podría desde
entonces ponerse en arriendo y su renta junto al producto de la venta de la
pequeña herencia de Vallerano cubrirían los gastos de la Comunidad (68).
Finalmente la hora había llegado en donde Pío VI decidió aprovechar la
sugerencia del Hermano Dosithée. En 1787 él comenzó por agregar una tercera
clase a la Escuela Lasallista de la Trinités-des-Monts y ofreció al Hermano Director
una renta anual de cien escudos romanos, acompañando estos actos generosos
___________
(68) Archivos de la Procuraduría General. Citada por Rigault.
52
con sus notables palabras: «Los Hermanos son de una gran utilidad para la ciudad
de Roma, a causa de la buena y cristiana educación que ellos distribuyen, no
solamente con mucha paciencia y bondad, sino, además, gratuitamente a muchos
niños romanos sin excluir ninguno, ni siquiera a los más pobres y miserables, y sin
recibir de ellos o sus padres el más mínimo regalo asi sea obsequiado con
espontaneidad» (69).
Pero esto no fue suficiente para el gran corazón del Soberano Pontífice.
Sin tener en ese momento ninguno de los antiguos conventos abandonados para
atribuirlos a los Hermanos, aprovechó la sucesión del mandato al Cardinal
Bernardino Giraud para adquirir sobre la rivera izquierda del Tibre al frente del
castillo San Ange, algunos viejos inmuebles que hará demoler para erigir sobre su
emplazamiento una magnífica escuela que llamaremos Casa San Salvatore in
Lauro del nombre de la iglesia vecina. Pío VI informó al Hermano Agathon
Superior General de esa empresa por medio de una carta el 28 de enero de 1789:
«como los religiosos de las Escuelas Cristianas no tienen sino una sola casa en
Roma y además está distante de los barrios populares, escribe el Soberano
Pontífice, juzgamos útil confiarles una casa semejante en el barrio del puente San
Ange” (70).
____________ (69) Pío VI. Motu Proprio del 29 de mayo de 1787. Citado por Rigault.
(70) Rigault, III, p. 330, passim. Las clases comenzaron después de San Carlos 1793.
53
Repercusiones de la Revolución Francesa
sobre la obra de los Lasallistas en Italia.
Roma en la tormenta revolucionaria
En efecto, en la fecha donde nosotros hemos alcanzado una nueva era, una
revolución espantosa ya ha surgido, que acumulará ruinas de todo tipo y hará
derramar torrentes de sangre. Varios años durante los cuales, la revolución
perseguirá su marcha iluminando el horizonte de sus siniestros, anonadando la
rica cosecha recolectada durante un largo siglo por los Lasallistas. El 18 de agosto
de 1792 la Asamblea Legislativa suprimió los Hermanos de las Escuelas
Cristianas en Francia, proclamando que entre otros Institutos, el de los Hermanos
de las Escuelas Cristianas ha merecido un buen castigo de parte de la Patria.
Ciento veinte escuelas, comprendiendo el Internado de la Martinique, fueron
brutalmente cerrados, treinta y seis mil alumnos fueron arrojados cruelmente a la
calle, más de mil Hermanos fueron enviados a la vida secular; algunos de ellos,
bastante escasos, pasaron las fronteras de Bélgica e Italia; varios fueron
encarcelados, masacrados, guillotinados o amontonados sobre los pontones de
Rochefort donde perecieron de sufrimientos y de hambre.
Solo tres casas de esta fecha permanecieron erguidas porque se
encuentran situadas más allá de Francia: una en Estavayer en Suiza, las otras dos
sobre el dominio de San Pedro en Italia. Estas son las escuelas populares de la
54
Trinités-des-Monts en la misma Roma, la otra en Ferrare en los Estados de la
Iglesia. Pronto, gracias a la generosidad clarividente del Papa otros dos
establecimientos se abrirán: la Escuela San Salvatore in Lauro en el barrio de
Puente San Ange en Roma, ya previsto por Pío VI en 1789, de lo cual ya
habíamos hablado, y la otra, era una escuela popular, y un noviciado en Orvieto
en los Estados de la Iglesia.
En Roma, la Escuela de la Trinités-des-Monts rebozaba de alumnos con
sus tres clases. El nuevo establecimiento de San Salvatore in Lauro abrió sus
puertas el 4 de Noviembre de 1793. Sobre su frontón se puede leer grabado en la
piedra esta inscripción: «Pío VI, Padre de los Pobres». El primer Director,
Hermano Frobert, es un gran pedagogo quien morirá prematuramente en el oficio.
Su segundo, el Hermano Emery, fue profesor del Escolástico en Francia, era un
modelo de religioso y quien será Asistente de los Superiores Generales Gerbaud y
Guillaume de Jésus. Los otros profesores de San Salvatore eran los Hermanos
Raymond y Esprit de Jésus, quienes poseían grandes talentos como educadores y
ofrecían el modelo de las virtudes religiosas. Un laico, el Signor Andrea de
Dominicis daba cursos de dibujo los días festivos y de descanso. Una multitud
infantil acudía de todos los callejones y de todos los tugurios, de las calles de
Coronari y del Panico. Población hormigueante, de pensamiento inteligente, caras
graciosas, corazones sensibles y voluntarios devotos. Todos los Hermanos
franceses llegados después de los eventos de la revolución, encontraron asilo en
las dos casas Lasallistas y se integraron en el medio romano donde se
55
beneficiaban una popularidad legítima. Eran conocidos con el nombre de
ignorantelli, queriendo decir, (los que instruyen a los ignorantes).
Detalles sobre las costumbres. Como la Francia jacobina era juzgada
severamente y todo lo que proviene de otros píses es fácilmente blanco de
hostilidad, Pío VI hizo comprometer a los franceses a esconder su nacionalidad
suprimiendo el rabat y las mangas flotantes, solución que será mantenida por
largo tiempo; pero sabiendo que transformando la silueta exterior no cambiaría el
alma. Aquí encontramos ahora dos iniciativas de la Santa Sede, de una
importancia capital para la conservación de la Fami lia del Señor de La Salle. La
primera en fecha para objeto de reclutamiento. Con el temor de que el Instituto
Lasallista suprimido en Francia no se extinguiera junto con el valeroso equipo que
trabajaba en Ferrare y en Roma, el Papa Pío VI decidió crear en sus dominios un
noviciado en donde serán formados individuos, «especialmente italianos», y los
residentes del Estado Pontífice. De esta manera, la Familia del Señor de La Salle
podrá perpetuarse para el bien más grande de la Iglesia. Será en Orvieto, en
Ombrie, que ésta casa será fundada.
La segunda intervención pontífice tendrá un alcance más grande aún, para
convencernos remitámonos al Breve Inter Graves del 7 de agosto de 1795. «De
nuestro propio movimiento, se ha dicho de ciencia cierta , después de una madura
deliberación y en virtud de la plenitud de la potencia apostólica que constituimos y
delegamos para Vicario General del Instituto de los Hermanos de las Escuelas
56
Cristianas y junto con el Superior de la casa del Santísimo Salvador in Lauro, en
Roma en nuestra ciudad bien amada, al Hermano Frumence». Esta decisión fue
motivada por la desaparición de escena del Hermano Agathon, Superior General,
estaba basada en las circunstancias actuales de ese momento , que los
obstáculos caigan, que el Hermano Agathon reaparezca y el Hermano Frumence
tome inmediatamente la autoridad de jefe , a pesar de no ser sino el Vicario. Así el
dispositivo llamado a salvaguardar el mundo del Instituto del Señor de La Salle,
estará puesto en su lugar y los acontecimientos no tendrán ninguna estima sobre
el.
El Hermano Frumence había sido Director de Ferrare, y en la época de su
elevación a un rango superior dirigía la Escuela de la Trinités-des-Monts y se
instaló en San Salvatore in Lauro en donde era al mismo tiempo el Director, así lo
había decidido el Papa quien el mismo día había nombrado los Hermanos
Philadelphe, Euloge, Rieul y Dominique Directores respectivamente de la Trinités-
des-Monts de Ferrare, de Orvieto y de Estavayer en Suiza. Esta última casa no
tardará en caer bajo el peso de los soldados del Directorio. Así, a pesar de la
inseguridad de este tiempo, las Escuelas Lasallistas de Italia funcionan con pleno
rendimiento; los profesores son numerosos para repartirse las diferentes tareas de
la enseñanza ya que varios Hermanos abandonaron la Francia inhospitalaria y
atravesaron los Alpes: Unos se detuvieron en Ferrare y otros fueron hasta el
centro de la cristiandad. Así, valerosos equipos se acomodaron y la Congregación
Lasallista se reconstituyó como en miniatura lejos de su cuna y sus destructores
57
(71). En 1793 contamos veinte Hermanos en Roma, menos de dieciocho en
Ferrare bajo la dirección del Hermano Euloge de Jesús. Con el fin de poder
emplearlos en las escuelas nuevas, el Hermano Director los entrenaba para
hacerse escuchar de sus futuros alumnos. Él encargó al Hermano Rieul, más
conocido bajo el nombre de Hermano Regulo, de dar las clases de italiano a los
sacerdotes franceses emigrantes. Este último, de otro lado, no tardó en ser
nombrado por el Papa como Director del nuevo noviciado creado en Orvieto como
lo habíamos dicho anteriormente.
Orvieto, segunda cuna del Instituto Lasallista
Orvieto era una villa encantadora de Ombrie, admirablemente localizada
sobre un peñasco de tuf volvánico (roca porosa ligera formada de las cenizas
volcánicas) de la cual la historia nos lleva a un pasado muy lejano. Esta villa
etrusca de la cual su nombre primitivo permanece desconocido, fue en otra época
identificada por los historiadores como el centro moral y religioso de tan brillante
civilización a quienes los romanos le prestaron una gran parte de su religión, ritos,
arte y arquitectura. En nuestros días varios historiadores, con fundamento, tienen
la misma certitud en cuanto a los orígenes de Orvieto.
____________
(71) Rigault, III, p. 338.
58
Treinta y siete Papas hicieron una estadía más o menos larga en Orvieto.
Inocencio III proclamó la cuarta cruzada de Orvieto en 1203. Urbain IV instituyó allí
la Fiesta del Santísimo Sacramento en 1264. Bonifacio VIII canonizó el rey de
Francia San Luis en 1297. Uno de los ancestros de San Juan Bautista de La Salle,
Gregorio XI, había hecho su generalísimo durante el regreso del Papado de
Avignon en Roma y que León XIII exaltó en la Bula de Canonización de nuestro
Fundador. En 1382 portador de una carta de Juana, Reina de Nápoles, hacía su
entrada encabezando doscientas lanzas equipadas (72). Es en ese rincón
apacible de los Estados Pontificios que el papa Pío VI estableció el noviciado
italiano de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en diciembre de 1795, cuando
una insigne benefactora, Virginia Marabottini Valenti, procuró auxilio
«particularmente espiritual» a la ciudad de Orvieto, su pequeña patria, del cual el
Soberano Pontífice juzgó bueno utilizar las rentas de ese legado para el
acondicionamiento del noviciado y de la escuela que había proyectado entregar a
los Hermanos de las Escuelas Cristianas. La casa escogida para tal efecto existía
todavía, basta y de bello aspecto, situada en la calle «Corso Cavour», llamada en
aquella época «Vía della Mercancía», su situación central la ubica a doscientos
metros de la catedral, el famoso Dôme de Orvietto en la fachada policromada
____________
(72) La carta de la reina Juana de Naples, enviando a los habitantes de Orvieto doscientas lanzas equipadas, es decir, 200 caballeros armados de todas las piezas. De los cuales cada uno tenía a su servicio un cierto número de hombres armados, arqueros y lacayos con sus escudos –siendo 2.000 caballeros– con fecha del 26 de enero de 1381. Se encuentra en el Archivo del Estado de la ciudad de Orvieto. Otros diversos documentos enumeran los combates librados por Bernardo de La Salle con sus soldados gascones y bretones en el país de Orvieto.
59
única en el mundo, que fue construida en el siglo XIII, para servir de reliquia al
corporal milagroso de Bolsema. Hasta los primeros días de 1960, en esa casa del
antiguo Noviciado de Orvieto, dos grandes placas de mármol fijadas en un salón
de la planta baja en inscripciones latinas proclamaban la magneficiencia de Pío
VI. También, se le ía que los Hermanos de las Escuelas cristianas debían
encariñarse con un afecto paterno a los jóvenes niños inconstantes y pobres con
el fin de brindarles una enseñanza cristiana y de moldearlos a la religión y a las
buenas costumbres. Pío VI les daba esta casa y una renta anual de 400 piezas de
oro para mantener las escuelas y el noviciado. Esas inscripciones grabadas en el
mármol son recuerdo de un pasado glorioso por lo tanto fueron fijadas en el muro
exterior de la capilla de la Casa Generalicia de Roma en enero de 1960 (73).
En los primeros días de diciembre de 1795 la Comunidad de Orvieto estaba
organizada y se encontraba: el Hermano Director Regulo, el Hermano Emery, el
Subdirector, cuatro Hermanos, entre estos el Hermano Raymond quien había
traído de Roma cuatro novicios. La casa Valenti se presentaba así: en la planta
baja el hall de entrada con las inscripciones lapidarias de Pío VI fijadas en el muro
al lado izquierdo y derecho, y la escalera que llevaba a los demás pisos; de los
dos lados de la entrada se encontraban dos pequeñas boutiques que daban una
renta anual de 40 escudos por año. En el segundo piso cuatro salones y la capilla;
____________ (73) En el Archivo del Estado de Orvieto como también en la oficina del Boletín
Histórico de Orvieto, se encuentran interesantes Memorias y Manuscritos sobre la época que interesa a nuestro escrito.
60
en el tercero, el noviciado con un oratorio, las habitaciones y los dormitorios; estas
diversas habitaciones a las cuales agregamos la cocina, los refectorios, la
despensa y el todo acumulado en esta gran casa; tenían una fachada que daba
sobre la Vía della Mercancía, y la otra fachada, sobre un pequeño patio interior
con un pozo.
Se daban dos misas por día, la primera, para la comunidad y los novicios;
la segunda, para los alumnos. El pago de los capellanes se elevaba a 20 escudos
anuales. Agreguemos que en los primeros años la cifra promedio de los alumnos
subía hasta 225 y la de los novicios a 12 (74). El Hermano Regolo era el alma de
la casa y el ejemplo de la más perfecta regularidad. Bondadoso, afable con todos,
no podemos resistirnos a su influencia, él hacía la edificación de toda la ciudad.
Un año en el que escaseaba el agua, lo vimos durante seis meses visitar mañana
y noche el pozo de San Patricio recorriendo una distancia de un cuarto de
hora desde la casa, trayendo dos grandes cubos de agua. En cuanto al Hermano
Emery, antiguo Director del Noviciado de Avignon, adjuntaba a las funciones de
subdirector el oficio de cocinero y el cuidado del temporal. Era uno de los más
santos religiosos que nuestra Congregación haya poseído y un día debía acceder
a los más altos cargos de nuestro Instituto. El Hermano Raymond también era un
sujeto de grandes virtudes, gozaba de un talento particular para el cuidado de los
niños, obteniendo de ellos lo que él quería, utilizaba esa influencia extraordinaria
____________ (74) Archivos Generales. Antiguo documento K H Q 4.
61
para hacerlos amar y practicar los ejercicios de nuestra santa religión. Los otros
maestros también estaban a la altura de su tarea. Se adjuntó a ellos muy pronto el
Hermano Guillaume de Jésus, antiguo profesor de navegación en Marsella y quien
debía convertirse un día en Superior General del Instituto.
Todos los Hermanos estaban felices de consagrar su celo a esos pequeños
orvietanos, de los cuales muchos, según palabras de Pío VI grabadas sobre
mármol, eran pobres de bienes y abandonados hasta entonces a su propia
conducta. Los instruían asiduamente, moldeándolos a la práctica de la religión y
de las buenas costumbres. Cuando terminaban las clases de la tarde, los
Hermanos los conducían de nuevo hacía sus residencias en perfecto orden y
silencio. «Absolviéndolos de esta tarea, les prescribía el Hermano Regolo , reciten
el rosario al menos de regreso.»
La tormenta de 1798
Pero he ahí venir los malos días de 1798. El Directorio, bajo el pretexto de
vengar al General francés Duphot, masacrado en Roma en una emboscada, hace
invadir los Estados de la Iglesia por la armada del General Berthier. La República
Romana es proclamada y el Papa conducido por los gendarmes a través de Italia
del Norte y los Alpes hasta Valencia en Dauphiné, en donde no tardará en dar el
último suspiro. Turbados y privados de subsidios, los Hermanos de la Trinité-des-
Monts y de San Salvatore in Lauro se dispersan. Algunos tratan de regresar a
62
Francia y otros por lo contrario se esconden en Roma vistiendose de civil y buscan
clases particulares para vivir. Los Hermanos de Ferrare no fueron intimidados. En
cuanto al Noviciado de Orvieto, no fue perturbado por la tormenta, puesto que el
Hermano Regolo se ofreció como intérprete de los oficiales franceses y se
aprovechó de esta situación para devolver los grandes servicios a la población
civil. Los Hermanos guardaron su hábito religioso que sabían hacer respetar, lo
mismo que la sotana de los sacerdotes italianos. Es así como Orvieto se convirtió
en un arco de Salvación.
El deber del Hermano Frumence, Vicario General del Instituto frente a una
situación tan extraordinaria, y del odio del Directorio según la religión Católica, era
el de hacerse indiferente. Él se refugió en la Sociedad de Vallerano, acompañado
de su secretario, el Hermano Benjamín. Allí él contrae una valiosa amistad con el
notario del lugar, Giuseppe Floride (75), y cuando la tormenta pase en 1799 él
regresará a Roma para reunir a los Hermanos dispersos, pondrá todo en orden y
esperará mejores días. Fue con el statu quo ante que Pío VII fue elegido por el
Conclave de Venecia, congregado en 1800, en donde declaró querer seguir los
pasos de su predecesor. Apenas llegado a Roma, el Hermano Frumence lo
confirmó en sus funciones como Vicario General del Instituto Lasallista (76).
____________
(75) Archivos Generales. Cartas de Vallerano. (76) Rigault III, p. 503.
63
Último vistazo sobre el siglo XVIII
A la luz de los acontecimientos que acabamos de contar, resulta claro que
la Divina Providencia quiso preparar en Italia el remanso de salvación gracias al
cual el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas podrá conservar en
vista a restituciones futuras, el cimiento de una congregación tan útil para los
niños. Las consignas fueron transmitidas fielmente del Hermano Gabriel Drolin al
Hermano Frumence por un puñado de Lasallistas. La Congregación arregló,
también, dos modestas cuadrillas que contribuyeron en poca medida pero, sin
embargo, muy real para mantener en ciertos sectores la reputación de los hijos
del Señor de La Salle. Vamos a decir unas palabras acerca de esto antes de
pasar al siglo XIX.
LOS LASALLISTAS EN SUIZA
Estamos en 1750, último año del largo Superiorato del Hermano Timoteo.
Por intermedio de los Hermanos de Dôle, en Franche-Comté, el Superior General
había recibido proposiciones serias concernientes a la inauguración de una
Escuela Lasallista en Estavayer, pequeña ciudad católica del Canton de Fribourg
situada sobre los bordes del lago de Neuchâtel. El Hermano Superior dio su
consentimiento para que un pequeño grupo de Hermanos atravesara el Jura,
segunda tropa desplegada más allá de las fronteras de Francia. En Estavayer los
Hermanos se hicieron estimar y amar. Allí suscitaron, también, algunas
64
bondadosas vocaciones, como por ejemplo, el Hermano Eléonor. En 1798, la
entrada de los soldados del Directorio sobre el suelo de la confederación señaló el
fin de la Escuela Lasallista (77).
LOS LASALLISTAS EN MARTINIQUE
En 1744, el momento de atravesar el Atlántico había llegado para los
Lasallistas. Tomaron el cargo del Colegio San Victor en Port-Royal de Martinique,
fundado ocho años antes por un Capucin. Reclutados al azar, los profesores de
ese establecimiento habían fracasado penosamente. También, el Consejo
Soberano de Martinique estaba dirigido al Hermano Florence, Superior General.
Tan pronto como llegaron los Hermanos enderezaron la situación, los alumnos se
encontraban contentos y progresaron bastante y los nuevos maestros disfrutaban
de la estima general. Algunos años más tarde, el Hermano Superior General
Agathon envió algunos Hermanos como refuerzo, de los cuales un jefe eminente
el Hermano Dosithée quien había sido Director en Roma y con quien hicimos una
amplía amistad en su calidad de Fiscal General cerca de la Santa Sede. También,
la obra de los Hermanos de La Salle en Port-Royal fue un verdadero éxito. La
Gaceta de Martinique realizó un bello elogio de este éxito para sus lectores. El
artículo alababa: «¡Estos maestros que enseñaban e instruían con dulzura y
paciencia corregían sin castigo y por su tierna atención merecían, correctamente,
____________
(77) Archivos Casa-Madre Han 11
65
el nombre de Hermanos!». La crónica agregaba que varios religiosos murieron
como víctimas del clima deprimente en las Antillas.
¡Desgraciadamente!, el colegio San Victor pereció al mismo tiempo que
todas las casas Lasallistas en el momento de ¡la Gran Revolución! Esta historia
vale la pena retenerla ya que constituye el preludio de la vocación misionera del
Instituto Lasallista (77bis).
LOS LASALLISTAS EN BÉLGICA
Y ahora, señalaremos los escasos Hermanos franceses que pasaron
clandestinamente las fronteras y se encontraron con sus colegas de Italia, fuera en
Ferrare, fuera en Roma o en Orvieto –sumando en total una veintena- y otros
Hermanos se dirigieron a Bélgica. En el momento en que se desató la Revolución,
el Hermano Agathon, Superior General, trató de encontrar un refugio para su
Familia Religiosa en los países bajos austriacos: Bélgica y Holanda. Fue así como,
bajo el mandato del Hermano Amaranthe, Director de Boulogne-sur-Mer, entró en
Bélgica y abrió una escuela en Bruselas. Cuando él se percató de solicitar la
autorización para la enseñanza, el Consejo Imperial de Viena rechazó la demanda
y debió abandonar la obra iniciada (78).
____________
(77bis). Anales II. Cap. XXVI. Passim. (78) H. Hutin, Historia de Bélgica. Vol. Iero.
66
El Hermano Jonas, Director expulsado de Soisons recibiendo la misma
invitación de su Superior, se dirigió también a Bélgica, y con la oposición del
Hermano Laurent estableció una escuela en Verviers, obligándolo por segunda
vez a refugiarse más allá del Rhin por consecuencia del flujo y reflujo de tropas
republicanas, sin embargo, con su perseverancia y sus esfuerzos la escuela
funcionó hasta el año de 1792, época en la cual Bélgica fue invadida por las
tropas del Directorio. El hermano Jonas tomado por sacerdote francés fue
conducido de prisión en prisión para terminar en Besanςon. Este fue el fin del
establecimiento en Verviers. No obstante, una nueva tentativa fue realizada por el
Hermano Julian, ex-director del Noviciado de Maréville cerrado en 1791. Con el
Hermano Agapet, se trasladaron a San Hubert en Ardennes en 1792 en donde el
cura desde hacía varios años solicitaba a los Hermanos franceses. Nuestros dos
Lasallistas a pesar de no portar los hábitos religiosos debido a las persecuciones
y a las guerras, se mantuvieron fieles a su vocación y se comportaron según el
espíritu del Señor de La Salle, el pequeño Internado de San Hubert sobrevivió
hasta la muerte del Hermano Julian en 1818. Su acompañante reunió en ese
entonces nuestra Escuela de Dinant que fue nuevamente fundada, lo que hizo que
nuestro Instituto haya sido establecido en Bélgica sin interrupción desde 1792
hasta nuestros días, excepto por un breve eclipse de 1826 a 1831, como lo
veremos más adelante.
67
Conclusión de la obra Lasallista
fuera de Francia en el siglo XVIII
Hemos reportado los pasos indecisos de algunas vanguardias en el curso
del siglo XVIII. Solo el cargo avanzado asignado en Roma a Gabriel Drolin por el
Fundador mismo, el Señor de La Salle, había soportado contra viento y marea
todos aquellos acontecimientos. «La tormenta de la Revolución, escribe Guibert,
uno de los historiadores de nuestra Congregación, vino a golpear ese poderoso
árbol que era el Instituto Lasallista en Francia; esparciendo sus hojas, rompiendo
hasta sus ramas, y suspendiendo por un tiempo la circulación de la sabia pero sus
raíces estaban bien arraigadas desde hacía mucho tiempo atrás en el suelo; y al
terminar la tormenta su tronco se encuentraba listo para retoñar» (79). El papa Pío
VI, en su sensatez, había investido al Hermano Frumence en el gobierno del
Instituto con el título de Vicario General, solo tenía que presentarse en Francia
cuando llegara el momento. Después acudirán a él de todas partes centenares de
Lasallistas felices de retomar la vida común y apostólica en el seno del Instituto
restaurado.
____________ (79) J. Guibert, Historia de S.J.B. de La Salle, p. 642.
68
SEGUNDA PARTE
EN EL SIGLO XIX
69
CAPITULO I
RESTAURACIÓN DEL INSTITUTO LASALLISTA
EN FRANCIA
Sin duda la presente obra tiene como único objetivo volver a trazar los
trabajos del hijo de San Juan Bautista de La Salle en el mundo entero, excepto en
Francia. Pero aquí conviene definir la posición del Instituto Lasallista en el
momento cuando Napoleón I, le da la existencia legal. Es en Francia, en efecto, y
en Francia solamente, que los retoños del árbol derribado por las revoluciones de
1792, pueden encontrar de nuevo, lentamente sin duda pero de una manera
continua durante largos años, su actividad y su fecundidad. Fue en Francia donde
iban a nacer y a formarsen los profesores religiosos destinados por la
Providencia a la educación cristiana de los niños, a través del vasto mundo: no
solamente los Hermanos de las Escuelas Cristianas, sino también los Maristas, los
Marianistas, Los Hermanos del Sagrado Corazón de Puy, Los Hermanos de
Ploërmel y aquellos de La Mennais, los Hermanos de San Gabriel y los Cleros de
San Viateur.
*
* *
En 1801 Napoleón que se convirtió en maestro de los destinos de Francia,
señaló con el papa Pío VII el Concordato que devuelvió la paz a la Iglesia de
Francia. Dos años mas tarde (3 de diciembre de 1803) restableció el Instituto de
70
los Hermanos de las Escuelas Cristianas, y le permitió establecer en Lyon su
Casa-Madre (1). Aquello fue para las obras Lasallistas, la señal de renovación.
Los antiguos Hermanos que a pesar de los legislaciones de 1792 habían
conservado sus votos, y que durante el curso de la revolución habían vivido en la
sombra y dando clandestinamente clases a los niños, comenzaron a reunirse en
comunidad y reabrieron las escuelas; de modo que, cuando el Hermano
Frumence, Vicario General, después de haber abandonado Italia llega a Lyón, en
donde encuentra funcionando las Escuelas Cristianas y a los veteranos felices de
agruparse alrededor de él. (Noviembre de 1804).
Su primer propósito era abrir el pequeño Colegio de Lyon que se convirtió
en la Casa-Madre del Instituto restaurado; un noviciado que se llenó de excelentes
reclutas. Los antiguos Hermanos les inculcaban las virtudes tradicionales de la
Familia Lasallista. El Hermano Vicario General le recuerdaba a menudo que su
vocación estaba, esencialmente, basada en el espíritu de fe y un celo ardiente por
la salvación de las almas de los niños, sobre todo de aquellos pobres. Fue
entonces, lentamente sin duda pero sin parar que se reabrieron las antiguas
escuelas, a las cuales se les fueron agregando algunas instituciones nuevas por
____________
(1) EL 3 DE DICIEMBRE DE 1803, Bonaparte Firma el proyecto de
reestablecimiento de los Hermanos de las Escuelas Cristianas presentado por Portalis. El Decreto confirmativo sería tomado únicamente en 1808. (Archivos Nacionales, Paris, F. 17 6285).
71
todas las diversas regiones de Francia. Fue de ese modo, que el Instituto se
reconstituyó y desde el año de 1805 se cuentan 15 escolares, 3.000 alumnos y 60
Hermanos. Cinco años más tarde las cifras aumentarán: 45 escuelas, 8.400
alumnos y 160 Hermanos, de modo que el Instituto habrá triplicado sus efectivos;
pero si pasamos al año de 1830, es decir, a la segunda generación de Hermanos
después de la revolución, constataremos un progreso notable con 380 escuelas,
86.988 alumnos y 1.420 Hermanos. Sí, el Instituto se ha puesto en marcha (2).
El futuro era prometedor porque las buenas vocaciones no cesan de afluir
un poco por todas partes en los diversos noviciados. La formación que estos
jóvenes recibían durante un año era ascética y religiosa. Esa educación constituyó
al mismo tiempo una excelente base intelectual que dió cuerpo a su personalidad.
El estudio razonado de la conducta de las escuelas, esta obra incomparable del
Señor de la Salle, era de un valor pedagógico y práctico muy notable, los
preparaba para la misión en la cual era necesario apelar a todos sus votos.
Podemos tener certitud que esos jóvenes maestros llenarán la misión con alegría
y con amor. Al comienzo eran tímidos e indecisos, pero se sentían respaldados
por los Hermanos Directores y por los veteranos encargados de las clases
superiores. Finalmente, se convirtieron en educadores muy capaces
enriqueciendo su experiencia cada día.
____________ (2) Estudios estadísticos de los cuadros gráficos.
72
La superioridad de los Lasallistas sobre el conjunto de los maestros de la
enseñanza pública, era notable en todos sus aspectos. Sin duda, no debemos
subvalorar el mérito de estos últimos puesto que en algunos casos era muy real.
Pero en general los profesores del Estado no habían recibido ninguna formación
especial, ellos abordaron su delicada y difícil misión sin haber realizado algún tipo
estudio, por lo tanto no poseían las bases necesarias. Aparte de los Hermanos de
las Escuelas Cristianas y otros religiosos consagrados a la misma función, no
encontrábamos formadores para la noble y delicada misión de la enseñanza del
pueblo. Las escuelas normales, una por departamento, serán creadas solamente
en 1883 por Guizot, que se modeló sobre los Institutos Religiosos. Aquellos de los
Hermanos en Rouen y en Aurillac fueron los prototipos para la escuela normal.
Pero volvamos a los primeros años del siglo XIX en el momento en el que los
religiosos que enseñaban habían recibido en los noviciados y en los
escolasticados una verdadera formación pedagógica y en sus escuelas eran
guiados y seguidos por sus Directores, los instructores laicos entraban sin
preparación ni formalidades en el ejercicio de su difícil misión. Los que hacían las
clases en las ciudades gozaban de cierta consideración ya que había n tenido que
presentar un examen frente a la Municipalidad. Les era entregado un diploma
constatando que sabían leer, escribir y contar pero de pedagogía y metodología
no se les entregaba ningún diploma. Sin embargo, el diploma entregado tenía su
valor y cierta garantía (3).
____________
(3) FERDINAND BUISSON, Diccionario pedagógico.
73
Esos diplomas eran bien recibidos en las comunas rurales y las villas de la
campaña. La enseñanza era un poco nula; fue así como los dos tercios de los
adultos de Francia eran ilustrados como se constataba en el Consejo de Revisión.
Como la profesión de magíster estaba muy desacreditada debían abatirse con los
candidatos que no tenían de pedagogos sino el nombre. No crean que esta
situación era particular de Francia, era la misma situación en todos los países de
alta civilización. La ignorancia del pueblo era en efecto un medio de dominación
(4). Así pues, los maestros de los pueblos no presentaban examen de idoneidad
al contrario de los maestros de ciudad. Era inútil puesto que apenas sabían leer
balbuceando, no conocían; por otro lado, sino la enseñanza individual, es decir,
los alumnos pasando frente al magíster cada uno a su turno (5). La retribución
escolar era tan miserable que varios adjuntaban otro oficio: labrador, zapatero o
cabaretero; y entonces, la escuela, el cabaret y la familia se mantenían en la
misma vivienda miserable. Según el contrato realizado con la Municipalidad, los
magísteres debían, además, ejercer las funciones de sacristán, sonador del
Angelus y regulador del reloj de pared. A menudo las clases eran realizadas por
hombres inválidos, lisiados, incapaces de realizar algún trabajo, se encontraban
entre ellos algunos que ni siquiera sabían leer: eran simples guardianes de los
niños.
___________
(4) COMPAYRÉ, Historia crítica de las doctrinas de la educación en Francia.
Passim. (5) FERDINAND BUISSON. Passim.
74
Encontramos sobre este tema -muy triste para el mismo- detalles picantes,
descabellados y hasta lamentables en numerosas obras pedagógicas como lo
son las de Compayré, de Tarsot, Redactor del Ministerio de la Instrucción Pública,
de Léaud con el prefacio de Edouard Herriot, hombre de estado y miembro de la
Academia Francesa. Podemos agregar el Diccionario de pedagogía de Ferdinand
Buisson. Estos pedagogos, de los cuales algunos eran laicos como Compayré y
Buisson no hacen reparos en el momento de elogiar los Hermanos de las
Escuelas Cristianas, precursores de la educación popular (6). Estos mismos
autores confiesan que Napoleón, que tanto hizo por la enseñanza secundaria, por
la enseñanza superior y por las grandes escuelas, se preocupó muy poco por la
escuela primaria, ya que lo que deseaba era soldados; ¡no importaba su
educación! en estas condiciones admiramos como los Hermanos lograron
imponerse a esta situación, ya que debieron luchar contra reglamentos y usos
totalmente opuestos a sus reglas para poder sostener la enseñanza gratuita.
La batalla contra los Hermanos fue desencadenada desde los primeros
años del siglo XIX; respecto a la enseñanza mutua dice Lancartérien: «Método
que consiste en la enseñanza de los alumnos por los alumnos mismos», la cual
fue furor durante largo tiempo, no solamente, en Inglaterra de donde venía sino
también en los países principales de Europa y de otras partes del mundo.
____________
(6) TARSOT, Las escuelas y los escolares a través de las épocas. Passim. Ver
también LÉEAUD, La escuela primaria en Francia.
75
«Método falaz» dice Ferdinand Buisson, ya que crear un dominio diario para los
niños como la base de un sistema educativo es exponer a pervertir las voluntades
de los que se quieren educar, ya que la vida moral así como la vida intelectual no
puede venir sino del maestro. Es difícil entender con que entusiasmo tantos
profesores y pedagogos aceptaron ese sistema tan poco racional. Los hermanos
no pactaron nunca con una doctrina tan errónea a pesar de las persecuciones que
tuvieron que soportar por ese motivo. Se recurría a ese medio de educación del
niño por el niño, solamente cuando no se podía hacer de otra manera. Hasta el
momento en donde el buen sentido tomó ventaja, los Lasallistas tuvieron que sufrir
mucho por aquél efímero método de enseñanza (7).
Nada podía parar el celo de los Hermanos desde que se tratase del bien del
niño pobre o abandonado. En las grandes ciudades, en Paris sobre todo, viendo la
ignorancia de la cual eran victimas los obreros que se ocupaban por ganar su
sustento del mismo modo que los empleados del comercio, los Hermanos abrían
sus escuelas en las últimas horas del día para dar a estos hombres, aún jóvenes,
una oportunidad que les fue negada en su infancia, debido a que permanecían
ignorantes o iletrados. Era un espectáculo poco banal, ver a esos grandes
alumnos con un estilo nuevo, tomar lugar sobre los bancos de la clase sin dejarse
limitar por el respeto humano. Con tal gravidad y atención escuchaban las
lecciones que los Hermanos sabían con paciencia y bondad poner a su nivel. Nos
____________
(7) F. BUISSON, Diccionario de pedagogía.
76
podemos figurar el bien que produjo esa novedad. Guizot, el famoso hombre de
Estado quien era entonces Ministro de la Instrucción Pública escuchó hablar sobre
esa labor y le pareció admirable. Le escribió entonces al Hermano Anaclet,
Superior General, para solicitarle esclarecimientos, ya que el había decidido imitar
aquel ejemplo en las escuelas del gobierno, también decretó que subsidios
especiales serian atribuidos a los Hermanos por esa bella obra que beneficiaba
cerca de unos mil hombres convertidos en escolares nuevamente; pero él no
pudo convencer al humilde hombre de aceptar la Cruz de la Legión de Honor que
él habría querido prender con alfileres sobre su sotana (8).
Su sucesor, el Honorabilísimo Hermano Philippe, gobernó el Instituto de
1838 a 1874, periodo brillante en el curso del cual abrió más de mil casas de todo
género: escuelas primarias, escuelas superiores, internados, orfelinatos y
establecimientos de artes y oficios. Él inauguró una nueva enseñanza que ha
tenido una fama extraordinaria hasta nuestros días y ha tomado un amplio rango
en las universidades de todos los países bajo el nombre de Enseñanza
Secundaria Moderna. Las lenguas muertas: latín y griego fueron reemplazadas por
las lenguas modernas: inglés, alemán, español, italiano... enseñanza que ocupó
un rango normal en la universidad, desde que el Ministro de la Instrucción Púb lica,
Víctor Duruy, fue a informarse allá, en ese mismo lugar en el internado de la calle
Renouard, en Paris. Ese establecimiento era más conocido bajo el nombre de
____________
(8) POUJOULAT, El H. Philippe. Ver p. 55 : Guizot.
77
Internado de Passy hasta el año de 1904, luego Internado de Passy-Froyennes
después de su traslado a Bélgica por consecuencia de la ley en contra de los
congregacionistas de la enseñanza (9).
En 1850, la Congregación Lasallista contaba con 4.621 Hermanos, 517
novicios y 248.926 alumnos. Le era fácil enviar religiosos para que enseñaran en
los numerosos países, los cuales para poder obtener ese servicio se dirigían a la
Sagrada Congregación de la Propaganda de Roma. El Hermano Philippe fue un
gran religioso, estimado y amado por todos, inculco a los Hermanos un gran
aprecio por la oración y la meditación, así mismo para la noble misión de
educadores. Él mismo, dentro de sus objetivos, escribió grandes obras ascéticas
o escolares que tuvieron una gran fama. EL Hermano Jean-Olimpe, su sucesor, lo
único que hizo fue tomar el cargo, pero el hermano Irlide, quien rigió la
Congregación durante nueve años, y después de él, el Hermano Joseph durante
13 años, es decir, hasta los confines del siglo XIX , fueron hombres de gobierno y
de vida interior. El primero, organizó en el Instituto los ejercicios de San Ignacio y
el segundo, instituyó el segundo noviciado de cien días; el cual, reuniendo
hombres escogidos en el mundo entero produjo un bien muy real. Es así como la
Congregación instituida por el Señor de la Salle encontró de nuevo un gran vigor,
poco tiempo después del cataclismo a finales del siglo XVIII.
____________ (9) RAVALET, Vida del bienaventurado de La Salle, p. 528.
78
La Congregación, casi destruida por la Revolución Francesa, se renovó y se
fortificó tanto desde el punto de vista de religioso como, de la enseñanza,
haciendo florecer bajo todas las latitudes, la caridad, la vida interior y el celo de las
almas. Muchos Hermanos fueron ejemplares admirables, tales como el Hermano
Bénilde, aureolado por la gloria de los santos; los dos Hermanos Mutien Marie, tío
y sobrino; los Hermanos Brendan Amedy, Théophanius Leo, Miguel, Scubilion,
Parascève, Raphaël Louis; los Hermanos Teodoreto y Enrico di Ges y otros más.
Los Mártires de España, finalmente, quienes reunieron los Santos Hermanos de
la Revolución Francesa con el Hermano Monitor y el Bienaventurado Salomón a la
cabeza.
79
CAPITULO II
CONTINUACION DE LA HISTORIA DEL INSTITUTO
EN ITALIA
EN ORVIETO Y EN ROMA
Es momento de regresar cerca de nuestros Hermanos de Italia de los
cuales habíamos alejado momentáneamente el fin trágico del Instituto en Francia
bajo los golpes de la revolución y su restablecimiento por Napoleón I.
Mientras que el Hermano Frumence con una paciencia y un celo
admirables, trabajaba en la restauración de la Familia Lasallista en Francia, no
abandonaba en lo absoluto la solicitud de los Hermanos que él había dejado más
allá de los Alpes, y se mantenía constantemente informado de sus dificultades.
Sus cartas tendían a moderar sus actividades agotadoras y a asociarlos
estrechamente con el Instituto en vía de reconstrucción. Admiraba la viveza, la
generosidad, el sacrificio y la abnegación del Hermano Regolo, muy bien ubicado
en la cabeza de la escuela y del noviciado de Orvieto.
De diversas fuentes le llegaban los testimonios más consoladores sobre la
manera que el celo del Director conducía los Hermanos y la escuela de la cual el
80
renombre, no cesaba de crecer (1). No dejamos de traer al Hermano Vicario los
tratados de fervor y de la actividad apostólica de este gran religioso, gracias a las
cartas venidas de Italia, él no ignoraba su caridad y su entrega. El sabía que el
Hermano Director iba él mismo a la ciudad a buscar las provisiones, y que
trabajaba a la par, al lado del Hermano cocinero.
La Familia era numerosa y los novicios gracias al aire salubre de Ombrie
tenían gran apetito. Él mismo comía bastante poco, tenía las manos congeladas
durante el invierno, sin acercarse nunca al fuego excepto cuando tenía el sartén
en las manos. El Hermano Frumence debía recomendarle moderar sus
penitencias, sobre todo en el uso de la disciplina y de no permanecer tanto tiempo
arrodillado, ya que tenía en sus articulaciones nudos monstruosos que debió
operar. Le recomendaba, además, no permanecer en vela durante la noche
traduciendo La vida del Señor de la Salle al italiano escrita por el Chanoine Blain,
Las doce virtudes de un buen maestro y Las circulares de los superiores
generales. ¡Qué asombroso, si los Hermanos de Orvieto hubieran tomado como
modelo a ese gran Director hubieran sido fervientes y asiduos a sus deberes como
maestros! ____________
(1) Los Archivos Lasallistas son ricos en documentos históricos sobre los Hermanos de Orvieto. Tres documentos voluminosos fueron etiquetados QHQ3, KHQ4, HAP9. Los reclasificaron hace diez años bajo las tres etiquetas siguientes : Orvieto siglo XVIII, Orvieto siglo XIX, Orvieto siglo XX. A estos documentos voluminosos se deben agregar los protocolos, la vida del Hermano Rieul llamado Regolo, del cual el autor, el padre Andre, nativo de Dauphiné, como su Eros, comienza su importante obra en el estilo enfático : «Las trompetas de la renombrada, llevaran hasta los pies del papa Pío VI, el sonido brillante de las virtudes del H. Rieul…».
81
La Comunidad comprendía, de otra parte, un buen número de Hermanos
que trazaron una brillante estela en el cielo del Instituto. Contentémonos con citar
al Hermano Sebastiano perteneciente a una de las familias más distinguidas de la
aristocracia romana y quienes se mostraban los religiosos más humildes de todos
los Lasallistas. Las exequias del Hermano Benjamín atrajeron una turba
extraordinaria. La gente del barrio San Salvatore in Lauro lo invocaban como un
santo y reclamaban trozos de sus vestidos, por consiguiente, lo sepultaron en la
iglesia de la parroquia. El Hermano Romualdo, sobrino de la venerable Elizabeth
Canori-Mora, una santa dotada de todos los dones místicos en los mismos lazos
del matrimonio, y a la cual el papa Pío XI, proclamó la heroicidad de las virtudes
en 1928 (2).
Citemos, aún, al Hermano, Luigi Gonzaga, antiguo alumno de la escuela de
Orvieto, después novicio; quien murió en estado de perfección cristiana en nuestra
Escuela de San Giovani in Laterano en Roma y al Hermano Ignazio di Gesú, quien
murió en estado de perfección cristiana en Orvieto. Recordemos que el Hermano
Guillaume de Jesús, Superior General, y el Hermano Emery, Asistente, hicieron
parte de la Comunidad de Orvieto bajo la dirección del Hermano Regulo. El
eminente Director de Orvieto, mereció por su virtud y abnegación el apego de toda
la gente de bien. Mejor aún, él era tan venerado y tan amado que deseaban
____________
(2) Cristianizado por su mujer y convertido en viudo, el marido entre en casa de los
Conventos Menores.
82
cuidarlo muy bien hasta el día de su muerte; su presencia era como una
exhortación continua a la virtud y como una prenda de protección. También era
observado por todos como el palladium (objeto sagrado del cual su posesión era
considerada como una prenda de protección) de la antigua ciudad papal, se iba a
experimentar una vez más; en efecto, el Papa habiendo rechazado la entrada al
Bloque Continental dirigida contra Inglaterra despertó en Napoleón un odio
despiadado, empleando en vano todos los medios para llevar una contraposición.
Comenzó por la ocupación militar de Ancône y el dominio sobre los dos
principados de Pontecorvo y Bénévent. En 1808 Roma fue ocupada por sus
soldados, esperando anexar pura y simplemente los Estados de la Iglesia.
En ese momento muere el Hermano Frumence, Vicario General, el 27 de
enero de 1810. El Cabildo General compuesto por 15 Directores de las Casas
principales y de 15 Diputados elegidos por las Comunidades, fue reunido en Lyón
en el mes de septiembre del mismo año. El 8, Fiesta de la Natividad de Maria,
primer día del Cabildo, el Hermano Gerbaud era elegido Superior General y el
Hermano Emery, quien era antiguo Subdirector de Orvieto, fue nombrado primer
Asistente. Los Hermanos Guillaume de Jesús, Director de San Salvatore y Vicario
General en Italia; el Hermano Esprit, Director de Ferrare; y el Hermano Regulo
Director de Orvieto, miembros de derecho del Cabildo General habían informado
que no asistirían, alegando las fatigas y los gastos del viaje. En realidad este no
era el verdadero motivo de su rechazo, lo cual imprudentemente le confesaron al
83
ministerio del Imperio, ya que, una severa censura era ejercida por la tiránica
policía francesa.
Los Hermanos de Francia -quienes debían a Napoleón el restablecimiento
del Instituto y su posición en la Universidad Imperial- se mal figuraban los
asombros y descontentos, fuertemente justificables, que suscitaba en casa de los
Hermanos de Italia la política anti-papal del Emperador; los Hermanos de Francia
¿Podrían medir la amargura de los Hermanos de Italia quienes el 2 de Febrero de
1808 habían visto entrar en Roma las tropas del General Miollis y la bandera
flotante sobre el Castillo San Ánge, reemplazada por los colores franceses?,
¿Podía además medirse su amargura con un desenlace de calvario instalándose
sobre el Quirinal, y diez cañones apuntando contra las ventanas del Papa?,
¿Acaso, no tendrían ellos el corazón desgarrado viendo el 5 de julio de 1809 al
santo papa Pío VII retirado de su palacio y encerrado en una berlina con el
cardinal Pacca, y sin más equipaje que su breviario llevado por el General Radet y
su escolta de gendarmes, sosteniendo el sable en alto? La ruta del exilio pasaba
por el lago de Bolsena a cinco leguas de Orvieto; los Hermanos de esta última
ciudad habían escuchado los relatos de las personas que se precipitaban delante
del carruaje para expresarle su dolor y su amor al Vicario de Jesucristo
indignamente perseguido.
Hay más aún, en el momento en el que se preparaba la reunión del Cabildo,
Roma se convertía en la simple capital del departamento francés y Orvieto no era
84
más que un distrito diseminado del departamento de Trasimène. En cuanto a los
Hermanos de Ferrare, en ese año de 1810 habían debido despojarse del hábito
religioso, ya que esa ciudad hacía parte del reino de Italia del cual Eugenio de
Beauharnais, yerno de Napoleón era el Virrey y las congregaciones religiosas
acababan de ser abolidas en su territorio. El Hermano Esprit, Director, partió
hacia Roma para reunirse con el Hermano Guillaume de Jesús, mientras otros tres
Hermanos franceses habían tomado el camino de la Casa-Madre de Lyon. Los
Hermanos Italianos de la Comunidad estaban desorientados a causa de su
juventud. Uno de ellos, el Hermano Sebastiano, resolvió conservar su vocación sin
importar el costo, fue a pie desde Ferrare hasta Orvieto. Los otros seis, al no tener
jefe estaban desbandados y habían abandonado su estado, en estas condiciones,
comprendemos que no fue una muestra de mala voluntad la inasistencia a la
reunión capitular de Lyon por parte de los tres diputados, de otros países.
Y he ahí que sobre el suelo italiano, la Administración Imperial después de
haber descombrado los conventos se pone en la tarea de reclamar tanto a los
monjes como a los seculares la presentación del juramento de fidelidad a
Napoleón I. Algo de vacilación se observaba entre el episcopado y los curas. En el
Latium (región del centro de Italia que comprende Roma y el río Tíber) los Obispos
parecen inclinarse hacia la sumisión. En cambio, en Ombrie se pronunciaban por
el «non possumus». En el número de los irreductibles contamos a Mons.
Giambattista Lambruschini, Obispo de Orvieto, muy aficionado a nuestros
85
Hermanos. El dio preocupaciones al Prefecto de Trasimène hasta el momento
donde fue exiliado a Belley en Francia.
En cuanto a los Hermanos de Orvieto fueron también encerrados como su
pastor. Un día, para vencer su obstinación, el Administrador francés en compañía
del Alcalde los convocó a la Casa Común de Orvieto: «”¿Entonces ustedes
rechazan prestar juramento de fidelidad al Emperador?” –Si, Señor– ¡una vez!
¡dos veces! exclama el funcionario imperial. “¡Si ustedes no obedecen a la tercera
orden estoy obligado a castigarlos!” -entienda, Señor- dice calmadamente el
Hermano Regolo, que la tercera orden es inútil, no le obedeceremos». Ante esta
obstinada alma, el representante de Napoleón flaqueó y decidió dejar los
Hermanos en libertad. Más adelante este mismo representante realizó una mejor
acción, se ofreció al Hermano Regolo como su intérprete para la lengua italiana y
como traductor de los documentos oficiales. El Hermano Director aceptó con
alborozo esa oportunidad para devolver el favor prestado y jugar un rol de sosiego.
Él aprovechó, en efecto , la situación para suavizar los términos de ciertas órdenes
y medidas de restricción. Dentro de los límites de lo posible, se hizo el abogado de
los Orvietanos y obtuvo del funcionario imperial, que en las proclamaciones y
discursos oficiales, las palabras injuriosas sobre el Papa o la Iglesia fueran
pasadas bajo silencio.
En efecto, esos tiempos eran muy duros, y se temía que en Italia el Instituto
desapareciera en la tormenta. En el curso del año 1811, motivado por el amor a su
86
vocación y el interés superior sobre las almas, el Hermano Regolo confió a sus
Hermanos el propósito que el había concebido, a causa de un deseo colectivo a la
Santísima Virgen, el cual era obtener la gracia de continuar con la obra educativa
en la ciudad de Orvieto; conservando el hábito religioso y salvaguardando sus
reglas, todos consintieron: a este efecto, los Hermanos se arrodillaron ante una
imagen de la Santísima Virgen que se encuentra hoy en día en la capilla de
nuestra Comunidad de San Salvatore in Lauro en Roma. Se consagraron a la toda
poderosa Madre de Dios, expresando su solicitud y haciendo voto de celebrar
solemnemente cada año la Fiesta de su Santísimo Corazón, ayudando en la vigilia
sin perjuicio del ayuno del viernes como lo indicaba regla para la Fiesta de la
Inmaculada Concepción, la ratificación de ese voto debía ser sometido al
honorabilísimo Hermano Superior General, es aprobado por el Hermano Gerbaud
pero únicamente por el tiempo en que el Hermano Regolo fuera Director de la
Comunidad. La Santísima Virgen atendió aquella ferviente suplica; de modo que
Orvieto fue como un oasis de paz en el transcurso de ese periodo violento (3).
En Roma
Por lo contrario, en Roma la situación se encontraba particularmente difícil,
ya que las autoridades francesas se mostraban particularmente exigentes. Los
____________
(3) Para el voto del H. Regolo y de la Comunidad, ver los Archivos Generales,
Documento KHq3. Ver también : BEC, abril 1938, p. 130, con el mismo texto del voto.
87
Hermanos de San Salvatore y de la Trinités-des-Monts fueron el blanco de la
vigilancia económica de la Universidad Imperial en la cual el Instituto Lasallista se
había incorporado durante su reestablecimiento. Es bien importante ver la
diferencia entre los Hermanos de Italia y los Colegas de Francia, estos últimos
recibían en las altas esferas las marcas de un interés evidente, sin duda, ellos
habían jurado fidelidad a Napoleón; pero fue en el tiempo en donde él había, por
Concordato de 1801, reestablecido la Iglesia Católica en Francia, y cuando
segado por su ambición, había llevado su mano sobre los Estados de la Santa
Sede, y se había enfrentado con el Jefe de la Iglesia; y el Hermano Superior
General se había unido a los obispos de Francia, certificando su fidelidad ante la
Sede de Pedro: «quien podría ser desplazado, pero no destruido». Para los
Hermanos de Francia este asunto no había ido más lejos.
Todo aquello había sucedido de otro modo en Roma. Los Hermanos vivían
en pleno drama, se encontraban ubicados entre la sumisión a las directivas de la
Universidad Imperial y su fidelidad al Soberano Pontífice prisionero. Ellos, quienes
habían leído el texto de la excomunicación dirigido contra el usurpador, fijado en
las carteleras sobre los muros de Roma a favor de las tinieblas de la noche,
¿cómo habrían ellos podido enseñar el texto del catecismo francés a los pequeños
italianos, tal como les habían ordenado? ¿Cómo, por ejemplo, habrían podido
explicar esta pregunta?: «¿Cuáles son nuestros deberes con los príncipes que nos
gobiernan y cuáles son en particular nuestros deberes con Napoleón I, nuestro
emperador?» –Respuesta-: «¡Debemos a los príncipes que nos gobiernan, y en
88
particular a Napoleón I, nuestro Emperador, el amor, el respeto, la obediencia y la
fidelidad!».
También los Hermanos de Roma muy cerca de su Jefe, el Hermano
Guillaume de Jesús, Vicario General, se sublevaron contra las directivas
escolares; de manera que el Gobierno Imperial debió enviar a Roma al Hermano
Rector de la Academia de Paris para investigar. Este último, rindiendo homenaje a
esos hombres respetables, llenos de celo y de abnegación, se quejó de su
insubordinación, ya que ellos daban el ejemplo de rechazo con respecto a las
directivas imperiales. «El Hermano Guillaume, escribió terminando su reporte: “es
un hombre peligroso y solicito su desplazamiento”.» En principio el honorabilísimo
Hermano Gerbaud se hizo el de la oreja sorda. Pero el 9 de agosto de 1813, para
evitar un mal más grande envió al Hermano Guillaume una obediencia llamándolo
a la Casa-Madre de Lyon (4).
He ahí, pronto, la caída del Imperio: Napoleón, vencido por sus enemigos,
fue primero exiliado a la isla de Elbe y luego a Santa Hélène donde morió sobre
sus rocas el 5 de mayo de 1821, fue así como las pasiones se apaciguaron poco a
poco. Sin embargo, cierta malicia persistía en las dos Casas Lasallista de Roma
por consecuencia de la conducta poco edificante de algunos jóvenes Hermanos.
____________
(4) Rigault, Vol. 14, p. 528. Los acontecimientos que en el tiempo del dominio de Napoleón marcaron los Hermanos de Italia, están narrados por nuestro historiador con un objetivo notable y una emoción contenida.
89
En efecto, abandonando la Ciudad Eterna y dirigiéndose a Lyon, el Hermano
Guillaume de Jesús, lamentaba fuertemente que San Salvatore y la Trinités-des-
Monts fueran cerradas a corto plazo y distribuyó el dinero de la caja a los
Hermanos de estas dos comunidades para no dejarlos sin recursos. Gracias a
Dios, esto no se realizó, y como los Hermanos eran guías privados vivían cada
uno a su manera con los fondos que recibían.
Cuando volvió la tranquilidad, el Hermano Superior General encargó al
Hermano Regolo de colocar todos los asuntos en orden; varios Hermanos
volvieron a retomar sus tareas; pero algunos, jóvenes, no quisieron abandonar los
hábitos irregulares que habían adquirido y el Hermano Regolo regresó a Orvieto
lleno de tristeza. Sin embargo, como el mal aumentaba, Mons. de la Somaglia,
quien gobernaba en ese entonces el Estado Pontífice, sustituyó al Jefe de la
Congregación excluyendo del Instituto a 5 rebeldes y colocando la autoridad en las
manos del Hermano Regolo con el titulo de Vicario General. Además, solicitó al
Hermano Gerbaud adherirse a sus medidas y expedir las cartas de obediencias
necesarias, tal cosa fue hecha. Siendo eliminado el absceso todo volvió a su
orden.
Los Hermanos de Italia a quienes los eventos de esos últimos años habían
herido y que se encontraban en muy mala disposición según la Casa-Madre,
fueron completamente apaciguados cuando tuvieron la felicidad, durante el
Cabildo General de 1816, de ver al Hermano Guillaume de Jesús, su antiguo
90
Vicario General de Orvieto y de Roma, entrar al Régimen en calidad de asistente,
esperando acceder en 1822 a un puesto de Jefe supremo del Instituto. Es así
como terminó esa crisis dolorosa que había podido desembarcar en un sismo
capaz de conducir hasta la ruina total nuestras obras de Italia. Fortificada por la
prueba, la Familia del Señor de la Salle, que hasta entonces no había vívido sino
mezquinamente, iba a tomar un desarrollo maravilloso (5).
EXTENSIÓN DEL INSTITUTO EN ITALIA CENTRAL
El movimiento ascendente de las Escuelas Lasallistas en Italia se sitúa
entre la tormenta de la época Napoleónica y el punto culminante del
Resurgimiento, el cual se acompañaba de más lugares de la lucha antirreligiosa.
Este crecimiento en principio fue muy lento, a causa, por una parte, de la falta de
recursos materiales; y por otra parte, debido a la indiferencia del pueblo con
respecto a la enseñanza. Pero señalemos las causas aún más profundas que
retardaban la difusión de la enseñanza en la clase popular. Pío VI, quien, sin
embargo, había hecho tantas cosas por la enseñanza y la educación del pueblo,
se resentía de los antiguos prejuicios y rechazaba considerar una extensión
____________
(5) Los Lasallistas de Italia sabían que el Hermano Guillaume de Jesús antiguo Vicario de Roma, además Asistente, luego Superior General, tenía su espíritu y su corazón con ellos. Es así que el Hermano Guillaume de Jesús prescribió un día, de Paris, al Hermano Regolo envejecido y enfermo, el elixir orvietano que hac ía mucho bien. El Señor Pedro Licacci, Speziale (Es decir farmacéutico) de Orvieto, lo preparaba muy bien. Y agregaba : «Yo le he entregado la receta cuando me encontraba en la Comunidad de Orvieto» (Retomado de las cartas : Regolo).
91
de la humild ísima ciencia comunicativa a los niños pobres. En cuanto a la gente
más sensata no tenían sino desconfianza con respecto a la enseñanza que
arriesgaba elevarse por debajo de los conocimientos más elementales. Un poco
más tarde, sin duda, con el Resurgimiento -ese sueño del pueblo italiano en
marcha hacia la libertad y el progreso– los hijos del Señor de La Salle tendrán la
facilidad de desarrollar sus obras como lo veremos en estas páginas. Pero otras
dificultades se dispondrán sobre el camino junto con la parcelación política que se
opone a la obra, también, las tempestades de la revolución que provocará
remolinos peligrosos que agitarán los espíritus, amenazando a menudo de turbar
la obra pacífica de los Hermanos; acciones, en fin, realizadas por la franco-
masonería y las personas del mismo lugar. Sin embargo, llegará el día donde las
obras de los Hermanos se desarrollarán en la península: de 1830 a 1860, no
pasará ningún año, por así decirlo, sin que una nueva fundación se realice y a
veces hasta tres o cuatro; extendiendo la influencia beneficiosa de los hijos del
Señor de La Salle un poco hacia todas las direcciones excepto, sin embargo, al
Reino de Naples que permanecerá un largo tiempo fuera de este movimiento.
Todos los establecimientos que fueron concebidos de esta manera no resistieron a
las tormentas ocasionadas por diversas causas, pero el mapa de la Italia Lasallista
será netamente dibujado.
Los establecimientos Lasallistas se repartieron en tres grupos: el Distrito
Romano, el que corresponde a Piémont y el llamado Duchés.
92
El Distrito Romano
Las costas estan limitadas por un triángulo, del cual la base es paralela al
litoral del mar Tyrrhénienne, participante de Bénévent ciudad papal. Limita con
Canino y Acquapendente, su cumbre se ubica en Ancône sobre la Adriatique. Las
regiones más densas de esta figura geométrica se sitúan, primero, en la misma
ciudad de Roma con sus dos establecimientos flanqueando Velletri,
Castelgandolfo y Tivoli a los cuales se debe adjuntar Bénévent ya mencionado. A
continuación, esta Orvieto rodeada de una docena de escuelas; además de la
plaza fuerte de Ancône con Lorette y Sinigaglia. Extendiéndose al noroeste
encontramos finalmente Ravenne y Forli en la Romagne, provincia que hizo parte
de la iglesia como todas las del triángulo.
El segundo grupo corresponde a Piémont, comprendiendo a Aoste más
Gênes en la Ligurie: es el Distrito de Turín, con veinticinco establecimientos y
cursos diferentes. Finalmente, prolongándose entre los dos primeros grupos, de
un mar a otro, una tercera zona esta ocupada por el Distrito llamado «des
Duchés» porque corresponde a los Duques de Parma y de Modène constituidos
aparte por razones políticas. En todas partes, los Hermanos son acogidos con los
brazos abiertos por la gente, de la cual ellos van a instruir a sus hijos. Es así como
en Bolsène, el Monseñor Lambruschini, siempre muy sujeto a los Hermanos,
Obispo de Orvieto , es quien los presenta a la población en el desarrollo de una
93
solemne misa en la Basílica de Santa Christine. Desde su trono, él suplicó a las
familias de enviar sus hijos ante estos excelentes educadores de la juventud.
En Spolète es el papa León XII quien les asigna como residencia y escuela,
el propio palacio de sus ancestros, y adjunta una dotación de 700 escudos
anuales provenientes de la encomienda de Notre-Dame des Bruyères (delle
Macchia) (6). En Viterbe, la instalación de los Hermanos se hizo a través de una
gran ceremonia de la cual aquí encontramos el mandato: en la catedral, misa de la
comunión y canto del «Veni Creador» (7). A través de las calles de la ciudad la
procesión con la bandera pontificia a la cabeza, además, en dos filas, los 211
niños que iban a llenar las clases de la nueva Escuela Lasallista, los curas de
diversas parroquias marchaban a su lado, enseguida venía la cruz capitular, el
Seminario Episcopal, los canónigos, los Hermanos con su humilde vestido: el
abrigo de mangas flotantes; y finalmente, Mons. el Obispo, el Gonfalonier o
Alcalde de la ciudad y los Magistrados Municipales. Llegados a la casa preparada
para la escuela, la corte penetró en la capilla que era una antigua iglesia y, el
primer pastor de la Diócesis pronunció una alocución para hacer elogio a los
maestros que sacrificaban todo por el bien a los niños. El joven Director de la
nueva Comunidad era el Hermano Gregorio di Gesù, quien poseía una caridad
muy suave unida a una prudencia y una tranquilidad notables. Sobre los bancos
____________
(6) Archivos Generales KHs2
(7) Archivos del Hermano Visitador de Roma. Documento Viterbe.
94
convertirá en Patriarca y Cardinal de Venise, y de quien el proceso
de Beatificación y Canonización se abrirá en febrero de 1961, esta fundación de
Viterbe se sitúa en 1838.
En Roma sobretodo, son los Soberanos Pontífices quienes después de Pío
VI y León XII, favorecen la apertura de nuevas Casas Lasallistas. Gregorio XVI les
confió tres establecimientos: un orfanato en las Thermes de Dioclétien que da
sobre la fuente actual de la Esedra, no muy lejos de la estación moderna de
Termini; y dos escuelas gratuitas: una sobre el Esquilin, cerca de Santa Marie
Majeure; la otra, sobre la ribera izquierda del Tibre, cerca del antiguo puerto de
Ripetta en un ala del inmenso Palacio Burgués. Pío IX que demostraba una gran
estima hacia los Lasallistas y particularmente hacia el Hermano Philippe, Superior
General, a quienes les dio una hermosa casa en Transtévère, no muy lejos de
Santa Cecilia. Él autorizó, también, la creación de un Internado para los hijos de
los oficiales franceses del Cuerpo de Ocupación que había transferido la
Republica Romana y traído de vuelta a Pío IX en sus Estados; al cual los niños
italianos lo frecuentarán también. La influencia fue tal que se debió transferir ese
célebre establecimiento a la Plaza de España: era el moderno Colegio San Joseph
y de Mérode, del cual hablaremos abundantemente en la parte de esta obra que
se refiere al siglo actual.
En 1882, el papa León XIII, realizando un deseo del difunto papa Pío IX,
confió a los Hermanos un Instituto de artigianelli o jóvenes artesanos, era una
95
verdadera escuela técnica. Entre los alumnos se encontraban aprendices:
tipógrafos, carpinteros, sastres, zapateros, ebanistas, escultores, marmoleros, etc;
los contramaestres eran reclutados en la ciudad de Roma. Instalado en el Palazzo
Pericoli en el barrio del Palacio Farnèse, este Instituto de Artigianelli, con el
nombre de Pío Nono o Pío IX, probará muchas vicisitudes, siendo necesaria una
profunda abnegación por parte de los Lasallistas. Él debió trasladarse al Monte
Aventin, cerca de la iglesia Santa Prisque, en donde lo encontraremos de nuevo
en la continuidad de esta historia. Se hablará de su bella prosperidad y sus
relaciones con el papa Pablo VI. Esas nuevas fundaciones se agregan a las
Escuelas de la Trinité-des-Monts, de San Salvatore in Lauro y de la Madonna dei
Monti, formando una notable unión pedagógica. Las escuelas destinadas a los
niños del pueblo, que eran la gran mayoría de las que acabamos de enumerar,
han dado numerosas y bellas vocaciones eclesiásticas, entre las cuales una
pléyade de cardinales de la Santa Iglesia Romana.
Extensión en el Norte de la Península
También muy notables fueron los éxitos obtenidos por los Hermanos en Turín y en
Piémont, donde la enseñanza pública en ese siglo XIX se encontraba en el nivel
de la niñez. El porcentaje de gente que sabia leer y escribir era de 7,3 en la
capital, y de 7,52 en Biella. El rey Charles–Félix quien reinó desde 1821 a 1831,
había adquirido la persuasión de que para remediar una situación tan deplorable,
no había nada mejor que asegurarse la participación de los Hermanos de las
96
Escuelas Cristianas, de los cuales había visto trabajar en los Estados
pertenecientes a Savoie «Ellos hacen, escribió, un bien infinito para sus alumnos».
Después de dos años de trámites junto al Hermano Guillaume de Jésus, Superior
General, él obtendrá satisfacción: en 1830, el Hermano Giuseppe Maria y cuatro
de sus colegas italianos se establecieron en Santa Pelagie de Turín, sede de la
obra llamada «Mendicita Instruita», que distribuía a los pobres el pan y el
catecismo. El Hermano Giuseppe Maria recibía al mismo tiempo la dirección de las
escuelas comunales. Él agregó a esa actividad importante la creación de diez
cursos de adultos. Se afirma que el Hermano Salutaire agrupó también al rededor
de su pulpito, sacerdotes, abogados, médicos y oficiales de la armada. Enseñaba
el francés, dando así a sus auditores el acceso a una literatura y a un orden de
ideas capaz de llamar la atención de la gente educada, por ejemplo, se veía al
famoso escritor Silvio Pellico dentro de las personalidades que se interesaban
vivamente en esos cursos nocturnos.
Charles-Félix quien acababa de morir fue sucedido por Charles-Albert en
1831, quien también estaba maravillado de los resultados obtenidos por los
Lasallistas y tomó de su caja personal los fondos necesarios para la creación de
un noviciado. Más aún, los Hermanos fueron autorizados a ampliar sus
programas, entonces, publicaron numerosas obras clásicas que se segregaron
ampliamente en Piémont. El solo Cuadro sinóptico de los pesos y medidas del
sistema métrico se extendió a diez mil ejemplares, ya que, todo el mundo lo
solicitaba. Los Hermanos fueron los primeros en instituir las escuelas técnicas y
97
en abrir, del mismo modo, una escuela de método que se anexó al Escolástico
de Santa Pélagie sin mezclarse con este. He ahí el esbozo de un Seminario de
maestros de escuela, tal como lo había planeado San Juan Bautista de La Salle
en sus modestos principios. Fue la primera escuela normal de la cual se hace
honor a los Lasallistas en Italia. Y como las buenas vocaciones empezaron a fluir,
fue posible abrir las escuelas en el Piémont y también en Ligurie: en Alexandria,
Saluces, Vigevano, Racconigi, Vercelli, Biella, Suse, Acqui, Gênes, Nice, que
pertenecían por ese entonces a Piémont. En Pignerol, las clases nocturnas
sucedieron a las escuelas de día, a favor de los soldados de la Escuela de
Caballería. Y ¿qué decir de las escuelas de la: «Mendicità Instruita», del
Internado San Primitivo y del Colegio San Joseph? del que se hablará en todo lo
largo de la historia del siglo XX
Los artesanos de esos buenos progresos tuvieron como dirigentes hombres
de valor: los tres Hermanos Visitadores, Anthelmo, Hervé-de-la-Croix y Genuino,
admirable linaje de jefes. El Hermano Hervé-de-la-Croix suscitó la admiración y el
afecto de San Juan Bosco, futuro fundador de los Salesianos y, de por si,
educador y apóstol. Fue junto al Hermano Hervé que ese admirable guía de la
juventud profundizó sus estudios respecto a las almas infantiles. Si, él reunió,
civilizó y convirtió una bandada de jóvenes vagabundos que escapaban a la
influencia de las instituciones sociales; además, tomó la iniciativa que pertenecía
solo a su talante. Pero, Sin embargo, él preguntó y encuestó ávidamente los hijos
de San Juan Bautista de La Salle ; Rigault pudo decir que los Lasallistas que
98
interrogó y entendió no sabrían ser precursores desconocidos. Su teniente y
sucesor, Don Rua, del que la causa de beatificación y canonización fue
introducida, fue alumno del Hermano Basilio en la Escuela Lasallista de Porto
Palazzo de Turín. Ese parentesco espiritual entre los hijos del señor de La Salle y
de Don Bosco muestra en evidencia la filiación que los progresos de la civilización
y las necesidades de los tiempos modernos establecieron entre las ordenes
religiosas. De la misma manera se completaron las obras sociales puramente
humanas, ya que ante una necesidad nueva corresponde una empresa nueva. Los
institutos religiosos se suplieron unos con otros, Juan Bautista de La Salle abrió
sus escuelas a los niños pobres, Don Bosco abrió sus brazos a los jóvenes
victimas de una civilización sin corazón y sin entrañas, y los Salesianos
completaron a los Lasallistas; unos y otros fueron notablemente fieles en poner en
práctica la invitación de Nuestro-Señor: «permitan a los pequeños niños que se
acerquen a mi» (7bis).
Extensión en los territorios de los Duchés
Hacia mediados del siglo XIX una nueva provincia del Instituto se creó para
englobar las Comunidades que se establecían en Emilie sobre la ribera derecha
____________
(7bis) Estos apóstoles de la juventud son por un lado los Hermanos de Las Escuelas Cristianas, también llamados «Lasallistas», -hace medio siglo- término más manejable que «Hermanos de las escuelas Cristianas», y que proporcionó el adjetivo «Lasallista». Y de otro lado, los discípulos de Don Bosco o «Salesianos», es decir, aquellos quienes adoptaron la dulzura y el celo del Santo Francisco de Sales.
99
del Pô, en los dos Duchés, de Parma y de Modène. Los Hermanos de Parma
habían sido llamados en 1836 por la ex-emperatriz Marie Louise, viuda de
Napoleón I. Ella sostenía una Escuela Lasallista en el monasterio de San
Alessandro, en la capital, había suscitado también la creación de una escuela de
Hermanos de Plaisance, en el antiguo convento de San Vicenzo. Después de que
el Congreso de Viena de 1848 reemplazara a Marie Louise por los Borbones, los
Hermanos permanecieron en favor del nuevo gobierno y las obras continuaron
prosperando. Fue un Lasallista, el Hermano Pedro Chrysoloque, a quien la
Duquesa de Parma, hermana del Conde de Chambord, le pidió ser el precepto de
sus cuatro hijos, dos niños y dos niñas; de los cuales, el príncipe Roberto de
Parma murió en 1907 (8).
En el Duché de Modène los Príncipes de la casa del este manifestaron igual
confianza a los Hermanos. Ellos los hicieron llamar para tomar en Reggio la
dirección de un orfanato; también, les confiaron la Escuela de Sassuolo. En 1859,
ellos tomaron la dirección de la Escuela San Philippe Néri en la ciudad de Massa.
Una bella escuela funcionaba también, en Carrare. Todas esas fundaciones fueron
reunidas en un solo distrito que se llamó Distrito de los Duchés. El Hermano
Hervé-de-la-Croix que era el Visitador de allí, instaló su noviciado en Reggio. Esa
organización no tuvo más que una existencia efímera a consecuencia de las
empresas revolucionarias del Resurgimiento, y las casas que sobrevivieron a
____________
(8) BEC, 1933, pp. 309 y 1934, p. 16. Ver también Rigault, VI, pp. 53-62.
100
la tormenta fueron reincorporadas en Turín. En la hora actual las casas de Parma,
Plaisance y Massa aún las tienen los Hermanos.
EL RESURGIMIENTO Y LAS ESCUELAS LASALLISTAS
El Resurgimiento era un gran movimiento patriótico que de 1815 a 1870
luchó por todos los medios con el objetivo de devolver a Italia su unidad y su
independencia. En ese grave movimiento político estaba implicada la cuestión
religiosa del poder temporal del Papa. Sí, en esa época turbia se encontraban
fieles católicos entre los teóricos del Resurgimiento como lo son: Silvio Pellico,
Gioberti y Massimo d’Azeglio; debe decirse que los mantenían como los más
numerosos y poderosos de ese movimiento, eran los enemigos de la Iglesia y de
su poder temporal, siempre listos hacia el dominio del patrimonio eclesiástico y
monástico decididos a secularizar las Escuelas Cristianas o a suprimirlas; el
Instituto de San Juan Bautista de La Salle no fue escatimado. Empujados por los
palcos masónicos, los liberales aspiraban arrancar los supuestos procedimientos
de otro tiempo –tan extraños, según ellos, a las aspiraciones nacionales– de los
niños de las escuelas católicas, especialmente aquellos de los Hermanos de las
Escuelas Cristianas. Fue en Turín que esas ideas nacieron. Fue en Turín, en
consecuencia, que fueron dados los primeros golpes a nuestras escuelas.
Además vino el tour de Alejandría, Pignerol, Castagnetto, Racconigi, Saluces y
Acqui. Nuestros Hermanos fueron expulsados de las escuelas comunales y no
101
conservaron en Turín más que la Santa Pélagie y el pequeño Internado de San
Primitivo recientemente fundado.
Las victorias de los franceses y los italianos en Magenta y Solferino,
seguidas de la anexión de los Milaneses en Piémont, marcaron la primera etapa
de las conquistas del Resurgimiento (1859). El año siguiente, la Toscana, los
Duchés de Parma y de Modène, las Provincias Pontificias de Bologne y de Ombrie
se adjuntaron. Esa fue la señal de nuevas hecatombes para los Lasallistas: el
cierre de las escuelas de Ancône, sinigaglia, Ravenne, Forli y Lorette; tales fueron
las etapas de un calvario doloroso en donde no faltaron los insultos del populacho,
ni las vejaciones y las calumnias más odiosas. Los atentados y los malos tratos y
la prisión misma, hicieron participar a algunos de los discípulos de San Juan
Bautista de La Salle en los dolores de Nuestro Señor en su Pasión.
Después los combates sucedieron sobre el territorio Pontífice rodeando la
ciudad de Roma, nuestros Hermanos de Acquapendente y de Bolsena se
encerraron en sus casas durante la conquista que tomó presos a los
garibaldenses y los zouaves Pontífices en Acquapendente en el norte del lago de
Bolsena. Sin embargo, la misma ciudad de Roma estaba lo suficientemente
tranquila y los Hermanos de nuestras ocho casas fueron testigos de las
espléndidas ceremonias que acompañaban el Concilio del Vaticano, pero he ahí la
fecha fatídica del 20 de septiembre de 1870. Los Piamonteses abrieron en los
muros de Roma la brecha de la Porte Pía y penetraron en la ciudad, mientras que
102
Pío IX se encerró en el palacio del Vaticano. Roma se convirtió en la capital de
Italia unificada.
Para nuestro Instituto estos acontecimientos tuvieron repercusión no en
Roma misma, sino en la Provincia del Latium, donde todas nuestras escuelas,
excepto cuatro, fueron cerradas brutalmente. La expulsión de los Hermanos de
Soriano fue particularmente odiosa, eran siete, tres apreciados del Obispo y tres
amados de la gente. Cuando sobrevinieron los acontecimientos de 1870, los
liberales de derecha, que corroían su freno después de largos años, sobornaron
las personas sin fe ni ley, quienes invadieron las casas de los Hermanos y los
echaron fuera sin ni siquiera darles el tiempo de tomar sus pertenencias. Los
llevaron hasta el cuello del Monte Cimino que dominaba Soriano, empujándolos e
injuriándolos en medio de canciones, risas y sarcasmos. El viento del norte, que
era muy frío, soplaba violentamente y no dejaba de caer una lluvia fina y
penetrante. Cuando esa jauría desatada los abandonó, se encontraban cerca de
Viterbe; pero era de noche, llovía todo el tiempo, y las puertas del cerco
fortificado de la ciudad estaban cerradas. Al amanecer, muriendo de frío, fueron a
golpear a la puerta de sus colegas Lasallistas quienes los recibieron con lágrimas
en los ojos y los brazos abiertos (9). Los Garibaldenses echaron a los Hermanos
de Viterbe en 1870.
____________ (9) Archivos del H. Visitador de Roma (Soriano).
103
EL FIN DEL SIGLO XIX EN ITALIA
Terminada la tormenta del «Resurgimiento», nuestro Instituto disfrutaba de
una relativa tranquilidad, de la cuál los Lasallistas aprovechaban para levantar de
nuevo las ruinas, consolidar las posiciones adquiridas y fundar nuevos
establecimientos. En 1900, el Distrito de Roma contará con 14 Comunidades de
las cuales cinco se encuentran en la periferia y el Latium. Una de estas últimas era
Albano Laziale sobre los cerros romanos, en un palacio histórico, aquel en donde
Charles IV antiguo Rey de España vivió sus últimos años; allí, fueron instalados
los novicios venidos de Roma, y los escolásticos de Castelgandolfo . Así como un
núcleo importante de pequeños novicios.
En ese momento, la reputación del Internado San Joseph, vecino de la
Fontaine de Trévi se extendió y se reafirmó tanto que se encontraba a partir de
ese momento estrecho entre los muros del Palacio Poli. El Hermano Simeón
trasfirió entonces su colegio a los pies de la Trinité-des-Monts, sobre la plaza de
España que era uno de los más hermosos barrios de Roma. El 10 de enero de
1885, bajo el nombre de Colegio San Giuseppe e Instituto de Merode, tomará
cierto rango entre los más nombrados de la capital italiana, esto gracias a las
cualidades magistrales de su fundador el Hermano Simeón y de su sucesor, el
Hermano Joannes Berchmans (10). Fue allí que murió en estado de perfección
____________
(10) Boletín H.E.C. 1952, p. 257.
104
cristiana en 1896 el Hermano León de Jésus y fue así como la obra de los
Lasallistas en Italia no sucumbió bajo los golpes de los sicarios de la Franco-
Masonería.
En cuanto a Orvieto, resistió las borrascas provocadas por la conquista de
los Estados de la Iglesia. Solo el noviciado dejó en 1860 la santa colina que
alojaba el corporal milagroso de Bolsene. Primero, instalada en San Salvatore in
lauro; luego, se transfirió a Caste lgandolfo antes de establecerse por largos años
en Albano. En cuanto a la Escuela de Orvieto continuó prosperando en la Vía della
Mercanzía la cual lleva hoy el nombre de Corso Cavour. Los revolucionarios y los
garibaldenses, después de haberse mofado de estos religiosos de vestidos
extraños y haber manifestado la intención de expulsarlos de sus clases no
tardaron en admirar la bella dirección y el progreso que presentaban los hijos del
pueblo a quienes instruían. ¡Asunto a penas creíble, ellos mismos enviaron a
estudiar a sus propios hijos!
En 1861 los Hermanos de Orvieto agregaron a la escuela elemental una
escuela técnica que muy pronto será reputada como la mejor de todo Ombrie y
de pronto de toda Italia. Los superiores no descuidaron en nada el mantenimiento
de ese nivel. A los Hermanos de la escuela primaria les adjuntaron seis
excelentes profesores para la escuela técnica. Se enseñaba la Literatura, la
Historia, la Geografía, la Ciencia Física y Química, el Dibujo y el Francés. Un
105
gabinete de física y un fuerte laboratorio de química fueron dotados antes de ser
instalados.
Desafortunadamente en 1875 una Municipalidad nuevamente elegía quiso
obligar a los Hermanos a suprimir la enseñanza del catecismo y además prohibir
llevar los escolares a misa. Los hermanos rechazaron enérgicamente esa solicitud
y el Hermano Romualdo, Vicario General, cerró la escuela. La población se
revolcó y protestó vigorosamente contra el Edicto a tal punto que el Alcalde buscó
en Roma al Hermano Romualdo y solicitó enviar de nuevo Hermanos a Orvieto.
Fue muy tarde, ya que los Hermanos habían recibido una nueva destinación. El
Alcalde se vio en la obligación de deliberar a los Lasallistas un certificado
declarando que la enseñanza y la educación dada por ellos a los niños de Orvieto
produjo excelentes resultados y que además esa educación había brindado plena
satisfacción a las autoridades por la seriedad de la enseñanza (11).
Sin embargo, el Distrito de Turín, del cual, a finales del siglo, su jurisdicción
se extendía a las escuelas del antiguo Distrito de los Duchés y retomaba también
el ejercicio de su acción beneficiosa en Piémont, en Gênes, Parma y Plaisance.
En la antigua capital piamontesa, las ruinas fueron pronto reparadas. El artesano
de esa resurrección fue el Hermano Genuino quien gobernó el distrito de 1867 a
1901, con la llama y juventud de alma conservadas hasta el final. Él reveló la obra
____________
(11) Archivos Generales. Memora della comunità di Orvieto.
106
de Santa Pélagie, que trasladó a un nuevo local; restableció el seminternado, tomó
a cargo un establecimiento de sordo-mudos y en 1872, lanzó los fundamentos del
Colegio San Joseph de Turín, llamado a un rico futuro. Finalmente, instaló los tres
grupos de formación en Grugliasco, en los alrededores de Turín.
*
* *
Así se terminó la hermosa página escrita por los Lasallistas de Italia en el
curso del siglo XIX. El Hermano Gerbaud, Superior General, tenía mucha razón al
escribir al principio de esa era, que Italia otorgaba excelentes sujetos y también de
protestar su apego por los Hermanos italianos. ¡Qué pléyades de hombres
notables!, no solo por sus talentos de educadores, sino aún por su espíritu
religioso y su santidad personal ¿No hemos tenido la oportunidad de admirarlos a
lo largo de estas paginas? ¿Convendría entonces nombrar muchos otros? Nos es
suficiente cerrar este capitulo evocando algunos Hermanos que murieron en
estado de perfección cristiana.
Ya hablamos del Hermano Luigi Gonzaga, Ignazio di Gesú (12) y
Beniamino. Citemos también al Hermano Bernardo de Roma, San Salvatore, al
Hermano León de Jésus de Roma, Colegio San Joseph y al Hermano Esprit de
Jesús de Bolsena, ¡cuántos han venerado, invocado en sus corazones otros
venerables y admirables servidores de Dios! Nuestros Hermanos de Italia
____________
(12) AURELIO FICARELLI, Sancta urbevetana legio.
107
tienen un santo entre sus antiguos alumnos: el joven apasionado Gabriel de
L’Addolorata. Ellos esperaban dos otros, quienes ya estaban sobre la vía que
conducía a la Gloria de San Bosco, ya mencionado; y el Cardinal Lafontaine,
antiguo alumno de la Escuela Lasallista de Viterbe. ¡Si! verdaderamente, la
Familia de San Juan Bautista de La Salle era una escuela de santidad.
Terminemos la crónica de dos siglos Lasallistas en Italia (1700–1900), con
un hermoso testimonio que los Hermanos de ese país han dado de su espíritu
religioso y su apego al tronco y al corazón de la Familia Lallista. En 1885 un
congreso de los Hermanos principales se reunió con un fin especial: el de solicitar
al Superior General que el cargo de Vicario establecido en 1795 por el papa Pío VI
con el objetivo de la conservación del Instituto de San Juan Bautista de La Salle
en el mundo fuera pura y simplemente suprimido y reemplazado por el Visitador
del Distrito de Roma (13). Tres años más tarde, Dios bendice esta victoria de amor
filial con la beatificación solemne de Nuestro Padre y Fundador, Juan Bautista de
La Salle.
____________
(13) Rigault, VIII, p. 25, passim. He aquí la lista de los Vicarios de Italia : 1. H. Frumence, 1795 (francés). 2. Guillaume de Jesús, 1685 (francés). 3. Rieul, llamado Regolo, 1813 (francés). 4. Pío di Santa Maria, 1832 (italiano). 5. Giuseppe Maria, 1836 (italiano). Pío di Santa Maria (Segunda Vez), 1848. 6. floride, 1850 (francés). 7. Gioachino di Gesù, 1870 (italiano). 8.Romualdo, 1871 (italiano). 9. Paziente, 1878-1885 (italiano).
108
CAPITULO III
EN BÉLGICA
PRIMERA IMPLANTACIÓN
Vimos como durante la Revolución Francesa y bajo el Imperio de Napoleón
el Internado de San Humbert había contribuido a hacer conocer los Lasallistas en
Bélgica. Poco tiempo antes de que se cerraran sus puertas por consecuencia de la
muerte del Hermano Julián, su iniciador y alma durante 27 años, los Hermanos
acababan de abrir sus clases en Dinant, en 1816, en un antiguo monasterio de
Hermanas Grises. Dos años más tarde, Namur reclamaba a su turno algunos
profesores que sabían muy bien formar la juventud. El Hermano Marín junto con
algunos acompañantes abrió en Dinant una escuela que tuvo gran éxito; medita la
posibilidad de crear también un noviciado donde algunos jóvenes belgas no
tardaron en presentarse y ser tiempo después figura de santos religiosos y buenos
educadores. En 1818 Liège recibió al Hermano Claudio y a un grupo de Lasallistas
venidos de Francia. Después, en 1821, fue el turno de Tournai para solicitar sus
educadores; en ese momento el numero de escolares frecuentando las clases se
elevaba a más de dos mil (1).
____________ (1) En la súplica dirigida al H. Guillaume de Jesús, Superior General, por la
Comisión Bélgica de las Escuelas Cristianas, encontramos una consideración interesante y fuera de lo ordinario : «Honoradísimo Hermano, está dicho, ¡es de Francia que en otros tiempos recibimos el germen de muchos males y de Francia nos llega hoy el remedio!» (Citado por Félix Hutin en el 1er tomo de su Historia del Instituto de los H.E.C. en Bélgica.
109
Sin embargo, una violenta tormenta no va a tardar en arruinar esos bellos
inicios. No olvidemos que el Congreso de Viena, en 1815, había creído bueno
reunir los belgas y los holandeses en un solo reino, aquél de los Países Bajos,
bajo la soberanía de Guillaume I de Orange, unión mal combinada a causa de la
diferencia de temperamento de los dos pueblos. Además, el Rey, siendo
protestante, se volvió muy odioso hacia los belgas violentando sus conciencias.
Los felices comienzos del Instituto Lasallista en Bélgica debían sufrir
necesariamente. En efecto, las tendencias fébroniennes de los ministros, quienes
se ocupaban de ejercer el poder supremo tanto en lo espiritual como en lo
temporal, atrajo una grave crisis que comprometió la existencia de nuestras
escuelas terminando por suprimirlas. Los Hermanos fueron primero, puestos en
residencias antes de renunciar a seguir las órdenes de superiores extranjeros;
luego, se les prohibió llevar el vestido de su orden. Finalmente, se declaro pura y
simplemente que la Asociación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas no
podía ser admitida en ese país. Por consecuencia, los Lasallistas cerraron sus
escuelas y volvieron a Francia en 1826.
Después de 1830, desarrollo vigoroso
La Revolución belga de 1830 que otorgó la independencia a Bélgica
separándola de Holanda, se hizo bajo el signo de la libertad escolar. El articulo 17
de la Constitución declaraba en efecto: «La enseñanza es libre». Desde 1831,
110
recordado por los votos populares, el Hermano Claude volvió a Namur, donde creó
el Instituto San Aubain al cual anexó un noviciado; sucesivamente, él volvió a abrir
las escuelas de Liége y de Tournai, fundó nuevas escuelas en Verviers, Brucelas,
Nivelles, Péruwelz y Mons (2). He ahí entonces cinco años fecundados con 75
Lasallistas y 16 escuelas de las cuales varias son llamadas escuelas de barrio.
Fue una rápida ascensión que hizo Bélgica, una de las cuatro provincias
Lasallistas más allá de Francia; las otras eran Savoie, Piémont y los Estados de la
Iglesia, y en Mons dirigieron todas las escuelas libres católicas. También Liège
conoció las escuelas de barrio, muy espléndidas y de nombres pintorescos
conservando un ambiente de antigüedad como lo era el barrio d’Outre-mer, el
barrio de San Pholien, el barrio de Près-de-Saint-Denis... También eran muy
notables las Escuelas Lasallistas de Verviers, de las cuales la historia habla de
sucesivas fundaciones, empresas y abandonos, mudanzas honrosas y luchas
contra la hostilidad hipócrita de las logias masónicas. Las escuelas se situaron en
diferentes parroquias, en 1834 se contaban -siempre en Verviers- más de 600
alumnos; excepto por San Remacle, todas las escuelas estaban centralizadas en
el Instituto San Michel, en plena vista de ampliación y los alumnos se presentaban
cada vez más numerosos. En 1883 eran 1150 que se repartían entre las escuelas
de la calle de la Paroisse, de la calle del Collège y de la calle San Michel.
Debemos adjuntar a esta lista las escuelas de barrio: San Remacle, 1839; San
Antoine, 1852; San Lambert, 1866, llamada aún «escuela alemana» que había
____________
(2) FÉLIX HUTIN, El Instituto en Bélgica, t. III, cap. VII.
111
sido fundada en Verviers por el padre Wagner; y finalmente, San Joseph, 1867.
También, cada año un hermoso contingente de alumnos salía orientándose hacia
los estudios superiores. Numerosas vocaciones sacerdotales y religiosas se
extendían; la obra de los Hermanos disfrutaba de la confianza de las familias y
forzaba a menudo la admiración de los adversarios mismos.
Las autoridades religiosas, encantadas por los felices resultados
alcanzados por las Escuelas Lasallistas, confiaron a los Hermanos la dirección de
los cursos prácticos de pedagogía que suplían la ausencia de las escuelas
normales en el reino. Ellas les prestaron todo su apoyo para la erección de una
escuela normal en Namur, la cual conoció una prosperidad tal que sus edificios ya
no tenían espacio suficiente y por segunda vez se necesitó encontrar una casa
adecuada. En 1841, se ubicaba en la antigua abadía de Malonne, en donde le
esperaban grandes destinos (3). Fue así como las vías fueron aplanadas para
nuestro Instituto en Bélgica y en 1842, contaba con 145 Hermanos, 16
establecimientos y 7.130 escolares. Sin embargo, llegamos a un momento crucial,
preludio de una situación que se volverá muy penosa para la enseñanza católica
(4).
____________
(3) BEC. 1910, p. 97. El Instituto St. Berthuin de Malonne. (4) BEC. 1930, p. 234: Cien años para la libertad de la escuela.
112
LA LUCHA ESCOLAR
La ley orgánica sobre la enseñanza, aplazada desde la proclamación de la
independencia de Bélgica en 1830, fue aprobada en 1842 ya no era más la
libertad sin límites que había prevalecido hasta el momento, sino una tendencia
manifiesta a la centralización y el dominio del Gobierno sobre la escuela popular.
La iglesia no ganó nada con ese nuevo sistema escolar, todo lo contrario, el
Estado que pretend ía tratar la iglesia como aliada, ubicó la escuela privada bajo su
propio control, ya que los programas y los libros debían llevar el visto bueno de la
autoridad superior. Y he ahí que los liberales, quienes retenían el poder retirando
a los religiosos de los puestos oficiales y de las subvenciones, les entregaban a
partir de ese momento una guerra de escaramuzas: retiro de autorizaciones,
dificultades respecto a las mutaciones de puesto, obligación de asistir a las
conferencias de profesores, veleidad de reducir los Hermanos a la sola clientela
de los pobres y de excluir las familias solventes, anulación de antiguas donaciones
hechas por los benefactores y atribución de esos dones a los fines diametralmente
opuestos a los deseos de los donantes. Los administradores de fundaciones se
vieron obligados a entregar títulos y archivos.
Esa hostilidad disimulada de los liberales no cesó de ampliarse en el curso
de las décadas siguientes, y la posición de las Congregaciones se volvió casi
insoportable en los regímenes legales. Por todos los medios se trato de obtener
del Gobierno una clase de laicización de las escuelas; la francmasonería movilizó
113
sus fuerzas y lanzó su grito de concentración «¡Abajo los conventos!» Los
Lasallistas, sobre todo, fueron aludidos, se les llamaba desdeñosamente: «Los
pequeños Hermanos», y aquellos de Jemappes fueron víctimas de un grave
motín.
Sin embargo, a pesar de tantas y graves dificultades, el Instituto de San
Juan Bautista de La Salle se consolidó y se desarrolló en la mayoría de las
provincias belgas (5). El personal que enseñaba se mostró cada vez más a la
altura de su tarea, y su popularidad no cesó de crecer; la clientela escolar
aumentaba y un reclutamiento intensivo de maestros se impuso. Muy pocas casas
Lasallistas fueron cerradas como San Gilles de Namur; también se abrieron
nuevas casas, las antiguas se expandieron y se dieron filiales, extendiendo así el
circulo de influencia en el programa de su enseñanza, ya que las buenas
vocaciones afluían (6). Y fue así, por ejemplo, en Bruselas, en la parroquia de
Santa Gudule, en donde gracias a la magnificencia de la familia real y de la
aristocracia, se levantó un despampanante establecimiento para más de mil niños
___________
(5) Son numerosos los artículos que se remontan a este periodo de crecimiento el cual se pudo leer en el Boletín de las Escuelas Cristianas : 1912, p. 268, 1922, p. 138. (6) Entre los reclusos Lasallistas de esta época, señalemos al H. Augusto de vocación tardía. El caballero Augusto-Pablo Paschier van den Cruyce tenía 54 años cuando se presentó ante el H. Philippe, Superior General y le dijo entonces : «Entrego toda mi fortuna que es muy grande, al Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas». En ese caso respondió el Hermano Philippe, «Rechazo su admisión». Los cual fue una desolación para el futuro Postulante. En consecuencia, se estipuló que el caballero debía comenzar por distribuir sus bienes a los pobres antes de ser admitido. Primero como ecónomo, se le dio una pequeña clase de niños pobres. (Según, Félix Hutin, segundo tomo de su Historia de los Hermanos en Bélgica.
114
pobres; otro en la calle de Alexiens sobre el antiguo dominio de una comunidad
donde se instaló un magnífico conjunto de clases nocturnas para los adultos y
reuniones dominicales para los aprendices y soldados; sin contar varias escuelas
de barrio.
En Charleroi se fundaron dos escuelas con clases nocturnas para los
adultos iletrados, lecciones para los niños sometidos al trabajo en los yacimientos
de hulla y en Jemappes una escuela importante con clases de día y de noche , y
cursos dominicales. Agreguemos otras seis escuelas instaladas en las
aglomeraciones industriales como la del Châtelet. Todas esas fundaciones de
Hainaut fueron debidas a la liberalidad del conde Ferdinand de Meeus. Un empuje
se dibujaba hacia las poblaciones de la lengua de Flandre. Después de Alost y
gracias a la generosidad del Conde Joseph de Hemptinne, fue la gran ciudad de
Gand que en poco tiempo ofreció a los Lasallistas cinco escuelas primarias.
Señalemos ahora algunas de las más bellas realizaciones de nuestro
Instituto en Bélgica. Ellas influyeron particularmente en la formación de maestros
para la enseñanza. «Las escuelas normales, escribió el Hermano Achille, se
volverán ordinariamente los centros intelectuales de los distritos donde están
establecidas. Sus profesores mantendrán en el Instituto la fama de los estudios
pedagógicos y los mantendrá a la altura del “progreso”». Ese resultado justificará
solamente a los establecimientos de las escuelas normales, además ¿quién no
115
ve la importancia de esas casas frente a los establecimientos donde el Estado que
no era cristiano formaba el espíritu de sus profesores?
Las dos grandes escuelas belgas, siempre poderosas y prosperas fueron
Malonne y Carlsbourg fundadas en la misma época de la ley de 1842. La primera,
estaba situada en la diócesis de Namur, en la antigua abadía de San Berthuin; la
segunda, en la parte occidental de la provincia de Luxemburgo. Malonne, bajo la
dirección del Hermano Martinien, alcanzó un desarrollo magnifico y contó pronto
40 Hermanos, 232 internados y 90 normalistas. Estos últimos, provistos de sus
diplomas, serán apóstoles: unos en sus modestas escuelas de pueblo, otros en el
rango supremo de la jerarquía universitaria y un buen número vestidos con la
sotana eclesiástica o con el hábito monástico, o con el mismo hábito que sus
antiguos profesores. Con la invitación del Hermano Martinien ellos serán más
numerosos cada año en la antigua abadía, para participar en los retiros destinados
para los profesores (7).
Bajo el Hermano Maufroy, su sucesor, un laboratorio de química de las
colecciones mineralógicas, zoológicas y numismáticas de gran valor se instala rán
en los bastos salones del Instituto San Berthuin; una Academia de Bellas-Letras
____________
(7) En el año 1846 los pensionados eran 94. En los ejercicios de la piedad de cada día se adicionaban dos lecciones de pedagogía dadas por los Hermanos. Agreguemos que los costos de la estadía eran gratis para el tiempo del retiro (Cf. FÉLIX HUTIN… T. III, p. 432).
116
comenzó a funcionar, manifestando una solidez iluminada respecto a la cultura no
solamente científica sino también literaria. Fue la época en que Dios suscitó en
Malonne las almas apasionadas por un ideal de santidad; en 1855, el joven
Hermano Mutien Marie, con 18 años de edad fue inscrito en el registro de la
Comunidad, su vida fue muy humilde pero muy meritoria. El Hermano Mutien no
se distinguió por su prestancia o el resplandor de sus servicios; pero fue «un
religioso que siempre oraba», y quien observaba la regla hasta en los más
mínimos detalles. Cuando murió en 1917, de todas las esquinas de Bélgica
vinieron a orar en su tumba y numerosas curaciones extraordinarias fueron
obtenidas.
De otra parte, el Hermano Mutien Marie no fue el único en impulsar a la
Comunidad, de la cual la cohesión y el buen espíritu no cesaron de manifestarse.
Citemos simplemente al Hermano Michel, profesor incomparable de literatura, de
quien el resplandor de la ciencia y de su talento era poco en comparación al de su
autentica santidad la cual hizo decir al capellán de Malonne poco tiempo después
de la muerte del Hermano Mutien: «Malonne perdió un santo , pero en el Hermano
Michel posee un religioso del cual la vida interior me ha impresionado aún más
que la del Hermano Mutien Marie». En 1860, la Escuela Normal de Malonne
habiendo franqueado la tutela del Estado, revisó sus programas dando más
importancia al dibujo y haciendo beneficiar la historia y la geografía nacional de un
estudio más profundo. De modo general, los profesores acordaron dirigir el
objetivo esencial del establecimiento de la siguiente manera: formar pedagogos y
117
no teóricos de la ciencia. También el informe oficial de la Inspección académica en
1884, terminó en estas palabras: «El celo y el trabajo asiduo de los alumnos
responde a la abnegación de los maestros y vuelve más fecundos los
resultados».
La segunda gran escuela en Bélgica en medio del silgo XIX, fue la Escuela
Normal y Agrícola de Carlsbourg instalada en el castillo histórico que perteneció a
Godefroy de Bouillon, el héroe de la Primera Cruzada. Mons. Dehesselle, Obispo
de Namur, compró en 1844, con el objetivo de instalar una escuela normal de la
que confío su dirección a los Hermanos de las Escuelas Cristianas. En la escuela
normal entraron después un internado y secciones de enseñanza técnica los
cuales, en manos de los Hermanos se convirtieron en ciudadelas de la enseñanza
católica, con esta escuela normal de Malonne reinaron los buenos métodos
pedagógicos y el espíritu cristiano (8). Los primeros Directores del notable
establecimiento de la escuela de Carlsbourg, fueron el Hermano Ingaud, el
Hermano Mémoire, quien pasó enseguida a Malonne; y el Hermano Miliany. Estos
hombres le darán una situación de primer plano; las dos medallas de oro que
fueron atribuidas a Carlsbourg por las Exposiciones Internacionales de Londres
en 1869, y de Viena, en 1873 atestiguaron el valor de la educación dada tanto en
la sección normal como en el Internado. Más tarde el Hermano Mathias Marie ató
____________
(8) En este fin de siglo magníficos edificios se elevaron en Malonne, entre los cuales está una muy bella capilla. Grandes fiestas se celebraron en el año del centenario de Saint Berthuin y en 1900, para la canonización de S.J.B. de La Salle.
118
de una manera imperecedera su nombre al éxito de la escuela agrícola.
El valor de los profesores de Carlsbourg es corroborado por los eruditos
trabajos que publicaron. Fue así como el Hermano Achille resumió sus principios
de pedagogía en un Vade Mecum que fue autoridad durante mucho tiempo en
Bélgica. El Hermano Milliany fue el autor de un erudito trabajo de botánica; el
Hermano Marcy escribió tratados de geometría, aritmética y trigonometría; en
cuanto al Hermano Mathieu, publicó una historia general en tres volúmenes que
ameritó las alabanzas de Pío IX.
El Hermano Alexis Marie ocupó, como geógrafo, un lugar aparte,
observador perspicaz, dobló las cualidades de un sabio y renovó la enseñanza de
la geografía por medio de sus obras, mapas murales y relieves hipsométricos. En
su informe sobre la Exposición Universal de Viena en 1873, Ferdinand Buisson,
pontífice del libre pensamiento en Francia, se expresaba así: «Al Hermano Alexis
vuelve el honor de haber transformado en curso verdaderamente interesante y útil,
la vieja lección de geografía y no sin audacia, de haber introducido en la escuela
popular un conjunto de procesos rigurosamente científicos». Este juicio fue
confirmado por los resultados obtenidos en las Exposiciones Internacionales y
Congresos Geográficos del mundo entero: «50 recompensas, las cuales son 12
diplomas de honor, dos grandes premios y 16 medallas de oro». Los Soberanos y
las sociedades sabias se ensalzaron de contar al Hermano Alexis Marie entre sus
119
agradecidos y asociados; ellos, literalmente, lo cubrieron de decoraciones y de
ordenes caballerescas (9).
Alrededor de esos dos grandes internados de Malonne y de Carlsbourg
gravitaban los internados de Alost, Gand y Jemappes, más bien modestos en su
primera época. Señalamos finalmente una iniciativa audaz que vivía el día en
Gand en un local bien dotado donde el Hermano Marès Joseph antiguo alumno de
Bellas-Artes de París reunió una treintena de jóvenes personas para inculcarles: el
amor a lo bello, la verdad del arte que se produce por el equilibrio de las fuerzas,
la armonía de las proporciones y el juicioso empleo de la materia bruta. Fue así
como nació la primera Escuela de San Luc. Esta debía desarrollarse en el curso
de veinticinco años que iban a seguir y provocar, como lo veremos más adelante,
la creación de varias escuelas similares (10).
LA LEY DE LA DESGRACIA
La lucha imprevisible del partido liberal contra la escuela católica
desembocó el 1° de julio de 1879 en el voto de lo que se llamó en Bélgica: «La ley
de la desgracia». La enseñanza de la religión desaparecía de los programas
escolares, toda la vigilancia y el control de los estudios se escapaba del clero. Se
____________ (9) CARLSBOURG, Historia del establecimiento por Emilio Chardonne. Ver
también Boletín H.E.C. 1944, p. 141-149. (10) BEC. 1909, pp. 6-27.
120
limitaban a disponer un local para los curas en la escuela para dar sus lecciones
de catecismo antes o después de las clases (11). Fue la separación de la Iglesia y
el Estado en el dominio de la educación nacional y un sistema jacobino de
centralización fue instaurado para hacer fracasar a las escuelas libres.
La reacción de los Jefes de la Iglesia, aprobada por el papa León XIII, fue
inmediata, la ley fue declarada nefasta e inaceptable, los padres que enviaban sus
niños a las escuelas comunales, y hasta los mismos maestros de esas escuelas,
además los inspectores y los miembros de los Comités Escolares tenían que
rechazar los sacramentos de la Iglesia. El efecto fue fulminante, 2.253 profesores
públicos, para no faltar en lo más mínimo a sus deberes cristianos, entregaron su
destitución y por consiguiente las escuelas comunales perdieron el sesenta por
ciento de sus alumnos. Las diócesis y las parroquias organizaron lo más pronto
posible un extenso plan de enseñanza libre que funcionó enseguida en los tres
cuartos de las comunas. Para sostener esas nuevas escuelas se recolectaban
donativos en todas partes: en las calles, en las tiendas y en las iglesias. Los
pobres daban todo lo que poseían y los nobles y burgueses se hicieron
profesores.
Adivinamos que los Hermanos de las Escuelas Cristianas se mantenían en
los primeros puestos de combate, apoyándose en los hombres a los cuales habían
____________
(11) BEC. 1931, pp. 339-347.
121
instruido en su juventud. Este complemento dado por los antiguos alumnos fue
de una importancia decisiva en la lucha por la libertad de la enseñanza. Aquellos
de las pequeñas escuelas y aquellos de nuestros internados mantenían su
confianza y su gratitud en sus viejos maestros, les enviaban sus hijos para que los
instruyeran a su turno ; no lamentaban pagar con su trabajo, con su dinero o con
su influencia para asegurar, a pesar del régimen, el mantenimiento de las
Escuelas Lasallistas y de todas las escuelas libres.
La más antigua de las asociaciones de exalumnos era la de Malonne.
Acribillada por la ley de la desgracia se amplió y se desarrolló en diversos centros
Lasallistas, al punto de formar en poco tiempo treinta-y-dos agrupaciones
organizadas que se unirán a una Federación Nacional, lo cual fue un poderoso
consuelo para los Lasallistas comprometidos en la persecución; ya que nuestro
Instituto tuvo que soportar los más rudos golpes en esa lucha llevada por los
enemigos de la enseñanza cristiana. Fue así como fue cerrado el Internado de
Alost y como la casa Provincial de Namur vivió odiosamente expoliada de la
donación piadosa de la que disfrutaba desde hacía ya medio siglo. Los nocivos y
los ancianos debieron abandonar su casa e ir en busca de asilo en los locales del
Internado de Alost que acababa de ser brutalmente cerrado. De la misma manera,
la fundación hecha antiguamente a favor de los Hermanos de Dinant, les fue
arrebatada y atribuída la administración comunal. Los Hermanos de Nivelles
conocieron semejantes pruebas y los de Boom se vieron fo rzados a abandonar su
inmueble. En cuanto a los Hermanos de Verviers fueron obligados a defenderse
122
ante los tribunales triunfando solamente gracias al apoyo enérgico de los grandes
industriales.
Nuestros jóvenes Hermanos debieron ingeniarse la manera de escapar al
servicio militar, pagando un reemplazo. Sin embargo fueron enrolados en la
guardia cívica y el Hermano Asistente Renaux escribió por ese entonces a los
Hermanos directores: «Protesten para escatimar a sus Hermanos de los ejércitos
de la Guardia. Pero si le insisten declare que no pueden equiparlos y ellos
acudirán al campo de maniobra con el abrigo en la espalda y el sombrero tejido en
la cabeza». Los liberales retrocedieron frente a ese ridículo y su reinado terminó
con las elecciones del 10 de junio de 1884 ya que un amplio hastío barrió las
sectarias después de un duelo a muerte de cinco años, de manera que esa lucha
áspera y sin gracia -que hacía honor al pueblo belga del cual el alma se mostraba
noble y grande- terminó con una completa victoria de los católicos.
Plena dilatación
Durante su pasaje al poder, los ministros liberales, en su meta por
conquistar las inteligencias había n organizado la enseñanza secundaria previendo
dos series de establecimientos: las ateneas, escuelas medias superiores con
estudios en latín y griego; y las escuelas medias propiamente dichas, en las
cuales, las lenguas vivas sustituían a las lenguas muertas. Una tercera serie
estaba instituida comprendiendo los cursos profesionales. Ahora bien, el éxito no
123
correspondía a sus esfuerzos, ya que las familias, más que confiar sus niños a los
profesores oficiales persistían en su preferencia por la enseñanza religiosa.
Desde que esta reforma de la enseñanza fue operada, Malonne organizó
sin tardar una sección media que atrajo numerosos alumnos. Sin embargo, en
lugar de apuntar simplemente a un objetivo utilitario, los Hermanos, por medio de
esta enseñanza, alcanzaron a despertar inteligencias, volviéndolos más aptos
para el trabajo personal y preparando sus almas para las decisiones de la vida.
Aquello por lo que debían tender primero, al estudio de la lengua materna y al de
la Literatura; después, la disciplina de las Matemáticas, las Ciencias Naturales, la
Historia, la Geografía y las Lenguas Extranjeras. Los alumnos podían optar entre
las ciencias puras y sus aplicaciones a la industria y al comercio. San Berthuin de
Malonne y Carlsbourg permanecían en el tipo de organización racional del
programa de las escuelas medias y de las humanidades modernas.
En ese fin del siglo XIX, las clases secundarias organizadas sobre ese tipo,
se multiplicaron en casa de los Hermanos belgas. Citemos los establecimientos
de: San Amand en Gand, Verviers; San Barthélemy en Liége y San Ferdinand en
Jamappes. Este último obtuvo resultados tan notables que un Obispo no dudó en
llamarlo «La ciudadela católica del país de Borinage» (12). No hay demasiada
variedad de fortalezas de ese género en la capital del reino. También, Bruselas los
____________ (12) RIGAULT, VIII, p. 112.
124
vio edificarse bajo los vocablos de: Bruselas–San Joseph, Bruselas-Molenbeeck,
Bruselas-San Gilles y Bruselas-San Georges. Este último establecimiento de
Bruselas en sus comienzos presentó el doble carácter de una escuela media y de
una escuela profesional. En efecto, San Georges orientó sus alumnos muy bien
hacia la industria y hacia la administración: aprendieron la técnica del edificio, se
prepararon para los exámenes de Geometría, de sub-ingeniería, de ferrocarriles y
de conductor de puentes y calzadas. Se recibió sobre todo –no lo olvidemos– una
sólida formación moral y religiosa, lo que los padres estimaban por encima de
todo.
Además, las técnicas de la escuela de San Luc, la cual será punto de
discusión más adelante, fue otra enseñanza que vale la pena señalar: esta fue una
de nuestras escuelas agrícolas. En San Trond se formaban jardineros y
arboricultores. En Carlsbourg –decididamente esta casa respondía a todas las
necesidades más imperiosas- encontrábamos la espléndida sección agrícola, que
a finales del siglo XIX formó por centenas: agrónomos, horticultores, maestros de
cervecería y directores de centrales lecheras. El alma, el animador incomparable
allí fue el Hermano Mathias Marie. A sus grandes jóvenes les brindó el amor de la
tierra, con ellos operó –cosa apenas creíble– la transformación agrícola del Alto
Luxemburgo, este labriego que se pudo comparar con los monjes de occidente,
hizo de una región de brezos, de helechos y de retamas un tapete tornasolado de
prados enverdecidos, de campos de trigo, de centeno y de avena. Hizo reinar el
bienestar y la higiene en las casas de campesinos, el Estado lo sostenía y lo
125
alentaba con sus subsidios. La influencia religiosa del Hermano Mathias Marie se
beneficiaba de su prestigio de distribuidor de riquezas; en cuanto a los alumnos de
la sección hortícola, los diplomas certificaban sus trabajos teóricos y prácticos. En
Carlsbourg nada faltaba para su formación: laboratorio, cervecería, aves de corral
seleccionadas, establos poblados de bestias vigorosas que se aposentaban en las
húmedas praderas y modelos de centrales lecheras y de aparcerías. En esos años
de 1900 el utillaje agrícola presentaba las clases más modernas: guadañadoras,
batidoras y sembradoras mecánicas venidas de América (13).
Entre las más bellas creaciones belgas debemos ubicar también las
escuelas de San Luc. Hemos presentado la primera en fecha que fue abierta en
Gand en 1863. En los veinte últimos años del siglo fue una verdadera proliferación
que se iba a producir. Y fue así como en Tournai esta antigua ciudad de la que los
monumentos, la antigua catedral sobre todo, ofrecían temas adecuados a las
reflexiones y a las labores de los alumnos: Arquitectura, Pintura, Escultura y
Orfebrería; pronto se agregó con la colaboración de las Casas de Edición Desclée
y Casterman, la imprenta y la litografía. Después se agregaron, en 1880, San Luc
de Liège con sus talleres de carpintería, ebanistería, escultura y arte decorativa;
más tarde, en 1887, San Luc Bruselas–Scharbeek y en 1887 también: San Luc de
Bruselas-Saint-Gilles; luego, en 1898, otras tres: San Luc de Mons, de Namur y de
Bruselas-Molenbeeck. En cada uno de estos establecimientos los salones de
____________
(13) Reseñas necrológicas, 1927, H. MATHIAS MARIE.
126
clase y los talleres se volvieron rápidamente demasiado pequeños, ya que el
número de alumnos se elevó velozmente a doscientos, trescientos… En Bélgica
no había escuela en la cual el éxito fuera tan vivo y se extendiera tan lejos.
Los artistas de San Luc se impusieron primero, en la atención de sus
compatriotas y después, del mundo entero, devolviendo el arte popular y
levantando la nobleza del oficio, incrementando el patrimonio estético y espiritual
del país y arrancándose la influencia de imitaciones literales y de la rutina; tales
fueron los objetivos pretendidos por los hermanos y benefactores que los
apoyaban. La ciencia del pasado deberá adaptarse a la vida presente y se
observará alrededor de la naturaleza para renovar sin descanso la originalidad de
los artistas. La formación de un alumno de San Luc –que pertenezca al grupo del
edificio y de las profesiones que se relacionan entre si, o bien al grupo de
decoradores: pintores, ornamentistas, grabadores, ilustradores– era una obra de
aliento prolongado. Lo cual se entenderá por esta simple enumeración de
concurrencia de fin de año al principio del siglo XX:
• Alumnos de octavo año: proyecto de un museo de arte y oficios.
• Alumnos de séptimo año: proyecto para la construcción de un hotel de
ciudad.
• Alumnos de sexto año: proyecto de una explotación agrícola.
• Alumnos de quinto año: proyecto de un círculo burgués y obrero.
127
• Alumnos de cuarto año: proyecto para la construcción de una villa.
• Procesamiento de cepa virgen para lencería de mesa.
• Proyecto mobiliario completo para la sacristía de la iglesia rural (14).
¡Qué hermosos resultados obtenidos en San Luc en el periodo que nos
ocupa! Varias centenas de jóvenes tomaron una posición independiente,
honorable y lucrativa: directores de escuelas profesionales; profesores encargados
de los cursos de arte en la Universidad, arquitectos, expertos en Geometría,
patrones y maestros de obras en metal, oro, plata y cuero; escultores, pintores y
diseñadores industriales; agregamos dos mil obreros de arte. «Yo no conozco,
escribe el Sr. Bernaert, Ministro del Estado belga, obra mejor llevada, más útil y
más grande en sus principios, y más fecunda en sus resultados que aquella de las
escuelas de San Luc.»
«Es la gloria de San Luc, dice a su turno Georges Goyau, al mismo tiempo
que forma a los mejores técnicos del ojo y de la mano, despierta el alma, y
aprovisiona de valentía y de alegría todo el camino de la vida, para que ella se
haga a lo largo de su camino, obrera de belleza» (15). Agreguemos finalmente que
San Luc agrupaba sus estudiantes en asociaciones, como los famosos ghildes
(asociación privada de interés cultural y comercial) de la Edad Media. Y su
____________
(14) BEC. 1909, pp. 14-15. (15) G. GOYAU, En Rigault, VIII, p. 122.
128
carácter cristiano, moral y social no era una etiqueta trivial, sino mejor aún
correspondía bien a la realidad. En 1895, el Cardinal Rampolla, secretario de
Estado de León XIII, escribía a los Hermanos de las Escuelas Cristianas: «El
Aguste Pontífice, tomando conciencia del carácter y de los programas de las
escuelas de San Luc, observó que por ellas se cumple uno de los deseos
manifiestos por su Santidad en la Encíclica Rerum Novarum. Es por esto que su
Santidad quiere que usted continué promoviendo con todo el celo posible una obra
tan meritoria y ya fecunda en frutos numerosos».
Es así que en ese fin de siglo, el Instituto del Señor de La Salle
recientemente promovido por la Iglesia en los honores de la canonización, conoció
en Bélgica magníficos desarrollos. La contratación fue floreciente, al punto que
Chaumont en donde funcionaba el pequeño noviciado le faltaba espacio y por
consiguiente hizo hospitalizar los reclutas de Flandre en el Noviciado de Alost.
Por otra parte, esta última casa no era central, y sus edificios dejaban mucho que
desear. También el Hermano Visitador Marianus deseaba una residencia estable,
convenientemente arreglada y susceptible de convertirse en casa provincial. Él la
descubrió en Louvain en un sitio espléndido, con una superficie de más de dos
hectáreas llenas de luz, envuelta en silencio y dominando la ciudad, era el antiguo
convento de Carmes-Déchaussés, su posición excepcional le había valido el
sobrenombre de placet (le gusta). El Hermano Marianus habiendo hecho la
adquisición la llamará a partir de ese momento Jesu Placet (le gusta a Jesús). En
pocos años, notables edificios de estilo sobrio y majestuoso se elevarán para
129
recoger escolásticos, novicios y Hermanos empleados en la administración o en el
temporal. Para la liquidación real del 29 de agosto de 1889 los privilegios de las
escuelas normales catedráticas estaban atribuidos a los escolásticos, al mismo
tiempo se abría al lado una escuela gratuita de aplicación en donde los futuros
maestros adquirían la experiencia pedagógica. Seguían también cursos de la
famosa Universidad de Louvain, y trabajando como clientes asiduos en la gran
biblioteca. Como la élite del catolicismo europeo, la Congregación Lasallista podrá
mostrarse orgullosa de sus «Luvaneses».
En 1893, llegamos a una época en la que el desarrollo del Instituto había
alcanzado en Bélgica un alto estado –712 Hermanos y 49 casas– la separación en
dos Distritos se reveló necesaria. A este argumento perentorio se agregaron
razones de orden lingüístico. La antigua provincia belga comprend ía, entonces, a
partir de ese momento dos Distritos: el de Bélgica del Sur, de expresión francesa
con su Casa Provincial en Louvain, contando con 32 casas y 382 hermanos
comprendidos entre estos los escolásticos; y el Distrito de Bélgica del Norte de
expresión de Flandre, que contaba con 15 casas y 330 Hermanos. No tardará en
anexarse a un muy bello dominio -antigua abadía- en las puertas de la capital, en
Grand-Bigard. En ese lugar, en medio de árboles y de praderas, un nuevo
monasterio levantará su poderosa silueta gracias a los arquitectos de San Luc. Era
la Casa Provincial del Distrito de Bélgica del Norte.
130
CAPITULO IV
LOS PRIMEROS PASOS DE LOS LASALLISTAS EN LA VÍA DE LAS MISIONES
Gracias a la genial intuición de Pío VI que había nombrado un Vicario para
el Instituto Lasallista en la víspera de la Revolución Francesa y gracias también a
la solicitud paternal de Pío VII quien ayudó con toda su alma a la obra de
reconstrucción, la Familia del Señor de La Salle no solamente fue restaurada si no
que también se sintió animada por una fuerza de expansión intensa. En Francia,
solamente, en el polígono formado por Bordeaux, Nantes, Caen, Lille, Nancy,
Besangon, Grenoble, Avignon, Toulouse y Bayonne, contabamos con 126
Comunidades, 193 escuelas, 570 Hermanos y 39.500 escolares. Magnífico
germen de vida que prodigaba los retoños florecientes en Bélgica y en Italia. Fue
la época en donde en la Iglesia de Francia, después del desastre revolucionario,
renacía el celo por las Misiones Católicas. Fue el momento en donde los
Superiores Lasallistas giraron los ojos en dirección de lejanías opuestas al globo
terrestre, en donde tantos niños esperaban los educadores cristianos, quienes les
darían el pan de la inteligencia y el amor de la verdad. El papa Pío VII gemía sobre
los golpes llevados a las misiones extranjeras por los desastres del periodo
revolucionario. Él se ocupó de repararlos. Si se eximen Estados Unidos y Canadá
–en donde las circunstancias particulares habían favorecido la acción de lo
sacerdotes emigrados de Francia a consecuencia de la revolución– por todos los
demás lugares, la pobreza, el aislamiento, el defecto de la organización y los
131
recursos habían paralizado las buenas voluntades. Pero he ahí que en los años de
1800, los espíritus de la gente de bien se dirigían ávidamente hacia los países
paganos.
Tres factores reanimaron la llama casi apagada del lejano apostolado: 1° el
restablecimiento de la Compañía de Jesús, 2° la reconstitución de la Sociedad de
las Misiones Extranjeras de los Lazaristas y 3° la fundación en Lyon de la Obra de
la Propagación de la Fe. Por otra parte la opinión pública, en Francia
particularmente, era favorable para los misioneros, estaba estimulada por el
Soberano Pontífice Pío VII: «Debemos, escribe, preocuparnos del bien espiritual
de las almas, de aquellas que precisamente son las menos ayudadas» (1).
También en Francia se complace en citar las páginas elocuentes que
Chateaubriand había dedicado a los misioneros en el Genio del cristianismo (2).
A las razones mayores que estimulaban la obra de las misiones,
añadiéremos con gusto las invenciones que marcaron el principio del siglo XIX.
Ellas tendían a reducir considerablemente las dificultades y las pruebas inherentes
a la vocación misionera. Mencionemos antes que nada, que los americanos
habían mejorado considerablemente la navegación a vela, ya que los navíos
___________
(1) Archivos Generales del Instituto. Documento IDq.I. (2) Ingeniería del Cristianismo. Libro VI. Cap. 1ero. (Los Misioneros) «Los mares,
las tormentas, los glaciales del polo, el fuego de los trópicos, nada los detiene… Necesitaron superar la ignorancia de la barbarie, los prejuicios de la civilización», etc.
132
fueron alargados para reducir la resistencia al elemento líquido para aumentar la
velocidad. El hierro y el acero sustituían progresivamente a la madera aumentando
así la seguridad de los viajeros y la resistencia a los elementos, ¡sí,
verdaderamente! Los largos viajes ofrecían menos dificultades y peligros que en
otros tiempos: el miedo por las largas expediciones se extinguía en proporciones
considerables. Por otra parte, el pavimento comenzaba a devolver más rápido los
viajes en diligencia sobre las rutas, y el día cuando los ferrocarriles con sus
locomotoras a vapor conquista rían el espacio no estaba lejos (3). Fue así como
poco a poco, pero de una manera progresiva, el occidente penetraba
pacíficamente en el oriente y en África relacionándose por una disposición de la
providencia con la vía de los misioneros y los propagadores del Evangelio. Para
los hijos del Señor de La Salle la hora de entrar en el movimiento había llegado.
EN LOUISIANE
La primera demanda de los Hermanos misioneros emanó de Mons.
Dubourg, celoso sacerdote francés, que Pío VII acababa de nombrar Obispo de
Nueva-Orleans, en el continente americano. En esa época los Estados Unidos del
Sur eran aún una tierra de misiones, la demanda de los Hermanos era insistente
por el Papa, quien el 20 de diciembre de 1815 había escrito él mismo al Superior
General estas palabras significativas: «Queremos favorecer el celo del Excelente
____________ (3) Conf. «El despertar de las Nacionalidades». (G. Weill), vol. XV, p. 280, passim.
133
Prelado». También, el Hermano Gerbaud designó tres Hermanos para esa primera
misión Lasallista. Esos tres voluntarios se reunieron con Mons, Dubourg en
Bordeaux, y desde el 3 de julio de 1817, bogaban hacia América,
¡desgraciadamente! Las rivalidades entre personas impidieron el inmediato
establecimiento de una escuela única en ¡Nueva Orleáns! Después de un intento
rápidamente frustrado en Santa Geneviève, cerca de San Luis, los tres Lasallistas
fueron dispersados en sitios diferentes de modo que cada uno se encontró en un
completo aislamiento. Privados del apoyo indispensable de la vida común, no
podían comunicarse de una manera útil con los Superiores de Francia –las
prorrogas del despacho de cartas, ida y vuelta, superan la imaginación, sin las
finanzas necesarias para volver a la madre patria y a su Instituto– esos
infortunados se acomodaron y se casaron buscando establecerse en algún lugar
(4).
EN LA ISLA BORBONA
Los Ministros de Luis XVIII, Rey de Francia, deseaban ver un equipo de
educadores Lasallistas para que fueran al Océano Índico, a la Isla Borbona, sobre
el lado este del Continente Africano. En esa preciosa colonia restituida en Francia
____________ (4) BEC. 1907, p. 371. El último de los sobrevivientes «Antiguo Hermano Fulgente» solicitó realizar un retiro en una de nuestras Comunidades de Estados Unidos. Distribuyó su fortuna a los pobres y solicitó por testamento ser sepultado en ropa religiosa, la cual siempre había conservado.
134
por los ingleses después de la caída de Napoleón, los buenos maestros de
escuela hacían falta. El Superior General, Hermano Gerbaud, para despertar el
espíritu misionero en casa de sus Hermanos, escribía en el verano de 1816:
«Renueven su celo, mis queridos Hermanos, ustedes que desean pasar los mares
para anunciar el Evangelio de Jesucristo. Ya que, si la sal se vuelve insípida, ¿en
que será buena? ¡lejos de nosotros esos corazones se enfrían o se desazonan!»
Estas palabras encendidas fueron escuchadas (5).
En efecto, el 18 de septiembre de 1816 el Hermano Bénézet y cinco
colegas más llegaron a Rochefort y se embarcaron en el «Golo», el orgulloso
navío levó anclas y después navegó sobre los océanos durante 242 días. Atracó
finalmente el 18 de mayo de 1817, día del Pentecostés, al norte de la isla, en
frente de San Denis de la Reunión. Los Hermanos pisaron sobre la rivera,
portando una carta remitida al Gobernador por el Conde de Bouchage, Ministro de
la Marina. Esta carta prescribía el respeto de los Estatutos Lasallistas a fin de
«asegurar a la colonia todas las ventajas de tan apreciada Asociación». Fue
desafortunadamente lo que el jefe de la colonia no comprendió. Accediendo a los
deseos del clero de la Isla, los Hermanos se dispersaron. No se dieron cuenta que
tocaba mantener compacto el grupo de Hermanos en la ciudad de San Denis
durante todo el periodo de experiencia y aclimatación. Se ubicaron de a dos en las
localidades espaciadas y lo que debía llegar se produjo: el aislamiento de los
____________
(5) Archivos Generales. Documento Gerbaud. BEL.
135
Hermanos en periodo de experiencia y de investigación causó la pérdida de los
objetivos, excepto por el Hermano Bénézet quien fiel a su ideal religioso
permaneció completamente solo en su escuela, haciéndose ayudar de sus
alumnos más grandes. El heroico Lasallista esperó durante diez años un refuerzo
que a pesar de las dificultades del tiempo, no podía faltar. Fue así como él salvó
una providencia destinada a un fructuoso apostolado.
EN CAYENNE
En 1820, el Hermano Gerbaud, Superior General, fue vivamente solicitado
de enviar tres Hermanos a la Guyana Francesa para abrir allí una escuela. El
fracaso de Louisiane y el mediocre éxito de la expedición dirigida sobre la Isla
Barbona había sensiblemente enfriado el celo misionero Lasallista. También el
Superior General se preguntó durante mucho tiempo, si él debía dar una
respuesta favorable. Fue su sucesor, el Honorabilísimo Hermano Guillaume de
Jésus quien en 1823 constituyó el pequeño grupo misionero destinado a Cayenne
y rebasó todos los obstáculos (6).
El 17 de julio de 1823, los Hermanos Flavien exdirector en Corsa, el
Hermano Carloman y el Hermano Demètre; se embarcaron sobre el navío Adèle,
anclado en el puerto de Nantes. En pleno Océano el Adèle escapó por poco de la
____________
(6) Archivos Generales, Documento IDK1.
136
mano de los corsarios que hundieron dos otros navíos que navegaban de
conserva con el Adèle. En la Guyana las dificultades fueron de otra naturaleza , en
ese país todo era lamentable desde el punto de vista material y moral. La
Comisión de Investigación y Control Administrativo buscaba demoler aquello que a
otro les hacía bien. Tal era el testimonio de la bienaventurada Anne Marie
Javaunhey, fundadora de las Hermanas de San Joseph de Cluny que se
encontraban en la Guyana en esa época (7). Los Hermanos conocieron los
mismos problemas que la Sierva de Dios. Su caridad cristiana chocaba con el
sistema colonial que no admitía sobre las mismas bancas de clase ¡los hijos de los
colonos y los hijos de los esclavos! «Ustedes ignoran, sin duda, les decía el
Comisario Administrador, que estos individuos no disfrutan de ningún derecho
civil.» Se quería también obligar a los Hermanos a sustituir el método Lasallista
por el método mutuo lancasteriano. A pesar de todas estas dificultades, los
Lasallistas –gracias a sus métodos y a su abnegación– hacían mucho bien a los
niños.
En 1825, el Hermano Flevien, de acuerdo con los Superiores, pasó las
riendas del gobierno de la pequeña Comunidad al Hermano Carloman, y regresó a
Francia por razones de salud. El Hermano Louis Marie fue a reemplazarlo a
Cayenne. Una centena de niños: blancos, negros y mestizos llenaban las escuelas
donde se hacía un bello y buen trabajo. Los Hermanos eran fervientes, dóciles y
____________
(7) Ver GEORGES GOYAU (Ana – Maria Javouhey), passim.
137
abnegados, el establecimiento parecía sólido. Desgraciadamente, en esos buenos
frutos un gusano estaba creciendo, el Hermano Director se había relajado.
Comenzó por lanzarse a la pesca y a la caza... fue más lejos, hasta el día en que
el escándalo estalló. El Gobernador de la Colonia lo suspendió de sus funciones y
pidió oficialmente su retiro ¡en Francia!... La escuela vegetó hasta el día cuando
los Hermanos Demètre y Louis Marie volvieron a la patria donde su carrera fue
fecunda (8).
____________
(8) RIGAULT, Hist. del Instituto. Vol. V, p. 48. Escribió : «Las paternales recomendaciones del H. Gerbaud, Superior General, a sus religiosos embarcándose sobre la Adèle, permanecieron en vano». Esto no es muy justo, fue solo el Hermano Carcoman quien faltó a su deber, los ostros tres fueron buenos religiosos. Para convencerse, es suficiente leer reseñas necrológicas en los viejos volúmenes de la época.
138
CAPITULO V
EN LAS ISLAS AFRICANAS DEL OCÉANO INDICO
EN LA ISLA BORBONA, LLAMADA DESPUÉS LA ISLA DE LA REUNIÓN
La divina providencia tenía preparada en la isla Borbona un modesto campo
de apostolado sin duda, pero donde debían madurar las ricas cosechas,
esperando que los obreros del Padre de la Familia Lasallista pasaran a otras islas
de esas lejanas regiones.
La isla Borbona de la cual su nombre fue reemplazado más tarde por el de
La Reunión, es a lo sumo grande como la mitad de un departamento francés.
Casi redonda, tiene una circunferencia de 236 kilómetros y presenta una
estructura muy particular. Su relieve central se eleva, en efecto, hasta 3.069
metros en el pico de Neiges, y a 2.626 metros en el pico Fournaise, volcán activo
que se sitúa al sureste. Esas dos altas montañas están unidas por una vasta
meseta, sucede que las tierras de baja altitud se reducen un poco cerca del litoral.
Este por otra parte, es más escarpado que la Isla y esta desprovisto de puertos
naturales. Las ciudades y aglomeraciones están distribuidas en ristras sobre las
riberas del Océano; San Denis, la capital de provincia se encuentra en el norte, y
las otras se reparten principalmente sobre el lado oeste, región seca que
designamos con la expresión «bajo el viento»; las otras, menos numerosas, están
139
sobre el lado oriental, llamado «el viento» donde las precipitaciones atmosféricas
sobrepasan los tres metros, el suroeste esta casi despoblado de ciudades.
Contando la vida del Hermano Scubilion Monseñor Chassagnon, Obispo S’Autun,
evocaba el encanto de esos lugares: «Los pies en el agua, la cabeza en el sol, esa
Isla es una de las más agradables estancias del mundo» (1). Borbona, rica en
terrenos volcánicos difíciles de trabajar, ha sido ocupada por los colonos franceses
bajo el reinado de Luis XIII. Trajeron con ellos los hindúes, y los malgaches libres
que se ocuparían en la cultura de la caña de azúcar, del café y de las especias.
Fue más tarde cuando los esclavos fueron importados.
Hemos visto antes, que el primer establecimiento de los Hermanos de las
Escuelas Cristianas, en 1817, en la isla Borbona, había sido desdichado. El
Hermano Bénézet permaneció solo, se traslado de San Denis a San Benoît, sobre
el lado este, donde ayudado por un joven criollo, mantuvo valientemente una
escuela poblada de numerosos alumnos. Esa perseverancia admirable en más de
3.000 lugares de la madre-patria, no solo salvó el honor del Instituto Lasallista,
sino también preparó los fecundos días siguientes (2). ¡Con qué felicidad llegó el
20 de octubre de 1826 el barco que traía el refuerzo! Cinco Hermanos
desembarcaron alegremente, y dieron un caluroso abrazo al pionero que se había
sostenido contra viento y marea. Tres de ellos eran Directores en Francia, otro,
____________
(1) Mons. CHASSAGNON, El H. Scubilion, p. 42, passim. (2) Archivos Casa-Madre B E b 5.
140
Subdirector y un quinto finalmente, dirigía una segunda clase. Uno de ellos, el
Hermano Sébastien, exdirector en Falaise, asumió el gobierno de ese pequeño
equipo tan unido, y de una moral elevada. Instruidos por la experiencia desdichada
del principio, los Hermanos no se dejaron dividir por aquellos que querían
numerosas escuelas y permanecieron juntos en San Denis, capital de la provincia
de la Isla, en el viejo edificio de la Compañía de los Indes. Se trabajaba
valientemente, codo acodo, unos se dedicaron a la educación de los negros y
otros instruyeron los niños criollos, abriendo el camino a esos grandes apóstoles
–los Scubilion y los Paracève– que dejaron en esas lejanas aguas del Océano
Indico una reputación de alta virtud y de santidad auténtica.
Fue solamente en 1833, a la llegada de tres nuevos Hermanos de Francia
que tuvo lugar la reapertura de San Paul. Uno de los recién llegados, el Hermano
Vétérin será rápidamente golpeado por el clima tropical y no tardará en volver a la
madre-patria donde morirá prematuramente (3). Los otros dos fueron destinados a
una fructuosa misión: uno, el Hermano Scubilion era un santo y un apóstol de
alma y corazón. El otro, el Hermano Jean-de-Matha, exdirector de Montereau
cultivará buenos reclutas insulares, con los cuales, gracias a algún refuerzo venido
de Francia, muy lentamente, le será posible equipar con escuelas casi todas las
ciudades del litoral con nombre de santos la mayoría; de modo que toda la
población escolar será situada bajo égida del Signum Fidei. En la década de
____________ (3) Reseñas necrológicas: Hermano Vétérin. Fallecido en 1838.
141
(1841–1851), fundó una escuela cada año sin conta r los cursos para adultos: San
Leu, San Louis, San Pierre, San Joseph, San Philippe, Santa Rose, San Andrée...
melodiosas letanías que no fueron consumidas; algunos nombres laicos con el
sabor de la región, se unieron, tales como le Bois-Born, la Resource, el Entre-
Deux. Todas las esperanzas eran permitidas al Hermano Jean-de-Matha y enviará
los Lasallistas a la Isla Maurice, a los Seychelles, a Madagascar y a la isla Rouge
tan grande como Francia.
La obra por excelencia, cumplida por nuestros Hermanos en La Reunión fue
la educación de los esclavos emancipados. En 1845, una ley había autorizado a
los esclavos a rehabilitarse, la República de 1848 –que había cambiado el nombre
de Borbona por el de La Reunión– les dio la libertad. La transición se operó en
calma y alegría, y se vio la población negra llenar las iglesias y hacer celebrar las
misas de acción de gracias. Pero a esos nuevos hombres libres, les tocaba
aprender a servirse de su libertad, era importante darles una instrucción civil y
religiosa rudimentaria. Fue la tarea que incumbió a los Hermanos de las Escuelas
Cristianas bajo la sensata dirección del Hermano Jean-de-Matha (4)
Entre aquellos que tenían mayor parte en esta obra de beneficencia y de
amor, es necesario citar a los Hermanos Scubilion y Parascève, ya mencionados,
____________
(4) Mons. CHASSAGNON, Vida del H. Scubilion. La obra fue terminada con el
relato de 32 favores atribuidos a la intersección del H. Scubilion.
142
y al Hermano Méning. El Hermano Scubilion, de origen muy humilde y de poca
educación, no habiendo nunca ejercido un cargo superior, fue un apóstol de
abnegación total. Su sacrificio incansable, su trabajo infatigable y su destreza
evangelista, su piedad muy viva y su extraordinaria austeridad de vida lo elevaron
a una santidad reinante. Su ascendente provenía aún de una delicadeza intima, de
una suavidad y de una caridad sin límites. La población servil que había vivido
siempre en la esclavitud, esos negros desdeñados tratados muy a menudo como
bestias de carga, acudían por instinto a este hombre admirable y aprovechaban
maravillosamente su destreza espiritual.
Para lograr un mejor alcance de su auditoria, a veces compuesto por
doscientos o trescientos neolíticos, el Hermano Scubilion redactaba un abreviado
de doctrina en el cual agrupaba las verdades de la fe según un orden numérico: un
Dios, un cielo, un infierno, una Iglesia... Dos testamentos, dos vías, dos vidas...
tres personas en Dios, tres virtudes teológicas, tres principios misteriosos... El
Hermano utilizaba palabras rítmicas en dialecto criollo, ingenuos cánticos y relatos
escandidos por un estribillo. Enseguida, con una gran bondad sonriente y una
paciencia que soportaba toda prueba, imprimió en memorias rebeldes o distraídas,
nociones simplificadas pero puntuales, introduciendo la luz en los cerebros
dormitantes y en las almas oscuras. Los esclavos salían de sus compartimientos
para escuchar el catequismo, solicitaban el bautismo, asistían con gran dicha a
los oficios, participaban en los cantos y se preparaban para su primera comunión.
143
Notable progreso de las conciencias: se establecieron las uniones, el bien ajeno
se respetaba y los holgazanes se aminoraban.
Cuando el Hermano Scubilion murió, en 1867, una multitud aglomerada de
criollos y de viejos esclavos lo acompañó en su última morada y como era
Domingo de Ramos, sostenían en sus manos, palmas y ramos bendecidos
durante el oficio de la mañana. Era un verdadero triunfo, sus amigos negros creían
que desde lo alto del cielo el Hermano siempre los vigilaría; los peregrinos se
organizaban hacia su tumba y maravillosas curaciones parecían testificar el crédito
celestial del intercesor. El Hermano Scubilion tenía admirable émulo en el
Hermano Parascève, llegado a la colonia con 43 años de edad. Sus talentos
pedagógicos y sus altas virtudes acabaron de revelarse, ejercía sobre sus
alumnos de color una caridad infatigable y un celo sobrenatural. Él hacía de su
vida una oración continua , su mortificación extrema y su recogimiento lo hacían
extraño a todo, excepto a su empleo. Dios lo trataba con una familiaridad
sorprendente y sus éxtasis eran irrebatibles testigos. La caridad que él extraía de
Dios, sabía comunicarla a las almas simples de los ancianos esclavos y de los
negros que lo rodeaban, quienes escuchaban con encanto sus palabras cuando
los cultivaba de Dios; llegó a penetrar sus almas de su fe ardiente, no se
rechazaba su inmadurez, ni su inteligencia a menudo obtusa ni su falta de
atención. Su alma de sabio místico sabía descender desde el punto de vista de las
humildes realidades; fue así como instituyó sobre el patronato de San François
Xavier una sociedad de auxilios mutuos y de ayuda cristiana. Los intereses
144
temporales de los afiliados encontraban en sus maestros, los Hermanos de las
Escuelas Cristianas, administradores y defensores. Hasta su muerte sobrevenida
como la del hermano Scubilion en 1867, enseñó a los adultos y a los niños de la
Isla, dándoles grandes ejemplos de trabajo, de obediencia y de ascetismo. Su
recuerdo sobrevivía entre ellos como aquél penitente heroico pronto milagroso y
protector celeste (5).
Otro nombre que merece ser retenido es aquél del Hermano Méning, un
belga quien se había ofrecido para partir por el Océano Indio con otros nueve
emancipadores. El Hermano Méning instruía centenas de negros que querían
«ganar», según su lenguaje, el bautismo y la primera comunión. Encargado al
mismo tiempo de la enfermería, este tolerante botánico estudiaba las plantas,
medicinales y las aplicaba con éxito para sanar las fiebres; su caridad encontró un
largo ejercicio durante la epidemia de cólera que se vivió en el año de 1859. La
Isla estaba devastada por la epidemia, se prodigaban sacrificios en todas partes.
En San Denis, el Hermano African y el Hermano Jean Calybite daban el ejemplo
de un tranquilo heroísmo, el Hermano Scubilion sanaba y salvaba al cura de ese
lugar. El Hermano Méning socorría sobretodo a los trabajadores hindúes, muy
afectados por la plaga, varios de los cuales le solicitaban ser bautizados in
extremis. El apóstol tuvo aún tres años para conquistar las almas y sanar los
cuerpos, llevará hasta cien adultos a la santa mesa además de sus novicios y
____________
(5) BEC. 1909, pp. 105-124 : el Hermano Parascève.
145
dirigió la Comunidad de Saint-André. Y murió luchando en 1863 en p lena madurez
de su edad (6).
Verdaderamente, el joven Distrito de La Reunión dio la prueba de una
hermosa vitalidad, y su jefe, el Hermano Jean de Matha hizo brillar su fuerte
personalidad. Seguramente el apostolado del hijo de San Juan Bautista de la
Salle no debía limitarse a la isla de La Reunión puesto que no había duda de que
algún día se instalarían en la cercana isla Maurice.
EN LA ISLA MAURICE
Los holandeses, quienes habían descubierto esta Isla en el siglo XVII, le
darán el nombre de Maurice en honor del Gobernador de la provincia, Maurice de
Nassau. Más tarde cuando partieron, la Isla fue ocupada por los franceses,
quienes la llamaron por el lindo nombre de isla de Francia. El escritor Bernardin de
Saint Pierre en su inmortal novela de Paul y Virgine la describe como un
verdadero paraíso; lo que por otra parte es conforme a la realidad, sin embargo,
este encantador lugar era a veces desfigurado por las epidemias, rodeado de
tempestades y sacudido de ciclones. Cuando el Hermano Visitador Jean de Matha
decidió introducir nuestro Instituto, ya no se llamaba la isla de Francia, ya que,
bajo Napoleón, los ingleses habían plantado su bandera y le habían devuelto el
____________
(6) Reseñas necrológicas, 1963: Hermano Méning.
146
nombre de isla Maurice. Fue en 1859 que el Hermano Jean de Matha envió un
equipo Lasallista bajo el mando del Hermano Hortensius. Dando así un excelente
educador a esa raza delicada y orgullosa. La Isla permaneció católica de religión y
francesa de lengua. Bajo la advocación de San Joseph, un Internado se abrió en
Port-Louis capital de la colonia y pronto se adjunto una escuela gratuita. El éxito
se afirmó desde el principio, después en un ritmo rápido fueron fundadas las
escuelas de Pomplemousses, 1863; Cassis, 1865 y Mahébourg, 1867. Estas
casas estaban situadas sobre el litoral de la isla Maurice formando un óvalo
alargado de 200 kilómetros de contorno y con una superficie de 2000 kilómetros
cuadrados, ligeramente inferior a la de La Reunión.
En 1863, se declaró una epidemia fulminante de cólera. El Hermano
Hortensius, a pesar de haber sido golpeado por el contagio, acompañaba sin
embargo al médico de cabecera de los enfermos y al ver morir al médico
practicante, él mismo se cuido y se sano. Tres años más tarde, se vivió otro asalto
de fiebres perniciosas que en solo la ciudad de Port-Louis, tomó 24.000 victimas.
De nuevo el Hermano Director del Internado y otros Hermanos de la Isla se
prodigaron a los enfermos, exponiéndose ellos mismos al contagio pero
afortunadamente salieron indemnes. En 1868 sobrevino una tercera desgracia, un
espantoso ciclón se desplomó sobre la capital de Maurice, y el Internado de San
Joseph se derrumbó. Con el fin de salvar el Santo Sacramento, el Hermano
Jeaume Joseph, criollo de la isla de La Reunión se precipitó a la capilla. Lo
encontraron aplastado bajo las ruinas aferrándose plenamente al tabernáculo. Se
147
contaban otras cinco victimas: el Hermano Zébénas, otro criollo de La Reunión;
dos internos y dos domésticos. Una docena de sobrevivientes más o menos
contusionados o heridos fueron retirados de los escombros. Una viga cayó
golpeando al Hermano Hortensius, rompiéndole la nariz y partiéndole el cráneo,
gracias a Dios no murió y se empleo activamente en la reconstrucción de la casa
(7).
Hasta aquel momento los Lasallistas no tenían establecimientos sino sobre
la costa. El Hermano Vinoch concibió la idea de una casa que sería situada en el
interior de las tierras en un punto elevado, llamado trivialmente Curepipe por los
cazadores de la zona, que respondía a ese propósito, ya que esa ciudad se
extendía sobre la inclinación de un antiguo cráter, cava profunda, llamada el Trou-
aux-Cerfs con un perímetro aproximado de 600 metros. El clima hizo de ese lugar
un verdadero sanatorio. El nuevo Internado, bajo la advocación de San Joseph
asemejaba los clientes de Port-Louis y de Mahébourg y ofrecía la enseñanza
secundaria a los hijos de las mejores familias, hacían entonces competencia al
único establecimiento secundario oficial, el Colegio Real, que estaba bajo el
mando del Hermano Hortensius y maestros valiosos; respondía perfectamente a
los deseos de las familias. Entre los profesores es importante citar al Hermano
Odon, el Hermano Joscion Gratien y finalmente, al Hermano Edward; este último
era un canadiense con cualidades excepcionales desde el punto de vista religioso
____________
(7) Archivos Casa-Madre. Documento HBv.
148
y profesional que se había destacado en su país natal y en todos los lugares en
donde había empleado su obediencia. En Canadá había sido director antes de
ejercer su profesión en Estados Unidos y fue Visitador del Distrito de San Louis.
En la isla Maurice se mostró como un brillante profesor en las primeras clases,
adjuntando funciones de procurador y de Linger, además, nunca llevaba vestidos
nuevos (8).
Otro valiente que debe ser mencionado es el Hermano Félix de Valois, con
un nombre muy francés que escondía el apellido del hijo de una de las familias
más distinguidas y opulentas de la colonia, la familia de Ormont. Su vocación
resistió a numerosas tentaciones y rudas pruebas, se convirtió entonces en un
notable educador con una fe muy viva, una abnegación heroica y una delicadeza
exquisita. Después de haber formado excelentes jóvenes en Curepipe, aceptó
dirigir una escuela muy pobre en Port-Louis, su ciudad natal. El Hermano Visitador
llamaba a los Hermanos de su comunidad «los bienaventurados», haciendo ilusión
a la sabiduría y a la dulzura del Hermano Director. En 1824, la Municipalidad de
Port-Louis, con objetivo de honorar la memoria de ese excelente Lasallista, dio el
nombre de Hermano Félix de Valois a una de las calles de la capital.
____________
(8) H. EDWARD, Reseñas necrológicas, 1898.
149
EN LA ISLA SEYCHELLES
El archipiélago de Seychelles, antigua colonia francesa caída bajo el poder
de los ingleses bajo Napoleón I, se encontraba a 1600 kilómetros al norte de la isla
Maurice. Desde los años 1862, los padres Capuchinos que servían a la misión,
entraron en correspondencia con el Hermano Visitador Jean de Matha para
solicitarle Hermanos que mantuvieran sus escuelas. Después de cinco años de
conversaciones, tres Hermanos llegaron a Port-Victoria, capital de la colonia. Su
éxito fue tan vivo, que al cabo de algunos meses fue necesario abrir una tercera
clase debido a la afluencia de alumnos. Desgraciadamente, la cuestión económica
permanecía sin solución valida. En 1876 los Superiores lamentaron el verse
obligados de dar a los Hermanos la orden de regresar a San Denis de La Reunión.
El cementerio de Port-Victoria guarda los restos mortales del Hermano Libanos
Just, originario de la isla Maurice, al cual un talento particular para dirigir la
juventud junto a un celo iluminado y sostenido, le habían asegurado un franco
éxito junto a sus alumnos, quienes lo guardaban fielmente en su memoria.
EN LA ISLA DE MADAGASCAR
Sin embargo la atención de los Hermanos de La Reunión y de Maurice
permanecía obstinadamente en dirección de las perspectivas de las conquistas a
las cuales convidaban los jesuitas de la misión de Madagascar. En esa Isla más
extensa que Francia, la religión católica había hecho muy poco progreso, debido
150
sobre todo a la propaganda desenfrenada de las sectas protestantes,
abundantemente provistas de medios financieros. Un primer paso había sido
cumplido por los Hermanos cuando consintieron substituir a los reverendos
padres en una escuela creada en La Ressource en la isla de La Reunión. Allí se
criaban niños católicos originarios de Madagascar, Nossi-Bé, Santa Maria,
Mayotte y otras pequeñas islas vecinas de la grande y de Bourbon para formar
catequistas o también futuros misioneros.
Pero los Lasallistas deseaban mucho más; ellos querían atracar en la isla
Rouge en Madagascar (9). La oportunidad se presentó en 1866, después de la
muerte de Ranavalona, la Reina sanguinaria y el llamado apremiante del Padre
Cazet, Superior de la misión dirigida por los Padres de la Compañía de Jesús. El
Hermano Juan de Matha, Visitador de La Reunión, designó tres Hermanos a
quienes colocó a la disposición de los jefes de la misión: El Hermano Gonzalvien,
rudo hombre de Auvergne en toda la extensión de la vejez y dos Hermanos de
color, nacidos en La Reunión y entraron al Instituto bajo los nombres de Hermano
Yon y Hermano Ladollien; de otra parte, eran religiosos ejemplares de los cuales
el segundo será tomado como un santo. El día de la partida había sido fijada el 7
de noviembre de 1866, y una visita suprema al Hermano Scubilion precedió el
viaje. «Ahora, exclamó el venerable anciano, ¡yo moriré contento!» y abrazó
____________
(9) BEC. 1922, p. 332, en el fondo de la página y lo que sigue a continuación.
151
los tres misioneros clamando sobre su cabeza la bendición de Dios (10).
Algunos días más tarde, en noviembre de 1866, los enviados del Señor
viajaban en filanzane (especie de silla cerrada y cubierta suspendida de dos
barras que sostenían en sus hombros cuatro robustos y vigorosos hombres)
llegando a Tananarive, en donde su entrada produjo sensación, a la cabeza, un
Hermano Jesuita abría el camino; los Hermanos venían enseguida, sobrepasando
sus bustos cargados se veían los cabellos crespos de sus portadores, escoltados
por un gentío numeroso de curiosos y por los niños que iban a convertirse en sus
alumnos. El oleaje siempre aumentaba y la caravana llegó frente al palacio de la
reina Rasoherina, sentada en su balcón, y protegida por un gran parasol rojo,
insignia de su autoridad, lanzó una mirada curiosa sobre aquellos extranjeros tan
raramente vestidos. Los Hermanos cerraron sus parasoles y la contemplaron de
pies a cabeza en medio de la inmensa y muy simpática multitud que los
acompañaba entre gritos y aclamaciones hasta su residencia que era un
compartimiento que servía antiguamente de santuario para todos los ídolos del
barrio de Andohalo y se componía de dos piezas estrechas, recubiertas de un
techo en paja (11).
Sin tardar, los recién llegados hicieron posesión de su modestísima escuela
de los reverendos padres y de sus cincuenta y cinco alumnos. Esta cifra no
____________ (10) Mons. CHASSAGNON, El Hermano Gonzalvien, p. 49. (11) Mons. CHASSAGNON, El Hermano Gonzalvien, p. 53.
152
aumentará sino parcialmente en el curso de los primeros años, debido a la guerra
que le harán los protestantes, la cual será impredecible y tenaz. Sin embargo, la
Reina, quien favorecía a los católicos, envió a la escuela de los Lasallistas su hijo
adoptivo que se llamaba Ratahiry. A pesar de que ella no era católica, escuchaba
voluntariamente a Juan Laborde, un francés, notable hombre de negocios y
diplomático prudente que ayudo considerablemente por medio de su influencia y
su noble conducta al progreso de la religión católica. Él se constituyó en el
defensor declarado de los Hermanos y de sus métodos. Por el contrario, el primer
Ministro de la Reina, el astuto Rainilaiarivony, quien ejercía el poder real, era el
hombre de los protestantes, a quien lo habían empujado e inspirado sobre escena
sus gestos. En adelante la lucha no terminará, unas veces abierta y violenta, y otra
veces fría e inesperada, persiguiendo esa doble apuesta: la conquista de las
almas y la preponderancia política.
Y he ahí que después de un largo y penoso viaje a través de su reino, la
reina Rasoherina fue afectada por una enfermedad misteriosa, que puso en
peligro sus días. Los católicos temían un desenlace fatal, y Laborde, quien tenía
toda su confianza, se mantuvo junto a ella, pero los días de la soberana estaban
contados. También como medida de precaución y con consentimiento de la
respetada enferma, él mismo la bautizó y el 1° de abril de 1868, la nueva cristiana
entregó su alma a Dios (12). Sin embargo, los tres Lasallistas se hicieron estimar
____________
(12) RIGAULT, VI, p. 440.
153
por su ciencia pedagógica y por el éxito que consiguieron al lado de sus alumnos,
los cuales eran 142 en total y se remarcaban con admiración los progresos que
estos pequeños oriundos de Madagascar habían realizado en tan poco tiempo
sobre las bancas de la escuela de los Hermanos. Justamente en 1868, uno de
ellos consiguió un éxito brillante –la palabra no es muy fuerte para la época–
caligrafiando para el Gobierno de su país el texto oficial en lengua materna el
tratado que acaba de ser firmado entre el Gobierno de Tananarive y los
diplomáticos de Napoleón III. El mismo Ministro de la Reina, Rainilaiarivony quedó
pasmado al ver como sabían trabajar los alumnos de los Hermanos; y gratifico con
una bella recompensa al feliz joven hombre (13).
Esos éxitos no eran, no obstante sino un humilde principio; y se trataba de
multiplicar y amplificar el bien realizado en una sola escuela de Tananarive.
Entonces ¿Qué hacía el Hermano Gonzalvien? Él imaginaba crear en los pueblos
de la periferia filiales de su escuela. Y como los Hermanos no eran numerosos, el
enseñaba principios de pedagogía a los más inteligentes y mejores de sus
alumnos; y abrió modestas escuelas en donde estas jóvenes personas eran felices
al desplegar su celo. Él mismo los instaló, los visitaba cada día, los alentaba y los
mantenía. En su subyugada labor se agregaban las conferencias en diversos
barrios de la ciudad, intervenciones muy apreciadas que hacían estimar y amar la
religión católica. Las cosechas de las almas no paraban de aumentar, ya
____________
(13) Historia de la Comunidad de Tananarive.
154
que el Hermano Visitador de las islas de La Reunión, Maurice y Madagascar
constituidas en un solo Distrito, envió al Hermano Gonzlavien tres Hermanos entre
los cuales se encontraba el Hermano Ignacio de Jésus lo que permitirá completar
el personal educador religioso y laico de la Isla.
También nuevas clases serán abiertas en Ambohimitsimbina, un barrio
periférico de Tananarive. El 20 de octubre del mismo año se registro otra
fundación en Tamatave, sobre la costa oriental de la gran Isla. Los Jesuitas
trabajando en acuerdo con los Lasallistas trasladaron su centro pedagógico de La
Ressource, mientras que el Hermano Persévérance venía de La Reunión con dos
adjuntos para crear una base misionera (14). Cuarenta y cinco niños fueron
reunidos, de los cuales 20 eran internos y pronto sumaron 84.
En cuanto al Hermano Gonzalvien, creó en Tananarive una organización
destinada a producir un gran fruto: era una escuela nocturna que pronto se
convertiría en vivero de profesores indígenas llamados para ayudar y hasta suplir
a los Lasallistas. En el fondo, era una verdadera escuela normal; de ese mismo
tipo cuatro centros escolares se constituyeron en las parroquias administradas por
los jesuitas en la capital. Los Hermanos continuaron enseñando en los dos centros
principales y no cesaban de formar docentes nativos de Madagascar, el sistema
se extendió hasta los pueblos que rodeaban Tananarive y el Hermano Gonzalvien
____________
(14) Archivos Generales. Documento HBv.
155
controló el funcionamiento de los estudios y de la enseñanza. Sus inspecciones
eran minuciosas y mantenía en incertidumbre a los jóvenes laicos que se
adjuntaron. Siempre mostrándose exigente permaneció justo y bueno, ya que
envolvió su autoridad con un cuidado paternal. Los contemporáneos estaban de
acuerdo al decir que él inspiraba a los jóvenes de Madagascar un sólido afecto y
al mismo tiempo un temor reverencial. Los Hermanos también se esforzaban por
incrementar el valor pedagógico de los profesores indígenas con inspecciones
conducidas con seriedad y mucho tacto. También se encontraban en casa de esos
maestros novicios un valor pedagógico indiscutible con un espíritu sobre natural
muy serio (15).
Fue en ese medio tan interesante que germinó una hermosa vocación, la
del joven Raphaël Rafiringa, hijo de un capitán y jefe de los herreros de la Reina
Ranavalona 1ª, quien se convirtió en un verdadero Lasallista y un maestro notable.
Más tarde escribirá: «La sola visión del Hermano Gonzalvien orando en la iglesia,
me inspiraba cada vez más compromiso al cristianismo; el Hermano Ladolien
también era un santo. A penas mis amigos y yo nos atrevíamos a tocar el vestido
de esos dos Hermanos, su aspecto era suficiente para convencernos de la verdad
de la religión cristiana, antes aún de que hubiéramos captado su enseñanza sólida
y profunda» (16).
_____________
(15) RIGAULT, VI, p. 443, passim. (16) Elección de reseñas necrológicas : H. RAPHAËL LOUIS, p. 520. Ver también : Escenas de Magadascar, por M.M.E. p. 20.
156
En 1874 murió el Hermano Yon, y otro Lasallista fue forzado por la
enfermedad a regresar a la isla de La Reunión, de modo que, el Hermano
Gonzalvien permaneció solo en Tananarive con el Hermano Ladolien para
conducir esas dos escuelas y mantener la estructura de la asociación de
exalumnos profesores; fue necesario una buena voluntad y un gran coraje poco
comunes. Las sociedades protestantes les provocaron muchos obstáculos, pero
ellos lograron superar todas las dificultades. El Hermano Gonzalvien era arquitecto
en sus horas libres; también los jesuitas se dirigieron a él para diseñar las bóvedas
de la Iglesia de San Joseph de Mahamasima, y proveer el esquema de su
decoración interior. Él construyó la Iglesia de Notre-Dame du Sacré-Coeur con un
estilo gótico bien esbelto. Su proyecto de la catedral de Andohalo fue tomado por
el mejor, a pesar de que no constituyó en lo absoluto un hermoso conjunto (17).
Vicisitudes y Conquistas
En los años ochenta del siglo XIX, el Instituto del señor de La Salle estaba
solidamente implantado en la Isla. Sin duda el número de Hermanos era aún muy
modesto, pero el sentido de práctica del Hermano Gonzalvien atravesó esa
deficiencia: una cincuentena de exalumnos formados por el H. Director y sus
____________
(17) El H. Joathas de Magadascar, Visitador del Distrito de Magadascar, hace énfasis en el proyecto del H. Gonzalvien no fue ejecutado tal cual y que sufrió modificaciones, que no iban totalmente en el sentido de un bello conjunto arquitectural. (Cuaderno en el cual los Capitulantes de 1966-1967, podían dejar en consigna sus observaciones).
157
acompañantes estaban solidamente dirigidos y respaldados, ellos sostenían en los
barrios periféricos de la capital verdaderos escuadrones de pequeños niños a
quienes educaban con entusiasmo, continuamente formándolos en la piedad y las
buenas maneras.
Era verdaderamente una fuerza que el Hermano Gonzalvien dispuso con
sabiduría e inteligencia y de acuerdo con el padre Cazet, recientemente nombrado
Monseñor y Vicario Apostólico, él instituyó el retiro anual de quince días. Allá,
sumidos en la reflexión y la oración, el ideal entrevisto por estos jóvenes y
generosos insulares, se precisó y se reforzó disponiéndose a las dimisiones más
meritorias. En 1878, las personas que realizaban los retiros espirituales sumaban
ya sesenta y cinco, en 1890 serán noventa y dos y el número aumentaría aún
más. Para esa obra de valor irremplazable, el Hermano Raphaël Louis, fue un
cooperador valioso, dada la ascendencia que ejercía sobre esos jóvenes
compatriotas.
Los Hermanos para ayudar sus auxiliares laicos no solamente arreglaron
los programas y el funcionamiento de las clases, sino también establecieron
concursos entre las diversas escuelas y entre las clases de un mismo
establecimiento, las cuales eran justas y pacificas, pero excitaban el amor propio
de los profesores ya que hacían resaltar el conocimiento y los talentos de esos
jóvenes de Madagascar y los empujaban hacia el progreso y la perfección. ¡Qué
riqueza para el Instituto, esos 216 maestros de Madagascar salidos de las
158
escuelas Lasallistas, llenos de buena voluntad y formando una auténtica armada
de educadores cristianos! El Primer Ministro, Rainilaiarivony, asistió un día a esas
competencias pacíficas; reaccionó muy entusiasmado y a pesar de ser
apasionado por los profesores protestantes, exclamó frente al espectáculo que le
ofrecía el Hermano Gonzalvien: «¡Ah! ¡Qué no me hablen más mal de las escuelas
de los Hermanos!».
Así fue que continuó el camino hacia delante. Gracias a Monseñor Cazet,
una antigua residencia real en Tananarive fue ofrecida al Hermano Gonzalvien,
quien va a construir un internado, la primera casa de este género en Madagascar.
Creó salones de clase, dormitorios, una capilla y muy pronto el Colegio San
Joseph, el cual se presentó como una magnifica casa de educación, en donde el
Superior de la misión celebró la primera misa. Algunos años más tarde el
Hermano mantenía con gran dificultad 500 alumnos, de los cuales cerca de
doscientos eran internos.
Las dos Guerras entre Madagascar y Francia
Pero he ahí que las nubes se amontonaron en el horizonte político y la
primera guerra entre la República Francesa y la Reina de Hovas explotó en 1883 y
durante dos años de hostilidades se sembró el duelo en la gran Isla. Las costas
fueron bombardeadas por la Marina Militar Francesa, protegiendo el desembarque
de una tropa de ocupación. En consecuencia todos los miembros de la misión
159
católica evacuaron el país, dejando sus obras tan prósperas bajo el cuidado del
Hermano Raphaël Louis (18) quedando en buenas manos, él va a remplazar a la
vez, en la medida de las posibilidades con inteligencia y abnegación, los padres de
la Compañía de Jesús y los Hermanos de las Escuelas Cristianas. La
administración de los sacramentos fue interrumpida sin duda, pero la palabra de
Dios sería dispensada a los fieles, los enfermos serán visitados, los niños se
recibirán en las escuelas y serán educados en las ciencias humanas y divinas.
«Qué el honorabilísimo Hermano quiera siempre contarme entre los hijos del
venerable Juan Bautista de la Salle», lo dijo estrechando en sus brazos al
Hermano Gonzalvien, quien, con sus Hermanos entraba en La Reunión. Este
compromiso sería sostenido de una manera admirable. Durante cerca de tres
años, en efecto, el religioso de Madagascar jugó en Tananarive un rol
considerable: tomó la dirección de los profesores indígenas exalumnos, dirigió las
escuelas y tuvo el coraje de conservar el programa francés, siempre traduciendo
los clásicos en puro Lenguaje hova. Invitó al Primer Ministro a presidir los
exámenes escolares y sus relaciones fueron muy cordiales.
Sus solicitudes fueron más allá de la enseñanza escolar, ya que el 2 de
septiembre de 1883, en la catedral católica, fue regularmente elegido jefe de la
cristiandad desprovista de padres. En consecuencia, el veló por las Hermanas y
los postulantes de Madagascar que reagrupó en su casa de comunidad. En las
____________ (18) Escenas de Magadascar por M.M.E. p. 26 a p. 38.
160
iglesias él presidió las asambleas dominicales, ¡qué bello espectáculo el de aquél
indígena de piel bronceada, subiendo al púlpito, leyendo y explicando el
Evangelio; haciendo recitar las oraciones de la misa y explicando el catecismo a
los pequeños niños! Organizó finalmente los retiros de los profesores exalumnos,
guiados y animados en su difícil y penosa labor (19).
Para profesar la salvación de sus correligionarios, él Hermano Gonzalvien
llevó una vida de condenado. En la noche trabajaba en la fabricación de menudos
objetos de arte para procurarse recursos debido a que no tenía presupuesto, y
además, multiplicaba las obras de caridad y hasta en ciertos días estaba obligado
a mendigar pan. Visitaba los leprosos, erigió dos internados, uno para los jóvenes
y uno para las jovencitas; y mendigaba para ellos de puerta en puerta. No sufrió ni
decaimientos ni tomó disposiciones ineficaces por falta de determinación: ¡Es
necesario que funcione!... Gracias a tanta penetración y abnegación, las obras
católicas fueron salvadas; no nos preguntemos si él tuvo algunas críticas...
seguramente también le tuvieron cierta envidia (20). El Hermano Raphaël Louis
jugó un rol análogo en el transcurso de la segunda guerra de Madagascar que
desembarcó en la toma de Tananarive en 1895 y en el destronamiento de la reina
Ranavalo III, relegada a la isla de La Reunión. El Hermano Raphaël Louis fue
elegido en la Academia de Madagascar, fundada por el General Galléni y ocupó
____________
(19) Elección de reseñas cronológicas : H. RAPHAËL LOUIS, p. 521, passim.
(20) Mons. CHASSAGNON, El H. Gonzalvien, p. 171.
161
su silla con una distinción debida a su alta inteligencia y a sus perfectos
conocimientos de la lengua hova y de la lengua francesa. Su opinión era
suficientemente fehaciente en materia de lengua indígena (21).
En cuanto al Hermano Gonzalvien, quien sentía ya el peso de los años,
había sido sustituído en la dirección de las obras Lasallistas de Madagascar por el
Hermano Ismaël Norbert, quien poseía una inteligencia brillante e iniciativas
fecundas. Fue gracias a ese puñado de Hermanos de los cuales acabamos de
reconstruir imperfectamente la abnegación y los trabajos, que la provincia
Lasallista de Madagascar pudo constituir y afirmar en el último tercio del siglo XIX,
planteando las bases del magnífico edificio que constituyó después: eran 140
Hermanos, de Madagascar en su mayoría entre los cuales estaba el Hermano
Visitador; más un grupo numeroso de novicios y de juvenistas, quienes serían la
esperanza del futuro, eran más de 10.000 alumnos.
Si se considera que en 1900 no se contaban en Madagascar más de 15
Hermanos de los cuales solo uno era indígena y tres establecimientos:
Tananarive, Tamatave y Fianarantsoa, se tendrá una idea del camino que será
recurrido enseguida en el siglo XX hasta el año 1966, donde se ve que las bases
eran sólidas y la organización era sobresaliente. El General Galliéni, Gobernador
de la Isla, se dio cuenta del bien realizado por los Lasallistas y no desdeñó visitar
____________
(21) Escenas de Magadascar: Todo el cap. VII.
162
las clases e interrogar él mismo a los alumnos. Además, solicitó al Hermano
Raphaël Louis que le explicara por escrito, sus puntos de vista sobre la
pacificación del país. Le concedió al Instituto el dominio sobre 8 hectáreas
ubicadas a cuatro Kilómetros de la capital y a una altitud de 1.300 metros. Esa
posesión ofrecía un aire puro y un vasto horizonte. El Hermano Raphaël Louis le
encontró un nombre: «la bendición del pueblo» en lengua de Madagascar:
Soavimbahoaka. Una escuela campestre fue esbozada allí, y se construyeron
salones que reunieron pronto numerosos alumnos. Más tarde la escuela albergará
a los juvenistas y a los escolásticos junto con la Santa Familia de los hijos de San
Juan Bautista de la Salle (22).
____________
(22) RIGAULT, VIII, p. 571, p. 580, passim.
163
CAPITULO VI
EN CANADA
PRIMERAS FUNDACIONES
En 1837, el viaje del hijo del Señor de La Salle de Francia hacia Canadá,
fue menos largo que aquel realizado por sus colegas hacia las misiones de las
Islas Africanas del Océano Índico. El viaje comprendió solamente veinte y nueve
días de travesía desde Havre hasta Montreal. Dura realidad sin embargo, el
alejamiento considerable de la Familia ¡la apuesta era la salvación de los niños
que venían a educar! Desde esa fecha hasta entonces –cerca de un siglo y
cuarto– las fundaciones canadienses fueron efectuadas en casi tres franquicias,
sobre las dos solitarias provincias de Québec y de Ontario. Esta última, grande
como España y el Québec, equivalente a Francia y a Prusse juntas; pero con una
población palpable de once millones 500.000 habitantes sobre 18’250.000
millones que contaba en total Canadá (1).
____________
(1) Fuentes : 1. Memoria histórica sobre Canadá, escrita por el H. Cyrille,
Archivista de Canadá, con vistas a ayudar a la composición de nuestra historia. 2. Diversos artículos del BEC, escritos por el H. Pablo José. 3. Historia de Rigault, quien ha utilizado los documentos de nuestros Archivos Generales : Expedientes IDb, HBv, etc. 4. Historia de un siglo, autentico documento de erudición escrita en colaboración para la ocasión del Centenario de la llegada de los Hermanos a Montreal…
164
El momento en el que empezó nuestro relato este país ofrecía un campo
inmenso a todas las formas de la actividad humana. Los Padres de San Sulpice,
que se encontraban en la Fundación de las Escuelas Cristinas de Paris del mismo
y vivo Señor de La Salle, habían sido también la cabecilla obrera de la fundación y
de la colonización de Montreal. Ellos fueron quienes en diversas acogidas, habían
escrito a la Casa-Madre Lasallista del barrio periférico de San Martín, en Paris
solicitando colaboradores para sus escuelas canadienses. Cuando los cuatro
primeros Lasallistas –Hermanos Rombaud, Adalbertus, Euverte y Aidant–
desembarcaron en Montreal, el 7 de noviembre de 1837, el momento no podía ser
más favorable para la difusión de la enseñanza cristiana en Canadá.
El episcopado, en efecto, se disponía a recoger sobre ese terreno el fruto
de su resistencia respetuosa, pero tenaz respecto al poder civil. El obtuvo
finalmente la libertad que sancionaba los derechos de los padres de familia;
victoria moral que excitaba la admiración, sino la envidia, de un notable escritor
yanqui, Francis Parkman. Éste, escribió en su gran obra «Old regime in Canadá»,
presentada en 1873: «Una gran institución se desprende en pleno relieve sobre el
cuadro de la historia de Canadá es la Iglesia de Roma. Más aún que el poder real,
fue ésta la que modeló el carácter y preparó el destino de esta colonia. Ella fue su
nodriza, y para decirlo todo, su madre» (2). El escritor canadiense Grouls, retomó
este pasaje y agregó que: «ese poder que se desarrollaba en la colonia francesa
____________
(2) FRANCIS PARKMAN, The old regime, p. 400.
165
de Canadá, iba a colmar los vacios» Él decía también: «Cuando un pueblo tiene
para el, la verdad y la moral del cristianismo –herencia espiritual que se transmite
con la vida– hace parte de aquellos que quieren aún cumplir los gestos divinos»
(3).
Verdaderamente, los Lasallistas parece que tenían bien escogido su
momento o más bien, se debe decir, que era el momento marcado por la
Providencia. Si desde el instante en que Canadá había sido violentamente
separada de la Madre-Patria, los canadienses hubiesen tratando de dar a sus
niños una buena instrucción primaria, como lo demuestra el Hermano Symphorien,
(4) , sus esfuerzos habrían sido condenados al fracaso. Los ingleses habían
tratado de abrir escuelas primarias de institución real, pero estas no fueron
aceptadas por los católicos: el comité director, en efecto, era protestante; y su
claro objetivo era la propaganda anti-católica (5). Este fue un fracaso, debido a
que los católicos se opusieron absolutamente prefiriendo permanecer en la
ignorancia, sobre el hecho de abandonar la lengua y la religión de sus padres. En
1836, habían 1.321 escuelas con 30.000 alumnos. Ahora bien, en el primer cuarto
del siglo XIX, el tipo de gente que sabía leer y escribir era del siete coma tres por
ciento y se encontraban en las principales ciudades de Europa, este porcentaje
era aún más bajo en Montreal, en donde no sobrepasaba el cuatro coma dos
____________
(3) LIONEL GROULX, Nacimiento de una raza, p. 342, passim. (4) H. SYMPHORIEN, Historia de Canadá, p. 342, passim. (5) CHARLEMAGNE BRACQ (Librería Plon), p. 282.
166
por ciento. Los protestantes fueron obligados a capitular y la ley de 1846 abrió una
nueva era frente a la insistencia de un pueblo que tenía escrúpulos para enviar
sus niños a otras escuelas que no fueran protestantes (4). Era el momento de las
fundaciones Lasallistas.
Adquirieron rápidamente la simpatía de los católicos. Para la víspera de
Navidad, doscientos alumnos se apresuraban alrededor de los nuevos maestros,
para la apertura de las clases, en la calle Notre–Dame, en las dependencias del
seminario. El éxito fue inmediato y dos años más tarde, fue indispensable
transferir la población escolar a un local menos incómodo y exiguo; un edificio
nuevo que acogía 860 niños recibió el nombre de Escuela San Laurent. Mons.
Bourget, Obispo de Montreal, deseaba bendecir él mismo esos nuevos locales,
pronunció una alocución de la cual resaltamos estas hermosas palabras dirigidas
a los cuatro Hermanos fundadores: «Ustedes son los cuatro granos de trigo a
quienes los generales discípulos del Monseñor Olier, fundador de San Suplice,
sembró sobre el suelo canadiense. La semilla es buena y la tierra es fértil, Dios
dará su rocío y su sol, y las espigas fructificarán centuplicadas». Raramente una
profecía se cumplía tan admirablemente (6).
Al mismo tiempo que las clases comenzaron a funcionar, un noviciado se
____________
(4) H. SYMPHORIEN, Historia de Canadá, p. 342, passim. (6) BEC, 1907, p. 156
167
instalaba en la calle Côté, importante para los Lasallistas, puesto que la Procura
funcionaba aún con su Imprenta y su Librería en estas mismas calles, en 1963,
antes de ser desalojada por los trabajos modernos de urbanización y de instalarse
en el numero 1083 de la calle Van Horne de la misma ciudad. En esos años 40s
del siglo XIX, numerosos y buenos sujetos se presentaron y fueron formados en la
vida ascética y en la pedagogía Lasallista por el Hermano Rombaud. Custodiados
por los veteranos de Francia, estos nuevos Hermanos, canadienses o irlandeses,
a quienes el Hermano Superior envió como refuerzo, permitirán abrir numerosas
escuelas en Montreal y Québec. Señalemos en Montreal la Escuela San Patrice
donde hubo clases para los pequeños Irlandeses. Su profesor era el joven
Hermano canadiense Toussaint Dufresne quien tomando el hábito recibió el
nombre de John the Baptist. Los Hermanos Adalbertus, Cassien y Laurent se
pusieron en la tarea de aprender Ingles.
Después, fue Québec, la que, en 1843, recibió los Lasallistas conducidos
por el Hermano Visitador Aidant. Dos franceses y dos jóvenes Canadienses recien
emulados del noviciado de la calle Côté abrieron la Escuela de Glacis. Este
establecimiento después de haber cambiado varias veces de local y, sufrido
fuertes transformaciones, se convirtió en la Academia Comercial de Québec; la
cual, un siglo más tarde, será elevada al rango de Facultad de la Universidad.
Mencionemos también la apertura de la Escuela de Glacis y la de Trois-Rivières, a
mitad de camino entre Québec y Montreal. El movimiento estaba dado e iría
acentuándose.
168
Este rápido éxito fue debido sin duda a la abnegación de los Hermanos,
pero provenía también, en gran parte, de sus cualidades pedagógicas y de su
maestría en materia de educación, ya que la cultura intelectual requiere de
atenciones especiales y de una serie de ingeniosas labores. En un país en donde
las bibliotecas hacían falta y del cual la historia, la geografía, las particularidades
lingüísticas, la fauna, la flora y la técnica industrial y agrícola no eran aún objeto de
ningún estudio, los Lasallistas se pusieron en la tarea de forjar ellos mismos sus
instrumentos de trabajo, entonces, se convirtieron en autores para no enseñar a
sus alumnos con manuales que databan de hacia un siglo. Todo Canadá
aprovechó las lecciones pedagógicas de los Hermanos, y sabemos de otro modo,
que fue lo mismo en los tiempos modernos con su obra científica. Nos bastará con
citar el nombre del Hermano Marie Victorin, sabio distinguido y delicado escritor.
Este maestro «del cual la ciencia y el ingenio, escribía el Cardinal Villeneuve,
Arzobispo de Québec, había creado entre nosotros una nueva orientación
intelectual de la más alta envergadura» (7).
Pero regresemos a la introducción del Instituto Lasallista en Canadá. Una
vez quitado el yugo de las más pesadas servidumbres políticas, la enseñanza
primaria se organizará definitivamente en el país con una flexibilidad y un
liberalismo muy extraños. El Instituto Lasallista disfrutará entonces de un
renombre que ninguna critica de valor podrá segar; encontrará en las comisarías
____________
(7) ROBERT RUMILLX, el H. Marie Victorin. Ver Index, 6.
169
de las escuelas, elegidas por las circunscripciones parroquiales y en los Consejos
Principales de la Instrucción Publica, muchos amigos, mucho apoyo y muchos
hombres dispuestos a apreciar los efectos de la educación cristiana y a contribuir
en su progreso.
EXTENSIÓN
El Hermano Aidant procedió a realizar numerosas fundaciones de escuelas.
En 1843, se realizaron las clases que Mons. Bourget, Obispo de Montreal, ubicó
en los locales de la primera planta de su palacio episcopal. Después, también en
Montreal, la Escuela San Brigide con cuatro Hermanos para los canadienses, y
cuatro otros para los irlandeses y en Québec, la Escuela San Jean, la Escuela
Foulons, que se convirtió después en la Escuela San Patrick; la Escuela San Roch
y la Escuela San Sauveur en un barrio obrero. Todas las clases eran sobre
pobladas por pequeños de Québec, quienes se hacían notar por su carácter
ameno, sus maneras distinguidas y el uso correcto de su lengua.
En 1848, el Hermano Visitador Aidant fue designado para un puesto
importante en Turquía. Su sucesor fue enviado desde Francia para reemplazarlo
en América del Norte. Este era el Hermano Facile de fisonomía original y casi
legendaria, de facciones un poco rudas que no parecían a primera vista justificar
su nombre; pero quien en Canadá y en Estados Unidos, cuando regresó a Francia
como Asistente del Superior General, dejó atrás setenta y ocho escuelas, 259
170
clases, 20.000 alumnos y 74 novicios. El Hermano Facile era un religioso de fuerte
temperamento que aceleró el ritmo de las fundaciones; señalaremos solamente
algunas entre las más interesantes, tales como: Kamouraska, Montmagny,
Beauharmais y Oka. Esta última escuela –cedida a los lasallistas por los padres de
San Sulpice- se encontraba en la reserva de los Pieles Rojas: Iroquois y
Algonquins, todas estas tribus permanecieron largo tiempo al margen de la
civilización.
Los Hermanos realizaron un bien real, si juzgamos por las vocaciones que
ellos supieron despertar en los pueblos primitivos, varios niños, en efecto, se
dirigieron hacia el seminario y el noviciado de los Hermanos. Era imprescindible
para los Lasallistas de las escuelas de Oka una gran Abnegación y verdaderos
talentos pedagógicos. Citemos al Hermano Philip quien se abnegó durante treinta
y dos años al servicio de esos pobres niños (7bis). He aquí otras escuelas:
Yamachiche, en San Laurent. Cuando se realizó su fundación, podemos decir que
toda la población esperaba los Hermanos en el desembarcadero del rió, y que les
hicieron cortejo hasta la escuela, al son de la música y del ruido los morteros. En
el Islet, se debe señalar que el programa escolar comprendía suplementarios
especiales: cursos de hidrografía, de agrimensura y de telegrafía. Entre los
alumnos de esta última ciudad debemos citar a Bernier, quien más tarde se volvió
celebre por sus exploraciones en los hielos polares. He aquí también la fundación
____________
(7bis) BEC, 1913, pp. 46-61.
171
de Santa Marie, en la Beauce canadiense, homónima de la Beauce francesa,
ofreciendo a los hombres una gran fertilidad con sus cosechas de trigo, centeno y
arena.
Lo que nos interesa sobretodo, en esos primeros años Lasallistas en
Canadá, son las cosechas religiosas, intelectuales y pedagógicas, estas cosechas
eran considerables. En efecto, no habían transcurrido aún veinte años desde la
llegada de los primeros Hermanos a Montreal, cuando ya, el Distrito canadiense
poseía 307 Hermanos repartidos en 32 casas, con 40 escuelas y 10.350 alumnos.
Sus clases populares eran en su totalidad gratuitas, según la voluntad de nuestro
santo Fundador; las clases disfrutaban de la consideración y del apoyo de las
familias, elemento de estabilidad y fuente de bendiciones divinas.
Agreguemos que el temperamento canadiense era esencialmente misionero, lo
que explica como las fundaciones de las que hacemos mención en este capitulo,
se repartían no solamente sobre las provincias canadienses de Québec y de
Ontario, sino también sobre los inmensos territorios de los Estados Unidos en
donde los Lasallistas –canadienses y americanos sin distinción– obraron con un
espíritu apostólico remarcable. En esos primeros años de nuestro Instituto en
América del Norte, el noviciado de la calle Côté, en Montreal sirvió tanto a los
americanos como a los canadienses. Allí ningún amor propio nacional entró en
juego: se trataba simplemente de dar a Dios el más grande número de almas
juveniles que fuera posible. A la solicitud de varios obispos de Estados Unidos y
calurosamente animado por el honorabilísimo Hermano Philippe, el Hermano
172
Rombaud formaba los novicios en el noviciado de la calle Côté, indiferentemente
para los Estados Unidos o para Canadá. Fue así que en 1845, el Sr. White, Rector
de la catedral de Baltimore le envió un lote de buenos reclutas americanos, que se
transformaron en excelentes religiosos y maestros de talento, y cuatro Hermanos
venidos de Francia para fundar una Escuela en la parroquia de San Vincent de
Nueva York. También enviaron excelentes reclutas a Montreal. Rápidamente las
Escuelas Lasallistas comenzaron a abundar tanto en Estados Unidos como en
Canadá, a tal punto que apareció la necesidad ante los ojos de todos, de
constituirlas en dos distritos independientes con sus propios visitadores; en
consecuencia, los principales Hermanos de las dos nacionalidades fueron
convocados en Montreal, en el mes de marzo de 1864, para los acuerdos
financieros: el Distrito de Canadá con el Hermano Liguori como Visitador residente
en Montreal, comprendiendo 165 Hermanos y novicios, más 24 pequeños
novicios; y el Distrito Americano con el Hermano Ambrose como Visitador
residiendo en Nueva York, constituido por 200 Hermanos y novicios. Pero antes
de separarse, los Hermanos se unieron a sus visitadores respectivos para el envió
de una dirección colectiva al honorabilísimo Hermano Philippe, Superior General.
Ellos le manifestaban su compromiso y le aseguraban que la armonía se
mantendría siempre entre las dos provincias lasallistas. Para asegurar los lazos de
confraternida se hizo un intercambio de Hermanos y de postulantes (8).
____________ (8) Archivos de la Casa-Madre, HBv Ver también RIGAULT, VI, p. 270.
173
La bella misión realizada en Estados Unidos por los Hermanos
Canadienses, fue uno de los hechos que ilustró las palabras pronunciada en
Québec por el Cardinal Léger el 5 de octubre de 1959: «La vocación de las
naciones es un hecho real, como la de los individuos. Dios permitió que la Cruz,
primer signo con el que fue marcado el continente americano, partiera de Québec
para irradiar toda América del Norte» (9).
ADMIRABLE DESARROLLO DEL DISTRITO CANADIENSE
Sobre la orilla de San Laurent la prosperidad de las obras Lasallistas no se
desarrollo en curso del periodo que siguió a la constitución de los dos distritos
norteamericanos, y que continuó hasta el fin del siglo XIX. Señalaremos
únicamente las principales manifestaciones.
En 1864, fue Ottawa, la capital del dominio canadiense la que recibió los
hijos del Señor de La Salle. En esa metrópolis, situados sobre el río del mismo
nombre, fundaron una academia secundaria bilingüe y sucesivamente, otros
cuatro establecimientos, entre los cuales había una escuela de rehabilitación.
Sobre la otra orilla del río, Hull, la ciudad hermana de Ottawa -centro cultural
francés y canadiense- solicitó también Hermanos. En este lugar ellos formaron
también alumnos dóciles y trabajadores, merecieron que el Hermano asistente
____________
(9) Palabras del Cardinal Léger, pronunciadas en 1959. (La voz de la Prensa)
174
Patrick, en el transcurso de una visita les acordara la preferencia sobre todos los
alumnos que encontró. Poco después, Longueuil, sobre la ribera sur del San
Laurent, obtuvo también Lasallistas para tomar la sucesión de los cleros de San
Viateur, quienes abandonaron un internado con varias centenas de alumnos.
Estos darán que hacer a sus nuevos maestros, pero aprenderán rápidamente sus
obligaciones de trabajo y obediencia.
1868 marcó la fundación de Toronto, capital de la provincia de Notario con
su floreciente Escuela Comercial del Instituto de La Salle que dio a la Iglesia tres
obispos y una cincuentena de padres, y a la sociedad civil, la mayoría de jefes del
movimiento católico. Si los establecimientos de Hamilton y Santa Catherine no
sobrevivieron, la Escuela S. Mary’s y la Escuela S. John’s disfrutaban aún de una
excelente reputación. En 1888 Toronto se convirtió en la capital de un distrito
Lasallista de lengua inglesa, su noviciado proporcionó al Instituto individuos
notables, como lo fue el Hermano Tobías Stephen. No se dirá que este rápido
trabajo de expansión, no iba siempre acompañado de desengaños y amarguras.
Fue así como en Halifax y en las otras ciudades de las provincias marítimas –
Nueva Escocia, por ejemplo– en donde predominaba la influencia protestante, el
esfuerzo Lasallista se vio destrozado en pocos años. La desgracia quiso también
que la Jerarquía católica se mostrara inclinada a oponerse contra los esfuerzos de
los Superiores de la Congregación. Fuerza que logró retirar nuestros Hermanos de
las dos escuelas de Halifax y las Charlottetown y de Saint-John.
175
Fue así entonces, que en Ottawa, en donde los Hermanos eran admirados
y amados, un acceso del laicicísmo, que influyó en el Consejo de la Instrucción
Pública, fue la causa de rudas pruebas. El Gobierno Provincial pretendió modificar
la línea de la enseñanza tradicional Lasallista y ejerció numerosas vejaciones
respecto a los Hermanos. Los padres de familia se levantaron en defensa de los
maestros de sus niños, y un día tomaron por la fuerza la escuela, que veinticinco
guardias de policía habían ocupado. Por el bien de la paz, fue necesario ceder, y
los Superiores retiraron todos los Hermanos de Ottawa. Esto sucedió en 1895,
ausencia que durará cuatro años. Mons. Duhamel, Arzobispo de Ottawa, allanó
las dificultades, y cuando se reiniciaron las clases, los padres aclamaron los
profesores de sus hijos.
En este país, joven, robusto, libre y de horizontes y recursos ilimitados, la
obra beneficiosa de las Escuelas Lasallistas operaba cada día nuevas conquistas.
En 1872 fue la Escuela San Henri de Tanneries, en Montreal; y en 1876, fue
Lachine, centro industrial a las puertas de Montreal, en donde se abrieron las
clases primarias de comercio, de canto y de dibujo. Después, fue el turno para
Kingston, de San Gregorio, rico en buenas vocaciones; el río du loup y también
Nicolet con su Academia Comercial. En 1876, San Jérôme, sobrenombrada la
Reina del Norte; en 1879, San Ferdinand de Mégantic; y finalmente Varennes con
la Escuela San Paul. Dos establecimientos merecen una mención particular:
primero, el Mont-Saint-Louis, gran internado creado bajo el modelo de Saint-Yon y
de Passy.
176
En ese fin del siglo XIX, no había quizás, una provincia de Canadá que no
enviara alumnos. Al lado de sus 500 canadienses se apresuran numerosos
jóvenes venidos de Estados Unidos, de México y hasta de América del Sur. Cada
clase tenía dos profesores acreditados, de los cuales uno enseñaba el Francés y
el otro enseñaba el Inglés. En el programa estaba incluido, el Comercio, las
Ciencias, las materias literarias con la Historia y la Geografía. Los exámenes
periódicos no eran realizados por los mismos profesores sino por otros del
exterior, generalmente los de la Escuela Politécnica de Montreal. El curso de
comercio era teórico y práctico, la enseñanza práctica se daba en un salón
llamado el Banco. Ciertos alumnos representaban el personal del banco; otros,
eran vendedores al por mayor, supuestos habitantes de Nueva York, Londres o
Barcelona; y los demás, eran mercaderes al detal, igual que en los negocios de
Montreal. El éxito de esta enseñanza ingeniosa fue considerable. Por otra parte,
reclamaba profesores competentes y consagrados. En el Mont-Saint-Louis, el
deporte y el juego iban a la par con el trabajo y también la piedad. La meta que
perseguían los Hermanos en el Mont-Saint-Louis era Iluminar los espíritus,
fortificar los cuerpos y hacer verdaderos cristianos (10).
El otro establecimiento se ubica en Québec; era la Academia Comercial.
En 1890, se traslado a la ciudad alta, en un despampanante edificio que el
____________
(10) Para definir la obra del Mont-Saint-Louis podríamos reproducir algunas páginas de la Historia del Instituto acerca del Pensionado de Saint-Yon : «Bastaba, dice el Hermano Herment, de cambiar algunas palabras».
177
Hermano Stephen, hombre de gran inteligencia y de un notable espíritu de
organización, había construido. El cuerpo docente Lasallista de esta institución de
primer orden, estaba a la altura de su noble tarea por sus estudios profundos,
asimilados con el amor y el sentido del deber. La increíble ascendencia de la
mayoría de esos maestros, se destacó al formar almas viriles, listas para el
combate de este mundo y al suscitar numerosas vocaciones de padres, de monjas
y de docentes religiosos (11).
Tales son las bellas páginas escritas por los Lasallistas canadienses de
nacimiento o de adopción. En 1888, los grupos de formación que vivían desde los
orígenes del viejo inmueble de la calle Côté, se instalaron en el barrio periférico de
Maison-neuve de Montreal, en un vasto cercado comprendiendo edificios bien
adoptados. En ese lugar, ¡cuántos jóvenes ardientes y generosos se formaron en
virtudes religiosas! Esta casa llevaba el nombre de Mont-de-La-Salle. Fue allá que
el 4 de mayo de 1889, en el momento de la Santa Comunión, el Hermano
Néthelme, muy enfermo, fue súbitamente y radicalmente curado por el
bienaventurado Juan Bautista de La Salle, de quien, ese día, se celebraba la
fiesta. Este milagro, que sirvió para la canonización de nuestro Santo Fundador en
1900, ¿no podría ser considerado como una sonrisa de nuestro Padre frente a
____________
(11) La Obra del siglo , p. 279 : «Con el H. Stephen, dice esta obra, la Academia da nacimiento al círculo de La Salle, que se convierte en uno de los lugares selectos de la capital. Se daban en este lugar cursos de perfeccionamiento, conferencias, sesiones musicales y literarias. Los veintidós jóvenes quienes inauguraron este centro en diciembre de 1885, se consagraron al Sagrado Corazón».
178
la dirección de los Hermanos canadienses y un testimonio de satisfacción, por el
celo religioso que ellos desplegaron durante años heroicos de la fundación de
nuestro Instituto en su país?
179
CAPITULO VII
EN ESTADOS-UNIDOS
PRIMEROS ESTABLECIMIENTOS
Estamos en 1845, en Canadá los Hermano del Señor de La Salle no
ejercían su celo sino desde hacía ocho años, y ya se esparcían en la gran
República vecina (1). Un joven Americano de Baltimore, John Mac Mullins,
acompañado por su cura, el Sr. White, rector de la catedral de Baltimore, se
presentó al noviciado de la calle Côté, en Montreal y fue admitido. Habiendo
recibido en la toma de hábitos, el nombre de Hermano Francis, cumplió con fervor
su año de probación. Después, durante algunos meses, adquirió sólidos principios
pedagógicos haciendo la clase en la Escuela San Laurent. Y he ahí que una
obediencia le ordenó regresar a su país de Baltimore, para fundar allí, al abrigo de
la catedral, una escuela Lasallista.
El Hermano Francis, no tardó en reunirse con el joven Hermano Edward, un
Irlandés Canadiense. Este último, con veinte y tres años de edad acababa ____________
(1) Las fuentes de información sobre Estados Unidos son variadas : a) Un sumario
compacto escrito en francés, ya aparecido en inglés en el Lasallista Digest (Resúmenes de libros o artículos) en invierno de 1959. b) RIGAULT, Historia del Instituto, vol. VI, pp. 282-331. c) The christian brothers in the U. S. gran in-octavo de 700 páginas, por el H. ANGELUS GABRIEL. D) Una serie de artículos aparecidos en el BEC y en el boletín H.E.C.
180
de terminar su año de noviciado en la calle Côté, y llevaba en su sencilla maleta,
un ejemplar de la Regla común, la Conducta de las escuelas y las Doce virtudes
de un buen maestro por el Hermano Agathon. Poco después se presentó un
postulante, lo recibieron, y le confiaron el cuidado del temporal y fue así como fue
fundada la primera Comunidad Lasallista de Estados Unidos, bajo el nombre de
Calvert Hall en Baltimore.
Esa escuela fue instalada en una vivienda muy pobre en el piso más elevado de la
casa. El Director, el Hermano Francis, no había pronunciado aún sus votos
anuales, al no tener la edad requerida. El Hermano asistente Réticius, evocando la
figura de este verdadero Lasallista, escribió más tarde, que por su piedad, su
candor y su celo por la educación de los pobres, él recordaba los Bourlette y los
Jean-François, los primeros discípulos del Santo Fundador en Reims. Él y sus dos
jóvenes colegas fueron tan edificantes que unos postulantes atraídos por su estilo
de vida, se presentaron espontáneamente. Su recuerdo hace irrefutablemente
pensar también en los Hermanos de Vaugirard en los primeros tiempos del
Instituto: la privación de las cosas más ordinarias de la vida, la falta absoluta de
todo elemento de comodidad, la alegría íntima del servicio de Dios y de las almas
y la indefectible regularidad. Fue así que Carvelt Hall de Baltimore, se convirtió
para Estados Unidos en la piedra angular sólida e inquebrantable (2). La segunda
etapa Lasallista Fue Nueva York, la ciudad más industrializada, la más poblada de
____________
(2) Archivos Casa-Madre. MsBEc.
181
América, la que recibe más emigrantes y la que se extiende a lo largo de la
admirable bahía del río Hudson. En 1848, desembarcaron en este lugar cuatro
Hermanos venidos de Francia, extraños por su vestuario de mangas flotantes y
rabat blanco. Su jefe era el Hermano Stylien. Fue Mons. Hughes, el Arzobispo,
quien los obtuvo del Hermano Philippe, Superior General.
Sin tardar, en la parroquia de San Vincent, abrieron clases que se llenaron
tanto de niños como de jóvenes por lo que fue necesario crear en corto plazo otras
siete escuelas parroquiales, lo que no le preocupó al Hermano Facile, Visitador de
Estados Unidos y de Canadá. Abrió también un noviciado en Nueva York, en la
Escuela San Vincent que pronto se llamó Escuela de la Segunda Calle e instaló al
Hermano Andronis como Director. El primer postulante fue el Hermano Barat con
28 años, hijo de franceses y contador en una casa de comercio de la capital.
Además de ser profesor de la escuela dominical, debió aprender los principios de
la pedagogía del Señor de La Salle realizando la clase que le confió el Hermano
Director Stylien. En los intervalos de las lecciones, así como también en su tiempo
libre, Francis Barat sub ía al segundo piso de la casa y se sentaba sobre una silla
de fortuna para escuchar atentamente las conferencias de su maestro de novicios
(3). Pronto otros tres postulantes se le adjuntaron y recibieron los santos hábitos
religiosos en el transcurso de una única ceremonia en la fastuosidad de la historia
Lasallista. Esta ceremonia se desarrolló en la catedral de
_____________
(3) ANGELUS GABRIEL, p. 106.
182
Nueva York, y fue Mons. Hughes quien arregló todos los detalles. En un magnifico
discurso expuso la necesidad para Estados Unidos de una educación cristiana y
de celosos educadores. «Sus deberes son tan grandes, dice él, remitiéndose a los
postulantes, ya que ustedes le abren la vía a muchos de los que solicitan ser
revestidos de las mismas libreas. Hechos que ellos pudieron imitar de ustedes
como el tipo del perfecto religioso abnegado a la juventud.»
Enseguida el Hermano Andronis planteaba a los postulantes las preguntas
de uso común: «¿Están ustedes convencidos que en el estado que ustedes van a
besar, no se debe buscar sino a Dios, la abnegación en si mismos, la filtración de
todos los vicios, su propia salvación y la de los niños?» Después los postulantes
se dirigieron a la sacristía de donde regresaron revestidos de la sotana con grapas
de hierro y del rabat blanco, objeto de la edificación de todos los fieles. Con una
oración de acción de gracias a la cual se unieron el Arzobispo y los Hermanos
terminó la ceremonia. Francis Barat recibió el nombre de Hermano John
Chrysostom, quien se hizo ilustre entre sus compatriotas. Su ejemplo fue seguido
por otras jóvenes personas de buena voluntad provenientes de diversas escuelas
parroquiales Lasallistas; la mayoría eran hijos de inmigrantes irlandeses y
alemanes.
En el espacio de 33 años, esto quiere decir, desde la apertura del noviciado
hasta su transferencia a Amawalk, 1.426 candidatos solicitaron la admisión y
1.030 de entre ellos recibieron el santo hábito. Entre los postulantes, un buen
183
número venía directamente de Irlanda, donde el Instituto, sin embargo, no había
sido aún establecido. En Queentown, pequeño puerto de pesca al lado de la
ciudad de Cork, los Hermanos americanos en 1862, habían adquirido una vivienda
estacionaria en donde los reclutadores reunían a los jóvenes deseosos de entrar
en el Instituto, ¿y a quién haríamos atravesar el Atlántico cuando su número fuera
suficiente? En 1863, se señala el embarque de una quincena de esos valientes
jóvenes (4).
Para una ruda época, hombres rudos, de cuerpos robustos, francos de
mirada, valientes, tenaces, de honor y capaces de comprometerse. La palabra e ra
de Georges Rigault. Ese tipo de hombres no faltaron en las obras Lasallistas de
América. Limitémonos a señalar al Hermano Facil, ya mencionado, el Hermano
Patrick y el Hermano Adjutor of Mary. Pero fue el Hermano Facil quien era el gran
jefe, él poseía una inteligencia de elite, una voluntad tenaz y un don de gentes del
mejor gusto; por toda parte, se haizo admirar y amar, y después de ser el Asiste
del Superior General, murió santamente en Marsella. Los Hermanos de Estados
Unidos obtuvieron del Hermano Superior, regresar sus cenizas a América en
medio de todos aquellos que lo amaron tanto y quienes lo llamaban «Padre de los
Hermanos Americanos» (5).
____________
(4) ANGELUS GABRIEL, pp. 512. Consultar también: Memoria Historia de Irlanda.
(5) RIGAULT, VI, p. 295.
184
Excelente conocedor de hombres, vio a primera vista el partido que podía
sacar del espíritu cristiano y misionero de la raza canadiense. No fue en vano que
hizo llamado a su profunda fe y a su espíritu caballeresco. A los Lasallistas
formados en la calle Côté, de Montreal, les mostraba el inmenso campo que se
extendía desde los grandes lagos hasta el golfo de Méjico, y desde la costa
Atlántica hasta la del Pacifico. ¡Qué bellas cosechas en perspectiva se ofrecía a su
generosidad y a su celo! ¡No fue en vano! Ya que cuando hubo necesidad de
desdoblar el Distrito Lasallista de América, un gran numero de canadienses codo a
codo con los Hermanos de la joven República pidieron dedicar sus fuerzas en los
campos que ya habían sido sembrados ¡Y de dormir bajo el estandarte estrellado
su último sueño! Sabemos que efectivamente 122 Hermanos canadienses
murieron en Estados Unidos entre 1843 y 1900. Espléndidos palmares, ya que
gracias a ese apoyo y a los noviciados que fueron abiertos en diferentes regiones,
145 casas, escuelas o colegios, germinaron sobre esa generosa tierra bajo el
mando del Hermano Facile ¡69 durante su cargo como Visitador, y 76 durante los
once años de su cargo como Asistente! En la época que nos ocupa, el Hermano
Facile, viajero infatigable, se dirigió hacia el inmenso Valle del Mississipi. En 1851,
fundó San Louis, implantando su Instituto en cuatro sitios: en la parroquia de la
catedral, en San Vicente de los Lazaristas, en S. Patrick y en la parroquia dirigida
por los padres jesuitas. Además, para dar completa satisfacción a las personas de
esa metrópoli, creó una academia que ofrecía lecciones variadas y que conllevó a
un internado llamado a convertirse más tarde, por incorporación, en un colegio
universitario.
185
Más tarde el Hermano Facile se movilizó hacia Nueva Orleáns y el primero
de enero de 1850, una escuela se abrió en la parroquia de Santa Maria. Se Juntó
pronto un internado que se convirtió en la Academia Santa Maria, catedrática
también, de la Universidad. Las escuelas, San Juan Bautista y San Joseph se
fundaron poco tiempo después. Remontándose hacia el este y hacia el norte, el
Hermano Visitador creó en pocos años seis establecimientos: en Troy, Detroit,
Cumberlan, Washington... Después el resplandor de la Congregación se extendió
a Philadelphia, Broklyn –gran barrio periférico de Nueva York– Utica, con su
escuela industrial y Cincinnati, con una escuela parroquial.
No es posible señalar en pocas páginas todas las actividades Lasallistas;
pero existe una, sin embargo, que no debemos olvidar, aquella de Santa Fe, en
Nuevo Méjico, en las montañas rocosas. En 1859, cuatro pioneros venidos
directamente de la francesa Auvergne, desembarcaron en Nueva York,
descendieron hasta San Louis y por las vastas extensiones del Lejano Oeste,
Kansas y el Nuevo Méjico; se dirigieron hacia la vieja ciudad española para
responder al llamado de Mons. Lamy. Viajaron con una caravana de cincuenta
carrozas, ya que sobre el recorrido de más de 1.000 kilómetros en la pradera, se
encontraron con las tribus de Pieles Rojas y las inmensas manadas de búfalos
salvajes. Pero nada doblegaba el celo de esos Lasallistas que escuchaban la voz
de los niños hambrientos de la verdad y del amor. Llegados a Santa Fe, se
alojaron primero en una casa de techo bajo, hecha de ladrillos cocidos al sol y
desprovista de muebles. Ellos se entregaron a su misión evangélica y no tardaron
186
en reunir numerosos jóvenes que fueron los primeros alumnos de lo que se
convertirá en el Colegio San Miguel, más tarde agregado a la Universidad. Poco
tiempo después, otras dos escuelas serán fundadas en la misma provincia: Taos y
Mora (6)
LAS GRANDES CALAMIDADES
Sin embargo, hacia la mitad del siglo XIX, rudas pruebas agobiaron las
obras Lasallistas. Las más insidiosas, fueron las epidemias de fiebre amarilla que
durante quince años diezmaron las poblaciones del sur. Aquella de 1853, cobró
más de 9.000 victimas entre los blancos de San Louis, esa plaga no atacaba
mucho a los hombres de color. Nuestros Hermanos de aquella ciudad contaron
siete muertos, entre los cuales se encontraba el Hermano Director Gélisaire, quien
viajando en tren, fue atacado súbitamente por el mal. Lo desembarcaron del
compartimiento y lo dejaron en una habitación, de un hotel muy modesto, donde
murió solo y sin socorro. Otro Hermano fue golpeado por el contagio cuado llegó al
muelle sobre el río, en el momento de subir al barco. Una nueva epidemia se
declaró en 1868, completamente mortal, tan solo en la ciudad de San Louis, los
Lasallistas contaron diecinueve fallecimientos. Se lamentaron siete en Nueva-
Orleans, ocho en Pass-Christian, donde había sido instalado un noviciado al sur; y
dos en jefferson-City. Aquellos que se curaban permanecían débiles y algunos
___________
(6) BEC, 1931, pp. 253-274. En Nuevo-Méjico.
187
otros no podían retomar sus actividades ordinarias (7).
A la fiebre amarilla se juntaron los horrores de la guerra Civil. Quince
provincias del sur se sublevaron contra los Estados del Norte. Esa era la Guerra
de Secesión. Los plantadores del sur habitando un país excesivamente cálido
habían recurrido a los esclavos negros traídos del África por los aventureros, que
llamaban «negreros». Los empleaban para cultivar sus vastas extensiones de
algodon, caña de azúcar y tabaco. Sin duda, la trata de negros había sido
suprimida en 1796, pero sin embargo, todo negro que nacía sobre el territorio
americano era esclavo. Los Republicanos de los Estados del Sur no tenían sino
bastantes direcciones para encontrar justificaciones morales a una situación que
les era muy provechosa. De otro modo, iban los republicanos de los Estados del
Norte, quienes, con el Presidente Lincoln eran partidistas de la supresión de la
esclavitud. La cuestión se infectó y vino a las manos, aquella guerra fratricida duró
cerca de cinco años, acumulando lutos y ruinas, y paralizando la vida en la Gran
Republica. Esta se terminó por la Capitulación del General Robert Lee, quien
rindió su espada al General Grand, Jefe de los Nordistas. Por consecuencia, una
medida en la constitución abolió la esclavitud en todo el territorio de la Republica
(8).
Esa guerra fratricida, coincidiendo con las epidemias de fiebre amarilla,
____________
(7) BEC, 1926, p. 143. (8) RIGAULT, VI, p. 316.
188
llevó el más grande de los daños a las obras lasallistas del sur. Se puede imaginar
con que dificultad eran reemplazados los Hermanos muertos o convalecientes, ya
que hacia falta hacer venir a sus substitutos del norte. Sin duda, se recurrió a los
antiguos alumnos abnegados, pero sus conocimientos teóricos y prácticos de la
pedagogía no eran siempre iguales a su abnegación. Se debió cerrar nuestra casa
de San Augustin, ciudad sobre el costado de la Florida, continuamente bajo el
fuego de los navíos federales. Por otro lado, la población civil la evacuó, dejando
allí solamente a los soldados.
A esas dificultades se adjuntaron los problemas económicos y financieros;
los recursos disminuían por todas partes o los benefactores no estaban en
condiciones de sostener las escuelas. También, la indigencia de nuestros
Hermano del sur era algunas veces cruel. El Hermano Facile, Asistente, que en
1865 se había dirigido a Louisiana para sostener y animar sus Hermanos, decidió
formar un nuevo distrito con Nueva-Orleans como capital. Allí creo un noviciado
que poco después fue transferido a Pass Christian sobre el golfo de Méjico. Ese
distrito creado para obviar las dificultades de la guerra, desapareció en 1870 y sus
casas fueron reincorporadas a aquellas de San Louis.
Regreso a la prosperidad
La guerra tomó fin y poco a poco a los buenos días volvieron. Bajo el gobierno del
Hermano Facile o de los sucesores inmediatos, Visitadores o Asistentes, -los
189
Hermanos Patrick, Justin y Clementian– los obreros Lasallistas conocieron una
maravillosa recuperación de prosperidad. Hasta los últimos años de ese
tormentoso siglo XIX, el Instituto se extendió de una manera considerable sobre el
territorio de la vasta Republica Americana. Entre los 45 Estados que figuraban
entonces sobre el estandarte estrellado, 27 se beneficiaban de los Hermanos que
eran vivamente deseados por el clero, un poco en todas partes.
¿Cómo explicar esta cuota favorable? Digamos antes que nada, que
Estados Unidos a partir de 1820, fueron invadidos literalmente por los inmigrantes
venidos de Europa: los irlandeses, que pertenecían en su gran mayoría a la
religión católica; los alemanes, más numerosos aún, y de los cuales una buena
porción eran católicos también. Agreguemos que en casa de unos y otros, las
familias numerosas eran comunes. ¿Quién, así pues, en el seno de un país
protestante en su mayoría, habría instruido esa masa de niños si no se hubieran
encontrado en la Gran Republica suficientes escuelas católicas? Ahora bien, esas
escuelas eran casi inexistentes, ya que el mismo clero, poco numeroso, se
encontraba en la imposibilidad material de proveer la sola enseñanza del
catecismo en todas partes.
Los Hermanos de las Escuelas Cristianas y de otros Institutos religiosos
similares para los muchachos y muchachas llegaban en un buen momento. Y eso
fue de una importancia capital. He ahí porque los Lasallistas aceptaron abrir tantas
escuelas elementales, sobre todo parroquiales, cada una conllevando un número
190
limitado de Maestros.
El Hermano Ángelus Gabriel, historiador de nuestro Instituto en Estados
Unidos, escribió: «Las listas que se encuentran en suplemento dentro de nuestra
obra, muestran que los Hermanos de las Escuelas cristianas dirigían en el siglo
XIX, 204 escuelas elementales en Estados Unidos. Si era necesario de prohibir la
importancia extraordinaria dada a esas obras de las escuelas primarias,
deberíamos recordar que fue en las escuelas parroquiales dirigidas por los
Hermanos de las Escuelas Cristianas, que miles y miles de muchachos
americanos recibieron una educación verdaderamente seria». «Si ellos se
convirtieron en buenos padres de familia y dignos ciudadanos del Estado, fue
debido a que permanecieron fieles a sus tareas religiosas, y a que han transmitido
sus principios cristianos a sus hijos.» El Arzobispo Mons. Keane dijo en 1906:
«Los Hermanos de las Escuelas Cristianas han sido los maestros de obra en
materia de educación» (9).
Al lado de las Escuelas Parroquiales, nuestros Hermanos fundaron otros
establecimientos para los niños desheredados, según la formula inaugurada por
nuestro Santo Fundador en la casa de fuerza de San Yon. La principal fue la
Protectoria Católica de Nueva York (10). En 1868 tomó bajo su cuidado 1.079
niños o jóvenes abandonados o viciosos, de los cuales muchos habían perdido
____________
(9) ANGELUS GABRIEL, p. 233; Escuelas Parroquiales: pp. 199-233. (10) ANGELUS GABRIEL, p. 240, passim.
191
su padre durante la Guerra de Sucesión. La miseria que siguió el fin de las
hostilidades incrementaron aun más el número de esos jóvenes, de modo que en
1884, la Protectoria los alojaba en un número de 2.861, cifra enorme, que exigía
un personal numeroso y especializado. Durante los 75 años que existió la
Protectoria, 1.150 Hermanos y unas cuentas Hermanas prodigaron sus atenciones
a esos desdichados. Estos se hicieron en la mayoría buenos cristianos y
ciudadanos honestos. En ese colosal establecimiento, toca anexar los asilos de
Hill Side y de Syracuse, en Nueva York; aquel de San Vicente, en Albany y S.
Patrick’s Home en Halifax. Se debe señalar también a S. Vincent’s en Baltimore, y
el de la Protectoría de Filadelfia. Mencionemos en seguida otros siete asilos en el
Distrito de San Louis, sin olvidar el Instituto Agrícola de Santa Emma para niños
negros e indígenas. En total, una veintena de casas de diversos tipos, todas
dedicadas a la infancia abandonada y desdichada.
Con las condiciones de la vida moderna, el número de estos
establecimientos para la infancia desdichada disminuyó o cambió de carácter. Lo
mismo sucedió con las escuelas elementales o parroquiales, de las cuales
hemos indicado la elevada cifra. Poco a poco, en efecto, la tendencia de la
Jerarquía era de confiar el más grande número de esas escuelas a las Hermanas
de diversas congregaciones educativas, para solicitar a los Hermanos de las
Escuelas Cristianas y otras congregaciones que profesaran la educación, y se
encargaran de las escuelas secundarias o high schools.
192
Pero ya desde su llegada, los Lasallistas habían abierto un cierto número
de escuelas de segundo grado, ya fueran clásicas, con el latín y el griego o
modernas con las lenguas vivas, las ciencias, el comercio o la agricultura. Los
Lasallistas de las high schools fueron, desde el principio, muy apreciados por los
obispos, ya que en esos años del siglo XIX, no existían aún los pequeños
seminarios en Estados Unidos y las escuelas secundarias de los Hermanos
suplían allí eficazmente. Existía en efecto, en las escuelas una división especial
que funcionaba como pequeño seminario para los numerosos aspirantes
eclesiásticos, ya que se apreciaba fuertemente la enseñanza Lasallista. De hecho,
un gran numero de sacerdotes, de obispos y dos cardinales fueron formados
desde su adolescencia sobre las bancas de las high schools y de las academias
de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Muchos afirmaron su vocación.
Podríamos enumerar 23 de esos establecimientos que datan del siglo pasado, aún
muy vivos en nuestros días. Una docena de otros han desaparecido o han
cambiado de orientación (11).
En todas esas casas de educación dirigiéndose a las diversas clases de la
sociedad, los Hermanos agregaron la enseñanza superior. Aquí aún ellos eran
animados y fuertemente estimulados por la jerarquía, ya que, en esa lejana época,
Estados Unidos estaba lejos de poseer una organización escolar tan completa
como la de nuestros días. Eran necesarias las universidades católicas para formar
____________
(11) ANGELUS GABRIEL, las Escuelas Secundarias, 5° Y 6° Libros.
193
los cristianos destinados a ocupar las funciones importantes dentro de la sociedad.
Además, los Obispos tenían en la mira también, la formación del joven clero. Y los
Colegios Universitarios Lasallistas fueron fundados, irradiando a la manera de una
estrella sobre el territorio americano. Fue así como San Louis obtuvo su carta en
1855 y Rock Hill de Baltimore, en 1862; Maniatan Colegio de Nueva York, en
1863; Colegio de La Salle de Filadelfia también, en 1863; Colegio de los
Hermanos Cristianos de Memphis, en 1872; S. Mary’s de California, en 1872 y
finalmente S. Michael’s de Santa Fe en 1874 (12).
He aquí un magnifico cuadro de la obra cumplida en Estados Unidos por los
Lasallistas durante la segunda mitad del siglo pasado. «Fue en Estados Unidos,
escribió el Varón de Cárcel, Embajador de Francia, que la acción de los Hermanos
fue fecunda y múltiple. Allá ellos encontraron un terreno completamente propio
para su desarrollo con leyes liberales, una población utilitaria pero que no
concebía sino la civilización y la verdadera cultura intelectual podía ser separada
de la religión; finalmente, una Republica suficientemente fuerte para mostrarse
equivalente, generosa ella misma con todos y suficientemente elevada por encima
de las posiciones mezquinas para no temer la rivalidad de las asociaciones
privadas, sobre todo cuando estas están formadas por hombres que no se reúnen
más que para hacer el bien. En esas condiciones favorables, la obra de los
Hermanos, desde que pisaron esa tierra de libertad, debía prosperar» (13).
____________ (12) ANGELUS GABRIEL, sexto libro. La Enseñanza Superior, p. 403.
(13) BARON DE COURCEL, citada por RIGAULT, VI, 283.
194
Esos espléndidos resultados en todos los grados de la enseñanza fueron
confirmados por el testimonio de Mons. Ireland, Arzobispo de S. Paul, Minnesota;
quien escribió en los últimos años del siglo estas palabras memorables: «El
apostolado de la Iglesia en los tiempos actuales, depende, según yo, de los
Hermanos de las Escuelas Cristianas. Cuento con ellos como uno de los medios
más importantes para el bien de la Iglesia en Estados Unidos» (14).
Esa prosperidad del Instituto en Estados Unidos se debió al celo apostólico
de los Hermanos y a sus cualidades pedagógicas. Es necesario atribuirlo también
y sobretodo, al profundo espíritu religioso de los Lasallistas que lo implantaron allí:
aquellos llegados de Francia para llevar la buena semilla, aquellos venidos de
Canadá con un desinterés absoluto, aquellos de raíces propiamente americana,
aquellos, en fin, originarios de Irlanda; que acogieron y cultivaron con entusiasmo
el ideal propuesto por el Señor de La Salle, genio de la educación, modelo de los
maestros y padre de los niños. Ese espíritu profundamente religioso, esa
abnegación de buena fe, ese celo incondicionado por la infancia, esperanza de la
Iglesia y de nuestras patrias terrenales, les había hecho segar generosamente en
el campo fértil de la joven Republica Americana. Ellos le permitieron superar una
crisis que habría podido ser fatal para el Instituto, trayendo un cisma doloroso
debido al empleo de la lengua latina en los colegios.
____________ (14) Mons. IRELAND. Citado por RIGAULT, IX, p. 95. Para marcar la fuerte
personalidad de Mons. Ireland, citaremos esta frase de Daniel-Rops : «Con Mons. Ireland se marcaba ese carácter que será el del Obispo americano, considerándose más como un entrenador de hombres que como un administrador». (Un combate para Dios, p. 218)
195
LA CUESTIÓN DEL LATÍN
Cuestión espinosa, desde luego, cuestión abrumadora; de la que el
episcopado de Estados Unidos tomó parte abiertamente; cuestión que afectó
hasta el fondo de sus conciencia nuestros Hermanos americanos. Apresurémonos
a decir, que nunca una cuestión había sido tratada con tanta serenidad, y que
nunca una solución por dura que haya sido, había sido aceptada con una sumisión
más filial.
Preguntémonos primero, ¿cómo los Hermanos de Estados Unidos fueron
traídos para enseñar el latín en sus establecimientos secundarios y superiores?
Es seguro que las necesidades de las almas pueden variar con los países y con
las circunstancias. En Estados unidos, por ejemplo, el momento en el que los
primeros Lasallistas llegaron, el número de sacerdotes, de los cuales varios
venían de Europa en calidad de misioneros, era ínfimo y el reclutamiento sobre
lugar, casi inexistente. Habían pocos grandes seminarios, no habían pequeños
seminarios y las vocaciones eran raras. También el episcopado necesitó solicitar a
los Hermanos de las Escuelas Cristianas, que tenían el don de atraer la juventud y
de emplearse en cultivar las vocaciones en sus escuelas y sobre todo en las
escuelas parroquiales. Ellos irían más lejos: solicitarían, dado el caso de la
escasez de profesores sacerdotales, de dar a los estudiantes eclesiásticos la
cultura clásica en las high schools y en los colegios universitarios.
196
Cuando en 1866, los primeros exámenes tuvieron lugar en Manhattan,
después de que ese colegio universitario hubiera recibido su carta de los poderes
públicos, seis de sus estudiantes vieron sus estudios coronados por el Diploma
Superior. Ahora bien, cuatro de ellos eran los aspirantes al Estado Eclesiástico.
En cuarenta años, ese famoso establecimiento vio 300 de sus estudiantes dirigirse
hacia el santuario, y entre ellos se encontraban dos futuros cardinales. Sus
Eminencias Hayes y Mundelein. Podemos decir lo mismo de toda proporción
vigilada, de otros establecimientos Lasallistas de enseñanza superior y de
enseñanza secundaria. ¿Cuál ha sido la actitud de los Superiores del Instituto
frente a ese estado de cosas? Cuando en 1854, el Hermano Patrick, llegó a Paris
para participar en el Cabildo General en calidad de diputado, traía en su maleta las
cartas del Arzobispo de San Louis, Nueva Orleáns, Baltimore Y Nueva York;
solicitando que los Hermanos de Estados Unidos pudieran ser autorizados para
enseñar el Latín en sus establecimientos. Los argumentos utilizados decidieron en
la Asamblea Capitular dar a los Hermanos de Estados Unidos, no una aprobación
en buena forma, sino una firma en blanco.
Más tarde, a partir de 1876, el honorabilísimo Hermano Irlide, Superior
General, envió sucesivamente dos visitadores generales a Estados Unidos, con el
fin de hacer una investigación muy seria, teniendo por objetivo la búsqueda de la
solución a una cuestión tan espinosa. Sin embargo el Cabildo General de 1884,
que se reunió enseguida, se encontró en frente de tales dificultades, que se limitó
a confirmar las declaraciones de los Cabildos Generales precedentes, sin
197
agregarles nada. Fue el Cabildo General de 1897, precedido por el honorabilísimo
Hermano Gabriel Marie, el que acabo finalmente el debate. Fue decidido que
volviéramos a la observación pura y simple de la regla procediendo prudente y
progresivamente en la supresión de la enseñanza del Latín en nuestros
establecimientos americanos. Resolución que fue confirmada por una decisión de
la Sagrada Congregación de la Propagada, en respuesta a las últimas solicitudes
de varios miembros del Episcopado.
Roma había hablado, la causa había acabado. Después de una reacción
muy comprensible de sorpresa y de pena –muy corta, por otra parte– y sin prestar
atención a tal miembro de la jerarquía que preconizaba la autonomía de la
provincia americana, los Hermanos se reincorporaron con las bellas palabras
pronunciadas en el banquete de los antiguos alumnos de Manhattan por el
Hermano John Chrysostom. Ese Francis Barat de la primera hora, quien, en 1849,
había tomado el santo habito religioso en la catedral de Nueva York: «con
respecto a la cuestión del Latín, yo le diré que gracias a Dios los Hermanos no
pueden hacer sino una sola cosa, esto es: obedecer. Ellos aprendieron esto de
nuestro mismo Señor. En lo que concierne al futuro, tenemos una confianza que
se fundamenta en la obediencia y en nuestra confianza a Dios, busquen primero el
Reino de Dios y su justicia, y todo el resto les será dado por añadidura» (15).
____________
(15) Colega. RIGAULT, pp. 202-221, vol. IX.
198
El epilogo de la cuestión del Latín fue doblado: ante todo, consistió en la
prosperidad admirable que después de parar un tiempo recompensó los
Hermanos de Estados Unidos en el curso del silgo XX. Y el cual será cuestión en
la continuación de esta obra. En segundo lugar, la Providencia Divina trajo al
soberano pontífice Pío XI, para determinar que sin ningún cambio en la naturaleza
del Instituto Lasallista, la enseñanza se extiende a partir de entonces hacia los
estudios clásicos, tal fue el sentido de la carta escrita por el cardinal Gasparri a los
miembros del Cabildo General de 1923.
En todas las circunstancias, sean adversas o favorables, la conducta de los
Hermanos americanos fue para todos un profundo tema de edificación. También el
honorabilísimo Hermano Athanase Emile, Superior General, exclamó en los
últimos instantes de su gran viaje en América: «Los fundadores del Instituto en
Estados Unidos van edificando sobre la roca sólida de la fe y la abnegación, obra
espléndida que admiramos hoy. Ellos fueron, como lo decía uno de los miembros
de la jerarquía, ejemplos vivientes de la verdad que ellos enseñan. ¡Es a este
precio que los Hermanos americanos son verdaderos hijos de San Juan Bautista
de La Salle!»
199
CAPITULO VIII
EN EL CERCANO–ORIENTE
Es manifiesto que a partir de los siglos XVII y XVIII, la expansión de la
Iglesia católica entre las naciones infieles, conocidas y frecuentadas en ese
entonces por los europeos, había entrado en una grave crisis. Las naciones
paganas del Mediano y del Extremo-Oriente se rebelaban contra la presencia de
los misioneros, porque detrás de su actividad ellas temían una intromisión
extranjera de: ingleses, franceses, holandeses... De otro modo, la supresión de la
Compañía de Jesús por Clemente XIV, alcanzó a los 3.000 misioneros jesuitas
extendidos en el Oriente y a parte de todo, llegó la Revolución Francesa y la ruina
los consumió.
Y he ahí, que en el siglo XIX las cosas cambiaron totalmente con el gran
torneo diplomático que llevó a la destrucción al Imperio Otomano. Este, en efecto,
cayó entonces en un periodo de depresión profunda a causa de los
desmembramientos repetidos por los cuales casi muere. No se llamaba más que
«El hombre enfermo». Los serbios, los griegos, los búlgaros, y los valaques
sucesivamente recobraron su independencia. De su lado, la Iglesia romana, con
Gregorio XVI, Pío IX y León XIII, reforzaba su presencia. Fue entonces cuando los
Jesuitas, restablecidos, reforzaron sus misiones y sus colegios, seguidos por los
padres blancos, los lazaristas, etc. Estos últimos solicitaron el refuerzo de los
200
Hermanos de las Escuelas Cristianas, a fin de no tener que ocuparse más que de
su apostolado... Al estar abierta la puerta, el movimiento misionero retomó
rápidamente el Medio-Oriente y el Extremo-Oriente (1).
EN TURQUÍA
En 1841 el Procurador General de los Lazaristas establecidos en Smyrne
en Turquía de Asia, obtuvo del Hermano Philippe, Superior General, cinco
Hermanos franceses para sostener las pequeñas clases de su colegio (2). Los
Lasallistas hicieron allí un buen trabajo. Sin embargo, como aparte de sus
ejercicios espirituales, ellos dependían enteramente de los religiosos Lazaristas, y
además el Hermano Director no tenía ningún recurso particular, esa sujeción se
rebelaba cada vez más penosa. Ella se prolongó sin embargo, durante más de
una decena de años. Ahora bien, en 1845, un incendio habiendo destruido la casa
donde se alojaban, se les encontró una casa tan incomoda como insaludable para
su refugio. Las personas del vecindario podían escuchar todo y estaban tan
desprovistos de escrúpulos que pasaban por debajo de mano todo lo que les
placía. El Arzobispo latino consolaba a los Hermanos sin duda, pero él no podía
hacer nada por ellos. Tres Hermanos, sin embargo, vinieron de Francia para
ayudarles en su apostolado, ya que un bien muy verdadero se cumplía entre sus
____________
(1) Historia universal de las misiones, por DELACROIX, III Parte, p. 408.
(2) BEC, 1923, p. 321.
201
402 estudiantes de las clases primarias. Ellos daban la enseñanza en francés en
las nueve clases que dirigían. En 1863, la tutela de los Lazaristas habiendo
tomado fin y los seguros habiendo sido obtenidos del Gobierno francés o de la
Obra de la Propagación de la Fe, los Hermanos construyeron un hermoso colegio
que se llamó S. Joseph. Un informe de esa lejana época, resalta la presencia de
24 Hermanos: diez para las escuelas gratuitas repartidas en dos barrios, y otros
diez para el seminternado. Cinco profesores laicos estaban encargados de los
cursos de lengua y música. El total de alumnos era de 600 de los cuales 450
estaban gratis y esto a pesar de la propaganda de las escuelas protestantes.
Poco tiempo después de la llegada de los Hermanos a Smyrne, un segundo
grupo de Lasallistas fue instalado en Constantinopla por el Hermano Stanislas
Kostka, pudiente del cargo de Visitador. Allá aún, no fue sino a costa de largas
marchas de sufrimientos, animosamente soportados y de privaciones sin número,
que les fue posible abrir las clases primarias en el barrio Galata, y un
seminternado en el barrio de Péra; este último, bajo la protección de San Michel.
Digamos de paso que el Hermano Stanislas Kostka llevaba esa empresa con otra
misión que le habían confiado los Superiores: el establecimiento de nuestras obras
en Egipto. Franqueando el Mediterráneo plantó el primer jalón de lo que iba a
convertirse en el Distrito de Egipto. En el curso de un viaje por mar, cayó enfermo
y fue resguardado en la tierra de Malte, donde murió en un hospital, privado de la
asistencia de sus Hermanos, en 1849. Su sucesor, el Hermano Albert, hizo
progresar considerablemente las obras de Smyrne y de Constantinopla. En esa
202
última ciudad, el sólido valor pedagógico de nuestros Hermanos y su abnegación
había n sido finalmente reconocidos, y fue necesario abrir tres nuevos centros
escolares: el primero, en la calle de Roses; el segundo, en el barrio Cordelio y el
tercero, en la Pointe. Esta última escuela estaba mejorada por las renombradas
clases de aprendizaje. En cuanto al seminternado de Péra, el número de las
demandas de admisión se había n convertido tan importantes año tras año, que
debió construirse un segundo establecimiento. La localización de este, fue
escogida muy felizmente en Kadi-Keuï, sobre la otra orilla del Bosphore, en el
lugar donde se elevaba antiguamente Chalcédoine, el barrio periférico de
Byzance. El programa era el mismo de la enseñanza secundaria francesa,
agreguemos que miles de familias enviaban sus hijos allí sin distinción de religión.
Sabemos que el colegio San Joseph de Kadi-Keuï era aún muy floreciente en
1967 (3).
En 1858, el grupo Lasallista de Turquía se dispersó en las islas de Cyclades
para la fundación de una escuela en Syra. El Hermano director Ullmer había
aprendido el griego y lo hablaba con facilidad; también su enseñanza era muy
estimada y pronto se adjuntó un pequeño internado a su escuela. Otra isla famosa
que también recibió a los Lasallistas fue la isla de Chio en el archipiélago de los
Sporades. En esas dos comunidades la pobreza hacia sentir su peso, pero la fe y
el entusiasmo no se debilitaban. ¿Por qué es necesario que tan buenos éxitos
____________
(3) BEC, 1913, p. 209.
203
fuesen interrumpidos por la envidia y la malevolencia, obligando a los Lasallistas a
dejar Syra en 1863 y Chio en 1865? Ellos fueron vivamente añorados y se
establecieron de nuevo en el Mar Egeo, más tarde, Chio les abrirá los brazos en
1900 y Syra en 1914 (4).
En 1870, el Hermano Hugonis, fue nombrado Visitador del Distrito de
Turquía y Egipto. Esas dos bellas obras le daban la talla a ese misionero del que
se había dicho tenía en su casa la Lavigerie (prelado francés que creó los
misioneros de África, llamados «Padres Blancos». Él introdujo los Lasallistas en
Arménie, ese país cristiano que Turquía tuvo la pretensión de absorber, donde
ubicó algunos de ellos; en 1881, abrió en Trébizonde clases que se poblaron
desde el primer día con 160 estudiantes pertenecientes a la comunidad católica de
Arménie. Ubicó esta escuela bajo el vocablo de San Gregorio el Iluminador, la
primera en ese país que fue digna de ese nombre y que se opuso eficazmente a
los esfuerzos de las sectas metódicas angloamericanas y de rusos ortodoxos.
Dos años más tarde, el Obispo de Erzéroum, aún en Arménie, llamó a los
Hermanos. Desde las orillas del Mar Negro hasta esa ciudad de montañas, se
necesitaban, en esos tiempos, ocho días de viaje penoso y peligroso que el
Hermano Hugonis emprendió para responder a los llamados de una cristiandad. Él
confió la organización de las clases al Hermano Joseph-Marie Eman, egipcio
católico y alumno de los Hermanos; esas dos casas le eran
____________
(4) BEC, 1908, p. 216.
204
queridas y le gustaba mucho visitarlas. Aquí debemos detenernos un momento
para admirar la bella conducta de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en el
momento de las masacres ordenadas por el sultán Abdul-Hamid, en el curso de
las cuales 100.000 victimas fueron inmoladas, entre 1894 y 1896. En Trébizonde
ellos acogieron en su escuela 3.125 personas de todas las edades, salvándolos
así de la muerte. El Hermano Timon Joseph, nativo de Arménie, cismático
convertido, se expuso cientos de veces a la muerte para ayudar a sus
compatriotas. Él multiplicó sus acciones junto al Gobernador turco y situó frente a
la escuela guardias que prohibieran la entrada a los asesinos, y con una rara
intrepidez escudriñaba los furgones en donde los vivos estaban mezclados con los
cadáveres, y se exponían a ser sepultados horriblemente en las fosas del
cementerio. El Gobierno francés le concederá más tarde la medalla de oro (5).
Pero eso no fue todo, los Hermanos instala ron un orfelinato reservado para los
hijos de las victimas: durante 10 años se prolongará este bello gesto de caridad
cristiana.
Ahora, pasemos sobre el suelo de Grecia, sobre el cual se entorpeció el
yugo de los turcos, de más de cuatro siglos. Encontramos Lasallistas que se
instalaron en Salonique en 1888, llegaron sin más equipaje que sus pequeños
bolsos de tela negra, sin provisiones de carretera y con cinco piastras que eran
toda su fortuna. «Ustedes parecen verdaderamente apóstoles», exclamó ____________
(5) Archivos de la Casa-Madre. Documento IDnI. El Hermano Timon Joseph murió
en Kadi-Keuï el 3 de octubre d e1906. No se explica como su noticia no fue impresa.
205
el cura, albergándolos allí. Algunas semanas más tarde, el Cónsul de Francia
escribió: «De los 30 estudiantes de los primeros días, su escuela paso a 75» Esa
cifra no iba a cesar de aumentar hasta el momento en el cual, antes del fin de
siglo, la escuela libre retrocediera al vecindario de la iglesia, donde un magnifico
edificio recibiría 300 alumnos en las clases de enseñanza primaria con cursos
secundarios. La última fundación del siglo fue aquella de Angora, llamada a
convertirse más tarde en la capital de Turquía, ésta reunía 400 alumnos.
Tal fue la hermosa obra organizada por los Lasallistas en Turquía. Para
asegurar el reclutamiento de los maestros, Hermanos abnegados buscaban
buenas vocaciones. Los reunían en el noviciado fundado en 1885 en S. Maurice-
l’Exil, en Francia con el pequeño noviciado y el escolástico. Este último fue
transferido enseguida a la isla de Rhodes donde una escuela Lasallista servirá
para los experimentos de los alumnos-maestros (6).
EN EGIPTO
Después de un acuerdo establecido entre Mons. Guasco, Vicario Apostólico
de Egipto, y el Hermano Stanislas Kostka, Visitador de Turquía, cuatro Hermanos
de la Escuelas Cristianas desembarcaron en Alexandria el 1° de julio de 1847,
para abrir allí una escuela. Su cliente la estaba constituida por hijos de
____________
(6) BEC, 1907, p. 100
206
descargadores del puerto, de peones, de barqueros y de pequeños mercaderes de
la calle . Desde el primer día tuvieron un éxito real, y pronto 200 niños llenaron sus
clases (7). Observando la habilidad y la admirable abnegación de esos maestros,
los nobles de la ciudad pidieron al Hermano Director Adrien de Jesús, abrir para el
uso de los hijos de comerciantes y de la burguesía, un seminternado con un
programa superior al nivel ordinario de la enseñanza. Tal fue el origen del colegio
Santa Catherine, que prosperó a pesar de las innumerables dificultades y de la
cual los destinos fueron brillantes hasta el día de hoy.
En esa época, el Cairo, capital del Imperio de los Faraones, no poseía más
que una pequeña escuela católica de 50 niños, situada en el barrio de Mousky y
dirigida por los padres Franciscanos. Mons. Guasco, logró que los Hermanos
tomaran la dirección, en 1854. Los comienzos fueron muy meritorios, ya que los
niños no hablaban sino árabe, con algunas palabras en italiano, sin conocer una
palabra de la lengua francesa que era la de sus maestros. Estos, por el amor y la
abnegación, efectuaron milagros tan bien hechos que el número de alumnos
aumentó considerablemente, y las familias acomodadas del Cairo solicitaron para
sus hijos la apertura de un seminternado como en Alexandria, fue llamado San
Joseph. Esto resolvía, por otra parte, la cuestión económica, ya que los recursos
que se habían garantizado a los nuevos educadores eran demasiado
____________
(7) Nuestras fuentes: a) Hermano André-Léon, autor del «Recuerdo del
centenario», en un folio de 300 páginas. B) BEC, 1924, p. 25.
207
insignificantes. En palabras de un ponente oficial, lo que hacía el éxito de la
escuela remunerada, era la escuela gratuita que le fue adjunta y en donde los
niños pobres eran instruidos con cuidado, al igual que alimentados y vestidos.
Cinco años después de su instalación en la capital de Egipto, a los
Lasallistas se les concedió a gracia de titulo, por el Khédive Said-Pahca, hijo de
Méhémet-Ali (8) un terreno en el barrio de Khoronfish donde trasladaron el Colegio
San Joseph y la escuela gratuita. Sobre ese terreno de Khoronfish se
construyeron hermosos edificios, embrión de una obra notable, aún viva en
nuestros días. A pesar de las pruebas y las contradicciones, el éxito se afirmó con
gran rapidez por una afluencia de alumnos que buscaban sin distinción de raza ni
de religión la educación dada por los discípulos del Señor de La Salle. Esta
afirmación no es exagerada, porque el Khédive Ismail-Pacha, sobrino y sucesor de
Said-Pacha, habiendo escogido veinte jóvenes Mamelucks para destinarlos a los
más altos cargos del Estado, los confió a los Hermanos de Khoronfish. Su
principal profesor fue el Hermano Sédulis, hijo de un general español, educador de
bella distinción (9).
____________ (8) Said-Pacha, Vice-Rey de Egipto quien había sacudido el yugo de la Turquía.
(9) El Hermano Sedulis era el hijo del general español José Postius, quien dirigiendo había combatido los carlitas en Cataluña. Vencido pasó a Francia, sus dos hijos entraron en el Noviciado de Aviñon: el Hermano Sédulis, el cual es nuestro asunto, y el Hermano Thionis, fundador de la Escuela Lasallista de Monte Carlo y después del Internado de Valladolid en España. En cuanto a los Memelucks, posiblemente no eran descendientes de los famosos soldados a caballo exterminados por Méhémet-Ali. En todo caso, pertenecían a una aristocracia de la cual se rodeaba el vice-rey de Egipto.
208
El éxito se afirmó siempre, el bello colegio se vio en la necesidad de
dispersase y fundar, en 1888, su primera sucursal en Ismailieh, barrio aristocrático
del Cairo. Esta sucursal correspondía al Colegio Juan Bautista de La Salle, el cual
emigró por segunda vez, dos años más tarde, al barrio semi-campestre de
Choubrah, bajo el nombre de Colegio San Paul. En fin, en 1898, fundó una tercera
filial que se estableció en el barrio de la capital llamada el Daher. ¡Qué
espléndidos resultados! Al mismo tiempo y en prorrata de los recursos, se crearon
las escuelas gratuitas que se unieron a los diversos colegios Lasallistas y vivieron
su vida. Bellos resultados, a los cuales conviene adjuntar la Escuela de Derecho el
Cairo, que nació en los locales Khoronfish de las lecciones que organizaba el
Hermano Director Gervais Marie para algunos bachilleres salidos del Colegio de
Khoronfish. En veinticinco años, contaba entre sus licenciados 300 alumnos de los
Hermanos.
Tales fue el desarrollo de la obra de los Lasallistas en el Cairo; la obra de
Alexandria se desarrolló también, aproximadamente, al mismo ritmo. En 1881, el
Colegio Santa Catherine agrupaba 914 alumnos, teniendo en cuenta aquellos de
sus escuelas gratuitas. Alrededor de el, gravitaba el Colegio San Joseph, el
Colegio San Louis y el Colegio du Sacré-Coeur. Es necesario adjuntar a estos, el
Colegio San Joseph de Ramleh en la municipalidad alejandrina, así como la
escuela profesional de la Santa Familia, de la cual 250 alumnos llenaban los
talleres.
209
Los obreros de ese bello conjunto de establecimientos Lasallistas en Egipto,
se llaman: el Hermano Adrien de Jésus, primer Visitador del Distrito, reemplazado
a su muerte, sobrevenida en 1877, por el Hermano Hugonis que asumía ya el
Gobierno del Distrito de Turquía. Citemos también al Hermano Idelfonse, en
Alexandria; al Hermano Gervais Marie, ya nombrado, y al Hermano Godefroy des
Anges, futuro Asistente en el Cairo; y al Hermano Evagre en Ramleh.
Retengamos el nombre de este último establecimiento, ya que fue, por así decirlo,
la piedra angular del futuro Distrito de Palestina y de Siria. El principal problema de
ese personal de elite siempre fue establecer una excelente base en los diversos
colegios, una enseñanza con respecto a las necesidades y las aspiraciones del
país, manteniéndose listos para llevar allí los progresos debidos a la marcha del
tiempo y a la evolución del pueblo Egipto. Al programa del bachillerato nacional se
juntaba una sólida cultura francesa. En los colegios de secundaria fueron
instituidas las academias de lengua francesa destinadas a los alumnos más
avanzados, los cuales podían así, asimilar de la mejor manera la cultura
occidental. Mencionemos también las numerosas y diversas congregaciones
piadosas que eran excelentes viveros de cristianos. Fue así como el Instituto
Lasallista formó las elites, siempre aumentando sus pacificas conquistas, a pesar
de las dificultades de la tarea, las pruebas y las conmociones sociales.
Entre estas calamidades es necesario señalar el cólera de 1865, que
castigó con una intensidad sin ejemplo, sembrando en todas partes el terror y el
duelo. Las personas se veían golpeadas como por un rayo, en sus casas y hasta
210
en las calles (10). Todos aquellos que podían, abandonaban las ciudades que se
transformaban en inmensas necrópolis. Las escuelas y los colegios no tenían
estudiantes. Los Hermanos se dedicaron al cuidado de los enfermos con una
buena voluntad y una abnegación sin límites. Tan noble conducta les valió la
Medalla de Plata.
En 1882, fueron los desordenes sangrientos de la Revolución Nacionalista
dirigida contra el condominio anglo-francés. El coronel Arabi tomó la dirección del
movimiento y se impuso al Khédive como ministro de la guerra. Fue un periodo
agitado en el curso del cual una parte de los Hermanos llegó por mar a Palestina y
se refugió en Jerusalem. Sin embargo, varios veteranos no lamentaban
permanecer en sus establecimientos, donde se albergó un gran número de
refugiados. Fue así como aquellos del Cairo, con el Hermano director Gervais
Marie a la cabeza, mostraron una abnegación admirable, y dieron asilo a
doscientas personas. Mientras que los extraños europeos permanecían en la
ciudad escondidos en sus casas, los Hermanos circulaban libremente entre los
insurgentes, que respetaban su carácter religioso. Ellos pudieron así, procurar
abastecer a sus refugiados durante los cuatro meses que duraron esos
desordenes, a los cuales puso fin la llegada de las tropas británicas. Y poco a
poco, la vida volvió a la normalidad.
____________
(10) BEC, 1909, p. 243, passim.
211
Los refuerzos en Lasallistas educadores, enviados periódicamente por
Francia, estaban constituidos por una parte, de Hermanos madurados en las
escuelas y, por otra parte, de jóvenes sujetos venidos del Escolástico de Rhodes.
El reclutamiento que se hacia sobre todo en las Cévennes, el Bas-Languedoc y la
Provincia, proveía de adolescentes aprendices misioneros al pequeño noviciado y
al noviciado de San Maurice-l’Exil. Esta casa, como el Escolástico de Rhodes,
aprovisionaba con Lasallistas no solamente el Valle del Nilo, sino también
Palestina y Turquía.
Gracias a todo ese apoyo, las obras continuaron desarrollándose de una
manera notable en el país de los faraones en ese fin del siglo XIX. El cuadro que
hemos presentado de Santa Catherine de Alexandria y de San Joseph de
Khoronfish con sus numerosas filiales forradas de escuelas gratuitas, se
enriqueció con fundaciones nuevas. En 1887, fue el Colegio Santa Marie de Port-
Said, a la entrada misma del Canal del Suez. A los especialistas de la enseñanza
primaria se adjuntaban nociones de comercio y el uso de las lenguas vivas: inglés,
árabe e italiano. Poco después, se abrió la Escuela de Port-Tewfick, sobre el Mar
Rojo, casi poblado exclusivamente de europeos. Mencionemos aún la Escuela
San Louis de Mansourah, que guarda el recuerdo del Rey Caballeresco. Allá, con
el debido respeto a las conciencias, los Hermanos difundieron con sus lecciones y
con su ejemplo, las verdades del Evangelio. A ese grupo de fundaciones en el
Bajo-Egipto, es necesario agregar Zagazig, del cual la fecha de apertura fue en
1902.
212
El mismo Alto -Egipto, se benefició del celo y del saber de los Hermanos.
En 1888, abrieron la Escuela Tahta, que se convirtió en un centro importante de
reclutamiento para el clero católico. Poco después, ellos estaban en Assiout, en un
centro de proselitismo protestante extremadamente emprendedor. El Hermano
Director no estaba desmesuradamente impresionado ya que afirmaba:
«Permaneceremos aquí a pesar de la infinidad de serias dificultades, ya que esto
es un puesto de combate y de misión por excelencia». Efectivamente, el éxito de
la Escuela Lasallista no cesó de afirmarse, a tal punto que pasó como la primera
de la comarca con 181 alumnos entre los cuales se contaban, 27 católicos, 128
cristianos no católicos y 26 musulmanes. Todos aprendían el catecismo, auque
ninguno era obligado a ello, excepto aquellos del pequeño grupo fiel a la Iglesia
romana. Una decena de años más tarde, al principio del siglo XX, esa escuela de
Assiout será respaldada por dos otras fundaciones vecinas: Minieh y Mellavi. Fue
así como medio siglo bastó al modesto plantío traído a Egipto por los Lasallistas,
para producir un árbol de bella ejecución. Remitiéndose a los Hermanos de Santa
Catherine de Alexandria en 1908, Maurice Barrès, de la Academia Francesa,
declaró: «Por medio de una industria admirable, de una abnegación por encima de
cualquier prueba, de un desinterés sin igual, sus maestros crearon un conjunto
imponente de obras de instrucción y de educación. Es dentro de sus
establecimientos que ustedes reciben esa cultura intelectual que los vuelve aptos
para llenar todas las carreras que se abran a su actividad» (11).
____________ (11) BEC, 1908, p. 127.
213
EN PALESTINA Y EN SIRIA
Desde la fundación del Colegio Santa Catherine en Alexandria, los
Hermanos del Sr. de La Salle miraban voluntariamente hacia el oriente, superando
con el pensamiento el desierto que los separaba de Belén, ese gran pueblo de
Judea donde el Cristo nació en un establo y había tenido que escapar entre los
brazos de su Madre y de San José a través de las dunas de arena. El Divino Niño
vivió en esa delta del Nilo donde ellos mismos, los Lasallistas se dedicaban a los
jóvenes discípulos. En ese último cuarto del siglo XIX, sus almas estaban presas
de la preocupación y sus oraciones se hacían más apremiantes. Los superiores,
en efecto, se quejaban de tener que cerrar esa casa de Santa Catherine de
Alexandria y el Seminternado de Ramleh. La vida se había hecho muy difícil a
consecuencia de una epidemia de cólera, particularmente donde estaban
consagrados, de las dificultades financieras que agobiaban el país entero y de los
movimientos xenófobos que habían hecho ya bastantes victimas (12). También,
para pedir la protección divina, el Hermano Adrien de Jésus, pionero y primer
Director de Alexandria había escrito al Hermano Superior General para solicitarle
el permiso para enviar un grupo importante de sus Hermanos en peregrinaje hasta
los lugares donde el Señor había vivido entre los hombres. El Superior así lo
consintió, y los Hermanos conducidos por el Hermano Evagre, joven Director de
Ramleh, cumplieron con alegría ese piadoso y fatigante acto de devoción (13).
____________ (12) RIGAULT, VIII, p. 393, passim. (13) RIAGULT, VIII, p. 401.
214
Ahora bien, las oraciones de los Lasallistas fueron atendidas más allá de
toda expectativa; ya que, no solamente obtuvieron la gracia solicitada, sino
también fueron el punto de partida de la instalación del Instituto Lasallista en
Palestina. En efecto, el Hermano Evagre, Director del pequeño grupo de
peregrinos y el Hermano Rambien, Inspector del Colegio de Alexandria, había sido
encargado de estudiar las condiciones de un establecimiento Lasallista en
Jerusalén, donde, aparte de los Franciscanos, tres comunidades religiosas habían
hasta ese momento obtenido el derecho de establecerse, eran: 1°) Los Misioneros
de la Hijas de Sion, fundados por el padre Théodore Ratisbonne, judío convertido,
que ocupaba el santuario de l’Ecce Homo; 2°) Los Carmelitas, instalados en el
Monte de los Olivos; 3°) Las Hermanas de San José de la Aparición, de Rodez,
fundada por la bienaventurada de Vialar, quienes atendían un hospital (14). Los
dos Lasallistas rindieron visita a Mons. Bracco, el Patriarca, quien desde el primer
contacto, se mostró extremadamente bondadoso con respecto a los hijos del
Venerable de La Salle. Sus actos no contradijeron sus palabras, ya que aceptó
enseguida el proyecto de una escuela dirigida por los Hermanos que se
establecería en Jerusalén, sobre un terreno cedido por el patriarcado en el centro
del barrio cristiano y en el punto culminante de la ciudad; no se podía ser más
comprensivo y más generoso. De su lado, el Cónsul de Francia, al cual los dos
Hermanos hicieron parte de sus trámites, se comprometió a obtener los subsidios
del Gobierno. Los superiores de la calle Oudinot no tuvieron sino que ____________
(14) BEC, 1913, p. 319. Ver también las cartas de esta época en los Archivos del
Instituto.
215
alojarse de manera rápida y cómoda en Jerusalén donde las negociaciones
habían sido empezadas (15). El Hermano Evagre pensaba en establecer una
escuela normal y un noviciado, además, dados los progresos que los poderosos
protestantes consideraban en oriente, por medio de las escuelas, él veía la
necesidad de crear numerosos establecimientos Lasallistas en Palestina y en
Siria. Habiendo sido nombrado primero, Visitador; y más tarde, Provincial de
Levante, trabajó activamente en la realización de ese plan (16).
Los primeros jalones fueron dados en Jaffa, en 1882; y en Caiffa , en 1883.
A pesar de poderosas oposiciones, estos dos establecimientos prosperaron
rápidamente, ya que los programas prevenían una enseñanza comercial seria
acompañada del conocimiento de las lenguas, tan útiles a una clientela,
constituida por los hijos de comerciantes. Se trataba en ese país, más o menos
abandonado, de rehabilitar la dignidad del trabajo y de hacerles tomar gusto a los
niños por este.
En 1886, fue Trípoli de Siria, centro de atención del Líbano del Norte, el que
recibió los Lasallistas. Allí, las dificultades parecían casi invencibles (17). En su
Colegio de la Santa Familia, los Hermanos no tuvieron durante largos meses sino
una decena de estudiantes, ya que se tropezaban por todos lados con ____________
(15) Id. Página 324. La Escuela de los Hermanos en Jerusalén con su clientela
católica, recibe los niños de todo rito que les procura la estima de las familias. (16) Elección de noticias. Segundo volumen. p. 320. (17) BEC, 1913, p. 25.
216
hostilidades imprevisibles, sin embargo, no se desanimaron. Habiéndose
enterado de que un gran numero de jóvenes y también de hombres maduros de
Trípoli no habían hecho su Primera Comunión, por falta de una instrucción
religiosa suficiente, emprendieron la tarea de catequizarlos cuando esas pobres
personas tuvieran algún tiempo libre, sobre todo el domingo. Fue así como un
gran número pudo vivir como verdaderos cristianos. El ejemplo de abnegación
dado por los Hermanos les atrajo la estima y la admiración de aquellos que
estaban en desacuerdo, y el número de estudiantes aumentó rápidamente. En
1900, alcanzó la cifra de 300 para llegar pronto a 400 y a 500, distribuidos entre
aquellos del Colegio de la Santa Familia y los alumnos de la Escuela Gratuita San
Pablo, en la Marina de Trípoli.
La fundación de Beyrouth en 1890, conoció también numerosas
dificultades, pero nada podía detener al Hermano Evagre. Durante algún tiempo,
los cuatro Hermanos de la Comunidad no tuvieron más de cincuenta alumnos en
total. Su desenlace fue grande, y el Cónsul de Francia escribió, que debió
adelantarles una suma de sus fondos personales para no verlos morir de hambre.
Pronto, sin embargo, la situación volvió; y no se tardó en contar 220 estudiantes
en un establecimiento notoriamente insuficiente para recibirlos. A petición de las
familias francesas, y con la esperanza legítima de procurarse los recursos
necesarios para subsistir y enseñar a los alumnos pobres, un pago provechoso fue
instalado en 1894; fue el origen del Colegio Lasallista, el cual al encontrarse con
poco espacio, se trasladó a la calle de la Fleuve, convertida más tarde en la calle
217
del General Gouraud. Ese establecimiento renombrado se convirtió en uno de los
más importantes de todo el Medio Oriente, bajo el nombre de Colegio du Sacré
coeur (18).
Fue aún, a costa de numerosos sufrimientos y contrariedades
valientemente soportadas, que se realizó en 1891 la fundación de Lattaquié, la
antigua Laodicée, puesto avanzado, al pie de un macizo montañoso al borde del
mar a 120 kilómetros de Tripoli. En ese centro de propaganda protestante
angloamericana, los Hermanos terminaron por pisar con solidez; y los alumnos
católicos y ortodoxos sobre todo, acudieron en masa a su escuela. La cuestión del
reclutamiento era primordial. También, en 1892, el Hermano Evagre elevaba sobre
las más altas cumbres de la colina de David en Belén, los muros de un pequeño
noviciado. Algunos sujetos llegaron de Jerusalén, y sobre todo del Líbano; en total
treinta-y-dos. Pronto, una escuela se abrió cerca de esos adolescentes quienes se
preparaban para convertirse en educadores religiosos; esta escuela alojaba los
niños del país, aquellos de los cuales su cuna estaba emparentada de alguna
manera con la estirpe del Salvador. Eso no fue todo; ya que el Hermano Visitador
estableció también en ese lugar una pequeña escuela normal donde una veintena
de jóvenes palestinos adquirían los conocimientos necesarios y las nociones
pedagógicas indispensables para convertirse en los preciados auxiliares de los
Hermanos Lasallistas en Siria y en Palestina, o igualmente para substituirlos.
____________ (18) Archivos Casa-Madre. Ido.
218
A los evocadores nombres de Jerusalén y de Belén, el Hermano Evagre
mantenía adjunto el de Nazareth, dando una escuela a los ciudadanos del Señor
Jesús. Ésta vio el día en 1892, en una casa espaciosa que se desprendía de los
lados de la colina. Desde los comienzos, 131 niños católicos, 19 heterodoxos y
una decena de niños sin bautizar recibieron allí la enseñanza cristiana.
Para coronar tan bello conjunto, el Hermano Evagre obtuvo del Cabildo
General de 1905, bajo el patronado del santísimo Niño Jesús, que una asociación
fuera organizada en todas las escuelas de los Hermanos del mundo entero (19).
Poco después el número de los asociados se hizo considerable para el santo papa
Pío X, quien publicó las Cartas apostólicas instituyendo la piadosa asociación en
archi-confraternidad (26 de julio de 1909). Esa archi-confraternidad del Santísimo
Niño Jesús tenía su centro en la capilla de los Hermanos de Belén, a esta se
podían afiliar en el mundo entero todas las Confraternidades que tuvieran la
misma meta. La archi-confraternidad prosperó y se concibió en las escuelas y
colegios de los Hermanos de las Escuelas Cristianas del mundo entero. Como
cosa curiosa, fue en los países de lengua inglesa que esta asociación tuvo el
mayor número de miembros. Para el año de 1913 tenía ya siete Boletines en
diversas lenguas y un gran número de subscriptores. La circular que relataba el
Cabildo General 1912, daba la cifra de 250.000 asociados (20).
____________
(19) Circular del Cabildo General de 1905, p.190. (20) Circular del Cabildo General de 1913.
219
El valiente obrero del cual el Señor se había servido para esta bella obra y
para la expansión del Instituto Lasallista en Oriente, entregó su alma a Dios el 26
de enero de 1914. Su beatitud, el patriarca de Jerusalén –Mons. Camassei–
escribió algunos días después: «El Oriente perdió la más bella y la más simpática
figura y yo, uno de mis mejores amigos» (21).
____________
(21) Elección de noticias. 2° Vol., p. 342: Hermano Evagre.
220
CAPITULO IX
EN LAS COMARCAS DEL EXTREMO ORIENTE
«Malasia, Hindoustan, Birmania, Ceylan, Indochina y Hong-Kong; tal fue el
itinerario to talmente indicado por la historia, por el cual los hijos del Señor de La
Salle se dirigieron desde Asia Menor hacia la India y el Extremo-Oriente, aunque
este no siga las etapas inscritas en el mapamundi. Ellos van ha encontrar allá las
huellas de los Apóstoles y de los grandes misioneros (1) -Santo Tomas y San
Francisco Xavier- de los que Maurret escribió: “Desde San Pablo, la Iglesia no
tuvo quizás mejores conquistadores de alma” (1bis), vestigios que siguieron con
celo los misioneros jesuitas y dominicanos». Esa vocación de los dos grandes
misioneros va a trazar el mandamiento de nuestro relato. Pensemos en la
grandeza de tal empresa que comenzó con un puñado de Lasallistas, y en las
dificultades que van en malas manos a poner trabas a sus acciones. Es el espacio
para recordar las abrasadoras palabras que el Hermano Gerbaud, Superior
General, pronunció veinticinco años antes; «Renueven su celo ¡Oh, Hermanos de
nuestro Instituto! que desean pasar los mares para anunciar el Evangelio a pesar
del exilio, los peligros de los oleajes y los inconvenientes de una empresa en las
antípodas» (1ter).
____________ (1) RIGAULT, VI, p. 293.
(1bis) MOURRET, Historia de la Iglesia, vol. VI, p. 178. (1ter) Archivos Casa-Madre, y Circular del 1ero de octubre 1816.
221
Corta pero sublime arenga, que ponemos en evidencia en el umbral de este
capitulo. Sabemos, en efecto, que en Extremo-Oriente la alegría de las primeras
cosechas fue sucedida por rudas pruebas y también por fracasos infinitamente
dolorosos. En efecto, a diferencia de las fundaciones del Cercano-Oriente, que
acabamos de recorrer, los establecimientos del Extremo-Oriente aparecía n, en la
segunda mitad del siglo XIX , aislados, poco frondosos y ahogados en medio de las
poblaciones musulmanas y paganas; sin apoyo, y por así decirlo, abandonados a
su propia suerte.
Creemos soñar cuando calculamos que en línea recta y por encima de los
mares, el Internado San Joseph de Singapur y el de Penang –los dos primeros por
orden cronológico– se encontraban a 500 kilómetros uno del otro. Pero falta aún
más; el tercer establecimiento, que no nació sino hasta nueve años más tarde, se
abrió en Calcuta, en las bocas del Gange, a 3.000 kilómetros en línea recta de
Singapur y Penang, y por encima del Océano. La distancia era la misma entre
Singapur y Colombo, y casi igual de Colombo a Calcuta. Giremos hacia el este, y
constataremos que la comunidad más cercana estaba en Saïgon, a 2.000
kilómetros. Desde allá era necesario continuar aún durante 500 kilómetros para
llegar a Hong-Kong, la fundación más oriental.
Fue en ese inmenso marco, casi inhumano y aterrorizador que en la
segunda mitad del siglo XIX un puñado de Lasallistas que habían logrado formar
algunos novicios de valor, trabajaron para Dios y para las almas en las siete casas
222
que lograron conservar de las treinta y seis que habían fundadas; a pesar de todo
y de estar tan alejados de sus Superiores y de sus Hermanos de Europa o de
América, ¡mantuvieron encendida la antorcha que brillaría con un bello resplandor
en el silgo siguiente!
EN LA MALASIA INGLESA
En diciembre de 1851, en el momento mismo en el que el Instituto Lasallista
daba sus primeros pasos en Egipto, el Hermano Philippe, Superior General,
solicitado por peticiones reiteradas, envió seis Hermanos de las Escuelas
Cristianas a la punta lejana del continente asiático. Como detalle curioso, el navío
que llevaba la pequeña tropa de Lasallistas, llevaba también las Hermanas de San
Maur, educadores religiosas fundadas por el Hermano Barré, ese mismo quien
guió a San Juan Bautista de La Salle en la fundación de su Instituto. Partieron del
puerto de Marsella, elevando velas hacia la Malasia Inglesa. Tres meses más
tarde, el velero se metió en el canal sembrado de islotes que precedía a la ciudad
de Singapur, situada en la isla de ese nombre, en la extremidad de la península de
Malaca. Con un decoro de comedia, formado de colinas onduladas, de verdor y de
flores resplandecientes, los Hermanos abordaron en el punto donde se
encontraban las rutas, que unen a Europa Occidental y a África con las islas
encantadas de la Sonde, en la china, y en el continente australiano (2).
____________ (2) BEC, 1911, pp. 46-47. St. Joseph’s Institución de Singapur. Ver también :
Documentos de la Casa-Madre : Carta del 28.7.1852.
223
Los hermanos estaban maravillados, pero la realidad debía ser menos
agradable; ya que nada había sido preparado para recibirlos, ni clases ni
viviendas. Haciendo al mal tiempo buena cara, el Hermano Liéfroy, su Director,
dividió su tropa en dos comunidades; una, formada de tres Hermanos antes de
continuar hasta Penang, hacia el norte, para establecer allí el Colegio San Xavier;
y la otra restante, en el mismo lugar para fundar el Colegio San Joseph de
Singapur . Los primeros problemas fueron rápidamente olvidados, y de una y otra
parte en Penang y Singapur, los métodos Lasallistas produjeron su efecto; de
modo que las clases fueron ocupadas por estudiantes disciplinados y atentos. El
padre Théophane Vénard de las misiones extranjeras de Paris, quien seis meses
más tarde hacia escala en Singapur en la ruta de Tonkin, donde debía sin tardar,
recibir la palma de mártir y la aureola de los bienaventurados. No ocultó su
admiración con respecto a los maestros, que en tan poco tiempo, había n sabido
formar equipos valientes de cantantes y niños de coro para los oficios religiosos de
la parroquia.
El Colegio San Joseph de Singapur conoció primero un periodo de
prosperidad con su escuela gratuita, su seminternado y su embrión de noviciado.
En 1880 contaba con más de 250 alumnos, sin embargo, entre los Hermanos y el
clero misionero que los habían llamado, sus relaciones permanecían siempre más
o menos tensas, llegando a veces hasta fricciones lamentables, las
equivocaciones se encontraban ciertamente de los dos lados. Es necesario hacer
responsable a la miseria humana, los pesados problemas materiales y los
224
malentendidos sobre el reclutamiento indígena practicado con una buena y entera
fe y un celo sobrenatural por los religiosos Lasallistas. Durante numerosos años la
labor fue ingrata, oscura y desconcertante. Las pruebas se prolongaban
indefinidamente, el Hermano Irlide, Superior General, cerró el establecimiento en
1881 y los Hermanos fueron enviados a Penang. Esto dio como resultado un vivo
desagrado de parte de los padres de los alumnos: ¡se lamentaba tan
amargamente la partida de los maestros que educaban tan bien a los niños! (3).
Cuatro años más tarde, frente a las quejas que no se apaciguaban en lo
absoluto, el Obispo de Malaca escribió a la Santa-Sede para solicitar el regreso de
los Hermanos. Evidentemente, debió rendirse a las solicitudes de la Sagrada
Congregación de la Propaganda, y envió un nuevo equipo de educadores a
Singapur. Fue un regreso definitivo, recibidos por las manifestaciones de una
alegría inequívoca, los Hermanos reabrieron sus clases el 15 de diciembre de
1885 y se dedicaron valerosamente al trabajo y ampliaron el programa de
estudios, facilitando a los alumnos la preparación para las carreras
administrativas; de modo que su número aumentó considerablemente en el
transcurso de los años, hasta alcanzar en 1900 la cifra de 700 inscritos.
En cuanto al Colegio San Xavier’s de Penang, si no conoció las pruebas tan
penosas como aquellas de nuestro Colegio de Singapur, permaneció con un muy
____________
(3) BEC, 1911, pp. 41-56.
225
modesto establecimiento durante 25 años. El desarrollo le fue dado por el
Hermano Aloysius Gonzaga, un francés que vino a Singapur con sus padres,
donde fue alumno de los Hermanos. Atraído por su vida edificante y apostólica,
entró en el noviciado de Indes. Sabio profesor, excelente guía de los espíritus y de
las conciencias fue nombrado Director del Colegio San Xavier’s en 1881,
transformándolo en un establecimiento de primer orden, el cual gobernó durante
25 años. Admitió allí escolares de todas las razas y religiones, habitantes de
Malasia, chinos e indochinos, todos ext raños al catolicismo. Sin que ninguna
presión se ejerciera sobre ellos, esos niños fueron testimonio de la vida religiosa
de sus maestros, de las ceremonias del culto católico y de la conducta de sus
camaradas bautizados; y poco a poco, se despojaron de todo sentimiento hostil, y
tomaron una alta idea de nuestra religión, lo que permitió a varios de ellos hacerse
católicos.
Los estudios fueron motivados activamente por el Hermano Director
Aloysius, quien los hacia homologar por los exámenes oficiales; dio como
resultado que el número de becas obtenidas por los alumnos de San Xavier’s
aumentó considerablemente. Pronto se debió agrandar y se compraron nuevos
terrenos en donde se construyeron magníficos edificios, gracias al apoyo del
Gobierno. En efecto, las subvenciones se acrecentaban año tras año, ya que eran
proporcionales al número de alumnos, y a los resultados obtenidos en los
exámenes oficiales, lo que hizo que la población escolar, que al principio del
Directorado del Hermano Aloysius, de 300 alumnos, pasara rápidamente a
226
cuatrocientos, quinientos y seiscientos inscritos, para alcanzar a fin de siglo, mil
doscientos y más.
Los Hermanos quienes daban muestra de su celo en Penang y Singapur no
habían intentado, en el curso de esos cincuenta años, propagarse en la colonia
británica. Sus efectivos permanecían demasiado reducidos para permitirles
aceptar otras fundaciones, fue solamente en 1902, que ellos cedieron a los
requerimientos de un clero que por haberlos visto trabajando, estimaban y
admiraban sus sólidas cualidades de profesores y de religiosos. Fue así como les
ofrecieron a los Hermanos la Institución de san Francisco, en Malaca, y como
crearon todas las partes de la Institución de San Juan, en Kuala Lumpur (4).
EN HINDOUSTAN
La malasia británica con Singapur y Penang, no era en suma, más que una
etapa en el desarrollo de la obra Lasallista en Extremo-Oriente, y los hijos del
Señor de La Salle iban a fundar los establecimientos escolares en la inmensa
extensión que va de Hindoustan y de Ceylan hasta Hong-Kong en China.
Empresa que parece arriesgada para las dimensiones de los campos del
apostolado de un lado, y la debilidad numérica de las Obras Lasallistas de otro
lado. Sin duda los Hermanos Liéfroy y Vénéré, los dos primeros Visitadores del
_____________
(4) Archivos Casa-Madre. IDo4.
227
Distrito no consideraron esa conquista entre sus planes. Ellos habían sido llevados
allí por las circunstancias –digamos mejor por la providencia– y estaban
ciertamente bien alejados de considerar ese campo de acción en su conjunto. Los
Documentos de Archivos, y también Rigault, dicen bien claro, que ninguno de ellos
tenía talentos a la altura de tal empresa; también su obra era muy imperfecta.
Pero la providencia, para la que el tiempo no cuenta, había reservado esa plena
conquista para los años del siglo XX. Por el momento, estudiaremos brevemente
la crónica del apostolado de los Hermanos en Hindoustan, Birmania, Ceylan,
Indochina y Hong-Kong. ¡Vasto campo que si era!
Calcuta, en el Delta del Gange, fue la primera ciudad de la India en solicitar
a los Hermanos Lasallistas. En 1859, para salvaguardar la existencia de un bello
orfanato, Mons. el Vicario Apostólico se dirigió al Hermano Philippe, Superior
General, después de haber solicitado una recomendación al Cardinal Barnabo,
Prefecto de la Sagrada Congregación de la Propaganda. El Hermano Philippe
escribió al Hermano Vénéré, Visitador de Malasia con el fin de hacer una
investigación. Ésta, habiendo sido favorable, preparó un pequeño equipo de
Hermanos; los primeros que fueron a ejercer su celo sobre ese inmenso territorio
de Hindoustan. El Hermano Vénéré fue autorizado para ir a buscarlos él mismo y
llevarlos para iniciar la obra.
Ahora bien en ese orfanato de Calcuta se encontraban ya desde hacía una
decena de años, siete educadores de la Congregación fundada en Irlanda por el
228
servidor de Dios Ignatius Rice y llevaban el nombre de Christian Brothers
(Hermanos Cristianos). Los siete religiosos de Calcuta estaban cortados de su
tronco original y el Obispo de Calcuta se declaró su Superior inmediato. Ahora
bien el Prelado concibió la idea de hacerlos fusionar con los Lasallistas obtenidos
del Hermano Philippe; a ese grupo heterogéneo se unieron algunos jóvenes
formados por los Christian Brothers, grupo que llevaba el nombre de religiosos
formado por esas dos diferentes matrices: los Christian Brothers y los Lasallistas,
de estos, una veintena estaba encargada de la educación y de la enseñanza de
270 escolares externos; situación extraña que no respondía a ninguna formula
conocida y que el Hermano Visitador Vénéré no debió aceptar. Se vio rápidamente
la debilidad, ya que los religiosos, antiguos miembros de los Christian Brothers,
agitaban el yugo que se había puesto sobre sus hombros, buscando recobrar su
autonomía. La unidad se rompió, y al final de cuentas los Lasallistas fueron
eliminados, esto fue un agudo fracaso (5).
A esa debilidad de mandato del Hermano Vénéré se le atribuyó también la
ruina de las otras casas Lasallistas, que en esa época, fueron fundadas sobre
varios puntos de Hindoustan. ¿Es importante enumerarlas? Agra Mangalore,
Telletechery, Calicut, Cannanor, Mahé… ¿Cuál juzgamiento se debe hacer sobre
sus fracasos lasallistas en Indes? Ya hemos hecho alusión a la insuficiencia de los
dos primeros visitadores. EL Hermano Ulfin Daniel, un anciano de Indes,
____________
(5) Archivos Casa-Madre. IDo.
229
escribió, que en Paris se habían equivocado repetidas veces en la elección del
personal que enviaban a Hindoustan (6).
Un juicio de valores es aquel que llevó el Hermano Imier de Jésus, cuando,
como Visitador Provincial se dedicaba a una investigación acerca del Instituto en
Asia. Llevó un juicio severo y lamentó el cierre de todas las casas de la India,
propiamente dicho, y en particular de los centros de Calcuta, Agra y Mangalore,
donde –entre numerosos católicos– el Instituto había suscitado buenas
vocaciones. No disimuló mucho las causas de la ruina: «Falta de personal
idóneo», «ausencia de formación religiosa y pedagógica», «falta de capacidad,
prudencia y hasta de sentido común». En la corta existencia del difunto Distrito,
hubo demasiadas querellas, insurrecciones y deserciones. El honor familiar sufriría
si las abnegaciones no redimieran las faltas. El fracaso en la Península de la India,
por otra parte, estrictamente limitada, sirvió de lección: «No se reprodujeron allí
otros semejantes...» (7).
EN BIRMANIA
Situada sobre el golfo de Bengale, y bordeada por el Hindoustan, la China,
el Alto Laos y Tailandia, con una superficie por poco casi igual a la de Francia,
Birmania agrupaba una población de 20 millones de habitantes. No eran más ____________
(6) Causas el poco éxito obtenido: Ver RIG. VI, IIIª parte, cap. II, p. 403.
(7) Documento IDo, cuadrito con fecha del 26.10.1906.
230
de cuatro millones en la época cuando los Hermanos de las Escuelas Cristianas
fueron llamados, en 1860. Los ingleses venían de conquistar la mayor parte del
País, estableciendo su capital en Rangoon, sin embargo, el rey Mindon-Min
reinaba aún en Mandalay, sobre una parte del antiguo Imperio de los Birmanés.
Era la hora para el catolicismo de no dejarse aventajar por las sectas
protestantes, siempre muy activas. También, Mons. Bigaudet, amigo y protector de
los Hermanos de Penang, habiendo recibido el cargo de Vicario Apostólico de
Birmania, se apresuró a solicitar Hermanos misioneros al Hermano Philippe,
insistiendo sobre lo hecho con los indígenas; si ellos deseaban entrar al servicio
del Gobierno Inglés, debían pasar exámenes bastante difíciles, y por consiguiente,
frecuentar establecimientos escolares organizados a la manera europea.
Obtuvieron satisfacción, y dos colegios Lasallistas fueron fundados casi en al
mismo tiempo, en Moulmein y en Rangoon, con un personal retenido en la
comunidad de Calcuta.
En Moulmein, nuestros hermanos enseñaban primero en un edificio de
madera del que la forma le valió el nombre de Arca de Noé, antes de ocupar un
edificio más confortable y mejor adaptado para la enseñanza. Hicieron allí un
excelente trabajo, dando a una categoría de alumnos la enseñanza secundaria de
las high schools inglesas, y preparando al igual con gran éxito un cierto número
de alumnos para los exámenes oficiales considerados muy difíciles. Ellos
alcanzaron pronto una cifra notable de quinientos inscritos. En el medio
231
compuesto de S. Patrick’s College, estaba el nombre del Instituto Lasallista, allí los
Hermanos supieron adivinar las reacciones secretas de los alumnos y de los
padres, evitaron los gestos torpes y supieron emocionar las almas. Un periódico
local rindió este homenaje al Hermano Director Octavien, enviado a otro campo de
acción (9). «Delicadamente preocupado por los pobres huérfanos recibidos en el
Colegio de S. Patrick, había al mismo tiempo conquistado todas las clases de la
sociedad. También, católicos, protestantes, mahometanas, hindúes y budistas, lo
rodeaban porfiando la veneración más grande».
En Rangoon, los Hermanos no tuvieron en principio sino una instalación
vetusta para su Colegio S. Paul, pero frente al éxito engrandecido de sus valiosos
maestros, las autoridades de la ciudad los instalaron en una hermosa y espaciosa
casa. Sin embargo, el número de alumnos no cesaba de aumentar -en 1875,
había n 320 externos y 180 internos– el Consejo Municipal de Ragoon y el alto
Comisario inglés donaron al Instituto un bello terreno de más de media hectárea
donde se edificó un magnifico edificio concebido con tan grandes expectativas,
que hacia el fin del siglo XIX, albergó 1.200 alumnos. Estos pertenecían a las más
diversas razas: euroasiáticos o mestizos europeos, chinos, musulmanes, hindúes,
afganos, persas, etc., diferencia de razas que se tradujo a primera vista –no
olvidemos que estamos en 1870– ya que cada raza
____________
(8) BEC, 1909, p. 287. Discurso del Presidente de la distribución de precios.
(9) Se convierte en el Director del Noviciado y muere en 1909.
232
tenía sus propias costumbres que las caracterizaban. Era difícil imaginar un
cuadro más enriquecedor, alegre y adornado cuando todos los estudiantes se
reunían en el extenso patio (10).
La característica distintiva del Colegio S. Paul, era en esa época lejana y
así lo fue desde entonces, una disciplina exacta y suave a la vez; los estudios se
revelaban serios y el éxito de los exámenes públicos se manifestaba. El
Reverendo Capellán se hacía ayudar por tres o cuatro sacerdotes de la ciudad
para escuchar las confesiones. Dos retiros tenían lugar cada año: uno , para los
niños de la primera comunión y otro, que duraba ocho días para los alumnos de
mayor edad. Estos retiros se desarrollaban durante la cuaresma de los budistas,
con los cuales coincidían las vacaciones de los alumnos no cristianos.
Agreguemos que tres congregaciones reunían los estudiantes más fervientes: la
de los Santos Ángeles Guardianes, la de la Santísima Virgen y la del Sagrado
Corazón de Jesús. En 1885, los Hermanos de S. Paul acogieron los hijos de los
soldados ingleses muertos en la guerra contra el Rey del país. La armada les dio
un terreno donde se erigió un sanatorio. Para esos niños, el Hermano Director
Valens, creó en 1892, una división industrial dotada de una imprenta y de un taller
de encuadernación. Mencionemos para recordar, el establecimiento de Bassien,
donde, durante algunos años, los Hermanos formaban los catequistas para las
____________
(10) ¿Es necesario decir que los tiempos han cambiado y la manera de vestirse también?
233
misiones, todo para preparar los candidatos al sacerdocio. Desgraciadamente
esa situación no duro por mucho tiempo, debido a las dificultades de orden interior
y al estado de sujeción excesivo donde el clero tenía los Lasallistas en un punto
de vista particular.
En la Alta Birmania, les fue posible solamente en 1897, complacer al Vicario
Apostólico, quien después de un largo tiempo reclamaba a los Hermanos, para la
instalación de S. Peter’s High school en Mandalay. Tal fue el nombre de ese
establecimiento en el cual ellos dispensaban la enseñanza secundaria inglesa, y
eran considerados profesores del Estado y la escuela fue reconocida oficialmente
y patentada por la Universidad de Calcuta. Este excelente centro de estudio que
desde el principio mantuvo su gran lugar en Mandalay, debió su feliz
transformación a los talentos del arquitecto del segundo Director, el Hermano
Crescence, y a los liberales de la población. Aquello permitió además, emprender
la construcción de una bella capilla gótica anexada al colegio, y que sirvió de
punto de concentración a los cristianos. Fue así como el Instituto Lasallista enraizó
sus obras apostólicas sobre toda la longitud de la península indochina de Malacca
en el siglo XIX (11).
____________
(11) BEC, 1910, pp. 207-223. En St. Peter’s School se encuentran alumnos protestantes y los esquemáticos. En la sección indígena, el budismo se representa ampliamente.
234
EN INDOCHINA
Indochina es una gran península situada en el sudoeste de Asia, entre
laIndia y China. Entre las antiguas colonias o protectorados ya fueran franceses o
ingleses quienes los constituían, como lo acabamos de observar en Malasia y en
Birmania. Los otros países que nos interesan particularmente son la Cochinchina y
Annam; que con Tonkin, Camboya y Laos formaban lo que se ha llamado la
Indochina francesa. En nuestros días estos diversos Estados han accedido a la
independencia (12).
En enero de 1866, un pequeño equipo de seis Hermanos enviados por el
Hermano Philippe, desembarcaron en Saigon. Ellos recibieron a su cargo el
Colegio de Adran fundado por los sacerdotes de las Misiones Extranjeras de Paris
quienes le dieron ese nombre en memoria de un valiente obispo misionero del
siglo XVIII. Se les pidió a los Hermanos preparar a los jóvenes próximos a ocupar
los puestos de secretarios e interpretes de la administración civil, o diseñadores al
servicio de los trabajos públicos. El Colegio de Adran, de donde los misioneros se
retiraban esfumándose frente a los Hermanos, no era un palacio, y los nuevos
educadores debían encorvarse para entrar en las cabañas de puertas bajas donde
se alojaba la Comunidad. Era tan exiguo, tan ligeramente compartimentadas, que
en el momento de grandes oleadas de calor el termómetro marcaba allí 30 a 40
____________
(12) Hoy en día la Indochina como país político debe llamarse Vietnam.
235
grados; el suelo estaba también mal defendido contra la humedad como los muros
y los techos contra el sol. Se resignaron valientemente a esa falta de comodidad,
en vista del bien que decidieron cumplir junto a los niños desamparados de la
Cochinchina y de Annam.
Al principio, el programa de enseñanza era muy simple: Francés, Aritmética
y trascripción en caracteres latinos de la lengua del país. A fin de preparar los
jóvenes para las funciones de profesores indígenas y de empleados de catastro a
los cuales estaban destinados, se agregó pronto a esas especialidades la
Geometría, la Agrimensura y la Geografía. Un poco más tarde aún, la Historia, la
Geografía, la Literatura, la Cosmografía, el Álgebra y, las Ciencias Físicas y
Naturales. De modo que se alzó aproximadamente al nivel de enseñanza
secundaria moderna tal como era reglamentado en ese momento en Francia. Los
alumnos inteligentes y aplicados en general, obtuvieron enseguida, brillantes
éxitos en los exámenes de admisión a las diversas carreras de la administración;
también algunos de entre ellos fueron enviados a Francia para terminar allí sus
estudios subsidiados por la colonia. En 1878, el Colegio de Adran participó en la
Exposición Universal de Paris, y volvió a traer para el conjunto de los trabajos
presentados una Medalla de Oro y una Medalla de plata.
Sin embargo, los establecimientos Lasallistas comenzaban a multiplicarse:
Vinh-Long, Bac-Trang y Mytho en Cochinchina, fueron escuelas espléndidas.
Como el Colegio de Adran, sufría del mismo mal: la falta de personal, que se
236
adjuntaba a los sufrimientos engendrados por el clima, probaba
considerablemente a nuestros valientes misioneros. Sin embargo en 1880, la
persecución religiosa soplaba fuertemente en Francia. Numerosas casas que
pertenecían a las grandes ordenes monásticas fueron expoliadas y sus ocupantes
obligados al exilio. En cuanto a los Hermanos de las Escuelas Cristianas se vieron
excluidos progresivamente de las escuelas públicas y obligados a organizar la
enseñanza privada, ya que el odio de los sectarios atacó también a los
congregacionístas quienes a lo lejos, en los países del protectorado hacían en sí
un buen trabajo. Fue así que el Consejo Colonial al haber votado por la supresión
del auxilio designado a los profesores religiosos de ese país y en particular a
aquellos de Saïgon, causó que los Hermanos fueran retirados del Colegio de
Adran y de la Cochinchina en 1883, por falta de recursos (13).
La ausencia de los Lasallistas se prolongó durante ocho años en el
transcurso de los cuales los obispos y los padres de la misión no cesaron de
deplorar su partida y de buscar la manera de hacerlos regresar, lo que no se pudo
realizar sino hasta en 1890. El Hermano Ivarch Louis, quien había cerrado el
Colegio de Adran en calidad de Director, trajo de Francia un hermoso equipo de
Lasallistas, que junto con algunos veteranos de 1882, fueron recibidos con un
verdadero entusiasmo por la población de Saigon. Ocuparon el Colegio Taberd
que los sacerdotes misioneros acababan de fundar para los niños abandonados.
____________
(13) BEC, 1908, pp. 144-152. Los Colegios de Adran y de Taberd.
237
Este nuevo campo de acción se hizo muy prospero y los alumnos que
venían de diversas clases de la población eran tan numerosos que se debió
levantar un vasto conjunto de edificios de tres pisos con largas terrazas, 344
alumnos tomaron lugar allí, de los cuales 252 eran internados, 54 seminternados y
38 externos. Niños del país, chinos, franceses y mestizos, se preparaban allí para
los exámenes escolares, los certificados de estudio, los diplomas y los concursos
para la entrada a las escuelas superiores del Gobierno. Los administradores
franceses y los gobernadores generales, después de haber visitado la escuela y
haber interrogado los alumnos dentro de las clases, proclamaron con altura el
mérito de los profesores. Taberd pobló de sus antiguos alumnos los servicios
públicos y las empresas particulares; varios de ellos ocupaban puestos de
confianza y de comandancia. Un día de diciembre de 1897 el emperador Annam
era recibido solemnemente por 400 alumnos (14).
Como la enseñanza de los pobres era la obra de predilección de San Juan
Bautista de La Salle, una escuela gratuita fue abierta en el local de la Institución
Taberd. Los Hermanos de Indochina –tal era en esa época el nombre usual que la
apelación de Vietnam había reemplazado– ya había n establecido en Thuduc, a
dos leguas de Saigon, sobre el terreno mismo de la misión, un noviciado y una
escuela gratuita que servia para las prácticas de los futuros educadores
____________
(14) BEC, 1908. El emperador del Aniñan visita el Colegio Saigon en diciembre de
1897.
238
congregacionístas, todo esto en vista de fomentar un serio reclutamiento indígena.
Agregaremos que esa meta había sido perfectamente alcanzada (14). Para
terminar, señalaremos que una escuela de sordomudos había sido establecida
algún tiempo antes de la llegada de los Hermanos. También, los misioneros se
apresuraron a confiársela a los Lasallistas que la transfirieron a Tan-Dinh para
adjuntarle un establecimiento profesional. Todo tomó el nombre de Escuela San
Michel.
EN TONKIN
La obra de evangelización, tan felizmente emprendida por los discípulos del
Señor de La Salle en Indochina debía continuarse en Tonkin. Deseada desde
hacía tiempo atrás por los vicarios apostólicos de esa región, pudo realizarse en
los últimos años del siglo XIX, gracias al ardiente celo de Mons. Puginier y de
Mons. Gendreau (15). Una escuela muy modesta se abrió en 1894 en Hanoi, la
capital, con dos Lasallistas solamente ayudados por algunos maestros laicos.
Hicieron un excelente trabajo, de modo que Mons. Gendreau, frente a la influencia
extraordinaria de los niños deseosos de instruirse y convertirse en personas útiles
para la sociedad, debió abandonar la pobre barraca vecina de su iglesia donde
____________
(14) BEC, 1908. El emperador del Aniñan visita el Colegio Saigon en diciembre de
1897. (15) BEC, 1913, p. 160. La fundación de Tonkin es la obra de Mons. Puginier y de Mons. Gendreau.
239
acudían los niños, para alquilar en la calle Ferry, una casa enorme sin duda, pero
incomoda y llena de alumnos; el éxito fue inmenso. También, los misioneros, que
ya poseían una escuela dirigida por uno de ellos con la ayuda de dos civiles, se
apresuraron a ponerla entre sus manos. El refuerzo fue enviado por el Hermano
Visitador, Mons. Gendreau que tenía una visión muy grande, compró un inmenso
terreno desde donde lanzó las fundaciones del Colegio Puginier, extensa
construcción con hermosas clases, una capilla y una vivienda para los Lasallistas.
Todo fue preparado para la entrada de 1897, es decir, solamente tres años
después de la llegada a Hanoi de los dos primeros Hermanos de las Escuelas
Cristianas. Eso fue un triunfo: 400 escolares se apresuraron a las clases de los
Hermanos tan estimados y amados.
Los niños hacían progresos a primera vista, el número de los catequizados
y de los recién bautizados no cesaba de aumentar. Pero, he aquí, que hemos
llegado al umbral del siglo XX, y nos es necesario poner puntos suspensivos a
esta relación, que se continuará con diversas peripecias en el curso de las páginas
consagradas a la tercera parte de esta obra. Por desgracia, la hora de las guerras
y de las terribles pruebas contra la religión de Nuestro Señor vendrán, pero la
buena semilla pisoteada no será ciertamente perdida por completo (15).
____________
(15) BEC, 1913, p. 160. La fundación de Tonkin es la obra de Mons. Puginier y de
Mons. Gendreau.
240
EN CEYLAN
Así como lo hemos visto en el párrafo 16, los Lasallistas no pudieron
conservar sus establecimientos en el corazón del Imperio de Indias, esa inmensa
península que es bañada por el Mar de Oman en el oeste, y el golfo de Begale en
el este. Lograron, por el contrario, mantenerse sobre sus confines orientales, en
Birmania y en la península de Malacca. ¿Ellos van así a resignarse a no poseer
ningún establecimiento en ese inmenso Imperio? Desde luego que no. La Divina
Providencia permitió que tres Hermanos dejaran Hindoustan y viajaran hacia
Francia, haciendo escala en Ceylan; y que Monseñor Sillani, Vicario Apostólico,
presuponiendo la autorización del Superior General Lasallista, lo retuvo en
Colombo.
Él les suplicó poner en marcha el Colegio S. Benedit que los religiosos
Silvestrins acababan de construir. Los Hermanos aceptaron, pero no fue sino un
ensayo infructuoso. También, el mismo Sylvestrin se decidió a escribir al Hermano
visitador Pastoris y al superior general Philippe en persona, para obtener personal
y asegurar la marcha del nuevo colegio. El obtuvo ganancia de causa. Fue así
como con el Hermano Director Modesto, se abrió en 1868, un bello periodo para el
nuevo Colegio Lasallista de Colombo. Esta semilla, patentada en la isla indica de
Ceylan, comenzó de este modo a germinar en el momento cuando el árbol del
Instituto desaparecía del continente Índico. Fue también, a largo plazo, el anuncio
de una resurrección que se produciría en la segunda mitad del siglo XIX (16).
241
En 1874, el Hermano Hermenegilde fue escogido por el Hermano Philippe
como el promotor de las obras Lasallistas en el inmenso Distrito que comprendía
entonces, bajo la influencia de la península de Hindoustan, los países situados
sobre los confines donde prosperaban las obras Lasallistas: Malasia, Birmania,
Indo-China y Ceylan; a los cuales se unió en 1875, el establecimiento de Hong-
Kong, en territorio chino. El nuevo Visitador no tardó en seña lar a los superiores
mayores, que la isla de Ceylan era un notable puesto de observación por el hecho
de que se encontraba en las proximidades del Extremo Oriente. Además, estaba
seguro de que esa isla sería un centro de resplandor completamente interesante.
En efecto, cultivada por los hermanos Sylvestrins y por los sacerdotes Oblats de
Maria Inmaculada, capaz de alimentar las vocaciones, sin las cuales no era
posible pensar en un futuro favorable para los educadores religiosos. El futuro le
dio amplia razón.
Los comienzos del colegio S. Benedict de Colombo, eran prometedores, de
modo que no tardó en convertirse en pocos años, en el mejor establecimiento
escolar de toda la isla de Ceylan. Una segunda escuela se abrió en Negombo
____________
(16) El H. Modeste dio a los estudios un impulso que no fue nunca disminuido.
Boletín de H.E.C., p. 183. en 1870. El cuidado de esta, le fue confiado a dos Lasallistas, hijos de Asia, el
Hermano Peter of Jesus y el Hermano Thimothy of Mary, de los que ya hemos
242
hablado a propósito del noviciado de Mangalore. Este último, tuvo a partir de ese
momente a Ceylan como patria de adopción. El Director de S. Mary de Negombo,
dio a esa escuela un desarrollo muy notorio, tanto que se convirtió en la rival de
los mejores colegios. Ejerció sobre sus alumnos tal influencia que muchos se
hicieron sacerdotes y se unieron a nuestro Instituto. En 1879, las rivalidades
mezquinas y las pequeñeces humanas provocaron la ruina de este
establecimiento.
En cuanto al colegio S. Benedict, gobernado por una serie de Lasallistas
valiosos (16bis) ganó cada vez más en relieve y en prestigio. Bajo el gobierno del
Hermano canadiense Christian Elwarn, el número de alumnos pasó de 500 a
1.000. Los mayores se presentaron primero, al examen de «Cambridge Senior
Certificate», que certificaba los estudios secundarios. Después numerosos
candidatos enfrentaron el jurado de «Oxford y Cambridge» al igual que el «London
Matriculation». El Director de la Educación Pública de Ceylan declaró que la
enseñanza dada en S. Benedict era sólida, práctica y bien adaptada a las
necesidades del país. Desde esa época, se encontraba en todas las partes de la
administración y en los puestos importantes, una larga proporción de exalumnos
de los Hermanos. «Nosotros, los exalumnos, decía últimamente uno de sus
____________
(16bis) Rig. VIII, pp. 527-529.
243
Presidentes, nunca olvidaremos que los Hermanos de las Escuelas Cristianas no
solamente nos enseñaron las materias del programa, sino que nos educaron con
el fin de hacer de nosotros “gentil hombres y buenos ciudadanos”.»
Desde el principio, S. Benedict también cultivó con esmero la piedad entre
la juventud que le fue confiada. Las Congregaciones del Sagrado Corazón y de la
Santísima Virgen tuvieron numerosos y fieles miembros. ¡Qué asombroso! las
vocaciones eclesiásticas y religiosas fueron numerosas desde los primeros años, y
entre ellos se cuenta hasta ese día , miembros de la jerarquía. Los Lasallistas
tuvieron su buena parte en esa cosecha, y el noviciado transferido de Colombo a
Modera House de Mutval, uno de los bellos barrios de Colombo, en el año 1884,
formó numerosos y excelentes sujetos que hicieron una buena figura en medio de
los Hermanos índigos, franceses y alemanes, misioneros en Ceylan. Otros fueron
enviados a ejercer su celo en las Comunidades del Extremo Oriente (17).
EN HONG-KONG
Ese islote de la bahía de Canton, que con su capital del mismo nombre, era
fuerte de cerca de dos millones de habitantes en ese entonces, fue cedida por
China a Inglaterra en 1841. Mons. Raimondi, del Instituto de las Misiones
____________
(17) Varios Lasallistas dejaron el recuerdo de religiosos ejemplares. Ver Rigault,
VIII, cap. II: Asia lejana, p. 493, passim.
244
Extranjeras de Milán, era allí Vicario Apostólico en 1875, cuando solicitó a los
superiores Lasallistas de Paris, Hermanos para tomar el cargo de una escuela
comercial que él había fundado diez años antes, así como un orfanato de
muchachos. Obtuvo del Hermano Irlide, Superior General, ocho Hermanos
franceses e ingleses, quienes después de un viaje de 42 días, llegaron a Hong-
Kong el 7 de noviembre de 1875. Bajo la dirección del hermano Hidulphe, los
Lasallistas comenzaron su obra de apostolado poniendo bajo la protección de San
José la casa que los esperaba. Allí encontraron 75 alumnos de los cuales el
número fue doblado en algunos días a consecuencia de la llegada a la colonia
inglesa, de una centena de familias portuguesas de Macao, de las cuales sus
viviendas habían sido destruidas por un terrible tifón.
Diez años después de su llegada, los Hermanos contaban 382 alumnos,
entre los cuales había una centena de chinos. Cada año los exámenes para los
diplomas de Estado eran notables; ahora bien, los subsidios oficiales estaban en
relación con el número de alumnos y los resultados obtenidos en los exámenes.
Aquello permitió al Colegio San Joseph tomar un desarrollo considerable. Frente a
tal éxito, el Vicario Apostólico, adquirió un bello terreno maravillosamente ubicado;
en el que construyó edificios modernos a donde traslado el colegio.
Durante algunos años, los Hermanos tomaron también a cargo un orfanato
que mantenía los subsidios de la Santa Infancia y las subversiones del Gobierno
245
inglés de Hong-Kong. A falta de personal suficiente, fueron reemplazaos por los
misioneros en 1893 (18).
Campos de acción más cercanos del Centro del Instituto
Venimos de verlo: sobre un signo del Vicario de Jesucristo sobre la tierra,
los educadores que apelaban al humilde y genial Canónigo de Reims, se
embarcaron equipados con una maleta delgada, hacia las más lejanas costas del
globo; únicamente, porque los niños reclamaban el pan de la instrucción humana y
de la educación cristiana. ¡Qué epopeya! ¡Sus equipos modestos, pero valerosos,
operaron maravillas en todas partes! ¡A pesar de la pobreza y la miseria, y a pesar
de los rigores de un clima tropical y las fiebres perniciosas! También ¡Qué bien no
realizaron en el curso del medio siglo del que acabamos de contar la historia!
Pero ellos saben también que otros países muy cercanos de Francia deseaban los
educadores religiosos para los niños.
Se les reclamaba en la joven colonia francesa de Argelia. Y si Italia y
Bélgica tenían educadores Lasallistas; los alemanes, los austriacos, los húngaros,
los ingleses y los españoles serían felices de verlos llegar a sus hogares para la
instrucción de sus hijos. El momento de satisfacerlos había llegado.
____________
(18) BEC, 1909, pp. 143-157. Ver también Riagult, VIII, p. 533.
246
CAPITULO X
EN LA CUENCA MEDITERRÁNEA
EN ARGELIA
Vasta como Francia y bordeada por el Mediterráneo Occidental,
comprendida entre la Regencia de Tunis por un lado y por el Imperio del Maroc
por otro lado, colindando al sur con el inmenso desierto del Sahara; Argelia había
visto veinte años después de la conquista, surgir 85 pueblos donde se habían
establecido los colonos de la metrópoli. El Príncipe-Presidente quien dentro de
poco iba a convertirse en el emperador Napoleón III, había solicitado a los
Hermanos de las Escuelas Cristianas fundar y dirigir escuelas en las principales
aglomeraciones; Mons. Pavy, Obispo de Argelia, había interpuesto su influencia
episcopal para suplicar al Hermano Philippe acceder a ese deseo.
Bajo la orden del Hermano Superior General, el Hermano Judore atravesó
por primera vez el Mediterráneo para estudiar allí mismo los proyectos de las
funciones. Poco después, en diciembre de 1853, desembarcó de nuevo en Argelia
con el titulo de Director-Visitador, trayendo consigo cuatro Hermanos para un
primer establecimiento en la ciudad de Argelia. Desde el comienzo, 400 alumnos
se presentaron en las clases situadas en la orilla de la ciudad árabe, en el seno de
un laberinto de callejones con sus casas y sus sórdidos rincones, todo a lo largo
247
de escaleras interminables. Algún tiempo más tarde el número de Hermanos fue
elevado a quince, ya que se les confiaron los niños de la ciudad Bugeaud y
aquellos del barrio de Bap-Azoun.
Ellos instruían entonces, 840 escolares y dirigían una maestría de
pequeños cleros. De otra parte, las fundaciones se multiplicaron con gran
velocidad, y fue así como en Oran, donde vivían muchos españoles; que
aseguraron después de enero de 1854, la dirección de las escuelas primarias. En
Blida, en la extremidad de la planicie de la Mitidja, con sus fértiles vergeles y sus
viñas opulentes; abrieron clases que fueron pronto sobrecargadas. En el otoño de
1855, estaban en El-Biar, barrio periférico de Argelia; donde se abrió también un
noviciado. En Constantina, tomaron a cargo la escuela municipal; en Sidi-Bell-
Abbés (1), ciudad nacida de un campo militar, la Escuela Lasallista fue albergada
con reconocimiento: «El bien que sus Hermanos ya han hecho es increíble»,
escribió pronto al Hermano Philippe, el Coronel del 74° regimiento. En Tlemcem
finalmente, esta ciudad orgullosa de sus joyas arquitectónicas, supervivencia de
una difunta grandeza, el número de los Hermanos debió ser aumentado
inmediatamente de tres a siete; puesto que la población escolar acudía
numerosamente a su casa. El clero y la administración comunal, académica y
familiar de los alumnos, rindieron homenaje al celo y a la inteligente organización
que hicieron de las clases un sistema espléndido y atrayente.
____________
(1) BEC, 1012, p. 3 : Sidi-Bel-Abbès.
248
En 1858, el Hermano Aimarus, que venía de Turnisie, fue nombrado
Visitador del Distrito de Argelia, en reemplazo del Hermano Judore, que obró tan
magníficamente, y a quien el Cabildo General reunido en ese año, eligió Asistente.
Su primer cuidado fue fundar en Argelia, en el barrio de Isly, un internado que
tomó el nombre de San Joseph. En el año siguiente envió a los Hermanos a
Mostaganem y a Miliana.
Mons. Lavigerie quien acaba de ser transferido a la silla arquiepiscopal de
Argelia, reprochó a la administración militar, mantener sistemáticamente a
distancia de la civilización las tribus árabes. En cuanto a él, inauguró una obra
maravillosa de apostolado cristiano y católico. Una circunstancia excepcional le
permitió ejercer su irresistible celo , en 1867; a consecuencia de una epidemia de
cólera que tomó 60.000 victimas, de una doble invasión de langostas que
carcomieron hasta la corteza los árboles, de lluvias torrenciales que sucedieron
una sequía pertinaz y sumergieron las frágiles habitaciones miserables de los
árabes y las nuevas culturas. A todas esas calamidades se adjuntaron los
terremotos de gran amplitud; en fin, una terrible hambre desoló Argelia (2), por
ejemplo, se veían a los árabes disputar a los chacales restos domésticos de las
granjas; y numerosos eran aquellos que sentados en el borde de la carretera, con
la cabeza cubierta de su albornoz, esperaban la muerte sin proferir una queja ; las
____________
(2) Rigault, vol. VI, Pág. 161. Ver También Mons. BAUNARD, Vida del cardinal
Lavigerie, p. 220, passim.
249
inmediaciones de los pueblos y las ciudades estaban cubiertas de cadáveres.
Además, las bandadas de niños abandonados o empujados por el hambre
presentaban un poco en todas partes, un espectáculo desolador.
Mons. Lavigerie decidió tomar a su cargo, aquellos de la región de Argelia.
Albergó esos pobres niños en las zonas de barracas, construidas sobre un terreno
de 150 hectáreas que había comprado en Ben-Aknous, y solicitó al Hermano
Philippe, enviarle Hermanos para ocuparse de los muchachos. El Superior
General envió doce Lasallistas que se asociaron a la labor caritativa emprendida
por el celoso pastor. Desembarcados en Argelia el 11 de abril de 1868, se
ocuparon enseguida de 510 niños de 4 a 19 años, de los cuales 370 estaban
enfermos de tifus y de polilla; la viruela y la oftalmia ejercían sus estragos sobre
esos pobres cuerpos ya minados por el hambre. Ellos se apresuraron a ayudarlos
sin tener en cuenta el límite extremo de sus fuerzas. El Hermano Jordy, un antiguo
soldado de Crimée, a quien se le había dado por ayuda doce suabos, estaba
especialmente encargado de los enfermos, estos suabos se consagraron a ellos
de una manera admirable. (3).
El Hermano Director Laurentius se ocupó de los inválidos, los repartió sobre
cuatro sectores: el jardín, la viña, las aves de corral y las viviendas; cada sección
era dirigida por dos Hermanos, y habían también clases para todos. Renunciamos
____________
(3) Archivos Casa-Madre. Cartas del H. Judote, primero del apellido.
250
a describir la maravilla de los pequeños árabes cuando estaban en presencia de
los Hermanos. A parte del trabajo manual, beneficioso y formador, recibían una
instrucción, la cual bien que mal, era sin embargo, de las más apreciadas por esos
pobres niños.
En las horas de calor intenso, o después de cenar, los dormitorios se
transformaban en salones de clases. Una estera para cada uno y un tablero negro
para todos, sin pupitres ni libros. Un obstáculo de otro modo que entorpecía en
esa penuria material, era la dificultad que maestros y alumnos tenían al principio
para entenderse entre si; situación embarazosa, sin embargo. Los alumnos que
conocían algunos fragmentos de francés, sirvieron al principio de intérpretes;
después, se comprend ían lo suficiente, y desde entonces las cosas se
desarrollaron solas, sin necesidad de intermediarios. Los Hermanos enseñaban
todos los días el catecismo, y debido a esa curiosidad respetuosa que el árabe
aporta a los asuntos de la religión, los huérfanos escuchaban atentos y cautivados
los recitales del Evangelio. Mons. Lavigerie escribió en una carta: «La
transformación de los niños se lleva a cabo gradualmente. Un gran número suplicó
a los Hermanos de ser enviados a rezar al buen Dios a la capilla». Los pobres
niños se sentían felices en esa gran familia en la que se había convertido el
orfanato (4).
____________
(4) BEC, 1908. Los Hermanos en Ben-Aknoun, p. 162.
251
¡Desgraciadamente! ¡Esta bella obra cesó con la guerra de 1870! Después
los funestos acontecimientos de la capitulación de Sedan y los horrores de la
comuna, un viento de tempestad sopló sobre las Comunidades Lasallistas de la
colonia, esa fue la ruina del orfanato. Un pequeño número de niños fue transferido
por Mons. Lavigerie a la Casa-cuadrada cerca de Argelia, y es cuando fueron
fundados los Padres Blancos, que sucedieron a los Hermanos en esa empresa
caritativa. La fuerza pública bajo las órdenes del Alcalde de Argelia, salvaje
anticlerical, expulsó a los Hermanos de sus tres escuelas comunales. Cinco días
después, los Lasallistas reunieron sus alumnos en el patio del arzobispado,
organizaron las clases en una gran sala perteneciente a los padres jesuitas y en
las recamaras contiguas; todo esto esperando que fuera lo mejor (5).
Las medidas vejatorias alcanzaron nuestras otras escuelas argelinas. En
Tlemcem, por ejemplo, los Hermanos expulsados de su establecimiento,
continuaron las clases en una caballeriza hasta el momento cuando los padres de
los alumnos y los amigos de la religión, reunieron los fondos necesarios para
encontrar una casa conveniente. En Constantina, la escuela cristiana había debido
buscar un asilo provincial en las buhardillas de la catedral. En Sidi-Bel-Abbés una
suscripción se abrió para encontrar un local apropiado para la Escuela Lasallista
que había sido expulsada de su cosecha.
____________
(5) RIGAULT, VIII, p. 602.
252
En 1881, encontramos la Comunidad de los Lasallistas de Argelia en el
Externado San Joseph, que se traslado a la calle Bône. Cada noche, los
Hermanos encargados de los pequeños cleros de las parroquias de la catedral, de
San Agustín de Notre-Dame-des-Victories y de la Kasbah, se reunían allí para sus
ejercicios de comunidad, ellos fueron subvencionados por los curas de esas
parroquias. Fue un conjunto de obras bien unidas que mantuvo la vida cristiana de
toda una juventud en medio de tanta indiferencia, de enemistades y de miserias
morales. En El-Biar se erigieron construcciones de bello aspecto, ya que el
Hermano visitador Hermélien fundó un internado que reunió numerosos alumnos.
La reputación de esa casa de educación fue bien establecida y trajo numerosos
discípulos.
A las afueras de la capital, Blida, laicizada, se constituyó en escuela libre.
En Oran los Lasallistas compraron una casa donde se instaló primero, la escuela
San Louis y después, un internado bien organizado y poblado de numerosos
alumnos. En Constantina seis clases alojaron 200 escolares y al programa se
agregó el Ajuste y la Escultura. Sobre la costa, la escuela Stora, privada de
recursos, no vibró sino de 1871 a 1882. Philippeville, por el contrario, reunió 400
niños.
Bône, finalmente se abrió en 1898, y juntó a sus clases de enseñanza un
taller y cursos de Ajuste. Fue así como los Comités Católicos y los padres de
familia cristianos, hicieron uso de las libertades legales para abrir y desarrollar,
253
pero no sin dificultades, escuelas libres, declarando a favor de la Cruz frente al
Croissant (emblema de los musulmanes y de los turcos) (6).
EN TÚNEZ
En Túnez, frente oriental del Maghreb y prolongamiento étnico y geográfico
de Argelia, los Hermanos de las Escuelas Cristianas llegaron en 1855, viniendo
directamente de Francia. Ellos habían sido solicitados al Hermano Philippe por
Mons. Sutter, capuchino, Vicario Apostólico. El Hermano Judore, Visitador de
Argelia, dirigió su establecimiento en una casa árabe rodeada de un pequeño patio
español, situada en la calle de la Kasbah, era estrecha y escabrosa. Esta casa
había servido por mucho tiempo de convento a los Capuchinos, y en su pequeña
capilla, llamada de la Santa-Cruz, uno de los primeros discípulos de San Vicente
de Paúl, el padre Le Vacher, había ejercido su ministerio (7).
El Hermano Director Guillaume y sus cuatro Hermanos, alojaron allí 160
alumnos entre los cuales habían 76 malteses, 22 sardaneses, 21 sicilianos, 5
napolitanos, 3 toscanos, 14 franceses, 3 españoles, 3 bávaros, 1 austriaco, 3
griegos y 9 tunecinos de los cuales 2 eran judíos. En los comienzos la escuela fue
italiana en cuanto a la lengua, pero las personas de condición acomodada
____________
(6) Archivos Casa-Madre. Documento IDe (N.os 8 y siguientes).
(7) Archivos de la Casa-Madre. Documento IDf.
254
habrían amado ver sus hijos capaces de expresase en francés, puesto que
insistieron en la creación de cursos especiales y provechosos. Obtuvieron
ganancias de causa, y dos clases funcionaron en la lengua materna de los
maestros, mientras que el italiano, sin ser descuidado, pasó a un segundo plano;
y la chancillería episcopal recaudó los derechos de los gastos de escolaridad. La
clientela europea se declaró satisfecha de esa organización y de la obra cumplida
por los Lasallistas.
Tres años más tarde, la Comunidad de Túnez estaba compuesta por 7
religiosos encargados de 3 clases para la lengua italiana, y de otras 3 clases para
la lengua francesa. Pronto, frente a la afluencia de los alumnos, se vieron
obligados a abrir una segunda escuela en la calle de la Iglesia. La población se
placía en reconocer los progresos y la sabia conducta de los discípulos de los
Hermanos. En 1862, el Hermano Director Guillaume fue reemplazado por el
Hermano Aimarus como Director, en Túnez; esperando que cinco años más tarde,
este último tomara las riendas del Distrito de Argelia-Túnez. El prestigio del
Hermano Aimarus era grande, y el Bey (alto funcionario de Túnez en el imperio
otomano) le solicitó dirigir y controlar los estudios de los niños de su palacio. En
1871, abrió la tercera escuela Lasallista de la Regencia en el puerto de Goulette,
escuela subvencionada por el Ministerio de Asuntos Extranjeros de Francia.
Después de la firma del tratado de Bardo, en 1881, que estableció el
Protectorado Francés sobre la Regencia de Túnez, una nueva escuela Lasallista
255
se fundó en el barrio de Babzira, en Túnez. Gracias a la influencia del cardinal
Lavigerie, Primado de África, esas escuelas de Túnez y de la Goulette se volvieron
públicas y los Hermanos cobraban cada año su sueldo en calidad de profesores
del Estado. En esa época, las tres escuelas Lasallistas de la capital enseñaban el
catecismo a unos mil niños: 180 franceses y 450 italianos. A esta cifra es
necesario agregar los 350 alumnos de Goulette. Dentro de esa bella clientela
escolar funcionaban regularmente las obras cristianas: la conferencia de San
Vicente de Paúl, la Obra de los Retiros Pascuales y la Asociación de Exalumnos
siempre muy activa (8).
____________
(8) BEC, 1908, pp. 22-31, pp. 332-345.
256
CAPITULO XI
EN EUROPA
EN ALEMANIA
La formación del Distrito Alemán
Las brutales tentativas del rey Frédéric-Guillaume III, quien pretendía
«prusianizar» los católicos de Alemania, y «embrollar –según la expresión de
Georges Goyau– en una misma mezcla las diversas confesiones protestantes y el
catolicismo» (1), saldadas por un fracaso. «Lo que había más vivo en el
catolicismo, decía aún este historiador, era allí opuesto». «Dios, escribía otro
polémico –Adam Muller, uno de los obispos que llevaron la resistencia- no es más
que una cómoda herramienta para los policías» (2). Con Frédéric-Guillaume IV,
fue posible entenderse, y el acta constitucional de 1848 proclamó la autonomía de
las iglesias. A partir de entonces, tenían la libertad de organizar ellas mismas su
tarea, y los alemanes fieles a Roma pudieron cumplir libremente sus labores
religiosas educando a sus hijos como ellos lo deseaban (3).
____________ (1) G. GOYAU, Alemania religiosa, passim.
(2) Citada por Daniel-Rops (La Iglesia y las Revoluciones), p. 409. (3) MOURRET, Historia de la Iglesia, vol. VIII, p. 414.
257
Sin embargo se presentó una dificultad, era necesario darles buenos
educadores; fue cuando la Providencia orientó al Hermano Philippe, Superior
General de los hijos del Señor de La Salle, hacia las poblaciones católicas
alemanas de la Rhénanie y de la Baviera (4). Por otra parte, ellos no eran
completamente desconocidos en esas regiones. En 1827, el poeta Brentano y un
industrial de Coblence habían investigado a través de Francia: la Providencia los
había conducido a la Casa-Madre del barrio periférico de San Martin, que llevaba
allí en ese momento , hacía una decena de años. A consecuencia de ese viaje de
reconocimiento, una obra se engendró en Coblence, que contaba la vida del Señor
de La Salle (5). Fue en 1831, hacia el mismo tiempo en que una gaceta de
Augsburg publicó varios artículos sobre el Instituto Lasallista: trabajo de
aproximación que desembocó en una intervención del cura Kremenz, de San
Castor, parroquia de Coblentz y que se convirtió más tarde en Arzobispo de
Colonia y Cardinal (6).
Un intercambio de cartas tuvo lugar entre el Sr. Kremenz y el Hermano
Philippe, correspondencia que desembocó en el envió de dos adolescentes
animados de buenas intenciones y bien dotados de las capacidades
____________
(4) RIGAULT, Historia del Instituto, vol. VI, pp. 180-205. (5) Bretano, poeta fulguroso convertido después de su regreso a la Fe, el secretario de la vidente Catherine Emmerich. Con un rico industrial, llevará en Francia una encuesta, en el curso de la cual descubrió el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Desde entonces se dedicó a hacerlos conocer en Alemania y hacer germinar buenas vocaciones. (6) RIGAULT, vol. VIII, p. 138, passim.
258
intelectuales de su raza. El Hermano Superior General escribió al respecto: «El
Hermano Modeste quien hablaba alemán y quien e ra Director de la Comunidad, se
aplicó a formarlos igual de bien que a los novicios de la Casa-Madre» (7). Algún
tiempo después, la Escuela Lasallista de Coblence era creada en la parroquia de
San Castor con seis Hermanos Lasallistas como personal, de los cuales dos
novicios alemanes han sido ya mencionados. Los otros, eran el Hermano
Modeste, Director, dos auxiliares y el Hermano Servant. El bilingüísimo, familiar a
los habitantes de los países fronterizos, iba permitir al Hermano Modeste y a sus
dos colegas cumplir exactamente con su misión; notablemente ayudados por los
dos novicios alemanes. Los alumnos pertenecían en su gran mayoría a las
familias acomodadas, eran los hijos de notarios, de abogados y de oficiales. En
esas condiciones la gratuidad era difícilmente garantizada, sin embargo ésta
permaneció vigente para algunos, los otros pagaban retribuciones voluntarias.
Para tal clientela fue necesario reducir considerablemente el tiempo reservado
para la escritura, con el fin de enseñar las ramas reclamadas por los padres, que
estaban prendados de una fuerte cultura; la Institución San Castor se desarrolló
normalmente, según los principios estimados por el fundador de las Escuelas
Cristianas. El éxito de la escuela fue muy vivo, ya que el nivel de estudios, lejos de
bajar; alcanzó el de las escuelas urbanas del grado superior. El Hermano Modeste
estaba admirablemente secundado por uno de sus novicios de Namur, el Hermano
Maximianus, quien a pesar de su juventud se reveló como un
____________
(7) ZÄRINGER, Die schibruder des reiliges J-B de La Salle, p. 52.
259
maestro fuera de serie. Desgraciadamente su vida fue corta aquí, sin embargo,
excelentes aprendices estaban puestos a continuación, ya que desde el mes de
diciembre de ese año de 1850, el Hermano Modeste pudo abrir un noviciado
regional en su casa.
La mayoría de los Lasallistas que formó venían de las miles de Instituciones
cristianas, y estos iban a proveer de excelentes continuadores al señor de La
Salle. Efectivamente varias escuelas normales y un cierto número de cátedras de
los profesores del Estado, enviaron al noviciado toda una pléyade de jóvenes
intelectuales preparados para los trabajos de la enseñanza, todo dispuesto para
cultivar los espíritus sobrenaturalizándose ella misma. Un normalista de Osterwick,
en Westphalie, se sentía atraído por la lectura de las Doce virtudes de un buen
maestro, que el cura Gisbert Utjes había traducido al alemán en el año de 1864; él
entró al noviciado y se convirtió en el Hermano Aloysius. Otro hombre, profesor en
Wurtemberg, iba a reunirse con él en Coblence; quien después, sería maestro de
escuela en Witten, ciudad casi por completo protestante, en la Diócesis de
Munster. Convertido en maestro de los novicios, redactó en su lengua materna, un
comentario de las reglas tan apreciadas. Tres otros instructores, teniendo una
carta del Hermano Modeste, fueron a encontrarse con él, al noviciado. Hemos
dicho suficiente sobre este tema para mostrar la calidad de sus vocaciones
alemanas (8).
____________
(8) Archivos Casa-Madre. IDq2.
260
Pero volvamos a Coblence donde se perseguían las producciones.
Después de la Escuela San Castor, se abrió una escuela dominical con cursos de
Diseño, Historia, Cálculo, etc. Fue más aún, en 1856 una escuela gratuita con
cuatro clases para los niños pobres, fue creada; y se adjuntó pronto un taller que
confeccionaba los vestidos para los niños. En invierno se les daba también
Zuecos, fue por esto que la escuela era llamada «El Gimnasio de los Zuecos».
Pero si los Hermanos cuidaban los cuerpos de estos niños, se ocupaban de las
almas con mucho más celo. Esto no fue todo, los cursos profesionales
completaban la enseñanza elemental, los programas eran revisados
periódicamente y los exámenes controlaban la marcha de los estudios. El éxito se
afirmó tan bien que el Liceo del Estado y muchos establecimientos más de
instrucción pública, se desocuparon de sus alumnos en beneficio de las Escuelas
Lasallistas.
A esos dos grupos escolares tan notables debemos agregar las dos
escuelas de Crefeld y Burscheid, así como el orfelinato y el internado de
Kemperhof; el flujo de buenas vocaciones permitió una bella marcha hacia
delante. En Kemperhof, no lejos de Coblence, se erigió primero un importante
edificio destinado a los huérfanos, que se convirtió rápidamente en un
establecimiento de primer orden. No se pudo mantener allá, y cerca se construyó
un internado, el cual, desde el principio, conoció un gran éxito. Para llevar a bien
esa importante tarea educadora, se debió recurrir al personal del Distrito de
Bélgica. Se enseñaba allí las lenguas vivas, especialmente el Francés, las
261
Ciencias, la Historia, el Diseño, la Música y la Gimnasia. Agreguemos que una alta
protección velaba sobre esa casa de Kemperhof, la de la Princesa Augusta, Reina
de Prusia y futura Emperatriz de Alemania, que manifestaba a los Hermanos una
viva simpatía que no se desmintió jamás (9).
Ahora bien, en los países de Rhénanie se observaba atentamente las
gestiones de los Lasallistas, y se notaba exactamente el resultado de sus trabajos.
Dos Inspectores Provinciales del Estado, un católico y el otro protestante,
Visitaban periódicamente las clases de las casas de Coblence y de Kemperhof,
para las cuales no median sus elogios. Más tarde, Falk, el famoso Ministro del
Rey de Prusia, vino también a Kemperhof y asistió a las lecciones en varias clases
y declaró a los Hermano: «raramente he encontrado un establecimiento tan bien
sostenido». Lo que, de otro modo, no impidió a este luterano sectario cerrar el
establecimiento en la época de la persecución.
Pero he aquí, que el tiempo de la prueba llegó para los Lasallistas de
Alemania. Las victorias ganadas por Prusia en 1866 y en 1870, contra las dos
grandes naciones católicas, Austria y Francia, despertó en Alemania la
intransigencia protestante debido al Kulturkampf, o combate por la civilización,
encarnado sobre todo en Bismarck, Canciller del Nuevo Imperio de Alemania. Las
leyes del mes de mayo de 1875 desterraron del Imperio las congregaciones
____________
(9) BEC, 1908, p. 282, passim.
262
educativas. Sin duda Kemperhof, defendida por la Emperatriz augusta, sobrevivió
algún tiempo al desterramiento de las casas Lasallistas. Pero el odio del Canciller
de Hierro fue más fuerte, y el 1º de mayo de 1879, marco el fin del primer
apostolado del Instituto Lasallista en los bordes del Rin. El personal religioso de
Kemperhof, acompañado de un grupo compacto de alumnos fieles a pesar de
todo, atravesaron la frontera y pasaron a Bélgica, pensando que esta sería
hospitalaria con ellos. Fue con un profundo dolor que los amigos, los benefactores
y los que apoyan la obra vieron a los Hermanos alejarse: «Acepten, dijeron ellos,
por todo el bien que les debemos nosotros y nuestros niños, el agradecimiento
más caluroso y profundo, de nuestro corazón... » (10).
El Distrito alemán no muere
Los Hermanos de las Escuelas cristianas de nacionalidad alemana eran
sesenta. Con su Visitador, el Hermano Marianus, resolvieron permanecer
Lasallistas, los 28 Hermanos de Kemperhof pasaron a Bélgica con sus alumnos y
los novicios, guiados por su Director, el Hermano Gottfried, tomaron el mismo
camino y se instalaron en Heri-Chapelle en una propiedad a la cual dieron el
nombre de Josephsthal. Los otros Hermanos recibieron las obediencias para
Francia, España y para Austria sobretodo. Y el distrito continuó viviendo dispersó y
conservando su nombre enlazado al del Distrito de Austria (11).
____________ (10) Archivos Casa-Madre. IDq2. Ver también : BEC, 1908, pp. 287-289.
(11) RIGAULT, VIII, p. 132-133. Ver la dirección reestablecida a los Hermanos.
263
Sin embargo, volvamos a Verviers donde dejamos los 28 Hermanos y los
200 alumnos expulsados de Kemperhof. Atravesaron la gran ciudad
manufacturera en filas apretadas, bandera al viento y cantando un viejo poema
alemán, aplaudidos por las personas que acudían a las ventanas de sus casas;
ganaron una vieja fábrica arreglada para ellos a costa de gastos considerables.
Bien recibidos por las valientes personas, desencadenaron contra ellos el furor
anticlerical de los liberales (11bis). Ahora bien, el 1º de julio, dos meses
exactamente después de la llegada de los alemanes, fue aprobada la ley llamada
«ley de la desgracia» de la cual fue cuestión más arriba en estas páginas, y que
marcaba el inicio de una lucha a muerte contra la enseñanza congregacionísta,
aquella de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en particular. En estas
condiciones, la casa alemana de los Hermanos de Veviers estaba condenada a la
exterminación. Todas las acciones al lado del embajador del Reich en Bélgica, y
las del famoso líder Windhorst en Alemania, del mismo Leopoldo II Rey
constitucional de quien su papel se limitaba a sancionar las leyes y decretos que lo
coartaban, permaneció sin resultado, pero finalmente fue necesario preparar el
equipaje. Este fue el segundo éxodo del Internado de Kemperhof.
Los Hermanos franceses de la casa de Longuyon les dieron asilo en el bello
internado que ellos habían construido en Meurthe-et-Moselle cuando Bismarck los
había expulsado de su establecimiento de Lorraine de Beauregard-Thionville en
____________
(11bis) Rig. VIII, p. 134.
264
1874. Los Hermanos expulsados de Kemperhof y de Verviers fueron felices de
encontrar allí un refugio acogedor para la tropa de alumnos alemanes siempre
fieles. Pero allá la tierra no era firme, ya que el Gobierno francés, desconfiaba de
esos estudiantes extranjeros allende del Rin y amenazó con cerrar la casa si los
Hermanos alemanes enseñaban allí. Debieron decidirse por un tercer éxodo.
Felizmente el tiempo había marchado y la ley de la desgracia fue atenuada
después de cinco años. El Gobierno belga llevó por consecuencia el Decreto de
expulsión, exigiendo simplemente la dispersión de los alumnos alemanes en los
diversos establecimientos belgas. Así, tres clases fueron enviadas a Carlsbourg, y
otras tres a Malonne con sus profesores respectivos. Cuando en 1884, los
católicos belgas retomaron el poder, las dos secciones fueron reunidas en
Carlsbourg con más de una centena de estudiantes.
Sin embargo los Hermanos alemanes querían algo mejor aún, y el 28 de
mayo de 1898, inauguraron en Grand-Halleux, en territorio belga y cerca de la
frontera alemana, un fuerte y bello establecimiento que funcionó a pleno
rendimiento bajo el patronato bienaventurado de La Salle, de donde tomó el
nombre de Johanninum (12). Y he aquí que al principio del siglo XX, un pequeño
grupo de Hermanos alemanes iban a entrar de nuevo de una manera indirecta en
su patria por la puerta de Alsace-Lorraine. Ellos abrieron en
____________
(12) El distrito de Alemania a pesar de no existir en la carta fue mencionado en lo adelante en el Calendario Religioso bajo el título de Distrito de Austria y Alemania. En 1910 recomenzó parecer bajo el solo título : Distrito de Alemania.
265
Guénange un establecimiento técnico no para la educación general, sin duda, ya
que ellos no estaban autorizados para hacerlo aún, sino para las obras caritativas
que se dirigían a los niños, física y moralmente desdichados: los huérfanos y los
jóvenes delincuentes. Esta casa, conocida en todo el Instituto bajo el nombre de
Asilo de Guénange, estaba situada a algunos kilómetros de Thionville en la
anexada Lorraine (13). Pero hemos llegado hasta aquí al umbral del siglo XIX, y
debemos interrumpir momentáneamente nuestro relato (14).
EN AUSTRIA-HUNGRÍA
El Distrito de Austria-Hungría tiene su origen en el Distrito de Alemania
nuevamente fundada. En 1856, Alexander Bach, Primer Ministro del Emperador
Francois-Joseph, solicitó los Lasallistas al Hermano Philippe para la educación de
los niños albergados en el Orfelinato Imperial de Viena, fundado en el siglo
precedente por la emperatriz Mari Teresa. El Hermano Modeste, primer Visitador
del Distrito naciente de Alemania, realizó esa bella instalación en el Imperio de los
Habsbourg. Austria al hacer parte de la Confederación Germánica, los Hermanos
alemanes no fueron considerados allí como extranjeros; también cuando ellos se
presentaron, en 1857, fueron acogidos con favor (15).
____________ (13) Para Grand-Halleux, ver BEC, 1911, p. 80.
(14) BEC, 1913. Guénange. (15) ZÄHRINGER, Die schulbrüder.
266
Sin embargo, dificultades internas de todo género les hicieron el primer año
de estancia en Viena bastante amargo. En efecto, los administradores del
Orfanato Imperial pretendían mantener la jurisdicción no solamente sobre todo lo
que concernía a la dirección material de los pupilos, sino también sobre su
dirección intelectual y moral. Veían con malos ojos esas religiones que de primera
vista y sin esfuerzo, adquirían una autoridad de mejor gusto sobre los niños poco
proclives por naturaleza, a la disciplina. Al cabo de un año de paciente labor, y
gracias a su tacto perfecto y a su sentido de la educación, ellos dejaron de ser
considerados como intrusos. También un nuevo pacto fue concluido que les dió
una independencia absoluta en el cumplimiento de su función educativa (16).
Sobre el territorio de la Doble -Monarquía, no existían dificultades serias
oponiéndose a las nuevas fundaciones, ya que el Concordato de 1855 había
revocado las leyes anticlericales de José II, el Sacristán Emperador; también un
buen número de sociedades religiosas buscaban establecerse en el país. Los
Hermanos sabían adaptarse y comenzaron por obtener los Diplomas Oficiales
requeridos para la enseñanza ; por el mismo tiempo instalaban un noviciado en el
barrio del Orfanato Imperial, de manera que fue posible proceder muy pronto para
las nuevas fundaciones al desarrollo de la obra Lasallista. Como cosa curiosa, el
Distrito Austriaco se extendió primero en Rumania así como lo veremos más
adelante. En Austria misma después de dos instalaciones efímeras en Pensing y
____________
(16) Viena. Orfanato Imperial. BEC, 1933, p. 107.
267
en Innsbruck, los Hermanos instalaron los congresos sólidos de un
establecimiento en Funfhaus, dentro de los barrios periféricos de Viena. En 1869,
en efecto, dos viejos artesanos que recién conseguían riqueza, Antón y Jacob
Lang, fundaron para los hijos de obreros una hermosa escuela de cinco clases con
cursos dominicales y nocturnos para los adultos. Ellos la confiaron a los Hermanos
de las Escuelas Cristianas, esa escuela era bien notoria y se volvió tan prospera
que el Hermano Director obtuvo del Gobierno, el derecho de deliberar los
diplomas reconocidos por el Estado; lo que atestiguaba el valor de la pedagogía
Lasallista, y ampliaron las promesas del futuro. Efectivamente el número de clases
pasó rápidamente a trece, y los escolares a 800 (17).
Otro centro importante fue creado siete años más tarde. En esa fecha, la
Asociación Católica de Ayuda a los Orfelinatos elevaba a una veintena de
kilómetros de la capital, un establecimiento para los niños desheredados en vista
de darles la dirección de esta a los Lasallistas. Los fundadores la llamaron
Norbertinum en honor del santo fundador de los Premontreses, objeto de una viva
devoción en la Asociación de Ayuda a los Orfelinatos. El cardinal Kutscher aprobó
altamente esa obra de caridad social: «El proyecto de confiar la vigilancia y
dirección del futuro establecimiento a la Congregación de los Hermanos, escribió,
ha sido acogida con gran placer por el ordinario eclesiástico; ya que la experiencia
de la actividad de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en la Arquidiócesis de
____________
(17) BEC, 1930, p. 94 Füunfhaus.
268
Viena nos garantizó que en Norbertinum los orfelinatos encontraron para sus
almas y para sus cuerpos las mejores asistencias». La inauguración de la vasta
construcción tuvo lugar en 1880, al mismo tiempo que la bendición solemne del
principe-obispo Celestin Gangl-bauer; este último convertido en Cardinal consagró
la capilla siete años más tarde. Finalmente en 1890, un nuevo Cardinal Arzobispo
de Viena presidió su total terminación (18). El majestuoso edificio con su
cuadrilátero monástico, estaba rodeado de cultivos y de bosques de una superficie
total de 50 hectáreas. El Emperador François-Joseph tenía predilección especial
por esa casa, amaba visitarla, entrar en las clases y asistir a las lecciones dadas
por los Hermanos (19).
Sin embargo las tres casas de donde venimos de esbozar la historia, eran
las únicas posesiones pertenecientes a nuestro Instituto en ese país
esencialmente católico, cuando en 1886, los Superiores juzgaron que tocaba dar
más importancia al reclutamiento y al cuidado de los sujetos en formación.
Primero, estos habían sido confinados en un barrio del Orfanato Imperial;
después, se les alojó en Norbertinum. A partir de entonces tuvieron una casa
exclusivamente para ellos. Los Superiores habían comprado un pequeño castillo
rodeado de un parque en el pueblo de Strébersdorf, a una hora de camino de
Viena, más allá del Danubio. El 15 de octubre de 1886, el Hermano Director
____________
(18) BEC, 1933, p. 109: Norbetinum. RIGAULT, VIII, p. 195
(19) BEC, 1909, p. 128. RIGAULT, VIII, p. 177.
269
Cosmus tomó posesión de la casa con siete novicios, la consagró a la Santísima
Virgen, emplazando la estatua de la Madre y del Divino Niño en el centro del
edificio. A partir de entonces este dominio fue llamado Marienheim, es decir, la
permanencia de Maria. Dos años más tarde, el pequeño noviciado se instaló allí a
su alrededor; después un año más tarde, fue el turno para el escolástico. La
prosperidad vino con rapidez, ya que menos de diez años después de la compra
de Marienheim, 31 postulantes solicitaban revestir el hábito religioso y
comenzaban su noviciado (20).
Fieles a su misión primordial, los Hermanos abrieron desde el principio una
modesta escuela popular para los jóvenes aldeanos de Strébersdorf. Como la
demanda afluía en todas partes, se vieron obligados a erigir un internado en el
cual los alumnos se reclutaban, no solamente en la capital, sino también en las
provincias vecinas. Ese fue el origen del Internado San Joseph que se debió
instalar en una ciudad verdaderamente pequeña al lado del castillo primitivo. De
modo que tres Comunidades habitaron en ese perímetro de Strébersdorf, entre los
grandes árboles de los jardines: la Casa de Formación, el Internado San Joseph y
la Comunidad de los Ancianos. El internado construyó una gran y bella capilla
gótica sobre un plano bastante curioso, elevando dos naves de igual altura,
separadas por dos columnas. La presencia casi diaria a la misa de los fieles del
pueblo de Strébersdorf, ya tradicionalmente admitida en la antigua capilla del
____________
(20) BEC, 1937, p. 196.
270
castillo, había hecho adoptar a los Hermanos ese dispositivo (21).
El año de 1888 marcó una fecha importante, la de la Escuela Normal de
Feldkirch, situada en Voralberg, en un cuadro precioso de viñas y de bosques. Su
primer Director el Hermano Petronius, que se convirtió en Asistente del Superior
General, la puso sobre medida noblemente gracias a su autoridad seguida por una
virtud probada. Su tacto le permitió venir al cabo de las primeras dificultades, ya
que el Presidente del Concejo de Administración, el doctor Hausle, que poseía la
fortuna, el poder y las altas relaciones, no contaba para nada con las opiniones de
los demás si estas no concordaban con las suyas. Pero el Hermano Petronius vino
a pesar de todos los obsáculos. La enseñanza que se daba en Feldkirchno era
enciclopédica, sino adaptada a los beneficiarios. Estos a su turno difundían en el
pueblo las ideas justas, los conocimientos esenciales, el amor a la patria, el gusto
y la práctica de las artes, todo esto inspirándose en el espíritu de fe y piedad
deseados, de los hijos de San Juan Bautista de La Salle. El éxito se afirmó muy
pronto, y a partir de 1894, la escuela normal tenía el derecho de deliberar ella
misma los diplomas de instructores del Estado. La cifra de los alumnos maestros
subió hasta 300, sus prácticas pedagógicas se hacían en una escuela gratuita de
una centena de alumnos adjuntos al establecimiento. Este último, era el objeto de
señales de interés inequívocas de parte de los Archiduques y de las
Archiduquesas de Austria. El Emperador François-Joseph se interesó por ello
____________
(21) Archivos de la Casa-Madre. Documento IDq9.
271
personalmente, y envió en una ocación 500 florines al Hermano Director (22).
En el fin del siglo XIX, el Distrito austriaco conoció el incremento de
diversas órdenes, algunas de un interés primordial. Una estadística le atribuyó 24
establecimientos, esta comprendía las casas propiamente alemanas de Grand-
Halleux y de Guénange. Mientras que una escuela fue abierta en el Distrito III de
Viena, y otras dos en los Distritos II y IV; dos ricos burgueses muy caritativos,
fundaron en Stetten, en la Austria Baja, una escuela popular, puesta en un sitio
admirable, y equipada de una rica biblioteca y de todo el material escolar deseado
(23). En 1894, los Lasallistas penetraron en un país magyar por la pequeña ciudad
de Csorna, cerca de Viena, y casi sobre la línea limite de Austria y Hungría. Desde
el primer día su escuela comprende 350 alumnos que se reparten en cinco clases.
Los cursos complementarios reciben los jóvenes obreros y los aprendices el
domingo y varios días por semana, al final del día.
Sin embargo el Distrito austriaco se extiende aún. En 1896, los Lasallistas
se presentan en Goritzia, en Illyrie. Se les confió Aloysianum, residencia de
estudiantes donde se concentran aproximadamente todos los cleros de la
Diócesis, lo que favorce la cultura de las vocaciones. Estos estudiantes siguen los
cursos del Liceo del Estado; fuera de las clases, los Hermanos se ocupan de ellos.
____________
(22) RIGAULT, VIII, p. 189.
(23) RIGAULT, I vol. VII, pp. 194-195.
272
Bella obra ciertamente, sin embargo los Hermanos no permanecieron allí por más
de cinco años, de hecho por una organización defectuosa, y porque las
oposiciones de las nacionalidades desalentaron las mejores voluntades.
Fue en 1896, cuando los Hermanos de Austria entraron a Budapest dentro
del Establecimiento de Educación Católica de San Joseph que dos nuevas casas
se abrieron, cuatro años más tarde: una escuela primaria de cinco clases en Bacs
Topolya, y un jovenado en Niyitra-Bajna, instalado en un antiguo hospital militar
comprado por un benefactor. Desde el principio, 25 aspirantes a la vida Lasallista,
plenos de generosidad, se presentaron. La Bohême también recibió en esa época
los discípulos del bienaventurado de La Salle. El Cardinal Arzobispo de Praga los
instaló en las puertas de la capital, en Bubenc y en 1899, les confió la residencia
de los estudiantes de Leitmeritz; allá no se limitó el celo ardiente de los Lasallistas
de Austria, ya que también enviaron equipos a Rumania, Bulgaria y Luxemburgo,
como lo veremos en las secciones siguientes.
EN RUMANIA
Esclavizada durante varios siglos por Turquía, Rumania se convirtió en
Estado independiente después de la toma de Plevna por la armada rumana en
1877, y del tratado de San Stefano que puso fin a la guerra rusa-turca. Antes de
esa fecha, en el momento cuando comenzaba a brillar el alba de la liberación, un
Prelado Católico, Mons. Parsi, religioso pasionista italiano, Administrador
273
Apostólico de Valanchie, había ido a Viena. Habiendo admirado la obra de los
Lasallistas en el Orfanato Imperial, escribió al Hermano Philippe, Superior
General, para obtener Hermanos. El Hermano Modeste, Visitador de Austria, fue
encargado de ir a investigar en ese mismo lugar y concluir la utilidad de una
fundación en Bucarest. Fue así como el Instituto tomó posesión de la escuela
episcopal Lasallista de Bucarest, con tres Hermanos y cincuenta alumnos, de los
cuales algunos hablaban romano y otros alemán o húngaro. Gracias a los
métodos pedagógicos de los nuevos maestros y a su abnegación, ese número se
elevó a 200 al cabo de dos años. Entonces, a las nociones dadas a la escuela
elemental, los Hermanos adjuntaron la enseñanza de las Ciencias, la Historia, el
Diseño y la Música vocal (24). Sin embargo, ninguna vocación nació en el
establecimiento.
El siglo XIX, llegaba a su término cuando el Arzobispo latín, Mons. Xavier
de Hornstein, Obtuvo del Hermano Joseph, Superior General, que los Hermanos
austriacos revisaran Bucarest. Ellos obtuvieron éxitos tan notables, que al cabo
de tres años, la Comunidad pasó de 10 Hermanos a dieciséis, cifra, por otra parte,
insuficiente ya que se debían comprometer cinco profesores civiles. En las clases
primarias fue agregado un curso de secundaria con el programa de Real-
Gymnasium, más lecciones de Comercio, Contabilidad, Taquigrafía,
Correspondencia y Lengua Inglesa. Las dos escuelas de San André de la Strada
____________
(24) Archivos de la Casa-Madre. Documento IDq2.
274
Popo-Tatu y el curso secundario reunían un total de 620 alumnos.
EN BULGARIA
En el Congreso de Berlín de 1878, en Bulgaria propiamente dicha, entre el
Danubio y los Balcanes fue erigido un Principado autónomo y tributario del Sultán
de Constantinopla, con un gobierno cristiano ortodoxo. En 1881, los Padres
Agustinos de la Asunción, instalados en Sofia en un edificio escolar debido a la
generosidad de un inspector francés de finanzas, estaban encargados de la
enseñanza masculina. Tenían como alumnos algunos franceses, un cierto número
de búlgaros y sobre todo niños de lengua alemana originarios de Austria; en total
una centena de estudiantes.
En 1885, cuatro Hermanos belgas y alemanes, enviados por el Hermano
Marianus, Provincial de Bélgica, de Alemania y de Austria, tomaba la sucesión de
los Padres Asuncionistas. Estaban apenas instalados cuando el rey Milán de
Serbia, declaró a Bulgaria una guerra en el curso de la cual fue completamente
batida. El Hermano Firminus, Director de la escuela Lasallista, transformó sus
clases en una ambulancia, y con su personal se convirtió en enfermero y en
auxiliares de los enfermos al servicio de la Cruz Roja, el gobierno lo decoró con la
Orden del Mérito. La paz regresó, los beligerantes debieron ceder a las
conminaciones de Austria, y los Hermanos se consagraron de nuevo a su tarea
educativa. Por muchas razones no se restituyó muy fácilmente, ante todo por la
275
diversidad de lenguas y de razas en la escuela: alemán, búlgaro, francés e
italiano, que servían alternativamente a la enseñanza. Junto a los autóctonos se
encontraban austriacos de origen germánico, checos, moravos, poloneses,
húngaros, croatas y dálmatas. Era una encrucijada de razas donde se
encontraban también escolares de Francia, Alemania, Italia, España, Rumania y la
misma Arménie.
En esa encrucijada de pueblos tan diversos, era conveniente poner acento
sobre el interés de las almas. Es lo que hizo el Hermano Director y la escuela se
desarrolló hasta el punto de contar 200 alumnos; lo que obligó a doblar el número
de los maestros. El Hermano Director había organizado también una coral
reputada que venía a escuchar con la más grande satisfacción el rey Ferdinand de
Bulgaria y su madre Maria Clementina de Orleáns. Cuando un duelo sobrevenía a
la Corte Real, los príncipes no querían otra Messe de Réquiem que la ejecutada
por la Coral Lasallista. A esos talentos de músico, el Hermano Firminus adjuntaba
los dones de un excelente catequista (25).
En 1895, los superiores aceptaron la dirección de la escuela de
Roustchouk, fundada por los padres Pasionistas. Seis Hermanos venidos de
____________
(25) El Hermano Firminus, antiguo instructor en Westphalie, Director en Sofia durante unos veinte años, fue el primer rector de la pequeña Escuela Austriaca, la cual, durante los primeros años del siglo XX funcionó como Instituto de Mérode de la Plaza de España en Roma. El H. Firminus tuvo una muerte edificadora en la Casa del Noviciado de Albano. (Reseña necrológica, 1905.)
276
Austria daban allí la enseñanza en las clases elementales y en las del Real-
gymnasium, es decir, del Colegio Secundario, donde se apresuraba un auditorio
heterogéneo como en Sofia. Se tomó el alemán como instrumento de instrucción
general. Para terminar nuestra revisión del Instituto en Europa, iremos ahora hacia
el oeste para mostrar las obras Lasallistas en el Principado de Mónaco, en Suiza y
en el Gran-Duché de Luxemburgo. Después será en España y, finalmente, en
Inglaterra e Irlanda en las islas británicas.
EN EL PRINCIPADO DE MÓNACO
Enclavada en el departamento francés de los Alpes Marítimos, el Principado
de Mónaco era uno de los más pequeños Estados de Europa. Era una estación
invernal reputada para su clima, sus jardines, los juegos de su casino de
Montecarlo y su Museo Oceanográfico. El territorio se repartía entre las tres
aglomeraciones de la ciudad de Mónaco, llamada aún «Rocher» de la Condamine
y de Montecarlo, tres ciudades originales que no formaban más que una sola
Municipalidad bajo el consejo elegido.
Bajo la alta autoridad de su Altesse Sérénissime el Príncipe Soberano, el
principado fue gobernado por un Ministro de Estado asistido de un Consejo
Nacional. En 1858, su altesse el príncipe Carlos III había promulgado un
Ordenamiento que se convertía en la carta Magna de la enseñanza primaria y
secundaria en el Principado de Mónaco. Debe recordarse que la educación
277
primaria era gratuita y que se extend ía a todos los niños de 6 a 12 años. Sin
embargo, a los niños de esa época ya lejana les gustaba más vagabundear bajo el
sol y frente al oleaje azul de donde manaban los concursos de pesca, chapuzones
y gratas ociosidades sobre la arena dorada. Un solo maestro, el bachiller Juan
Bautista Bertrand se bastaba con amplitud para enseñar al pequeño grupo de
niños quienes consentían encerrarse en los cuatro muros de su clase, pero no
lograba muchas veces llegar al objetivo, él se comprometió solamente hasta la
llegada de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
En efecto, el príncipe Carlos III habiendo visto la obra de los Hermanos de
Nice, la ciudad vecina, se apresuró a escribirle al Hermano Philippe, Superior
General para solicitarle los buenos oficios de estos maestros, que sabían educar
muy bien la juventud (26). Y he ahí que el 27 de septiembre de 1868, tres
Hermanos –dos maestros y un ecónomo o cocinero– tomaron en Nice el barco a
vapor que debía dejarlos en Mónaco; ya que en esa fecha, el ferrocarril no había
sido aún trazado. Sobre el camino de Rocher, algunos alumnos de la escuela,
rompiendo con las reglas de la sociedad, sin duda, los saludaron con gritos
discrepantes; uno de ellos mismos realizó el gesto de lanzar piedras. Esto no
exaltó en lo absoluto a los Lasallistas, y su jefe les dijo estas palabras que iban a
realizarse: «Ustedes verán ¡esos se convertirán en los mejores alumnos!».
____________
(26) BEC, 1934, pp. 222-231, 341-376. Fundación de Mónaco. Ver también Reseña necrológica del H. Firminus, 1987.
278
El domingo que sigue –día de la inauguración de la Escuela Lasallista–
declarado Fiesta Nacional de la Infancia, vio desarrollarse una fiesta espléndida:
con el arma a los pies, los soldados de la Milicia Monegasca formaron filas y, la
Sociedad Filarmónica tocó sus mejores fragmentos. La fiesta comenzó con la
bendición de nuevos locales, seguida del discurso del Canciller delegado por Su
Altesse Sérénissime, después de las visitas a las clases, lo que levantó el
entusiasmo de la población.
Al día siguiente comenzaron los cursos. El Hermano Director Thionis (27)
era un educador de gran clase y hacía maravillas. He ahí, que los niños dejaron la
playa por la escuela y su aspecto cambió para gran asombro de la población.
También fue necesario que el príncipe solicitara otros Hermanos en la calle
Oudinot de Paris… Era urgente multiplicar los salones de clase. El momento llegó
en 1890, en donde otro grupo de Hermanos abrieron en Monte -Carlo una segunda
escuela con vivienda para una nueva Comunidad. Finalmente, en 1897, una
escuela de barrio se fundó en Condamine. El Principe que reinaba en ese
momento, Albert I, estaba atiborrado de sus deseos y no desdeñó en visitar sus
escuelas sino que además jugó el rol de Inspector de Estudios.
____________ (27) El Hermano Thionis, hijo del general español carlista José Postius, del cual
evocamos su nombre en el capítulo de Egipto, respecto a su hermano, el Hermano Sédulis, fue como este último un educador remarcable. Después de haber fundado la Escuela de Mónaco, fue enviado a España, en donde colocó los cimientos del Colegio Notre-Dame de Lourdes, de Valladolid, donde murió en 1897.
279
Con los años los programas fueron reforzados, una gran parte estaban
hechos para el curso superior consagrado a los alumnos que hubieran obtenido el
certificado de estudios. Se adjuntaron cursos de Ingles y de Italiano, de
Taquigrafía y de Dactilografía; además los Hermanos dieron una gran importancia
a la enseñanza del diseño y del moldeamiento. Sin embargo, la enseñanza del
catecismo conservaba la preferencia de los Directores que se sucedieron en estas
escuelas monegascas Lasallistas. Dieron a sus alumnos el gusto de presenciar
bellas ceremonias litúrgicas para la formación muy cuidadosa de niños buenos de
corazón, así como una coral de la cual su reputación atravesó ampliamente los
limites del pequeño Estado. Ellos no descuidaron en lo absoluto lo que pudiera
mejorar el tipo de niños de las clases populares, fue así como el Hermano Director
André Joseph obtuvo la fundación de una colonia escolar en la bella propiedad
que el Principe había comprado en Castellane, en Francia, en el Departamento de
los Alpes-Bajos (28).
EN SUIZA
De Mónaco, remontando los Alpes hacia el norte, llegamos a Suiza, en
donde un puñado de Lasallistas del siglo XVIII, habían realizado un gran bien junto
a los niños de Estavayer sobre la ribera oriental del lago de Neuchâtel hasta el
momento en que los soldados del Directorio los expulsaron. También, cuando
____________
(28) RIGAULT, vol. VII, pp. 297-298.
280
Napoleón restableció el Instituto Lasallista en Francia el momento parecía
apropiado para retomar la obra interrumpida. Esta vez, no obstante, se pensó en
Ginebra, la capital calvinista relacionada a Francia desde 1798 y capital del
Departamento de Léman. En torno del cura Vuarin (29) continuaban agrupándose
algunos miles de fieles, personas de condición modesta en general, venidas de las
regiones limítrofes. Sin duda, ellos podían practicar su culto sin trabas, pero en
una atmósfera de recelo, bajo las miradas desdeñosas de los altos burgueses.
Para realizar su obra de relevancia moral, el cura contaba, con razón, con la
escuela católica. Él hubiera querido Hermanos del Señor de La Salle, ya que
había escuchado hablar con elogios de esos maestros a los cuales la revolución,
en el mismo momento en que los lanzaba a la calle, declaraba que: ¡habían
merecido bien la patria! Ahora bien, su familia religiosa acababa de reconstituirse
con el apoyo del Gobierno Imperial, y decían cosas positivas de la manera como
ellos moldeaban la inteligencia de los jóvenes muchachos. El escribió también a
Fontanes, gran maestro de la Universidad Imperial, solicitándole obtener algunos
Lasallistas para sus jóvenes genoveses.
El Hermano Gerbaud le envió tres que llegaron sobre los bordes del Léman
el 31 de octubre de 1813. Una invasión de Tartares, no abría causado más pavor
____________ (29) El Abad Vuarin, Cura de Ginebra, era el amigo de Felicité de Lamennais en el
tiempo en donde el gran escritor no había aún salido de la Iglesia Católica y lo acompañó a Roma para su primer viaje en Italia. Léon XII confió al Abad Vuarin su propio sentimiento : «Es un hombre al cual se debe conducir con la mano en el corazón». (POULET, Historia del Cristianismo,p. 913).
281
en casa de los protestantes, quienes formaban la gran mayoría de la población. El
aire -contaron– se llenaba de clamores y de gritos de cólera. El alcalde, asustado
por el fanatismo local, se dirigió al Prefecto quien dudó primero, pero no tardo en
tomar una resolución extrema. Hizo llamar al Señor Cura y le solicitó de bien
querer, reenviar esos magisterios indeseables… al día siguiente, los Hermanos
retoman el camino de Lyon… Veintitrés años más tarde, el cura Vuarin se dio
cuenta de que el momento de abrir su escuela Lasallista había llegado. Él estaba
a las puertas de la tumba, pero pudo realizar su proyecto, instalando los maestros
religiosos en la Roma Calvinista (30). Él los alojó en un inmueble que había
comprado en el barrio Plainpalais. Los 275 niños que se presentaron fueron
repartidos entre esta casa y las buhardillas de la Iglesia San Germain
acondicionadas para este efecto. Bajo la tutela diligente del clero especialmente el
ilustre cura Mermillod, futuro Obispo y Cardinal de Ginebra, los Hermanos
desarrollaron tan bien su enseñanza en las dos escuelas, que el número de los
escolares subió hasta quinientos en pocos años, y fue necesario llevar a dieciséis
el de los Hermanos. En 1845, obtuvieron del Síndico Supremo del Cantón la
autorización de gobernar las clases primarias y secundarias. ¿Por qué,
¡desgraciadamente!, esta bella obra no duró sino treinta años? Ya que como
veremos más adelante, ¡los Hermanos fueron expulsados una segunda vez de
Ginebra! (31).
____________ (30) BEC, 1932, p. 119, passim. (31) BEC, 1932, p. 118, passim. Ver también el testimonio de los padres Martin y
Fleury en la obra intitulada : «Historia del Señor Vuarin y del reestablecimiento del Catolicismo en Ginebra».
282
Sin embargo, en Estavayer, los Hermanos habían sido solicitados de nuevo
en tres reanudaciones diferentes. Fue en 1843, solamente, cuando la escuela
Lasallista fue reabierta. Desafortunadamente, no sobrevivió sino cuatro años,
habido sido golpeada de muerte, después de la victoria de la armada calvinista del
General Dufour sobre las tropas del Sunderbund católico y la violenta situación
que obtuvo esto como consecuencia. Por el mismo motivo sectario, la Escuela de
Châtel-Saint-Denis, en el cantón de Vaud, que databa de 1847, sufrió una suerte
semejante y fue cerrada.
Sobre la ribera occidental del lago de Neuchâtel, en la Capital de la
provincia del cantón que lleva el mismo nombre, los Hermanos fueron acogidos en
1863. Recientemente , en medio de la simpatía general, ellos pudieron celebrar
brillantemente las fiestas de su centenario. He aquí, el origen de esta fundación:
la parroquia católica de la capital de la provincia prosperó poco a poco, a
consecuencia de una inmigración incesante, el cura Berset había ido a
encontrarse con los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Pontarlier, en la
vecina Francia, ya que, él pensaba en fundar un establecimiento para los niños
católicos. Asistió a la clase dada por un joven Hermano que portaba el nombre de
Reticius que iba a hacerse celebre en el Instituto donde sería Asistente y Director
del Segundo noviciado.
Así pues, el Sr. cura Berset fue entusiasmado por la lección ofrecida por el
joven Hermano y lo abrazo exclamando: «¡quiero a los Hermanos para mi
283
escuela!», esto sucedió en 1863. El Hermano Philippe le dio los Hermanos, y el Sr.
Berset los instaló en su parroquia de Neuchâtel (32). Allí conocieron una bella
prosperidad trabajando de acuerdo al clero. A los disidentes les dieron el ejemplo
de una fe tranquila y firme, de una alegría serena y celo desinteresado, ellos
disfrutaron de completa paz en una atmósfera de tolerancia que no existía en
todos los Cantones de Helvétie. Por otra parte, el Sr. Berset fue a Berna a
defender la libertad de su escuela y obtuvo ganancia de causa.
En Ginebra, por lo contrario, el Gran Concejo votó, en 1872, por el exilio de
todas las Congregaciones religiosas de hombres y mujeres en el Cantón. Diez mil
católicos tuvieron por bien, presentar una petición a favor de los Hermanos de las
Escuelas Cristianas. Mons. Mermillod luchó paso a paso… fue en vano que él hizo
escuchar su voz en una catedral abarrotada de auditores. Después se dieron los
adioses de la población que les había otorgado una medalla de honor donde se
inscribió –interpretada según los deseos de los fieles de Roma– la divisa misma
de la Republica Calvinista: «¡Post tenebras, lux¡» –la cual, esta vez se aplicaba
tan bien a los católicos– los Hermanos debieron abandonar Ginebra (33).
Sin embargo, las pasiones violentas terminaron por apaciguarse. El
referéndum del 26 de noviembre de 1882 habiendo reunido una fuerte mayoría
____________
(32) RIGAULT, VI, p. 176. (33) BEC, 1932, p. 321 y siguientes
284
contra la ley de neutralización escolar, los cantones católicos retomaron su libertad
de acción. También los Lasallistas llamados por el cura, se refraccionaron sobre el
Cantón de Vaud en 1886, y se instalaron en Attalens, abajo del lago de Ginebra. A
pesar de las dificultades despreciables, esta escuela se desarrolló hasta el punto
de crear un curso superior. Fue siempre cotizada como una escuela de primer
valor, obra otro tanto mas interesante, es aquella en que buenas y numerosas
vocaciones Lasallistas se manifestaron en ese país donde los católicos eran
fervientes. Se puede decir lo mismo de Fribourg, donde en 1890 los Hermanos
abrieron en principio una escuela primaria, después un internado que progresó
rápidamente. Sin embargo, en Neuchâtel los Hermanos se trasladaron a un vasto
inmueble en el barrio periférico de Crêt. A la escuela primaria se adjuntaron en ese
entonces, un Internado y una Casa de Familia que atrajeron numerosos suizos de
los cantones alemanes, deseosos de perfeccionarse en la enseñanza comercial y
en la práctica de la lengua francesa. Esta institución fue llamada a un notable
desarrollo (34).
GRAN DUCHÉ DEL LUXEMBURGO
En este país 213 veces mas pequeño que Francia, con una longitud de 95
kilómetros de oeste a este (35), en ese testigo de la historia de los siglos
____________
(34) RIGAULT, VIII, pp. 211-213.
(35) Geografía de Vidal de la Blanche.
285
escapado a la absorción y que constituyó, sin embargo, un Estado minúsculo, los
Hermanos de San Juan Bautista de La Salle hicieron un intento negativo al final
del siglo XIX. Sin embargo, cuando la persecución masónica expulso, en 1904, el
Instituto Lasallista en el suelo de Francia, Luxemburgo constituyó un espléndido
centro de recepción para los sujetos en formación no solamente del territorio
francés, sino también, de otros varios países. Luxemburgo puede ser visto
históricamente como uno de los altos lugares Lasallistas, más sagrados como lo
veremos después de esta historia. Digamos primero como conoció a los hijos del
Señor de La Salle.
En 1880, el doctor Schroeder, agrónomo y educador, había ofrecido al
Hermano Irlide, Superior General, una escuela de agricultura, situada en Ettelbruk,
en el Gran-Duché, sostenida por los súbditos oficiales. A modo de de ensayo, el
Hermano Irlide envió tres hombres de valor a Ettelbruck, entre los cuales se
encontraba el Hermano Macaire Joseph, futuro Asistente de Bélgica y el Hermano
Cosmus, que se convertiría eN Visitador de Austria, aunque las condiciones de
existencia fuesen poco satisfactorias, desde el punto de vista de la vida en
comunidad, los tres Lasallistas hicieron un excelente trabajo y produjeron una
fuerte impresión sobre los niños y sobre sus familias. Veremos allí los frutos
cuando hablemos de nuevo de este país, en la historia del siglo XX. De hecho, los
Hermanos que son cuestión aquí no permanecieron en Ettelbruck sino hasta el
cabo del primer año escolar, por que el consejo de la ciudad, permitiendo a los
Lasallistas enseñar sobre el territorio de la Comuna, había perdido de vista que un
286
artículo de la Constitución de Luxemburgo prohibía la enseñanza en las
congregaciones religiosas. Se encargó de recordarles a los ediles, y los Hermanos
con gran disgusto de las familias, debieron abandonar este país del cual ya se
habían apegado fuertemente (36).
EN INGLATERRA
Inicios laboriosos
A lo largo del siglo XVIII y al cabo del siglo XIX, fue muy azaroso enviar
Lasallistas a Inglaterra, tanto como el papismo y todo lo que concernía a la religión
católica estaba en aversión. Pero no fue lo mismo en los años 50 del siglo XIX. «El
movimiento de Oxford» Había comenzado a dibujarse una veintena de años antes
y la conversión de Newman había dado una viva impulsión a «El éxodo hacia
Roma» (37). Después Wiseman, Director del Seminario de Aglican, se había
convertido también consagrándose a la evangelización de sus compatriotas. Las
conversiones se multiplicaron y se hizo llamado a las ordenes religiosas: jesuitas,
oratorianos, redentoristas, pasionistas, padres maristas, etc. Westminster se
convirtió en un hogar de vida católica, y fue lo mismo en las grandes ciudades,
cuando Pío IX reestableció la jerarquía católica en 1850. Los
____________
(36) Archivos Generales. Documento IDq1
(37) DANIEL-ROPS, cristianos, no Hermanos, p. 107.
287
Lasallistas escucharon el llamado de la Iglesia de la Inglaterra resucitada (38).
En 1855, los Hermanos Théotique, Asistente y, Barthélemy, Subdirector del
Internado Parisino de Passy, fueron enviados, por así decirlo , como exploradores
de la capital. Las crónicas de la época se complacen en describir las siluetas de
estos dos monjes, de los cuales su aparición con sus grandes sombreros tricornios
y sus abrigos con sus mangas flotantes, fue tan sorprendente en el muelle de
desembarques de Douvres, y en los tranvías a caballo de Londres; mientras que
las persianas de las ventanas se entre abrían bajo las miradas curiosas de los
habitantes (39). ¿No tenían por que lamentar el regreso ofensivo del «Papismo»,
ese espantajo que creían definitivamente abolido? Los religiosos franceses fueron
recibidos en el barrio de Clafam por el Padre Reynie, Redentorista, quien estaba
en la cabeza de la misión de Londres. Los religiosos le arreglaron una entrevista
con el Cardinal Wisiman y el Obispo de Southwark. Se decidió que los Hermanos
se hicieran cargo de la escuela parroquial de los redentoristas y que alquilaran una
casa para instalar allí un pequeño colegio (40).
Algunas semanas más tarde, la primera casa Lasallista de las Islas
____________
(38) MAOURRET, Historia de la Iglesia, vol. III. Ver también: MARION. Historia de la Iglesia, vol. III. (39) W. BATTERSBY, en «La Salle Brothers in Great Britain», cuenta que hasta los niños lanzaban piedras a los Hermanos Théotique y Barthélémy. p. 2. ¡No era tan grave! (40) Archivos Casa-Madre. Documento HBy. Ver También RIGAULT, VI capítulo IV, passim
288
Británicas se abría, así, en Clapham. La escuela primaria se llamaba Santa Marie
y la pensión se acordó bajo el patronado de San Joseph. Este último sobrevivió en
el actual Colegio de Beulah Hill en Londres. En estos dos embriones de casas de
educación, los comienzos fueron muy duros al igual que decepcionantes, para la
mantener la escuela gratuita, se necesitaba de los recursos que el padre Reynier
no podría encontrar más que en las cuotas escolares; lo que era contrario a las
constituciones Lasallistas.
En consecuencia, la Escuela Santa Marie estaba muerta al nacer. Por el
contrario el Colegio San Joseph dirigiéndose a la clase acomodada, era
susceptible de encontrar en su enseñanza los recursos indispensables. Sus
programas de estudio copiaban los de San Yon, revisado y completado según el
Internado de Passy. Sin embargo solo se acercó con dificultad a la vía del
progreso. Cinco años más tarde, es decir en 1860, una segunda fundación tuvo
lugar sobre la ruta de Kenington, en Londres bajo la jurisdicción del Obispo de
Southwark. Este establecimiento tomó el nombre de S. Joseph’s Academy; dio
satisfacción al clero de la parroquia de S. George y reunió 230 alumnos, a quienes
dispensaba la enseñanza moderna; además organizó cursos nocturnos para las
clases pobres. También el Obispo de Southwark no limitó sus elogios para los
Lasallistas.
La tercera fundación Lasallista es la de S. Mary en Volverhampton. Esta
tomó buena partida, pero los recursos eran absolutamente insuficientes, esta
289
escuela gratuita no tuvo más que una duración efímera. Sucedió lo mismo en
Holborn, aún en Londres, debido a que el local era tan defectuoso, los Hermanos
se retiraron al cabo de dos años. Por el contrario, en la fundación de la Escuela
Santo Tomas, en la isla de Jersey, los Lasallistas enseñaban el Francés y el
Inglés; daban a los niños una educación que ganaba la admiración de la
población. El celo y la conducta edificante de los Hermanos les hacía merecer la
estima general; también, los mismos protestantes les enviaban alumnos. Uno de
los primeros directores fue el Hermano Albanius, que venía de Motreal, quien
ocupó su oficio con alta maestría. Todo iba mejor, cuando en 1886, a
consecuencia de un conflicto con los Hermanos Oblats, los Hermanos de San
Helier, de la cual el director era en ese entonces el Hermano Colman Eloy;
debieron retirarse; pero los Lasallistas retomaron la escuela en 1917 (41).
Los Hermanos se establecieron también en Liverpool, en donde sus
fundaciones conocieron diversas fortunas, fue así como de 1866 a 1868, dirigieron
el orfanato de S. Georges con niños entre seis a catorce años, más o menos bien
preparados en diversas áreas. Pero como los fundadores laicos de este
establecimiento no proveían ni la ayuda pecuniaria ni las garantías a las cuales
tenían derecho de esperar, los Lasallistas se vieron pronto obligados a abandonar
la partida. Otro establecimiento en Liverpool el octavo sobre el suelo ingles, se
___________
(41) Archivos dfel Distrito de Quimper, documento Jersey. Ver también RIGAULT,
VIII, p. 242.
290
trataba del orfanato S. Anne llamado también «La Providencia». Un sacerdote
animado de buenas intenciones, mantuvo allí en una residencia, unos treinta
pupilos. Además en invierno el abría de lado a lado las puertas de su
establecimiento para acoger toda clase de abandonados. «La Providencia» se
convirtió entonces en el refugió donde los jóvenes miserables, a veces un número
de 500, encontraban una madriguera para pasar la noche y una bola de pan para
llenar su estomago; los Hermanos se hicieron cargo de este establecimiento en
donde profesaron admirablemente.
En otra institución de Liverpool, dos Hermanos de “La Providencia” fueron
encargados de un anexo, que no era otro más que una escuela de grumetes que
funcionaba en el puerto y llevaba el nombre de «Clarece» (42). A bordo de ese
viejo barco habían, aproximadamente, 200 grumetes abandonados, los Hermanos
se ocuparon de esos pobres niños con celo y ardor. Pero esto derivo en tal
sometimiento, que se les hizo imposible practicar sus ejercicios religiosos y pensar
un poco en ellos mismos. Para su gran disgusto, les toco abandonar esta obra
imposible y renunciar a vivir sobre el agua. Aún en Liverpool, mencionaremos la
novena, a fecha, de las obras de nuestros primeros Hermanos en Inglaterra. Se
trata de la escuela primaria, de S. Fraçois-Xavier, dirigida primero por los jesuitas,
quienes tenían a cargo la parroquia. Para ampliar esta obra, los Lasallistas
poseían un precioso utillaje y útiles ayudas, lo que les permitió formar en esta
____________
(42) RIGAULT, VIII, pp. 242, passim.
291
escuela del Sagrado Corazón alumnos-maestros destinados para las escuelas de
Liverpool. Quince Hermanos trabajaban allí para preparar los futuros maestros
para seis establecimientos primarios de la gran ciudad marítima (43).
Esta historia de los principios de nuestro Instituto en Inglaterra nos ha
conducido al año de 1886. Hemos visto como los Hermanos fundaron numerosos
establecimientos pero el éxito no fecundó su celo y su abnegación. ¿A cuáles
causas es necesario atribuir este semi-fracaso, sensible particularmente en las
escuelas primarias a las que los usuarios pertenecían en principio a la clase
laboriosa? Es necesario buscar la razón de esto en el hecho de que los Lasallistas
no tenían las calificaciones oficiales requeridas para recibir los subsidios del
Estado y poder vivir decentemente enseñando a los pobres. En efecto, no tenían
el derecho, por su regla, de recibir cotizaciones de los alumnos; todo el peso del
mantenimiento de la Comunidad reposaba sobre los religiosos o los curas que los
habían llamado. Ahora bien, estos últimos no podían asegurar a los maestros más
que un trato insuficiente, lo que en breve plazo, conllevaría al cierre de la escuela.
Para recibir subsidio del Estado, los Hermanos habrían debido poseer diplomas de
enseñanza; para adquirir estos testimonios les era
____________
(43) Rigault hace la siguiente anotación : «¡Qué tesoros, qué abnegación, fueron gastados por los Lasallistas en ese puerto de Liverpool en las inmensas dársenas, en los navíos y en los almacenes casi innumerables! Citación populosa, en donde millones de pobres con salarios irrisorios se amontonaban en las obras negras. Los Hermanos encontraron tareas conformes a las directivas de su Fundador y Padre, acompañadas estas de decepciones y de duras pruebas, todo esto fue una bella oportunidad al mérito». (En vol. VI, p. 240).
292
necesario inscribirse en un colegio que recibiera alumnos-maestros y seguir los
cursos; solución erizada por completo de dificultades para los Hermanos de cierta
edad, venidos de Francia (44).
A estos obstáculos se adjuntaba una deficiencia que influía no solamente
sobre las escuelas primarias, sino también en los cursos secundarios dados por
los Hermanos: se trataba de la dificultad que tenían los Lasallistas para hablar
ingles correctamente, con facilidad de palabra y de corrido. Para engalanar estos
diversos inconvenientes, todos de orden mayor, el remedio más práctico parecía
ser encontrar buenas vocaciones entre los alumnos ingleses. Entonces, se abrió
un noviciado anexado al Colegio de Clapham; de hecho, varios buenos reclutas se
presentaron pidiendo revestir las libreas de nuestro Santo Fundador. Pero como
se tenía enseguida la idea de enviarlos al noviciado de la calle Oudinot en Paris
para perfeccionar su información, estos jóvenes se aburrieron en ese lugar y
desalentados no perseveraron mucho.
El Instituto progresa lentamente
Hasta en 1880, el Noviciado de Clapham no había hecho más que vegetar,
a pesar del rápido incremento de la comunidad católica inglesa, debido al número
y a la calidad de las conversiones, la abnegación difícil de comprender de los
____________
(44) W. J. BATTERSBY (H. Clair Stanislas) : The La Salle Brothers in Great Britain.
293
Hermanos no suscitaba más que pocas imitaciones. Con razón los Superiores
pensaron que Irlanda católica podía convertirse en un vivero de vocaciones
Lasallistas. ¿No se podía seguir el ejemplo de los Hermanos americanos que iban
regularmente a reclutarse en Irlanda y que se agrupaban en Queenstown,
después de Cork, jóvenes inmigrantes deseosos de entrar en la Familia del Señor
de La Salle, quienes después eran llevados más allá del Océano? (45).
Fue así como en 1880, se abrió en Summer-hill, en la Diócesis de Elphin,
sobre el suelo de Irlanda, una escuela industrial a favor de los muchachos
desheredados del destino. Un noviciado se instaló al lado y, los novicios de
Clapham se reunieron pronto con los postulantes del país: primicias de una
cosecha cada vez más bella. Sin embargo las condiciones materiales de Summer-
Hill se estaban haciendo fuertemente deficientes, y sin esperanza de mejorar, no
tardó en levantarse la tienda de campaña para instalarse en Castletown, Conde de
Leix, residencia muy agradable, en hermosos lugares de pequeños valles y de
colinas, donde reinaba el silencio, la soledad y la tranquilidad.
____________
(45) El verdadero nombre de este pequeño puerto pesquero es Kobh (que se pronuncia COV), el rebautizaron con el nombre de Queenstown (ciudad de la Reina). Para el primer viaje de la Reina Victoria a Irlanda, la ciudad retoma su nombre antiguo en el momento en que Irlanda recobra su independencia.
294
El éxito se afirma
A partir de esa época, las vicisitudes del Instituto Lasallista en Inglaterra
comenzaron a atenuarse para desaparecer al final del siglo. Una ocasión muy
favorable se presentó pronto para atraer, sobre la Familia del Santo Institutor de
las Escuelas Cristianas, la simpatía y el interés del pueblo ingles. En 1884, se
abrió en Londres una exposición internacional que trataba sobre la higiene y la
salud; como esta manifestación científica tenía relaciones indiscutibles con la
pedagogía, se constituyó una sección con miras a la educación. Los Lasallistas
expusieron numerosos trabajos de los alumnos de sus escue las y colegios, que
subrayaban de una manera realista y práctica sus métodos de educación y de
instrucción. Obtuvieron un éxito real y los periódicos londinenses declararon que
nada era más notable, más sugestivo y más interesante. También, la atención del
público fue atraída fuertemente sobre nuestros dos establecimientos londinenses:
S. Joshep’s College de Clapham y S. Joshep’s Academy de la carretera de
Kennington.
Desde 1875, el Colegio S. Joshep de Clapham primer fundación de
Londres, recibía la fuerte impulsión de un personaje de gran valor, el Hermano
Potamian, de origen irlandés que había llevado muy lejos sus estudios, mientras
enseñaba en las escuelas Lasallistas de América, y había pasado brillantemente
su Doctorado en Ciencias. Guillaume Marconi, el genial italiano que en Inglaterra
había iniciado la provisión de ondas eléctricas, le solicitó su colaboración, la cual
295
le fue adquirida sin reserva. El Hermano Potamian ayudó también a Jhon Holland,
inventor del submarino, a resolver los problemas conexos al perfeccionamiento de
esta temible arma y trabajaron juntos durante cinco años. Lo que nos interesa
sobretodo aquí, es la fuerte impulsión que el Hermano Potamian dio al Colegio de
Clapham, primero como profesor y enseguida como Director; en tota l, durante 23
años. Como el número de los alumnos no cesaba de aumentar, el Hermano
Potamian trasladó su colegio al barrio de Tooting, donde construyó un espléndido
edificio escolar. En 1893, los superiores, querían retirarlo de un medio muy
vibrante y agotador; deseando también, permitirle seguir sus investigaciones
científicas y ampliar el campo de su apostolado; lo designaron para la Escuela
Normal de Waterford, en Irlanda, donde tomó posesión del pulpito de física y de
química.
Sin embargo, en el Colegio de S. Joshep de Tooting, antiguo Colegio de
Clapham, las epidemias repetidas hicieron disminuir el número de alumnos.
Después, se vendió el colegio para comprar en 1903, en Beulah Hill una bella
propiedad donde se erigió el colegio S. Joseph de Beulah Hill, que en nuestros
días disfruta de una notable prosperidad (46). En cuanto a S. Joseph’s Academy,
disfrutaba también de un bello reconocimiento, habiendo ampliado juiciosamente
sus programas, reclutaba un gran número de alumnos entre los hijos de la
pequeña burguesía. El artesano de estos éxitos era de Lorrain, el Hermano
____________
(46) Boletín H.E.C. 1947. Ver el artículo dedicado al H. Potamian, p. 218.
296
Acheul, venido muy joven a Inglaterra. Obtuvo el reconocimiento oficial para su
establecimiento y obtuvo numerosos éxitos frente a los jurados oficiales de los
exámenes. En 1886 S. Joseph’s Academy abandonó sus locales demasiado
vetustos y se estableció en Claredon-House en el mismo barrio, donde no cesó de
consolidar sus éxitos y su bella reputación.
Fuera de la capital inglesa, hemos visto que los Lasallistas, debieron
abandonar las brumas de Liverpool, dejando una excelente reputación de
educadores prudentes y abnegados; lo que les permitió ser calurosamente
acogidos cuando volvieron en el siglo XX. Esta bella reputación los había seguido
hasta Manchester, donde habían sido llamados por el Mons. Vaughan, quien les
confió una escuela llamada «aprobada» de 400 alumnos. Eran niños
indisciplinados que no habían recibido ninguna educación dentro de su familia,
pero no tardaron en volverse muchachos obedientes, trabajadores y animados del
mejor espíritu. Los Hermanos organizaron para ellos talleres en vistas de hacerles
adquirir una escrupulosa preparación profesional: costura, zapatería, escultura en
madera, carpintería, hojalatería, albañilería, jardinería, blanqueado de ropa y tejido
de punto. Una de las más importantes secciones era la panadería, de donde
salían para consumo y venta 4.000 panes por semana.
Los Hermanos les daban buen alimento, favorecían los juegos y la
natación. Ellos habían formado tres orquestas entre estos aprendices y los
preparaban para dar al público presentaciones teatrales: todas las cosas que
297
elevaban la moral y creaban un clima de alegría y de felicidad. Tal fue el milagro
realizado sobre estos niños a quienes les había faltado la educación familiar. En
Bradford, en el Condado de York, los Hermanos tomaron a cargo al final del siglo,
una escuela parroquial que contaba con 300 alumnos, también se instalaron
talleres de carpintería y ebanistería, además, los cursos de diseño, de francés y de
taqui-mecanografía eran dados durante el invierno a más de 80 jóvenes. Este
conjunto se complementaba por un círculo que comprendía alumnos y exalumnos,
teniendo por objetivo preservarlos del peligro de las malas compañías. Fue así
como sin dificultades, pero no sin sufrimientos, la Congregación de San Juan
Bautista de La Salle fue insertada en la labor colectiva de los católicos ingleses.
EN IRLANDA
Si este país de fe viva, proveía desde hacía más de veinte años numerosas
vocaciones a América del Norte y, enseguida a Inglaterra; convenía que la obra de
reclutamiento, tan bien lanzada, la aprovechara ahora para él mismo. También el
noviciado que venía de establecerse en Castletown iba, a partir de entonces
conjuntamente con el escolástico de Waterford, a formar numerosas generaciones
de maestros animados del más puro celo Lasallista y preparados para afrontar la
dura y meritoria labor de la enseñanza, ya fuera primaria o de un grado más
elevado. Sin tardar, fue necesario agrandar los edificios de Castletown agregando
una capilla con vastas dimensiones y un pequeño noviciado, obtuvieron así un
bello conjunto de una gran simplicidad de líneas, sin búsqueda arquitectural y
298
según la expresión de Georges Rigault «la casa Lasallista práctica y discreta,
rodeada de una huerta, de un vergel y de algunos macizos floridos tal como se
encontraban por toda Francia en esa época».
Sin embargo, la situación económica de la comarca lanzaba las llaves
responsables en un cruel aprieto, tenían dificultades para alimentar a los 50 o 60
pequeños novicios y a los 30 o 40 novicios presentes hacia 1890. El Hermano
Joseph, Superior General, decidió que el número de los sujetos en formación no
debía exceder las posibilidades del Distrito irlandés, y que el excedente sería
enviado a Paris y para culminar su formación; la suerte designaba quienes
regresaban a Irlanda y quienes serían dirigidos al Distrito de Paris (47). Entre
aquellos jóvenes Hermanos formados en Paris, quienes regresaron enseguida a
Irlanda, el Hermano Brendan Amedy debe ser señalado en razón de su alta virtud.
A los 25 años fue Director del pequeño noviciado de Castletown, y poco después
murió como los santos, a la edad de 27 años. «Él fue, afirma el Capellán de la
Casa de Formación, uno de los más santos y hasta el más santo de todos los
jóvenes religiosos que yo conocí» (48).
Bajo su influencia, las buenas vocaciones afluyeron en Castletown, de
manera que de 1881 a 1900 fueron capaces de aceptar, en resumidas cuentas, 16
____________
(47) Archivos Casa-Madre. Documento LIH2. (48) Reseña sobre el Hermano Brendan Amedy, editado por la Casa San Joseph, Lembecq-Lez-Hal.
299
solicitudes de apertura de escuelas, una cada año. Esos establecimientos eran
escuelas primarias en las cuales el trabajo intelectual, el hábito de las buenas
costumbres, el estudio del catecismo y la cultura de la piedad, fueron honoríficos.
¡Qué asombroso, si numerosas vocaciones sacerdotales entre las cuales varios
obispos, religiosos de varias órdenes y de los Hermanos de las Escuelas
Cristianas, pudieran ser cultivadas!
Una nota especial se debe señalar aún, es el cuidado de los Hermanos por
procurar la educación cristiana, el conocimiento de la religión dado a pequeños y
numerosos niños a los cuales la pobreza de sus familias les impedía ir a las
escuelas de los Hermanos, ya fuera porque no tenían ropa apropiada o porque
estaban obligados a ayudar a sus padres en la práctica de oficios fáciles pero
pobremente retribuidos en las fábricas. Los curas, los obispos se mostraban
agradecidos porque los Hermanos tomaban estos niños aparte para darles
algunas lecciones y prepararlos para su primera comunión. En esos años Irlanda
sufría las ansias de la hambruna (49).
No solamente los Lasallistas se consagraban de cuerpo y alma al pueblo,
sino también su gran deseo era fundar una escuela normal para procurar una
buena educación y formación religiosa a los niños que ellos mismos no podían
alcanzar. Encontraron enormes dificultades desde el punto de vista administrativo,
____________
(49) Memoria histórica sobre Irlanda.
300
cerca de la oficina de educación, pero la Providencia les hizo superar gracias a la
influencia de Sir Patrick Keenan, ferviente católico Comandante de las ordenes de
San Michel y San Georges. Gracias a él fundaron la Escuela Normal de Waterford
nombre que ya apareció en este relato y que fue ubicado bajo el patronado de
Notre-Dame de Mont-Carmel. En principio alojada en los edificios provisionales
para luego instalarse en 1894 en un magnifico edificio. En ese mismo año contaba
con 20 estudiantes, varios de entre ellos ya habían ejercido como monitores
durante tres, cuatro o cinco años en las escuelas públicas. Se presentaron como
candidatos a los exámenes de entrada, lo que explica la reputación que
acompañaba a los Hermanos de San Juan Bautista de La Salle y la estima que
sus métodos inspiraban. Sin decir que la pedagogía y la metodología se
encontraban en el programa y que el estudio era profundizado, también
enseñaban las «Doce virtudes de un buen maestro» famosa obra Lasallista.
Los profesores formados en Waterford obtenían inmediatamente empleo,
no solamente en Irlanda sino también en Inglaterra. La divisa de la escuela normal
«Excelsior» acordaba muy bien con «Signum Fidei» y la estrella que adornaba el
gran pórtico de la escuela normal (50). En poco tiempo, Irlanda conquistó un bello
lugar en la Familia Religiosa de San Juan Bautista de La Salle.
____________
(50) BEC, 1909, pp. 300-310. Importante artículo sobre la Escuela Normal de Waterford.
301
EN ESPAÑA
Abordando el capitulo de España Lasallista nos preguntamos ¿cómo los
hijos del Señor de La Salle no atravesaron los Pirineos con la misma viveza del
Hermano Philippe, que en la víspera de su muerte tenía en su activo 776
Comunidades fundadas en Francia y 276 fuera de ella? España, país
eminentemente católico no tuvo Hermanos sino después de Suiza, Alemania e
Inglaterra en donde dominaba el protestantismo. La cuestión es realmente difícil
de resolver cuando hablamos de España ¡tierra de santos y misioneros! Sin duda,
se piensa también durante este turbio siglo XIX en los Carlistas y en los Cristinos,
en la guerra fratricida de 1834 a 1839… En el segundo levantamiento carlista de
1848 en la revuelta militar de O’Donnel en 1854… En el «Pronunciamiento de
Prim» en 1866 y en la derrota de los Carlistas en Estella en 1874. ¿Pero Francia
no conoció la gran revolución, ni las revoluciones de 1830 y de 1848 así como los
desordenes del municipio en 1870?... De cualquier modo, frente a las solicitudes
presentadas que fueron dirigidas en diversas reanudaciones al Hermano Philippe,
Superior General -notablemente en 1866– él siempre contestó de una manera
tardía (51).
El honor y la alegría de introducir el Instituto en España fueron reservados
____________
(51) Archivos Casa-Madre. Documento LIh2 : acerca de la introducción de los Lasallistas en España, ver RIGAULT, VIII, p.296, todo el inicio del capítulo V. Ver también el Hermano CLAUDIO GABRIEL, La Obra Lasallista en España, passim.
302
para el mismo Hermano Irlide. La firmeza de carácter de este jefe prestigioso
recordaba, decían, el granito de los montes Pirineos lugar de su nacimiento; y su
grandeza de espíritu hacia pensar en los magníficos horizontes que se descubren
en lo alto de sus cumbres (52). A los treinta y ocho años, llegó a Bayonne con el
titulo de Visitador de un nuevo distrito. Cuando soplaba el viento del sur y cuando
las montañas de España parecían aún más cercanas y cuando el aire que las
bañaba era transparente, él soñaba con la conquista pacifica de ese país tan
profundamente cristiano. «Yo tenía los ojos sobre España, exclamaba más tarde,
me parecía que haríamos mucho bien, pero para ir debíamos ser conocidos y yo
creo que el mejor medio para llegar, era fundar un internado en Bayonne (53) que
ubicado en la frontera, atraería numerosos alumnos de la península. Y ahora el
objetivo es alcanzado. El Internado San Bernard produjo el resultado que yo había
esperado, podría desaparecer sin tener ninguna añoranza de haberlo fundado»
(54).
Todos los obstáculos fueron levantados en 1877, por el Hermano Irlide
siendo Superior General. En efecto, el rey Alphonse XII, por el Ordenamiento Real
del 12 de diciembre de 1877, autorizó la entrada de los Hermanos de las Escuelas
Cristianas en su reino, permitiendo a Doña Ernestina de Villena, hija del Marqués
____________
(52) Hermano IRLIDE, Reseña necrológica, 1884.
(53) Boletín H.E.C. 1953, P. 77. (54) BEC 1909, P. 289. Boletín H.E.C. 1909, p. 294. RIGAULT, VIII, p.308, passim.
303
de Casa Real, llamarlos al Orfanato del Sagrado Corazón que ella había fundado
en Madrid (55).
El 25 de febrero de 1878, el honorabilísimo Hermano Irlide y el Hermano
Calimer, Visitador de Bayonne, acompañaba hasta San Sébastien –19 kilometros
más allá de la frontera– los cuatro primeros Lasallistas que iban a ejercer su celo
en tierra Española. Eran los fundadores del nuevo Distrito de España, que fueron
recibidos en la capital por las damas padronesas del Asilo del Sagrado Corazón, y
por varios exalumnos del Internado San Bernard de Bayonne, que pertenecía a las
clases dirigentes y a la nobleza española (56). El éxito de los Hermanos fue
inmediato; y fue necesario el envío de un nuevo equipo, en seguida el refuerzo
llegó, y se abrió la escuela llamada la Inmaculada. Por otra parte, desde el año de
1879 no tardaron en aumentar la lista, primero con la escuela llamada San
Sebastián. También, el honorabilísimo Hermano Irlide resolvió enviar a España un
hombre de un valor sin igual, en calidad de Visitador: el Hermano Justinus Marie,
Director de Pau, religioso de un alma muy alta, educador y administrador de gran
envergadura.
La obra del Sagrado Corazón fue tan prospera que rápidamente se
procedió a su ampliación. En 1880, el rey Alphonse XII, acompañado de su
____________
(55) Orden Real del 22 de octubre de 1866 : BEC, 1909, p. 294. RIGAULT, VIII, p. 308, passim. (56) BEC, 1909, p. 87. passim.
304
esposa, la reina Maria Cristina y de toda la familia real; colocó la primera piedra en
las nuevas construcciones, previstas para trescientos huérfanos (57). No había
transcurrido un año cuando la nueva escuela fue confiada a los Lasallistas en la
capital. Debía su fundación a la Condesa Armildez de Tolède en el barrio popular
de Chamberi. A partir de ese momento las fundaciones iban a suceder a una
cadencia extraordinaria hasta el fin del siglo XIX (58).
Entre estas escuelas madrileñas señalaremos aquellas de las Peñuelas, de
Santa Susana y de San Rafael, esta última dirigida por la Asociación de las
Damas de Madrid, reunían una numerosa población de niños pobres en el barrio
en donde la propaganda protestante que se mostraba audaz y arrogante, alentaba
la revolución de 1868. Además, los recursos eran poco abundantes, y un día la
Comunidad no tenía con que pagar la cena; el dinero faltaba también para pagar
el arriendo de las clases en cualquier apartamento y entonces era necesario
desalojar. Efectivamente durante varios días, se hizo la clase en la calle (sic) y la
preparación de 30 niños tuvo lugar en una cava, sin embargo, esos tiempos
heroicos duraron poco debido a que la Condesa de Torreanaz, viuda de un
ministro de justicia hizo construir un bello edificio para la escuela y la comunidad.
En Madrid, las escuelas Lasallistas brillaban en todas las direcciones y
____________
(57) La Obra Lasallista, p. 91.
(58) La Obra Lasallista, Capítulo VIII.
305
hasta los limites del país: en Lorca, en la provincia de Murcie; en Cadix y en Jerez,
en Andalucía; en esta última ciudad el Marques de Domecq, propietario de la
famosa marca de vinos de jerez penetrado de la importancia de la cuestión social,
fundó dos escuelas Lasallistas para los hijos de los obreros, con clases diurnas y
nocturnas. En la Vieja Castilla vemos los Hermanos llamados por la Marquesa de
Valderas para la dirección de una escuela de agricultura para los hijos de los
campesinos y de los huérfanos. Los instaló en el monasterio abandonado de la
Santa Espina, fundado en el siglo XII por San Bernard, Cura de Clairvaux, a favor
de su hermano San Nivard. En ese magnifico marco cisterciense con su iglesia
gótica de cinco naves, sus dos claustros, sus vastas extensiones de campo de
trigo, ¡Cuántos valientes obreros de la tierra no han sido formados por los
Lasallistas desde 1888! Bellas vocaciones nacieron para nuestro Instituto y para el
sacerdocio. Señalemos simplemente el cura Don Antolin Gutiérrez periodista y
escritor de talento.
A diez leguas de esta escuela de agricultura, Valladolid, capital de la Vieja
Castilla vio llegar los Lasallistas en 1884. Eran llamados por una gran cristiana
Pauline Harriet, originaria de los Bajos Pirineos en Francia. No solamente empleó
su fortuna en obras de caridad, sino que les dió catecismo a los obreros de su
importante fábrica de cuero y preparó sus hijos para la primera comunión.
También, fue feliz por obtener cuatro Hermanos de las Escuelas Cristianas que
instaló en una escuela que construyó y bautizó Notre-Dame de Lourdes.
306
Bajo la hábil dirección del Hermano Thionis llegado en 1887 (59), la escuela
conoció un éxito remarcable con sus clases gratuitas por un lado y sus clases
pagas por el otro. Hoy el colegio de Nuestra Señora de Lourdes con sus 1.500
alumnos y su escuela gratuita es uno de los más bellos de España del Norte (60).
Más arriba aún, en el borde del golfo de Biscaye encontramos una quincena de
casas Lasallistas. Era Bilbao y su importante cuenca minera, con tres bellas
escuelas, de las cuales el futuro Internado Santiago Apóstol prosperó. Después,
encontramos la Montagne llamada de Santander con ocho escuelas Lasallistas
extendiéndose en dirección del oeste, algunas serán efímeras pero otras las
reemplazarán, van pronto a proliferar hasta en Asturias y en Galicia; antes de que
llegara la oleada de Hermanos franceses expulsados por la persecución combista.
En Asturias, también se encuentran bellos establecimientos, de los cuales los
gastos son asumidos por las compañías Mineras asturianas: Micres, la Felguera y
Ujo.
Sobre la ribera mediterránea las obras Lasallistas fueron también muy
prosperas. Gracias al impulso dado por los primeros Hermanos en Barcelona en el
curso de los veinticinco primeros años, quince escuelas funcionaron con un
rendimiento máximo, de las cuales seis se encontraban solamente en la capital
____________
(59) El H. Thionis venía de Mónaco en donde había introducido el Instituto Lasallista, era el hermano de sangre del Hermano Sédulis al cual ya habíamos encontrado en Egipto en su Escuela de Mamelucos. Eran hijos del general español de la Primera Guerra Carlista. Ver RIGAULT, VIII, p. 349. Reenvío. (60) La Obra Lasallista, p. 284. Ver también Cincuentena.
307
catalana. La primera en fecha, fue la de Condal, así llamada por el nombre de la
calle donde se instaló con fuerza en el décimo año de su existencia. En esta
época, fue un centro de educación de los más notables, sobretodo por la
enseñanza comercial tan útil en una ciudad de la importancia de Barcelona con su
puerto, lo más animado posiblemente de toda España. En Condal el espíritu
cristiano y proselitista eran muy activos no solamente entre los alumnos, sino
también, sobretodo, entre los ancianos; estos ¿No instalaron en las Cortes, a las
afueras de Barcelona un patronado obrero completamente a la vanguardia de la
Acción Social? Su sucursal fue la escuela gratuita fundada en 1887. Fue allá
donde funcionó la bella obra de catequistas voluntarios, fue allá también, en donde
las vocaciones sacerdotales y religiosas germinaron magníficamente.
En Barcelona en el Externado Condal y su clientela popular se erigió a partir
de 1889, el célebre Colegio de la Bona-Nova. Espléndida institución de bella
arquitectura con alumnos internos, seminternos y externos. El edificio, erigido por
el Hermano Visitador Lange fue uno de los más bellos y armoniosos de Barcelona
y uno de los mejor situados en el seno de un parque opulento. Los estudios eran
serios, los programas bien incorporados con vistas a la enseñanza secundaria
moderna y cursos comerciales. Allá también la Asociación de Exalumnos tomó por
ideal la práctica religiosa y las obras de caridad. En el transcurso de una sesión
literaria dada por los grandes alumnos, el Obispo de Barcelona que la precedía
confesó que los discursos pronunciados por los antiguos estaban impregnados del
más puro cristianismo, del más ardiente celo apostólico y de una exquisita caridad
308
respecto al prójimo. Manlleu abierto en 1880, en Cataluña central, fue un internado
que dio no solamente una enseña general a los hijos de los cultivadores
acomodados, sino también la enseñanza gratuita a los pobres; se contaban 53
internos, 48 externos y 200 alumnos gratuitos; además, 80 jóvenes que
frecuentaban la escuela dominical ¡Qué magnifico cuadro! Otras trece fundaciones
son para señalar, de las cuales hay cuatro en la misma Barcelona, al lado de las
tres ya mencionadas, y nueve en el resto de la provincia. Nombremos
simplemente, Cassà de la Seva, que se llenó completamente de alumnos desde el
primer día. Terminemos este notable listado con Cambrils, abierta en el final
mismo del siglo XIX, en una bella propiedad con 200 alumnos gratuitos. Cerca de
ellos se instaló un pequeño noviciado y un escolástico, el noviciado no vendrá más
que en 1928.
Y fue así como la obra Lasallista prosperó en España. El Distrito Español
debió dividirse en dos, desde el año de 1892, por la creación de un Distrito de
Barcelona al lado del de Madrid. En 1904, las dos provincias Lasallistas contaban
con 55 casas y 478 Hermanos, ya fueran franceses o españoles quienes dieran la
educación y la instrucción a 13.498 alumnos. ¡Espléndido resultado adquirido en
un cuarto de siglo! Tal fue la obra cumplida en un tiempo record por el primer
Visitador de España, el Hermano Justinus Marie. Cuando el Hermano Irlide lo
había acompañado más allá de los Pirineos, le dijo en la estación de San
Sebastián: «Mi muy querido Hermano, sea a partir de ahora un buen español». El
Hermano Justinus Marie se reveló maravillosamente fiel a su palabra de orden.
309
Con su alma muy alta y gracias a su exquisita bondad, se mostró como un
administrador y organizador de gran envergadura, mereció no solamente la
estima, sino también y sobretodo el apego de los Hermanos españoles quienes
tuvieron siempre su memoria en bendición (61).
Los Hermanos franceses, fundadores del Instituto en España, originarios en
su mayoría de los distritos situados en el borde de los Pirineos: Bayonne,
Toulouse, y Béziers; se apegaron fuertemente a su patria adoptiva. Hasta su
muerte, ellos trabajaron con celo y con amor, instruyendo con cuidado y con
inteligencia la historia de ese gran país; penetrándose de su espíritu, celebrando
sus grandezas, vibrando según las modalidades de sus esperanzas y de sus
duelos. También cultivaron las vocaciones Lasallistas que ellos dirigían en el
noviciado español y en el de Fonseranes, cerca de Béziers, donde los futuros
profesores antes de volver a su propio país para enseñar allí a sus compatriotas,
adjuntaban a su propia cultura, la cultura del país de su Santo Fundador, San Juan
Bautista de La Salle (62). Fue así como en 25 años, 174 Hermanos de
nacionalidad española se formaron en este centro francés de Fonseranes. Por otra
parte, otro noviciado funcionaba al mismo tiempo en la capital española preparado
para un pequeño noviciado y terminado para un escolástico. En esa primera casa
española de formación, en el barrio de Santa Engracia, ¡cuántos jóvenes fueron
____________
(61) La Obra Lasallista, u. 349. (62) BEC, 1912, página 24. Ver también RIGAULT, Vol. VIII, p. 359, passim.
310
preparados en el fervor y la generosidad para convertirse en cimientos sólidos de
la obra Lasallista con una regularidad sin fisura que caracterizó siempre a los
Hermanos de ese país! En 1892, el Hermano Justinus Marie, queriendo alejarse
de la ciudad y la agitación de estos jóvenes, aprendices en formación, los llevó a
la Vieja Castilla, no lejos de Burgos, en un ambiente de montañas llenas de
grandeza. Era un antiguo monasterio de Premontreses construido en el siglo XII,
que una completa reconstrucción dejó como nuevo, inteligente restauración de la
capilla bajo el cuidado del honorabilísimo Hermano Joseph, Superior General, que
hicieron de Bujedo la joya del Instituto en España. También, en 1892, los novicios
venidos de Madrid, después los escolásticos y enseguida los pequeños novicios,
estaban maravillados. De 1892 a 1905, se recibieron 600 aspirantes Lasallistas.
311
CAPITULO XII
EN AMÉRICA DEL SUR
EL ECUADOR
En 1861, García Moreno, con alma de fuego y voluntad de hierro, triunfó en
la guerra civil que desolaba el Ecuador. Elegido Presidente de la República, entró
en la vía de las reformas y se atrevió a tratar decididamente el tema de la
educación. Ahora bien, en ese dominio, todo estaba por ser creado, católico
ardiente y convencido, recordó a los jesuitas, que las facciones partidistas los
habían expulsado, y les confió la enseñanza secundaria. Solicitó al Hermano
Philippe tan pronto como fue posible, los Hermanos que beberán crear en el
Ecuador la enseñanza popular y cristiana. Gestión apremiante y acento
convencido.
El corazón del Superior General se encogió pensando en estas vastas
extensiones de América del Sur donde tantos niños estaban como ovejas sin
pastor. Para sus almas era urgente encontrarse en contacto con los profesores
religiosos que desarrollarían sus jóvenes inteligencias, en las que lanzaron en sus
corazones la semilla de la verdad. También, sin tardar puso un equipo al estudio
de la lengua castellana y desde el año de 1863, envió a García Moreno una
decena de Hermanos quienes después de una interminable navegación,
312
desembarcaron en Guayaquil, puerto de la República Ecuatoriana (1). Situada en
el fondo de una inmensa bahía, esta ciudad fue edificada sobre lo que las
personas del país llaman las tierra caliente, allá donde castigaban aún duramente,
en la mitad del siglo XIX, las fiebres endémicas. El Hermano Albanus, Visitador y
Director dejó allí tres de sus Hermanos para abrir una escuela; estos no tardaron
en contraer las fiebres malignas y, fue en el hospital donde ellos tuvieron el primer
contacto con el país destinado a convertirse en el campo de apostolado.
Otros tres se atrevieron a las rutas difíciles de la montaña, y después de
una ruda cabalgata de ocho días, llegaron a la Cuenca, en el centro del plato
andino. Inmediatamente abrieron una escuela gratuita donde los niños acudieron
numerosos. Si la gran mayoría pertenecía a las clases laboriosas, había también
entre ellos hijos de familia, tal como el joven Francisco Febres Cordero, nieto del
General León Febres Cordero, uno de los héroes de la independencia
ecuatoriana. Él admiró prontamente la abnegación de estos maestros extranjeros
y solicitó convertirse en uno de ellos, se llamará Hermano Miguel, quien recorrió
una bella carrera de profesor y de santo (2).
Pero el Hermano Albanus con el resto de la pequeña tropa había tomado ya
el camino de la capital. Después de una dura navegación sobre el río Babahoyo,
____________
(1) Archivos Casa-Madre. ID9, ID11, BEC, 1913, p. 348, passim. (2) BEC, 1923, p. 235. Proceso informativo sobre las virtudes del Servidor de Dios, Hermano Miguel.
313
debieron montar a horcajadas en los caballos para una larga trayectoria a través
de los altos valles y montañas abruptas. Era la temporada de las lluvias
torrenciales que cambiaban los caminos en senderos peligrosos y a menudo las
cabalgaduras se deslizaban de sus cuatro herraduras y los jinetes se arriesgaban
a accidentes mortales a cada paso. Llegamos finalmente a Quito, 2.850 metros
por encima del nivel del mar, noble capital de clima suave y agradable,
pintorescamente y escalonada sobre las últimas pendientes del monte Pichincha
del cual la cumbre se eleva a 4.797 metros.
Desde el principio la escuela Lasallista reunió 350 alumnos, cifra que no
cesó de aumentar hasta sobrepasar los mil. En vista de esta afluencia sin
precedente, el Gobierno transfirió la escuela a la gran obra de un antiguo convento
llamado el Beaterio en nombre de ciertos religiosos caprichosos o beatos. Un
noviciado le fue adjuntado durante algún tiempo solamente, su prosperidad lo
obligó a ser transferido al barrio del Cebollar. Tales resultados eran un gran
consuelo para el Hermano Visitador Albanus del que la santidad, sin embargo, se
veía seriamente estremecida. La enfermedad agregó su peso a esta labor
cotidiana, junto con los largos viajes ocasionados por la visita a comunidades y, es
necesario decirlo, las privaciones que imponían una pobreza rigurosa. Cinco años
después de su llegada sobre este lejano campo de apostolado, sucumbió
ofreciendo su vida a la prosperidad de las obras Lasallistas. Sus sucesores en la
dirección del Distrito llevaron también, una vida dura, ya que a las preocupaciones
del gobierno de las escuelas se agregó la fatiga de los viajes de visita: más de dos
314
mil cuatrocientos kilómetros a caballo por los caminos difíciles. Sin embargo Dios
no abandona sus fieles servidores y recompensó su celo con un incremento de
escuelas. En 1869, fue la fundación de Lacatunga, los alumnos eran muy
numerosos, estudiosos, dóciles y muy piadosos también. No fue asombroso que
las vocaciones eclesiásticas y sacerdotales nacieran en número. Se debe decir
tanto como de las secuelas de Guaranda, Jipijapa, Pasto y Loja; en esta última
ciudad, el entusiasmo era tan grande que los alumnos viviendo lejos en el campo
llegaban a la escuela hacia las tres de la mañana llevando con ellos una cobija
para dormir, esperando la hora de clase (sic). Suaves, sumisos, juiciosos y
estudiosos, dice la crónica de la época, pobres y caminando con los pies
descalzos en esos tiempos pasados, ellos eran por su buena voluntad y su
simplicidad, tal como los Hermanos los podían desear (3).
Sin embargo, los refuerzos vinieron de Francia y también de Estados
Unidos y de Canadá. Esto explica la fundación de un establecimiento a favor de la
niñez delincuente patronado por el Gobierno y que se designó bajo el nombre de
Protectorado Católico por analogía del Proctectory de Nueva York. Un gran bien
fue realizado allí durante varios años; los jóvenes que pasaron por ese lugar
adquirieron una sólida instrucción, el conocimiento de un buen oficio que les ayudo
a hacer su camino en la vida. Los Hermanos canadienses Telew y Marcian fueron
____________
(3) Archivos Generales. Gran cuaderno verde sobre algunas Comunidades. (1863-
1900). Sin paginación.
315
los Directores de ese establecimiento, y hacían reinar la piedad entre los alumnos
y también entre los contramaestres y los directores civiles. El Hermano Victorian
Of Mary, también canadiense, era un relojero con la más notable habilidad, capaz
de fabricar un reloj con todas sus piezas. Debemos señalar aun el Beaterio con
sus centenares de alumnos nocturnos. En el programa general se adjuntaban las
nociones de comercio así como un curso superior de fin de estudios. También,
esta notable obra tuvo los honores de una citación a la Asamblea Nacional con un
elogio bien merecido.
A este cuadro general de los primeros trabajos Lasallistas en el Ecuador
conviene agregar la obra de obras, que fue la escuela normal. La escuela normal,
en efecto, cuando era católica, multiplicó casi hasta el infinito los buenos
resultados obtenidos en la población infantil por una educción seria y cristiana; es
lo que los Hermanos del Señor de La Salle comprendieron maravillosamente, pero
que no pudieron aplicar en todas partes. En el Ecuador, gracias al encuentro de un
Jefe de Estado genial y de los Lasallistas, gracias sobretodo a un Hermano dotado
de cualidades notables, el Hermano Yon Joseph, este maravilloso instrumento de
formación civil y cristiana se realizó durante un periodo demasiado corto
¡desgraciadamente!, así fue completada la formación religiosa y pedagógica de los
jóvenes Hermanos ya que pasaban por las escuelas normales de los profesores
del Estado donde se formaban los maestros laicos, sobre el modelo trazado por el
Señor de La Salle, en los seminarios de maestros de escuela por la campaña.
En 1913, durante las Fiestas del Cincuentenario de la llegada de los Hermanos al
316
Ecuador, monseñor Manuel Elicio Flor afirmaba en un notable discurso: «Los
Hermanos han formado los mejores profesores» -¡Qué homenaje a la obra cultural
cumplida por este medio!- sí, ellos dieron las primeras nociones de saber a
aquellos que se convirtieron en los hombres mas notables en la magistratura, en el
Episcopado, el Clero y la Armada. Depositaron la semilla de la probidad cristiana
en el pecho de nuestros valientes artesanos y obreros, para decir todo, les
enseñaron a defender sus propias convicciones sin miedo ni indecisión: «¡lo que
equivalió a encerrar para siempre, el pueblo de los ecuatorianos en la urna
resplandeciente de la gloria!» (4). Lenguaje poético, sin duda, pero tan convencido
y agradecido de la época de Bodas de Oro en 1813. Y he aquí ahora cincuenta
años más tarde las palabras pronunciadas delante de una inmensa multitud de
donde se tenía el Hermano Nicet Joseph, Superior General: «Es con melancolía
que hablamos de lo que no duró mas de cinco años, y que había podido continuar
por siempre, debido a que esta planta vigorosa fue brutalmente arrancada. Se
trata del primer intento efectivo y serio que el Hermano Yon Joseph tentó con éxito
en el sujeto de la cultura de la raza indígena del país. En 1871, estableció la
escuela normal indígena (para los Indianos) que se llenó de alumnos (de piel
cobriza) venidos de Saraguro, Otavalo, Perucha y Arbato. Desde el año 1874, los
cinco primeros alumnos normalistas indígenas, recibieron su diploma de profesor,
para la enseñanza de sus congéneres indianos. Obra magnifica, pero al día
____________
(4) BEC, 1913, p. 346. Ver también : Cien años de labor Lasallista en el Ecuador,
por el H. GERMAN REMY PASCAL.
317
siguiente, destruida por la revolución que asesino a García Moreno» (5).
Sí, el primero de enero de 1885, cincuenta y tres Hermanos instruían más
de 4.600 niños aprendices y jóvenes, sin contar los alumnos-maestros de la
escuela normal española y de la escuela normal indígena. Al mismo tiempo, el
noviciado fue provisto de sujetos de los cuales varios eran notables por su piedad
y sus virtudes pedagógicas. Entre aquellos años precedentes se distinguió un
buen hombre, el Hermano Miguel, que pertenecía como ya lo hemos dicho, a una
de las familias más distinguidas de Cuenca y de todo el Ecuador. A partir de 1868
ocupó alternativamente a satisfacción general, los puestos de profesor, inspector,
auxiliar de los capellanes, pro-director y director. Sus doctos trabajos le valdrán
para ser elegido en la Academia Ecuatoriana sin que hiciera candidatura, más
tarde, será invitado por los superiores para representar en Roma a sus colegas,
cuando se realizó la beatificación del genial Fundador del Instituto Lasallista, Juan
Bautista de La Salle. Más tarde aún será asignado a la Casa-Madre de Lembecq-
Lez-Hal, después al Noviciado de Premia de Mar en España en calidad de
profesor y escritor. Es allá donde murió en estado de perfección cristiana (6).
Después cuando en 1936, las hordas revolucionarias quisieron quemar su cuerpo,
una intervención del embajador ecuatoriano impidió esta profanación; y los
preciosos restos serán trasladados al Ecuador esperando los honores de los
______________
(5) Boletín H.E.C. 1963, p. 238. Ver también H. GERMAN REMY.
(6) Biografía del H. Miguel por el H. PAUL JOSEPH, 1913.
318
altares. ¡Pero anticipemos, y vengamos a la tragedia que iba llevar la
consternación de la Republica del Ecuador y del Instituto Lasallista! En agosto de
1875, García Moreno cayó bajo el puñal de un asesino sobornado por las logias
masónicas y los ateos. Él expiró diciendo: «¡Dios no muere!».
Su sucesor inmediato, el Presidente Borrero, pertenecía también al
catolicismo. Él les aseguró a los Hermanos que nada sería cambiado en la
conducta del Gobierno a su respeto. Era, de otro modo, un amigo personal de la
familia del Hermano Miguel. Pero pronto sobrevino un sismo político y el general
Veintimila, partidista y sectario contra Borrero, tomó su lugar e instauró la era
nefasta del militarismo. Era el tipo de mercenario preparado para echarle mano a
cualquier cosa. Hizo reinar el terror, franqueó la universidad pública y la escuela
politécnica. Sin embargo, el Hermano Visitador Yon Joseph, bajo la orden del
Hermano Irlide, se dirigió a Chile donde el Instituto e ra solicitado para establecerse
y el Hermano Yon fue a negociar con Mons. Valdivielso, Arzobispo de la capital,
en Santiago. Éste solicitó a los Hermanos por su Diócesis, lo que fue muy
interesante en el momento cuando en el Ecuador, el suelo parecía faltar bajo los
pies de los Lasallistas. El Hermano Yon fue recibido con los brazos abiertos y
ganó inmediatamente la amistad del Arzobispo, también tres fundaciones fueron
decididas: Los Talleres, la Obra Pía Zambrano, y una escuela solicitada por el
cabildo metropolitano. Con la invitación del Hermano Irlide, partió en un largo viaje
de Paris donde debió rendir cuenta de la situación de Ecuador y de Chile y tomó la
cabeza de un grupo de misioneros que llevará dentro de la región Sudamericana.
319
También, el primero de febrero de 1877, escribió una carta plena de entusiasmo a
Mons. Valdivielso para anunciarle su próxima llegada en barco hasta Colon, y por
el barco de cabotaje del Pacifico, hasta el Ecuador y Chile (7).
Pero un evento inesperado que modificó radicalmente la situación se
produjo. En Colon, un telegrama esperaba al Hermano Yon Joseph que le
ordenaba volver a Paris, dejando a los misioneros continuar hasta el Ecuador y
Chile. Mientras tanto, el Hermano Irlide escribió a Mons. Valdivielso que «los
acontecimientos sobrevenidos de orden público en el Ecuador y las relaciones que
los Hermanos Yon habían hecho con García Moreno y con Borrero, su sucesor, no
permitían –según lo que se le escribió– que este Hermano continuara
administrando la Provincia del Ecuador» (8). No sabemos sobre la entrevista del
Hermano Yon Joseph con el Hermano Irlide y los asistentes, no conocemos de
ello más que el epílogo, cortando como una cuchilla. Es Rigault quien lo señala,
casi escondido debajo de lapágina 238 del volumen IX de la Historia del instituto,
Su reenvió fue así, redactó: «El Hermano Yon Joseph fue, en ese año de 1877
reenviado del Instituto». Texto exacto de la ficha comunicada por el servicio
administrativo de la Casa-Madre, laconismo y silencio total que nos ha llevado a
hacer largas y difíciles búsquedas. Hemos sido recompensados entendiendo que
el Hermano Yon Joseph, cesó de pertenecer al Instituto, entró a la abadía
____________
(7) Documento de Chile. Correspondencia. (8) RIGAULT, VI, pp. 335-338. Archivos Casa-Madre. Correspondencia de Ecuador y de Chile.
320
cisterciense de Bornhem, en Bélgica, y que recibió allí el sacerdocio, y se convirtió
en maestro de novicios y que murió piadosamente el 5 de noviembre de 1896 (9).
Volvamos al Ecuador donde muy alegremente los Conservadores volvieron
al poder en 1883 y conocieron un periodo de estabilidad que duró doce años.
Nuestras obras continuaron desarrollándose tan bien que el Beaterio de Quito
contó 1.600 alumnos repartidos en 20 clases que dirigían 35 Hermanos. Se tuvo
de nuevo el derecho de formar los profesores del Estado y de deliberar los
diplomas. Allá no se limitó el celo de los Lasallistas, ya que, el Hermano Angel,
Visitador, organizó en Cebollar un instituto de enseñanza secundaria. En cuanto al
noviciado, si había sufrido mucho durante el periodo anterior y, si el número de
____________
(9) Es gracias al Sr. Pierre Salvignol, de Revel en Haute-Garone, y alumno de los
Hermanos de esta ciudad, que pudimos encontrar la huella del Hermano Yon Joseph, quien era su tío mayor. Por medio del Sr. Salvignol nos enteramos que el Hermano Yon Joseph había partido hacía el Noviciado de los Hermanos a la edad de quince años y nunca regresó al lugar de su nacimiento. Sr. Salvignol sabía que su tío mayor era como un Ministro de Instrucción Pública en el Ecuador y que para la muerte de García Moreno debió huir y entrar en Europa. Se convierte en padre en la Abadía de Borhem, en Bélgica en donde murió en 1896, en el mismo momento de ofrecer una misa. El Sr. Savignol conserva una imitación de Jesucristo, con una linda dedicatoria, enviada por el Hermano a la familia. Esas informaciones nos permitieron dirigirnos a la Abadía de Flandre de donde el P. Archivista nos envió un recuerdo mortuorio del Padre Daidé, quien porta un currículo viate. Se dice que era Inspector General de las Escuelas del Ecuador y que García Moreno habiendo sido asesinado, el Hermano Yon Joseph debió desaparecer, que huyó a Inglaterra y que después entró en la Abadía de la Orden de Cîteaux de Bornhem cerca de Anvers (1878). Más tarde pronunció sus votos y fue ordenado padre. Después de esto lo nombraron Maestro de Novicios y murió el 5 de noviembre de 1896. Se debe señalar el detalle siguiente : «Huyó a Inglaterra», lo que nos indica el peligro que se planeaba por su cabeza y el cual se debía sustraer, por consiguiente lo escondieron muy bien en la Abadía de Flandre en Bornhem. Señalemos también el fragmento de la carta del H. Irlide al H. Floride, Procurador General, donde le solicita hacer relevar los votos al Hermano Yon : «Considero la retirada de los Hermanos de Ecuador» (Documento de la Procura General de Roma).
321
novicios había disminuido, aquellos que perseveraron eran de excelente calidad y
fue posible fundar las escuelas: Riobamba, Ambato, Tulcán y Azogues. Periodo de
calma muy corto, desgraciadamente, ya que en 1895 un pronunciamiento llevó al
poder un equipo de revolucionarios; las pasiones fueron sobrexcitadas y la
tormenta planeó de nuevo sobre los establecimientos católicos. Como el Estado
suprimió los subsidios que hacían vivir los establecimientos cristianos, las
escuelas populares de los Hermanos cesaron de existir; excepto aquellas de
Cuenca, de Latacunga y de Azoques, sostenidas por los católicos. En Quito, el
Beaterio había debido desaparecer por falta de fondos; pero fue sacado a flote por
la Mense (parte de los bienes territoriales de un obispo o de un monasterio)
episcopal y cambió su nombre por aquel de la Santa Familia. Sin embargo, el
número de los alumnos disminuyó y la escuela normal fue cerrada al mismo
tiempo que la escuela secundaria, en total ocho escuelas habían sido suprimidas y
más de 4.000 niños, dispersados. El número de los Hermanos se reducía a
sesenta, casi todos ecuatorianos; los otros pasaron a Colombia o a Chile.
Los Superiores se la Congregación fueron profundamente afligidos por
estos acontecimientos que vieron, sin embargo, a la luz de la fe, pensando que a
la vista de Dios la persecución seria útil al Distrito ecuatoriano (10). El papel divino
del dolor, escribía el Hermano asistente Narcellien, ¿no nos compromete a dar
____________
(10) Archivo General. Documento IDI9. Carta del H. Asistente Narcellien al H.
Imélius, en Quito.
322
una formación más religiosa a nuestros jóvenes novicios, no nos obliga a
limitarnos a las obras que son muy nuestras, es decir, las escuelas gratuitas para
los niños pobres? El Distrito vivió así pues una disminución, y el cuidado de los
novicios fue confiado al Hermano Miguel y se abandonaron a la Providencia de
Dios que no falta jamás a sus fieles servidores. Pronto, en efecto, ella iba a dar su
respuesta enviando al Ecuador un personal de numerosos Hermanos desterrados
de Francia por la persecución combista, mientras el clima político había vuelto a
ser favorable para los hijos de San Juan Bautista de La Salle.
EN CHILE
La dirección de una escuela de aprendizaje ofrecida a la Congregación
Lasallista en 1877, llevó a los Hermanos a Chile. Al comienzo ellos no poseían
más de tres casas bajo la dependencia de un Visitador Auxiliar compartiendo la
autoridad del Hermano Bernon Marie, Visitador General para la América española.
Chile es una estrecha banda de tierra que termina en el borde del Océano
Pacifico, a lo largo de la cadena de los Andes después de los fuegos del trópico de
Capricornio hasta los hielos del círculo polar del sur. Con su superficie que
sobrepasa la de España, no faltan recursos naturales ni una población industriosa
y valiente. En la época que nos interesa, esta era la tierra «Lasallista» más alejada
de la Casa-Madre de la calle Oudinot. ¿Fue por una razón de distanciamiento que
el Hermano Philippe, quien sin embargo tenía tantas fundaciones distantes en su
activo, se hizo el de la oreja sorda frente a todas las proposiciones que le fueron
323
hechas para instalar allí a los Lasallistas? Ya lo había hecho en 1852, en 1861, en
1863 y lo haría aún varias veces más en los años siguientes. Pero las
negociaciones se reiniciaron a finales de 1874; y apenas elegido por el Cabildo
General de 1875 el Hermano Irlide, que no le asustaba que sus discípulos hicieran
grandes distancias, realizó un acuerdo de principio; y en 1876 le ordenó al
Hermano Yon Joseph, Visitador del Ecuador, dirigirse a Valparaíso; después a
Santiago en compañía del Hermano Adrian of Mary, Canadiense perteneciente al
Protectory de Quito. El Hermano Visitador fue encargado de los tratos
preliminares, acepto tomar a cargo la casa llamada «Talleres». Fue allá que los
colegas de las Conferencias de San Vicente de Paúl tomaron bajo su cuidado un
fuerte contingente de jóvenes huérfanos que además de la instrucción y la
educación aprendían un oficio en los talleres, bajo la dirección de un personal
especializado. Se ofrecía, por otra parte, en dos otros establecimientos: la Obra
Pia de Zambrano –es decir una obra de caridad– y otra escuela próxima a ser
fundada, que sería patronada por el Cabildo de la Catedral (11).
Pasados esos acuerdos, el Hermano Yon Joseph dejó al Hermano Adrian of
Mary en su sitio, y se embarcó para Francia, donde debía reclutar los Hermanos
ya fueran para Chile o para el Ecuador. Como fue dicho en el capitulo precedente,
reunió una decena de hombres y se embarcó con ellos en Bordeaux para el
Ecuador y Chile, vía Colon. Hemos contado también la odisea del Hermano Yon
____________
(11) Archivos Casa-Madre. Documento ABX.
324
Joseph, llamado a Paris para un despacho que los esperaba en Colon; donde dio
muestra de su sacrificio y aislamiento en el monasterio cisterciense de Bornhem
en Bélgica. El Hermano Aulin, uno de aquellos que acababa de ser reclutado en
Francia, debió reemplazarlo como Visitador del Ecuador y de Chile. En este nuevo
país Lasallista todo pasó muy bien: cuatro Hermanos tomaron a cargo el
establecimiento de los «Talleres de San Vicente de Paúl» y durante los 90 años
que los Hermanos dirigieron este importante establecimiento técnico y profesional
de primer orden, fueron conseguidos muchos éxitos; formaron generaciones de
huérfanos de los cuales hicieron hombres útiles a la sociedad y buenos cristianos;
y reclutaron muchas vocaciones religiosas y sacerdotales. La fisonomía de esta
casa era muy diferente a la del momento en que los Lasallistas entraron; esta casa
fue destinada a la juventud abandonada que se inclinaba hacia la anarquía. Sin
duda el personal de profesores y de contramaestres, a los cuales la sociedad
fundadora había recurrido, no les faltaba buena voluntad pero si autoridad, método
y sentido pedagógico; no supieron imponer una disciplina firme ni organizar el
trabajo. Por esta razón, la sociedad no alcanzaba sus objetivos y se endeudo para
la obtención de pobres resultados. En ese entonces no había dinero para restaurar
el edificio, adquirir material y pagar las ayudas competentes; fue a esa difícil tarea
que los Hermanos se consagraron con coraje. Sin embargo, pronto un refuerzo
llegó del Ecuador y de Francia y «Los Talleres» no tardó en convertirse en un
establecimiento notable (12).
____________ (12) Archivos Casa-Madre. Cuadernos chileno cotizados IDI.
325
En 1878, el Hermano Visitador Aulin, trajo del Ecuador un refuerzo de ocho
Hermanos, lo que le permitió reforzar el personal de los Talleres y organizar la
Casa de la Obra Pía Zambrano. Fue allá que instaló el noviciado con el Hermano
Théobald como Director; sin duda, los novicios no eran muy numerosos pero no se
tardó en recibir buenos reclutas, lo que permitió celebrar la primera toma de hábito
con dos novicios en 1879. Fue el Hermano Aulin quien los revistió de las libreas
Lasallistas. En ese mismo año abrió también la Casa de la Esperanza con tres
Hermanos, después volvió al Ecuador; por desgracia cayó enfermo poco después
de su llegada y entregó su alma a Dios, añorado por todos sus Hermanos. Fue el
Hermano Bernon Marie quien lo sucedió y no tardó en ser nombrado Visitador
General de los Distritos Lasallistas en la América española, ya que así como lo
veremos pronto, el Instituto de Juan Bautista de La Salle se estableció también en
Argentina y en Colombia. Durante varios años, no hubo nada nuevo para los
Lasallistas en Chile. En el último cuarto del siglo, un periodo turbulento acababa
de comenzar; en efecto, de 1879 a 1883, la Guerra llamada del Pacifico opuso
entre sí a los chilenos, peruanos y bolivianos. El pretexto de este conflicto era la
posesión de las minas de salitre que, entre el 18° paralelo Norte y el Trópico de
Capricornio, constituían una inmensa riqueza. Cuando a la paz fue reestablecida
con la prosperidad material –ya que Chile salió vencedor de la guerra– favoreció la
vida económica (13).
___________
(13) RIGAULT, IX, p. 271.
326
Cuando Valparaíso llamó a los Lasallistas (marzo de 1885), el clero y dos
sociedades católicas, de las cuales una estaba bajo el patronado de Santo Tomas
de Aquino, confiaron a los Hermanos una primera escuela en 1885, y otra en
1889. Los maestros, de los cuales algunos habían salido recientemente del
noviciado de Santiago, obtuvieron un éxito extraordinario, también les propusieron
aún en Valparaíso hacerse cargo de diez escuelas populares; pero en Paris se
creía que difícilmente podría reunirse un equipo semejante, lo suficiente
numeroso, hacerles aprender español y enviarlos a Chile.
El año de 1891 que vio la apertura de la Escuela San Luis en la capital, fue
marcado por una terrible revolución provocada por la política del Presidente de la
República, José Manuel Balmaceda: dos sangrientas batallas pusieron en marcha
los dos partidos, en Concón y en Placilla, cerca de Valparaíso. Los Lasallistas de
las dos escuelas de esta ciudad tenían la admiración general, ya que se
consagraron en recoger y curar los numerosos heridos. Es también en esta época,
que se puso a cargo de los Hermanos un establecimiento análogo a los Talleres
de la capital situado en Limache que comprendía desde el principio: una escuela
primaria, una escuela comercial y los Talleres. Tres años más tarde, Mons. el
Arzobispo confió un colegio, situado en la calle San Jacinto, a los Hermanos de las
Escuelas Cristianas que en principio fue simplemente una escuela elemental y
más tarde comprendió la enseñanza secundaria, allí fueron reservadas dolorosas
pruebas para los Hermanos de las Escuelas Cristianas, durante los primeros años
del siglo XX.
327
También en 1894, el noviciado fue transferido a una propiedad de más de
tres hectáreas situadas en las puertas mismas de la capital; bella maniobra, ya
que el lugar convenía con excelencia a una Casa de Formación y para una
estancia de reposo para los veteranos. Para terminar, se debe señalar la creación
de la Escuela Irarrazaval, anexa de los Talleres, a esta primera obra tomada a
cargo por los Lasallistas y que había adquirió una gran importancia; también
convenía adjuntarle esta escuela popular situada en un barrio en el que la
población no cesaba de aumentar y de contar una multitud de niños pobres y
abandonados. Finalmente, el Distrito de Chile, a pesar de su escasez de novicios,
mereció formar parte del Instituto y para el fin de siglo preparó mejores días (14).
EN LA REPÚBLICA ARGENTINA
En los últimos años del siglo XIX la República Argentina, tan grande como
un cuarto del territorio de Europa con sus ríos y sus montañas que se cuentan
entre las más notables de la tierra, con sus vastas extensiones que van desde las
regiones tropicales de Capricornio hasta los hielos polares del sur, con las
riquezas territoriales del suelo y del subsuelo se preparaba a jugar un rol
considerable en el mundo de los negocios. Una afluencia de inmigrantes
españoles, italianos y franceses –los vascos y los bearneses particularmente–
venían a traer una ayuda preciosa a esta joven nación conciente del rol que
____________
(14) Archivos Casa-Madre. Cuaderno IDI.
328
había sido llamada a interpretar. Los dirigentes políticos y los jefes de la Iglesia
Católica se preocupaban con razón por la educación que se daría a estas masas
de niños de razas tan diversas y por la educación familiar.
Fue el momento en que llamadas reiteradas llegaban a la Casa-Madre de
los Hermanos de las Escuelas Cristianas en París, en los años de 1876, 1879,
1880, 1882, 1887 y 1889; que una familia de origen ingles, los Armstrong, soñaba
con crear una escuela gratuita de Artes y Oficios a favor de los niños de clases
pobres. A estos hijos de humildes familias se dará una buena educación junto a
una sólida instrucción y una excelente formación manual. Precisamente los
Armstrong habían puesto los ojos sobre los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
También en 1889, los superiores del Instituto habían encargado al Hermano
Calimer de Jésus, Visitador del Distrito de Bayonne, de dirigirse a Argentina para
estudiar en ese lugar el asunto del establecimiento en proyecto; le dieron como
compañero de viaje al Hermano Jumaélien, del Internado San Joseph de
Toulouse, excelente religioso y maestro distinguido de una entrega notable. Estos
dos missi-dominici (latín, enviados del maestro) alcanzaron Buenos Aires en enero
de 1889 (15), la acogida que recibieron en los lugares eclesiásticos y religiosos fue
de las más comprometedoras. El Hermano Visitador se convirtió en anfitrión de los
padres del Sagrado-Corazón de Bétharram, muy conocidos por él porque tenían
en Francia su Casa-Madre cerca de dos escuelas del Distrito de
____________
(15) Archivos Casa-Madre. Documento IDI. Historia de la Fundación.
329
Bayonne: Baudreix y Coarraze, en frente de los Pirineos (16). En cuanto al
Hermano Juumaélien, se albergó en casa de los Lazaristas, discípulos de San
Vicente de Paúl.
La cuestión del proyecto de la Escuela de Artes y Oficios fue autorizada, en
conexión con los jesuitas y los herederos de la Casa Armstrong. El Hermano
Calimer, un hombre de negocios, vio enseguida que este asunto estaba lejos de
ser maduro: la liquidación de una herencia, antes de cubrir los gastos de la
construcción del Colegio y de la fundación de una Comunidad de Hermanos, había
en efecto, encontrado serias dificultades que no se podía esperar solucionar sino
hasta después de muchos años. Efectivamente no sería para el siglo XIX y no
intervendría más que en 1912, para la apertura de la Escuela de Gonzáles Catan.
Mientras que, en concierto con los padres jesuitas, el Hermano Calimer se empleó
en las laboriosas negociaciones de las que acabamos de hablar; el Hermano
Jumaélien, quien se alojaba en casa de los Lazaristas, se ofreció a dar su ayuda a
la Escuela San Vincent, que estos misioneros habían abierto en la calle Lorea,
donde se emplearon cinco profesores civiles, esta fue una manera muy elegante
de reconocer la hospitalidad que le era repartida tan generosamente. Sin embargo
los padres no tardaron en descubrir las extrañas cualidades pedagógicas del
Hermano Jumaélien, este excelente Lasallista introducía con mucha sensatez los
____________
(16) Baudreix y Coarraze, escuela Lasallistas en los Pirineos Bajos, han proporcionado muy buenas y numerosas vocaciones. En esa región se encuentra Notre-Dame de Bétharram, donde aún se realiza un peregrinaje muy activo.
330
consejos prácticos a los maestros inexpertos; dio él mismo lecciones magistrales a
los alumnos que se mostraban encantados, de otro modo, sabía explicarse con un
conocimiento poco ordinario de la sintaxis española. Su saber hacer, su autoridad
de buen gusto y sus exposiciones claras y animadas revelaron muy pronto el valor
personal de este verdadero pedagogo. Para los Lazaristas esto fue una
revelación, de ahí a ofrecer su escuela al Instituto Lasallista no había más que un
paso, que sería franqueado rápidamente, por tal motivo el Hermano Calimer
entrevió el considerable bien que se ofrecía en su Familia Religiosa. Ya que la
fundación Armstrong no podía realizarse sino hasta después de un tiempo
considerable, convenía inmediatamente y sin duda, establecerse solidamente en
Argentina, para beneficiar a la clase pobre. Con este presentimiento del futuro que
distingue al hombre nacido para el mando, el Hermnano Calimer de Jésus quien
durante un cuarto de siglo había sido la mano derecha del Hermano Irlide, sometió
esta idea a la meditación y al estudio, analizó la ley argentina del 8 de julio de
1884, que fijaba el estatuto de la Instrucción Pública que volvía a trazar grandes
objetivos, y desprendía nuevos principios. La universidad disfrutaba de una vida
propia en el Estado, poseía un impuesto independiente y un patrimonio bien
constituido y la escuela era obligatoria, gratuita, graduada e higiénica; así se
expresaron los legisladores. De hecho una sola de sus voluntades fue
desgraciadamente bien asimilada y observada: la neutralidad absoluta de la
enseñanza desde el punto de vista religioso. Ahora bien, el pueblo en su
subconsciente no aceptaba este ateísmo, puesto que era cristiano, católico y
permanecieron como tal. Pero si la ley subsiste, su acción propia no escatimará ni
331
las conciencias ni la costumbres; los riesgos se agravarán como un descenso por
un abismo de indiferencia y de materialismo. ¿Cómo conjurar esta catástrofe? Se
preguntaba el Hermano Calimer: solos y con su voluntad los religiosos educadores
lo lograron. Los Bétharramitas comenzaron valientemente el proyecto en su
colegio y de igual forma, las Hermanas educadoras, quienes también atravesaron
el Atlántico, se hicieron parte de este problema para ayudar a las niñas. ¡Sí, se
necesitaban Hermanos!, convenía crear primero escuelas populares en Buenos
Aires, cabeza y corazón de la República. Esas reflexiones, el Hermano Calimer las
plasmó en el papel, y esos estudios los sometió al Superior General y al Régimen
(17); allá expondrá más completamente sus ideas, explicó que antes de diez años,
Buenos aires contaría con un millón de almas: imaginan cuántos pequeños
cristianos para instruir y catequizar. También un gran internado encontrará su
lugar. Tal fue el informe que encerró en su maleta cuando retomó el barco hacia
Francia y Paris, para rendir cuentas de su misión y exponer ese plan del cual
Rigault marcó los grandes parámetros en su capítulo sobre Argentina y que
acabamos de reportar.
De su parte, el Padre Superior de la Misión escribió al Hermano Joseph,
Jefe del Instituto: «Juzgando por los inicios del Hermano Jumaélien, el éxito está
asegurado en la tierra argentina. Con sus actividades y su experiencia, algunos
meses le serán suficientes para dominar completamente la situación. Me atrevo a
____________
(17) Informe sin fecha del Hermano Calimer (Archivos Casa-Madre)
332
suplicarle, si el asunto es posible, de dejarlo en la dirección de nuestro
establecimiento, y espero que usted le envíe el personal indispensable».
Algunos meses más tarde, el Hermano Jumélien recibió en los rieles de
Buenos Aires, cinco Hermano de Toulouse, fue así como nació el Distrito de
Argentina (18). El Hermano Jumélien organizó su pequeña tropa asumiendo él
mismo la dirección de la Escuela de San Vincent en donde, hasta el momento
había organizado muy bien la vida escolar. Colocó los recién llegados bajo la
disposición de los padres jesuitas en el anexo de su colegio, en la calle Riobamba,
ya que estos consideraban también a los Hermanos Lasallistas como especialistas
en la enseñanza. Pronto solicitarán al mismo Hermano Damien de encargarse de
la enseñanza del francés en su institución secundaria; por otra parte, el favor
general fue adquirido por completo para los recién llegados y de todos lados
solicitaban Hermanos, sobre todo en las grandes ciudades: Parana, Rosario,
Santafé e incluso en Montevideo, capital de Uruguay; ya que su reconocimiento
traspasó rápidamente el estuario de La Plata.
Doce años después de su implantación en Argentina, vemos el Instituto
solidamente instalado en la capital: las escuelas gratuitas estaban llenas de
alumnos y en cuanto al anexo del colegio de los padres jesuitas, en la calle de
Riobamba, sobre su emplazamiento se elevó entonces el Colegio de La Salle,
____________
(18) Archivos Generales. IDI.
333
del cual la reputación no cesara de crecer (19). Otra casa importante es la de Villa
del Rosario en la Provincia de Córdoba: el Colegio San José, fundado por el
Hermano Zime de Jésus quien, a la edad de 44 años, acababa de abandonar la
Escuela de San Jacques de Pau, que fue próspera desde el inicio de sus primeras
clases (20), contaba con numerosos externos gratuitos, internos y seminternos
pagos. Se realizó un gran bien y en tres años favorecieron a 18 novicios en la
casa de formación, de manera que a finales de siglo, el Distrito argentino contaba
con unos cincuenta Hermanos que dirigían el Colegio de La Salle, con tres centros
de enseñanzas populares y anexas, un proyecto de noviciado y un pequeño
noviciado. Este alentado inicio, aunque modesto, será pronto seguido de un
periodo de expansión cuando los Hermanos expulsados de Francia lleguen como
refuerzo.
EN COLOMBIA
El año de 1874 marcó una prueba del establecimiento Lasallista en
Colombia, por la apertura de la escuela de Pasto en donde muy pronto acudieron
300 alumnos. Tres años más tarde, esta bella ejecución fue desechada por un
golpe de fuerza de las logias masónicas (21). No obstante este punto de partida
no fue sin esperanza y trece años más tarde, seis Hermanos –tres franceses y tres
____________
(19) Archivos del Distrito de Toulouse. (20) Sobre el Hermano Zime-de-Jésus, ver BEC, 1925, p.325. (21) RIGAULT, IX, pp. 305-307. Archivos Casa-Madre. Documento IDk3.
334
hispanoamericanos– retomaron el camino de Colombia. Aquel que los obtuvo del
Hermano Joseph, Superior General, a fuerza de rezos y de acciones, fue Mons.
Bernardo Herrera, Obispo de Medellín y antiguo alumno del Seminario de San
Sulpice en Paris. Después de un largo viaje de Europa a América y una ruda
cabalgata a través de los Andes, llegaron a Medellín, en donde los recibió con los
brazos abiertos Mons. el Obispo, el 19 de marzo de 1890; también su primer
establecimiento lo llamaron San José en donde 173 alumnos se presentaron el
primer día.
Un año más tarde, contaban con 320 escolares pagos y 255 alumnos
gratuitos. Además, un asilo comenzó a recibir algunos huérfanos, mientras que la
Escuela Marinella, abierta en 1894, contaba ya 124 niños. Sin embargo, sobre la
otra vertiente de Colombia, los Hermanos entraron a Bogotá, capital de la
República, como lo contaremos más tarde, fue así que la cuarta nación
suramericana naturalizó sobre su inmenso territorio, la familia espiritual de San
Juan Bautista de La Salle, en donde iba a tomar un espléndido desarrollo gracias
a felices ayudas circunstanciales. El Hermano Largion Jules, Director, se
regocijaba viendo los resultados: «Ustedes pueden decir en verdad a los queridos
Hermanos que sienten la vocación de venir aquí, que encontraran en Medellín,
una población cristiana que nos concede su entera simpatía: niños fáciles de
conducir hacia Dios, Señores amigos del bien, a quienes estamos completamente
consagrados; un clero digno bajo todos los informes, que nos aporta el más
grande interés y un Obispo gran amigo de nuestro Instituto, que tiene para
335
nosotros las bondades del más cariñoso de los padres (22).
Sin embargo, el éxito se atestigua y un esfuerzo de cuatro Lasallistas se
agrupó pronto en Medellín, en donde se creó la Escuela Bienaventurada de La
Salle, que acogía gratuitamente los muchachos más pobres; la despensa estaba
cubierta por los ingresos del Colegio San José y las limosnas de los Benefactores.
Ahora bien, Mons. Herrera poco tiempo después de la llegada de los Hermanos
fue transferido de Medellín a Bogotá, sucursal episcopal y capital de Colombia;
apenas instalado, escribió a la calle Oudinot en Paris, para solicitar la creación de
un establecimiento importante en el centro político del país. Este deseo fue
atendido y un equipo de diez Hermanos fue enviado a Bogotá. El Hermano
Largion Jules, al ser nombrado Visitador, fundó el Colegio San Bernardo en un
edificio construido ad hoc (latín, que conviene a la situación), y del cual 300
alumnos repartidos en siete clases, formaron inmediatamente su clientela. Entre
ellos se contaban hijos de ministros, de senadores y de diputados. El número de
inscritos se acrecentó tan rápidamente que fue necesario pensar en construir un
edificio escolar más espacioso que tomó el nombre de Instituto de La Salle,
mientras que el Colegio San Bernardo se convirtió en un externado con 300
alumnos.
Después de Medellín y Bogotá, una tercera ciudad importante reclamaba
____________
(22) RIGAULT, IX, p. 322.
336
Hermanos, era Barranquilla, puerto en el mar de las Antillas, y rival de Cartagena.
En 1896, se abrió modestamente una escuela Lasallista destinada a un gran futuro
bajo la apelación de Colegio Biffi, tomado del nombre del Arzobispo. Sin duda,
estos desarrollos fueron interrumpidos momentaneamente por la muerte del
presidente Núñez, que es seguida de un movimiento anárquico y de serios
desórdenes; esto fue un mal paso que duró poco, felizmente. Pronto el orden y la
paz reinaron de nuevo, y en el año de 1902 se vio al Hermano Asistente Vivencien
Aimé visitar a los Hermanos Hispanoamericanos, quien dirigió también en Bogotá
los Ejercicios de San Ignacio que duraron treinta días y en ellos participaron unos
treinta Hermanos de los cuales la mitad eran colombianos. Por otra parte, la
estadística era notable: se contaba en Colombia con 10 casas, 77 Hermanos y
1.873 estudiantes. Dos años más y religiosos jóvenes o entrados en la fuerza de la
edad, vinieron –expulsados por la ley combista de 1904– a reforzar ese marco que
se convertirá en solo cinco años en: 21 casas, 209 Hermanos y 4.031 alumnos
(23).
Tal fue la magnífica obra cumplida en tan poco tiempo en la República de
Colombia gracias al celo de Mons. Herrera y de la comprensión de los gobiernos
amigos de la justicia y la verdad. Uno de los hombres de Estado, entonces en el
poder, escribía: «Complace a Dios que Colombia beneficia siempre y sin
obstáculos los servicios de esos maestros-educadores que son los Hermanos de
_____________
(23) BEC, 1908, pp. 63 y 190.
337
las Escuelas Cristianas, universalmente estimados y quienes ¡encontraron una
patria por todo lugar en donde la humanidad necesitó de ellos!».
EN EL ISTMO DE PANAMÁ
Las pequeñas naciones que se desgranaron como un rosario sobre una
banda de tierra entre los Océanos Atlántico y pacífico, no estaban desprovistas de
riquezas del suelo, ni de cualidades humanas. En el siglo XX, estos pueblos dieron
de una manera conmovedora su confianza a los hijos de San Juan Bautista de La
Salle quienes hicieron florecer sobre cinco de sus pequeñas repúblicas unos
veinte colegios, orfanatos, escuelas populares, normales y pedagógicas.
Los Lasallistas colocaron los primeros cimientos en 1903, en León, capital
de Nicaragua con la toma de posesión de un Orfanato: el Hospicio San Juan de
Dios. Ellos encontrarán dificultades casi insoportables y un sinnúmero de penas,
pero su celo y su consagración a los niños abandonados les hicieron sobrepasar
todos los obstáculos, de manera que desde el inicio de nuestros días esta casa
ofrece aún el espectáculo de caridad de Cristo hacía los pequeños, los débiles y
aquellos que el mundo abandona. En 1904 un equipo, teniendo a la cabeza al
Hermano Largion Jules, antiguo Visitador de Colombia, siempre dinámico y
consagrado, tomó a cargo en Panamá cuatro escuelas gratuitas y una escuela
normal. En esa encrucijada mundial que verá pasar muchos Lasallistas,
expulsados de Francia por la persecución combista, dirigiéndose hacia los puestos
338
más alejados, estaban bien ubicados para preludiar los inmensos trabajos del
tercer siglo Lasallista.
339
CAPITULO XIII
CONSECUENCIA DE LA SUPRESIÓN
DE LA ENSEÑANZA CONGREGACIONISTA
EN FRANCIA (1)
LA LEY FRANCESA DEL 7 DE JULIO DE 1904
En el umbral del siglo XX, la historia Lasallista presenta dos eventos
contradictorios: la canonización del Fundador y Padre del Instituto y el voto de la
ley que destruyó su obra en Francia; los dos causaron un enorme resentimiento.
El primero se cumplió el 24 de mayo de 1900 en la Basílica de San Pedro de
Roma en presencia de 60.000 peregrinos venidos del mundo entero. El papa León
XIII, Doctor infalible de la Fe, declaró que Juan Bautista de La Salle mereció, con
gloria celeste, los honores religiosos que la Iglesia rinde a los más virtuosos de
sus niños. Escuchemos a Guibert, el eminente biógrafo de nuestro Santo, evocar
este acontecimiento mundial.
«A aquel que haya salido de su rico hotel para sepultar su nombre y su vida
en la casa de los pobres maestros de escuela, a aquel que haya vendido su rico
____________
(1) Fácilmente se darán cuenta, que este capítulo no es extraño para la Historia
del Instituto más allá de Francia. ¿El país de S.J.B. de La Salle no era el hogar de donde se expandía la virtud Lasallista en el mundo entero?
340
patrimonio para dar su valor a los indigentes, a aquel que haya sacrificado su
opulenta dignidad para abrazar la profesión de profesor, a aquel que haya vivido
escondido e ignorado en una comunidad pobre y sin historia, a aquel que haya
sufrido los insultos y las pruebas de la calle, la traición de los falsos Hermanos y
de los amigos, y las mismas contradicciones de la gente de bien; a aquel que haya
aguantado las más vivas privaciones y se haya impuesto las más austeras
mortificaciones, Dios, siempre magnífico en su don, preparó la más gloriosa
apoteosis del cual un hombre puede ser objeto: el nombre de San Juan Bautista
de La Salle es conocido en el universo entero, su Familia Religiosa se abre en
más de veinte mil hijos, su enseñanza alcanza más de trescientos miles niños, su
espíritu anima a innumerables maestros de escuela, congregacioncitas y laicos.
Sus métodos reinan en la instrucción Publica, su estatua se levanta en la plaza de
una gran ciudad, su imagen esta sobre los altares; su culto, inaugurado en la
intimidad de las almas, tomó posesión de solemnidad litúrgica» así se expresa el
Canónigo Guibert (2).
Al mismo tiempo el jurado de la Exposición Universal de Paris, cubre el
Instituto del Santo Fundador de coronas y de laureles por los trabajos realizados
por los alumnos de los Hermanos de Francia y de las Colonias y así mismo por
aquellos de Bélgica, de Austria, de España, de Turquía, Túnez, Egipto, Siria,
____________
(2) Chanoine GUILBERT, Historia de S.J.B. de La Salle, segunda edición, cap. XII,
última página: prolongación de la vida.
341
Armenie, Cochinchina, Ceilán, Canadá y la república de Argentina. Estos deberes
escolares se refieren a los diversos grados de enseñanza: primaria, secundaria,
moderna; cursos artísticos, técnicos, agrícolas y comerciales, es decir, a las
diversas disciplinas de las cuales San Juan Bautista de La Salle inauguró la
fórmula, fuera en las escuelas parroquiales de Reims y de Paris, fuera en el
internado llamado de los irlandeses, fuera finalmente en su Internado de San Yon,
en donde debía morir. Esta concepción moderna y multiforme de la enseñanza y
esta primacía, fueron reconocidas con la más grande lealtad en el catálogo
general oficial de la Exposición, tomo primero, clase seis (3).
A su turno, el periódico Oficial de la República, en la fecha del 18 de agosto
de 1900, enumeraba las recompensas concedidas al Instituto Lasallista . Aquí
están en grande: 3 grandes premios, 13 medallas de oro, 21 medallas de plata, 14
medallas de bronce y 7 menciones honoríficas (4). Espléndidos resultados que no
impidieron a la francmasonería de comenzar una campaña de difamación contra la
familia espiritual del Santo y de obstinarse a su destrucción. La opinión pública y
los superiores estaban lejos de esperarse estos asaltos. Por otro lado, ofensiva
que hacía parte de un plan gigantesco dirigido por las logias masónicas contra la
iglesia de Francia, que trataba de desacreditarla y destruirla. Es importante
recordar que la primera vez de la Revolución Francesa de 1793 había destruido la
____________
(3) Circular instructiva y administrativa, n.° 96.
(4) Secretariado General del Instituto, estadísticas.
342
iglesia en el país de Clovis y de San Louis. No obstante, no habían pasado aún
diez años desde esta ejecución, cuando napoleón firmó con Pío VII un Concordato
que reestablecía la Iglesia Católica en Francia. Poco a poco esta reinó de nuevo
en los espíritus y los corazones; más aún cuando en 1850 Falloux había forjado
para la iglesia la ley sobre la libertad de enseñanza. Ahora bien, estas dos fuerzas
católicas: la unión con la Santa Sede y el derecho de formar en las escuelas y en
los colegios el espíritu y el corazón de la juventud francesa; el libre pensamiento y
la francmasonería no habrían podido nunca admitirlas. Más aún, a lo largo del
siglo XIX y especialmente a partir del advenimiento de la tercera República, se
empleaban en minarlos por todos los medios y en destruirlas; primero, en secreto
y después, abiertamente ante los ojos del mundo.
Los Republicanos sostenían que el Estado con la ley de Falloux había
enajenado sus derechos y sus responsabilidades esenciales, dejando disminuir el
valor y la autoridad de su propia enseñanza. De manera que habían desembocado
en dos monopolios rivales: aquel del Estado por la enseñanza oficial y aquel de la
iglesia por la enseñanza libre. En contra de una situación tan enojosa para los
verdaderos republicanos y los libres pensadores, una acción erudita había sido
llevada de una manera infatigable durante largos años por los espíritus poderosos
sometidos a la francmasonería o dominados por esta. Uno de ellos, Jules Ferry
había jurado organizar la humanidad sin Dios y sin rey. Otro, Ferdinand Buisson
fue el pedagogo de la Tercera República y su colaborador de elite. Un tercero
finalmente, Jean Macé, organizó sobre una gran escalera la propaganda laica, con
343
este leitmotiv: «Nosotros, otros, socialistas, no tenemos sino un solo enemigo, es
el catolicismo. ¡Es necesario entonces llevar una guerra sin piedad contra la
enseñanza católica!» (5).
Esto comenzó seriamente al cabo del año 1899 con «La asunto Flamidien»
que apasionó la opinión pública durante largos meses (6). Un Hermano de la
Comunidad de la calle de la Monnaie, en Lille, se vio acusado de haber asesinado
a uno de sus alumnos de doce años de edad. Fue un buen cebo para el populacho
y los enemigos de la fe católica; un estribo para un ataque generalizado contra las
congregaciones religiosas de cualquier hábito y en definitiva contra la Iglesia (7).
Dios permitió que después de 145 días de detención, la inocencia del Hermano
Flamidien fuera proclamada por la corte de apelación. Vino enseguida, la
glorificación del Santo Juan Bautista de La Salle; después, la guerra impía retomó
feroz e inexorablemente. Se toman primero las congregaciones religiosas
educativas no autorizadas específicamente a ejercer su autoridad en Francia, es
decir, a los Hermanos Maristas, a los Hermanos del Sagrado Corazón,
____________
(5)LOUIS CAPÉRAN, Historia contemporánea de la laicidad francesa. Vol. II, pp. 1
a 29. (6) Historia del Instituto, por RIAGULT, pp. 489-491: Los asuntos de Dreyfus y Flamidien. Ver también : Mons. Baunard : «las sectas anti-cristianas movilizaron en esa oportunidad la nobleza y la antigua-nobleza de sus compañías, sin repugnar ninguna arma, ni siquiera las propias. Las Hermanas del Buen Pastor de Angers fueron calumniadas, los Jesuitas no fueron olvidados; los miraban como el motor del progreso de Dreyfus, dirigido contra los judíos». Ver también MOURRET, Historia de la Iglesia (La Iglesia Contemporánea, IIª parte). (7) «El punto de ataque fue bien escogido». DANIEL-ROPS, Un combate para Dios, p. 182, ver también DOM POULET, Historia del Cristianismo, Vol. XXXVII y XXXVIII.
344
a aquellos de Ploërmel, de San Gabriel; a los Marianistas y a los otros. En 1901
sus establecimientos franceses fueron cerrados, después, atacaron a los
predicadores y hasta a las ordenes del claustro. El parlamento los condenó a la
confiscación de sus bienes, a la dispersión y al exilio; fue entonces que tuvieron el
doloroso espectáculo de dos pelotones de dragones entrando por sorpresa a la
Grande-Chartreuse, expulsando a los monjes fuera de su casa y a los jóvenes y
viejos, los empujaban hasta los senderos de la montaña; ¡En el camino de exilio!
Espectáculo desolante que revoltó las personas valientes. Sin duda, se
protestaba en los encuentros y se estigmatizaban esos actos de vandalismo… Sin
embargo, esos religiosos, esas buenas hermanas y esos hombres de Dios,
estaban despojados de sus casas y de sus derechos a la libertad; ellos, ¡qué no
hacían sino puro bien alrededor de ellos! Faltaban las congregaciones
autorizadas, poco numerosas, entre las cuales estaban los Hermanos de las
Escuelas Cristianas a los que Napoleón había reestablecido los derechos que la
gran Revolución les había vedado. Desde 1680 ellos se consagraban en Francia a
la educación de los niños, su éxito y su celo eran netamente reconocidos por los
poderes públicos; habían sido cubiertos de alabanzas por la Exposición Universal
de 1900. Pero el hacha estaba levantada sobre sus cabezas, «es necesario, se
leía en el periódico “El Radical” del 20 de julio de 1901, que la república se
deshaga de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Allí, está el peligro esencial,
las otras reformas son subordinadas a esta». También, no fue mucho el asombro
cuando el 10 de octubre de 1903, Emile Combes, Presidente del Consejo, en uno
345
de sus estridentes discursos anunció la supresión de la enseñanza
congregacionista en todos los grados.
Pero paremos un momento para preguntarnos como los superiores
reaccionarían a tan terrible amenaza que pesaba sobre su familia religiosa. «Tan
persistentes que fueron ciertas ilusiones de los hombres de derecho, dice Georges
Rigault, ellos no cerrarían los ojos ante el peligro (8). Si, el piloto que la
providenncia había ubicado en el navío Lasallista, el honorabilísimo Hermano
Gabriel Marie, estaba alerta y vigilante. Pensemos solamente que desde el año
1901 hasta la votación de la ley del 7 de julio de 1904, él permaneció en contacto
directo con los Hermanos del Instituto del cual tenía la salvaguardia, dirigiéndose a
ellos con las Cartas circulares, que les mantenían el aliento. Escribió más de
treinta cartas exhortándolos a la confianza en Dios y a la oración: «Numerosos y
temibles peligros amenazan a la enseñanza cristiana; solicitemos a Dios que nos
sean escatimados, ¡ya que son verdaderamente agonizantes!... tenemos una
sumisión y una confianza total porque nuestra misión se dirige a miles y miles de
niños… perseveren en la oración como los Hermanos que vivían a finales del siglo
XVIII… Sí, en medio de las tristezas de la hora presente ¡multipliquen suplicas y
sacrificios!... Reuniremos a menudo a sus Hermanos Visitadores para tomar en
unanimidad las ideas que parezcan ¡más oportunas y sabias!...» Este matemático
fuera de línea escribía en una lengua precisa y elegante y a veces literaria.
______________
(8) RIGAULT, vol. VII, p. 501.
346
Prueba cierta que frente a los temibles peligros que amenazaban al navío, el alma
del piloto era la maestra de ella misma.
Falta aún estudiar desde el punto de vista práctico, ¿Cuál sería la fortuna
material o espiritual de los 10.651 Hermanos del territorio francés y de los novicios
en formación, que la ley iba a golpear de diversas maneras? Establecimos
entonces cuatro categorías: Primera, aquellos que aceptarían emigrar a países
extranjeros en donde muchos niños esperaban los maestros religiosos, aún, sería
necesario ser aceptados por los obispos y los poderes públicos. También, los
Hermanos asistentes de concierto con los visitadores, preparaban las vías para
este éxodo. Segunda categoría, los Hermanos que consentirían secularizarse pro
forma, es decir, guardando sus votos manteniendo en apariencia los puentes que
los unían al Instituto Lasallista. Frente a la ley estos seculares, pro forma serían
simples citadinos, pero en el fuero interno permanecerían siempre como los hijos
de San Juan Bautista de La Salle, camuflados si lo podemos decir, y continuarían
manteniendo las escuelas sobre el piso nacional. Situación penosa y algunas
veces peligrosa, pero ¡tan meritoria! Una tercera categoría, sería constituida por
los Hermanos antiguos, es decir, habiendo sobrepasado los sesenta. Gracias a las
habilidades del Hermano secretario general Justinus, el legislador permitía
disfrutar esas casas de retiro al Instituto, lo que constituía una inmensa ventaja.
Quedaba una cuarta categoría, aquella de los Hermanos quienes de su propio
movimiento y gracias a las dispensas de los votos acordados liberalmente por la
Santa Sede, entrarían en el mundo retomando su libertad. No se puede obligar a
347
nadie a mantenerse heroico sino lo desea. Como se ve, gracias a las
disposiciones tomadas por los superiores del Instituto, con el Superior General a la
cabeza, la victoria de las sociedades masónicas no se cambiaría en derrota para
los hijos de San Juan Bautista de La Salle. El retiro se efectuaría en un buen
orden, no para abandonar el buen combate al servicio de Dios, sino para continuar
luchando y ganar almas, camuflándose si la situación lo exigía para conservar la
enseñanza religiosa en Francia. Otros no dudarían en pasar las fronteras y los
mares para reunirse con los campos lejanos del apostolado al servicio de la niñez
más abandonada y menos favorecida. Examinaremos en detalle la cuestión de los
expatriados y aquella de los seculares (9).
____________
(9) En el transcurso de los años 1901, 1902, 1903, 1904, el H. Gabriel Marie se dirigió a través de 30 circulares a sus bien amados Hermanos. Como suplicaba al llamarlos, les mostraba el camino correcto, sin esconderles ninguno de los peligros de la batalla, los comprometía a mantener un buen combate. En sus cartas daba verdaderas ordenes para el día y regresaba a menudo a esta idea : «En medio de las dificultades y de las angustias de la hora presente, tan refutable, un grave peligro amenaza la enseñanza cristiana…». Solicitaba que se recurriera a la oración y al sacrificio en vista de la salvación de las almas… Con ayuda de los Hermanos Asistentes y de los Visitadores de Francia, disposiciones fueron tomadas a favor de los ancianos y también para asegurar la salvaguardia, de las vocaciones y de los Hermanos jóvenes. Los Superiores no descuidaron para nada ese objetivo. Inmuebles fueron comprados en las fronteras…, consultaron a Roma para asegurar la posición de los Hermanos con respecto a la conciencia…, el Superior General y el Hermano Secretario General realizaron trámites con las altas personalidades…, los Hermanos Visitadores de Francia se reunieron periódicamente para tratar el asunto y tomar las medidas que iban a imponer… La primera reunión fue en abril de 1903, la segunda en noviembre, la tercera en enero de 1904 y la cuarta en abril. En el curso de los retiros de los Directores de las casas de formación, el H. Gabriel Marie brinda ánimos, da opiniones, eleva los espíritus y los llena de confianza. Todo eso fue llevado al conocimiento de los Hermanos por las circulares que les fueron enviadas sin parar. Verdaderamente el H. Gabriel Marie se mostró a la altura de esa difícil y espinosa tarea que le incumbía, mantuvo constante contacto con sus Hermanos, se apoyó en sus oraciones, suplicando por el peligro indudable que los acechaba. Además en 1905, los miembros del Cabildo General se reunieron en Lembecq, tierra de exilio para los franceses, y reconocieron por acta capitular la sabiduría, la prudencia, la visualización y la admirable abnegación del Gobierno del Instituto.
348
Los expatriados
Encontramos dos categorías bastante diversas: los expatriados en las
vecindades de las fronteras de Francia y aquellos quienes colocaron océanos
entre ellos y su patria. El exilio de los primeros fue benigno, ya que solo debían
viajar algunos kilómetros al país fronterizo, sin pasaporte ni documento de
identidad, para encontrar las casas del Instituto que la previsión de los superiores
mayores había comprado o hasta construido cuando el horizonte político se
cargaba de nubes, en 1903 y en 1904. Estaban listas las casas para recibir los
exiliados en Bélgica, en el Gran Duché de Luxemburgo, en Suiza, en Italia y en
España. También se encontraban en las islas Anglo -Normandas para los Distritos
de Nantes y de Quimper. En esos diversos refugios acogieron unos jóvenes
novicios elegidos –escolásticos, novicios, pequeños novicios, quienes habían
obtenido el permiso de sus padres – en Lembecq-lez-Hal (Bélgica) donde se
instaló la Casa-Madre, desalojada del inmueble de la calle Oudinot en Paris. Allí
también se refugiaron el pequeño noviciado, el noviciado y el escolástico de Paris.
Los novicios en formación de Cambrai se establecieron en Kain y la Casa
de Formación de Reims se instaló en Bettage, en el Gran Duché de Luxemburgo;
sin embargo, la de Marseille iba a Diano Marino y a Loano, en Italia. En el mismo
tiempo Avignon se traslado a Baléares, Béziers, Fortianell, Toulouse, Lés-les-
Bains, Talence y Mauléon reunidos en Zarauz, en España; después, en Irán. En
cuanto a Nantes y Quimper, se fijaron en Guernesey en Inglaterra. Varios
349
internados también se instalaron a poca distancia de Francia con su clientela
francesa. No se podía evidentemente enseñar a los niños del país, pero
pensaban, no sin razón, que los niños franceses estarían felices de seguir a los
maestros que amaban en el extranjero y que los padres aceptarían también esta
solución, que no tenía nada de heroísmo, lo cual, sin embargo, decía bastante
sobre la estima en la cual tenían la educación dada a sus hijos. Efectivamente, la
corta distancia y la perspectiva de verlos en vacaciones, y también en los
descansos de fin de mes, animó a un gran número.
El internado llamado de Passy (calle Renouard en Paris) se asoció a dos
internados de Lille y de Cambrai para fundar el bello y fecundo establecimiento de
Passy-Froyennes en la frontera belga. Aquel de Reims se instaló en Momignies y
la Escuela de Artes y Oficios de la misma ciudad, en Erquelines. El internado de
Roubaix se reformó en Estaimpuis, mientras que aquel de Quesnoy optó por Givry
y el de Longuyon se fijó en Hachy. Todas esas casas resucitaron prosperas, en el
recibimiento belga. En cuanto al internado de San Omer, emigró a la Ecluse, en
Holanda y sus numerosos alumnos, siempre fieles, para reunirse debieron
atravesar toda Bélgica. Mientras que San Carlos de Marseille, se estableció en
Bordghera, en la frontera italiana; los internados de Béziers, Toulouse y Bayonne
se fijaron en los Pirineos españoles, en Figueras, provincia catalana; Lés-les-Bains
en el Val de Aran y San Sebastián en el país basco.
350
Sin negarlo, la nación más liberal y más hospitalaria en la ocurrencia fue
España, no solamente permitió que los colegios Lasallistas se instalaran sobre su
territorio con alumnos franceses, sino aún más, con una clientela española.
Además, autorizó a los Hermanos franceses desprovistos evidentemente de
diplomas españoles, quienes en sus inicios conocían a penas la lengua nacional, a
abrir escuelas populares para los niños del país. Se vio entonces, un gran número
de Hermanos franceses crear más allá de los Pirineos escuelas primarias y hasta
cursos secundarios y comerciales. Los del Distrito de Avignon irán a las islas
Baléares; los de Béziers se repartiran en numerosas ciudades de Cataluña y hasta
en Barcelona. Los de Toulouse se expandieron en el alto Aragon, mientras que los
de Bayonne y Bordeux abrieron más de una escuela en el país vasco y en el valle
de Erbre hasta Zaragoza (10).
Los expatriados en las cuatro esquinas del globo
Pero he aquí una segunda categoría de expatriados que colocaron mar y
océanos entre su patria y su nuevo campo de apostolado. Viajando primero en
esos viejos navíos a vapor y largos viajes del siglo XIX, que habían conservado
sus altas arboladuras y sus velas de auxilio, los primeros contingentes Lasallistas
desembarcaron en Colón, en el Istmo de panamá. Después de una travesía de
____________
(10) Recuerdos personales. El autor se expatrió en España, en 1904. Después de haber hecho la guerra de 1914-1918, fue secularizado en el Pensionado de Saint-Bernard de Bayonne.
351
treinta y tres días van a esparcirse en las repúblicas de América Central. Otros
convoy se dirigieron directamente fuera a Canadá, estados unidos, hacia el Cabo
de Buena esperanza o hacia el Mediterráneo oriental; algunos también pasaron el
Canal de Suez para viajar sobre el Océano Indico y atravesar el Pacífico.
La estela del trasatlántico que llevaba hacia América central los primeros
Hermanos franceses exiliados, será cortada en pleno Océano atlántico dos meses
más tarde –Septiembre de 1904– por dos hermanos Irlandeses quienes van a
fundar una casa en Kingswilliam´s town, bien al sur del continente africano. El
celo de la gloria de Dios, en efecto, y el proselitismo, eran patrimonio común de
todos los Hermanos de las escuelas cristianas. Es raro, en efecto, que cada
convoy partiendo hacia los países lejanos, comprendiera además de Hermanos
franceses expulsados de su país, algunos de luxemburgueses, alemanes, suizos o
españoles. Algunos navegaban hacia países en donde no conocían aún los
profesores de rabat blanco; otros bogaban hacia la república argentina, el lejano
Chile, Ecuador, Colombia, en donde ya estaban implantados los Lasallistas. He
aquí aún un grupo mixto de pioneros: belgas y franceses del norte, quienes van a
introducir el Instituto en Brasil.
Sin embargo, en Marseille se embarcaron contingentes destinados a
Turquía y a los Balkans, a la isla de Rhodes y a Egipto, a Jerusalén, a la isla de
Ceylan o a Birmania, también a la India o a Malasia y hasta Hong-Kong. He aquí
precisamente un equipo de siete franceses y cinco irlandeses que alcanzaron
352
Armidale en Australia, primer cimiento de la obra destinada a un gran futuro.
Tenemos aún un equipo franco-americano-irlandés que se aprestó a desembarcar
en Manille, en las islas Filipinas. Después fueron los Hermanos belgas quienes
partieron para el Congo. Verdaderamente, en estos primeros años después de
1904, asistimos a la dispersión de los apóstoles volando a la conquista de almas
jóvenes en el vasto mundo.
Éxodo espléndido ante los ojos de la fe, pero que no fue sin lágrimas ni
amarguras. La separación de los padres en esa época en donde los viajes más
allá de los mares, eran tan largos y llenos de asares, constituía un doloroso
sacrificio, a veces definitivo. ¿Quién sabe si jamás se volverían a ver? A pesar de
todo, el alma parecía serena, ¡pensando en las almas de los niños que iban a
salvar! Cuan bellas eran las cartas escritas por los jóvenes misioneros a sus
Hermanos asistentes, ya fueran para solicitar el favor de partir o para anunciar sus
llegadas a ¡buen puerto! ¡Qué entusiasmo para su noble misión! Vibran de
reconocimiento hacia su Instituto y sus superiores.
Abramos los documentos: el buen humor burbujeaba en las cartas escritas
en el buque o en las playas lejanas (11). ¡Qué sabrosos detalles! Incidentes de
ruta, mareos, primeros contactos con la tierra extranjera y recibimientos calurosos
por los Hermanos ya establecidos. Los viajes sobre los ríos largos como el mar,
____________
(11) Archivos Generales Casa-Madre. Documento del periodo de 1904.
353
con las incomodidades soportadas alegremente, las serpientes, los mosquitos que
atravesaban las sábanas, los accidentes de la maquinaria que obligaban al barco
detenerse en paisajes desiertos, la comida mesurada, el agua escasa; después,
fueron los rápidos con sus peligros; luego, fueron en la sabana, los viajes en
caballo, la bestia rebelde y los torpes jinetes. He aquí finalmente el término del
viaje, con los colegas venidos al encuentro de ustedes a caballo. La Comunidad
parecía un paraíso, y ¡Qué fervor! A veces caían en un país en donde castigaban
la guerra o la guerrilla: habían muertos de los dos lados «Pero, escribían, no se
asusten por nosotros, ¡no corremos peligro!». Y esos temblores de tierra, ¡Qué
llegaban siempre cuando uno menos los esperaba! «¡Bah! ¡Veremos muy bien
otros! Hay niños para educar, levantar en el amor de Dios, ¡eso es lo que más
importa!»
¡Detalles encantadores! Se encuentran en esas cartas para los superiores,
la cuenta de los gastos desde la partida de Lembecq; aquellos hechos durante el
viaje en familia o en barco: recibo tanto, gasto tanto para esto, tanto por aquello,
queda tanto. Algunos se acusaban de sus pequeñas infracciones a las reglas, a lo
largo del viaje: oraciones chapuceadas, falta de caridad… las confiesan
humildemente, y por otra parte, hicieron sus penitencias. Cuando los Hermanos
participantes eran de más edad, cuando ellos ya habían vivido en Comunidad y
portado el armes, el tono de las cartas era un poco diferente y este se concebía
calmadamente. Están en la fuerza de la edad, a veces también eran profesores
experimentados, incluso veteranos, como lo era el Hermano Xavier-François de
354
las escuelas de Bordeaux, quien partió a los 63 años de edad para Chile en donde
continuó una bella carrera. Sus cartas para los superiores eran emocionantes,
cuatro páginas por lo menos. La cuestión de la vocación era algunas veces
seriamente tratada a fondo, puesto que no se habían hecho los votos para
retroceder después. Habían deficiencias de salud –la edad, los rudos esfuerzos de
memoria para aprender una nueva lengua– pero no se pensaba demasiado en
eso. Era un entusiasmo frío, serio y analizado: los derechos de Dios, las
obligaciones hacia el Instituto que se mostraron siempre magnánimas. El conjunto
de estas cartas constituye un documento espléndido.
Los seculares
Pero he aquí el capitulo más doloroso, también el más controversial, por
ignorancia de la verdadera situación. En 1904… secularizarse, era quitarse la
sotana, el rabat blanco y la larga capa de mangas flotantes… a la vez armadura y
armas ofensivas de un Hermano de las escuelas Cristianas como lo escribió Jean
Guitton. Después revestían el hábito secular y generalmente se dejaban crecer el
bigote a lo galo, incluso toda la barba. Aquel que debía tomar la dirección de una
de las escuelas cerradas en aplicación a la ley del 7 de julio de 1904, expedía una
declaración a la Inspección Académica, acompañado de sus diplomas de
enseñanza. También hacían leer al Señor Inspector un billete en el cual el
Hermano Justinus, Secretario General de los Hermanos de las Escuelas
Cristianas, atestiguaba que el Señor tal había sido prescindido del control de la
355
congregación, pero no decía que muy en el fondo de su corazón, en el Señor tal,
ardía la llama de la vocación religiosa y que sus votos de pobreza, castidad,
obediencia, estabilidad y enseñanza gratuita, permanecían vivos e iguales. Era la
secularización pro forma. Las dificultades venían enseguida. El Señor Director de
la Escuela Cristiana Secularizado reclutaba maestros de bigote, secularizados
como él, según la atestación del Hermano Justinus. Ellos aceptaban oficialmente
consagrase a la enseñanza en la escuela cristiana mediante un tratamiento de
miseria, del cual ellos no gozaran por voluntad propia, guardando en su bolsillo
solo algunas monedas para los gastos corrientes. El Señor Director dará a sus
subordinados techo y comida, les indicará también una habitación, en donde, con
sus colegas, secularizados como él, prepararán las lecciones del día siguiente,
corregirán las tareas de los alumnos y harán en seguida un poco de lectura
espiritual. Cada mañana se levantará muy temprano para hacer en común con sus
colegas el rezo y la oración, antes de ir juntos a la misa. Todo esto, por otra parte,
sin miedo por el juzgamiento de los hombres, y sin jactarse de ello.
Les era necesario sobre todo, con una prudencia consumida, guardar su
lengua, desconfiar de los falsos amigos y de los denunciadores. Era un oficio
bastante difícil el de permanecer religiosos sin parecerlo, cumplir con las
obligaciones regulares sin dejarse ver demasiado pero con fervor y sin desánimo.
Sobre esta nueva ruta, mal iluminada y monótona, con el sentimiento del deber
cumplido, encontraban muchas dificultades, espinas y desengaños. Eran
consentidos por tentaciones fáciles y por la monotonía del terrible cotidiano.
356
Podían ser acusados de falsa secularización y citados a comparecer en el
Gabinete del Comisario de Policía o del Juez de Educación, no se debía poseer
ningún documento del Instituto, ¡cartas de los superiores, sobre todo! Se cuenta
en la historia de los cuarenta secularizados del internado de Notre-Dame de Puy
(12), que el Tribunal Correccional había condenado en grupo por delito de falsa
secularización. Muy juiciosamente, habían pedido apoyo a sus antiguos alumnos,
ya que ellos sabían que los defenderían frente a la Corte de Riom, ya fuera como
abogados o como testigos para retirar la acusación. Estos defensores o amigos
¡eran trescientos!... ¡juzgando por su peso! Y ¡Los hermanos fueron absolvidos!
¡Qué triunfo y qué ovación a la salida del tribunal! Fue bueno, sin duda, pero para
estos honores ardientes la masa de seculares preferían una vida laboriosa e
ignorada. Ahora bien, durante años, el peligro de ser acusados por el delito de
reconstitución de la Congregación pesó sobre su cabeza como una espada de
Damocles. Otro problema lancinante y amargo: era que el secularizado podía, en
ciertos momentos, creerse abandonado por sus superiores (13).
____________ (12) Boletín de los H.E.C., p. 107.
(13) En los años 1952-1953, un Hermano secularizado pro forma, se lamentaba amargamente de lo que había deseado ver el Muy Honorado Hermano Gabriel Marie para la ocasión de uno de sus viajes a Francia, ese favor le fue rechazado. Deseaba tanto «¡asegurarlo de su fidelidad! hubiera querido dotarse de valor, etc.» No comprendía que el Hermano Superior viajaba por Francia y estaba seguido por la policía. Debía entonces, con un interés general dirigirse a su Visitador o a su Asistente para ser aconsejado. «En el tiempo de la secularización». (Archivos de la Casa-Madre.)
357
Más cruel aún, ellos se preguntaban a veces si sus mismos superiores y
ciertos antiguos «colegas» no los miraban como Lasallistas de segunda o de
tercera zona, como colonos buscando la vida libre y fácil, bajo la etiqueta de
«religiosos secularizados». Este peligro no fue siempre quimérico,
¡desgraciadamente! Pero ¡cómo, lo exageraron cuando el Instituto volvió a la
normalidad! ¡Forzaron la nota del placer! Montaron espinas sobre ciertos hechos y
ciertas palabras, no mirando sino la paja e ignorando el buen grano. Lo que es
cierto, es que ninguno pudo contradecir que el conjunto de secularizados
Lasallistas fue admirable y que salvaron un gran número de escuelas y de obras
del Instituto. Es suficiente con citar la escuela llamada Francs-Burgueses de Paris,
así como los establecimientos San Nicolás de Igny, de Issy-les-Moulineaux y de
Buzenval; en seguida los internados de Quimper, de Nantes, de Bordeaux, de
Rodez, de Clermont-ferrand, de Puy, de Lyon, de san Etienne, de Moulins, de
Orleáns, y otros aún; y el Instituto Agrícola de Beauvais. Es necesario citar
también, en el orden del día a centenares de escuelas parroquiales, en donde bajo
el anonimato y el silencio, auténticos Hermanos llamados «secularizados» como
aquellos de los internados, conservaron la Iglesia y al Instituto como auténticas
escuelas religiosas. Fueron como un manto en donde, por un reclutamiento celoso
y valiente, los Distritos de Francia aseguraron su supervivencia.
Por otra parte, los Hermanos secularizados, no fueron para nada
abandonados y los Hermanos visitadores se mostraron, en conjunto, admirados
por su saber-hacer, su valentía y su celo por el bien del Instituto. Citemos por
358
ejemplo, el Visitador de los seculares del Distrito de Reims, Hermano Asclépiades
Henri, quien vestido de civil, se hizo, gracias a los antiguos alumnos, el
representante patentado de varias casas de vino de campo. Esta identidad
prestada constituía un disfraz perfecto, gracias al cual podían, sin despertar la
atención, dirigirse a todas las localidades en donde se encontraban Hermanos
secularizados. Bajaban de los hoteles frecuentados por los viajeros comerciantes,
haciendo fácilmente contacto con los seculares que lo recibían en rendición para
que los ayudara a curar sus heridas (14).
Otro Visitador, en San Etienne, se camuflaba haciéndose pasar por agente
de seguros. Este era el Sr. Barbet quien recibía sus Hermanos secularizados sin
despertar suspicacia (15). En cuanto al Hermano asistente Allais Charles,
convidaba a los seculares a sus pequeños paquetes, es decir, un pique-nique en
una esquina recóndita del campo: donde se platicaba felizmente, se hacía la
rendición paseándose bajo los grandes árboles y la conferencia tenía lugar
sentados en círculo sobre la hierba, es lo que se llamaba «El sermón de la
Montaña»; la felicidad de los niños de Dios amenizaba en seguida la comida
campestre. Se podrían multiplicar los ejemplos y las características de esta
exquisita caridad.
____________
(14) Reseña necrológica del Hermano Asclépiades Henri. (15) Archivos Generales : Documento de los Hermanos Secularizados.
359
El Instituto de San Juan Bautista de La Salle debe ser agradecido con sus
valientes, quienes sufrieron por la buena causa, de una manera oscura y muy
merecedora. Realizando una cierta forma de vida religiosa preconizada por el
santo Hermano Exupérien, conservaron el Instituto en Francia y varias de sus
escuelas entrevieron la corriente que empujó hacia nuestras casas de formación
una elite de jóvenes que ya poseían, en diversos grados, el mismo espíritu de San
Juan Bautita de La Salle (16).
Cuestión capital: ¿En esas circunstancias extraordinarias de la supresión
del Instituto Lasallista en Francia, los jefes de ese organismo poderoso estuvieron
a la altura de la situación?
Si es verdad que la historia es la concentración de la información y el
pensamiento, ¿no debemos, después de haber dado al lector una suma
considerable de elementos históricos, exponer el sentimiento de la gente calificada
para las medidas y estimar el valor? ¿Georges Rigalut, no era precisamente ____________
(16) ¿Cuántos Hermanos secularizados pro forma, hubo en ese entonces? ¡Cómo
se lamentaba que las encuestas de la policía, no hayan dejado informaciones al respecto!. Sin embargo, los Archivos Generales poseían 23 informes, uno por Distrito, los cuales fueron dirigidos por el Hermano Visitador en el transcurso del año escolar de 1907-1908. Esos preciosos documentos establecieron que en esa época el total de secularizados pro forma se elevaba a 1.517. Los cuales realizan retiros anuales organizados clandestinamente por ellos mismos, ya sea en Francia o en las fronteras. Producen un cierto número de notas individuales sobre su conducta en general y su manera de observar sus votos de pobreza y obediencia. Bastante detalladas, las cartas son redactadas, casi siempre, con gran objetividad. Esos religiosos fueron clasificados en tres categorías, siguiendo su piedad y su manera de preservar los votos de pobreza : Muy buenos, Buenos y Aceptables.
360
de ese número? ¿No era el hombre que la Historia del instituto en nueve
volúmenes, coronados por la Academia Francesa, daba como seguro de garantía?
Alumno de Georges Goyau, católico sincero como su maestro, excelente escritor,
mereció totalmente la confianza que los jefes del Instituto posaron sobre él.
¿Preguntémosle lo que piensa de la manera como los superiores de la Familia
Lasallista maniobraron, y cómo muy especialmente su General reaccionó ante los
funestos acontecimientos de 1904?
En 1924, veinte años después de los acontecimientos, Georges Rigault
recibió la misión de escribir un pequeño libro (160 páginas) sin nombre de autor,
bajo el título LOS HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS, en la colección
de las ORDENES RELIGIOSAS, Librería Letouzey y Ané, en Paris (17). Ahora
bien, en esta obra de lectura cautivante, Rigault, da plena satisfacción a aquellos
que se fiaron de él, y su obra levanta todos los sufragios y se muestra muy
realista. Pero veamos que en 1924 escribió sobre los acontecimientos que
tuvieron una gran repercusión hace unos veinte años. No nos hagamos ilusión: fue
el Secretariado General Lasallista quien le procuró la documentación necesaria, él
se entretuvo tanto con los Jefes actuales del Instituto como con los
_____________
(17) Esa primera obra «Lasallista», escrita por RIGAULT, hace parte de la
colección de Las ordenes religiosas, publicadas en Paris, por la librería Letouzé y Ané, 87 Boulevard Raspail. Lleva la fecha de 1924. El fragmento que se refiere a nuestro tema : la postración del Hermano Gabriel Marie y el sobresalto que siguió, se encuentra en la página 134. En ese año de 1924, ya habían transcurrido ocho años desde que el Hermano Gabriel Marie había sido llevado a la recompensa eterna.
361
Hermanos que vivieron en esa época que fueron actores y testigos, registró los
archivos públicos y leyó toda la literatura de la época, era un hombre muy actual,
joven e imparcial. Ahora bien, he aquí el resultado de su investigación sobre el
Superior General de la Congregación, que tuvo que enfrentar la tempestad
rodeado de asistentes y secundado por 23 visitadores de distritos: «Aquel que
tenía el timón –el Hermano Gabriel Marie– era de apariencia y de salud enfermiza;
su brillante inteligencia, su firmeza y lucidez de espíritu, sus convicciones
profundas y poderosas, y un sentido a la vez tradicionalista e innovador de una
vieja y sólida raza, animaban ese frágil cuerpo. El Instituto podía alegrase de
haber escogido tal Jefe, en el momento en donde toda la energía y la inteligencia
humana, mantenidas por la gracia divina, no eran suficiente para navegar en la
tempestad, escapar al naufragio, ganar abrigos seguros y mares calmados; la
claridad de su mirada, la ponderación de su alma, la sangre fría, la perseverancia,
la práctica de los asuntos, el conocimiento de los hombres y sobre todo la fe, que
actúa siempre adhiriéndose a las voluntades providenciales; estas cualidades
eminentes, estas virtudes sobrenaturales, eran en iguales circunstancias, más que
nunca requeridas y el Superior General va a mostrar que las posee» (18)
Pero he ahí que la ley del 7 de julio de 1904, exterminó la enseñanza
congregacionista: los Hermanos no pudieron ser más los maestros de los
____________
(18) Los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Librería Letouzé y Ané, pp.
130,131, passim.
362
pequeños franceses, las 1.500 escuelas que dirigían en Francia fueron suprimidas
en corto plazo y para la fecha del 15 de julio de 1904, 801 establecimientos –los
tres quintos de las escuelas Lasallistas francesas– fueron cerrados… «El desastre
era espantoso, escribía Rigault, y se comprende por que el Hermano Gabriel
Marie, parecía en primer lugar aterrado, pero rápidamente se restableció como
hombre de corazón y de sangre fría, como cristiano que se adhiere a los más
misteriosos designios de la Providencia y como patriota que en los días más
oscuros, no reniega de su Patria. Habiendo medido la extensión de los males y
habiendo limitado las consecuencias, tanto como se lo permitía su fuerza humana
y con la ayuda hábil y diligente de su Secretario General, el Hermano Justinus,
comprendió y proclamó que de los peores sufrimientos un gran bien iba a brotar y
que los religiosos exiliados debían, también en su exilio, buscar el medio de servir
a la Francia que los expulsaba» (19).
Retomemos el texto de Rigault donde vemos que él no tenía pelos en la
lengua: «primero parecía aterrado», dice. Sí, el General de la Armada Lasallista no
solamente estaba «volcado y tirado en tierra» en su fuero íntimo, sino también en
su fuero exterior: «Parecía aterrado»… sí, todos lo veían… él flaqueaba… sus
tropas eran testigos de su agonía y de su miedo. Fue grave, muy grave, ya que el
pánico del General de la Armada arriesgaba a activar muy rápido el pánico de los
soldados… Pero no, esta angustia mortal no duró sino un momento y el
____________
(19) Letouzey y Ané, Historia… p. 134.
363
Superior General, siempre con el apoyo y la asistencia de su consejo, de sus
visitadores y agreguémosle de la oración de sus religiosos, condujo su armada de
más de doce mil Lasallistas en la vía más segura a pesar de las circunstancias
más peligrosas e impredecibles. Sabiduría y coraje que dos Cabildos Generales
señalaron en vida del Hermano Gabriel Marie, asociando a este homenaje todos
los miembros del Gobierno del Instituto (20).
Después de su elección al Gobierno de la Congregación Lasallista, en
1913, el Hermano Imier de Jésus escribió una carta a todas las Comunidades en
la cual decía entre otras cosas: «Mientras que en La Salle Capitular el
honorabilísimo Hermano Gabriel Marie nos daba su última bendición, nosotros
pensábamos en ese General que durante 16 años gobernó el Instituto con tan
maravillosa sabiduría, en medio de dificultades sin precedentes… Nosotros y su
sucesor, ¿sabremos como él, aliar tanta prudencia a tan perfecta simplicidad y tan
constante igualdad de alma a ese coraje sobrenatural que le daba firmeza y calma
en medio de las más grandes dificultades; y estar siempre animados de una
confianza en Dios que nada podrá estremecer?» (21).
_____________ (20) En RAVELET, Historia de S.J.B.de La Salle, revista de asuntos históricos,
Rigault retoma palabra tras palabra de lo que escribió del Hermano Gabriel Marie en su Historia de los Hermanos de las Escuelas Cristianas editada por la librería Letouzey, esto muestra muy bien que RIGAULT, quien conocía mucho mejor alos Hermanos de las Escuelas Cristianas, no tubo nada que cambiar en el excelente retrato que ya había trazado del Hermano Gabriel Marie en 1924. (21) Selección de circulares.
364
A estos testimonios rendidos por franceses, agregaremos para finalizar este
párrafo, el retrato dibujado por un belga, el Hermano Jules Herment, un año antes
que el hecho por Rigault pero que no rivalizan entre sí. El historiador de las riberas
del Escaut estudió muy bien su modelo: «El Hermano Gabriel Marie, tenía como
los grandes jefes, la mirada honesta, la prudencia en sus decisiones, la calma en
su conducta, el sentido de conservar las tradiciones y de mejoras para realizar. Él
puso en orden sus maniobras sin violentas fatigas con fuerza constante y una
calma que sabe para donde va y alcanza lo que quiere» (22).
Note (23) ANEXO A LA HISTORIA DE SECULARIZACIÓN
Los datos históricos reunidos desde la época de la ley del 7 de julio de 1904
hasta la Segunda Guerra Mundial, parecían hasta estos últimos tiempos muy
sólidos; por otra parte, lo son efectivamente. Pero se lamenta que desde la mitad
del siglo, ciertos espíritus que no conocieron esa lejana época o tal vez que
estaban muy jóvenes y no la entendieron bien, se hayan aferrado a atacarla
vivamente. ¿Cuánto debemos lamentar que Rigault, el notable historiador de
nuestro Instituto, haya aprobado plenamente sus palabras, él que en su primera
obra Lasallista impresa en la librería de Letouzey en Paris en 1924, como lo
_____________
(22) Hermano Jules Herment. Rigault, en su vol. I, p. 25, citado al lado de Compayré, el Manual de la historia de la pedagogía de J. Herment, edición de 1922. En la p. 436, cita de J. Herment, Las ideas pedagógicas de S.J.B. de La Salle. (23) Nota muy sustancial respecto a una controversia sobre el discurso o conferencia del Hermano Gabriel Marie.
365
acabamos de ver, había dibujado una imagen prestigiosa del Hermano Superior
General Gabriel Marie? Por otra parte, esta historia de los años de 1904 y ese
retrato del gran Superior General, Rigualt los tomó sin cambiar un ápice en la
Historia de San Juan Bautista de La Salle y de sus hijos a través del mundo,
escrita por Ravalet, que los superiores le habían encargado de actualizar. Él
aceptó finalmente en las últimas páginas del Volumen VII de su Historia del
instituto Lasallista que condujo hasta 1904, fecha en la cual dio punto final para lo
que respecta a Francia. Se preguntan ¿cómo al final de su vida pudo olvidar su
obra tan sólida y bella para adoptar los ojos cerrados y sin tentar el más mínimo
análisis de los textos?, una teoría según la cual la reputación del Hermano Gabriel
Marie había sido sobreestimada y su conducta a la hora de la secularización,
digna de censura.
¿Cómo explicar este desfallecimiento de nuestro historiador, sino por la
grave enfermedad que se lo llevó súbitamente después de media docena de
trabajos absorbentes que había llevado simultáneamente? Entre sus estudios
señalemos una encuesta conducida a través de Francia entera de los antiguos
seculares, manuscrito de 450 páginas de formato grande no destinado a la
impresión y depositado en los Archivos Lasallistas para servir a los futuros
historiadores. Desgraciadamente esta erudita obra esconde numerosas
insinuaciones malévolas y tendenciosas al respecto del Hermano Gabriel Marie,
Superior General y de otros superiores mayores; acusaciones llevadas para los
Lasallistas quienes, en la época de la persecución combista no eran más que
366
adolescentes u hombres sin madurez. Algunos de estos últimos, llegaron a una
edad avanzada con resentimiento contra el Hermano Gabriel, ya que como
jóvenes Hermanos secularizados no tuvieron el consuelo, peligroso para el
Hermano Superior General, de recibir respuestas personales a las cartas que ellos
le habían dirigido en Bélgica, aún más porque cuando el Hermano Gabriel Marie
venía a Francia, no les era permitido ir a verlo y conversar personalmente con él
en la Procura General de la calle de Sèvres. ¡Puramente infantil! ¿A caso
ignoraban que los agentes de policía, debidamente pagos, espiaban hasta las más
mínimas acciones del Superior General cuando pisaba el suelo francés? Y que el
tenía razón de hacerles saber por medio de otra voz, que los Hermanos
visitadores de Francia y hasta los asistentes estaban todos designados para
ocuparse de ellos personalmente. Esas quejas y esas recriminaciones de viejos
amargados y a menudo pocos seguros de su memoria, fueron acogidas con
diligencia por nuestro historiador quien hizo ampliamente estado de estas quejas y
recriminaciones en sus documentos.
Pero he aquí quien es de otra manera serio. En el curso de esta cacería de
documentación, que tuvo lugar alrededor de los años 1952 y1953; Rigault acogió
muy fácilmente los ruidos netamente desfavorables para la memoria del Hermano
Gabriel Marie, Superior General, censuras y juicios infundados sobre la manera
como él había gobernado el Instituto en el año de 1904. Queremos hablar de una
declaración hecha en 1916 por el Hermano Almer Bernard frente al tribunal
eclesiástico diocesano reunido en Athis-Mons para recoger las atestaciones de los
367
testigos que habían conocido al Hermano Exupérien del cual se trataba de
introducir en la Corte de Roma la Causa de Beatificación y de Canonización. El
Hermano Almer Bernard, quien durante largos años había llevado el rol de
Secretario del Hermano Exupérien, era en 1916, un viejo medio impotente y ya no
podía escribir. También, dictaba sus declaraciones al Hermano Paul Joseph,
Director Fundador del Boletín de las Escuelas Cristianas y Secretario aceptado por
el Tribunal. Ahora bien, en su larga declaración –páginas 71 a la 104– el Hermano
Almer Bernard rindió un muy buen testimonio a su antiguo asistente. Sin embargo,
no llegó sino por una especia de aberración sicológica muy especial: se salió
completamente del tema durante un minuto y treinta segundos, sin una transición,
sin una razón aparente, para hablar del Hermano Gabriel Marie, antiguo Superior
General, relató muy brevemente pero muy claramente, el tema de una conferencia
extraordinaria que en enero de 1904, el Hermano Gabriel Marie había desarrollado
frente a los 53 directores de las Escuelas Lasallistas de Paris, convocados
expresamente para este efecto. Y no obstante, el Hermano Almer Bernard no
había asistido a esta conversación de la cual no tenemos rastro fuera de esa
intervención inesperada. Él no tuvo conocimiento sino por una conversación con
varios Hermanos directores quienes habían asistido, agreguemos que esta
declaración no fue aceptada por la Sagrada Congregación de Ritos de Roma
porque era extranjera al proceso del Hermano Exupérien, y porque no se
encontraba en el texto sino en las Actas del Proceso Diocesano declarado a la
Postulación General de la casa-Madre en Roma. Por otra parte, no fue conocida
hace mucho por el Instituto Lasallista, antes de la Segunda Guerra Mundial y
368
Rigault conoció su existencia en el curso de su gira por los antiguos centros
seculares. Los contemporáneos del Hermano Almer Bernard y del Hermano Paul
Joseph no atribuían ninguna importancia a esta relación del Hermano Almer
Bernard, ya que conocían con mucha exactitud la situación del Instituto en el
momento de la discusión de la ley contra las congregaciones y la maestría con
que el Hermano Gabriel Marie había precedido a los destinos del Instituto en esas
circunstancias trágicas. Pero demos el texto de esta declaración del Hermano
Almer Bernard, objeto de litigio, y mostremos que no ataca en nada la reputación
del Hermano Gabriel Marie:
«En el mes de enero de 1904, tuvimos la certitud de que las
congregaciones educativas autorizadas serían golpeadas. No se sabía entonces si
podrían continuar manteniendo las clases secularizándose, por lo menos bajo esa
forma. A comienzos de enero de 1904, el Hermano Gabriel Marie, Superior
General, hizo una conferencia a los Hermanos directores de Paris, reunidos en la
Casa-Madre. Él les dijo que la destrucción de las obras de los Hermanos en
Francia era inminente y que los Hermanos de más de sesenta años serían
ubicados en las casas de hospitalización. En cuanto a los otros Hermanos, si él
podía encontrar lugares, sin importar donde, sería el momento de ubicarlos antes
de la aprobación de la ley. Se sirvió de esta comparación, haciendo alusión al
naufragio del trasatlántico La Bourgogne: “Cuando una gran construcción se
hunde, se produce el pánico general”. El Honorabilísimo Hermano debía tener esta
idea: “En los lugares donde ustedes estarán, es muy claro que conservarán sus
369
votos en la medida de lo posible”. Los Hermanos directores de Paris, buscaban
darles confianza, mientras se esperaba la votación de la ley.» (Proceso Diocesano
para la Beatificación y la Canonización del Hermano Exupérien, el 25 de junio de
1916, páginas 71 a 104).
A primera vista este texto del Hermano Almer Bernard que se remonta,
como lo habíamos dicho, al año de 1916, aparece frente al lector de hoy como
cargado del pesimismo más negro. Si no nos dirigimos a las fuentes y si no
reflexionamos, podríamos decir que el Hermano Gabriel Marie estaba
desesperado. El pánico general del gran navío que se hunde -¿no se aplica al
Instituto?– da una impresión de amargura indefinible… Cuando el Hermano
Archivista de la Casa-Madre, en 1952, clasificó en un gran sobre esta declaración
del Hermano Almer Bernard, escribió en negrita letras en la parte exterior:
«Hermano Gabriel Marie… cuando un gran edificio se hunde ¡Es el pánico
general!»… estas palabras con lápiz rojo producen en el que no sabe la verdad,
un efecto deplorable. Esta funesta impresión que no responde en nada a la
realidad de los hechos, viene de aquello que ignoramos de esa época y por así
decirlo, de la atmósfera que se respiraba. Podríamos decir que nuestra linterna no
iluminaba y que no hablábamos, en suma, el mismo lenguaje de los de 1904. Lo
que hace que los dichos del Hermano Almer Berbard sean, de cierta manera,
enigmáticos y que sea necesario dar la solución. Lo que vamos a tratar de hacer
es ubicar al lado de las afirmaciones del Hermano Almer Bernard, palabras de
370
proposiciones capaces de esclarecerlas, y las vamos a distinguir de las del
Hermano colocándolas en letra cursiva y tendremos entonces un texto explicado.
« A comienzos de enero de 1904, el Hermano Gabriel Marie, Superior
General, hizo una conferencia a los Hermanos directores de Paris, reunidos en la
Casa-Madre. Él les dijo que la destrucción de las obras de los Hermanos en
Francia era inminente y que los Hermanos de más de sesenta años serían
ubicados en las casas de hospitalización. En cuanto a los otros Hermanos, El
Instituto debía ser pura y simplemente suprimido por la ley, y los certificados y
diplomas de enseñanza que en suma habrían podido ser su sustento, dando
lecciones particulares, estaban anulados; si él podía encontrar lugares, sin
importar donde, por ejemplo, el empleo de portero, de vigilante en las grandes
tiendas, sacristanes o de bedeau (empleado laico de una iglesia, encargado de
vigilar el buen desarrollo de los oficios y ceremonias) en las parroquias, de cajero
o de contador en una administración, empleados de ferrocarriles, etc.,etc.; sería el
momento de ubicarlos antes de la aprobación de la ley, fue absolutamente
necesario que cada uno se preocupara de su futuro para no dejarse morir de
hambre o ser lanzado sobre el pavimento. Sí, es el momento en donde cada uno
debe pensar en sus propios asuntos, un poco como cuando se produce un
naufragio, cada uno debe pensar en encontrar un lugar en los botes salvavidas, de
otro modo, será llevado por el oleaje. Se sirvió de esta comparación, haciendo
alusión al naufragio del trasatlántico La Bourgogne: el 4 de julio de 1898, ¡Pero sí!
Decía él, ¡cuando una construcción se hunde, se produce el pánico general!
Entonces cada uno debe pensar en salvarse por si solo. Tampoco cuente
371
demasiado con su vecino, trabaje usted mismo en buscar de un lugar seguro con
el fin de poder vivir, pero he aquí otra cosa aún, se trata de la obligación de
mantener sus votos esperando tiempos mejores y de poder nuevamente, cuando
Dios lo quiera, ocuparse de hacer las clases, etc., etc. Si, ustedes deben guardar
sus votos. En los lugares donde ustedes estarán, es muy claro que conservarán
sus votos en la medida de lo posible: Y que aquello no los haga inquietar
demasiado. ¿Acaso nuestros Hermanos-soldados no conservan sus cinco votos
religiosos durante los dos o tres años que dura su servicio militar en la caserna? A
pesar de estar rodeados de peligros morales, de otro modo serios, frente a los
cuales ustedes tendrán que temer. ¡Tengan entonces coraje y confianza
esperando días mejores!». Los Visitadores de Paris buscaban, ellos también,
darles confianza esperando la votación de la ley. No fue en vano ya que poco
después, Ferdinand Buisson, ponente de la ley, declaraba que la supresión de las
Congregaciones no suprimía el derecho de enseñar.
Es fácil, como se ve, si se conoce muy bien la historia del Instituto, si se
toma la molestia de reflexionar y de interrogar los documentos, de hacer justicia de
las acusaciones aventuradas… de medir en su justo valor los documentos
acogidos con poca felicidad y con cierta dosis de ingenuidad…
57
5. ANÁLISIS Y RESULTADOS
Una vez realizado el trabajo de investigación es importante hacer una valoración
de los resultados obtenidos, para observar su contenido más a fondo y dar firmeza
y credibilidad; que se dé paso entonces, a un comentario sobre las respuestas al
problema planteado, al desarrollo de los procesos y dificultades del mismo y sus
aportes pedagógicos; a lo largo de este capítulo.
5.1 RESPUESTA AL PROBLEMA PLANTEADO
El problema que se planteó inicialmente como inquietud en el proyecto ha
encontrado su respuesta después de una ardua labor de consulta, investigación y
aplicación; que conllevó a la presentación de esta monografía, no sin exteriorizar
una serie de dificultades que enriquecieron el camino. Como paso inicial debe
mostrarse el proceso de traducción del francés al castellano de la obra
«HISTORIA DEL INSTITUTO DE LOS HERMANOS DE LAS ESCUELAS
CRISTIANAS DE SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE MÁS ALLÁ DE LAS
FRONTERAS DE FRANCIA DE 1700 A 1966» (PARTES I Y II) a través de
ejemplos que permiten dar a entender la magnitud de las dificultades propias de
una traducción, que se desarrollarán a continuación en los siguientes puntos del
presente capítulo junto con los resultados que se han logrado por medio de la
difusión de la información que contiene la obra objeto de estudio.
58
Desde los dos bandos, es decir, la traducción y la información de la obra, los
conocimientos generales pueden aumentar considerablemente. Por un lado, la
traducción permite conocer las lenguas francesa y castellana muchísimo más a
fondo, además de sus diferencias; y por otra parte, la información que proporciona
la obra, acrecienta de manera formidable los conocimientos sobre la pedagogía
Lasallista en todas sus dimensiones: su historia, surgimiento, grandes aportes a
nivel mundial, las reformas en el ministerio educativo, su expansión en los cinco
continentes, etc. Pasemos entonces, a mostrar las soluciones a las inquietudes
que motivaron esta monografía.
5.1.1 Proceso y dificultades. La traducción presenta a lo largo de su
ejercicio una gran serie de dificultades que sólo pueden ser observadas y
resueltas a través de un trabajo riguroso y delicado que requiere de una fuerte
paciencia y dedicación; a estas cualidades se suma una habilidad especial para
descubrir el significado del texto. Además es necesario hacer uso de técnicas
específicas que restituyen el sentido del mensaje con la mayor claridad y con el fin
de que el nuevo lector pueda comprender el texto original dentro de un nuevo
contexto. Es muy importante tener en cuenta que para guardar la mayor fidelidad
posible se deben superar etapas de análisis, interpretación, restitución y revisión
para que el lector perciba en las interrelaciones del autor, la actitud, el tema, la
estructura y el mensaje del texto, y pueda imaginar su esencia simbólica, su
función histórica y su valor poético. Todo este proceso permite explorar el sin
número de conocimientos requeridos para llevar a cabo tal proyecto, ya que es
59
necesario revisar con antelación una serie de circunstancias que son materia de
investigación y que desembocan en la apropiación de los elementos
fundamentales del estudio lingüístico que aportan enfoques para estudiar y
describir las lenguas y los cambios habidos en ellas.
Finalmente, estas cualidades, habilidades, técnicas, etapas y circunstancias,
convergen en la solución de los problemas comunes al proceso de traducción del
Francés al Castellano de «HISTORIA DEL INSTITUTO DE LOS HERMANOS DE
LAS ESCUELAS CRISTIANAS DE SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE MÁS
ALLÁ DE LAS FRONTERAS DE FRANCIA DE 1700 A 1966» (partes I y II) que
tiene como fin, difundir la información y afianzar los conocimientos sobre los
orígenes de las escuelas cristianas Lasallistas en la comunidad universitaria y
mostrar la magna importancia de su pedagogía en la formación de maestros,
novicios, Hermanos y alumnos en la escuela antigua y contemporánea.
5.1.2 Técnicas de traducción (proceso de restitución). Existe una serie de
técnicas que permiten acercarse lo más fielmente posible au sens du texte (al
sentido del texto), mencionadas en el capítulo dos, por medio de las cuales se
puede lograr mayor claridad acerca de la realidad del mensaje. En suma se
podrían enumerar de la siguiente manera: técnicas de traducción directa y
técnicas de traducción oblicua, que se ilustrarán a continuación. Antes de
comenzar es aconsejable… ver el numeral 2.6.2.2...
60
5.1.2.1 Técnicas de traducción directa. En las que se incluyen préstamos,
calcos y traducción literal.
5.1.2.1.1 Calcos. Se transfieren significados de palabras.
• Lexicales. Adopción de una palabra por determinada lengua traduciendo su
significado completo, su estructura fónica y acústica.
…mais encore il se charge de compléter les connaissances du jeune gentilhomme.
Traducción :
...sino que también, se ocupó de completar el aprendizaje del joven gentilhombre.
• Semánticos. Son la adopción de significados extranjeros para palabras ya
existentes en una lengua.
…les vignes de ce quartier populeux cédait de plus en plus la place à de boutiques
d’artisans et de petits commerçants…
Traducción :
...las viñedas de ese populoso barrio cedían cada vez más su espacio a las
61
boutiques de artesanías y de pequeños comerciantes…
5.1.2.1.2 Traducción literal. Es la que respeta el estilo del autor y sigue
palabra por palabra el texto original.
Dans les premiers jours du printemps 1960, le Frère Nicet Supérieur Général des
Frères des Ecoles Chrétiennes, accompagné du Frère Philip Atoon, Vicaire
Général de l’Institut, vint me trouver à Orvieto, où je faisais partie de la petite
communauté de Saint-Joseph du Bon Voyage.
Traducción:
...en los primeros días de la primavera de 1960, el Hermano Nicet, Superior
General de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, acompañado del Hermano
Philip Antoon, Vicario General del Instituto, vino a encontrarse conmigo en Orvieto,
donde yo hacia parte de la pequeña Comunidad de San Joseph du Bon Voyage.
5.1.2.2 Técnicas de traducción oblicua. Se refieren a la compensación,
transposición, modulación, equivalencia y adaptación; y las que hacen parte de su
ejercicio como la amplificación, omisión, y eliminación.
62
5.1.2.2.1 Compensación. Equilibra las pérdidas y ganancias de la traducción:
• Transposición. Afecta cualquiera de las categorías gramaticales del
discurso sin cambiar el significado del mensaje.
ü Categoría adjetiva. El adjetivo es uno de los elementos más
flexibles:
Toute cela, d’ailleurs sans respect humain, comme sans forfanterie.
Traducción:
Todo esto, por otra parte, sin miedo por el juzgamiento de los hombres, y sin
jactarse de ello.
ü Categoría sustantiva. El francés le da primacía al sustantivo:
Et voici que le moment du repos arrive pour notre vaillant Lasallien.
Traducción:
Y he ahí que el momento de descansar llegó para nuestro valeroso Lasallista.
63
ü Ampliación. El texto de llegada expande el texto de partida:
…il emportait du pan pour la valeur de 20 baïoques, qu’on lui avait données à titre
de rémunération.
Traducción :
...sólo portaba pan por un valor de 20 baïoques (moneda de la época) que le
habían dado a titulo de su remuneración.
• Modulación. Realiza desplazamientos en el punto de vista provocándolos
generalmente en las categorías gramaticales, por lo que se da con
frecuencia, junto a la transposición; y puede hacer uso de la equivalencia y
la adaptación:
ü Equivalencia. Tiene en cuenta la pragmática de locuciones y frases
hechas:
...Monsieur de La Salle, avait tenu bon contre vents et marées.
64
Traducción :
...el Señor de La Salle, había soportado contra viento y marea todos aquellos
acontecimientos.
ü Adaptación. Sustituye una situación por otra análoga cuando no
existe equivalencia.
Nous avons les coudées franches pour traiter librement du XXe siècle.
Traducción:
Tenemos la vía libre para tratar con autonomía el siglo XX.
Correcteur du Couvent de Minimes, de la Trinités-des-Monts, leur vient en aide de
bien des façons
Traducción :
Corrector del Convento de Minimes, de la Trinités-des-Monts, les brinda ayuda de
varias maneras;
65
5.1.2.2.2 Omisión y eliminación. En algunos casos es necesario omitir o
eliminar palabras:
…fameux par son vin de Est ! Est ! Est ! qu’ils ont voulu goûter, sans doute.
Traducción:
...famoso por su vino de Est! Est! Est! Que ellos, sin duda, han querido degustar.
...et par le succès qui’ils remportent auprès de leurs élèves. Ceux-ci sont
maintenant au nombre de 142,
Traducción :
...y por el éxito que consiguieron al lado de sus alumnos, los cuales eran 142 en
total,
5.1.2.3 Otros elementos de restitución. Existen además otras dificultades
como:
5.1.2.3.1 Onomásticos. Estos representan, también, ciertas dificultades:
• Topónimos. Hacen referencia a los nombres propios de lugar.
66
Ensuit le frère Facile se rend à la Nouvelle-Orléans ; et…
Traducción :
Más tarde el Hermano Facile se movilizó hacia Nueva Orleáns y...
L’emplacement en fur choisi très heureusement à Kadi-Keüi,
La localización de este, fue escogida muy felizmente en Kadi-Keuï,
• Antropónimos. Hace referencia a los nombres propios de personas.
…dans la famille fondée par Saint Jean-Baptiste de la Salle,
Traducción :
...en la familia religiosa fundada por San Juan Bautista de La Salle,
Il a déjà mandé au Frère Ponce, Directeur d’Avignon.
Traducción :
Él ya había encargado al Hermano Ponce, Director de Avignon,
67
• Otros onomásticos. Nombres de firmas comerciales, revistas, periódicos,
restaurantes, hoteles, universidades, escuelas, hospitales, y otras
instituciones públicas y privadas no suelen traducirse.
Autour de lui gravitaient le Collège Saint-Joseph, le Collège Saint-Louis et l’Ecole
du Sacré-Cœur.
Traducción :
Alrededor de él, gravitaba el Colegio San Joseph, el Colegio San Louis y el
Colegio du Sacré-Coeur.
5.1.2.3.2 Elementos cuantificadores. La función textual es el elemento
determinante de si se debe traducir o no.
• Cantidades, medidas, monedas. En algunas ocasiones es necesario hacer
la conversión:
…qui nos revoient aux sources, soit un millier de références:
Traducción :
...que nos remiten a las fuentes, es decir, a más de mil referencias, IX
68
…et payer quatre jules par tête, ce qui fait un franc trente.
Traducción :
...y pagar cuatro Jules por cabeza, esto era, un franco y treinta centavos.
5.1.2.3.3 Artículos y morfemas posesivos. Se pueden encontrar diferencias
importantes entre las dos lenguas.
• Nombres de países. Carecen de artículo en español salvo algunos.
…est devenue aux Etats-Unis, la pierre d’angle solide, inébranlable.
Traducción :
...se convirtió para Estados Unidos en la piedra angular sólida e inquebrantable.
Traducción:
• Gentilicios. Se elimina el articulo y la mayúscula del francés:
…une immixtion de étrangère: les Anglais, les Français, les Hollandais…
69
...una intromisión extranjera de: ingleses, franceses, holandeses...
• Expresiones lexicalizadas. Existe un cierto conjunto de estas:
Ajoutons que chez les uns et les autres…
Traducción :
Agreguemos que para unos y otros,
• Pronombres posesivos. Su uso es mucho más alto en Francés:
C’était un carrefour de races où l’on trouvait aussi des écoliers de France,
d’Allemagne, d’Italie, d’Espagne, de Roumanie, et même d’Arménie.
Traducción :
Era una encuentro de razas donde se encontraban también escolares de Francia,
Alemania, Italia, España, Rumania y la misma Armenia.
5.1.2.3.4 Preposiciones. Representan otro elemento de gran cuidado y
observación en el proceso de traducción, pueden darse en algunos casos como:
70
• Locuciones preposicionales. Con la tutoría de un diccionario es posible
realizarlas:
Aussi, par mesure de précaution, et avec l’assentiment d’auguste malade,
Traducción :
También como medida de precaución y con consentimiento de la respetada
enferma...
• Asociaciones sintagmáticas. Que incluyen preposición:
...car elles mettent en relief le savoir et les talents de ces jeunes…
Traducción :
...ya que hacían resaltar el conocimiento y los talentos de esos jóvenes...
5.1.2.3.5 Puntuación. El español y el francés presentan ciertas divergencias
en la utilización de los signos de puntuación. Las más comunes son las siguientes:
• Empleo de comas... La lengua francesa presenta una mayor densidad. En
71
castellano pueden sustituirse por la conjunción y cuando separa los dos últimos
términos de la enumeración, agregar una coma si hay ausencia de marcas ante un
elemento circunstancial, un punto y coma o un punto si separa dos oraciones
independientes. Los dos puntos, su función en castellano es mucho menos
operativa por lo que se reemplaza con frecuencia por coma, punto y coma, punto,
una oración sustantiva o un conector:
Rome avait parlé, la cause était finie. Après une réaction très compréhensible de
surprise et de peine --- très courte, d’ailleurs --- et sans prêter l’oreille a tel
membre de Hiérarchie qui préconisait l’autonomie de la providence américaine, les
Frères se rallièrent aux belles paroles prononcées au banquet des Anciens Elèves
de Manhattan par le Frère John Chrysostom. Ce Francis Barat de la première
heure qui, en 1849, avait pris le saint habit religieux dans la cathédral de New
York: «Au sujet de la question du latin, je vous dirai que, grâce a Dieu, les Frères
ne peuvent faire qu’une chose: obéir. Ils ont appris cela de Notre-Seigneur lui-
même. En ce qui concerne l’avenir, nous avons une confiance qui se fonde sur
notre obéissance et notre confiance en Dieu: cherchez premièrement le royaume
de Dieu et sa justice, et tout le reste vous sera donné par surcroît» (15).
Traducción :
Roma había hablado, la causa había acabado. Después de una reacción muy
Comprensible de sorpresa y de pena –muy corta, por otra parte– y sin prestar
72
atención a tal miembro de la jerarquía que preconizaba la autonomía de la
provincia americana, los Hermanos se reincorporaron con las bellas palabras
pronunciadas en el banquete de los antiguos alumnos de Manhattan por el
Hermano John Chrysostom. Ese Francis Barat de la primera hora, quien, en 1849,
había tomado el santo habito religioso en la catedral de Nueva York: «con
respecto a la cuestión del Latín, yo le diré que gracias a Dios los Hermanos no
pueden hacer sino una sola cosa, esto es: obedecer. Ellos aprendieron esto de
nuestro mismo Señor. En lo que concierne al futuro, tenemos una confianza que
se fundamenta en la obediencia y en nuestra confianza en Dios, busquen primero
el Reino de Dios y su justicia, y todo el resto les será dado por añadidura» (15).
5.2.1.3.7 Mayúsculas. El uso de éstas también difiere entre las dos lenguas.
• Nacionalidades. Mayúscula en francés y minúscula en castellano:
Auprès des autochtones, on rencontrait des Autrichiens d’origine germanique, des
Tchèques, des Moraves, des Polonais, des Hongrois, des Croates, des Dalmates
Traducción :
Junto a los autóctonos se encontraban austriacos de origen germánico, checos,
moravos, poloneses, húngaros, croatas y dálmatas.
73
• Designaciones históricas y políticas. El francés solamente utiliza la
mayúscula en el sustantivo. El castellano también la presenta en el
adjetivo:
…la civilisation religieuse de l’âge baroque, aux problèmes de politique
ecclésiastique et de relations entre l’Eglise et l’Etat à l’époque modern;
Traducción :
...la civilización religiosa de la Edad del Barroco, a los problemas de Política
Eclesiástica y a las relaciones entre la Iglesia y el Estado en la Edad Moderna.
• Tratamientos. L levan mayúsculas en castellano excepto cuando el nombre
de las personas va con ellas:
A Spolète, c’est le Pape Léon XII, qui leur assigne comme résidence et école,
Traducción :
En Spolète es el papa León XII quien les asigna como residencia y escuela,
• Las obras literarias y otros elementos. Usan mayúscula inicial en español:
…pour traduire en italien la Vie de Monsieur de La Salle par le Chanoine Blain,
74
les Douze Vertus d’un Bon Maître et les Circulaires des Supérieurs Généraux.
Traducción :
... traduciendo La vida del Señor de la Salle al italiano escrita por el Chanoine
Blain, Las doce virtudes de un buen maestro y Las circulares de los superiores
generales.
5.1.2.3.7 Falsos amigos. Determinados parecidos fonéticos pueden inducir a
error y establecer cambios fonéticos o familias de palabras que no han existido.
C’est alors que deux arches du Colisée tombent avec fracas.
Traducción :
Fue entonces cuando dos arcos del coliseo cayeron con estrépito.
Et pourtant, en ce mois de septembre commençant, ils cheminent allègrement ;
Traducción :
Y sin embargo, comenzando ese mes de septiembre, se encaminaron
alegremente; 9
75
5.2 PROBLEMAS Y RESOLUCIÓN
La limitación que se había planteado inicialmente apuntaba hacía el francés
antiguo como un problema, debido a que el léxico que se encuentra en el texto, en
algunos de los casos, ha sufrido una transformación etimológica; pero esto fue
fácilmente resuelto con ayuda de material especializado. En realidad, lo que
representaba un problema más grave era el hecho de que el texto fue inicialmente
traducido del inglés al francés y esto conllevó a fuertes confusiones a la hora de
hacer el mismo trabajo del francés al castellano, además se deben sumar los
problemas propios al proceso de traducción. Sin embargo, gracias a una
investigación exhaustiva y a las correcciones realizadas por el asesor de la
monografía, fue posible encontrar las soluciones que se enumeraron en las
anteriores páginas de este capítulo donde se da entera cuenta de la trayectoria
recorrida para encontrar la solución o soluciones a estos problemas, que sólo
pueden ser comprendidos a través de la ejemplificación de los mismos y haciendo
una comparación directa de los aspectos morfológicos, léxicos y textuales entre
las dos lenguas.
Por otra parte, uno de los problemas iniciales que presentó el proyecto fue la
desinformación acerca de la vida del Hermano Alban, lo que incurrió
negativamente en el proceso de contextualización de la obra y de la intención de
su autor; a pesar de esto y gracias a la colaboración de los Hermanos de la casa
generalicia de Roma, donde se encuentran los Archivos Generales del Instituto,
76
fue posible recibir solución -a través de Internet- a este y otros inconvenientes
menos graves pero no menos importantes. Después de haber resuelto las
dificultades que presentó la traducción, en seguida, se pasó a corroborar la
información y los hechos mencionados en la obra acerca de los orígenes de las
Escuelas Cristianas de San Juan Bautista de La Salle, sus aportes y aciertos
pedagógicos en la educación antigua y contemporánea. Afortunadamente, la
literatura sobre este tema es amplia y de fácil acceso lo que asegura la viabilidad y
difusión de este trabajo dentro de la comunidad Lasallista.
Para concluir, cada uno de los contratiempos que se presentaron, lograron
enriquecer y afianzar los conocimientos requeridos para lograr el presente trabajo
de ahínco y perseverancia que significa la traducción y el enfoque pedagógico de
la profesión de maestro Lasallista.
5.3 APORTES Y PENSAMIENTO PEDAGÓGICO
La prioridad de este trabajo ha sido contribuir al conocimiento y difusión de la obra
de San Juan Bautista de La Salle y sus hijos, quienes la llevaron más allá de las
fronteras de Francia, saludando con gracia y amor los niños necesitados de los
cinco continentes sin importar las dificultades de los enconosos y largos viajes o
las circunstancias atiborradas de constantes guerras que se vivían por ese
entonces. A través de esta monografía se puede observar el estilo pedagógico
Lasallista que brinda una firme confianza en la formación de maestros. Sin
77
embargo a lo largo de la carrera se puede observar, desde el punto de vista
estudiantil, que en algunos momentos se han dejado de lado tan valiosos aportes
como son: Las actitudes espirituales de un educador lasallista y Las doce virtudes
de un buen maestro, esta última obra sorprende por su actualidad a pesar de
haber sido escrita hace más de dos siglos, y sorprende aún más verificar la
permanencia hoy en día de ese estilo pedagógico lasallista de educación; en ella
se recuerda e instruye al maestro acerca de su comportamiento dentro de la clase,
dándole consejos muy prácticos y útiles para su buen desempeño, que lo pueden
sacar de las dificultades más comunes en el aula… ver numeral 2.4.2…
En realidad son pocas las cosas que se conocen sobre este tema a lo largo de la
carrera: desde que se inicia con el seminario de inducción hasta cuando finaliza
con la práctica pedagógica, y muchas veces se llegan a discrepancias con
respecto al tipo de pedagogía que debe conocer un maestro pero no se habla del
Proyecto educativo del Sr. de la salle, La organización de la escuela elemental
moderna, Las estrategias de La Salle para obtener grandes resultados en la
escuela, La teología del ministerio educativo Lasallista… que son obras
importantes del Fundador. Se debe saber que la educación Lasallista reafirma su
opción de siempre por una educación más personalizada y sobre todo dinámica,
acorde con su tradición pedagógica. Al respecto asombra descubrir en la lectura
de la obra, los actos heroicos de los Hermanos Lasallistas que eran en esencia
educadores y asumían este ministerio con gran dinamismo y sus clases
despertaban el interés general. Asimismo, la educación Lasallista opta por
78
entender que la persona es un ser en crecimiento a quien hay que acompañar
desde los primeros años, con dosis de ternura y bastante profesionalismo, cree en
la persona y por esta razón asume una posición optimista en la acción educativa
partiendo de la realidad de cada estudiante.
Como podemos ver tenemos una opción realista y acertada para tomar en cuenta
que da como resultado, según la regla de los Hermanos, un adulto maduro y
equilibrado: «esta pedagogía de los valores tiene como propósito el surgimiento de
una pedagogía equilibrada, es decir, un espíritu donde se logre una armoniosa
integración de valores personales, sociales y cristianos. Esta creciente madurez
habilitará al educando para aportar su cuota de responsabilidad “al servicio de la
sociedad y de la iglesia”». (R2, 13ª). Igualmente, el aporte más esperado se ha
logrado gracias a la atención que el Hermano Felix Barreto ha querido prestar a
esta labor. A partir de una conversación informal con él, y meditando las
inquietudes que vienen de plantearse, se tomó la decisión de incluir -en la cátedra
Lasallista- más conocimientos sobre la obra del Sr. de La Salle y para dar cuenta
de la relevancia que ésta ha tenido para el mundo entero desde la creación de la
escuela elemental; es importante saber que su obra pedagógica es muy
abundante y original, que sustituyó la enseñanza colectiva por la enseñanza
individualizada y que en 1685 también fundó en Reims una escuela para la
formación de sus maestros que es considerada como la primera escuela Normal o
de magisterio.
79
Finalmente, teniendo en cuenta todo lo que se ha suscitado a lo largo de esta
monografía, es deseo propio que se dé cuenta de lo mismo, dentro de la práctica
pedagógica para entender que ser maestro es más que poseer los conocimientos
teóricos; es dar a conocer a Dios, a través de este hermoso magisterio, a los
niños, jóvenes y adultos que necesitan formarse en valores y hacer de sus
penosas vidas una obra incomparable de amor. Además, surge la necesidad de
proponer una cátedra de traducción que permita profundizar los conocimientos
sobre las lenguas que se están estudiando. Puesto que, este es un medio de
análisis y comparación que posibilita estudiar la Fonética y la Fonología, la
Morfología, la Sintaxis, la Lexicografía y la Semántica; todos desde un punto de
vista pragmático que interesa a la sociolingüística y hace parte del nivel más
avanzado del aprendizaje de una lengua.
80
CONCLUSIONES
El proceso de traducción es una ardua tarea que requiere de una dedicación muy
especial, puesto que son horas de interminable labor, que deben ser enfrentadas
con mucha paciencia y voluntad. El compartimiento cognitivo y las diversas
manifestaciones lingüísticas que hacen parte de la lengua francesa y castellana
conforman estructuras que presentan diferencias notables pero extensas y otras
por su parte se ocultan al ojo del traductor, esto hace mucho más riguroso el
estudio de las dos lenguas para lograr un excelente resultado en el ejercicio de la
traductología. Por ello, es muy importante realizar un análisis de una serie de
piezas textuales en las que se asienta la coherencia del texto, las marcas
enunciativas de intencionalidad, la confrontación de puntos de vista, los
mecanismos metafóricos y argumentativos…, de manera que el trabajo de
traductor resulta ser una de las profesiones que más demandan conocimiento y
dedicación.
Se debe pues, comenzar por el estudio concienzudo de las dos lenguas: observar
los mecanismos de traducción, indagar en las gramáticas y comparar los hechos,
revisar las reglas y ejercicios de ortografía; hacer uso de los diferentes
diccionarios de etimología, lengua castellana y francesa, locuciones y frases
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hechas; además de revisar las nociones de pragmática, el análisis del discurso y,
por supuesto, la sociología y la lingüística.
Por otra parte, dentro del transcurso de la investigación está planteado el aporte
pedagógico de este trabajo, que implica la profesión del maestro, la cual, debe
estar basada en el amor a Dios y el respeto de sus propias convicciones. Su papel
se fundamenta en el acompañamiento de sus alumnos como guía, no solo del
conocimiento sino de sus valores como ser humano, el maestro habrá de alcanzar
un nivel de sabiduría que esta conformada por sus conocimientos y además por su
comportamiento, puesto que el ejemplo es el mejor mecanismo de enseñanza. La
integración del conjunto de elementos cristianos y pedagógicos, pueden crear
incertidumbre y desconcierto. Pero si se contempla desde su contexto histórico, se
puede concluir que el instrumento estructurado por el Sr. de La Salle y los
primeros Hermanos pertenecientes a la primera organización de escuelas
cristianas, poseía fuertes valores que además de servir como respuesta efectiva a
las necesidades de esa época, también sirvió como punto de partida para la
organización de toda la enseñanza elemental.
Es así, que para el maestro prepararse y enseñar, más que una obligación es un
acto de amor y respeto a sus alumnos, debe poseer las capacidades espirituales y
cognoscitivas, confiando la gracia de su ministerio a Jesucristo. Esto se puede
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lograr siguiendo las sorprendentes y prácticas instrucciones que San Juan
Bautista de La Salle desarrolló en el transcurso de una larga carrera como
maestro; ya sabemos que uno de los grandes secretos del éxito de las escuelas
fue la preparación de los maestros, que fue el núcleo de su proyecto educativo y
su mayor aporte a la redención de la escuela popular cristiana. Por esta razón, el
maestro debe dedicar su energía y la mayoría de su tiempo a su propia formación.