Reseila de libros

3
Reseila de libros CUY PALMADE: Les Méthodes en Péclago- gie. Colección Que sais-je? Presses Universitaires de France. París, 1953; 116 págs. Es extremadamente difícil condensar en breve espacio una crítica suficiente de este breve y ambicioso libro. Porque, por un lado, su contenido no corres- ponde con exactitud a su título; por otro, es tal el cúmulo de noticias y alu- siones que encierra, que su simple enu- meración, aun reducida a inventariar sus epígrafes, llevaría más espacio del que prudentemente podemos disponer. Decir "métodos de Pedagogía" sólo puede entenderse de una de estas dos maneras: o bien como una exposición de los caminos que sigue la investigación y la transmisión de esta ciencia o como tratamiento de los procedimientos de enseñanza. Bien es verdad que, en este último caso, estaría más justificado de- cir "métodos didácticos" que "métodos pedagógicos". El librito de Guy Palmade no es lo uno ni lo otro, al menos intencional- mente, aunque contenga no poco de ambas direcciones. Esta vacilación le ha conducido a abarcar un panorama tan amplio que el lector poco hecho o de- seoso de sistema corre el riesgo de per- derse en un bosque de alusiones, ca- rentes de principio unificador. Porque desde los fundamentos psicológicos de la enseñanza tradicional y la exposición pu- ramente enumerativa, claro está, de sis- temas docentes (a los que llama "mo- dos"), procedimientos y expedientes con- cretos para desarrollar el "trabajo de clase", hasta las investigaciones de Psi- cosociología aplicadas a la educación, pa- sando por las doctrinas de los psicólo- gos y filósofos de la "revolución copar- nicana" (Lay, Dewey, Claparéde y Pia- get) y las concepciones educativas de María Montessori, Decroly, Audemars y Lafendel, Dalton, Winnetka, etc., todo halla acomodo aquí, en un imposible in- tento de sistematización, que lleva al autor a enfocar las mismas cuestiones desde análogos (aunque aparentemente distintos) puntos de vista. La razón de este auténtico galimatías la encontramos en la condición de psi- cólogo del autor. Se propende a creer hoy (en virtud de una tecnificación ile- gítima de la teoría y de la práctica edu- cativas) que, no ya sólo el método, sino la educación entera depende de la psi- cología del alumno. Se olvida que la formación es una tarea de incorporación y vivencia de valores; por tanto, una realidad eminentemente espiritual, cuyo enfronte viene dado por la actitud radi- cal del pedagogo respecto del orbe total en que las "significaciones" proyectan su "sentido". Dada la intención del autor, hubiera sido más acertado hablar de "métodos de educación", con lo que hubiera alu- dido a la estructura peculiar de todo el conjunto de medios que deciden, dis- ponen o ayudan a realizar el proceso educativo. Entonces sí hubiera tenido sentido describir los sistemas de Dewey y Decroly, el sell-government y los ex- perimentos de Lewin sobre el influjo de- cisivo de la modalidad de la relación maestro-alumnos en la integración de un clima educativo. Pero en tal caso hu- biera tenido que prescindir, o reducir a simple alusión lateral, toda la proble- mática estrictamente didáctica, esto es, relativa a la estructura, conducción y con- trol de la "enseñanza". Querer abarcarlo todo, eludiendo lo didáctico y lo educativo, tratados de un modo especial, para refugiarse en la Pe- dagogía, esto es, en la ciencia de la educación, ha conducido a Palmado a este cajón de sastre, ciertamente alejado de aquella claridad de concepción sin la cual resulta vacía la simple claridad ex- positiva. El libro posee ésta, pero al ca- recer de unidad interna, la brillantez for- mal queda reducida a poco más que fuego de artificio. No obstante, justo es señalar la am- plitud de las lecturas de Palmade y su preocupación por estar a la Page en cuestiones pedagógicas. Los breves aná- lisis que hace de las doctrinas la Psico- logía social, la Sociología y la sociali- zación de la educación revelan una agu- deza y un espíritu crítico poco comu- nes, además de informar sobre cuestiones de la mayor actualidad en el campo pe- dagógico. Hemos de lamentar que la amplitud de su propósito haya restado sistenia, unidad y fuerza de convicción a un libro que podía haber sido impor- tante y que, a pesar de todo, proporcio- nará datos y puntos de vista útiles a SUS leCTOreS. AD0LF0 MAILLO. L'Unesco. Número especial de la revista France Documents (julio-septiembre de 1954), 20 págs. He aquí otra publicación referente a la acción de la Unesco. Dentro de las actividades de las organizaciones inter- nacionales, los aspectos culturales y edu- cativos atraen siempre nuestra atención. En el número 26 de esta misma REVISTA recogíamos la existencia de otro estudio ligado a tal ,organismo especializado de las N. U. Lo interesante es percibir que la res- tauración de un sentido de comunidad y de solidaridad entre los pueblos, el sen- tido internacional de Scelle, debe hacerse a través de las fuerzas del espíritu, entre las cuales se destacan la educación y la cultura. Ahora bien: no olvidemos que la Declaración de los prelados norteame- ricanos sobre los planes de Dumbarton Oaks sostenía cómo la segunda confla- gración universal "llegó principalmente por efecto de la mala educación. No fui traída por pueblos primitivos o iletra- dos". En todo caso, cabe recordar las palabras que un intelectual galo esgrimía en el número 16 de la Revue Française: "Es posible que la Unesco no haya ser- vido para nada. Es posible que haya esa guerra que quiere evitar. Es posible que no alcance a nadie. Simplemente, lo que es previso evitar por nosotros, escritores, es que nuestra responsabilidad se trans- forme en culpabilidad si, dentro de cin- cuenta años, se pueda decir: Han visto venir la mayor catástrofe mundial y se han callado." En torno a estos asertos, hay margen para amplias tonalidades dialécticas. Así, concretamente, en la monografía que iesefiamos se señala que las iniciativas de la Unesco son numerosas. Pero, al mismo tiempo, se reconoce cómo los pro- blemas que esta Organización se ha pro- puesto resolver son tan vastos y tan com- plejos que sólo un esfuerzo sostenido es capaz de asegurarles su éxito. De ahí el significado del apartado general de esta publicación referente a las gran- des tareas de la Unesco, en donde se hace alusión a los ocho años de trabajo de la Unesco; con un período inicial de información; un segundo estadio (el pe- ríodo 1950-54); y un tercero, a abrirse tras la Conferencia de Montevideo, en noviembre de 1954. Debe ser conocido sobradamente que, según su Acta constitutiva, la Unesco se propone establecer progresivamente la paz internacional y la prosperidad co- mún difundiendo, a través de todas las naciones del mundo, la educación, la ciencia y la cultura. Al reinado de la fuerza la solidaridad intelectual y moral de la Humanidad hará suceder el de la justicia. Pues bien: tal empresa se diversifica en un cúmulo de facetas, que hay po- sibilidad de agrupar en seis rúbricas ge- nerales: educación; Ciencias exactas y naturales; Ciencias sociales; actividades culturales; información; cambios de per- sonas; asistencia técnica. El primer objetivo de la Unesco es dar al derecho de educación un conte- nido cada vez mayor y hacer de tal derecho un patrimonio común. La reali- zación de ese designio supone un nú- mero de actividades: cooperación con !as asociaciones y organismos especiali- zados (del Bureau International d'Edu- cation a la Confederación mundial de las organizaciones de la profesión docente); cambio de información entre educado- res (aquí se estudia el valor del Centro de Información); la extensión y mejo- ramiento de la educación escolar (tema arduo: en todo el mundo, 200 millones, al menos, de niños en edad escolar pri- vados de todo medio de instrucción); elaboración de métodos nuevos encami- nados a una educación para la com- prensión internacional; difusión de los métodos de educación de base (ya que más de la mitad de la población del mundo no sabe ni leer ni escribir); fo- mento de la educación postescolar o de adultos; colaboración con la juventud. La Unesco ha tenido en cuenta la actividad científica bajo la triple forma

Transcript of Reseila de libros

Page 1: Reseila de libros

Reseila de libros

CUY PALMADE: Les Méthodes en Péclago-gie. Colección Que sais-je? PressesUniversitaires de France. París, 1953;116 págs.

Es extremadamente difícil condensaren breve espacio una crítica suficientede este breve y ambicioso libro. Porque,por un lado, su contenido no corres-ponde con exactitud a su título; porotro, es tal el cúmulo de noticias y alu-siones que encierra, que su simple enu-meración, aun reducida a inventariar susepígrafes, llevaría más espacio del queprudentemente podemos disponer.

Decir "métodos de Pedagogía" sólopuede entenderse de una de estas dosmaneras: o bien como una exposición delos caminos que sigue la investigacióny la transmisión de esta ciencia o comotratamiento de los procedimientos deenseñanza. Bien es verdad que, en esteúltimo caso, estaría más justificado de-cir "métodos didácticos" que "métodospedagógicos".

El librito de Guy Palmade no es louno ni lo otro, al menos intencional-mente, aunque contenga no poco deambas direcciones. Esta vacilación le haconducido a abarcar un panorama tanamplio que el lector poco hecho o de-seoso de sistema corre el riesgo de per-derse en un bosque de alusiones, ca-rentes de principio unificador. Porquedesde los fundamentos psicológicos de laenseñanza tradicional y la exposición pu-ramente enumerativa, claro está, de sis-temas docentes (a los que llama "mo-dos"), procedimientos y expedientes con-cretos para desarrollar el "trabajo declase", hasta las investigaciones de Psi-cosociología aplicadas a la educación, pa-sando por las doctrinas de los psicólo-gos y filósofos de la "revolución copar-nicana" (Lay, Dewey, Claparéde y Pia-get) y las concepciones educativas deMaría Montessori, Decroly, Audemars yLafendel, Dalton, Winnetka, etc., todohalla acomodo aquí, en un imposible in-tento de sistematización, que lleva alautor a enfocar las mismas cuestionesdesde análogos (aunque aparentementedistintos) puntos de vista.

La razón de este auténtico galimatíasla encontramos en la condición de psi-cólogo del autor. Se propende a creerhoy (en virtud de una tecnificación ile-gítima de la teoría y de la práctica edu-cativas) que, no ya sólo el método, sinola educación entera depende de la psi-cología del alumno. Se olvida que laformación es una tarea de incorporacióny vivencia de valores; por tanto, unarealidad eminentemente espiritual, cuyoenfronte viene dado por la actitud radi-cal del pedagogo respecto del orbe totalen que las "significaciones" proyectan su"sentido".

Dada la intención del autor, hubierasido más acertado hablar de "métodosde educación", con lo que hubiera alu-dido a la estructura peculiar de todo elconjunto de medios que deciden, dis-

ponen o ayudan a realizar el procesoeducativo. Entonces sí hubiera tenidosentido describir los sistemas de Deweyy Decroly, el sell-government y los ex-perimentos de Lewin sobre el influjo de-cisivo de la modalidad de la relaciónmaestro-alumnos en la integración de unclima educativo. Pero en tal caso hu-biera tenido que prescindir, o reducira simple alusión lateral, toda la proble-mática estrictamente didáctica, esto es,relativa a la estructura, conducción y con-trol de la "enseñanza".

Querer abarcarlo todo, eludiendo lodidáctico y lo educativo, tratados de unmodo especial, para refugiarse en la Pe-dagogía, esto es, en la ciencia de laeducación, ha conducido a Palmado aeste cajón de sastre, ciertamente alejadode aquella claridad de concepción sin lacual resulta vacía la simple claridad ex-positiva. El libro posee ésta, pero al ca-recer de unidad interna, la brillantez for-mal queda reducida a poco más quefuego de artificio.

No obstante, justo es señalar la am-plitud de las lecturas de Palmade y supreocupación por estar a la Page encuestiones pedagógicas. Los breves aná-lisis que hace de las doctrinas la Psico-logía social, la Sociología y la sociali-zación de la educación revelan una agu-deza y un espíritu crítico poco comu-nes, además de informar sobre cuestionesde la mayor actualidad en el campo pe-dagógico. Hemos de lamentar que laamplitud de su propósito haya restadosistenia, unidad y fuerza de conviccióna un libro que podía haber sido impor-tante y que, a pesar de todo, proporcio-nará datos y puntos de vista útiles aSUS leCTOreS.—AD0LF0 MAILLO.

L'Unesco. Número especial de la revistaFrance Documents (julio-septiembrede 1954), 20 págs.

He aquí otra publicación referente ala acción de la Unesco. Dentro de lasactividades de las organizaciones inter-nacionales, los aspectos culturales y edu-cativos atraen siempre nuestra atención.En el número 26 de esta misma REVISTArecogíamos la existencia de otro estudioligado a tal ,organismo especializado delas N. U.

Lo interesante es percibir que la res-tauración de un sentido de comunidad yde solidaridad entre los pueblos, el sen-tido internacional de Scelle, debe hacersea través de las fuerzas del espíritu, entrelas cuales se destacan la educación y lacultura. Ahora bien: no olvidemos quela Declaración de los prelados norteame-ricanos sobre los planes de DumbartonOaks sostenía cómo la segunda confla-gración universal "llegó principalmentepor efecto de la mala educación. No fuitraída por pueblos primitivos o iletra-dos". En todo caso, cabe recordar laspalabras que un intelectual galo esgrimíaen el número 16 de la Revue Française:

"Es posible que la Unesco no haya ser-vido para nada. Es posible que haya esaguerra que quiere evitar. Es posible queno alcance a nadie. Simplemente, lo quees previso evitar por nosotros, escritores,es que nuestra responsabilidad se trans-forme en culpabilidad si, dentro de cin-cuenta años, se pueda decir: Han vistovenir la mayor catástrofe mundial y sehan callado."

En torno a estos asertos, hay margenpara amplias tonalidades dialécticas. Así,concretamente, en la monografía queiesefiamos se señala que las iniciativasde la Unesco son numerosas. Pero, almismo tiempo, se reconoce cómo los pro-blemas que esta Organización se ha pro-puesto resolver son tan vastos y tan com-plejos que sólo un esfuerzo sostenidoes capaz de asegurarles su éxito. Deahí el significado del apartado generalde esta publicación referente a las gran-des tareas de la Unesco, en donde sehace alusión a los ocho años de trabajode la Unesco; con un período inicial deinformación; un segundo estadio (el pe-ríodo 1950-54); y un tercero, a abrirsetras la Conferencia de Montevideo, ennoviembre de 1954.

Debe ser conocido sobradamente que,según su Acta constitutiva, la Unescose propone establecer progresivamente lapaz internacional y la prosperidad co-mún difundiendo, a través de todas lasnaciones del mundo, la educación, laciencia y la cultura. Al reinado de lafuerza la solidaridad intelectual y moralde la Humanidad hará suceder el de lajusticia.

Pues bien: tal empresa se diversificaen un cúmulo de facetas, que hay po-sibilidad de agrupar en seis rúbricas ge-nerales: educación; Ciencias exactas ynaturales; Ciencias sociales; actividadesculturales; información; cambios de per-sonas; asistencia técnica.

El primer objetivo de la Unesco esdar al derecho de educación un conte-nido cada vez mayor y hacer de talderecho un patrimonio común. La reali-zación de ese designio supone un nú-mero de actividades: cooperación con!as asociaciones y organismos especiali-zados (del Bureau International d'Edu-cation a la Confederación mundial de lasorganizaciones de la profesión docente);cambio de información entre educado-res (aquí se estudia el valor del Centrode Información); la extensión y mejo-ramiento de la educación escolar (temaarduo: en todo el mundo, 200 millones,al menos, de niños en edad escolar pri-vados de todo medio de instrucción);elaboración de métodos nuevos encami-nados a una educación para la com-prensión internacional; difusión de losmétodos de educación de base (ya quemás de la mitad de la población delmundo no sabe ni leer ni escribir); fo-mento de la educación postescolar o deadultos; colaboración con la juventud.

La Unesco ha tenido en cuenta laactividad científica bajo la triple forma

Page 2: Reseila de libros

RESEÑA DE LIBROS

183

de la creación, la explotación materialde las investigaciones y su integraciónen el patrimonio cultural de la Huma-nidad. En consecuencia, el programa dela Unesco en el dominio de las Cienciasexactas y naturales se divide en tres par-tes: 1. Desenvolvimiento de la colabo-ración internacional en la creación cien-tífica; 2. Organización internacional dela investigación científica para el mejo-ramiento de la existencia humana; 3.'Enseñanza de las ciencias, la difusióndel saber y de los métodos científicos.

En el campo de las Ciencias sociales,cuya extensión no cesa de ampliarse, laUnesco se ha impuesto una doble tarea:facilitar el desenvolvimiento internacio-nal de las tales Ciencias, dotándolas delos organismos y de los instrumentos detrabajo que necesitan, y orientar estasdisciplinas hacia el análisis 'de ciertos pro-blemas esenciales y sus soluciones (estu-dios referentes a la comprensión inter-nacional y a los estados de tensión; alas cuestiones raciales y protección delas minorías; al desarrollo económico ysocial de las colectividades).

En el orden de las actividades cultu-rales, de tanta amplitud, la acción dela Unesco se ha concentrado sobre lasllamadas Ciencias humanas; Artes y Le-tras (museos, protección de las obras dearte, en paz y en caso de conflicto ar-mado, exposiciones, etc.); teatro; músi-ca; literatura (bibliotecas y problemas dederechos de autor—Convención univer-sal, firmada por cuarenta Estados, a en-trar en vigor en el momento de la ra-tificación por doce).

En la esfera de la información, laUnesco ha estimado que la prensa, elcine, la radio y la televisión pueden des-empeñar un importante papel en el me-joramiento de las relaciones internacio-nales. En este sentir, la Unesco concedeun gran interés a los medios de comu-nicación con las masas; mejoramiento delos medios y de las técnicas informati-vas; reducción de los obstáculos a lacirculación internacional (acuerdo de1950—actualmente aplicado por 18 Es-tados—por el que quedan libres de to-dos los derechos de aduana las impor-taciones de objetos de carácter educa-tivo, científico y cultural); entraide in-ternacional (bonos Unesco, por ejemplo:con participación de 34 naciones y conun valor de cinco millones y medio dedólares en circulación).

Termina el estudio reseñado destacan-do el papel de esta Agencia especializadade personas—estudios en el extranjero,de la Onu en el asunto de los cambiosbecas, bolsas de viaje—y su participaciónen el programa de asistencia técnica (ca-sos de Costa Rica, de Colombia; equiposen Liberia, Ceilán, Irak, Cambodge, Tai-landia; centros de Pátzcuaro y de Sirs-el- Layyan, etc.).—LEANDRO RUBIO GAR-

CÍA.

ANA FREUD: Introducción al Psicoanáli-sis para educadores. Editorial Paidós.Segunda edición. Buenos Aires, 1954;85 págs.

Hay que resistir la tentación de aco-meter ahora una crítica del sistema ideo-lógico de Segismundo Freud, que tantafalta nos está haciendo, entre otras ra-

zones, para ver "lo vivo y lo muertodel Psicoanálisis", particularmente en loque se refiere a su enfoque educativo.Sería necesario para hacerla un sosiegoy un espacio de que no podemos dis-poner, aunque el tema nos tiente fuer-temente y hayamos de vencer deseos desometer a un análisis biográfico-socioló-gico la génesis y los avatares de unadoctrina que nació cuando las circuns-tancias históricas lo pedían y alcanzóauge y nombradía extraordinarios mer-ced a motivaciones situacionales cuyoexamen llevaría muchas páginas.

Baste decir, adelantando conclusionesque reclaman amplios desenvolvimien-tos, que esta "Psicología de alcoba" (quenació hacia 1885, en aquella Viena na-cida al son de los valses fmiseculares, enel seno de una burguesía usufructuariade una paz que las generaciones poste-riores no han conocido, y de una con-cepción rígida "tradicional", de la vidafamiliar, hecha de inhibiciones, en ínti-ma conexión con interpretaciones dia-lécticas de la vida y de la Historia deproyección diversa, pero brotadas de idén-tica raíz "liberadora" y "revolucionaria"),buscaba lo que ya había encontrado, másaún: lo que ella misma era, en esencia,en tanto reflejo de una situación histó-rica.

Vuelta hacia el pasado, ignorante detodo posible "engarce social" del hom-bre, a no ser el surgido de vinculacionesdomésticas "sentidas" como oposición,competición y guerra permanente, y cie-ga para la radical directriz "prospectiva"de la criatura humana, esta Psicología,convertida casi en una "Weltanschauung"por epígonos y secuaces "traumatizados"(mucho más que por fustraciones fa-miliares, por los sacudimientos anímicosde un período en extremo relajado yturbulento), apenas puede considerarsesino como intento de entender al hom-bre partiendo de supuestos fundamenta-les que no podemos compartir. Natura-lista y mecanista en sus cimientos, elmundo de los valores que otorga a lavida humana densidad, rumbo y conte-nido queda reducido en ella a un vacíocolmado de silencio o, en el mejor delos casos—como en su homóloga histó-rica, la doctrina marxista—, a una or-namental "superestructura". Sólo los ins-tintos, y entre ellos el sexual, concebidocomo motor capaz de explicar la existen-cia entera del hombre, dicen su palabraen este desierto espiritual, arrasado porlos torbellinos cegadores de una afecti-vidad vista como pura escolta del placerfisiológico.

¿Puede enseñarnos algo este materia-lismo psicológico a los educadores? Yosería mucho más riguroso que el padreGemelli al hacer el balance pedagógicodel Psicoanálisis. Para el sabio italiano,hay que acudir a Freud para intentarcomprender el carácter, desde un puntode vista adecuado. Cierto en cuantoFreud, huyendo de apriorismos de es-cuela, que querían reducir el estilo reac-tivo de todos a un esquema teórico pre-concebido, acude al examen clínico indi-vidual y a los datos que ofrece cadaparticular biografía. Fuera de esta asi-milación del principio metodológico, po-demos recusar casi todo lo demás, si ex-ceptuamos el concepto y la realidad delinconsciente (que, por otra parte, no es

aportación original de Freud, ya queéste lo tomó de Gricsinger).

Tres aportaciones ha hecho el Psico-análisis a la Pedagogía, según esta obritade la hija del fundador de la escuela:a) La crítica de las normas pedagógicasexistentes; b) Una doctrina psicológica;c) Un método para corregir las desvia-ciones producidas por la educación me-diante el análisis de los niños.

Nosotros concederíamos validez plenasólo a la primera de estas aportaciones,ya que Freud fué grande, sobre todo,cuando destruía; pero estaríamos dispues-tos a reconocer gran importancia a doshechos, debidos a las repercusiones dela doctrina psicoanalítica, de trascenden-cia evidente en el giro total de la mo-derna educación.

l.° El destaque del relieve formativode las impresiones y vivencias en losprimeros años de la vida del niño.

2.° La importancia que actualmentese concede, tanto en la doctrina comoen la práctica, al clima afectivo que ro-dee a la primera educación.

Pero (hay que insistir sobre ello) unay otra aportación, más que a la laborde Freud, se deben a la obra de suscontinuadores no ortodoxos, que hansubrayado el papel genético de la rela-ción "madre-hijo" en la elaboración delas evidencias inconscientes de ordenemocional que proporcionan al niño pe-queño un umbral de "seguridad" o de"sobresalto", de "tranquilidad" o de"angustia", decisivo en el sesgo ulteriorde la conducta.

Es innegable que la tónica metodoló-gica merced a la cual se ha llegado aestos descubrimientos, llenos de conse-cuencias educativas, se debe a las pre-ocupaciones de Freud; pero no es me-nos cierto que los mejores investigado-res han debido liberarse de la rigidezpansexualista del profesor vienés paraarribar a concepciones muy alejadas delas que los psicoanalistas consecuenteshubieran admitido.

Por otra parte, el libro de Ana Freudes superficial e inseguro. Se observa através de sus páginas que la herederadel "misterio freudiano" ha pensado endivulgar, con escaso rigor, los puntosque ha juzgado más importantes del Psi-coanálisis para uso de los educadores,omitiendo, por cierto, aspectos capitalesque hubieran iluminado, a su manera,campos amplísimos de los territorios enque la doctrina psicoanalítica limita yacon una interpretación filosófica de lavida y, por tanto, de la educación. Asíla polaridad entre el "principio del pla-cer" y el "principio de la realidad",codo radical, según Freud, del viraje es-timativo y reactivo que se opera en lainfancia. Ni explica apenas la dialécticadramática entre el "yo" y el "super-yo",clave de la lucha que, para Freud, esla esencia misma de la vida moral, re-ducida a pugna, como correspondía aladmirador de Massena, contemporáneode Nietzsche y creyente en la "concien-cia conquistadora", guardián cautivo, co-mo ha dicho Manés Sperbes.

Además, no establece ninguna deduc-ción aprovechable, ni en la doctrina nien la "praxis" pedagógica, y cuando serefiere a la rigidez e inmutabilidad del"super-yo", origen de represiones que

Page 3: Reseila de libros

184 REVISTA DE EDUCACIÓN

mutilan la espontaneidad personal, ve"cierto peligro en la educación", sinaludir a la distinción capital entre "edu-cación" y "domesticación", entre "coer-ción ciega" y equilibrio saludable de losopuestos "libertad-autoridad".

Esperemos que algún pedagogo espa-ñol haga una crítica suficiente del Psi-coanálisis, a la luz de una educaciónCatólica y actual.—AD0LF0 MAfLLO.

HENRY P. SMITH: Psycology in Teaching.Prentice Hall. Nueva York, 1954; 466páginas.

Todos los libros norteamericanos quese refieren a psicología de la educacióno, como éste, a psicología del maestro,están concebidos como libros de textoo a lo sumo como obras de consulta.Esta obra a que nos referimos se ha es-crito por el autor con la pretensión deservir de texto introductorio para otrosmás amplios de psicología pedagógicas.Mas el autor, conocedor de la rápidapreparación de los escolares del Magis-terio, lo bosquejó de modo que sirviesetanto de introducción como de mínimoexigible en el aprendizaje de los maes-tros.

La sencillez es máxima. No sólo re-huye el tratamiento abundantemente bi-bliográfico de muchas buenas obras desu país, sino que renuncia a la recogiday cita de las principales obras o fuentesde la materia. Aunque en muchos luga-res nos ofrezca ligeros brotes de erudi-ción y cita a investigaciones originales,el fondo de sus comparaciones se apoyaen las grandes obras de psicología peda-gógica, en algunas grandes obras estaríamejor dicho.

Quizá la principal nota meritoria enesta pequeña obra resida en su adapta-ción al posible estudiante. Tanto el lé-xico como la forma de redacción favo-recen en extremo la comprensión porestudiantes jóvenes indebidamente prepa-rados en materias psicológicas.

Constituye por ello una buena muestrade la concepción estilística y en profun-didad de un buen texto escolar. Si noes completamente defendible, se debe aque no es excesivamente sugeridor niprepara el número de ejercicios comple-mentarios para el dominio de la mate-ria por el estudiante novel. Une un ade-cuado dogmatismo a un alejamiento delrigorismo léxico tan duro para quien noesté enterado de la terminología precisa.

Se introduce en la obra con un su-cinto capítulo en el que se recogen al-gunos estudios sobre el maestro, parapasar en seguida al alumno. El crecimien-to fisiológico y el desenvolvimiento es-piritual son tratados a continuación congrata sencillez. Después de estudiar lamodalidad y causalidad del aprendizaje,en sus facetas más importantes, de acuer-do con estudios sobre la materia, con-cluye con la integración en los motivosy problemas de cada individuo.

Una buena presentación del libro me-jora el contenido de esta obra didáctica.J. F. HUERTA.

JUAN JOSÉ JIMÉNEZ SÁNCHEZ: El idealeducativo y la gracia. Santa Cruz deTenerife, 1954; 192 págs.

Los que conocemos a Jiménez, ins-pector de Enseñanza Parimaria en San-ta Cruz de Tenerife, estimamos tantosu preparación como su modestia. Frutode la primera es esta obra, con la quedebuta en el campo bibliográfico, ver-tiendo en ella su saber pedagógico y sufervor cristiano.

El autor se propone, y lo consigueampliamente, refutar las soluciones da-das al problema de los fines de la edu-cación por las corrientes individualista,sociológica, nacionalista, politicista, ra-cista, intelectualista, voluntarista, natu-ralista y vitalista. Con buen acopio dedoctrina, apoyada en oportunas citas, de-muestra la limitación radical de estosenfoques del problema educativo, queson unilaterales y, por ello mismo, in-suficientes para resolver una cuestión tancompleja, ya que la formación del hom-bre decide su destino.

Tras probar es t a insuficiencia, seadentra en la exposición del conceptocatólico de la educación, aduciendo nu-merosos y atinados textos de los Evan-gelios, de Santo Tomás y de Suárez, pa-ra demostrar que Jesucristo die, la ver-dadera solución y el camino certero, tan-to a la educación como a todos los res-tantes problemas humanos.

Los últimos capítulos de la obra estándedicados a probar que la santidad, finúltimo del hombre, debe ser la meta aque aspire la educación y el fundamentoinconmovible de la actuación de todomaestro.

Partiendo del concepto cristiano delhombre, prueba que la gracia es medioindispensable de la educación, ya queremedia la debilidad humana, perfeccio-na la naturaleza y, haciendo al educan-do partícipe de la vida divina, le dafuerzas para coronar la obra de su cre-cimiento interior y salvar los peligrosque ofrece el paso por el mundo.

El estilo es claro, sencillo y persua-sivo. La presentación del libro, irrepro-chable. Si hubiéramos de señalar algúndefecto a su contenido, sólo diríamosque nos parece animado el autor de uneclecticismo en ocasiones excesivo. Enmuchas de las doctrinas pedagógicas quecita no hay sólo unilateralidad, sinoerror. Es posible que, intentando desta-car la índole totalizadora de la doctrinaevangélica, en cuanto abarca al hombreentero, tienda, a veces, a evitar refuta-ciones analíticas de desviaciones eviden-tes, con el riesgo de que pueda pensarseque el concepto cristiano asume tambiénlos excesos que se callan. Piénsese, porejemplo, en el naturalismo y en el poli-ticismo, cuya significación tiene un clarosentido, no sólo parcial, sino también

equivocado (aunque sólo sea por "par-cial"). Nos parece, por ello, un pocofuerte defender la postura "individualis-ta" de Jesús, cuando se trata en elcristianismo de "personalismo", cosa biendiferente. Todo cuidado es poco para laterminología.

Por lo demás felicitamos a Jiménezpor este primer exponente de su com-petencia pedagógica y le animamos acontinuar el camino emprendido.—AD0L-1-0 MAÍLLO.

ANDRÉ LE GALL: Caracterologia de lainfancia y de la adolescencia. Luis Mi-racle. Barcelona, 1954; 361 págs.

Familiarizado el autor de este librocon las técnicas más modernas que danacceso a un conocimiento cada vez másperfecto del niño y del adolescente, yconvencido de la importancia que asumela caracterología en dicho conocimiento,ha llevado a cabo una gran labor dedivulgación con la publicación de la obrareseñada, poniendo al alcance de padresy maestros una Caracterología que lesfacilitará de una manera extraordinariala dirección de niños y muchachos, evi-tando que se malogren por ignoranciay desconocimiento.

Por medio de este libro se despertaráen el lector la curiosidad por la carac-terología y la afición a su estudio, quetiene por objeto conocer y respetar ladiversidad de caracteres, ya que lleva ala comprensión de sus necesidades bio-lógicas.

Tras un breve prólogo, empieza elautor por hacer un resumido estudio so-bre los tests de personalidad, entre ellosel T. A. T. y el Rorschach. Sigue luegoun capítulo dedicado a los elementos delcarácter, que desemboca en la parte quees seguramente la que más interés recla-ma, la dedicada a la tipología, esbozan-do los tipos fundamentales, buscando susmatices diferenciales, haciendo la des-cripción física y psíquica de los distintostipos y un estudio minucioso de las va-riedades que pueden asumir, su trata-miento, educación y reeducación.

Los nerviosos, coléricos, sentimentales,apasionados, sanguíneos, flemáticos, amor-fos, etc., son objeto de un cuidadoso es-tudio, base del cual han sido numerososdatos tomados por el autor de expe-riencias reales.

En los últimos capítulos el doctor LeGall intenta el análisis ideológico, indi-vidual de la personalidad, mediante elcual el padre o el maestro encontrarány descubrirán a su hijo, a su alumno,tal cual es, permitiéndole llevar a cabola educación concebida como la posibi-lidad de conducir a todos los niños ha-cia el desarrollo máximo de todas susposibilidades. De esta manera, el edu-cador comprenderá a su alumno y adap-tará su conducta y sus palabras y pro-yectos a la individualidad del niño oadolescente, orientándole con su coope-ración hacia un destino mejor.—m. c. V.