SÁBADO SANTO_ETAPA PORCIÚNCULA 1

DÉJATE MOVER POR EL SILENCIO GESTO: Déjate mover por el silencio, déjate de mover por el amor. Hoy es sábado santo, es

día de silencio, es un día de luto en el que el Señor “no está”, ha muerto, se ha ido.

Vamos a tratar de imaginar el tiempo posterior a la muerte de

Jesús, cómo se sentían los discípulos ante la falta que les haría,

habían perdido a su Maestro, a su guía a aquel en el que habían

puesto su fe y sus esperanzas de que las cosas cambiarían,

seguramente se preguntaban: y ahora ¿qué pasará?, ¿Qué

vamos a hacer?...

Hay una antigua práctica judía que es muy apropiada para el

día de hoy, se llama “sentar Shivá”. Cuando perdemos a

alguien a quien queremos, o si conoces a alguien que ha

perdido a un ser querido, vas a su casa y te sientas con ellos.

Simplemente te sientas… Y no dices nada. Si en algún

momento ellos desean hablar, entonces hablas. Si prefieren

guardar silencio… Que haya silencio…

Hoy es ese día, hoy es el día de sentarnos, y simplemente guardar silencio… Pero hay veces

que es muy difícil tratar con el silencio… ¿Verdad? Vivimos rodeados de ruidos en nuestra

vida que realmente nos descentran de lo que es verdaderamente importante, ¿nos hemos

parado a pensar los tiempos de silencio que podemos tener a lo largo de un solo día? La

televisión encendida, la radio puesta en el coche, el mp3 al ir andando por la calle… ¿Dónde

queda el silencio en todo esto…? ¿Hemos pensado alguna vez que también podrían existir

los ruidos visuales? ¿Cuántos carteles o anuncios ves a lo largo del día…?

Como ya hemos dicho, hoy precisamente es un día de silencio, de hacer que todos estos

ruidos desaparezcan, de duelo y de estar en silencio con Jesús…Y entonces tal vez,

podríamos escuchar algo a lo que no estamos acostumbrados… La voz del silencio.

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Y es que en este caso la propia palabra “silencio” podría ser tremendamente contradictoria,

ya que si nos atrevemos a mirar un poco más allá… El silencio puede tener mucho que decir,

las propias escrituras así nos lo demuestran:

“¡Calla, Israel, y escucha! (Deuteronomio 27,9)

“Meditad en vuestro corazón sobre vuestro lecho, y

callad” (Salmos 4,4)

“Más el Señor está en su santo templo; que toda la

tierra guarde silencio ante Él. (Habacuc 2.20)

Si somos capaces de callar ante Dios y estar con Él en este momento de la muerte de Jesús…

Tal vez en nuestro “sentar Shivá” Dios nos hable, y entonces nosotros es cuando nos

corresponde hablar con Él… Y tal vez en ese momento sea cuando pasemos a un nuevo

modo de ver las cosas… y “nos dejemos mover por el silencio”.

Preguntas:

¿Nosotros ya sentimos la presencia viva de Jesús? O ¿todavía estamos como los

discípulos que por su poca fe y falta de esperanza todavía no le reconocemos?

¿Tienes miedo al silencio, a la soledad…? ¿Qué sentimientos te provocan? ¿Qué ideas te

surgen de este día santo? ¿A qué te llama? Calla y escucha tu corazón. Deja que Dios en

el silencio se haga más presente que nunca en tu vida.

Ojalá que si aún estamos ciegos al reconocimiento de nuestro Señor Jesucristo, hoy se

nos abra los ojos y sintamos su presencia en nuestra vida, lo reconozcamos siempre en

la Eucaristía al partir el Pan y al escuchar las Sagradas Escrituras, nuestro corazón arda

con las Palabras llenas del Espíritu Santo.

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