Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

download Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

of 14

Transcript of Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

  • 7/28/2019 Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

    1/14

    Jorge Volpi naci en Mxico en 1968 ypertenece a la llamada generacin delCrack. Su novelaEn busca de Klingsorob-tuvo el Premio Biblioteca Breve en 1999y ha sido tambin galardonado con los Pre-mios Deux Ocans y Grinzane, en Fran-cia, y el de mejor traduccin del InstitutoCervantes de Roma, en 2002. Ha escritouna decena de novelas, entre las que des-tacan sus dos ltimas, El fin de la locurayNo ser la tierra. Es tambin ensayista yactualmente dirige al Canal cultural 22 en

    la ciudad de Mxico.

    Mario Bellatn naci en Mxico en 1960,pero fue en Per donde inici su carrera li-teraria. Es autor de casi una veintena denovelas cortas. Con Saln de bellezaob-tuvo el Premio Mdicis a la mejor novelaextranjera editada en Francia y con Flores,el Premio Xavier Villaurrutia. En el ao2000 fund en Mxico D.F. la Escuela Di-nmica de Escritores, un espacio alterna-tivo a las escuelas y talleres tradicionales.La jornada de la mona y el pacienteyEl

    gran vidrioson algunas de sus novelas ms

    recientes, la ltima de ellas publicada en Es-paa.

  • 7/28/2019 Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

    2/14

    CARIDAD PLAZA.Me gustara que me co-mentarais en qu situacin se encuentra la lite-

    ratura en espaol, la literatura iberoamericana.

    JORGE VOLPI.Yo he dado vueltas a esapregunta y he llegado a la conclusin de queno tengo ni la menor idea. Creo que hay uncaos fructfero, que se publica una enormecantidad de libros y que hay muchos autoresy de varias generaciones entremezcladas, perono me atrevera a reconocer tendencias clarasen las ltimas creaciones literarias en espa-ol. Intento estar ms o menos al da de lo quese publica y distingo pocas coincidencias.Quiz, una de sas tenga que ver con la ge-neral admiracin que sentimos los de mi ge-neracin, y tambin los ms jvenes, haciaRoberto Bolao. Pero eso no se revela en lasescrituras de cada uno, que son radicalmen-te distintas. Es curioso que escritores que notienen nada en comn se sienten admirado-

    res de la obra de Bolao y por razones distin-tas. Y no ocurre slo en Mxico. Es un fen-meno que se repite en otros pases de AmricaLatina, en Chile, en Colombia... T quopinas, Mario? Porque eres uno de los incon-tables defensores pblicos de Bolao.

    MARIO BELLATN.Me interesa mucBolao y creo que es un escritor muy amplio. De ah lo que t dices, que distintos critores o distintos lectores se encuentran Bolao, no en un Bolao, sino en los diferetes Bolao. Pero quisiera volver al princip

    qurum 19 jorg e vo lpi y mario bellat n I

    Dilogo de la LenguaMano a mano entre los novelistas mexicanos Jorge Volpi y MarioBellatn sobre el fin de las ideologas, la desaparicin de las tendencias

    literarias en Latinoamrica y la relacin del escritor con el lectorcaridad plaza

    Periodista

    Jorge Volpi: Una de las pocastendencias de las ltimascreaciones literarias en espaoltiene que ver con la generaladmiracin hacia RobertoBolao

  • 7/28/2019 Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

    3/14

    a intentar contestar a la pregunta de qu estpasando con la literatura en Latinoamrica,y me gustara romper la idea, el estereotipo,de las literaturas de los diferentes pases, por-que creo que la bsqueda de las literaturas

    nacionales ha hecho mucho dao al desarro-llo de la escritura. Estoy totalmente de acuer-do contigo, Jorge, en lo del aparente caos yen que hay muy pocos elementos en comny creo que sa es precisamente la tendencia yel gran avance. Cuando comenc a escribir,en los aos 80, haba un espacio muy rgido.Uno piensa que la libertad es el elemento ob-vio del arte, pero entonces no era as y des-cubras que estabas entrando en un universo

    regido por reglas definidas y por tendenciasque precedan a tu propia escritura. Y recuer-do mis primeros textos en los que me sor-prenda a m mismo escribiendo falso. Fuemuy gracioso: yo escriba a la manera de..., apesar de que nunca haba bailado boleros, nihaba estado en un colegio militar y no habasufrido las consecuencias de una dictadura.Pero, inconscientemente, haba que pasar porese espacio para que tu escritura fuera acep-tada. Cuando empec a escribir cosas mspersonales, a hacer mi propia escritura y a norepetir esquemas constat cul era la reac-cin: Qu bien! Qu experimental! Qukafkiano! Qu nouveau roman!Al principiopensaba que era un elogio, pero no, me es-taban diciendo justamente lo contrario. Eraun insulto soterrado y lo que queran dar a en-tender es que mi literatura no iba a ser to-

    mada en serio, ni iba a pasar a la historia,porque los parmetros eran otros. Ha pasa-do el tiempo y las verdades que hace tan slocinco aos parecan absolutas, ahora se ven ab-surdas. Si yo le hablo ahora a un joven de unparmetro determinado no me entendera.

    Hoy cada cual escribe lo que quiere y todaslas exploraciones y todos los caminos son v-lidos. Por fin, se invalid el sentido nico.

    Yo leo, por ejemplo, a Jorge Volpi, indepen-dientemente de que sea latinoamericano, es-

    paol o norteamericano y puedo leerlo comosi fuera una traduccin y encontrar el disfru-te literario por encima de todas las cosas.

    J. V.Coincido con lo que dice Mario. Cuan-do en los aos ochenta, siendo muy jvenes,empezamos a escribir el grupo de amigos queluego formaramos el Crack1, nos dimoscuenta de que todos intentbamos imitar a

    Juan Rulfo o a Garca Mrquez, a pesar de que

    nunca habamos visto una vaca en vivo, nisabamos lo que era un caballo y, por supues-to, tampoco bailbamos boleros. Y el primertexto comn que hicimos, una reunin decuentos que funcionaba como novela, fueuna burla sobre los escritores de nuestra edady de nuestro medio urbano que escribancomo Garca Mrquez o Juan Rulfo. A par-tir de ah, vino la siguiente etapa, a la que hahecho referencia Mario, y fue sorprendentedescubrir que ese nacionalismo segua en-quistado dentro de la vida intelectual de Am-rica Latina y de Espaa. Cuando publiquEn busca de Klingsory, al ao siguiente, Igna-cio Padilla publicAmphitryon, volvi el de-bate sobre la literatura nacional. No com-prendan que no escribiramos sobre Mxicoy nos acusaron de estar peleados con lo lati-noamericano, cuando la realidad era que ni

    siquiera se nos haba ocurrido plantearlo comouna batalla que haba que librar. Yo escribsobre la Alemania nazi porque quera haceruna novela sobre ciencia. sa era la nica ra-zn y, sin embargo, todava en los aos 90,se segua discutiendo la pertinencia o no a la

    112 dilogo de la lengua qurum 19

    Qurum, 19, pp. 110-123

  • 7/28/2019 Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

    4/14

    literatura nacional. Estaba tan vigente quehubo un crtico que lleg a decir que nos de-beran quitar el pasaporte mexicano. Poco apoco ha ido desapareciendo la presin pero,aun as, la tendencia sigue, sobre todo si uno

    sale del mbito de la lengua espaola. EnFrancia o en Italia no es sencillo publicar unlibro de Mario, porque los editores no acep-tan que un latinoamericano no escriba sin sumarca de identidad.

    C. P.Algunos escritores jvenes, sin que alparecer la identidad les condicione, dicen queles resulta ms fcil colocar a sus personajesen su pas de origen, en los lugares que cono-

    cen, en las calles que han transitado desdesiempre.

    M. B.Pero se es el espacio, lo superfi-cial: la avenida tal, el monumento cual, unmomento histrico determinado... porqueescribimos sobre nuestras realidades. Lo quedice Jorge es otra cosa, es que si escribes so-bre la Alemania nazi te anulan todas las otrasopciones personales, te anulan tus vivenciassi stas no estn en escenarios reales. En mistextos no existe, muchas veces, una realidadreconocida pero yo estoy ah, y ah est La-tinoamrica tambin, porque estn mis vi-vencias, est la mezcla que yo soy. No sepuede escribir de otra manera. Si no fura-mos latinoamericanos y no hubiramos vi-vido en Mxico, en un momento histricodeterminado, nuestra escritura sera dife-

    rente.J. V.Empec a escribir En busca de Klingsorporque quera hacer una novela sobre la cien-cia y sobre la incertidumbre y plane mi tra-bajo en Mxico, en 1994, que para m fue

    el ao ms incierto de este pas. Es verdque termin siendo una novela sobre la Rpblica de Weimar y sobre el ascenso dnazismo, pero naci de la angustia y de la icertidumbre cotidiana que se viva en Mx

    co. Es tan simplista hacer nicamente la letura del escenario literal! Mario, por ejempen El gran vidrio, hace tres textos que son tautobiografas y ah est perfectamente clarde una manera literaria, lo que estamos diciedo: son textos autobiogrficos, aunque si uno tuviera la leyenda autobiogrfica, jamlo relacionara con su vida. Y es que una nvela pueda pasar en Rusia o en Zaire y hblar de Mxico o de la identidad del autor.

    tan obvio que es sorprendente que mucgente no lo vea, que recurra slo a la lectuliteral para fijar los referentes, como si la teratura fuera periodismo.

    M. B.Para hablar de la realidad no siempre hay que utilizar los recursos del realmo porque se quedan cortos. Por eso sent la necesidad, y los del grupo Cratambin, de tratar de profundizar en la ctidianidad, en el propio ser, desde otra pepectiva. En El gran vidrio, ya que tocastetema, si se leen las biografas de una manra literal me pueden acusar de que yo nuca viv en la India, ni mi mam me llev a lbaos pblicos. Es una construccin. Lcosas se pueden contar de una manera tradcional, establecida y construida por otrose pueden contar de otra manera y yo pref

    ro esa otra manera porque me siento mejen situaciones ms universales, que trascieden el momento. Adems, estoy convencide que, despus del boom, la literatura, la nrrativa, devino en una cosa vaca, de repecin de formas.

    qurum 19 jorg e vo lpi y mario bellat n I

    Qurum, 19, pp. 110-

  • 7/28/2019 Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

    5/14

    C. P.Influye la lengua en los escritores?Es distinto expresarse en espaol o en otroidioma?

    J. V.Sin duda influye, como influye la pro-

    pia personalidad o el lugar en el que naces. Losfranceses lo llaman el genio del idioma yparece que, de alguna manera, te rebasa por-que est ah, en la propia estructura neuronaly, desde luego, est tambin la tradicin de lalengua, que est presente y de la cual uno tie-ne que responder. Pero coincido con Marioen que lo esencial no es la lengua, sino la li-teratura.

    M. B.Una buena traduccin puede llenarms que un original. Por eso yo juego en mu-chos libros con la literatura japonesa. No esque me interese especialmente la literatura

    japonesa, que s me interesa pero como me in-teresan otras, sino que trato de mostrar quelo literario, lo que queda de pasar de un ideo-grama a una lengua occidental, queda intac-to. Me parece fantstico que una buena tra-duccin de un escritor japons, que escribien ideogramas, siga conteniendo literatura yse pueda ingresar en los universos que plan-tea ese escritor. A m la lengua en s me mo-lesta y me molesta que el lenguaje sea dema-siado extenso. Por eso hago siempre un trabajode sustraccin hasta llegar a una suerte deneutralidad, donde el que hable sea el silen-cio, lo que no est dicho. Yo sera feliz si re-dujramos el idioma al mnimo y eso est en

    contradiccin con la idea que se tiene del es-critor, como de un ser de imaginacin desbor-dada y con manejo del lenguaje. Yo, en laprimera etapa de mi trabajo, tengo una ima-ginacin desbordada y, a medida que avanzo,la voy reduciendo y eliminando. Y, por su-

    puesto, no creo que el idioma influya en el es-critor. Yo preferira que el espaol fuera unidioma ms compacto.

    J. V.Creo que ltimamente los hablantes de

    espaol tenemos una especie de soberbia, he-redada de ciertos polticos, y pensamos quenuestro idioma es lo mximo porque lo ha-blan 400 millones y liga a muchos pases. Esverdad que el espaol ha creado ciertos m-bitos inevitables y tiene una enorme canti-dad de ventajas expresivas, justamente porser una lengua hablada por tantas personas enel mundo, pero lo escritores, los verdaderosescritores, nunca se han circunscrito a una

    lengua. La literatura no ha tenido esas fron-teras y los escritores han ledo traducciones ohan ledo en distintas lenguas para poder nu-trir su imaginacin con la pluralidad de las tra-diciones y no solamente con la tradicin desu idioma.

    C. P.Lo que quieren decir es que uno sepuede identificar con una novela, indepen-dientemente del idioma, si las vivencias sonsimilares.

    J. V.S, aunque decir esto no sea poltica-mente correcto.

    M. B.Adems yo trato de que la lenguacasi no exista, que sea slo un vehculo loms llano y lo ms transparente posible.

    J. V.Y con todos los juegos posibles. Enmi ltima novela, No ser la tierra, no lo heutilizado, pero en las otras dos, El fin de la lo-curayEn busca de Klingsor, hay personajesque escriben en primera persona y uno es ale-mn y el otro ruso. El juego consiste en que

    114 dilogo de la lengua qurum 19

    Qurum, 19, pp. 110-123

  • 7/28/2019 Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

    6/14

    estamos leyendo la traduccin de lo que ellosescribieron en la lengua original.

    C. P.Tus novelas son extensas, ms exten-sas que la media y, sin embargo, las de Ma-rio son ms cortas que la mayora.

    J. V.Las tres ltimas novelas son extensas,pero tambin me gusta mucho la novela cor-ta. Lo que pasa es que stas son las que se

    han vuelto ms visibles, aunque para m seantan importantes como Das de ira, una nove-la de 62 pginas, que tambin se public enEspaa, a la que tengo un cario especial yen la que hay algo de lo que deca Mario. En esanovela he reducido el lenguaje y la ancdota

    al mnimo y, sin embargo, es una novela textensa como las tres ltimas, slo que pginas que no estn las llena el lector.

    M. B.Respecto al lenguaje, yo quera selar que dentro de la literatura es tan lcipracticar esta forma escueta como la otra,de Lezama Lima, por ejemplo, que es totmente opuesta, de un barroquismo impsionante e igualmente fascinante.

    J. V.Es que la lucha es slo contra el dber ser, contra los que marcan la crtica cada momento. Es muy fcil verlo con la teratura espaola. En los aos 50, el debser de la crtica en Espaa era la novela s

    qurum 19 jorg e vo lpi y mario bellat n I

    Qurum, 19, pp. 110-

    Mario Bellatn: Yo trato de que la lengua no exista, que sea slo unvehculo lo ms llano y transparente posible

  • 7/28/2019 Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

    7/14

    cial. En los aos 60, cambia y hay que ser ex-perimental. En los 70, vuelve a cambiar y hayque hacer narrativa... y el escritor tiene queestar en contra de ese deber ser que le mar-can los lectores, los crticos o los acadmicos.

    Ahora entre los crticos encontramos de todoy algunos, incluso, tienen su deber ser par-ticular y por eso son, a veces, tan detestablespara un escritor.

    C. P.El final de la izquierda, el final de esemundo que vivieron las generaciones ante-

    riores, es el leitmotivde las ltimas novelasde Volpi.

    J. V.Son novelas autobiogrficas en senti-do inverso porque yo no lo viv y me fascina-

    ba pensar en la generacin de mis padres, quetodava tena esa conviccin ideolgica tanfirmemente establecida. Despus, en algnmomento, la conviccin se quebr, se des-crey de todo y la mayora se volvi exacta-mente lo contrario, un neoliberal radical. Asque decid escribir sobre algo que yo no sen-t. Nunca tuve un compromiso ideolgicopoderoso con la izquierda y tampoco tuvedesencanto y, evidentemente, no tuve ni ten-

    go ningn compromiso ideolgico con la de-recha. Yo soy un escptico y tal vez por eso meinteresaba tanto indagar en esa forma de vi-vir, con convicciones tan firmes.

    M. B.Yo lo viv tambin en otros. Vea amis primos mayores, viviendo su militanciapoltica, la ruptura, los viajes a las Mecas dela poca y esperaba, pensando que a m tam-bin me tocara vivirlo y, cuando lleg mimomento, ya no haba nada. De alguna ma-nera nos quedamos con esa ansiedad y conuna pregunta sin contestacin: cmo sera vi-vir con esas convicciones? Como ya no exis-tan, tuvimos que construir algo nuevo. Y esoes lo que ha hecho Jorge, un trabajo de cons-truccin desde la nada, desde s mismo, des-de la necesidad de llegar a un espacio queest vaco, en el que se han acabado las ideo-

    logas. Esa literatura de reconstruccin meparece muy interesante porque es el comien-zo de y no el epgono de.

    J. V.Me fascina el tema del derrumbe de lasideologas, aunque a m no se me derrumba-

    116 dilogo de la lengua qurum 19

    Qurum, 19, pp. 110-123

    Jorge Volpi: Debemos lucharcontra el deber ser, contra losque marcan la crtica en cadamomento

  • 7/28/2019 Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

    8/14

    ra ninguna. Ahora, ms que reconstruccinde utopas, creo que se trata de construir desdecero ciertas utopas que se vuelven nicamen-te personales y la literatura es una de ellasporque tengo la conviccin, sumamente fir-

    me, de que s sirve para algo. Yo, a diferenciade muchos otros escritores que dicen que lesgustan las novelas porque no sirven para nada,tengo la firme conviccin de que sirven. Si no,la especie humana no las valorara tanto.

    C. P.Bueno, pues, para qu sirve la litera-tura y qu aporta a la humanidad?

    J. V.La literatura de ficcin, particularmen-

    te, es esa herramienta nica de conocimien-to del ser humano que no tiene ni la psico-loga, ni la historia, ni la filosofa, y quepermite creer por un momento que uno esotro o que est cerca de ser otro, aunque seafalso. Eso es lo que te acerca a la experienciade lo que significa ser un ser humano.

    M. B.Sirve para la creacin de un univer-so paralelo, donde uno pueda profundizarsobre la razn de ser, sobre el ser humano ensu totalidad. Sirve para entendernos a noso-tros mismos, desde una perspectiva que larealidad no nos puede dar. Y sirve para re-construir un universo, haciendo creer que esun espacio real. Por eso a m me interesan loslibros que no se pueden contar, los que obli-gan a transitar por sus pginas y vivir la ex-periencia para poder aprehender lo que se

    est expresando y que no haya otra manera deexperimentar ese universo que leyendo ellibro.

    C. P.Es importante para un escritor elcontacto con el lector?

    M. B.Yo escribo pensando mucho enlector, pero no en un pblico objetivo, siponindome en las mltiples posibilidadque tiene un lector cuando se enfrenta al bro y creo que la labor del escritor es sali

    siempre al jaque y mantenerle seducido. Lque me interesa como escritor es que el letor ingrese al universo que yo planteo, transite y lo termine. Y le doy todos los rcursos para que pueda asumirlo y discuconmigo. Pienso todo el tiempo en el letor, en las mltiples opciones de ese lectdemasiado entrenado y con demasiada iformacin, que no quiere leer en abstractsino que lee lo que quiere. Mi misin te

    mina cuando logro convencerle de que determinar el libro. En contra del escritor duo de una verdad y lleno de respuestas, yo toy lleno de preguntas, que comparto conlector.

    J. V.Pero yo me atrevera a decir algo qno suele decirse en esta poca liberal y es qel escritor tiene inevitablemente algo de ttalitario y de arrogante y, por lo tanto, tambin de cruel. Tenemos que pensar que que naturalmente debera querer hacer el letor es escapar de nuestro texto, abandonarlo antes posible. Y que lo que nosotros tenmos que hacer como escritores es utiliznuestra inteligencia y todas nuestras armpara convencerlo y que se quede o, mejoque le sea imposible salir. Lo que yo quieson lectores que dialoguen, que no se tragu

    las cosas y asumir que, si es inteligente, posible que no desee leerme a m sino a Dotoievski, por ejemplo. Por eso el escritor tne que mantenerlo atrapado y convencerde que ese mundo vale la pena de transitarcomo dice Mario.

    qurum 19 jorg e vo lpi y mario bellat n I

    Qurum, 19, pp. 110-

  • 7/28/2019 Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

    9/14

    M. B.Y las preguntas que uno se hace trans-mitrselas al lector y que todo sea un grancuestionamiento. Qu sucede si junto la be-lleza y la muerte? Qu sucede si una biogra-fa se hace de esta manera? Qu sucede si

    reinvento personajes del siglo XX, paradig-mas, y los pongo en una situacin determi-nada, ficcional? Si yo pongo, por ejemplo, aFidel Castro o a Kant de una determinadamanera? Qu sucedera si esto fuera real?

    C. P.Pero no creen ustedes que el lector,cuando elige comprar un libro, es casi siem-pre con la intencin de quedarse en l hastael final, aunque a veces le resulte difcil?

    J. V.Es posible que as sea, pero hay que fo-mentar lo contrario, hay que pensar en loslectores que no quieren seguir y que slo sequeden cuando no tienen otra salida, cuandoes importante quedarse, cuando vale la pena,cuando creen que va cambiar algo en su viday cuando se est haciendo preguntas vitales.

    M. B.Y luego est la pretensin del escri-tor. Yo tengo la pretensin de decir cosas quenadie haya dicho antes y que eso que digosea una experiencia interesante para otro. Ha-cer evidente la combinacin que uno es e in-tentar trasmitirla en un texto. Porque no estan obvio que uno escriba sobre lo que le in-teresa, escribe lo que puede y en una conjun-cin determinada y trata que eso que surge seatransmitible a un lector.

    J. V.Porque es un experimento. Si el escri-tor sabe exactamente sobre lo que va a escri-bir, el experimento desaparece. Por eso resul-tan tan aburridas esas novelas con tesis previa,que se aplica y se lleva a la prctica.

    M. B.El escritor tiene que ser el primerlector de su propia escritura y cuenta contodo el espacio y con todo el tiempo delmundo para reorganizar la informacin yque el lector no tenga que compartir sus

    bsquedas personales o sus elementosbiogrficos. Yo tengo de mis libros, y deeste Vidrioen concreto, otro paralelo, quees el mo, que es el que est lleno de vi-vencias, con un determinado lenguajedistinto del otro. Y de ese libro constru-yo el otro, el del lector, el dirigido a esapersona inteligente, preparada, que sabeleer y que no quiere necesariamente leer mitexto.

    J. V.Son los borradores. Por ms que mistres novelas ltimas sean extensas, mi proce-so es el mismo que el de Mario: el de elimi-nar. La versin original de esas novelas tena850 pginas y he ido desbrozando. Uno siem-pre tiende a la concentracin, aunque termi-ne en 400 pginas si el material es muy exten-so y, paradjicamente, tiende tambin a laconservacin. A veces pienso que el libro queyo hubiera querido publicar es el de las 850pginas, aunque slo hubiera sido por el purogoce personal.

    M. B.Pero, por intuicin, uno sabe elpunto exacto de lo realmente interesante.La tendencia es querer ponerlo todo. Poreso es tan importante contar con un tiem-po determinado para escribir el libro y no

    apurarse a la hora de escribir y menos a lahora de publicar, porque se necesita ese tiem-po del que hablo para poder darte cuentade lo que has escrito y tener la perspectivasuficiente como para convertirte en lectorde tu propia obra.

    118 dilogo de la lengua qurum 19

    Qurum, 19, pp. 110-123

  • 7/28/2019 Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

    10/14

    C. P.Por qu se escribe? Por qu seconvierte uno en escritor, a pesar de lo duroque es?

    J. V.A m no me parece duro, me pareceidiota. Los trabajos duros son otros...

    M. B.Picapedrero, por ejemplo.

    J. V.Yo escribo porque empec a escribir,casi como una ancdota. Un da, cuando es-tbamos en la preparatoria tenamos 16aos, un amigo mo, Eloy Urroz, que tam-

    bin es escritor y miembro de Crack y queya para entonces escriba poesa, me dijo: porqu no escribimos un cuento? Cada quien elsuyo, claro. Lo escrib y descubr que eso eralo que me gustaba hacer. No creo que en misinicios haya mucho ms que eso.

    M. B.Hay un sin darse cuenta que importantsimo. Yo nunca hubiera sido ecritor, si hubiera sabido de manera objetivconcreta y racional lo que era este oficio. Cdiez aos hice un libro sobre perros y, porreaccin de mi familia, me di cuenta del vlor subversivo de la literatura. Mi familia era afecta a la cultura y en mi casa no hablibros y, de pronto, yo consigo una mquide escribir viejsima y empiezo a escribir sbre las razas de los perros que conoca y tdos reaccionaron mal porque no era una trea escolar. Y me sorprendi, como tambi

    me sorprendi que pensaran que era mejque me fuera a jugar con el resto de mis amgos. Termin el libro, se burlaron de l y sfr escarnio. Algo raro pasaba en mi entorfamiliar por el solo hecho de querer escribPero continu y se fue dando solo.

    qurum 19 jorg e vo lpi y mario bellat n I

    Qurum, 19, pp. 110-

    Mario Bellatn: Yo escribo pensando mucho en el lector, ponindomeen las mltiples posibilidades que tiene el lector

  • 7/28/2019 Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

    11/14

    J. V.Ese cuento fue para m el descubri-miento de la ficcin, pero yo quera escribirlibros desde mucho antes. Mi padre, que esmdico, es un gran lector y siempre hubo li-bros en mi casa. Desde los 8 o 9 aos y, so-

    bre todo, desde los 11, 12 o 13, tuve claroque quera escribir. A los 13 me plante larealizacin de una enciclopedia sobre la EdadMedia y planifiqu cada tomo. Todava nopensaba en la ficcin, pero hubo un momen-to en que descubr que la escritura era esen-cial en mi vida y que no podra cancelarla,aunque nunca me haya considerado un es-critor profesional ni quiera ganarme la vidaescribiendo. Por eso estoy aqu, dirigiendo el

    Canal 22 de Televisin. Yo escribo porque lonecesito y, al mismo tiempo, porque me gus-ta, me trastorna y no tengo manera de dejarde hacerlo.

    M. B.Todos los das me pregunto por qulo hago. Y he llegado a la conclusin de quees un impulso. Es algo irracional, sin ningu-na lgica y que va contra m mismo, contrami forma de ser, porque yo tengo gustos muydispersos, me interesa una cosa y luego otray cambio de modos de vida y, sin embargo,la escritura se mantiene inalterable desde los9 aos. Todas las decisiones que he tomadoen mi vida han sido a partir de la escritura ysta siempre ha estado en primer lugar, antesque cualquier otra consideracin de tipo per-sonal o profesional. La escritura ha sido lonico que ha existido para m y no quiero

    preguntrmelo mucho porque, a veces, meda como miedo escarbar.

    J. V.Es un virus que te seduce, te trastor-na y que hay que controlar. Por ejemplo, yono escribo todos los das porque no quiero

    ser un escritor profesional, aunque respete alos que se consideran as, un Carlos Fuenteso un Vargas Llosa, que tienen que levantar-se temprano para escribir sin importar si llue-ve o truena. Yo no, yo a veces tengo necesi-

    dad de escribir un libro y, cuando eso ocurre,intento dedicar a ello todo el tiempo posi-ble. Pero tambin puedo dejar de escribir du-rante una temporada y no me pasa nada. Ter-min mi ltima novela exactamente en juniode 2006 y decid que necesitaba no ya undescanso, sino una purga, despus de tres no-velas tan extensas. Y me tom un ao sab-tico de escritura para reflexionar. Todos losdas pienso sobre lo que voy a escribir en

    el fondo, eso es tambin escribir pero nollego a mi casa y me siento a la computado-ra. Me permito a m mismo que mi trabajosea slo mental, de planificacin de mi pr-xima novela.

    M. B.Mi caso funciona ms en cpsulas.Es algo tan extrao esto de la escritura, estapuncin, esta necesidad! Yo escribo a diario,pero encerrado y encapsulado. Trato de dedi-car dos o tres horas al da y luego salgo deese espacio y me olvido por completo. He lo-grado domesticar la palabra escrita. Hubociertos momentos en que era una carga es-pantosa. Pasaba las 24 horas del da frente aun texto y llenaba pginas y pginas... hastallegar a las 1.500, a las que faltaban otras 1.500ms para redondearlo. Y luego en una sema-na de extraa lucidez, con algo ms de pers-

    pectiva, me daba cuenta de que la novela es-taba hecha desde haca un ao y que lo nicoque tena que hacer era sacar fragmentos, reu-nirlos y votar el 80 por ciento para que, al fi-nal, se quedara en un texto de 80 cuartillas.

    A lo largo de los aos con algo ms de sa-

    120 dilogo de la lengua qurum 19

    Qurum, 19, pp. 110-123

  • 7/28/2019 Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

    12/14

    bidura en el arte de escribir he tratado dequitarme de encima esa obsesin y dar a la es-critura un lugar muy determinado, muy en-capsulado. Dirijo una escuela de escritura,desde hace cinco aos y mi labor de creacin

    se limita a esas dos o tres horas diarias.C. P.Usted ha vivido mucho tiempo enPer y ahora en Mxico, hay diferencia en-tre los dos pases, desde el punto de vista dela creacin literaria?

    M. B.Estuve dieciocho aos en Per y lle-vo doce en Mxico y, s, hay muchsimas di-ferencias. La principal es que aqu es mucho

    ms fcil llevar una vida literaria. Al pocotiempo de llegar logr que mi vida girara to-talmente alrededor de la literatura y en Perera muy difcil porque es una sociedad en laque hay poca cabida para el arte.

    J. V.En Mxico hay apoyos a la creacin porms cuestionados que stos sean. Tiene algu-nas similitudes con Espaa, que invierte mu-cho en cultura, aunque sus sistemas sean dis-tintos. En Espaa, por ejemplo, hay 487

    premios literarios que da hasta el ayuntamieto ms pequeo y eso no existe aqu, pero Mxico hay un sistema de apoyo a jveneadultos, a creadores emritos, amplsimo, qtambin contribuye a que sea ms fcil ded

    carse por completo a escribir y a que se puda vivir de la literatura, al menos en ciertperiodos de la vida. Tal vez por eso hoy Mxico hay tan buenos escritores: Guadalpe Nettel, Luis Felipe Lomel, Martn Sores, Adrin Curiel, Cristina Rivera Garza, Pblo Soler Frost, David Toscaza. Y, psupuesto, mis amigos del Crack.

    M. B.Y, aparte de estos apoyos directos

    poltica cultural concreta, hay un cierto repeto y reconocimiento a la figura del artisa la figura del escritor. No es slo el probma econmico, es importante tambin setirse parte de una sociedad que te acepta.

    J. V.Y para hacer el comercial de Mxco completo: un canal como ste, el Can22, que slo es cultural, y otro, el 11, qtambin es cultural, no es pensable en Epaa.

    qurum 19 jorg e vo lpi y mario bellat n I

    Qurum, 19, pp. 110-

    notas

    1. Grupo literario mexicano de 1996, compuesto por los novelistas Ignacio Padilla, Jorge Volpi, Eloy UrrozPedro ngel Palou y Ricardo Chvez-Castaeda.

  • 7/28/2019 Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

    13/14

  • 7/28/2019 Mano a Mano,Mario Bellatin,Jorge Volpi.

    14/14