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Ordre Maçonnique Mixte International Le Droit Humain Le Droit Humain # 49 INTERNATIONAL ES Especial Coloquios Internacionales Lisboa y Quito 2015

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Ordre Maçonnique Mixte InternationalLe Droit Humain

Le Droit Humain # 49INTERNATIONAL

— ESEspecial Coloquios Internacionales

Lisboa y Quito 2015

Le Droit Humain #49

Número especial Coloquios InternacionalesLisboa y Quito 2015

Edición: Comisión de ComunicaciónFebrero 2017

INDEX

4 Prólogo M.·. Il.·. H.·. Yvette Ramon M.·. P.·. S.·. G.·. C.·., Gran Maestre de la Orden

6 Reflexiones alrededor de un Coloquio Internacional Hermana Josée Piette Federación belga

8 ¿Por qué participar en el Coloquio de Quito? Hermana Aida Corina Babarovich Velozo Jurisdicción chilena

14 Informe del grupo de idioma portugués

16 Informe del grupo de idioma francés I

20 Informe del grupo de idioma inglés

25 Informe del grupo ibérico

27 Informe del grupo de idioma francés II

32 Intervención de la Gran Maestra en la clausura del coloquio M.·. Il.·. H.·. Yvette Ramon Gran Maestre de la Orden

35 Reflexiones sobre el Coloquio Internacional de Lisboa Hermana Athena Pite Federación británica

39 Chismes de pasillo Hermanas Françoise d'Hautcourt et Josée Piette Federación belga

12 COLOQUIO INTERNACIONAL DE LISBOA

46 Conclusiones del VIII Coloquio latinoamericano

50 Los coloquios latinoamericanos: sentido, temas, conclusiones Hermana Osiris Paricia Succarat Zamora Jurisdicción chilena

44 VIII COLOQUIO LATINOAMERICANO DE QUITO

54 La masoneria mixta en el siglo XXI, El Derecho Humano: un Compromiso Iniciático, Humanista, Internacional M.·. Il.·. H.·. Yvette Ramon Gran Maestre de la Orden

PRÓLOGO—M.·. IL.·. H.·.

YVETTE RAMONM.·. P.·. S.·. G.·. C.·.,Gran Maestre de la Orden

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Hace poco expresé formalmente el deseo de que 2016 no conociera las mismas catástrofes que el año anterior. Es evidente que estos deseos no se cumplieron a principios de este año, pero los francmasones, y en especial los de Le Droit Humain, están hechos de optimismo, coraje y perseverancia. Si no pueden hacer nada contra los elementos naturales, tienen el poder de hacer evolucionar nuestras sociedades, porque solemnemente se comprometieron en el seno de nuestra fraternidad huma-na, a llevar fuera la obra comenzada en el templo.

El templo es doble, interior y exterior. A semejanza del templo, nuestro deber es doble: es interior con el fin de descubrir y trabajar los mensajes de los rituales; debe llevarse al exterior por medio de nuestros compromisos con la sociedad.

Este es el mensaje que emitieron los coloquios de Lisboa (Portugal) y de Quito (Ecuador) y que os mostramos resumido.

Nos reuniremos próximamente en 2018 en Veracruz, México, en el IX coloquio latinoamericano y en 2019 en Finlandia, para el Simposio Internacional de la Orden.

Mientras tanto, me gustaría desearos alegría, salud, paz y amor para 2017.

Y. R.

REFLEXIONES ALREDEDOR DE UN COLOQUIO INTERNACIONAL—JOSÉE PIETTEFederación belga

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Siendo nuestra Orden internacional, asistir a un coloquio me permite convivir con participantes pertenecientes a Logias Pioneras, Jurisdicciones y Federaciones que preconizan los mismo valores que yo, que comparten los mismos ideales.

La F.·. M.·. trabaja por el Progreso de la Humanidad; es importante intercam-biar opiniones sobre qué significa esto y sobre los medios a emplear con el fin de provocarlo.

Pero ¿qué medios utilizamos para progresar ?¡Vivimos en países privilegiados! Por ello pienso que para nosotros es más fácil

promover estos valores.No todos practicamos la filantropía de la misma manera. Pienso, igualmente,

que este concepto tampoco es puesto en práctica de la misma manera en todos los países europeos.

Es importante precisar de un modo adecuado qué es una filosofía laica. Me pa-rece que esta noción no es entendida de la misma manera en todas partes. ¿Se trata únicamente de rechazar la religión católica y declararse ateo?

Pienso que debemos esforzarnos en la búsqueda del progreso mediante la promo-ción de valores individuales. ¿Como hacerlo si no es en el encuentro con “los otros”?

Se deben respetar las diferentes culturas. Salir de nuestras rutinas, descubrir la cultura “del otro”. Hablar con ellos sobre su manera de enfrentar esta cuestión. Es-cuchar acerca de sus tradiciones y tratar de entenderles.

Somos demasiados arrogantes, pensamos que somos los mejores y queremos que los demás vivan y sobre todo piensen como en Bélgica.

Una espiritualidad humanista, sin dogma…

Escuchar a los otros, hablar de su espiritualidad y tratar de comprender su manera de pensar. Somos una institución iniciática, ¡aún manejamos los mismos símbolos y rituales! Estos son ejemplos encontrados aquí y allá aunque sin verificación:

• En Francia todos los rituales son parecidos, la república es laica pero ¿qué ocu-rre con la F.·. M.·. francesa?

• En Inglaterra, el sentido comunitario (parroquial) y el lado caritativo me pare-ce que están muy presentes.

• En Polonia, la tradición y la influencia de la religión católica, hace todo más di-fícil para ellos (los hermanos/as).

• En África y en América del sur la situación económica no es siempre favorable a la realización personal.

• En los países del hemisferio sur, ¡se produce el solsticio de invierno en pleno ve-rano! Las estaciones están invertidas.

Todo es símbolo pero a pesar de todo preferimos escucharnos para compren-dernos y crecer juntos.

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En la Constitución Internacional está escrito: “Sin dogmas y sin abandonar sus creencias”. Pienso que la tolerancia sobre esta cuestión no está siempre presente en nuestra Masonería (por ejemplo en Bélgica).

Lo mejor de estos coloquios internacionales es el encuentro con las Hermanas y los Hermanos de otros países.

Es a partir del debate sobre nuestras diferencias, sobre todas nuestras especi-ficidades escuchando y analizando puntos de vista diferentes, y entendimiento de que cada uno pueda evolucionar mejor sin imponer las propias ideas o el modo de vida particular.

¡El conocimiento de un inglés mínimo favorece los intercambios!Hasta la próxima vez, en París en mayo próximo quizás, ¿o en Finlandia en 2019?

J. P.

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POR QUÉ PARTICIPAR EN EL COLOQUIO DE QUITO ?—AIDA CORINA BABAROVICH VELOZOJurisdicción chilena

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Nuestra Orden Masónica Mixta Internacional «Le Droit Humain» establece en su Constitución Internacional, tres rasgos específicos, que la definen de forma ine-quívoca. Estos son: su mixticidad, su continuidad iniciática y su Internacionalismo. Este último está claramente señalado en su denominación, que no ha variado, desde su fundación: «Orden Masónica Mixta Internacional».

Consideremos el Artículo 2 de la Constitución Internacional: «…Compuesta por francmasones, hombres y mujeres, fraternalmente unidos, sin distinción por razones sociales, étnicas…». Consideremos también el Artículo 3 que señala que «los miembros de la Orden trabajan para ejercitar los principios de libertad, igual-dad y fraternidad…».

Nos corresponde, entonces, agotar los medios para conocernos, valorarnos y fi-nalmente entender vivencialmente, nuestro Internacionalismo. Es esta una prime-ra razón para reunirnos: conocernos.

Al dejar atrás nuestros Talleres y encontrarnos, aunque sea por pocos días, nos conocemos, estrechamos nuestras manos y nunca más somos un puñado de Hnos.·. y Hnas.·. aislados por la distancia o por la naturaleza y nos transformamos en un gran grupo lleno de fuerza y de valor.

El primer país que aceptó el desafío, fue Brasil en 1991, y durante casi 24 años, otros países lo han hecho: Chile en 1995, Brasil nuevamente en el 2004, y Chile, en el 2006, luego, no nos hemos detenido: Paraguay el 2008, Colombia el 2010, Argen-tina el 2013 y finalmente Ecuador en el 2015.

Una segunda razón para reunirnos, la encontramos, analizando el trabajo reali-zado en Quito, Ecuador, donde se realizó nuestro último Coloquio. Bello país, lleno de luz y de alegría como la Logia Pionera «Luz de Quito» que nos abrió sus brazos generosamente y nos invitó a trabajar.

El Tema fue: «Retos para la Masonería Mixta en el s. XXI en América Latina». El que fue estudiado desde 2 puntos de vista:

1. Retos y acciones al interior de nuestro Talleres El grupo de Hnos.·. y Hnas.·. que trabajaron este tema subrayan la necesidad de

interiorizarse en el estudio de nuestra Constitución Internacional y Reglamen-tos y profundizar el estudio del símbolo. Lo primero, para conocer los funda-mentos de nuestra Orden. Lo segundo para conocer, vivenciar en lo posible la simbología que nos ofrecen nuestros rituales, a fin de conocernos nosotros mis-mos. La suma es importante, pienso yo; conocer nuestra Orden y luego cono-cernos nosotros mismos nos permitirá enfrentar el desafío que significa ser ma-sones, ser iniciados, y a la vez trabajar, desenvolvernos en el mundo profano.

2. Retos y acciones al exterior de nuestros Talleres Los Hnos.·. y Hnas.·. que trabajaron este tema establecen en primer término,

la necesidad de que todo nuestro aprendizaje masónico, nuestro desarrollo de conciencia, fruto de nuestro conocimiento interno, se haga evidente en el mun-do profano a través de nuestro comportamiento, que seamos coherentes –ser,

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pensar, actuar– y que nos transformemos en ejemplo para los que nos rodean. Debemos vivir los postulados que nos enseña Masonería. No hay duda. La mejor manera, y talvez, la única forma de enseñar valores es a través del ejemplo.

Más adelante, este grupo de trabajo señala algunas formas de dar a conocer el trabajo masónico y también la preparación de jóvenes para integrarse a nuestros Tal-leres. Se señala como ejemplo, actividades que desarrollan la Federación colombiana, la Jurisdicción del Paraguay y las Logias pioneras mexicanas. Actividad interesante, si se conociera más en profundidad. Los Hnos.·. y Hnas.·. se refieren a la belleza de la Masonería y al poco interés que manifiesta la juventud actual por nuestra Institución.

También se señala como muy importante evolucionar y adaptarnos a las nuevas tecnologías a fin de interactuar de manera más armónica y eficiente y señalan concre-tamente establecer chats, blogs y otros métodos interactivos de enseñanza, para tra-bajar mejor, independiente de la distancia o del lugar donde nos encontremos.

* * *

Aquí tenemos, además del Internacionalismo, un segundo motivo para participar en nuestros Coloquios. No sólo conocernos superficialmente, sino profundizando en nuestros pensamientos e ideas, dialogando, compartiendo la forma de entender nues-tros ideales, escuchar nuestros razonamientos, en fin, aprendiendo unos de otros.

Como países latinoamericanos tenemos varios puntos en común, no sólo el idioma sino también una historia y una cultura semejantes. No somos tan diferentes. Compartimos problemas o situaciones socio-económicas complejas, pero aun así, estamos aquí, trabajando por el desarrollo y crecimiento de la Masonería en nues-tros países. Nuestra Integración puede no estar tan lejana, puede no ser un sueño.

Por último, otros motivo muy importante para reunirnos, tiene que ver con la belleza que nos ofrece la diversidad de los paisajes y los nuevos amigos –hermanos– que encontramos en el camino.

Querido Ecuador, te agradecemos por habernos recibido y esperamos, algún día, verte nuevamente, pero, por el momento, debemos pensar en nuestro próximo encuentro. México. Allá vamos.

A. C. B. V.

COLOQUIO INTERNACIONALDE LISBOA— OCTUBRE 2015

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F.·. británica

F.·. australiana

F.·. polaca

F.·. griega

Senegal

MaliBenínn

TogoCosta de Marfil

F.·. italiana

F.·. austríaca

F.·. suisseF.·. española

L.·. P.·. eslovaca

L.·. P.·. luxemburguesa

F.·. francesa

F.·. portuguesa

F.·. oeste africana

F.·. brasileña

L.·. P.·. uruguaya

F.·. belgaF.·. finlandesa F.·. neerlandesa

La M.·. Il.·. Hna.·. María da Graça Gomes, representante del Supremo Consejo ante la Federación, la M.·. P.·. G.·. C.·. y la Presidenta del Consejo nacional acogieron a los 380 participantes en el coloquio provenientes de Federaciones, Jurisdicciones y Logias pioneras del mundo entero.

La cuestión «En el contexto actual: crisis de valores, desigualdades, violencia, divisiones, ¿qué puede proponer Le Droit Humain para integrar nuestros valores humanistas en el funcionamiento de nuestras sociedades?», ha sido estudiada por cinco grupos de reflexión y en cuatro lenguas. El conocimiento de las lenguas de-terminó la composición de los grupos de trabajo.

En el seno de un grupo francófono se sugirió una reflexión «sobre la idea de organizar un día mundial de la juventud masónica con el fin de transmitir un men-saje humanista a la juventud, a los adolescentes que harán el mundo de mañana».

Esa es una buena propuesta a explorar…

INFORME DEL GRUPO DE IDIOMA PORTUGUÉS

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Vivimos en una época en la que es habitual decir que hay una crisis de valores. Se dice que todo es relativo y subjetivo, que todo depende de las circunstancias y que los intereses priman siampre y en todas las circunstancias.

De hecho, los valores que tradicionalmente han sido dados como inmutables, han sido interrogados o abandonados. Según muchos autores, lo que prevalece hoy en día son las posiciones nihilistas o relativistas, que todo es relativo y que no hay acciones buenas o malas. Que nada es moral ni inmoral.

No podemos aceptar esta actitud frente a la vida, porque para nosotros, los francmasones, la defensa de los valores tradicionales, esencialmente es fundamen-tal. Nuestra actitud debe ser diferente.

De hecho, la pérdida de valores conduce al egoísmo, la insolidaridad, la división, la injusticia e incluso violencia. Por eso pensamos que las desigualdad no hace más que agravar la crisis de valores.

Observamos que hay una crisis de los modelos y las relaciones familiares. La fa-milia es el lugar donde, en principio, todo ser humano adquiere sus valores en bruto. Si las estructuras familiares están en crisis, esto influye en el hombre del futuro y el devenir de la sociedad. Los profundos cambios económicos, científicos y tecnológi-cos que ha conocido nuestra sociedad llevado, a menudo, al abandono de los valores.

Ejemplo de ello son las múltiples guerras, la fabricación de armas, el desarrollo de los países que están basados en el perjuicio a la calidad del aire, la pureza del agua y la existencia de los bosques.

Por lo tanto, Hermanos y Hermanas, en vuestros grados y cualidades, es el mo-mento de actuar. Cada masón debe ser un pionero. Cada masón debe argumentar y proponer soluciones a los problemas sociales.

La crisis económica y sus consecuencias como las presiones económicas, han generado los cambio de mentalidades, los recortes en la educación, en la salud, en la seguridad social, que hoy ya no aseguran la equidad social.

La familia y la educación son dos elementos clave de la formación y evolución del hombre y, por tanto, de la sociedad.

Estas son las propuestas preparadas por nuestro grupo de trabajo:

• Utilizando el método masónico en la sociedad para intervenir cívicamente;• Difundir los principios de Le Droit Humain en el mundo profano;• Trabajar desde una perspectiva masónica universal;• Crear un pensamiento holístico en la educación, la salud y el trabajo;• Que ningún Masón colabore o actue a favor de las organizaciones humanitarias

donde se conozcan escándalos públicos;• Alentar a las familias a participar en los debates sobre la reforma del modelo de

empresa;• Un mayor desarrollo en el intercambio de información entre Federaciones con

difusión de sus obras y resúmenes anuales;• Asegurar la comunicación y la publicidad de los temas abordados en cada fe-

deración.

INFORME DEL GRUPO DE IDIOMA FRANCÉS I

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El grupo ha intentado definir lo mejor posible los valores humanistas y, para co-menzar, el término de «principio» se ha preferido al de «valor», puesto que éste es en cierto modo fluctuante.

La siguiente lista no exhaustiva, comporta los principios que parecen más importantes:

• Laicidad, Fraternidad, Educación e instrucción en el sentido de combate contra la ignorancia y apertura de espíritu.

• La Declaración de los Derechos Humanos, surgida de los filósofos de las Luces, se consideró válida actualmente, asociada a los derechos de la Infancia y a la mixidad. Es lo que nos une y ubica al Ser humano en el centro de todo.

• Se añadió la cuestión de la esclavitud de las mujeres, así como el principio del adogmatismo.

La aproximación a estos principios fue abordada precisando que la aproxima-ción europea aporta una visión truncada pues los símbolos hablan de diferente ma-nera en una u otra cultura y, por ejemplo, lo que es sagrado en África no necesa-riamente lo es aquí. La necesidad de ampliar se presenta pues como indispensable para intentar ir a los principios universales.

Pero, ¿realmente son universales? Se aportó una respuesta que indica que, cier-tamente, el origen nos lleva a las sociedades occidentales, que quizás no son las me-jor ubicadas para este tema pero por el momento no se ha encontrado algo mejor, representan los fundamentos de toda sociedad humana, sea cual sea.

Hay quienes ubican estos principios englobándolos en la fraternidad y el amor al otro.

Así pues, el principio, está aquí: Estamos unidos por nuestros principios, pero sabemos también que tenemos muchas diferencias, que no hay que ocultarlo y que es más útil trabajar con ello para comprenderlo. Las diferentes aproximaciones de la laicidad constituyen un ejemplo.

En fin, se sugirió que no son los valores o los principios de la francmasonería los que van a arreglar los problemas de la sociedad que se sugieren en la pregunta, sino más bien los Derechos existentes y su aplicación y que no sirve para nada dis-cutir acerca de nuestros valores si los Derechos fundamentales de los seres huma-nos no se aplican.

Se abordó y se denunció cómo se están poniendo en riesgo estos principios y el horror que inspiran la destrucción de patrimonios de la Humanidad, las acciones de barbarie perpetradas, así como también los muros defensivos erigidos contra los refugiados y la ausencia de respuestas concretas y eficaces.

La integración de estos principios, el «cómo» ponerlos en práctica en el mundo profano, constituyeron la mayor parte de los debates.

En primer lugar, se puso especial atención en los primeros artículos de la Cons-titución Internacional de la O.·. M.·. M.·. I.·. Le Droit Humain que, por una parte,

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precisaban del método propuesto (art 2) y por otra incitaban al compromiso en la ciudad (art.3).

Esta integración comienza en primer lugar en logia, donde debemos exigir la construcción de un pensamiento libre y el término construcción aquí es importan-te para estructurar las ideas. Esto implica una educación en el espíritu crítico en el sentido cartesiano, es decir, una crítica que permita la búsqueda de verdades para comprender mejor.

Esforcémonos nosotros primero en trabajar en logia donde, a veces y por ejem-plo, algunos maestros se vuelven silenciosos e incitémonos a no volvernos pusilá-nimes y a atrevernos a expresar nuestras opiniones, al igual que fuera de nuestras logias. Si estamos unánimemente de acuerdo en la necesidad de salir del templo, se dijo, se abren muchas vías para poner por delante los principios que nos animan pues somos referentes de un cierto saber ser.

Debemos actuar individualmente en cada momento y a todos los niveles en los que podamos y en cualquier situación podemos defender estos principios, como muy bien dijo el H.·. George Dvorak.

La cuestión propuesta definió en realidad un proyecto político y esto exige un compromiso real. Debemos estar presentes en los lugares de toma de decisiones incluso si los políticos ahora parecen impotentes frente a los poderes financieros y económicos, responsables de guerras, masacres y desplazamiento de poblaciones. Se afirmó que los modelos económicos actuales no convienen en absoluto incluso tampoco para los regímenes democráticos parlamentarios que parecen llegar a sus últimos momentos.

Siempre fuera del templo, la acción colectiva puede ser llevada a cabo por una o varias logias. Puede tomar la forma de asociaciones profanas, sin referencia explíci-ta a una pertenencia masónica y trabajar en lo social: alfabetización, asistencia mé-dica, rehabilitación de alojamientos… Algunos proponen que este tipo de acción se dirija en especial a la juventud, a los adolescentes, con el fin de transmitir el mensa-je humanista a quienes harán el mundo de mañana.

Con la misma óptica, se sugirió una reflexión sobre la idea de organizar una jor-nada mundial de la juventud masónica.

En cuanto al tema del lugar de los jóvenes en Le Droit Humain, se entabló un debate sobre dos puntos de vista diferentes: uno afirma la necesidad de hacer entrar a «jóvenes» pues ellos huelen el futuro y tenemos necesidad de sus cuestionamien-tos pero conservando la experiencia de la sabiduría de los antiguos, y la otra refuta la «caza de jóvenes» en términos de reclutamiento, y dan prioridad a la disponibili-dad de las personas que llaman a la puerta del templo.

En el nivel de las acciones supra logias, la palanca que constituyen las Federa-ciones parece preponderante como estímulo a las logias. Dar homogeneidad a las acciones llevadas a cabo por diferentes Federaciones es ilusorio tanto para el con-texto administrativo como político porque son diferentes. En revancha, se sugirió

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que el Sup.·. Cons.·. se dote de una plataforma informativa que permita los intercam-bios, consejos, informaciones sobre las acciones desarrolladas en las Federaciones.

En conclusión, seamos más militantes, no esperemos todo de las Federaciones y de la Orden, dialoguemos, reflexionemos, pero, sobre todo, actuemos, que es lo que nos indica la divisa del los compañeros «ni servirse ni ser servil, sino servir».

INFORME DEL GRUPO DE IDIOMA INGLÉS

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«Es un principio masónico que las preguntas que se plantean no pueden ser contestadas de una manera única; Y por lo tanto, que no hay una sola visión, y por extrapolación no puede haber una respuesta absoluta, que responda al tema plan-teado en el Coloquio Internacional de Lisboa».

Por lo tanto, Hermanas y Hermanos, insistimos en no somos capaces de propor-cionar una respuesta clara, inequívoca y única al tema del Coloquio que expresaría el resultado de las conclusiones de la interesante labor que ha realizado esta comi-sión de habla inglesa.

Las cuatro preguntas subdivididas que han sido trabajadas por la comisión son:

1. Clarificar el contexto actual:• ¿Qué se entiende por el contexto actual?• ¿Hay una crisis de valores? ¿Cuáles son estos los valores? ¿Dónde está esta crisis?• ¿A qué tipo de violencia se refiere? ¿Dónde se realiza?• ¿Qué tipo de divisiones? Ej.: La brecha digital, la diferencia o la falta de educación…

2. ¿Qué puede proponer Le Droit Humain?• ¿Hay que responder al nivel de Le Droit Humain como una Orden masónica,

con sus características particulares, su internacionalismo y su progresión ini-ciática del 1º al 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.?

• ¿Se refiere a las Federaciones, Jurisdicciones y Logias Pioneras?• ¿O se refiere al papel que deben tomar los miembros individuales?• ¿Qué pasa con la cuestión de la exteriorización?• ¿Se plantea el uso de las redes sociales y las tecnologías de comunicación basa-

das en la web?

3. ¿Qué significa la integración de «nuestros» valores ?

4. ¿A qué se refiere por «en el funcionamiento de las sociedades»?• ¿Se refiere a las «sociedades» como países?• ¿O a sociedades humanas en general?

Ha sido difícil e interesante observar las diferentes opiniones de los participan-tes y, como conclusión general, se puede afirmar que, para ninguna de las cuatro preguntas y sus subdivisiones, se podría destilar una respuesta única, que coincida con todas las expectativas y opiniones de nuestros participantes.

Sin embargo, las contribuciones más relevantes a las cuatro preguntas subdivi-didas serán las que formen este informe:

1. Sobre la primera pregunta, «¿qué se entiende por el contexto actual?», se reci-bieron muchas contribuciones. Una cuestión importante ha sido subrayar la im-portancia de la posibilidad de tener discusiones sobre temas sociales en el tra-bajo en un templo masónico, por supuesto, en la medida en que el rito aplicado

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lo permita. ¿Es cierto que la humanidad se enfrenta a una crisis ahora, o es esto es sólo parte de la evolución en la humanidad? ¿Qué pasa con el impacto de los nuevos medios y tecnologías? ¿En qué medida es una ventaja poder llegar a las personas con tanta fácil? ¿Está en peligro el contacto cara a cara ¿Es cierto que la humanidad se enfrenta ahora a más crisis que en el pasado?

¿Qué pasa con la experiencia del individuo ante la crisis? Uno puede tener que hacer frente a una crisis individual, crisis debido a la falta de atención, cri-sis en la solidaridad, una crisis de la confianza en las instituciones... por ejem-plo: La Unión Europea, crisis de lo que un individuo puede llegar a influir …

Con respecto a la violencia y las divisiones, se afirmó que existe una falta generalizada de tolerancia en toda la humanidad y que esto puede explicarse por el fracaso de la educación. En este último, se ha destacado la atención y el papel que puede realizar Le Droit Humain, por estar representado en más de 50 países. También se abordó la parte de la educación en la vida de un masón, cuando es recibido como aprendiz, y por lo tanto, la importancia de la transmi-sión de valores a través de la iniciación.

Como observación general, varios miembros señalaron que el tiempo re-servado para debatir las cuestiones sobre un coloquio internacional de Le Droit Humain es demasiado corto para poder llegar a un acuerdo exitoso sobre las complejas cuestiones propuestas. Por lo tanto, se planteó la idea de establecer un grupo de reflexión que está utilizando la tecnología de las redes sociales y que podría utilizarse en la próxima Convención Internacional. Por ej.: Usando un blog seguro...

2. Sobre la segunda pregunta, «¿Qué puede proponer Le Droit Humain?», las dis-cusiones fueron en dos direcciones: a) El rol del DHI y el desarrollo de la Or-den; La expansión de la Orden hacia nuevas naciones y culturas y b) el papel de los distintos elementos de la estructura de Le Droit Humain a nivel interna-cional, desde el papel de Logias Simbólicas hasta el del Supremo Consejo.

Se observó que el nacionalismo está ganando hoy en día más importancia a nivel mundial, a pesar de los esfuerzos para pensar más internacionalmente, que hace hincapié en las diferencias entre culturas y personas, mientras que para Le Droit Humain las barreras y fronteras no existen.

Para prever lo que Le Droit Humain puede proponer se recomienda ver lo que la Orden ha hecho en el pasado. Se dieron ejemplos sobre el soporte que se proporcionó en el pasado, logias en Israel y en Japón. Por lo tanto, los es-fuerzos que se han llevado a cabo en el pasado deben continuar, ya que esto es parte de los esfuerzos fundamentales de la Orden. Los miembros también ex-presaron el deseo de que Le Droit Humain investigara sobre la ampliación aún mayor del número de tratados con otras obediencias y órdenes masónicas.

Esencial en la discusión en esta parte ha sido también el tema importante de la exteriorización. Como es de esperarse, algunos están a favor de expresar

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públicamente las opiniones de la Orden o de las Federaciones y otros se opo-nen firmemente a ella.

Algunos miembros fueron bastante claros sobre la pregunta: «¿Qué puede proponer Le Droit Humain?». Su respuesta es simple: Nada. Al hacerlo, para ellos los esfuerzos para realizarlo se han de transferir desde el nivel institucio-nal –la administración de la Orden– al nivel individual.

3. Sobre la tercera cuestión, que se refiere a los valores humanistas, las discusio-nes se dirigieron al contexto de los «valores humanistas» sobre una base filo-sófica, que están en contraste con la mayoría de las religiones por su estricto requisito de ausencia de dogmas y, además, por el uso del prefijo «nuestro», lo cual hizo que se discutiese sobre las diferencias entre los principios de la Or-den Masónica Le Droit Humain y otras organizaciones masónicas e incluso no masónicas. Los valores de nuestra Orden están precisamente enumerados en la Constitución Internacional (primeros artículos) y la principal diferencia ob-servable con las organizaciones no masónicas, que se esfuerzan por mejorar también a la humanidad, es la noción y aplicación de la fraternidad. Es esencial que todos los masones, miembros de nuestra Orden, irradien en la sociedad nuestros valores humanistas. Para ello, todos los masones deben comportar-se como excelentes ejemplos, siempre con modestia y respeto hacia las otras personas.

Algunos participantes han expresado la opinión de que las cuestiones hu-manistas en la Masonería no son diferentes de los enfoques religiosos y que para ellos la parte esotérica es de primordial importancia. Otros abogan por in-vestigaciones científicas racionales

Otros han planteado también la cuestión de los límites de la tolerancia. Si están allí y cómo la libertad puede o no puede ser limitada …

4. Sobre la última pregunta que se refiere a "cómo funcionan las sociedades" se discutió la contribución o vocación o Le Droit Humain International. La Orden está estructurada en diferentes niveles. ¿Sería correcto que Le Droit Humain impusiera sus valores a un país? ¿Puede una Logia Pionera tener influencia en el país en el que se encuentra? ¿Puede una logia simbólica tener alguna influen-cia en la comunidad local a la que pertenece?

La Orden Masónica Le Droit Humain no debe tratar de convertir a la gente como han hecho los misioneros del pasado.

Como se puede constatar de las diferentes respuestas sobre las cuestiones sub-divididas, la comisión no llegó a una opinión unánime, ni siquiera algunas recomen-daciones generales que serían aceptadas por cualquier nación democrática.

Sin embargo, el trabajo masónico fue productivo, ya que todos los miembros sa-lieron al terminar el trabajo del grupo con un buen espíritu y una cargada esperanza.

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Sin embargo, el mérito de la labor del grupo de trabajo se determina simbólica-mente en el salario que todos los hermanos y hermanas participantes han recibido en su columna al salir de la sala de reuniones. El enriquecimiento de encontrar las diferentes posturas y compartir las opiniones y experiencias de los casos que han sido presentados durante las discusiones es un incentivo importante, que motiva-rá a los Masones participantes a reflexionar más sobre el tema al regresar a sus ca-sas y volver a futuros Coloquios Internacionales de nuestra Orden Masónica «Le Droit Humain».

INFORME DEL GRUPO IBÉRICO

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El Grupo Ibérico trabajó en «portuñol» (una mezcla sui generis de portugués y español).

Llevada por el sentimiento ácrata que impulsa e ilumina el espíritu ibérico, la reunión consistió en un intercambio ordenado de ideas e impresiones terminando con una redacción colectiva del documento final. Gobernados por la Libertad en un ambiente de Igualdad y enlazados por la Fraternidad, con la intención de llevar fue-ra la obra comenzada en el Templo, llegamos a la conclusión de que nuestras accio-nes posibles como Orden, para responder la pregunta planteada, deberían ser:

Que, ante todo, los masones y masonas de Le Droit Humain debemos trabajar en primer lugar en la Logia y nuestro entorno, comenzando con situaciones con-cretas que se encuentran en el mundo profano, según la formula «pensar global y actuar local». Que es de suma importancia mantener el enfoque, dentro y fuera del Templo, sobre nuestros principios de respeto al otro, responsabilidad y defensa de la dignidad humana.

En este contexto, nos gustaría que las Federaciones utilizasen su libertad para expresarse en el mundo profano, siempre que advirtieran ataques a los principios expresados en los tres primeros artículos de la Constitución Internacional del De-recho Humano, informando debidamente al representante o delegado del Supre-mo Consejo.

Que entre las Federaciones se busque una fórmula para comunicarse de mane-ra electrónica, potenciando también los encuentros entre Masones, Logias y Fede-raciones que compartan preocupaciones.

Para finalizar tenemos tres proposiciones para dinamizar el próximo coloquio internacional:

• Que en él se intercambien ideas y proyectos sobre el desarrollo y la estabilidad de la Orden.

• Que se desarrollen fórmulas para apoyar proyectos concretos de una Logia o instaurar un concurso para proyectos sociales gestionados y desarrollados por logias.

• Que no solo trabajemos en los coloquios sobre nuestros principios, sino tam-bién para definir todo lo que es «inaceptable» para un Masón.

INFORME DEL GRUPO DE IDIOMA FRANCÉS II

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1. El contexto

Los valores morales universales son valores occidentales. Para los que no son occi-dentales, se trata de un concepto diferente. La crisis de valores es el resultado de un comportamiento capitalista, propio del consumismo, que genera violencia, división, y pobreza. Se trata de una humanidad que ha perdido el sentido de la espiritualidad.

Suprimir la causa del problema en vez de los efectos. El dinero es una causa que provoca desigualdades y violencia… (los efectos).

La crisis de valor política, con los migrantes, ha borrado del mapa la crisis de índole más bien económica.

2. El comportamiento individual del francmasón

Nuestros valores no tienen mucho éxito para con los jóvenes, ¿cómo atraer a los jó-venes hacia algo abierto? Ir a la guerra está connotado con un cierto romanticismo, más que hacer la paz. Nos estamos muriendo porque no tenemos nada nuevo que proponer.

De joven, existe la necesidad de vincular unos valores a un conjunto individual y colectivo. Somos piedras, no muy bien talladas, lo importante es el cimiento.

La cuestión concierne al mundo entero: respetar al otro, hacer que repercuta en el exterior.

Trabajar sobre nosotros mismos a través de la práctica «conócete a ti mismo», interrogarnos sobre la manera con la que escuchamos al otro. Salir de las logias, el francmasón ha de actuar en el exterior.

Hemos llegado de continente distintos y somos muy conscientes de que el mun-do debe cambiar para volverse mejor, el Hombre ha de volverse mejor. Es un com-bate individual.

Quizás encontremos una acción colectiva. Tomar contactos para compartir nuestras especificidades. Cada uno de nosotros tiene el deber de aprender del otro.

No quitarse de la luz que nos ha sido dada, de lo contrario son otros los que ha-blarán por nosotros.

Actúo como francmasón, intento rozarme con el otro para tallar mi piedra, pero no digo que soy tallador de piedras. Se trata de partir de lo individual para llegar a lo colectivo.

3. El comportamiento colectivo

Deberíamos dispensarnos de las banalidades del mundo profano, y, de ser posible, adelantarnos a las grandes problemáticas. Debemos demostrar discernimiento.

Hacer lo necesario para que los más jóvenes crucen el umbral de los templos masónicos. Hacer proselitismo, para que los jóvenes puedan cambiar el mundo de mañana.

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Interesarse por la educación, la ciudadanía, no ser un reflejo de la sociedad sino ser un proyecto de sociedad. Los grandes temas por los que Le Droit Humain ha lu-chado han llegado al mundo público. ¿Qué hacer para volvernos más incisivos? Hay que atreverse a tener un discurso más perturbador.

Le Droit Humain, por su comportamiento ético, intentará estimular al mundo, pues además tenemos la suerte de pertenecer a una estructura internacional, lo que nos predispone a una apertura mental multicultural.

¿Qué es lo que puede proponer Le Droit Humain? No se trata solamente de po-ner de relieve la arrogancia de nuestros valores universales sino también de parti-cipar y de proponer un proyecto explotable para contribuir a resolver esta pérdida de valores.

En su época, el título del Droit Humain era excepcional. ¿Acaso hoy en día sigue siendo Le Droit Humain una Orden moderna capaz de hacer frente desde un punto de vista profano a todos los compromisos sociales del mundo? En especial a lo que se refiere al estatuto de la mujer quien suele ser la primera víctima en los conflictos de todo tipo.

¿Existen unos valores universales o universalizables? ¿Son portadores de espe-ranza los valores de Libertad, de Igualdad y de Fraternidad? Los masones del Droit Humain han de promover los valores de Libertad, Igualdad, Fraternidad, como práctica de vida y poner en el centro de atención a la dignidad humana que sigue siendo el soporte de cualquier cambio.

Le Droit Humain internacional debería insistir en la comprensión y el respeto de las diferencias. Se busca una solución a nivel internacional. Busquemos un deno-minador común capaz de reunirnos todos. Se necesitaría una obra global, universal. Sólo juntos somos capaces de hacer evolucionar nuestras ideas. Hemos de transfor-marnos juntos.

Construir un derecho europeo de las mujeres para que nuestro artículo prime-ro se haga realidad.

Los grandes temas tienen que debatirse en las logias, y en otros lugares. Hace falta elegir una obra global universal y trabajar en ella todos al mismo tiempo: dere-cho de las mujeres, el desarrollo sostenible, cómo reinventar la educación…

El dinero es un valor de sustitución que se ha impuesto frente a los valores hu-manistas. ¿Cómo reemplazar ese nuevo valor? Además, son demasiados los que no trabajan y consiguen enriquecerse con el dinero de los que trabajan.

Para mejorar la sociedad, tenemos que trabajar sobre los jóvenes, la comunica-ción, la ciudadanía, el dinero, las mujeres,…

De las crisis económicas brotan otras crisis. Si las necesidades primarias estu-vieran cubiertas, los demás problemas podrían desaparecer. La crisis económica no la va a poder resolver Le Droit Humain.

Aumentar el número de tenidas blancas abiertas. En cada oportunidad, los me-dios deberían ser invitados para que se nos conozca mejor, convirtiéndose así en nuestros transmisores.

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El riesgo de la exteriorización no el mismo en todos los países. Por ejemplo, en África, quitarse el velo es arriesgarse. Por lo tanto, hay que proponer otros orado-res masones para abrirse con cautela y seguridad. Organizar conferencias sobre te-mas elegidos, sin hacer referencia a nuestra condición masónica y llegar así a todos nuestros hermanos profanos y a todas nuestras hermanas profanas. Por lo tanto, se pueden globalizar los principios, pero no así de las acciones que han de adaptarse a los territorios.

Premio Nobel: crear un premio del Droit Humain, un premio en que todos los niños del mundo participarían.

Organizar unos cafés ciudadanos (tertulias) en base al tema de la convivencia; compartir es respetarse, respetar unas reglas.

El Hombre tiene que estar en el centro de la sociedad. Cuando se habla de dine-ro, es como si el Hombre se hubiera salido de las preocupaciones de la sociedad, es como si hubiera dejado de estar en el centro.

En los derechos fundamentales, la noción de suficiencia es relativa; en función de los territorios, esta noción depende de la cultura del país y de su nivel de desarrollo.

Cuando el Hombre peligra, Le Droit Humain ha de movilizarse, especialmente cuando se atenta contra la dignidad humana.

Le Droit Humain debe seguir su camino con discernimiento, con la esperanza de que algún día seamos tan numerosos como las espigas, y con el objetivo de que los efectos vayan a empezar a verse: "Haz lo que debas, ocurra lo que ocurra".

Hoy en día, la laicidad está peligrando. La comprensión de todas las culturas, tan diversas, es la clave del problema. Entender al otro, para conocer lo que es. Es difícil, el ser humano es el problema del ser humano.

* * *

A continuación se muestra una declaración resultante de nuestro intercambio de ideas. Se distribuye en todas las estructuras de la Orden el 19 de de octubre de 2015.

DECLARACIÓN DE LISBOA

En el curso de este coloquio, las Hermanas y los Hermanos participantes redactaron el siguiente proyecto de declaración:

• Considerando el artículo Primero de la Constitución internacional de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain :

«La Orden Masónica Mixta International Le Droit Humain afirma la igual-dad del hombre y la mujer.Al proclamar Le Droit Humain, la Orden aspira a que hombres u mujeres pue-dan lograr, en plano de igualdad, la justicia social en toda la tierra en une hu-manidad fraternalmente organizada»

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• Considerando la sucesión y agravación de las crisis políticas, económicas, sociales y humanas;

• Considerando que nuestro papel es defender y transmitir los principios que permi-tan trabajar al progreso de la Humanidad.

Declaran:

• Recordar que el ser humano debe estar en el corazón de las preocupaciones de la sociedad;

• Solicitar a todos los actores políticos, gobernantes, tanto nacionales como supra-nacionales, que vigilen el respeto escrupuloso de este principio;

• Comprometerse a difundir nuestros valores, nuestros objetivos y nuestras re-flexiones lo más ampliamente posible, utilizando todos los canales de comunica-ción. Estas reflexiones se refieren especialmente al conocimiento, tanto de sí mis-mo como de los otros en el respeto mutuo.

En Lisboa, el 4 octubre 2015

INTERVENCIÓN DE LA GRAN MAESTRA EN LA CLAUSURA DEL COLOQUIO DE LISBOA—M.·. IL.·. H.·.

YVETTE RAMONM.·. P.·. S.·. G.·. C.·.,Gran Maestre de la Orden

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En primer lugar, no quiero dejar pasar la ocasión de convertirme en el intérpre-te de todos nosotros para agradecer a la M.·. P.·. G.·. C.·. de la Federación portuguesa y al equipo organizador del coloquio de Lisboa –un coloquio del Supremo Consejo– por la eficaz labor organizativa y el calor de la acogida dispensada que todos hemos podido apreciar durante estos tres días que hemos compartido. Hemos saboreado la «Buena Luz» y la llevaremos a nuestros Orientes llenos de la fraternidad de nuestras Hermanas y Hermanos portugueses.

En los coloquios anteriores –Viena, Estrasburgo, Roma– hemos observado que los temas estudiados compartían una línea de pensamiento: en todos ellos se abor-daron los principios y valores sobre los que se asienta nuestra Orden, y nos interro-gábamos sobre el modo de hacerlos llegar al exterior, buscábamos como asegurar que nuestras sociedades lleguen a ser más justas, más fraternales, tratando de fre-nar, si no de erradicar desigualdades y violencia.

Haciendo un símil de partido de rugby ¿tras los tres ensayos precedentes lo he-mos conseguido en el cuarto?

El ser humano lleva dentro de sí la bondad y la maldad, y nosotros no somos ni los primeros, ni los únicos que deseamos que la bondad triunfe. El Franc-Masón sabe que es necesario que ambas coexistan para que pueda nacer en él un hombre, una mujer capaces de discernir y elegir.

No hemos elegido el entorno en el que nos movemos, pero cada uno, a su nivel, sólo o en compañía de otros, puede mejorarlo. Es necesario en primer lugar respon-der a esta cuestión:

¿Estamos satisfechos con los modelos de la sociedad en la que vivimos tanto no-sotros, como nuestras hermanas y hermanos en humanidad? y no es seguro que úni-camente los medios de comunicación sean quienes deban replantearse la cuestión...

En todo caso ¿Podemos imaginar algo diferente ? ¿Somos capaces de mejorar lo que tenemos en tanto no dispongamos de los medios para llegar a la sociedad ideal?

El método con el que trabajamos en nuestros talleres nos hace, teóricamen-te, más abiertos, respetuosos del otro, dispuestos a escuchar las necesidades de los otros. Nuestro método masónico nos mueve a llevar a cabo el programa definido por los primeros artículos de nuestra Constitución Internacional. Cada vez que escu-cho estos artículos, me viene a la cabeza siempre esta reflexión de Hundertwasser: «El sueño de uno es solamente un sueño; el sueño de muchos es el comienzo de una realidad». Siempre teniendo en mi mente el pensamiento que citaba ayer, de Wi-lliam Blake: «Quien sueña pero no actúa cultiva pesadillas».

No es momento de balances, sino de acción.El compromiso del Franc-Masón de Le Droit Humain en la sociedad es ahora vi-

tal si queremos poner en práctica nuestros sueños: compromiso ciudadano, sea este político, asociativo o humanitario con el fin de hacer pasar, aunque sea gota a gota, nuestros principios y valores; compromiso para lograr la igualdad hombre-mujer, compromiso para reeducar a las nuevas generaciones, para iniciarlas en otros valo-res distintos a los meramente materiales.

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Aprovechemos el componente internacional de nuestra Orden utilizando las experiencias cotidianas de nuestras Hermanas y Hermanos por todo el mundo. Me permito recordar que un comportamiento colonialista, sea económico, político (cualquiera que sea la forma de la política), o incluso lingüístico, es incompatible con el principio de libertad, con el respeto que debemos a cada uno. De este modo, desarrollaremos haciéndolos vivos, nuestros principios que sabemos universales. Así, seremos capaces de tomar conocimiento de nuestras identidades, aprendere-mos a conocer nuestras diferencias y llegaremos a respetarlas.

El Supremo Consejo acepta todo aquello que puede contribuir a una mejor co-municación entre todos nosotros, y puesto que estas cuestiones han sido aludidas repetidamente, la declaración emitida por un grupo de trabajo, sustentada en el ar-tículo primero de nuestra Constitución Internacional, estará pronto a disposición de cada una de las partes de nuestra Orden.

Hemos puesto de manifiesto las causas de las que surgirán, poco a poco, senti-mientos de impotencia y la sensación de debilidad frente a un mundo en el que rei-na la dureza, la desigualdad, la injusticia. Esta situación exige poner en práctica ac-ciones concretas.

Gracias nuevamente a la Federación portuguesa por haber reunido nuestros pensamientos, palabras y corazones en el curso de las tenidas, reuniones o mesas de trabajo.

Tras Lisboa, capital del país de la luz, esperemos que nuestros ojos sean los que sepan llevarla al exterior.

Y. R.

REFLEXIONES SOBRE EL COLOQUIO INTERNACIONAL DE LISBOA—ATHENA PITEFederación británica

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Después de publicarse el informe sobre el Coloquio de Lisboa en la última edi-ción del Freemason*, quiero compartir mis reflexiones sobre las diversas discusiones y los intercambios que allí se vivieron. Ojalá aquello «invite a la reflexión» a todos los que deseen ahondar en la comprensión de la importante dimensión internacional de nuestra Orden así como en las perspectivas y en los desafíos que derivan de esta.

En un mundo marcado por la agitación y los conflictos que surgen tanto de las múltiples interpretaciones en cuanto a las creencias religiosas como de la mane-ra con la que estas se expresan, formar parte de una fraternidad internacional es más importante que nunca. Puede que las diferencias representen un desafío – bien sea entre naciones, o entre organizaciones, o entre individuos, o en el interior de un individuo atravesado por luchas internas (por ej. cuando se toma consciencia de haber pensado, sentido o actuado desde nuestro concepto habitual del ego). Es sin duda más fácil hablar de boca para afuera de la idea de la «tolerancia» cuando todo va bien en nuestra vida sin que ninguna amenaza física o psicológica nos ava-salle. Sin embargo, ¿qué pasa cuando nos sentimos amenazados, en nuestro fuero interno, en nuestros aparentes derechos, o en nuestras formas de pensar, desde una perspectiva económica, social o psicológica? Aquella es una cuestión igual de im-portante bien sea para los individuos bien sea para las sociedades del mundo. Qui-zás debamos conscientemente reconocer y enfrentarnos con esas dificultades para evitar que el lado oscuro de la tolerancia emerja y tenga vía libre.

¡De seguro os preguntaréis qué tienen que ver estos temas con el Coloquio In-ternacional de Lisboa! Pues, el tema y el debate decían así: «En el contexto actual: crisis de valores, desigualdades, violencia, divisiones, ¿qué propone Le Droit Hu-main para incorporar nuestros valores humanistas al funcionamiento de nuestras sociedades?»

Todos conoceremos los principios básicos de nuestra Orden y el artículo 5 de nuestra Constitución Internacional que dispone lo siguiente: «…En los talleres, las discusiones o los debates que traten cuestiones políticas o religiosas solo pueden tener el objetivo de instruir a sus miembros y permitirles cumplir sus deberes de francmasones con mejor conocimiento de causa».

¡Hasta allí bien! Sin embargo, en los debates del grupo anglófono, en los que la Federación británica contaba con una nutrida representación compuesta de 7 dele-gados, era de cada más más claro que se iba formulando el deseo que la Orden in-terviniera directamente –en calidad de Organización– y diera a conocer su postura sobre los diversos problemas socio-políticos que están azotando Europa. Además, una reunión entre los Presidentes de los Consejos Nacionales de Europa tuvo lugar después para debatir sobre las maneras de influir en las políticas europeas y para definir la mejor manera de «hacer oír nuestra voz entre los pueblos, los gobiernos y las instituciones».

(*) Boletín de la Federación británica de Le Droit Humain.

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Los principales puntos defendidos por los delegados estuvieron enfocados a la importancia de una acción colectiva (es decir, desde la Orden) ante la subida del fa-natismo religioso, del terrorismo y de la afluencia de refugiados. Estos temas se vol-vieron a tocar, en cierta medida, en las sesiones plenarias en el momento en que los grupos presentaron sus resúmenes.

Prácticamente todos coincidieron en que es difícil que un miembro aislado sea capaz de apoyar organizaciones deseosas de combatir algunos de estos problemas; nos referimos a organizaciones que cuentan con una infraestructura, unas compe-tencias, unos recursos y conocimientos suficientes como es el caso del Alto Comi-sionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Otro de los temas claves lleva-ba sobre la manera de hacer crecer el número de miembros, sirviéndose de «los que tengan interés en asuntos sociopolíticos» para conseguirlo.

A lo largo de los debates, empecé a apreciar mejor el contexto social, histórico y cultural de la Francmasonería en Europa así como las dificultades a las cuales tuvo que enfrentarse y a las cuales –a diferencia del Reino Unido–, sigue teniendo que enfrentarse en algunos lugares (por ejemplo, cuando el Consejo Nacional belga nos visitó en el mes de septiembre pasado, sacaron una foto del cartel de la Federación en la calle Surbiton Hill, y se extrañaron de ver que decíamos quiénes éramos y dón-de se nos podía encontrar, sin ningún temor a represalias).

Aunque ya sabía que el impulso fundador de nuestra Federación era muy distin-to al del resto de Europa, no era consciente del alcance de esa distinción.

Es obvio que la Federación británica es minoritaria en su percepción de la Ma-sonería como actividad espiritual más que como actividad humanista, aunque esto quizás sea una falsa dicotomía que en realidad no existe puesto que el denominador común que ocupa el centro de la enseñanza masónica, sea cual sea la forma de ex-presarla, es el de aliviar la miseria y el sufrimiento humano. Sin embargo, cada uno de nosotros tiene total libertad para elegir la forma de conseguirlo. Nadie nos va a dar ningún tipo de receta preceptiva y corporativa.

Cada uno de nosotros hemos dado un paso iniciático y debemos aprender por nosotros mismos la forma de utilizar las herramientas y los principios que recibi-mos y la forma de llevarlos a nuestra vida cotidiana. Eso es la libertad inherente al sistema y la que está recogida en la Constitución Internacional. Si somos fieles a nuestra práctica y a nuestros preceptos masónicos, es imposible que sigamos sien-do los mismos de siempre, al igual que es imposible que una inspiración no dé lu-gar a una expiración. Ambas están estrechamente vinculadas y la vida fluye de ello. El crecimiento interior se reflejará inevitablemente en nuestras vidas exteriores, en nuestras elecciones y en la intensidad de la luz con la que brillaremos en un mundo oscuro. Eso puede o no llevar a alguien a ser un fiel seguidor de alguna organización gubernamental o no gubernamental, o de un partido político, que tenga por objeti-vo mejorar la suerte de la humanidad. Sin embargo, en mi opinión, eso no deber ser algo que Le Droit Humain imponga de manera colectiva, ya que, antes que todo (1) eso mina el principio de Libertad y la Constitución Internacional; (2) es probable

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que los puntos de vistas sobre las cuestiones a tratar y la manera de tratarlas diver-jan considerablemente; (3) hay otras organizaciones que tienen mayor capacidad para resolver estas cuestiones.

Valoré mucho la experiencia de poder participar en el Coloquio, sobre todo por-que fue una ocasión para poner en entredicho prejuicios por ambas partes, ¡inclusi-ve mis propias intolerancias y prejuicios respecto de la Masonería de Le Droit Hu-main en su dimensión europea!

La perspectiva de la Federación británica se ahogó en la nutrida asistencia y, quizás, hasta pasó desapercibida ante los puntos de vistas de la mayoría. Fue en es-tas circunstancias que aprendí cuán necesario era permanecer tolerante y «abierto» a la diferencia. Seguir siendo fieles al Centro sin por ello descartar peregrinar por la circunferencia es la única manera de fomentar que brote un conocimiento empá-tico dentro de nosotros y en los demás. A partir de ahí, existe la posibilidad de que afloren y se sostengan la verdadera tolerancia y la Libertad.

A. P.

CHISMES DE PASILLO—FRANÇOISE D'HAUTCOURT ET JOSÉE PIETTEFederación belga

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Con mucho gusto escribimos estas palabras sobre la pequeña historia del colo-quio. Lo que el informe oficial no os dirá…, pero que quizás habéis podido escuchar… al otro lado de la puerta.

Desde el viernes por la mañana, tres autobuses habían sido fletados para ofrecer a los participantes al congreso una visita comentada de la ciudad de Lisboa.

A las 9 h, los «congresistas» se apelotonan delante del hotel y el boca oreja fun-ciona. Cada cual, en medio de una calurosa algarabía, toma lugar solo o en compa-ñía de uno u otro conocido reencontrado esta mañana. Los autobuses se llenan y acaban por salir dejando en la acera a quienes harán la visita por la tarde.

En nuestro autobús, la guía se presenta como miembro de la «FM» y de alusión en alusión nos muestra los índices de la presencia de la Franc-Masonería en la par-te de la ciudad reconstruida por el Marqués de Pombal. Si nuestra guía se muestra discreta por el chófer que, en nuestra opinión debe haber comprendido rápidamen-te quiénes son sus pasajeros, no ocurre lo mismo con los congresistas.

Nosotros seguimos la visita encantados del entusiasmo de nuestra Hermana y descendemos del autobús tres veces, ¡esto no se inventa! Pero, ¿qué pasa? A cada parada, el número de presentes disminuye en el autobús. ¿Podemos irnos sin estar todo el mundo? En cada ocasión, nuestra guía se inquieta; ¿Quién conoce a los que faltan? ¿Se han perdido? ¿Podemos irnos sin ellos? Ella hace votar a los que estamos la autorización para dar al chofer la orden de salida. En la tercera parada, nuestras Hermanas, en correspondencia por su amabilidad, le piden autorización para pro-seguir a pie asegurándole que se las arreglarán muy bien. No tenemos ningún aviso de desaparición inquietante. ¡Gracias a nuestra Hermana guía que por sus ocupa-ciones profesionales no ha podido reunirse con nosotros durante el congreso, lo que sentimos de veras!

El viernes por la tarde, los miembros, investidos del grado treinta estaban in-vitados a participar a una Tenida Solemne para celebrar los 30 años del Areópago «Porto do Graal». Esta Ceremonia estaba prevista en los locales del Gran Oriente lusitano.

¿Cómo llegar? Quienes efectuaban la visita guiada a Lisboa por la tarde serían llevados directamente por el autobús. Debían haberse preparado antes una bolsa con la vestimenta adecuada. El resto, deberían arreglárselas por sus propios me-dios: hubo animosos a quienes ir a pie no les inquietaba; hubo ansiosos que desple-garon un plano, e incluso muchos decidieron ir juntos en algún medio de transpor-te dos horas antes; hubo a quienes la visita de la mañana había dado hambre tanto en el sentido literal como en el figurado y que habían proseguido un vagabundeo en la ciudad y finalmente, de entre la gran mayoría, hubo quienes volvieron al ho-tel y otros que todavía no habían salido y decidieron tomar un taxi. Los primeros tuvieron algo de suerte: llegaron algunos taxis…, pero rápidamente vino la desilu-sión: había elecciones en Lisboa el domingo y el viernes era el último día en el que se permitía manifestarse y enseguida los taxis se encontraron encerrados en los em-botellamientos provocados por las diversas manifestaciones. Desembarcaron a sus

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pasajeros en cualquier sitio y con ayuda de algunos transeúntes encontraron el ca-mino e hicieron lo que faltaba a pie.

Los chóferes de los taxis se pusieron entonces en huelga. ¡Ninguna oportunidad para una buena mitad de los congresistas que estaban todavía en el hotel, entre ellos, nuestra Gran Maestre! Nuestra M.·. Il.·. Ha.·. Maria da Graça Lopes Gomes, llena de recursos, no dudó un instante: consiguió llamar a la compañía de autobuses que nos había llevado en las visitas turísticas y logró que viniera algún autobús a cargar a los pasajeros del hotel para conducirlos al Templo. Gracias muy querida hermana Ma-ria. Pero, evidentemente, el autobús encontró las mismas dificultades de acceso que los taxis y los participantes debieron acabar el trayecto a pie sobre un mal pavimen-to. Cerrando la marcha, nuestra G.·. M.·., sin quien evidentemente no se podía co-menzar, llegó ¡con más de una hora de retraso!

Durante la espera, algunos hermanos y hermanas, algo curiosos y un poco fisgo-nes, tuvieron la oportunidad de descubrir el Palacio masónico, edificio del s. XVII que alberga también el Museo masónico portugués. Por su calidad y prestigio, este museo, abierto al público, está considerado como uno de los mejores de Europa.

Los coloquios internacionales se desarrollan en locales, generalmente hoteles, en donde se puede preparar un Templo en una gran sala y en donde las salas más pequeñas sirven para los grupos de trabajo, de los que había 6, que trabajan simul-táneamente. Estos locales deben acoger un gran número de participantes. Nosotros éramos más de 300 Hermanos y Hermanas.

Durante las pausas del mediodía, comimos bajo la fórmula de buffet o lunch. A pesar del gran número de participantes y del apetito frenético de ciertos Hermanos y Hermanas, los numerosos y variados platos fueron suficientes y todo el mundo pudo servirse a su gusto sin prisas ni atropellos.

También fue en el restaurante del Gran Hotel Altis donde tuvo lugar, el sábado por la tarde, el ágape solemne. Esta vez también la M.·. Il.·. Ha.·. Maria había pen-sado en todo. No podíamos dejar Lisboa sin fado, este símbolo musical de Portugal inscrito en el patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Y antes del postre, dos artistas «fadistas», una cantante acompañada por un guitarrista, vinieron a in-terpretarnos esta forma de canto melancólico. Las dimensiones de la sala eran im-presionantes, la acústica era mala y los comensales charlatanes hablaban alto… Una pena, pocos HH.·. y HHa.·. pudieron apreciar los temas de la saudade: celos, dificul-tades vitales, dolor, exilio…

El domingo por la mañana un gran local se erigió en Templo. Estaba magnífica-mente decorado para acoger la Tenida solemne de clausura de este Coloquio en el que el ritual ha reunido nuestros pensamientos comunes.

La Orden Masónica Mixta Internacional «Le Droit Humain» reconoce tres len-guas comunes: el francés, el inglés y el español. Los trabajos del congreso deben pues, permitir la expresión de los hermanos y hermanas en una de estas tres len-guas, a las que se unirá, naturalmente, la lengua de la federación organizadora, esta vez el portugués.

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Si todo el mundo puede expresarse, ¡es necesario también que pueda ser oído y comprendido! Financieramente hablando, no se puede recurrir a un sistema profe-sional de traducción simultánea. Afortunadamente, algunos de nuestros hermanos y hermanas son políglotas y han asegurado de manera altruista las traducciones ne-cesarias. Admiramos, una vez más, las capacidades de nuestra hermana Maria, que con mucha facilidad, nos distribuía consignas en francés, inglés y español, así como evidentemente también en portugués.

Todas estas traducciones altruistas daban a veces lugar a malentendidos, cuan-do un hermano o una hermana retraducían lo que acababa de decirse ¡en la misma lengua en la que había sido dicho! Pero todo esto ocurría con indulgencia y buen hu-mor. Nada de recriminaciones ni de impaciencia. En estos momentos de traducción, todos hemos podido apreciar nuestra disciplina masónica y la escucha silenciosa, incluso si a veces aparecían en algunos rostros sonrisas divertidas. Mencionaremos la fraternidad y la valentía de nuestro hermano Claude Voileau, por cierto, conoci-do fotógrafo de los congresos, que tradujo del francés al inglés en directo sin prepa-ración previa, el discurso de nuestra G.·. M.·. que le pasaba sus notas que ella misma definía como «garabatos».

No podemos más que felicitar la calurosa fraternidad de todos y el conocimien-to gratuito puesto a disposición por algunos que permite un multilingüismo real en el seno de la Orden y un internacionalismo que no es solo fachada.

Bajo el signo de la Luz de Lisboa, el Coloquio comenzó el viernes 2 de octubre bajo un sol radiante y una temperatura estival que los participantes pudieron dis-frutar en la parte recreativa de esta reunión. El domingo, con viento y lluvia los par-ticipantes se reunieron en el Templo para la ceremonia solemne.

Después de todos estos buenos momentos que hemos pasado juntos, vamos a se-pararnos; a pesar del sol enfurruñado, la Luz de Lisboa brilla en nuestros corazones.

Vamos a nuestros Orientes respectivos para volver a nuestras actividades. ¡Íba-mos todos cargados de la energía que el Coloquio de Lisboa nos había regalado!

F. H. et J. P.

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Praça do Comércio, Lisboa

VIII COLOQUIO LATINO-AMERICANODE QUITO— 6, 7 Y 8NOVIEMBRE 2015

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Coloquio Latinoamericano organizado por la R.·. L.·. n° 1913 «Luz de Quito» al Oriente de Quito en Ecuador, los días 06-07-08/11/2015. El tema que se trataba era: «Desafíos para la masonería mixta en el siglo XXI en América latina. Desafíos y ac-ciones dentro y fuera de nuestros talleres».

La Hna.·. Rosalba Pajaro, V.·. M.·. acogió a 64 HHnas.·. y HHnos.·. de federacio-nes, jurisdicciones y logias pioneras de América Latina desde Tierra del Fuego has-ta México.

Extracto de las conclusiones del octavo coloquio latinoamericano: «La vida es más agradable y más satisfactoria en la medida en que nos implicamos, volvemos a la tierra y utilizamos nuestras manos como francmasones que trabajan al progreso de la humanidad, y más todavía para las generaciones futuras. Propagando nuestros principios de tolerancia, de igualdad, de libertad, de igualdad entre los hombres y las mujeres, de la laicidad, entre otras cosas, la masonería mixta de Le Droit Hu-main podrá sembrar en un terreno que dará, con seguridad, una cosecha magnífica en los próximos años».

F.·. brasileña

L.·. P.·. uruguaya

L.·. P.·. venezolana

J.·. paraguaya

J.·. argentina

J.·. chilena

L.·. P.·. peruana

L.·. P.·. ecuatoriana

L.·. P.·. mexicana

F.·. colombiana

CONCLUSIONES DEL VIII COLOQUIO LATINO-AMERICANO

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Los Hnos.·. y Hnas.·. participantes en el VIII Coloquio Latinoamericano de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain - El Derecho Humano, cele-brado en el Or.·. de Quito, Ecuador, durante los días 6, 7 y 8 de noviembre de 2015 e.·. v.·., organizado por la R.·. L.·. S.·. 1913 Luz de Quito, Pionera, luego del trabajo en Co-misiones para tratar el tema central del Coloquio («Retos para la Masonería Mixta en el siglo XXI en América Latina. Retos y acciones al interior de nuestros Talleres y hacia el exterior de ellos») expresan sus conclusiones, basadas en los análisis, de-bates y consenso resultante de un trabajo altamente participativo:

1. Respecto a los «Retos y acciones al interior de nuestros Talleres»

Si entendemos por Reto un desafío, el silencio, la interiorización, la reflexión y la au-tocrítica, nos llevan a identificar tres pasos iniciales que constituyen el reto a aceptar:

a) Educación:Estudio de los cinco primeros artículos de la Constitución, de cada uno de los símbolos y de cada uno de los dieciocho rituales que tiene la Orden. Para ello, es menester encontrar la metodología que se adecúe al vertiginoso siglo XXI y sea eficiente en la transmisión de principios masónicos.

El estudio debe ir más allá que la adquisición de conocimientos. Es necesa-rio que ellos se interioricen, se vivencien.

AA.·., CC.·. y MM.·. –siempre con la visión del eterno A.·.– debemos identifi-car la Razón de Ser de la Orden, sus principios y filosofía en los albores del 2016, en un mundo globalizado.

b) Acción :El masón –como eterno A.·.– es Verbo o debe ser Verbo: vivir, dentro era de la L.·. el salario que recibe. AA.·., CC.·. y MM.·. debemos –con nuestros actos– de-mostrar que somos verdaderos Iniciados en el Arte Real: vivimos y practica-mos la Libertad, la Igualdad, la Fraternidad, la Laicidad, el Carácter Mixto y la Internacionalidad en un marco de Solidaridad. La vivencia de estas seis carac-terísticas nos identifican como Masones y nos llevan a permitir el justo Relevo y la Construcción de Libre Pensadores: varones y mujeres que pueden actuar con libertad de conciencia y de pensamiento, al servicio del Progreso de la Hu-manidad, generando Justicia Social, Equidad de Género y Respeto e Inclusión a las Minorías.

Varones y mujeres iniciados reconocemos que somos el templo, que somos la representación del micro y macro cosmos. Estamos conscientes que, como dijo Gandhi, ¡debemos ser el cambio que buscamos!

¡Como Masones llevamos –o debemos llevar– el mandil veinticuatro horas al día y, así, «Vivir nuestra Iniciación»!

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c) Orden:El triángulo equilátero es Vida. Representa el equilibrio entre la Educación, la Acción y el Orden: la justa aplicación de la Regla de Veinticuatro pulgadas, que le sirve de base.

Si como masones aceptamos este reto, la Orden Masónica Mixta Interna-cional Le Droit Humain, El Derecho Humano ¡Vivirá! Será el motor de una so-ciedad justa, Solidaria e Inclusiva donde el Libre Pensamiento, el reconoci-miento de la riqueza que implica la diferencia y el respeto de las minorías sean un baluarte.

¡Estudio, Acción y Orden al servicio!

2. Respecto a los «Retos y acciones al exterior de nuestros Talleres»

Consideramos que La Masonería Mixta en el Siglo XXI enfrenta varios retos y opor-tunidades en América Latina y el mundo, que deben ser analizados y discutidos con el fin de progresar en el accionar masónico y particularmente en la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain.

Se identifica la necesidad de trabajar en una praxis verdadera en relación a nuestros principios y valores, mismos que deben ser claros, sencillos, efectivos y plausibles para los miembros de los Talleres y para la sociedad en general, dentro de la interacción con ella.

Los Talleres deben realizar un esfuerzo activo, claro y poderoso para ejecutar y ser coherentes con los principios masónicos en todos los aspectos relacionados a la vida de los Hnos. y Hnas. Esto quiere decir, que los masones y masonas del Dere-cho Humano deben ser un ejemplo en la sociedad por su formación, convencimien-to y práctica de la equidad de género, laicidad y trabajo organizado. No hay mejor manera de vivir nuestros postulados que compartiéndolos e inculcándolos con el futuro de la humanidad, que son los niños y jóvenes; principios y valores que deben ser transmitidos a ellos basándonos en las he amientas simbólicas y ritualistas que la Orden nos ha transmitido de ración en generación.

Por lo tanto, se propone la creación de una organización adjunta a los Talleres de la Orden que trabaje en la difusión y preparación intelectual y moral, en princi-pios masónicos a jóvenes hombres y mujeres entre los 12 y 18 años de edad, sin dis-tinción de pasado o linaje familiar masónico o filosófico. El fin es preparar a las fu-turas generaciones de jóvenes en los principios plasmados en nuestra Constitución Internacional, herencia de nuestros fundadores, principalmente, pero no exclusiva-mente, en los cinco primeros Artículos de la Constitución.

Estos trabajos deben ser realizados en nuestros mismos Templos con el fin de instituir una relación estrecha y de pertenencia con nuestros Talleres y con auspi-cio de nuestra Orden. Debemos y queremos reconocer y replicar varias experien-cias positivas que tienen la Federación Colombiana, la Jurisdicción Paraguaya y las

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Logias Pioneras Mexicanas, que en sus diversos programas y actividades han traba-jado con niños y jóvenes.

Creemos que es el momento de compartir con ellos, los jóvenes, nuestros prin-cipios y así practicar verdaderamente cada uno de nuestros postulados iniciáticos. Consideramos que existen muchas oportunidades para desarrollar esta iniciativa, que ya han puesto en práctica otras obediencias pero sin las características funda-mentales y angulares como la mixidad y el laicismo.

Consideramos que los pueblos progresan si los hombres y mujeres se educan. Si son tolerantes entre sí, emplean la razón para resolver contradicciones y con-flictos. El aprendizaje de actitudes que favorecen la tolerancia sienta bases para el desarrollo de la convivencia, mas si es inculcada desde muy chicos. La educación debe orientarse al reconocimiento científico del individuo, la sociedad y el universo, como también a la aceptación de la provisionalidad del conocimiento y los paradig-mas científicos; y a la práctica del respeto por el pluralismo, a la formación del li-bre albedrío, al libre desarrollo de la personalidad y a la construcción de consensos para la toma de decisiones democráticas. A la construcción de la paz. La educación debe formar la capacidad de escuchar, aceptando a los demás, valorando las difer-entes maneras de entender y fijar posiciones en la vida, reconociendo siempre que la libertad termina precisamente donde comienzan los derechos del otro y siendo mas precisos, sin atentar nunca contra los derechos fundamentales de las personas.

Para llegar a estos jóvenes de mejor manera y eficazmente tenemos que evolu-cionar en el tiempo y adaptarnos a los nuevos cambios tecnológicos que nos plant-ea el mundo. Se ha propuesto en esta Comisión la utilización de nuevas alternativas tecnológicas para el desarrollo y progreso de nuestros trabajos, especialmente de las instrucciones. En este caso nuestra propuesta es que tanto Hnos. y Hnas. Ma-sones como Profanos puedan interactuar de manera más armónica y regular con los Talleres. Existen hoy en día posibilidades eficientes y seguras mediante las cuales se pueden establecer chats en vivo, métodos interactivos de enseñanza, blogs, en-tre otros. Así, los Hnos.·. y Hnas.·. esparcidos sobre la faz de la tierra podrían con-tinuar trabajando con sus Talleres independientemente de la latitud geográfica en la que se encuentren.

La vida es más agradable y satisfactoria en la medida en que nos T ramos, ba-jamos a tierra y usamos nuestras manos com: masones prácticos en el bien de la hu-manidad, y mas aun de las futuras generaciones. Esparciendo nuestros principios de tolerancia, igualdad, libertad, igualdad de género, laicismo, entre otros, la Ma-sonería Mixta Le Droit Human podrá sembrar en un terreno que sin duda dará una cosecha magnifica al cabo de unos pocos años.

COLOQUIOS LATINO-AMERICANOS: SENTIDO,TEMAS,CONCLUSIONES—OSIRIS PARICIASUCCARATZAMORAJurisdicción chilena

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«Encuentros», «Coloquios», eventos masónicos, que se inician en nuestro Con-tinente el año 1991, en Brasil, Nova Friburgo, para continuar el año 1995, en Chile, Valparaíso, bajo el nombre de Encuentro Latinoamericano, I y II respectivamente, ambos a finales del s. XX.

La Real Academia Española define «encuentro» como:

1. El acto de coincidir en un punto dos o más cosas, por lo común chocando una contra otra.

2. Acto de encontrarse: hallarse dos o más personas. 5. Dicho de dos o más personas o cosas; hallarse y concurrir juntos a un mismo

lugar. 7. Opinar diferente, discordar de otros. 8. Conformar - convenir - coincidir.

En los albores del s. XXI, Brasil, nuevamente toma la delantera en Latinoaméri-ca. Después de 9 años, asume el desafío de reiniciar el encuentro de Francmasones americanos, ahora bajo el nombre de «Coloquio»:

1. Del latín coloquium, conversar, conferenciar. Conversación entre dos o más personas.

3. Reunión en que se convoca a un número limitado de personas para que debatan un problema sin que, necesariamente haya de recaer acuerdo.

El sinónimo, «conferenciar», se define como:

1. Dicho de una o de varias personas; platicar con otra u otras (personas) para tra-tar de algún punto o negocio.

Ahora, ¿a qué se debe en cambio de nombre? Además de la diferencia semánti-ca, coloquio implica mayor intimidad, pienso que el nombre se cambió para estar a la par con los Coloquios Internacionales de «Le Droit Humain», que venían reali-zándose desde el s. XX. Sean encuentros o coloquios, el hecho concreto es que Bra-sil –que fuera potencia masónica de nuestra Orden en Latinoamérica– los inició, y Chile –que también lo fue en el s. XX– asumió continuarlos.

¿Cuál es el sentido de ellos, entonces?En primer lugar, encontrarse algunos, conocerse otros y, como países, presen-

tar sus ponencias en torno a un tema dado. También señalar debilidades y forta-lezas que hemos definido, en nuestros análisis y que, por lo tanto, lo son también de nuestra Orden. Encuentros, coloquios, llamados, invitaciones, que requieren de una preparación individual –como Francmasones que disciernen libremente– pero también grupal, Logial, Jurisdiccional y Federativa, de acuerdo a la realidad masó-nica nacional.

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¿Son necesarios? Personalmente creo que son fundamentales para la renovación de compromisos, puesta en marcha de proyectos no siempre fáciles de concretar.

Impulsan, fortalecen, permiten el nexo directo con el Supremo Consejo, o sus re-presentantes presentes siempre, en cada uno de ellos. Son instancias clave para escu-char problemas, dificultades o asuntos que nos interesa clarificar, definir, concretar.

Para cada uno de los participantes constituye una tremenda experiencia, en la que no faltan Ceremonias, Ágapes, música, alegría, abrazos, gozo, en fin, fraterni-dad; vivencias irrepetibles, en cada uno de ellos, conocimiento vivencial de cultu-ras diferentes, lugares hermosos, compartiendo con Hnos.·. y Hnas.·. con nuestras mismas o parecidas inquietudes y afanes, queriendo construir un mundo mejor con nuestro trabajo masónico. Sólo por ello, vale la pena el esfuerzo realizado.

O. P. S. Z.

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Plaza de San Francisco, Quito

LA MASONERÍA MIXTA EN EL SIGLO XXI,EL DERECHO HUMANO: UN COMPROMISO INICIÁTICO, HUMANISTA, INTERNACIONAL—CONFERENCIA PÚBLICA REALIZADA EL 5 DE NOVIEMBRE DE 2015 EN QUITO POR LA M.·. IL.·. H.·.

YVETTE RAMONM.·. P.·. S.·. G.·. C.·.,Gran Maestre de la Orden

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Antes que nada ¡bienvenidos todos aquellos que, de buena fe, han podido apar-tarse un rato de sus obligaciones para acudir a este evento de solidaridad alrededor de la Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano! Y gracias a la Lo-gia Luz de Quito por haberme invitado en esta ocasión, aquí en la sede del Coloquio Latinoamericano del 2015.

Si todos los que se interesan en las entidades de reflexión, particularmente en la francmasonería, conocen las grandes obediencias, pocos saben que la Orden que aquí representamos reúne tres características a partir de su comienzo en 1893: a sa-ber, que es mixta, que permite perseguir sin interrupción su trayectoria personal de evolución, pero que también es internacional.

El encuentro con la francmasonería mixta e internacional del Derecho Huma-no es una experiencia de vida, singular en su estilo, que rápidamente definiré de esta manera: la evolución duradera de la personalidad de cada hermano y hermana por la obra interactiva del método simbólico y del empeño personal en la vida coti-diana, una existencia que no olvida que estamos todos sumergidos en una supervi-vencia profana, cada vez más compleja.

La logia que trabaja en Quito desea que presentemos nuestra Orden Masónica y como Gran Maestra del Derecho Humano, me encargaré de abarcar más específi-camente, el ámbito internacional de la Orden.

Desde que George Martin y Maria Deraismes fundaron juntos, en abril del 1893, la primera Orden Masónica Mixta, quisieron extender el Derecho Humano por todo el planeta, basándose siempre en principios que no han variado desde el co-mienzo de la Orden.

Aquellos principios, en nombre de los cuales nuestra Orden se ha construido, son cuatro: libertad, igualdad, fraternidad, laicidad, y son los cimientos de todo nuestro empeño.

Se puede decir que la lucha por estos principios son consustanciales al Derecho Humano: la libertad que reivindicamos es esencialmente aquella de la libertad ab-soluta de conciencia, que autoriza a cada ser humano a pensar lo que quiera, a po-der expresar su pensamiento, siempre y cuando este no estorbe ni el orden público, ni el bien común. Ha de ser posible de creer o no en un dios, y de asumir sin temor, pero sin proselitismo (el proselitismo es una mezcla de mercadeo y de intolerancia, de propaganda), sus creencias, su agnosticismo, y su ateísmo. El principio de la li-bertad lo juntaría con aquel de la laicidad; no hay que entender la laicidad como una guerra contra las religiones o pensar que la laicidad sea una nueva religión sin dios, sino como el respeto de las convicciones de cada uno, libre de proselitismo. Las creencias o la incredulidad, han de ser íntimamente protegidas, pues forman parte de nuestro secreto jardín personal. La laicidad, es semejante a las leyes de la calle: no podemos conducir a la aventura como queramos, sino respetando las reglas del tránsito obligatorias para todos. La laicidad es tal cual: si queremos vivir en paz jun-tos con nuestros contemporáneos, es preciso respetar sus creencias, pero también hace falta que aquel respeto sea reciproco.

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La igualdad es uno de los elementos indispensables de nuestro empeño: una igualdad perfecta en cuanto a los derechos y los deberes, tanto para el hombre como para la mujer, en todo nivel de la sociedad, ya sea en la familia, en el traba-jo, o en las responsabilidades. Una igualdad, también en el prestigio internacional: no hay hermano o hermana alguno superior por ser de una estructura numérica más fuerte. Somos bastante orgullosos de la manera en que la igualdad se manifies-ta en nuestra Orden, pues cuando se trata de ocupar los puestos de responsabili-dad, todos tienen un determinado plazo, el hecho de ser mujer u hombre no tiene importancia alguna: son elegidos aquellos o aquellas que poseen las competencias requisitas en el momento de la elección. Por ejemplo: el Gran Comendador de la Federación española es el maestro de la comunicación de la Orden, por su calidad de masón, elegido al gobierno de la Orden, además por sus competencias en mate-rias de comunicación.

Si tenemos libertad, laicidad, e igualdad, la fraternidad es el cemento y el orgu-llo de los otros tres: una fraternidad que, gracias al debido respeto a todo ser huma-no, permite el diálogo, la explicación franca, el entendimiento, y el sentimiento de pertenecer a la familia humana.

Cuatro palabras constituyen, aún, el tema de hoy: compromiso, iniciación, hu-manismo, internacional.

La iluminación de los enciclopedistas, los descubrimientos científicos del siglo XII han permitido la aparición de la francmasonería, cuyos herederos directos so-mos nosotros los que queremos el desarrollo de la humanidad, un desarrollo efec-tivamente material, pero también moral, intelectual, y espiritual: la evolución de la humanidad, evolución universal; noción revolucionaria que busca vincular a los seres humanos, encuéntrense dondequiera, y que se obstina contra la superioridad absoluta de un solo grupo, de una sola etnia, de un solo color de piel, o de una sola religión. Por 122 años esta evolución ha sido, para los masones del Derecho Huma-no, la torre de nuestro empeño. No hay más remedio que constatar que la meta, aún no se ha alcanzado.

Somos exigentes, puesto que son todos los adelantos a la vez los que nos inte-resan: el adelanto en lo material por cierto, pero además la evolución moral e inte-lectual, los cuales, todos en conjunto, forjan una sociedad más armoniosa. Hemos, pues, elegido un empeño duradero, desinteresado, por una meta simultáneamente iniciática e humanista. Antiguamente, (en el francés,) el empeñarse significaba que uno estuviese dispuesto a entregar su tiempo, sus capacidades, a cambio de remu-neración...mas nosotros, no empeñamos nada más allá que nuestro tiempo, nuestra energía, nuestro corazón...En el Derecho Humano, entramos en logia porque cum-plimos con los principios de la Orden, prestamos juramento, comprometiéndonos a esos principios, y estamos empeñados en obrar para aplicarlos.

Lo que constituye nuestra especificidad es el método particular que utilizamos directamente en función de nuestra búsqueda de evolución propia. Este método desempeña un rito, algunos rituales, los mismos para todos los hermanos y herma-

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nas que se inician en la francmasonería del Derecho Humano, y que apela a los mi-tos fundadores, imaginados por los humanos a través los siglos, mitos que son de alguna manera la memoria colectiva de la humanidad. He podido constatar, en mis múltiples recorridos por los cinco continentes, que los mitos son tan comprensi-bles para el africano que para el indio o el europeo; pues el mito sabe viajar, sabe ataviarse con el vestuario de cada lugar, mas permanece fundamentalmente el mis-mo, indagando siempre sobre el origen, el destino, y el sentido de la vida. Así pues, el método simbólico emplea una vía que lo sitúa a cada uno ante su realidad, pro-pia y profunda, para medir y contemplarse, poniendo luego manos a la obra para construirse: esta vía hace uso de herramientas simbolizadas que dirigen la palabra a nuestra imaginación y a nuestras obras, mitos que también lo encadenan a cada uno en toda la serie de eslabones de la humanidad.

Tal empeño es primordialmente humanista, siempre asumiendo las ambiciones de todo ser humano, dondequiera que esté, y adaptándose a las diferentes condicio-nes de vida por el planeta. Podemos, pues, examinar la validez de este enfoque: ¿es legítimo querer lo mismo para todos, querer felicidad para las gentes sin tenerlas en cuenta, desear que los modelos occidentales se asimilen en todos los continen-tes? El Derecho Humano, con todos sus principios, no quiere repetir los errores que condujeron a los reclutamientos religiosos, a la colonización, o seguir con los erro-res cometidos actualmente por todos los fundamentalistas quienes desean someter, ya sea por motivos económicos, o por motivos religiosos, a la gente, a las personas, quienes no aspiran a otra cosa más que a ser más feliz en un mundo más justo.

Al fundar el Derecho Humano, George Martin y Maria Deraismes habían com-prendido que todos los seres humanos ocupan el mismo sitio sobre la tierra, y que, sean las que sean sus diferencias, vengan de donde vengan, pertenecemos todos a la misma humanidad. Por eso es que el Derecho Humano pensó, desde su comien-zo, en la organización internacional, empleando siempre el mismo método, aunque este se pueda abordar de diferentes maneras.

Por más de 10 años, y por todas las misiones que haya yo podido tener, he medi-do el ámbito internacional de nuestra Orden, acompañando a hermanos y hermanas originarios de países, de medios, y de costumbres completamente diferentes.

Actualmente, los jóvenes que se unen a nosotros demuestran que este interna-cionalismo es, para ellos, un factor muy importante de su empeño; ¿no será debido a los medios que tienen a su disposición para la comunicación, para informarse, para viajar? Pues son herramientas comunes y corrientes para ellos, mas también será porque sienten que los problemas que hay que resolver a fin de construir una hu-manidad más justa y más fraternal, requiere justamente un empeño internacional.

Aquí en Quito que se reúnen en su templo los francmasones del Derecho Huma-no, todos bajo un mismo nexo de preocupaciones al igual que nuestros hermanos y hermanas de Tokio, de Río de Janeiro, o de Moscú. Algunos como los de las logias belgas o francesas tienen sólo la ventaja de bordear las fronteras de los hermanos y hermanas de otras nacionalidades, y por lo tanto, los intercambios de ideas, los me-

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dios de comunicación son más fáciles que con aquellos de Tokio, Río, o Moscú. Sin embargo, hemos logrado que la comunicación sea más fácil entre todos nosotros.

La gran ventaja de nuestro internacionalismo es que las relaciones entre nacio-nales de nuestras diferentes implantaciones se simplifican por la práctica del mis-mo lenguaje que constituye nuestro rito, con la certidumbre de todos, estamos uni-dos por los principios humanistas de nuestra Orden, lo embarazoso del intercambio extranjero se reduce para llegar al meollo de lo esencial. La ventaja de nuestro in-ternacionalismo es además, el poder comprender rápidamente y fraternalmente, y apreciar nuestras diferencias: diferencias culturales, costumbres distintas, diferen-cias de regímenes políticos y sociales que templan nuestras vidas sociales.

El enfrentar las diferencias, el enfrentar las estrategias, el hacer intercambio de culturas, permite constatar que los modelos que creemos son los mejores, porque son los nuestros y provienen de una historia aún prestigiosa si a menudo doloro-sa, no representan superioridad alguna, más allá que comprobar que solemos tener mucho que aprender de los demás. Un profundo respeto en cuanto al enfoque de las sensibilidades nos permite, no el hacer comparaciones de una cultura con la otra, sino el construir algo en conjunto a base de cada una.

También percatamos las realidades humanas y geopolíticas de una manera en-teramente diferente de la imagen y perspectiva que nos proyectan los corrientes medios de comunicación. Tres ejemplos concretos:

1. Tenemos logias en África, y constatamos que, si surgen dificultades en las re-laciones, son esencialmente por factores que muy a menudo pasan por alto los políticos y los economistas, principalmente que las tribus y los clanes son una realidad que hay que comprender antes de pasar por encima, siempre en nom-bre del bien común.

2. Tenemos también una logia en Líbano: estas logias son tal como la imagen del país donde cohabitan hermanos y hermanas que provienen de diferentes comu-nidades libanesas; lo que, a veces, es imposible de lograr en el terreno, se vuelve menos difícil en masonería, y puede fomentar una mejor vida en conjunto.

3. Tenemos logias en casi todos los países de América Latina: nuestros hermanos y hermanas nos demuestran por su trabajo, que muchos de los problemas que en-frentan en sus respectivos países son parecidos y regularmente se juntan para discutir y proponer soluciones humanistas específicas.

Ahora me parece conveniente en este momento de mi intervención volver al principio de la laicidad. Vemos bien que, en una Orden tal como el Derecho Huma-no, la vida en conjunto, los avances, no serían posibles sin tenacidad en la práctica de este principio tal como lo he elaborado anteriormente.

Ciertas obediencias masónicas, puesto que fueron creadas así, en la época en que el cristianismo dominaba, continúan exigiendo la creencia en Dios, el Dios de los

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cristianos, como condición sine qua non para admitir al profano. Nuestra Orden no puede razonar de esta manera, gracias a las múltiples implantaciones por el mundo.

No podemos propagar la fraternidad y la paz si ponemos semejantes condicio-nes de antemano como el de la obligación de una creencia; somos estrictos en cam-bio en el punto de la libertad absoluta de conciencia y el respeto de las convicciones intimas de cada uno siempre que estas permanezcan en la intimidad.

Dirán que la tradición exige prestar juramento sobre el libro de la tradición, sin el cual no se observaría el rito en su pureza original... Tomo la libertad de recor-dar que si aquel libro apareció, fue porque la única manera de apaciguar el conflic-to armado entre los protestantes y los católicos en Inglaterra a principios del siglo XVIII, era uniéndolos por el libro que reconocían los unos y los otros. La historia nos enseña que pasarían dos siglos además de muchos otros esfuerzos para apenas aparentar la paz.

Estamos en el siglo XXI, la masonería a superado la fronteras europeas, es hora de vincular a los seres humanos, no a través de una observación religiosa, sino a tra-vés de la facultad de poder entrar en una conciencia que los equilibra y conseguir por ello que la salvación de la humanidad pase por una justicia social, la igualdad ante todos, la oportunidad de cada uno de elevar su mente y su cultura.

Estamos en el siglo XXI, y nos guste o no, la globalización no es un producto de la imaginación. Tiene aspectos altamente preocupantes, incluso, para muchos pare-ce ser la madre de todos los males. La globalización abarca múltiples esferas: desa-rrollo de intercambios culturales, de organizaciones internacionales y no guberna-mentales, dentro de sus tendencias económicas, políticas y culturales.

Esta globalización que parece beneficiar a una cierta cantidad reducida de per-sonas, sobre todo en lugares donde vemos las economías capitalistas gozar de un pleno crecimiento, la afectación de las finanzas de los Estados, el empeoramien-to de la desigualdad, la explotación, la exclusión, la relaciones violentas, la banali-zación del idioma a fin de imponer un patrón de lenguaje estándar en detrimento de los demás... La globalización es también el acceso a un mayor número de me-dios de información y de comunicación, lo cual nos saca del aislamiento y permi-te que no vivamos atrapados en nuestra propia certidumbre, ignorantes del resto del mundo. Si estamos inmersos en un mundo globalizado, no sería ni razonable, ni productivo, ni sensato, enfrascarse en comunidades. He aquí el propósito de El Derecho Humano: facilitar, la conexión de contactos, el trabajo masónico, el levan-tamiento de columnas en todo lugar donde los seres humanos aspiran a construir un mundo mejor.

La masonería especulativa, desde sus albores, un período que apenas cubre algo más de dos siglos, utiliza las herramientas de los albañiles: la escuadra, el compás, la plomada, el nivel... pero no en el sentido literal sino en un sentido simbólico y aná-logo. A estas alturas, no se diseñan ya más los planos de un edificio con las herra-mientas tradicionales, se dibujan en el computador, se usa el nivel de láser, pero a pesar de todo, el que quiera tener recto y vertical el muro de su jardín, aún utiliza

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la plomada... y los que se interesan en las profesiones artísticas recurren a los pasos ancestrales para reinventar el simbolismo de las herramientas.

Actualmente, hay hermanos y hermanas que andan kilómetros para poder reu-nirse en persona y no a través de la teleconferencia. Por cierto se desplazan para po-der asistir a la reunión masónica, pero además, para poder experimentar la frater-nidad que emane de la logia. La logia masónica, ya sea en Tel Aviv, en Montreal, en Santiago, en Melbourne, en París, en Barcelona o en Quito, es el crisol fraternal, pri-mero del aprendizaje de sí mismo, y luego del encuentro con los demás en un am-biente real y palpable donde el timbre de voz, la mirada, y la postura, hacen que el intercambio sea verdadero.

Si el uso tempestuoso de los blogs, Facebook y Twitter entre otros, nos resulta fácil, cuando estemos solos ante el computador, nos arriesgamos a mostrar, de ma-nera mayor cada vez, nada más que una imagen falsa e incompleta de si mismo.

Si aprendemos a ejercer nuestro intelecto crítico, si estamos dispuestos a for-jarnos, si logramos aceptar al prójimo con todas sus imperfecciones, será posible pues, obrar por el bien de la humanidad y obrar en contra de lo que la pone en pe-ligro: esta iniciativa la llamamos, la justa medida. Sabemos que si, en todas partes, pusiésemos en pié la práctica de los valores y principios que nos fueron legados por nuestros predecesores, esta tierra se convertiría en un mundo armonioso y frater-nal. Lo sabemos, porque en todas partes del mundo, los sabios antiguos lo decían también y nosotros aquí le ponemos manos a esta obra.

Estamos en el siglo XXI y no hemos de vivir como en el siglo XIX, antes debié-ramos ser suficientemente diestros en las nuevas tecnologías a fin de ponerlas al servicio de los seres humanos y no a su servidumbre. Pues hemos de ser diestros para poder desbaratar los nuevos mecanismos de exclusión, para imponer la fuerza de la multitud en el ámbito que sea, cimentando así una plataforma humanista, he-cha de sinceridad y a punta de coraje.

En 1893, la Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano, estaba a la vanguardia de su época; en el 2015, más que nunca, somos modernos, e invitamos a que lo descubran, a todos aquellos que no temen ni al esfuerzo, ni a si mismos, ni al progreso, ni a la búsqueda de su propio ser.

Y. R.