Las Aventuras de Super Inti y Analfabruja

5/11/2018 Las Aventuras de Super Inti y Analfabruja

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Aventuras de Super.lntl y AnalfabrujaTeresa Calder6nlIustraciones de Beatriz ConchaCada vez que Kalinin suefia con laAnalfabruja algo terrible ocurre en losdias siguientes. Es por eso comprensibleque cuando 131ice: Anoche sofie con laAnalfabruja , todos 1 0 hagan callar.Esta vez, sin embargo, el suefio deKalinin traera consecuencias muydistintas, ya que 131 su hermana viviranincrefbles aventuras en un mundode magia y fantasfa que continuaraen la segunda parte:

AL~RAINFANTIL


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Aventuras de SuperInti y AnalfabrujaTe re sa Ca lde r6nl lustraciones de Beatriz Concha


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A l os d u en d es t ut el ar e sAl fonso y Lila.

A tv /a ria L uis a YB e nj am i n, d ue nd es s ue /t o; '

A Veronica R o s s e l .h ad a d e fa A m is ta d.

A A nd re a V iu , m i g ra titu d.


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Los suefios de Kalinin

-An ache sofie con la Analfa-bruja. Se calzaba sus zapatones do-rados y hada chocar los tacones tresveces hasta que saltaban chispas.

-Mala sefial -dijo la marnacon voz preocupada cuando Kalininhablo a la hora del desayuno.K alin in , el nino terrible, ha-bia dicho una vez el abuelo Ponchito,porque cada vez que sofiaba con 1aAnalfabruja, algo nlUY malo ocurrfaen lo s dias siguientes.Cuando Kalinin sofio que es-c apaba de la A nalfabru ja , de la Cordi-llera se desprendi6 un alud de barroque se desl izo por codas las calles de la


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ciudad, empantanando a los autos y alas bicicletas.Antes de que hubieran transcu-

rrido seis rneses, volvi6 a contar a lahora del desayuno que durante toda la .neche la Analfabruja 1 0 habfa sometidoa la tortura de quitarle uno a uno lospelos de la cabeza can una pinza de pi-ca de cuervo negro.

A continuacion de tan malsuefio vino una seguidilla de tern-blares en la zona central. Estos cul-minaron con un terremoto grademaximo que borro del mapa un pue-blo completo al interior del valle, enlas cercanias de la Cordillera de losAndes.

Par eso, era comprensible quecuando Kalinin dijera: anoche sofiecon la Anal fabru ja , todos 1 0 hicierancallar.

-Ya, nifios, t6mense rapido el

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desayuno, que se hace tarde y no megusta que lleguen atrasados al colegio-dijo la mama mientras corria de unlado para otro en la cocina.

Eso era dpico de la mama; de-testaba a la gente que no respeta loshorarios, porque ella habia vivido enotros paises donde llegar tarde a uncompromiso era una falta grave derespeto y una muestra de terribleirespo nsab ilidad.

Pero ese era el problema de lamama, no de ella ni de su herrnano,pensaba Serena. En los inviernos detan temprano que llegaban al colegiotenian que esperar tiritando de trio aque abrieran las puertas para poderentrar. La ult ima vez, Kalinin le habiapreguntado a la mama si llegar al cole-gio tan adelantado no seria acaso unafalta a la responsabilidad tan grave co-mo llegar tarde. La mama 1 0 mira


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echando chispas par los ojos, pero nole dijo nada.-yp6nganse impermeable ybotas, parq ue esta lluvia se esra po-niendo feraz.

Sin embargo, el colegio no apa-reda en los planes de ese dla, porque sedesaro el aguacero mas impresionantede los u ltirn os.in viemo s. Y n o e ra in vie r-no; estaba comenzando la primavera.

Los papas estuvieron de acuer-do en que los nifios se quedaran en "lacasa. A Kalinin, su marna le pidio quepara no perder el tiempo escribierauna cornposicion sabre cualquiera desus temas favoritos: -Pero, por favor,hijito -Ie rogo-, no quiero sabernada de esos superheroes de la televi-s i o n que me tienen hasta mas arribade la coronilla.

Eso 1 0 dijo porque Kalinin pa-saba rodos los fines desemana y los

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feriados, mas las vacaciones de invier-no) revoloteando por todas partesvestido con su traje de Super Inti, elheroe que tenia el poder del sol paracegar a sus enermgos.

Par su parte, el papa le pidi6 aSerena que resolviera ecuaciones yejercicios de matematicas, porque enla ultima reunion de apoderados, laprofesora jefa habia dicho que Serenase estaba quedando muy atrasada.Mientras sus compafieros avanzabanen los serios problemas que presenta elalgebra y otros temas de identica im-portancia, la senorita Serena -habiasefialado la profesora, marcando la pa-labra sefiorita- se ponia a leer cuentosen su hora de clases.

Ahora no s610 llovia a torten-tes, sino que se habia desatado unaventolera de esas que se dan en lospaises caribenos. nunca en Chile; aqui


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los dramas son los terrernotos 0 las te-mibles inundaciones, cuando no lassequias; pero tifones y huraeanes,nunea se han visto por estes lados.

Cuando los papas abrieron lapuerta de calle, debieron sujetarla canfuerza para que no se saliera de sus goz-nes. Asomados a la ventana, Kalinin ySerena vieron a sus padres hacer esfuer-zos tremendos para abrir el porton delgaraje. Cuando final mente partio elauto, los nifios se quedaron mirando elcielo que pareda darse vue! tas de car-nero haciendo carambolas para soltarel agua que caia a torrentes.-La culpa es de tu suefio -Iedijo Serena a su hermano.

Pero el redam6, can justa razon,que nadie mandaba en sus suefios y si laAnalfabruja se ponia a sonar par el , eseno era su problema. ~Acaso le iban aechar la culpa de la lluvia tarnbien?

La lluvia que no cesa

Mientras afuera llovfa cad avez con mayor intensidad, Kalinin ySerena hicieron exactamente 1 0 quesus papas les habian indicado que nohicieran. Kalinin se vistio de SuperInti y empezo a dibujar una aventuraque titulo Super Inti contra los dra-gones de ultratumba. Serena corri6al dorrnitorio, se saco los zapatos y,asi vest ida, se metio debajo del plu-m6n donde se acomod6 para empe-zar a leer el ultimo libro que le habiaregal ado el abue1o.

Serena agradeei6 esta lluvia co-mo una bendici6n que le permitiaquedarse en la easa para hacer 1 0 que


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mas le gustaba: leer cuentos. Torno ellibra entre sus manos y acarici6 el sua-ve papel azul brillante de la portada.Con el dedo indice sigui6 cada uno delos trazos que formaban las figurasdibujadas. Siempre hacia 1 0 mismo an-tes de comenzar a leer un nuevo libro.

-jQue lindo es! Me gustariaterminarlo hoy mismo =-musito, pen-sando en la s lineas y paginas que falta-ban para llegar a la u ltim a p ala br a.

En eso estaba, cuando untrue no cruzo el cielo que ya se habiatransformado en una catarata. Casisimultanearnente, la puerta de su dor-mitorio se abrio con esrrepito. EraKalinin: si podia quedarse con ella enla pieza, porque no le gustaban los. truenos ni los relampagos, ni esa lluviaque segufa cayendo y cayendo.

-Buen superheroe eres -Iedijo Serena-, miedoso y todo.


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Kalinin se hizo el sordo y seacomod6 con su cuaderno en el escri-torio de su hermana para conunuardibujando aventuras de Super Inti, se-nor del sol.

-2Que ridiculeces de hadas yduendes estas leyendo ahora, Serena?

-' Ridiculeces? Mas ridiculos< :son tus superheroes. Y tu, que creesque existen.

-~Como se te ocurre que novan a ser de verdad? ~Naves que salenen la tele? Adernas, si no existieran nosalddan en las peliculas ni apareceriandibujados en las revistas. jAh! ~Viste?Ella volvio a su libra, sin dejarde sonreir:

-iAh! Q u e nino chico eres,Ka lin in .. E l c ie lo se habfa vuelto un rna-nantial incontenible y la ventolerahizo temblar y cruj ir la casa como si

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fuera a deshacerla. Kalin in d ejo por lamitad su dibujo de los dragones deultratumba atacando a Super Inti ypartie corriendo junto a su herman~.

-2Puedo acostarme junto a ti?No es que tenga miedo, par si acaso,sino que me ha venido un terrible fdoque me sube par la espalda.-Ya, pues} venga para aca,senor superheroe -Ie dijo ella y 1 0acomod6 a su lado bajo el plumon,donde terrnino tapado hasta las orejas.

Para no escuchar la catarata delcielo galpeando el techo de la casa yzumbando entre las ramas de los a r -boles, le pidi6 a su hermana que sepusiera a leer el cuento en voz alta.

-Pero prorneteme que no vasa interrumpir can tus preguntas decomo, por que , ni qu e significa esapalabra -Ie advirtio Serena.

-Te 1 0 prometo.


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Cuando Serena empez6 a leerla historia hubo un trueno tan fuerteque la casa retumbo como en unterrernoto, Luega se produjo un silen-cia y, poco a poco, la tormenta se fuehacienda mas y mas lejana hastatornarse imperceptible. Los sonidosdel fuerte viento, la lluvia y los true-nos fueron remplazados par el trinode pa j aros y el roce de raffias y ho jasmecidas Dar una suave b risa. A medi-ida que avanzaban en su leetura, losnines se sentian trasladados a otromundo ...

El verde bosquedel lenguaje

...Cuenta una antigua leyen-da que al principia existia el GranMago de Todos los Tiempos Verba-les. Era el mas antiguo de los seres, elprimero, ese que ha existido desdesiempre y exisrira para siempre.Como se sentia muy solo se puso ainventar el universo. Estaba eligien-do los colores para ponerlos sobre laseosas y se dio cuenta de que el verdepredomin6 en el bosque. Le gustaronesas tonalidades tan diversas queiban desde el verde profunda, casinegro, hasta un verde claro y liviano,casi amarillo. Se felicit6 por haber 10-

" gtado tal hazafia de colores. Tantas


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cosas herrnosas podian deeirse de es-te bosque que deeidi6 crear el len-guaje para el y llamarlo el Bosque delLenguaje Encantado.

Penso entonees que debia darvida a un ser que pudiera reinar sabretamafia maravilla. Viaj6 par todos losrincones del universe y se hundi6 encada uno de los mares mas profundos.Busco en cada galaxia hasta encontrarla esmeralda mas verde y mas brillan-

fte que exisna.Durante siete dias y siete no-

ches trabaj6 sin descanso, tallando ladura y silenciosa piedra verde. Dia ynoche continuo, infatigable, su tareade crear una reina para el Bosque delLenguaje Encantado. La ultima no-che que el Gran Mago de Todos lo sTiempos Verbales trabaj6 en su obra,s6lo se oia el silencio.

Terminada su creacion, por fin, ,,',..~.~4' . .~:~~ -. :, . . . .~ .... "~" ~; I

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la alzo a lo s cielos. Convoco a rodoslos seres del Bosque y le s d ij6 }; " . '

-Esta esla Dama Esmeralda ... Sed. vuestra reina y gobernad t.: can

bondad.EI Gran Mago baj6 lo s brazos.

Con delicadeza coloco a la DamaEsmeralda sobre una roca palida ysoplo y soplo y sopl6 sobre el cuerpoverde que se fue llenando de destell osy fuegos lu m in oso s. C u an do la f iguraterrnirio de abrir los ojos ysu cuerpoadqu ir i6 m ovirn ien to , .empezo aamanecer.,

El Gran Mago le hab16 can vozpoderosa:

-Bienvenida, Esmeralda. Eresla re ina de l Bosqu e del Lenguaje En-cantado. Este sera tu reino y bajo tu. c u i d a do estara el Colre M'~ravilloso delas Vocales. En el estala dave para en-tenderse y man tener la paz y fel icidad

- . '.

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en el bosque -Ie explico a l enrregarleun caf re pequefio qu e relumbraba co-mo estrella-. Deberas tener especialcu idado -agrego- c an los Trasgos dela Ignorancia que habi tan mas alla delL ag o R osa , porque si uno solo de elloslo gr a p on er un pie en este lugar y selleva el c afr e, c om en za ra la destrucciond el r ein o.


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EI Cofre Maravillosode las Vocales

La Dama Esmeralda examinela caja encendida que lanzaba desre-110s luminosos y tornasolados. Sequed6 rnirandola como hechizadamientras la iba girando. E l c ofre h abiaside hecho can un crista! delgadocomo tela y duro como hielo, adorna-do can piedras preciosas.

Cuando abrio la tapa observ6que las vocales estaban separadas endistintos compartimientos. Hundi6su mana y tomo la ,(L. Estaba talladaen rnarfil y de sus labios blancos sa-lieron sonidos de sorpresa y adrnira-cion: -iAaaa!

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La Dama le sonrio y la volvio asu SIUa.

La Lera un zafiro azul marinodonde apareda tall ado un pequefiopez semicerrado.

-Eee -dijo, can vozdubita-tiva y temerosa.

La J era la deli cia misma; untrocito de oro ileno de risa, Portabauna alegria capaz de contagiar a todoscan sus juegos de humor.

-i1ii! -pareci6 reirse.La J 0 era un cintillo circunda-

do de diamantes que reflejaban todoslos detalles de la luz, un dechado desorpresas. Abri6 su boca sonora y Ian-zo un 000 que resono en el bosque.

La 1 . 1 era un hermosa rubi quemostraba su esplendor de sangre cadavez que hablaba:

-Uuu -dijo can voz cantari-na.


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El bosque en peligro

La Dama Esmeralda era amadapar todos su s subditos porque era unasoberana justa y bondadosa. De ahique todos trabajaran con ahineo du-rante mueho tiernpo para construir elpalacio de su reina. Durante siglos sedieron a la tarea de modelar la durapiedra verde que habia eaido como unmeteorito gigante en un claro junto alLago Rosa. '

Con paciencia, amor, y la ayu-da del Senor del Rayo y su aliado elCaballero del Viento, los habitantesdel bosque habfan modelado la esrne-ralda gigante a punta de inviernos yde esfuerzo. Las hadas hicieron su

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parte trayendo todo el oro blanco queescondfan las nieves eternas. Con elalfombrarfan el piso y la Dama Esme-ralda se ida reflejando a cada paso quediera.

La soberana se encontrabaprotegida de toda amenaza por lascustodias del Lago Rosa: las tanhermosas como temibles ondinas,medusas y lamias. Ellas subian a lasuperficie del lago cada vez que elagua ondeaha por el movirniento delos cuerpos de los perversos y mugro-so s Trasgos de la Ignorancia. Cuandoeso sucedla, las custodias cantabanSLlS atrayentes melodlas. rodeaban asus enemigos, los miraban a los ojosy con su hechizo derretian la dura to-ea que formaba sus cuerpos. Los tras-gos se iban deshaciendo hasta queterminaban sus dias confundidos enel lcgamo de las orillas.


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La seguridad que las custodiasdel Lago Rosa proporcionaban a1reino del Lenguaje Encantado hadaqu e nadie tern iera una invasion de lo strasgos. Sin embargo, estos habianurdido un plan can la ayuda de laAnalfabruja para apoderarse del Cofrede las Vocales y asi, con el poder dellenguaje, dominar el universo.

~Dijeron Analfabruja?

Muy acomodados en la cama,gracias a la tibieza que les daba el plu-man, Kalinin y Serena leian afanosa-mente sinriendose personajes de estebosque encantado. De pronto, lamencion a 1aAnalfabruja desperto suextrafieza.-2Analfabruja, dijeron? -pre-gunt6 Kalinin.-S1, Al1alfabruja . .. esto estabien raro ... as! como el ruido de arbo-le s y pajaros que oigo ... -replic6 suhermana.-Mejor deja de hablar y sigueleyendo que esto me esta gustando-agreg6 Kalinin con impaciencia.


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Los trasgos, la Analfabrujay el robo del cofre

El gobernador de la Trasga Ig-norantia, como era conocido el paisde los trasgos, habia tenido la idea dehacer venir a la Analfabruja, devora-dora de silabas, para que les ayudara arobar el Cofre Maravilloso de las Vo-cales.

Para darse importancia, laAnalfabruja se hizo de rogar un pocoantes de acudir al llarnado de emer-gencia que Ie hicieron lo s trasgos.Esto se debia a que ella siernpre habiatenido que soportar que no tomaranen cuenta sus opiniones y se molesta-ran cuando ella dejaba en evidencia su

;ronreria.

33Despues del quincuagesimo

llamado, la Analfabruja consider6 queya era prudente acudir a la cita. Convoz de mujer seria y expena en las ma-terias que iba a tratar, se dirigi6 a laasarnblea que la esperaba: i

-Escuchen atentamente mao-ga de ignorantes. Me van. ~ ~ejarhablar porque no vay a perm,~pr~n~e-rrupciones; de 1 0 contrario no cuenten

.conrnigo. Ademas, una vez que paganel plan en marcha 5 6 1 0 podran llamar-.me si es una ernergencia y a traves ~elos suefios. Cuando yo taconee tresveces mis zapatones dorados y salten

.chispas, sabran que los he escuchado ....Pero no se hagan ilusiones de que voya venir de inmediato, me reservo esederecho hasta que se me de la brujagana. Como deda 1 0 que deben hacer,es.. ~.

~Los Trasgos de la Ignorancia la


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escuchaban atonitos por dos razones:la Analfabruja habia exigido silencio yellos, por su parte, no tenian nada quedecir. Eran verdaderamente tontos decaplfote.

- ... Dejen de mirarme conesas caras de brutos y manos ala obra.Ya saben qu e no cuentan con la ayudade nadie mas por estes lados.

-Que bonito habla usted, se-nora' Analfabruja. Estamos tan agra-decides -respondieron los trasgos.

Gracias a la Analfabruja, estosineptos seres ya tenian la clave paraatravesar el Lago Rosa sin el peligro delas custodias. Habia que poner tapo-nes de cera en las orejas de los envia-dos especiales a la misi6n; de 10contrario, ondinas, medusas y lamiaslos cautivarian con su canto y , si noles acarreaban la muerte, los dejarianestupefactos y aun mas mentecatos.


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Una vez en La otra orilla, deberianquitarse los tapones de cera de susorejotas y guardarlos en un troncohueco hasta La vuelra, cuando debe-dan volver a ponerselos para cruzar elLago y regresar a la Ciudad de Piedrallevando con ellos el Cafre de lasVocales.

Asf fue como los trasgos cruza-ron el Lago Rosa, sordos como tapias.Pero como no eran ciegos, se llevarongrabadas en sus retinas los rostros,gestos, y movimientos de cabellos ylabios con que ondinas, medusas ylamias intentaron hacerles perder elsentido. Como era de esperar, la ton-tera propia de los trasgos Ies impidiocurnplir con todas las indicacionesque les diera S 1 . 1 asesora en materia demaldades y quedaron sordos parasiernpre, porque al regresar del PalacioEsmeraldino olvidaron retirar lo s

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tapones de cera de su s oidos en el pla-zo indicado, de manera que cuandoquisieron hacerlo ya la cera se habiaunido a la piel como una sola forma.

Pero de qu e los trasgos logra-ron 1 0 que persegulan, 1 0 lograron.Nadie pudo evitar que entraran alPalacio Esmeralda y se robaran elCofre Maravilloso de las Vocales.Luego, regresaron trastornados ~e di-cha a su mundo de ignoranCla, yaque pensaban que can la .ayud~,delcafre podrian organizar la lnv,asion alo s p u eb lo s vecinos para dorninar los .Sablan que el lenguaje, que comen-zaba a partir del conocimiento. de lasvocales, les permitiria converrirse enseres, no diremos inte1igentes, peroun poco menos ignorantes, y capaeesde dominar a los dernas, par eso deque en el pais de los ciegos el tuertoes rey,


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La Darna Esmeralda, en tanto,permanecia icomunicada en su pala-cio desde que se habfa producido elrobo del cafre y , como no es posiblegobernar en media lengua, prefiri6 ca-Bar. La gravedad de 1a situaci6n leprovoco tal depresion que agonizabalen tamente sin qu e n inguno de lo smedicos mas famosos pudiera haceralgo para salvarla.

Los pequ efios habiran tes delbosque encantado tarnbien empeza-ron a tener dificultades. No se enren-dian ni po nian de acuerdo en nada, ylos que antes eran amigos ya no seq uerian ni respetaban.

La Dama Esmeraldaen su prision de joya verde

La Dama Esmeralda no sabiaque haeer para reeuperar el cofre. Sesentfa tan enferma que no teniafuerzas para eonvocar a sus sribditos,Por ello, hizo llamar a EnanlsimoAmarillo, su fiel consejero y el masinrrepido de los seres del bosque.Cuando lIeg6 Enanlsimo, lasdoncellas de la reina estaban tra-yendole vapores de rosas, rocios dealeluyas y eremas de almendrasfragantes para haeer masajes sobre suhermosa piel. La Dama Esmeralda nopudo abandonar su cama, porque eleuerpo le pesaba como si, cargara eluniverso sobre su espalda.


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Las doncellas, hijas de la Fuen-te Cristalina de la Redacci6n, perma-necieran en la habitaciori real paratratar de ayudar ala soberana y a Ena-nisimo a hacer el m ejor usa pasibledel lenguaje que ahora careda mas ymas de vocales.

-Enan'simo, neces'ro tu ay 'dapara evit'r la destrucci'n del b 'squ e-dijo la soberana con un su su rro c asiinaudible, mientras Enanisimo se ins-talaba junto a su reina.-Msefi'ra, no se preoc'peust'd, que yo convocate a todos suss'bdiros y recuperar'mos las voc'lespara nu'stro lengu'je. Ahara me ret'ropara dejarla repos'r,

Enanisimo salio enardecidod el p ala cio con la fir rn e d ec isio n deresolver el problema como se 1 0 enco-~ .mendara su hermosa soberana. Por suparte, en el palacio, el desayuno de la

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reina qued6 sabre la mesa sin quenadie probara bocado. La dama ago-nizante s610 l es p e rm i ti6 a sus donee-Has qu e le untaran los labios con gotasde juga de amapolas, Las castafiasalmibaradas quedaron flotando solita-rias entre las hojas de nemitares, sindespertar el interes de nadie. La lechede cernicalo se enfrio en los tazonesde oro puro, mientras lo s nectares deguanabana y datiles se espesaban enlas copas de cristal que habfan tall adolos duendes orfebres hacia miles demillones de afios.

Triste y afiebrada, la soberanayacia sabre su mullido colchon deplumas, sabanas de holanda y mediaspalabras, en la misma posicion en quela habian dejado las hijas cristalinas dela redaccion antes de partir aquellamanana fatal.

Todos los habitantes del reino


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estaban muy preocupados porque noera novedad para nadie que si algo Ieocurria a la reina, el Bosque delLenguaje Encantado empezaria adesaparecer como 1 0 anunciara elGran Mago de Todos lo s TiemposVerbales, en el remoto preteritopluscuamperfecto de la creacion.

Una casa sobre los abedules

Alarmados por el futuro de susoberana y del bosque, los duendes ydemas seres magicos del lugar acu-dieron prontamente al Hamada deEnanisimo Amarillo, a pesar de lasdificultades para comunicarse por lacarencia de vocales. Con gestos ymusarafias habfan convocado a unareunion de emergencia junto a losabedules mas antiguos del bosque.

No poca fue la sorpresa detodos cu ando alllegar al sitio del en-cuentro descubrieron que sobre lacopa de los arboles habia aparecidouna extrafia construcci6n. El descon-cierto era total. Quienes sabian trepar


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45no se atrevlan. Una corte de libelulasdanzarinas sobrevolo la casa. Al ro-dearla can su vuelo, intentaron espiarhacia el interior por las ventanas, perosus cortinas espesas no dejaban ver co-sa alguna.

Enanisimo Amarillo tomo ladelantera. No le tenia miedo a nada, 0al menos eso aparentaba. Al \legararriba de un salta, despues de respiraragitado, toser y restregarse las rnanos,se dispuso a realizar la complicadaoperaci6n. Acomod6 sus ojos en la ce-rradura de la puerta para espiar. Novio nada en movimientci; 5610 objetosenormes adosados a los muros 0 col-gados de ellos.

Como los duendes poseen uneuerpo moldeable, Enanisimo insis-rio asomado a la cerradura. Sus in-menses ojos amarillos se encendieronaun jnas, al riern po en que se iba


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transformando hasta conseguir laforma de una Have. Giro sobre s frnismo y la puerta se abrio completa-mente. S i los dernas querfan entrar,este era el memento. Sin embargo,nadie 1 0 hizo.

Todos estaban 1 0 que se dice,realmente muertos de miedo. Porque,la verdad, es que a todos se les pasopar la mente una nueva fechorfa de laAnalfabruja. ~Acaso no se habfa con-farmado can prestarles su ayuda a losTrasgos de la Ignorancia para que pu-die ran llegar al palacio Esmeralda yrobarse el Cafre Maravillose de lasVacales?

Despues de un largo tiempo enque todos se retordan la s manes y pa-seaban de un lado a orro, aparecioEnanisima, todavia con la forma deuna IIave , porgu e es sabido qu e cu al-quiet transformaci6n rorna su tiempa.

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Sin embargo, a sus amigos esto lescausaba risa y los motivaba a decirtontedas y burlarse.

-V'yan guard'ndose susbrom'tas en el bols'llo, que 1 0 que vino es p'ra la risa -dija EnanisimoAmarillo, pronunciando las vacales lomejor que pudo, al hajar del arbol->_.Hay dos gig'ntes enormes, m'cho masinrnensos que Gulliver y qu' el gig'nteG oliat. T ien 'n u n libra az'l ab i'rto qu ees mas gr'nde que t'dos nos'tros j'ntos-termino de decir sacudiendose lafopa y el pelo para quitarse las pelusasy algunos p61enes diversos que 1 0 ha-dan estornudar.


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Despierta el gigante Arabescoy el reino del lugar cornun

Las cosas parecian i cada vezpear. Ahara, mas encirna, el giganteArabesco venia despertando de su lar-go suefio que habia durado varias ge-neraciones.

Tan antiguo 'era Arabesco quehabia conocido en persona a los pte-rodactilos, esos dinosaurios voladoresque no dejaban tftere con cabeza entiernpos remotos de la tierra. Se va-nagloriaba de haber sido amigo per-sonal del Tyranosaurius Rex potqueactuaron juntos en muchos cuentos ypeliculas.

Arabesco despertaba cada dosmil afios Y su bostezo sacudla la tierra

49r D Ican reroces terremotos. espues se

ponia al dia del hambre atrasada y em-pezaba a buscar enciclopedias y diccio-narios que eran sus plates preferidos.

Durante el dia tragaba comocondenado d ic e i on arias de todos losidiomas; los de sinonimos los dejabapara el postre y luego, como bajarivo,devoraba el diccionario etimologico,porq ue segun Arabesco: nadie es masentendido que yo en palabras anti-guas, es decir, en esas palabras que seusaron para fundar el mundo y elBosque del Lenguaje Encantado. De-cia que ahora la mayoda de la genteignoraba de d6nde venfan las palabrasque formaban su idiorna y por eso nosablan que significaban.

Durante la s noches se estirabacuan largo era a orillas del Rio delConocimiento donde nadie se bafiados veces, 'y mientras bebia el vital


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elernento sofiaba con el arnor. Bajo laluz de la luna empezaba a digerir 1 0aprendido, pero como su cerebra eramas pequefio que un cuesco de aceitu-na se ie confundfan los significados yterminaba repitiendo las mismas cosasde siernpre.

Cada vez que empezaba aconversar consigo mismo le costabaenrenderse y como no se dabarespuestas, terminaba siempre con-fundido y enojado. De manera quedecidi6 asumir su soledad. Cuando sesentia atravesado de nostalgia iba alLago a hablarle a su propio reflejo,que aunque no respondiera, par 1 0menos se movia y eso le regalaba lasensaci6n de compafiia. Era cosa seriavivir tantos milenios. No era facilexisnr para slempre.

S in emb arg o, el destine habiaurdido otros planes para Arabesco.

51Una tarde en que buscaba hornoni-mos y par6nimos para escribir unaadivinanza, se encontr6 cara a caracan la Analfabruja. Ella devoraba la sultimas silabas de las palabras que eliba encontrando debajo de los arbo-les, enredadas entre las algas marinaso f lo ta ndo sabre las ondas del Rio delConocimiento.

Se miraron sorprendidos eluno ala otra yla otra al uno, y queda-ron como hechizados. Una fuerzamisteriosa ies impedia dejar demirar-se. A medida que Arabesco mirabamas intensamente a su bruja, mastraspasada de amo r se sen ria ella. A si

Isupo exactamente en que momentasu negro coraz6n brujoso se resque-brajo y se puso a can tar.

El gigante no tuvo duda algu-na de que no existia en e 1 mundotanta belleza como esta que se le


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presentaba al frente. Por su parte,Analfabruja estuvo segu ra de que elera 1 0 que Ie habia recetado el medi-co brujo cuando 1 0 visito para decir-Ie que no. tenia con quien cornpartirla vida ni los viajes por el mundo ypor el tiernpo.

Tornados de la mano ca-minaron por el bosque hasta . queAnalfabruja y Arabesco, Arabesco iAnalfabruja se prometieron arnor paraSlempre.

Las metamorfosis del arnot

Como el gigante se habfaenarnorado, perdfa lentamente sucondici6n natural de hacer dificil lofacil~J.sinembargo, el dominic del lu-gar cornun 1 0 absorbi6 por complete.

Aunque nadie se ha puesto deacuerdo .todavfa en cuanto tiernporranscurrio en esa mirada que cambia-ria la historia, la mayoria de loscronistas piensan que fue apenas unmisero minuto que parecio un siglo,cosa tan cornun que [es ocurre a todoslos seres que se enamoran.

Eran tal para eual. Arabescoqueria hablar y la Analfa queria escu-char; el gigante querfa una bruja y la


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bruja queria un gigante. E 1 giganteadoraba los tacones dorados de subruja, especialmente cuando lo shada sonar tres veces, y a ella leencantaba sacarle chis pas a suszapatones bailando flamenco paraseducir a su gigante. Arabesco queriacornpartir con alguien su conoci-miento de enciclopedias y dicciona-rios, y la Analfabruja querta amar aun hombre, aunque fuera gigante ...

A l atardecer de cada dia, Ara-besco y Analfabruja se sentaban aesperar la puesta de sol junto al Lago.Con las manos siempre entrelazadas,ya no querian separarse ni un segundo.

Fue en uno de los paseos parel bosque, cuando Arabesco pudover a las hijas cristalinas de la redac-cion agonizando en medio de un pa-rrafo que yacia sobre las hojas secasjunto al Estero de Luz. Su corazon


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enamorado se mostr6 conmovidoante la agonfa de las doncellas.

Analfabruja le confes6 que es-taban muriendo porque los Trasgos dela Ignorancia can su ayuda se habfanrobado el Cafre Maravilloso de la sVocales, que la Dama Esmeralda teniabajo su cuidado par expreso mandatodel Gran Mago de Todos los TiemposVerbales.

Una gran verguenza y culpabi-lidad se apoder6 de la Analfabruja.

-Yo... en realidad... eranotros tiempos ... pense que era diver-tido ver a esos trasgos creyendoseinteligentes ... pero, ahora ... -dijo laAnalfabruja, evitando la mirada desu enamorado.

-~Queodriamos hacer? -pre-gunt6 Arabesco, que ya hada causacomun con los asuntos de su bruja.

-La unicasoluci6n esra en el

5 7poder hu mane . Solo alguien que ereaen el Bosque Encantado y en tadassus criaturas puede devolver 1 a pa z y laarmonia. Yo) aunque 1 0 quiera, nopuedo deshacer 1 0 qu e he hec ho nitraicionar mi palabra empefiada ..

Y asi fue como la Analfabruja yArabesco enviaron un emisario a losduendes reunidos en asamblea junto alos abedules mas antiguos, para avi-sarles qu e requerian de algun ser hu-mana para recuperar el cofre ...


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Una mision para Super Inti

-Esta es una mision para Su -per Inti -grit6 Kalinin y le pidi6 aSerena que no siguiera leyendo-, yo'salvare a la Dama Esmeralda'-termi-n o de decir, mientras blandia en el 'aire su espada solar como si cornbatie-ra contra invisibles gigantes de aire.

S eg u n K alin in , no e xis tfa n in -guna posibilidad de cornbatir a tantoenemigo, si no era a traves de la pre-sencia de Super Inti, senor del sol.

-Til estas bien loco -Ie res-pondi6 Serena, mientras retomaba lalectura.

-Super Inti al ataque contralos Trasgos de la Ignorancia -volvi6 a

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gritar Kalinin, al tiernpo que daba unsalto en la cama de Serena y le pediaque siguiera leyendo .

.. .Alertado por el mensajerode Analfabruja y Arabesco de querequerian encontrar a un hurnano pa-ra encomendarle el rescate del cafre, ytras convencerse de que efectivamenteahara la Analfabruja se habia trans-formado par el poder del arnor,Enanlsimo Amarillo convenci6 a suscompafieros del Bosque de que en lamisreriosa aparicion de esa casa sabrel os a rbo le s tenia que estar la clave pararecuperar su tan ansiado tesoro.

Se organize un grupo de las dis-tintas especies del bosque para realizarla expedicion a la casa del arbol . Cadacriatura elegida lleg6 hasta el granarbo l segu n su s propios m edios. A lgu -nos se arrasrraron trepando el grueso


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troneo del abedul. Otros barieron susalas y subieron volando, rn ientras lasluciernagas iluminaban el camino queconduda hasta la puerta que habia de-jado abierta Enanfsimo Amarillo.

Una vel. alli, no se decidlan asobrepasar el umbral. La sorpresaembargaba a los habirantes de la espe-sura vegetal, porgue no sabian 1 0 queera una casa y nunca habian vista algoni remotamente parecido.

Enanfsimo Amarillo decidi6tomar el taro por las astas y se adelan-t o para ingresar. Los dernas 1 0 siguie-ron en puntillas a prudente distancia.Cada vez que Enanfsimo se detenia, lacorte que 1 0 seguia imitaba el gesto. Alentrar por ellargo pasillo alfom bradoencontraron una mesa que sosrenlaun jarron lleno de flores azules. Eria-nisimo era alergico a las flares azules,porque le recordaban la pie! de

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algunos malignos de la Trasga Igno-rantia, y estornudo tres veces segui-das.Una escalera se veta al fondo delpasillo y hacia alla se d ir ig ier on to do s.La cocina en desorden se irgu i6 al CO$-tada izq uierdo, tazas sucias y migas depan repartidas en el suelo; un apara-dor con sus puertas abiertas dejabanver frascos y utensilios de cocina.

La gran sorpresa que tuvieronfu e aillegar a 1 p ie de la escalera. Cuan-do se vieron repetidos, todos juntos) decuerpo entero, el menor de los duendeslanz6 un grito y otros quisieron huir deaquel lugar. Enanisimo Amarillo lesaseguro que no habla nada que remer,

f porque eso no era ru mas 1 11 menos queun espejo, algo que se usaba mucho enel mundo de los humanos y que el 1 0sabfa, como no, si su abuelo le contabahistorias de personas cuando el eraenaruto ...


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-jSe pareee a esta easa! -gri-t o Kalinin, interrumpiendo la lecturade su hermana-. Es igual al pasillo yal espejo del primer piso allado de laescalera.

-Tienes razon, Kalinin -di-jo Serena-. Adernas L a coeina sucia ydesordenada no puede ser otra que lanuestra. Tal como la dejamos cadamanana antes de irnos al colegio.iQue eosa mas rara es este libra!

Un encuentro sorprendente

. . . E 1 ejercito de exploradoresmagicos sigui6 avanzando con deci-si6n. Estaban convencidos de que enese sitio encontradan la ayuda necesa-ria para rescatar el Cafre Maravillosode las Vocales.

Cuando terminaron de subir laescalera, entraron a la habitaci6ndonde Enanisimo Amarillo habia vistoa los gigantes mas inmensos que Gulli-ver y que Goliat. Se acercaron hasta lacam a donde sobresalia un libro abier-to en la pagina 63 y se veta un gigantevestido con una fopa fucsia y amarilla.En el centro del pecho, el gigante teniados letras grandes: S. 1 . Los pequefios


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seres s 6 1 0 pudieron reconoeer la pri-mera lena, porgue la segunda se leshabia perdido en el limbo de l olvidoque ernpezo con el robo del Cafre Ma-ravilloso de las Vocales.

Les llam6 la atenci6n que el gi-g an te tu vie ra la cara dividida en dosmitades: una nariz y una boca delrnisrno color palido de las manos y , enIugar de ojos, una franja amarilla conforma de sol; desde el cuello le colga-ba una capa con rayos solares.i.

-Serena -grito Kalinin erno-cionado-, ese gigante se pareee a mican mi traje de Super Inti y mi anti-faz de sol. ~Por que nunea me habiaseontado que existia en tus euentos?

-La verdad --dijo Serena ex-trafiada- no quiero que te asustes,Kalinin, pero es la prirnera vez que cs-to aparece en algun libra que yo haya


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leido. Este libra no es igual a los demas-afiadi6 Serena desconcertada y congran curiosidad por seguir leyendo.

... Los diminutos del bosqueperdfan el miedo y se aeercaban hastala cama. Enanlsimo Amarillo tornonuevamente la iniciativa y se introdu-jo por un pliegue del plumon entre ellibra y las manos que 1 0 sostenian.Letras gigantescas se le vinieron enci-rna y se dio euenta de que estaba sos-tenido del rnimero que indicaba lap~gina abierta.

-Kalinin, mira, hay una man-cha amarilla junto al nurnero de la pa-gina que estamos leyendo.

Ni Kalinin ni Serena podiancreer 1 0 que les estaba sucediendo.Hasta que oyeron una extrafia y di-rninuta voz que les decia:

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-Necesit'mos su ay'da, seno-res gig'ntes. Nos han rob'do el C'freMaravill'so de las V' cales.

-~ Los Trasgos de la Ignoran-cia? -pregunt6 Serena.

-~ Can la ayuda de la Analfa-bruja? -quiso saber Kalinin,

Los seres del Bosque estabanimpresionados.~ -Pero c'mo 1 0 s'ben -quisosaber Enanisimo-. ~Tan fam'sos so-mas nos'tros en el M'ndo Hum'no?Mi abu'lo no me va a creer cu'ndo le

ccuente sto,Y Serena muy seria replica:-A nosotros tam poco nos

van a creer 1 0 que nos esta sucedien-do.

-Neeesit'mos ay'da -Iessuplicaron con voz muy debil los se-res magicos, ya sonando apenas lasvocales.


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-oEsta es tarea para SuperInti! -ex~lam6 Kalinin y le ofrecio elbrazo a su herrnana. Duendes en ellibroy nifios en el bosque

El primer problema que de-bian resolver era como bajarfan Kali-nin y Serena al bosque encantado.Eran demasiado gran des y no podriancaber por ninguna parte. Sin embargosabian que para haeer grandes cosashabia que hacerse pequefiito,

-Eso es muy fac il de resolver-sefialo Serena-. Dennos a probartina sustaneia rnagica que nos hagachiquiros como le oeurri6 a A licia ene l Pais de la s Marav i llas.

-dAI'cia en e l P a ' s de la sMarai/ l las? -repitieron a cora losseres del bosque-. Ese es un eu' n t o .que tambi' n nos cont'ban a nos'tros


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cu' ndo eramos enan'tos ch' cos. Pero" 1 ' bl'os tros ten mas que ~eso v r pro mas

verdad'ros.K alin in m ir a a su hennana y le

dijo burl6n:-Viste que codas esas histo-

rias que tu lees son patrafias. Nisiquiera los duendes las creen. Ya tedije, esta tarea es para Super Inti.-yigame, senor Super Inti,~c6mo lograremos entrar si J no pode-mos reducir nuestro tarnafio? -pre-gunt6 ir6nica Serena.

La discusi6n hubiese continua-do si Enanisimo Amarillo no hubiesepuesto orden, agregando que el riem-

, po corrla en su contra porque yahabian .perdido definitivamente lasvocales tonicas, y las abiertas arenasestaban a media morir saltando.

Cuando los habitantcs delbosque vieron levantarse a los nifios

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junto a la cama, retrocedieron asusta-dos. Serena tuvo que sacudirse de laspiernas a unos duendes traviesos .q~ele hacian cosquillas, mientras Kalininquiso ver cuantos de esos seres le ca-bian en sus manos. Poniendo ambassabre la cama, los invito a trepar co-mo 1 0 hacia con las chinitas de la suer-te can que jugaba en su jardin algunastardes de primavera. Unas cuantascriaturas de los mas diversos colores yluminosidades sal taron a t interior desus manos y aplaudieron felices.

Serena se asom6 par la ventanade su dormitorio y via como su pro-pia casa se encontraba sabre las copasde los ar bo le s. S e dio cuenta del fraca-so de cualquier intento de sal tar desdealli, dado que una caida desde esa al-tura podda dejarla her ida seriamente.Calculo que la distancia entre la cas apendiendo sobre el arbol y la tierra


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72firme, deberia ser el equivalente a lossiete pisos del edificio deride vivia ela bu elo P on ch ir o,

Super Inti torno a Sli hermana yla cub r io can su capa de rayos solares.

-No temas -Ie dijo, irnitan-do a sus heroes, y volo can ella hastatoear tierra sin que notara mas que unleve cosquilleo en el est6mago, comocuando el ascensor baja sin detenerse. / .en nlngun pISO .

Muchas pruebaspara un solo heroe

A pesar de que Super In ti sesentia segura can sus poderes, aceptolos talismanes que le entrego Enanlsi-mo. E 1 gorra azul que debfa girar tresveces sabre su cabeza y 1 0 trasladariainstantanearnente alejandolo de lospeligros, y un huevo de Curirnon, unave negra que haee colonias en el lega-rna de los rfos, que al estrellarlo anu-laria los poderes magicos de eualquierenemlgo.

Enanisimo Ie s explico clara-mente cual seria el trayecto para llegara la morada sornbria de los Trasgos dela Ignorancia y qu e obsraculos debe-dan veneer para regresar can el Cofre


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Maravilloso de las Vocales y asi entre-gada a tiernpo a la Dama Esmeralda.

-Les advi'rto que antes delleg'r a Tr'sga Ignor'ntia deber'n en-Irent'r a la Bestia Sieteojos, a fa Bru jaEsdrujula, y a la hechic'ra Agramata.Se nos ha inform'do que ella ti'ne elC' fre Maravill'so de las Voc'les y paran'die es un secr'to que Agrarnata es lam's vil de todas las br'jas: conf' nde alos viaj'ros alter'ndoles la gramatica,les desord' na las oraciones, cambiaideas y pal'bras, de manera que n'diese enti'nde con n'die. Eso la haee muyfel'z, si 'lgo puede hacer fel'z a un sertan mal'gno.

Enanisimo concluyo su discur-so , sefialando muy serio:

B ' ) , Y- una su rte, am gos. re-cu'rden: el ti'rnpo si'mpre corre en,nu stra contra.

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El poder del espejocontra la Bestia Sieteojos

No hay aventuras faciles, ,sinembargo, Kalinin y Serena estabanrnuy lejos de imaginarse todo 1 0 queestaba par ocurrirles. Muchas veces sepuso el sol Y volvi6 a salir. A veces 1 0hada desde el oeste y a veces desde ladirecci6n contraria. Sintieron que el.mundo girab a tan rapido que era irn-posible fijar el paso de l tiempo. La sedyel hamhre los agobiaban. Sin embar-go, aillegar a los faldeos de la monta-n a nevada descubrieron una pozadonde el so l derretia la nieve Y latransformaba en agua clara y fresca.Se sentaron a descansar y bebieronhasta saciarse. Ahora venia la diflcil


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ascension a la cumbre del volcan don-de encontra rian a la Bestia Sieteo jos, aquien deberian derrotar.

-Yo n o le temo a nada ni anadie -dijo Super Inti, cuando Sere-na Ie rnenciono que estaba asustada.

Inmensa fue la sorpresa cuan-do ascendian y la montafia empezo 'arnoverse como si ftiera un animal quese sacudiera los bichos que I emolestan. Enrollado alrededor de lacadena montafiosa descansaba en unletargo plac ido , e l g igante Arabescoqu e acababa de endilgarse la colec-cion cornpleta de la Historia delBosque en doscientos volumenes,primera edicion, papel biblia, canilustraciones de Dore.

Entre bostezos y suspires desatisfacci6n, el gigante hizo silbar alviento y arrno una corriente tibiaque traslado a los hennanos hasta La

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cumbre, donde la Bestia dormia cansus siete ojos abiertos.En cuanto lo s vio aparecer en

su campo visual, el mons t ruo ~e .pre-par6 a un festfn de S erena y Ka!lnln, aquienes ya vela alifiados al manco consalsa de guayabas y fritos de deditosde jnurcielago soltero. Alzando unade sus garras, atrap6 al nino que pare-cia un mufieco de trapo 0 un therebamboleado de aqui para a H a y de a l i apara aca, a una al tura que por mo-mentos 1 0 hada desaparecer entre lasnu bes del c ielo.

Serena se escondi6 detras dela garra de la bestia. Cuando vio a suhermano elevado en la s alturas, tuvola buena idea de buscar en su rno-chila el e spejo re don do que siemprellevaba consigo, porque no salia aninguna parte sin mirarse primero alespeJo.


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La bestia rugia como mons-truo que se precie de tal y acercaba aKalinin hasta su bocota para darleunas probaditas antes de cocinarlo.Pero no 1 0 lograria jamas. Serenatorno su espejo, que s610 tenia elpoder de reflejar , y fue moviendolo endirecci6n a cada uno de los ojos de laBestia, que al guedar ciega y dolorida,solto a Kalinin desde las alturas.

Lo que nadie se imagine fueque la capa de Super Inti Ie perrniti-ria el mejor de los vuelos, donde ade-mas aprovecho de planear, mover lo sbrazos imitando a lo s pajaros y hastale alcanzo el entusiasmo para clarsevolrereras en el aire, porque estabaseguro de que nunea tendrfa otraoportunidad como esra para volartanto.

AI toear tierra, abrazo a su her-mana y le dijo con tone de reproche:

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-;Por que no me habfas con-._ + , .tado antes que tenias un espejo magl-, ';:'co para cegar besnas. .

-Pero si es s610 el espeJocom lin y corriente que sie rn pre lle voconmiga en la mochila -insisti6 ella,pero no logro conveneer a su herma-no en 1 0 absoluto.


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El acertijo de la Bruja Esdnijula

Al pareeer las cosas se estabandando bien. Habiendo dejado a labestia fuera de cornbate, iniciaron eldescenso al interior del volcano Sinembargo, la segunda noche sintieronhambre y Serena partie la ultimamanzana que Ies quedaba. Cual noseria su sorpresa al ver que a cadamordisco que le daban a su mitadrespectiva, no disminuia el tamafio dela fruta. Ya sin hambre, continuaronpar el desfiladero ardiente, dispuestosa seguir al pie de la letra las instruc-ciones de Enanisimo y la recornenda-cion fundamental de no rnirar haciaabajo, porque podrian caer al abismo.

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.Exactamente cuando termina-ba el~t~l"cero de los dias, les ' s a l i 6 alJI .encuehtro la Bruja Esdrujula, colec-cionista de esdrujulas y brujulas. Erahorripilante, en' verdad. Tenia Ip sojos como ruedas de molino y la l e n -gua le colgaba como un meda1l6nhasta el pecho....-iQue vieja mas fea! -dijoKalinin sin po der reprim ir su horrorni medir las consecuencias de sus pa-labras, que llegaron a los oidos de la

>' /hr~ja. .-Vieja feasera til abuela-Ie

dijo la bruja., .. -Kalinin, dejame a. mi el

, asunto de resolver el acertijo, ya que.' esa es mi especialidad. Adernas, yo se

tratar a damas tan distinguidas comola senora Esdnijula -dijo Serena tra-tando de ser 1 0 mas convincente posi-ble y agreg6-: ~Le han dicho, senora


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Esdrujula, que tiene unos bellos y ex-presivos ojos y que se nota a la 1eguaque es una persona rouy observadora?

. La bruja se sinrio halagada yabn6 aun mas los ojos para que Kali-nin pudiera apreciarlos. Se rasco Laoreja y tras concentrarse lanz6 la pre-gunta:

-Veamos que tan lisra es estasenorita y si me responde este acerti-jo : ~Cual es el animal qu e en la rna-drugada camina en cuatro pies; almediodta, en dos, y al atardecer, entres? j]a!, aqui sf que lo s pille -ter-rnin6 de decir fa Bruja, sintiendosetriunfadora.. ,Sin embargo, Serena respondi6

SIn vacilar siquiera:-E1 unico animal que en la

madrugada camina en cuatro pies; almediodia, en dos; y al arardecer, entres, es el hombre.

83De pronto, la hasta entonees

horripilante b ru ja E sd ru ju la se con-virtio en una bella joven que lesagradeci6, porque al resolver el acer-tijo habian roto el hechizo en que seencontraba desde tiernpos inmerno-r iales, cuando habia rechazado lapropuesta de matrimonio que lehiciera un horrible y malvado brujo.

-~C6moadivinaste el acerti-jo?-Ie pregunt6 Kalinin.

-En realidad, cualquiera queha leido siquiera un poco sabe -con-testa Serena recalcando las u l timaspalabras con tono de expena en lamateria- que la bruja Esdrujula nopregunt6 n ad a origin al, porque escera el acertijo que le plante6 la esfingea Edipo en la clasica tragedia griega.


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\E l rescate del cofre

Aunque todo iba muy bien,una seguidilla de aetas" fallidos vdesas:res de la naturaleza echara~por tierra tanto magias como buenasintenciones. E 1 gorfo azul se les vo-1 6 cuando sobrevino una su b itatormenta, el huevo de Cur i rnon sequebro cuando rodaron POt e l d esfi-ladera y , asf, Kalinin y Serena queda-ron abandonados a su propia suerteHenos de rasD1illaduras, heridas ycototos, .

Averiados del cuerpo y asusta-do~ del alma, despertaron entre lashojas secas al pie de un arbol cuyotroneo negro era un nido de cuervos

85y patos yeea. Habian llegado a TrasgaIgnorantia.

Lo que nadie sabia era que diasantes, la hechicera Agd.mata habiasostenido una lucha feroz con Arabes-co quien, para ayudar a los j6venesheroes, Ie habia comido todas las esesal final de las palabras a la bruja. A S Ila hechicera habia quedado bastantedebilitada y no podria negarse a la pe-tici6n que los nifios le harlan.

-Asi que estoh son loh nifiohque vienen a quitarrne el cafre de lahvocaleh, ah. Ya pueh, aquf estoy espe-randoloh,Como Enanisimo Ies habiaindicado, ellos deberfan hacer que lahechicera repitiera tres veees untrabalenguas. Kalinin argument6 quesegura que a la vieja fea se le trababa lalengua can es e del rey de Consranrinoplaque queria desconsrantinopolizarse,


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porque era de lo s mas diffciles queensefiaban en el colegio. Sin embar-go, Serena, que habia advertido ladesventaja en que se encontrabaAgramata al no poder pronunciar laseses al final de las palabras, ca.nbio laestrategia y Ie pidi6 que repitiera tresveees el siguiente trabalenguas:

Paco compra poeas copas ycomo poeas copas eompra Pace, poeascopas paga.

Si Agramata pens6 siquiera en.oponerse a la peticion nunea 1 0 sabre-I " f l O S , ya que repitio con voz debil perobastan te fidelidad la frase.

-Paeo eompra pocah eopah ycomo pocah eopah eompra Paco,pocah copah paga.

Cuando 1 0 reperfa por terceravez, Agramata ernpezo a desaparecer.jamas iba a poder pronunciar las esesporque se las habfa tragado Arabesco.

~ .....,....._~ _" -. __ H - --~~__ ._._-,'__ ._ - ...._ .. _ ... - . _ - --- ---


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S610 entonees los nifios entra-ron a la cueva de la hechieera. AU ffueron deslumbrados por los tesorosqu e enconrraron. Frente a sus ojos sedesplegaban, la s primeras palabrasque se usaron en el mundo paranombrarlo y eomuniearse entre laspersonas. En un arcori de madera desandalo perfumada estaban los jerogli-ficas desaparecidos, la piedra Roseta,las Tablas de la Ley, lo s papiros delMar Muerro, los paemas de Quevedoy el Acta de Fundac i6 n del Universoque' habia dictado el Mago de Todoslos Tiempos Verbales.

En un rincon, al interior de lacavern a, el Cofre Maravilloso de las Vo-cales relumbraba como estrella. Serena1 0 mira largamente antes de tomar en-tre sus manos esc objeto sagrado.

Al abrir la tapa via a las vocalesamordazadas y agonicas, Las ramo

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una a una, les quito las ataduras, lasabrig6 y les dio carifio; despues las cu-brio de palabras dukes hasta que elIasempezaron a revivir y pudieron entraren un placido suefio reparador que lasdevolveria a la vida.

. Los trasgas, en tanto, muertosde miedo al ver que los nifios habianlogrado su cometido, se escondieron einrnovilizaron haciendose pasar parpiedras, temerosos de que Super Inti ySerena lo s fueran a apresar. Par ella,cuando los seres del bosque les pre-guntaron .qu e hicieron los trasgoscuando elIo s se apoderaron del cofre,los nirios repararon en el hecho de... ~que T Il slq ule ra vie ro n a uno.


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Amuletos para el regreso a casa

~Quien se 1 0 iba a im aginar?Super Inti tomando el te con la DamaEsmeralda. Ella miraba emocionada aeste nino valiente que habia logradorecuperar el Cafre de las Voeales y sal-var el Bosque del Lenguaje Eneantado.

En la saia contigua, Serena,orgullosa de su hermano, Ies eontabaa las hijas eristalinas de la redaccion,todas las travesuras de Kalinin ...perd6n, de Super Inti cuando era chico.

Todo 1 0 que pudieron haberconversado Kalinin y la Dama Esme-ralda qued6 en el mas absoluto secre-ta, porque no hubo ningun testigoque pudiera informarlo. Sin embargo,

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< segun relatan los cronistas, hubo unpacta de alianza perpetua entre elmundo rnagico y el mundo humano.Asunto que estara por verse.

La Dama Esmeralda acornpa-fio a los nifios hasta los limites de sureino. No se cansaba de alabar a Kali-nin par su valencia y a Serena par suingenio y sus conocimientos que leshabian perrni t ido obrener el exito enla misi6n. Antes de partir, la Dama seacerco a Serena, la bes6 en la frente, laFe lic ite por ser buena hermana mayory 1e enrreg6 un libro de tapas gruesasv azules,J -Esto es para ti, Serena.

Despues, se dirigi6 a Kalinin yle ofrecio pedir 1 0 que quisiera llevarse.

-Creo que 1 0 que mas necesi-to es Paeiencia. A veces mis papas seponen muy dificiles y yo me enojotanto que no se que hacer can tanta


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rabia que me da -dijo Kalin in , unpoco incornodo de revelar un senti-miento tan secreto.

-Aqui esta enronces 1 0 queneeesitas -dijo la reina, entregandoleuna hermosa caja de sandalo->. Estaeaja guarda la Paciencia, que es larnaestra de la paz. Cuanda estes muyenojado, busca esta eaja y abrela, Ellate dara la tranquilidad que req uierespara saber qu e haeer.

-Cuidado con perderla -Ieadvirtio Serena ir6nicamente-. Eso, . ,Sl que sena grave.

Todos rieron ante la ocurren-cia de Serena, menos Super Inti que lesae6 la lengua a su hermana, mientrashadan los ultimos preparatives para elregreso.

Antes de partir, Arabesco y laAnalfabruja se despidieron de los ni-nos. Les dieron un gran abrazo y la

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bruja prornetio qu e de ahara en ade-lante 5610 se presentada en los .sueilosde Kalinin para ayudar a Super Inti ensus aventuras. Arabesco tambien pro-meti6 seguir colaborando.

Inrnediatamenre, la Dama Es-meralda junto a todos sus subditosacompafiaron a los hermanos hasta lo sabedules mas antiguos, donde estabainstalada la easa sobre el arbol,

EI hada de los gritos y los susu-rros, que debe su nombre a que todo1 0 consigue por las buenas 0 por la smalas, hizo venir al Duende de losHuraeanes para que se pusiera asoplar y provocara una tormentacomo la que trajo a los nifios hasta elBosque del Lenguaje Eneantado y aSIpudieran regresar.

Una vez en e 1 interior de la ca-sa voladora, Serena curaba las rodillasde Kalinin de las rasmilladuras que se


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habia heeho en uno de sus aterrizajesy este, a su vez, secaba las lagrimas delos ojos de su hermana que no desea-ba abandonar el Bosque del LenguajeEncantado.

Serena y Kalinin mirarondesconcertados por una de las venta-nas de Ia casa: pudieron ver al hadaeon dulce mirada de hojas verdes quelos dcspedia agitando pafiuelos depetalos, plumas de tiernpos azules yrayos de lunas inmemoriales. En esemomenta, nuevamenre smneron untrueno descomunal que hizo crujirtoda la easa como si se [uera a destro-zar, mientras la lluvia golpeaba fuerte-mente puertas y ventanas ...

Kalinin sigue sofiando

Cuando los padres llegaron deltrabajo, encontraron a Kalinin y a Sere-na profundamente dorrnidos, y tapadoscan el plumon en la cama de Serena.

-jLlegamos nifios, levantenseque es hora de cenar!

-Estaba sofiando con la Anal-fabruja... -conto confundido a suspadres Kalinin,-Mala sefial _. Ie respondioIa mama, mientras iba a porrer lamesa-s- . Y pear todavia que se te ha-ya ocurrido contarlo antes de cenar-termin6 de decir la mama, can lavoz que pone siempre cuando estapreocupada.


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Cada vez que Kalinin sofiabacon la Analfabruja, algo muy maloocurria. Por eso, cuando Kalinin de-cia: sane can la Analfabruja: rodos1 0 hadan callar.

-iVa, nifios! Sientense rapidoque se haee tarde y manana sf que vanal colegio, a pesar de que esta lluviano cesa -dijo la mama, mientras co-rria de un lado para otto en la cocina.

Adormilados y confuses, losnifios miraron par la ventana. E1 cielose daba vueltas de carambolas parasoltar el agua que caia a torrentes.

-La culpaes de tu suefio -Iedijo Serena a su herrnano, mientras lecerraba un ojo y escondia e 1 gran libroazul titulado A ue ntu ra s d e 5 1 t p e r Inti yAnalfabruja . Kalinin, par su parte,acariciaba una pequefia caja de made-ra de sandalo y sonreia.

Y aunque no paso par ningun


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zapatlto roto, sino par los taconesdor~dos de Ia Anal fabru ja , siempre esposible qu e en un suefio puedacontarte otto.

I"NDICE

Los su e nos de Ka lin in ,. " ................ 9La lluvia que no cesa 15El verde bosque del lenguaje 21E1 Cof re Maravilloso de la sVoc ales...............................................................6El bosque en pelig ro 28~D ijeron A nalfabru ja? 31L os tr as go s, la Anal fabru jay el robo del c afre 32La D ama Esmeralda ensu p risi6 n de joya verde 39U na c asa so br e lo s ab ed ules ............ 43Despier ta el gigante Arabescoy e 1 re ino dei lu gar cornun 48Las mctamortosls del arnor 5 3Una mision para Super In ti .. .. .. .. .. .. 58


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Un encuentro sorprendenre........... 63Duendes en ellibroy nifios en el bosque 6 9M u chas pru ebaspara un solo he roe. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . 73E l p o d e r d e l espejocon tra la Bestia Sieteo jos 75EI acertijo de la Bru jaE s d r u j u l a . . . . . . . . . .. . . . . . . .. . . . . . . .. . . . . . . . .. . . . . . . .. . . . . . . .. . . . . . . .. 80El rescate del cafre 84Amuletos parael regreso a casa 90Kal in in s igue sof iando .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..95


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Las Aventuras de Super Inti y Analfabruja

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