José de San Martín Felipe Pigna

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José de San Martín Felipe Pigna (1778-1850)  José Francisco de San Martín nació en Yapeyú, hoy provincia de Corrientes, un 25 de febrero de 1778. Yapeyú había sido fundada en febrero de 1627 por los  Jesuitas y se transformó con el tiempo en el más importante centro ganadero del Río de la Plata, famoso sus zapaterías cuyos productos eran exportados a Chile y Perú. También se producían ahí diversos instrumentos musicales de gran calidad. Todo esto decayó con la expulsión de los jesuitas en 1767, pero Yapeyú siguió siendo una ciudad importante dentro de la estrategia española para estas tierras. Así fue como el gobernador de Buenos Aires, Bucarelli, encomendó al Capitán don Juan de San Martín el cargo de teniente gobernador de Yapeyú en 1774. Allí se instaló don Juan con su mujer, Gregoria Matorras, y sus hijos María Elena, Juan Fermín y Manuel Tadeo. Poco después nacerán Justo Rufino y el menor de la familia, José Francisco, quien pronto comenzó a ser

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  • Jos de San Martn Felipe Pigna (1778-1850) Jos Francisco de San Martn naci en Yapey, hoy provincia de Corrientes, un 25 de febrero de 1778. Yapey haba sido fundada en febrero de 1627 por los Jesuitas y se transform con el tiempo en el ms importante centro ganadero del Ro de la Plata, famoso sus zapateras cuyos productos eran exportados a Chile y Per. Tambin se producan ah diversos instrumentos musicales de gran calidad. Todo esto decay con la expulsin de los jesuitas en 1767, pero Yapey sigui siendo una ciudad importante dentro de la estrategia espaola para estas tierras. As fue como el gobernador de Buenos Aires, Bucarelli, encomend al Capitn don Juan de San Martn el cargo de teniente gobernador de Yapey en 1774. All se instal don Juan con su mujer, Gregoria Matorras, y sus hijos Mara Elena, Juan Fermn y Manuel Tadeo. Poco despus nacern Justo Rufino y el menor de la familia, Jos Francisco, quien pronto comenz a ser

  • cuidado por una niera india, Juana Cristaldo que segn doa Gregoria, lo consenta demasiado. Cuando Jos tena apenas tres aos, toda la familia debi abandonar Yapey y trasladarse a Buenos Aires. El virrey Vrtiz le orden a Don Juan hacerse cargo de la instruccin de los oficiales del batalln de voluntarios espaoles. Los San Martn vivirn en la capital del virreinato hasta fines de 1783, cuando fue aceptado el pedido de Don Juan para regresar a Espaa. Se le encarg la direccin de un regimiento en Mlaga y all se instal la familia. Jos, que tena por entonces ocho aos, se supone que estudi en el Seminario de Nobles de Madrid. All aprendi latn, francs, castellano, dibujo, potica, retrica, esgrima, baile, matemticas, historia y geografa. En 1789, a los once aos ingres como cadete al regimiento de Murcia y en poco tiempo ya tomar parte activa en numerosos combates en Espaa y en el Norte de frica. Entre 1793 y 1795 durante la guerra entre Espaa y Francia, el joven San Martn tuvo una actuacin destacada en todos los combates en los que particip, y ascendi rpidamente en sus grados militares hasta llegar al de segundo teniente. En la guerra contra las fuerzas napolenicas y ya con el grado de Teniente Coronel, fue condecorado con la medalla de oro por su heroica

  • actuacin en la batalla de Bailn el 19 de julio de 1808 El joven Jos no olvidaba sus orgenes americanos y estaba muy al tanto de los sucesos del Ro de la Plata. Al enterarse de los hechos de mayo de 1810, decidi pedir el retiro del ejrcito espaol para poner sus conocimientos y experiencia al servicio de la naciente revolucin americana. Haba tomado contacto en Espaa con crculos liberales y revolucionarios que vean con simpata la lucha por la emancipacin americana. Sali de Cdiz para Londres el 14 de septiembre de 1811. Londres ya era por entonces la gran capital de la Revolucin Industrial a cuya sombra florecan las ideas liberales, ante todo en lo econmico, pero tambin en lo poltico. All prosperaban los grupos revolucionarios como la "Gran Hermandad Americana", una logia fundada por Francisco de Miranda, un patriota venezolano que se propona liberar Amrica con la ayuda financiera de los ingleses. Durante sus cuatro meses de estada en Londres, San Martn tomar contacto con los miembros de la "Hermandad", sobre todo con Andrs Bello y con personas vinculadas al gobierno britnico, como James Duff y Sir Charles Stuart, quienes le hacen conocer el plan Maitland. El plan, un manuscrito de 47 pginas,

  • haba sido elaborado por el general ingls Thomas Maitland en 1800 y aconsejaba tomar Lima a travs de Chile por va martima. San Martn tendr muy en cuenta las ideas del militar ingls en su campaa libertadora. Finalmente en enero de 1812 San Martn emprende el regreso a su tierra natal a bordo de la fragata inglesa George Canning. Yo serv en el ejrcito espaol desde la edad de trece a treinta y cuatro aos, hasta el grado de teniente coronel de caballera. En una reunin de americanos en Cdiz, sabedores de los primeros movimientos de Caracas, Buenos Aires, etc., resolvimos regresar cada uno al pas de nuestro nacimiento a fin de prestarle nuestro servicio en la lucha." Jos de San Martn. A poco de llegar San Martn a Buenos Aires, logr que se le respetara su grado militar de Teniente Coronel y que se le encomendara la creacin de un regimiento para custodiar las costas del Paran, asoladas por los ataques de los espaoles de Montevideo. As naci el regimiento de Granaderos a Caballo. El propio San Martn disear los uniformes y las insignias del nuevo cuerpo militar que se instala en el Retiro. La situacin poltica en Buenos Aires era complicada, gobernaba el Primer Triunvirato integrado por Feliciano Chiclana,

  • Manuel de Sarratea y Juan Jos Paso. Pero el verdadero poder estaba en manos del secretario de gobierno, Bernardino Rivadavia, que vena desarrollando una poltica muy centralista que desoa todos los reclamos del interior, cada vez ms perjudicado por la poltica econmica de Buenos Aires que fomentaba el libre comercio y mantena un manejo exclusivo del puerto y de la aduana. A poco de llegar, San Martn entr en contacto con los grupos opositores al Triunvirato, encabezados por la Sociedad Patritica fundada por Bernardo de Monteagudo, y cre, junto a su compaero de viaje Carlos de Alvear, la Logia Lautaro, una sociedad secreta cuyos objetivos principales eran la Independencia y la Constitucin Republicana. San Martn y sus compaeros se decidieron a actuar y el 8 octubre de 1812 marcharon con sus tropas, incluidos los granaderos, hacia la Plaza de la Victoria (actual Plaza de Mayo) y exigieron la renuncia de los triunviros en un documento redactado por San Martn que conclua diciendo: "...no siempre estn las tropas para sostener gobiernos tirnicos". Fue designado un segundo triunvirato afn a la Logia y a la Sociedad

  • Patritica integrado por Juan Jos Paso, Nicols Rodrguez Pea y Antonio lvarez Jonte. Don Jos se haca tiempo tambin para la diversin y poco a poco fue tenido en cuenta en las selectas listas de invitados de las tertulias porteas. La ms famosa y agradable, segn cuentan, era la de Don Antonio Escalada y su esposa Tomasa, en la que sus hijas, Remedios y Nieves, no perdan de vista a ningn nuevo visitante. Por all pas Don Jos y surgi el romance con Remedios. Poco despus, el 12 de noviembre de 1812 se casaron. l tena 34 aos y ella 15. El 3 de febrero de 1813 los Granaderos de San Martn entraban por primera vez en combate frente al Convento de San Lorenzo, en Santa Fe. El triunfo fue total y el prestigio del ahora coronel San Martn creca sin cesar. Fue as que en 1814 se le encomend el mando del ejrcito del Norte en reemplazo del General Belgrano. San Martn acept el cargo pero hizo saber a las autoridades que sera intil insistir por la va del Alto Per y que se retirara a Crdoba para reponerse de los dolores causados por su lcera estomacal y terminar de delinear las bases de su nueva estrategia militar consistente en cruzar la cordillera, liberar a

  • Chile y de all marchar por barco para tomar el bastin realista de Lima. Repuesto parcialmente de sus males, pero con el plan terminado y aprobado, logr ser nombrado gobernador de Cuyo. En Mendoza comenz los preparativos para su ambicioso plan sin descuidar las tareas de gobierno. Foment la educacin, la agricultura y la industria y cre un sistema impositivo igualitario cuidando que pagaran ms los que ms tenan. Todo el pueblo cuyano colabor segn sus posibilidades para armar y aprovisionar al Ejrcito de los Andes. El propio gobernador dio el ejemplo reduciendo su propio sueldo a la mitad. San Martn debi enfrentar en Cuyo la oposicin la oposicin de los hermanos Carreras, exiliados chilenos que haban abandonado su pas tras la derrota de Rancagua. Uno de ellos, Jos Miguel haba sido presidente de la Junta de Gobierno de Chile en 1814 y se opona a la alianza de O'Higgins con San Martn. Los tres hermanos terminaron involucrndose en las guerras civiles argentinas y murieron fusilados. El 24 de marzo se rene el Congreso en Tucumn. San

  • Martn, preocupado por la demora en sancionar la independencia dirige una carta al diputado por Cuyo, Godoy Cruz. "Hasta cundo esperaremos para declarar nuestra independencia? No es cosa bien ridcula acuar moneda, tener el pabelln y escarapela nacional y, por ltimo, hacer la guerra al soberano de quien se dice dependemos, y permanecer a pupilo de los enemigos?" El 16 de agosto de 1816, naci Mercedes Tomasa de San Martn, la nica hija de la pareja. A principios de 1817 comenz el heroico cruce de los Andes. "Compaeros del Ejrcito de los Andes: La guerra se la tenemos que hacer como podamos: si no tenemos dinero; carne y tabaco no nos tiene que faltar. Cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con la bayetilla que nos tejan nuestras mujeres y si no andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios, seamos libres y lo dems no importa. Compaeros, juremos no dejar las armas de la mano hasta ver el pas enteramente libre, o morir con ellas como hombres de coraje.", Jos de San Martn. Durante muchos tramos San Martn debi ser

  • trasladado en camilla debido a los terribles dolores provocados por la lcera. A poco de cruzar los Andes, el 12 de febrero de 1817, las fuerzas patriotas derrotan a los espaoles en la cuesta de Chacabuco, iniciando de esa forma la independencia de Chile. El 19 de marzo del ao siguiente las fuerzas patriotas sufrieron una derrota en Cancha Rayada. Afortunadamente el General Las Heras logr salvar a su cuerpo y en base a estos hombres pudo reorganizarse un ejrcito de 5.000 hombres y vencer definitivamente a los realistas en Maip el 5 de abril de 1818. Pocos das despus de Maip, San Martn volvi a cruzar la cordillera rumbo a Buenos Aires para solicitar ayuda al gobierno del Directorio para la ltima etapa de su campaa libertadora: el ataque martimo contra el bastin realista de Lima. Obtiene la promesa de una ayuda de 500.000 pesos para su plan limeo de los que slo llegarn efectivamente 300.000. San Martn regres a Chile, donde obtuvo la ayuda financiera del gobierno y arm una escuadra que quedar al mando del marino escocs Lord Cochrane.

  • Mientras tanto, en Buenos Aires las cosas se complican. Pueyrredn propicia la invasin portuguesa de la Banda Oriental para combatir a Artigas y le ordena a San Martn que baje con su ejrcito y encabece la represin de los orientales. San Martn se niega y le aclara que "el general San Martn jams desenvainar su espada para derramar sangre de hermanos". El 20 de agosto de 1820 parti desde el puerto chileno de Valparaso la expedicin libertadora. La escuadra estaba formada por 24 buques y conduca a unos 4.800 soldados. El 12 de septiembre la flota fonde frente al puerto peruano de Pisco. Una divisin al mando del General Arenales se dirigi hacia el interior del Per con el objetivo de sublevar a la poblacin y obtuvo la importante victoria de Pasco el 6 de diciembre de 1820. Por su parte San Martn orden bloquear el puerto de Lima. As, el virrey De la Serna se vio acosado por todos los flancos y debi rendirse el 10 de julio de 1821. Ese da entr victorioso el general San Martn a la capital virreinal. El 28 de julio de 1821 San Martn declar la independencia del Per. Se form un gobierno independiente que nombr a San Martn con el ttulo

  • de Protector del Per, con plena autoridad civil y militar. En un principio el general se haba negado a aceptar el cargo, pero el clamor popular y los consejos de su amigo y secretario, Bernardo de Monteagudo, le hicieron recordar que el peligro realista no haba desaparecido, que las fuerzas del virrey se estaban reorganizando en los cuatro puntos cardinales del Per y que por lo tanto su presencia se haca imprescindible para terminar definitivamente con el dominio espaol. San Martn aboli la esclavitud y los servicios personales (mita y yanaconazgo), garantiz la libertad de imprenta y de culto, cre escuelas y la biblioteca pblica de Lima. Debi enfrentar graves dificultades financieras, lo que cre entre la poblacin un creciente descontento. Pese a las dificultades San Martn pudo controlar la situacin y lograr la rendicin de los realistas del Sur y del Centro del Per. Mientras San Martn llevaba adelante su campaa desde el Sur el patriota venezolano Simn Bolvar, lo vena haciendo desde el Norte. El general Sucre, lugarteniente de Bolvar, solicit ayuda a San Martn para su campaa en Ecuador. El general argentino le envi 1600 soldados que participaron victoriosamente

  • en los combates de Riobamba y Pichincha, que garantizaron la rendicin de Quito. Finalmente los dos libertadores decidieron reunirse. La famosa entrevista de Guayaquil, en Ecuador, se realiz entre los das 26 y 27 de julio de 1822. Haba entre ellos diferencias polticas y militares. Mientras San Martn era partidario de que cada pueblo liberado decidiera con libertad su futuro, Bolvar estaba interesado en controlar personalmente la evolucin poltica de las nuevas repblicas. El otro tema polmico fue quin conducira el nuevo ejrcito libertador que resultara de la unin de las tropas comandadas por ambos. San Martn propuso que lo dirigiera Bolvar pero ste dijo que nunca podra tener a un general de la calidad y capacidad de San Martn como subordinado. El general argentino tom entonces una drstica decisin: retirarse de todos sus cargos, dejarle sus tropas a Bolvar y regresar a su pas. Tras la entrevista de Guayaquil San Martn regres a Lima y renunci a su cargo de Protector del Per. "La presencia de un militar afortunado, por ms desprendimiento que tenga es temible a los estados que de nuevo se constituyen. Por otra parte ya estoy aburrido de or decir que quiero hacerme soberano. Sin

  • embargo siempre estar a hacer el ltimo sacrificio por la libertad del pas, pero en clase de simple particular y no ms. En cuanto a mi conducta pblica mis compatriotas dividirn sus opiniones; los hijos de stos darn el verdadero fallo." Parti luego rumbo a Chile donde permaneci hasta enero de 1823. Cruz por ltima vez los Andes, estuvo unos das en Mendoza y pidi autorizacin para entrar en Buenos Aires para poder ver a su esposa, que estaba gravemente enferma. Rivadavia, ministro de gobierno del gobernador Martn Rodrguez, le neg el permiso argumentando que no estaban dadas las condiciones de seguridad para que San Martn entrara a la ciudad. En realidad Rivadavia, que siempre le haba negado cualquier tipo de ayuda a San Martn, tema que el general entrase en contacto con los federales del Litoral. El gobernador de Santa Fe, Estanislao Lpez, le envi una carta advirtindole que el gobierno de Buenos Aires esperaba su llegada para someterlo a un juicio por haber desobedecido las rdenes de reprimir a los federales y le ofreci marchar con sus tropas sobre Buenos Aires si se llegara a producir tan absurdo e injusto juicio. San Martn le agradeci a Lpez su advertencia pero le dijo que no quera ms

  • derramamiento de sangre. Ante el agravamiento de la salud de Remedios, pese a las amenazas, San Martn decidi viajar igual a Buenos Aires pero lamentablemente lleg tarde. Su esposa ya haba muerto sin que l pudiera compartir al menos sus ltimos momentos. Difamado y amenazado por el gobierno unitario, San Martn decidi abandonar el pas en compaa de su pequea hija Mercedes rumbo a Europa. Merceditas tena siete aos y recin ahora conocera de verdad a su padre. San Martn comenta en una carta a su entraable amigo Toms Guido: "Cada da me felicito ms y ms de m decisin de haberla conducido a Mercedes conmigo a Europa y arrancado del lado de doa Tomasa (su suegra). Esta amable seora con el excesivo cario que le tena me la haba resabiado, como dicen los paisanos, en trminos que era un diablotn...". En 1825 redacta las famosas mximas, una serie de recomendaciones para su educacin en caso de que l no estuviera a su lado. All le aconseja el amor a la verdad, la tolerancia religiosa, la solidaridad y la dulzura con los pobres, criados y ancianos; amor al aseo y desprecio al lujo. Tras pasar brevemente por Londres, San Martn y su hijita se instalaron en Bruselas. En 1824 pasan a Pars para que Mercedes complete sus estudios.

  • San Martn atravesaba en Europa una difcil situacin econmica. Del gobierno argentino no poda esperar nada y ni el Per ni Chile le pagaban regularmente los sueldos que le correspondan como general retirado. Viva de la escasa renta que le produca el alquiler de una casa en Buenos Aires y de la ayuda de algunos amigos, como el banquero Alejandro Aguado que lo ayud para poder comprar su casa de Grand Bourg. Pero el general segua interesado e inquieto por la situacin de su pas. En febrero de 1829 llega al puerto de Buenos Aires pero no desembarca. Se entera del derrocamiento del gobernador Dorrego y de su trgico fusilamiento a manos de los unitarios de Lavalle. Muchos oficiales le envan cartas a su barco y lo van a visitar con la intencin de que se haga cargo del poder. San Martn se niega porque piensa que tome el partido que tome tendr que derramar sangre argentina y no est dispuesto a eso. Triste y decepcionado decide regresar. Pasa unos meses en Montevideo y finalmente retorna a Francia. En 1832 una epidemia de clera asol Francia. San Martn y su hija Mercedes, fueron afectados por esa grave enfermedad. Los trat un mdico argentino, Mariano Balcarce, hijo de un viejo

  • amigo y camarada de armas de San Martn, el general Antonio Balcarce, vencedor de Suipacha. Mariano atendi durante meses a los San Martn, aunque podra decirse que sobre todo prest mucha atencin a Mercedes. Pero la cosa fue mutua y el 13 de diciembre de 1832 Mariano Balcarce y Mercedes de San Martn se casaron y se fueron de luna de miel a Buenos Aires. En 1838, durante el gobierno de Rosas, los franceses bloquearon el puerto de Buenos Aires. Inmediatamente Jos de San Martn le escribi a don Juan Manuel ofrecindole sus servicios militares. Rosas agradeci el gesto y le contest que podan ser tan tiles como sus servicios militares las gestiones diplomticas que pudiera realizar ante los gobiernos de Francia e Inglaterra. Al enterarse del bravo combate de la vuelta de Obligado, el 20 de noviembre de 1845, cuando los criollos enfrentaron corajudamente a la escuadra anglo-francesa, San Martn volvi a escribirle a Rosas y a expresarle sus respetos y felicitaciones: "Ahora los gringos sabrn que los criollos no somos empanadas que se comen as noms sin ningn trabajo". San Martn para ese entonces estaba muy enfermo. Sufra asma, reuma, lceras y estaba casi ciego. Su

  • estado de salud se fue agravando hasta que falleci el 17 de agosto de 1850. En su testamento peda que su sable fuera entregado a Rosas "por la firmeza con que sostuvo el honor de la repblica contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla" y que su corazn descansara en Buenos Aires. Esta ltima voluntad se cumpli en 1880, cuando el presidente Avellaneda recibi los restos del libertador. San Martn y la poltica Autor: Felipe Pigna. En marzo de 1812 Jos de San Martn lleg a Buenos Aires. El Triunvirato pronto le encomend la creacin de un cuerpo de Granaderos a Caballo, reconocindole el grado de teniente coronel. Tal designacin tena por finalidad dotar a la revolucin de una fuerza de caballera eficiente, capaz de defender las costas del ro Paran, que sufran los ataques realistas provenientes de Montevideo. Dedicado a formar esta nueva unidad en todos sus detalles (hasta en el diseo de sus uniformes

  • e insignias), San Martn no dejaba de asistir a las reuniones clandestinas de la Logia (que por razones de seguridad se realizaban en distintas casas particulares) y de inquietarse ante el panorama poltico porteo. En el Triunvirato, la voz cantante era llevada por Rivadavia, secretario de Gobierno y Guerra, en compaa de Juan Martn de Pueyrredn, sustituto provisorio de Manuel de Sarratea, quien haba sido enviado a la Banda Oriental para disciplinar a Jos Artigas, y Feliciano Chiclana, el nico integrante original del gobierno que segua en funciones. La poltica centralista de Rivadavia, en provecho de los intereses porteos ligados al libre comercio y el manejo de la aduana, estaba perjudicando a las economas regionales del interior, donde se levantaban reclamos desodos por el gobierno central. Pero lo que ms inquietaba a los miembros de la Logia era la renuencia del Triunvirato a dar nuevo impulso a la lucha emancipadora. La estrategia oficial (si es que puede llamarse as) consista en ceder terreno ante el embate de las fuerzas realistas. En octubre de 1812, la Logia decidi participar en las elecciones que deban definir un reemplazante

  • definitivo de Sarratea. El candidato de los hermanos no poda ser ms irritativo para el gobierno: Monteagudo, que para colmo llevaba las de ganar. El Triunvirato, en un anticipo escandaloso de los tiempos fraudulentos, anul la eleccin y pretendi poner a dedo a su propio candidato. Para completar el clima antigubernamental, por esos das lleg a Buenos Aires la noticia de que Belgrano, en contra de las rdenes recibidas, haba decidido presentar batalla a los realistas en Tucumn y haba logrado la mayor victoria militar obtenida por los patriotas hasta ese momento. As las cosas, el 8 de octubre, San Martn llev a sus granaderos hasta la Plaza de la Victoria (la parte de la actual Plaza de Mayo frente a la Casa Rosada), actuando de manera coordinada con otras unidades militares sumadas al movimiento. Su reclamo era claro: la renuncia de los triunviros. Es muy significativo el texto del manifiesto que dieron a conocer los lderes del movimiento, en cuya redaccin tuvo activa participacin San Martn. Su frase final convendra ponerla en lugar bien visible en todas las unidades militares argentinas. Deca que se haban movilizado para proteger la voluntad del pueblo y para que quedase en claro que no siempre estn las tropas, como regularmente se piensa, para sostener los

  • gobiernos y autorizar la tirana. El combate de San Lorenzo tuvo una importancia ms poltica que militar, al mostrar la decisin de hacer frente a las incursiones realistas. Desde das antes, en Buenos Aires haba comenzado a sesionar la Asamblea General Constituyente, que para hombres como San Martn y Belgrano anunciaba la prxima declaracin de la independencia. Sin embargo, los intereses porteos, cuyo principal representante era Carlos de Alvear, pronto se encargaran de frustrar esa expectativa. Alvear y sus partidarios se encargaban de concentrar el poder en un ejecutivo unipersonal, el Directorio. Para lograr sus planes, el joven nuevo hombre fuerte de la poltica portea, envi a San Martn a relevar a Belgrano como jefe del Ejrcito del Norte. As lo recordara sin medias tintas el propio Alvear: El coronel San Martn haba sido enviado a relevar al general Belgrano y la salida de este jefe de la capital que habase manifestado opuesto a la concentracin del poder, me dejaba ms expedito para intentar esta grande obra. Poco despus ser designado gobernador de Cuyo,

  • donde se revel como un poltico, y de los buenos, y no slo el militar ms capacitado que conocieron estas tierras. Como suele suceder, lo segundo tena muchsimo que ver con lo primero. Como gobernador, modific el sistema impositivo para que pagaran ms los ms ricos e impuls las mejoras en la educacin, el sistema penitenciario, la agricultura y la industria del vino. La metalurgia, indispensable para fabricar las armas del ejrcito, fue otra actividad que foment, con la ayuda de fray Luis Beltrn. La fragua y los talleres montados en El Plumerillo fueron, en su tiempo, el mayor establecimiento industrial con que cont el actual territorio argentino: unos 700 operarios trabajaban en ellos. En el gobierno del Per, San Martn aplic los mismos principios que haban marcado su poltica en Cuyo y en Chile. Entre sus primeras medidas, decret la libertad de los hijos de esclavos nacidos desde la proclamacin de la independencia. Foment la lectura y la educacin. Un dato significativo, es que la primera sede de la Biblioteca Nacional fue el mismo edificio donde haba funcionado el Tribunal de la Inquisicin en Lima, como forma de homenaje a los muchos

  • mrtires de la libertad que haban padecido tortura, muerte y silenciamiento entre esos muros. San Martn, el general de todas las epopeyas Fuente: Felipe Pigna En un pas en el que se conmemoran las muertes y no los nacimientos, y aun esas fechas se corren segn el calendario turstico, es probable que pase bastante desapercibido que hoy, 25 de febrero, se cumple un nuevo aniversario del nacimiento del libertador, don Jos de San Martn. Como grande que era, nunca busc el bronce, pero s la nica forma de inmortalidad fehacientemente comprobada que es el recuerdo. Terminaba no pocas de sus cartas con la contundente frase: Cuando no existamos, nos harn justicia. Hay mucho de nostalgia en sus textos, de conciencia de no reconocimiento, de hacer lo correcto en una soledad que se empeaba en acompaarlo y que comparta con su compaero Belgrano, quien le escriba poco antes de encontrarlo en la posta de Yatasto: Mi querido amigo y compaero: Mi corazn toma nuevo aliento cada instante que

  • pienso que usted se me acerca; porque estoy firmemente persuadido de que usted salvar a la patria y podr el ejrcito tomar un diferente aspecto: soy solo, esto es hablar con claridad y confianza; no tengo ni he tenido quien me ayude. En fin, mi amigo, espero en usted compaero que me ilustre, que me ayude y conozca la pureza de mis intenciones, que Dios sabe que no se dirigen ni se han dirigido ms que al bien general de la patria y a sacar a nuestros paisanos de la esclavitud en que vivan. Se neg permanentemente a participar en nuestra larga guerra civil y le escriba al Protector de los Pueblos Libres, Jos Gervasio Artigas el 13 de marzo de 1816. Cada gota de sangre americana que se vierte por nuestros disgustos me llega al corazn. Paisano mo, hagamos un esfuerzo y dediqumonos nicamente a la destruccin de los enemigos que quieren atacar nuestra libertad. No tengo ms pretensiones que la felicidad de la patria. 1 Antes de emprender aquella memorable epopeya del cruce de una de las cordilleras ms altas del mundo, hizo jurar a sus soldados el Cdigo de honor del Ejrcito de los Andes, que no dejaba lugar a dudas

  • sobre a qu tipo de militar quera legarle San Martn a la patria.La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crmenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene. La tropa debe ser tanto ms virtuosa y honesta, cuanto es creada para conservar el orden, afianzar el poder de las leyes y dar fuerza al gobierno para ejecutarlas y hacerse respetar de los malvados, que seran ms insolentes con el mal ejemplo de los militares. La Patria no es abrigadora de crmenes". A diferencia de los generales genocidas de la ltima dictadura militar que quemaban libros y destruan bibliotecas mientras se decan imbuidos del espritu sanmartiniano, el portador legtimo de aquel espritu, el verdadero San Martn, era un gran lector en francs, latn e ingls, y a todas partes trasladaba su biblioteca personal. Trataba por todos los medios de fomentar la lectura entre sus soldados y entre los habitantes de los pueblos que iba liberando. Cuentan que en los fogones del cruce les lea a los analfabetos fragmentos de obras clsicas con las correspondientes explicaciones. En cada ciudad liberada fundaba una biblioteca y en su

  • primer testamento de 1818 decidi destinar sus libros para la futura Biblioteca de Mendoza. Cre la biblioteca de Santiago de Chile, donando para ello los 10.000 pesos que el cabildo de Santiago le haba entregado como premio por la victoria de Chacabuco. En aquella ocasin dijo el libertador: Las bibliotecas, destinadas a la educacin universal, son ms poderosas que nuestros ejrcitos para sostener la independencia. Parte de su biblioteca personal fue donada a la Biblioteca Nacional de Lima. Fue entonces cuando seal: Los das de estreno de los establecimientos de ilustracin son tan luctuosos para los tiranos como plausibles a los amantes de la libertad. Ellos establecen en el mundo literario las pocas de los progresos del espritu, a los que se debe en la mayor parte la conservacin de los derechos de los pueblos. La Biblioteca Nacional es una de las obras emprendidas que prometen ms ventajas a la causa americana. Todo hombre que desee saber, puede instruirse gratuitamente en cuanto ramo y materia le convenga. 2 San Martn era un claro defensor de la divisin de poderes y conoca el valor central que ocupa el poder judicial en un Estado. En el Reglamento de los

  • Tribunales del Per, qued expresada una vez ms la categrica conviccin sanmartiniana: "La imparcial administracin de justicia es el cumplimiento de los principales pactos que los hombres forman al entrar en sociedad. Ella es la vida del cuerpo poltico, que desfallece apenas asume el sntoma de alguna pasin, y queda exnime luego que, en vez de aplicar los jueces la ley, y de hablar como sacerdotes de ella, la invocan para prostituir impunemente su carcter. El que la dicta y el que la ejecuta pueden ciertamente hacer grandes abusos, mas ninguno de los tres poderes que presiden la organizacin social es capaz de causar el nmero de miserias con que los encargados de la autoridad judicial afligen a los pueblos cuando frustran el objeto de su institucin". 3 Parti hacia Europa perseguido por los rivadavianos y slo quiso volver cuando gobernaba su compaero del ejrcito de los Andes, Manuel Dorrego, y ofrecer sus servicios a la patria que estaba en guerra con el Brasil. Al llegar al puerto se enter de la desgraciada noticia el asesinato de Dorrego por Lavalle. No quiso desembarcar, pero no se priv de opinar en una carta dirigida a su amigo OHiggins: los autores del movimiento del 1 de diciembre son Rivadavia y sus

  • satlites, y a usted le consta los inmensos males que estos hombres han hecho, no solamente a este pas, sino al resto de Amrica, con su conducta infernal. Si mi alma fuese tan despreciable como las suyas, yo aprovechara esta ocasin para vengarme de las persecuciones que mi honor ha sufrido de estos hombres, pero es necesario ensearles la diferencia que hay entre un hombre honrado y uno malvado. Volvi a Francia donde aos ms tarde lo visitara Sarmiento dejando una notable semblanza de aquella entrevista: No lejos de la margen del Sena, vive olvidado don Jos de San Martn, el primero y el ms noble de los emigrados... Me recibi el buen viejo sin aquella reserva que pone de ordinario para con los americanos, en sus palabras, cuando se trata de Amrica. Hay en el corazn de este hombre una llaga profunda que oculta a las miradas extraas...Ha esperado sin murmurar cerca de treinta aos la justicia de aquella posteridad a quien apelaba en sus ltimos momentos de vida poltica. 4 El general estaba cansado y enfermo. Tanta ingratitud, tanta melancola, tanto extraar a su patria, a su querida Mendoza haban hecho mella en el invencible.

  • Sufra asma, reuma y lceras y se haba quedado ciego. Se fue dejando morir en silencio, no quera molestar. San Martn y su retiro de la vida pblica En 1822, tras lograr la independencia de Chile y de Per, San Martn intentaba concluir la ltima etapa de su plan libertador. Mientras llevaba adelante su campaa desde el Sur, el patriota venezolano Simn Bolvar lo vena haciendo desde el Norte. Pero la causa independentista que sostena San Martn -que implicaba la unificacin de los estados de Amrica en una gran nacin de repblicas- era muy diferente a la que tenan en mente la elite portea y los grupos de poder locales. Desde Buenos Aires, el gobernador Martn Rodrguez y su ministro Bernardino Rivadavia rechazaron los pedidos de fondos para nutrir al ejrcito que luchaba en el Per. San Martn centr entonces sus expectativas en lograr un acuerdo con Bolvar en vistas a unificar esfuerzos para derrotar al espaol. La famosa entrevista de Guayaquil, en Ecuador, se realiz entre los das 26 y 27 de julio de 1822. Pronto se hizo evidente que haba

  • entre ellos diferencias polticas y militares. Mientras San Martn era partidario de que cada pueblo liberado decidiera su futuro, Bolvar consideraba necesario controlar personalmente la evolucin polticas de las nuevas repblicas. Otro tema polmico surgi al tratarse sobre quin conducira el nuevo ejrcito libertador que resultara de la unin de las tropas comandadas por ambos. San Martn propuso que lo dirigiera Bolvar, pero ste se neg aduciendo que nunca podra tener a un general de la calidad y capacidad de San Martn como subordinado. Mientras tanto, durante la ausencia de San Martn, se produca en Per la destitucin de un hombre de su confianza, Bernardo de Monteagudo, y creca el descontento. En carta a Bernardo OHiggins del 25 de agosto San Martn manifestaba: Ya estoy cansado de que me llamen tirano, que en todas partes quiero ser rey, emperador y hasta demonio. Por otra parte, mi salud est muy deteriorada. En fin, mi juventud fue sacrificada al servicio de los espaoles, mi edad media al de mi patria, creo que tengo derecho de disponer de mi vejez. San Martn tomaba as una drstica decisin:

  • retirarse de todos sus cargos y dejarle sus tropas a Bolvar para que este concluyera la campaa de independencia. Lanz entonces la proclama del 20 de septiembre de 1822 dirigida a los peruanos, que a continuacin transcribimos. Fuente: Felipe Pigna, San Martn. El poltico I, San Martn, Universidad Nacional de San Martn, 2008 Pueblo Libre, 20 de septiembre de 1822 Presenci la declaracin de la independencia de los estados de Chile y el Per; existe en mi poder el estandarte que trajo Pizarro para esclavizar al imperio de los Incas; y he dejado de ser hombre pblico. He aqu recompensados con usura diez aos de revolucin y guerra. Mis promesas para con los pueblos en que he hecho la guerra estn cumplidas: hacer su independencia y dejar a su voluntad la eleccin de sus gobiernos. La presencia de un militar afortunado (por ms desprendimiento que tenga) es temible a los estados que de nuevo se constituyen. Por otra parte, ya estoy aburrido de or decir que quiero hacerme soberano.

  • Sin embargo, siempre estar pronto a hacer el ltimo sacrificio por la libertad del pas, pero en clase de simple particular y no ms. En cuanto a mi conducta pblica, mis compatriotas (como en lo general de las cosas) dividirn sus opiniones. Los hijos de stos darn el verdadero fallo. Peruanos, os dejo establecida la representacin nacional. Si depositis en ella una entera confianza, contad el triunfo; si no, la anarqua os va a devorar. Que el acierto presida a vuestros destinos y que estos os colmen de felicidad y paz. Jos de San Martn San Martn: Desde que volv a mi patria, su independencia ha sido el nico pensamiento que me ha ocupado Nacido en Yapey, hoy Corrientes, un 25 de febrero de 1778, Jos Francisco de San Martn era el quinto hijo del Teniente Gobernador del pueblo. Cuando Jos contaba con tres aos, la familia se traslad a Buenos Aires y poco ms tarde se embarcaran hacia

  • Espaa, adonde llegara en marzo de 1784. Ah, obtendra una slida educacin, que inclua latn, francs, castellano, dibujo, potica retrica, esgrima, baile, matemticas, historia y geografa. A los once aos, ingres como cadete en el Regimiento de Infantera de Murcia. Pronto particip en diversos combates en Espaa y en el Norte de frica. Su actuacin destacada le vali rpidos ascensos. Al promediar los 30 aos, tena el grado de teniente coronel. Cuando se enter de los sucesos de mayo de 1810, pidi el retiro del ejrcito espaol. Por entonces, haba tomado contacto con crculos liberales y revolucionarios que alentaban la emancipacin americana. Luego de pasar por Londres, donde tom contacto con logias revolucionarias que se proponan conseguir la ayuda inglesa para romper el vnculo colonial espaol, en marzo de 1812 lleg a Buenos Aires, y logr que se le respetara su grado militar y que se le encomendara la creacin de un regimiento para custodiar las costas del Paran. As naca el Regimiento de Granaderos a Caballo.

  • En la capital, San Martn se casara con Remedios de Escalada. En 1816 nacera Merceditas, la nica hija de la pareja. Las sucesivas victorias militares alimentaron el prestigio de San Martn, quien logr hacerse del comando del Ejrcito del Norte y luego de la gobernacin de Cuyo, donde comenz los preparativos para su ambicioso plan libertador. El cruce de los Andes comenz a principios de 1817 y en pocos aos, logr la liberacin de Chile y prepar el ascenso hacia el Per, donde todava las fuerzas realistas comprometan el proceso iniciado ya haca una dcada atrs. Desde all, mirando hacia el Plata, se convenca de que un gobierno fuerte o una monarqua constitucional -como tambin lo haba sugerido Belgrano- eran la mejor opcin para las Provincias Unidas. Estaba convencido de que el regionalismo y el atraso socioeconmico de muchos pueblos convertira al proyecto federalista en el puntapi de la anarqua. Pero aun a pesar de esta propuesta pragmtica, se preocupaba por dejar en claro el contenido democrtico y antiabsolutista de su pensamiento.

  • Este pensamiento qued plasmado en su Proclama a los habitantes de las Provincias del Ro de la Plata, lanzada desde Valparaso, el 22 de julio de 1820, una pieza magistral que aqu reproducimos, donde anunciaba el inicio de la campaa al Per. All, preocupado por las libertades y demandas democrticas, San Martn abjur del federalismo, pero se neg a participar de una guerra civil contra los gobiernos federalistas de las provincias y asegur: suponiendo que la suerte de las armas me hubiese sido favorable en la guerra civil, yo habra tenido que llorar la victoria con los mismos vencidos. Fuente: San Martn. El poltico I, Unsam Edita, San Martn, 2008, pg. 117-119. Proclama. Cuartel general en Valparaso, 22 de julio de 1820 A los habitantes de las Provincias del Ro de la Plata Compatriotas: se acerca el momento en que debo seguir el destino que me llama; voy a emprender la

  • grande obra de dar la libertad al Per. Mas antes de mi partida, quiero deciros algunas verdades, que sentira las acabis de conocer por experiencia. Tambin os manifestar las quejas que tengo, no de los hombres imparciales y bien intencionados, cuya opinin me ha consolado siempre, sino de algunos que conocen poco sus propios intereses y los de su pas, porque al fin la calumnia, como todos los crmenes, no es sino obra de la ignorancia y del discernimiento pervertido. 1 Vuestra situacin no admite disimulo. Diez aos de constantes sacrificios sirven hoy de trofeo a la anarqua; la gloria de haberlos hecho es mi pesar actual, cuando se considera su poco fruto. Habis trabajado un precipicio con vuestras propias manos y, acostumbrados a su vista, ninguna sensacin de horror es capaz de deteneros. El genio del mal os ha inspirado el delirio de la federacin: esta palabra est llena de muertes, y no significa sino ruina y devastacin. Yo apelo sobre esto a vuestra propia experiencia y os ruego que escuchis con franqueza de nimo la opinin de un general que os ama, y que nada espera de vosotros. Yo tengo motivos para conocer vuestra situacin, porque en los

  • dos ejrcitos que he mandado me ha sido preciso averiguar el estado poltico de las provincias que dependan de m. Pensar en establecer el gobierno federativo en un pas casi desierto, lleno de celos y de antipatas locales, escaso de saber y de experiencia en los negocios pblicos, desprovisto de rentas para hacer frente a los gastos del Gobierno General, fuera de los que demanda la lista civil de cada Estado: es un plan cuyos peligros no permiten infatuarse, ni aun con el placer efmero que causan siempre las ilusiones de la novedad. Compatriotas, yo os hablo con la franqueza de un soldado. Si dciles a la experiencia de diez aos de conflictos no dais a vuestros deseos una direccin ms prudente, temo que, cansados de la anarqua, suspiris al fin por la opresin y recibis el yugo del primer aventurero feliz que se presente, quien, lejos de fijar vuestros destinos, no har ms que prolongar vuestra incertidumbre. Voy ahora a manifestar las quejas que tengo, no porque el silencio sea una prueba difcil para mis sentimientos, sino porque yo no debo dejar en perplejidad a los hombres de bien, ni puedo abandonar

  • eternamente a la posteridad el juicio de mi conducta, calumniada por hombres en quienes la gratitud algn da recobrar sus derechos. Yo serva en el ejrcito espaol en 1811. Veinte aos de honrados servicios me haban trado alguna consideracin, sin embargo de ser americano; supe la revolucin de mi pas y, al abandonar mi fortuna y mis esperanzas, slo senta no tener ms que sacrificar al deseo de contribuir a la libertad de mi patria. Llegu a Buenos Aires a principios de 1812 y desde entonces me consagr a la causa de Amrica: sus enemigos podrn decir si mis servicios han sido tiles. En 1814 me hallaba de gobernador en Mendoza; la prdida de este pas dejaba en peligro la provincia de mi mando. Yo la puse luego en estado de defensa, hasta que llegase el tiempo de tomar la ofensiva. Mis recursos eran escasos y apenas tena un embrin de ejrcito, pero conoca la buena voluntad de los cuyanos y emprend formarlo bajo un plan que hiciese ver hasta qu grado puede apurarse la economa para llevar al cabo las grandes empresas. En 1817, el Ejrcito de los Andes est ya organizado.

  • Abr la campaa de Chile y el 12 de febrero mis soldados recibieron el premio de su constancia. Yo conoc que desde este momento excitara celos mi fortuna y me esforc, aunque sin fruto, a calmarlos con moderacin y desinters. Todos saben que, despus de la batalla de Chacabuco, me hall dueo de cuanto puede dar el entusiasmo a un vencedor. El pueblo chileno quiso acreditarme su generosidad ofrecindome todo lo que es capaz de lisonjear al hombre; el mismo es testigo del aprecio con que recib sus ofertas y de la firma con que rehus admitirlas. Sin embargo de esto, la calumnia trabajaba contra m, con una perfecta actividad, pero buscaba las tinieblas porque no poda existir delante de la luz. Hasta el mes de enero prximo pasado, el general San Martn mereca el concepto pblico en las provincias que formaban la Unin y, slo despus de haber formado la anarqua, ha entrado en el clculo de mis enemigos el calumniarme sin disfraz y recurrir sobre mi nombre los improperios ms exagerados. Pero yo tengo derecho a preguntarles: qu misterio de

  • iniquidad ha habido en esperar la poca del desorden para denigrar mi opinin? Cmo son conciliables las suposiciones de aqullos con la conducta del Gobierno de Chile y la del Ejrcito de los Andes? El primero, de acuerdo con el Senado y voto del pueblo, me ha nombrado jefe de las fuerzas expedicionarias, y el segundo me reeligi por su general en el mes de marzo, cuando, trastornada en las Provincias Unidas la autoridad central, renunci el mando que haba recibido de ellas, para que el ejrcito, acantonado entonces en Rancagua, nombrase al jefe a quien quisiera voluntariamente obedecer. Si tal ha sido la conducta de los que han observado de cerca mis acciones, no es posible explicar la de aquellos que me calumnian desde lejos sino corriendo el velo que oculta sus sentimientos y sus miras. Protesto que me aflige el pensar en ellas, no por lo que me toca a mi persona, sino por los males que amenazan a los pueblos que se hallan bajo su influencia. Compatriotas, yo os dejo con el profundo sentimiento que causa la perspectiva de vuestras desgracias. Vosotros me habis recriminado aun de no haber contribuido a aumentarlas, porque ste habra sido el

  • resultado si yo hubiese tomado una parte activa en la guerra contra los federalistas. Mi ejrcito era el nico que conservaba su moral, y lo expona a perderla abriendo una campaa en que el ejemplo de la licencia armase mis tropas contra el orden. En tal caso, era preciso renunciar la empresa de libertar el Per y, suponiendo que la suerte de las armas me hubiese sido favorable en la guerra civil, yo habra tenido que llorar la victoria con los mismos vencidos. No, el general San Martn jams derramar la sangre de sus compatriotas y slo desenvainar la espada contra los enemigos de la independencia de Sud Amrica. En fin, a nombre de vuestros propios intereses, os ruego que aprendis a distinguir los que trabajan por vuestra salud de los que meditan vuestra ruina: no os expongis a que los hombres de bien os abandonen al consejo de los ambiciosos. La firmeza de las almas virtuosas no llega hacia el extremo de sufrir que los malvados sean puestos a nivel con ellas y desgraciado el pueblo donde se forma impunemente tan escandaloso paralelo! Provincias del Ro de la Plata! El da ms clebre de nuestra revolucin est prximo a amanecer. Voy a dar

  • la ltima respuesta a mis calumniadores: yo no puedo hacer ms que comprometer mi existencia y mi honor por la causa de mi pas. Y sea cual fuere mi suerte en la campaa del Per, probar que, desde que volv a mi patria, su independencia ha sido el nico pensamiento que me ha ocupado, y que no he tenido ms ambicin que la de merecer el odio de los ingratos y el aprecio de los hombres virtuosos.

    San Martn de los Andes

    Para los que tuvimos la suerte de conocer nuestra hermosa provincia de Mendoza y acercarnos al pie de una de las cordilleras ms altas del mundo, la frase San Martn cruz los Andes dej de ser un versito escolar. Enternece y conmueve pensar en aquellos hombres mal vestidos, mal montados, mal alimentados, pero con todo lo dems muy bien provisto como para encarar semejante hazaa. Y detrs y delante de ellos, un hombre que no dorma pensando en complicarle la vida al enemigo y hacer justicia con la memoria de los que lo haban intentado antes que l.

  • No lo ganaba la soberbia. Poda confesarle a sus mejores amigos: lo que no me deja dormir no es la oposicin que puedan hacerme los enemigos, sino el atravesar estos inmensos montes.

    Haba que pensar en todo, en la forma de conservar la comida fresca, sana, proteica y calrica. Entre los aportes del pueblo cuyano, no falt la sabidura gastronmica expresada en una preparacin llamada charquicn, un alimento hecho a base de carne secada al sol, tostada y molida, y condimentada con grasa y aj picante. Bien pisado, el charquicn se transportaba en mochilas que alcanzaban para ocho das. Se preparaba agregndole agua caliente y harina de maz.

    Ante la falta de cantimploras, utiliz los cuernos vacunos para fabricar chifles, que resultaron indispensables para la supervivencia en el cruce de la cordillera.

    Pocos meses antes de iniciar una de las epopeyas ms heroicas que recuerde la historia militar de la humanidad, San Martn impone a sus soldados y oficiales del Cdigo de Honor del Ejrcito de los Andes, que entre cosas sentenciaba: La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crmenes, ni le

  • da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene. La tropa debe ser tanto ms virtuosa y honesta, cuanto es creada para conservar el orden, afianzar el poder de las leyes y dar fuerza al gobierno para ejecutarlas y hacerse respetar de los malvados que seran ms insolentes con el mal ejemplo de los militares. Las penas aqu establecidas y las que se dictasen segn la ley sern aplicadas irremisiblemente: sea honrado el que no quiera sufrirlas: la Patria no es abrigadora de crmenes. 1

    A pesar de las enormes dificultades, aquel ejrcito popular pudo partir hacia Chile a mediados de enero de 1817. All iban el pobrero armado y los esclavos liberados, todos con la misma ilusin.

    El mdico de la expedicin fue James Paroissien, un ingls de ideas liberales radicado en Buenos Aires desde 1803 y que haba acriollado su nombre, convirtindolo en Diego. Cuando estall la Revolucin, Paroissien ofreci sus servicios al nuevo gobierno y fue designado cirujano en el Ejrcito Auxiliar del Alto Per. En 1812 se hizo ciudadano de las Provincias Unidas y el Triunvirato le encarg la jefatura de la fbrica de plvora de Crdoba. All San Martn lo invit a

  • sumarse a sus planes y Paroissien fue el cirujano mayor del Ejrcito de los Andes.

    A poco de emprender la marcha, San Martn daba cuenta de lo precario del aprovisionamiento de aquel ejrcito: Si no puedo reunir las mulas que necesito me voy a pie slo los artculos que me faltan son los que me hacen demorar este tiempo. Es menester hacer el ltimo esfuerzo en Chile, pues si sta la perdemos todo se lo lleva el diablo. El tiempo me falta para todo, el dinero dem, la salud mala, pero as vamos tirando hasta la tremenda. 2

    San Martn haba ordenado que dos divisiones, una al mando del general Miguel Estanislao Soler y la otra dirigida por Bernardo OHiggins, cruzaran por el paso de Los Patos. Una tercera, bajo las rdenes de Juan Gregorio de Las Heras, deba ir por el paso de Uspallata con la artillera. Otra divisin ligera, al mando de Juan Manuel Cabot, lo hara desde San Juan por el portezuelo de la Ramada, con el objetivo de tomar la ciudad chilena de Coquimbo. Otra compaa ligera cruzara desde La Rioja por el paso de Vinchina para ocupar Copiap. Finalmente, el capitn Ramn Freyre entrara por el Planchn para apoyar a las guerrillas chilenas.

  • En total eran 5.200 hombres. Llevaban 10.000 mulas, 1.600 caballos, 600 vacas, apenas 900 tiros de fusil y carabina; 2.000 balas de can, 2.000 de metralla y 600 granadas.

    En varios tramos del cruce, San Martn debi ser trasladado en camilla a causa de sus padecimientos. Su salud era bastante precaria. Padeca de problemas pulmonares producto de una herida sufrida en 1801 durante una batalla en Espaa, reuma y lcera estomacal. A pesar de sus achaques siempre estaba dispuesto para la lucha y as se lo haca saber a sus compaeros: Estoy bien convencido del honor y patriotismo que adorna a todo oficial del Ejrcito de los Andes; y como compaero me tomo la libertad de recordarles que de la ntima unin de nuestros sentimientos pende la libertad de la Amrica del Sur. A todos es conocido el estado deplorable de mi salud, pero siempre estar dispuesto a ayudar con mis cortas luces y mi persona en cualquier situacin en que me halle, a mi patria y a mis compaeros.

    Los hombres del ejrcito libertador tuvieron que soportar grandes cambios de clima. La sensacin trmica se agudiza con la altura. De da el sol es muy fuerte y se llega a temperaturas de ms de 30 grados;

  • durante la noche, el viento helado, con mnimas de 10 grados bajo cero, puede llevar al congelamiento. Durante la travesa, la altura promedio fue de 3.000 metros, lo que provoc en muchos hombres fuertes dolores de cabeza, vmitos, fatiga e irritacin pulmonar.

    La orden era que todas las divisiones se reunieran del otro lado de la cordillera entre los das 6 y 8 de febrero de 1817. Con una sincronizacin matemtica, el 8 de febrero por la tarde, en medio de festejos y gritos de viva la patria los dos principales contingentes se reunieron del otro lado y fueron liberadas las dos primeras ciudades chilenas: San Antonio y Santa Rosa. Se pudo establecer una zona liberada, base de operaciones desde donde el ejrcito libertador lanzar el fulminante ataque sobre Chacabuco, el 12 de febrero de 1817.

    Sobre el campo de batalla quedaron quinientos espaoles muertos. Las fuerzas patriotas slo tuvieron doce bajas y veinte heridos. Fueron capturados seiscientos prisioneros y centenares de fusiles pasaron a engrosar el parque del ejrcito libertador.

    Cuando San Martn entr en Santiago se enter de que el gobernador espaol, Marc del Pont, haba logrado

  • huir. De inmediato le orden a uno de sus hombres de confianza, el fraile-capitn Jos Flix Aldao, que corriera a capturarlo. Era fundamental evitar que Marc se embarcara hacia Lima.

    En la noche del 15 de febrero, Aldao supo por sus informantes que el gobernador prfugo y su comitiva se encontraban cerca de Concepcin. Lleg hasta su refugio, lo captur y lo traslad detenido hasta la comandancia del ejrcito libertador. De all fue enviado a Mendoza y luego a Lujn, donde Marc del Pont morir el 11 de mayo de 1819.

    En su correspondencia San Martn dej un crudo testimonio del carcter salvaje y genocida de la guerra que hacan los ejrcitos espaoles contra los americanos. En una carta a lord Macduff, San Martn expresaba: Qu sentimiento de dolor, mi querido amigo, debe despertar en vuestro pecho el destino de estas bellas regiones! Parecera que los espaoles estuvieran empecinados en convertirlas en un desierto, tal es el carcter de la guerra que hacen. Ni edades ni sexos escapan al patbulo. 3

    Al conde de Castlereagh le dice: Es sabida la conducta que los espaoles han guardado con sus colonias: sabido es igual el gnero de guerra que han adoptado

  • para volverlas a subyugar. Al siglo de la ilustracin, cultura y filantropa, estaba reservado el ser testigo de los horrores cometidos por los espaoles en la apacible Amrica. Horrores que la humanidad se estremece al considerarlos, y que se emplea con los americanos que tenemos el gran crimen de sostener los derechos de la voluntad general de sus habitantes: en retribucin de tal conducta los hijos de este suelo han empleado los medios opuestos. 4

    Con aquellos medios opuestos y el gran crimen de sostener los derechos de la voluntad general, el Ejrcito de los Andes, engrosado por los patriotas chilenos, pudo ocupar Santiago. All, el 18 de febrero de 1818 se convoc a un Cabildo Abierto que design a San Martn director supremo. El general argentino rechaz el ofrecimiento y propuso al patriota chileno Bernardo de OHiggins para ocupar el cargo.

    OHiggins acept y a poco de asumir envi esta nota al gobierno de los Estados Unidos, al zar de Rusia y a diversas cortes europeas: Despus de haber sido restaurado el hermoso reino de Chile por las armas de las Provincias Unidas del Ro de la Plata, bajo las rdenes del general San Martn, y elevado como he sido por la voluntad de mi pueblo, a la Suprema

  • Direccin del estado, es mi deber anunciar al mundo un nuevo asilo, en estos pases, a la industria, a la amistad y a los ciudadanos de todas las naciones del globo. La sabidura y recursos de la Nacin Argentina limtrofe, decidida por nuestra emancipacin, dan lugar a un porvenir prspero y feliz en estas regiones.

    El 19 de marzo de 1818 las fuerzas patriotas sufrieron su primera y nica derrota, la de Cancha Rayada. Pero el general Las Heras logr salvar parte de las tropas y as purdo reorganizarse un ejrcito de 5.000 hombres. Los patriotas clamaban por la revancha que llegara a los pocos das, el 5 de abril, al derrotar definitivamente a las fuerzas enemigas en Maip.

    La victoria fue total y Amrica empezaba a respirar otro aire mientras los tiranos comenzaban a asfixiarse, como lo demuestra este informe del virrey de Nueva Granada: 5 La fatal derrota que en Maip han sufrido las tropas del Rey pone a toda la parte sur del continente en consternacin y peligro.

    El diario The Times de Londres, al informar sobre la victoria de los criollos en Maip, se preguntaba Quin es capaz ahora de detener el impulso de la revolucin en Amrica?.

  • Como bien dice Jos Luis Busaniche, el triunfo de Maip entusiasm a Simn Bolvar y le dio nuevos nimos para proseguir su campaa: Bolvar est en un rincn del Orinoco donde la independencia es apenas una esperanza. En agosto llegan algunos diarios ingleses que anuncian la victoria de San Martn en Maip. Y entonces concibe un proyecto semejante al del paso de los Andes por el hroe del sur: el paso de los Andes venezolanos, remontando el Orinoco, para caer sobre los espaoles en Bogot y seguir si le es posible hasta el Per, baluarte realista de Amrica. Bolvar escribe al coronel Justo Briceo: Las gacetas inglesas contienen los detalles de la clebre jornada del 5 de abril en las inmediaciones de Santiago. Los espaoles, invadidos poderosamente por el sur, deben necesariamente concentrarse y dejar descubiertas las entradas y avenidas del reino en todas direcciones. Estimo, pues, segura la expedicin libertadora de la Nueva Granada. El da de Amrica ha llegado. 6

    A pesar de semejante gloria y las notables repercusiones, los protagonistas del triunfo seguan sus vidas con la misma sencillez. Cuenta Mitre que despus de Maip, el general Antonio Gonzlez Balcarce fue al Tedeum con camisa prestada y concluye: Grandes

  • tiempos aquellos en que los generales victoriosos no tenan ni camisa!. 7

    Pocos das despus de Maip, San Martn volvi a cruzar la cordillera rumbo a Buenos Aires para solicitar ayuda al Directorio para la ltima etapa de su campaa libertadora: el ataque martimo contra el bastin realista de Lima. Obtuvo la promesa de 500.000 pesos, de los que slo llegarn efectivamente 300.000, ya que como admita el director supremo Pueyrredn: Aqu no se conoce que hay revolucin ni guerra, y si no fuera por el medio milln que estoy sacando para mandar a ese pas, ni los godos se acordaran de Fernando. 8

    Al regresar a Chile, San Martn se enter de que los triunfos de Las Heras en Curapalige y Gaviln no haban logrado evitar que los espaoles recibieran desde Lima 3.000 hombres de refuerzo, desembarcados en el puerto de Talcahuano. La guerra contra los realistas proseguira en el sur de Chile por varios aos.

    Con la ayuda financiera del gobierno chileno, San Martn arm una escuadra que quedar al mando del marino escocs lord Thomas Cochrane. Cuando se dispona a embarcar a sus tropas para iniciar la campaa al Per, el Libertador recibi la orden del

  • Directorio de marchar con su ejrcito contra el Litoral, para combatir a los federales de Santa Fe y Entre Ros. San Martn se neg a reprimir a sus compatriotas, desobedeci e inici la expedicin contra los espaoles de Lima.

    Jos de San Martn Preguntas: El cruce de los Andes 1) Por qu San Martn decidi el cruce de los Andes? San Martn entendi que haban fracasado todos los intentos de derrotar a los realistas por el camino del Alto Per y, tomando muy en cuenta un plan elaborado en 1800 por el militar ingls Thomas Maitland, decidi que la estrategia ms efectiva consista en cruzar la cordillera, con la ayuda de los patriotas chilenos, liberar Chile y de all marchar por mar hacia Lima y, en combinacin con Simn Bolvar, terminar con la base del poder espaol en Amrica. 2) Qu era la guerra de zapa? As se llama en trminos militares a las tcticas para desorientar al enemigo con informaciones falsas y

  • estrategias de espionaje. San Martn utiliz mtodos de espionaje y engao del enemigo -llamados "guerra de zapa"- durante sus campaas. El cruce de la cordillera se iba a hacer por los pasos de Los Patos y Uspallata pero para ello se necesitaban los planos. Se decidi enviar a Chile al mayor Jos Antonio lvarez Condarco -que dibujaba muy bien y tena una memoria notable- por el Paso de los Patos, que se supona, era el ms largo, con una copia de la declaracin de Independencia de las Provincias Unidas para el gobernador espaol de Santiago, Marc del Pont. El jefe realista, furioso, hizo quemar el acta y mand a Condarco por el camino ms corto posible, que result ser el Paso de Uspallata. El espa de San Martn regres sano y salvo y pudo disear los mapas para el ejrcito libertador. 3) Cules fueron las cifras del cruce de los Andes? A fines de 1816, el jefe militar estaba "listo para la de vmonos", como l mismo lo dijo. Segn Busaniche, el Ejrcito de los Andes tena 5200 hombres, 10.000 mulas de silla y carga, 1600 caballos de pelea para maniobrar en el llano, 600 reses en pie para ser faenadas en el camino, 900 tiros de fusil y carabina, 2000 de can a bala, 2000 de metralla y 600

  • granadas. Adems, contaba con todos los aprovisionamientos ms necesarios para la campaa. 4) Cmo era la relacin de San Martn con el director Supremo Pueyrredn? San Martn necesitaba de todo para su campaa de los Andes y una de las "vctimas" de sus pedidos era el Director Supremo, Juan Martn de Pueyrredn, que as le contestaba a uno de sus pedidos en noviembre de 1816: "Van los 200 sables de repuesto que me pidi. Van las 200 tiendas de campaa, y no hay ms. Va el mundo, va el demonio, va la carne. Y yo no s cmo me ir con las trampas en que quedo para pagarlo todo, a bien que, en quebranto me voy yo tambin para que usted me d algo del charqui que le mando, y carajo! No me vuelva usted a pedir ms, si no quiere recibir la noticia de que he amanecido ahorcado en un tirante de la Fortaleza". 5) Quin fue el mdico del Ejrcito de los Andes? James Paroissien era un mdico ingls radicado en Buenos Aires en 1803. De ideas liberales, en cuanto estall la revolucin ofreci sus servicios al nuevo gobierno y fue designado cirujano en el Ejrcito Auxiliar del Alto Per. En 1812 se hizo ciudadano de

  • las Provincias Unidas y el Triunvirato le encarg la jefatura de la fbrica de plvora de Crdoba. All San Martn lo invit a sumarse a sus planes y Paroissien fue el Cirujano Mayor del Ejrcito de los Andes. En varias ocasiones tuvo que atender al libertador afectado por alguna de sus diversas enfermedades. 6) Cmo era la salud de San Martn? La salud de San Martn era bastante precaria. Padeca de problemas pulmonares -producto de una herida producida en una batalla en Espaa en 1801-, reuma y lcera estomacal. A pesar de sus "achaques" siempre estaba dispuesto para la lucha y as se lo hizo saber a sus compaeros: "Estoy bien convencido del honor y patriotismo que adorna a todo oficial del ejrcito de los Andes; y como compaero me tomo la libertad de recordarles que de la ntima unin de nuestros sentimientos pende la libertad de la Amrica del Sur. A todos es conocido el estado deplorable de mi salud, pero siempre estar dispuesto a ayudar con mis cortas luces y mi persona en cualquier situacin en que me halle, a mi patria y a mis compaeros". 7) Cmo se organiz militarmente el cruce? Dos divisiones, una al mando del general Miguel

  • Estanislao Soler y otra al mando del general chileno Bernardo de OHiggins cruzaran por el Paso de los Patos. Otra, al mando de Las Heras, deba marchar por el camino de Uspallata con la artillera. Otra divisin ligera, que cruzara desde San Juan por el Portezuelo de la Ramada con el objetivo de apoderarse de la ciudad chilena de Coquimbo, iba al mando de Juan Manuel Cabot. Otro destacamento ligero deba cruzar desde La Rioja y ocupar Copaip cruzando la cordillera por el paso de Vinchina. Por el Sur, el capitn Freyre penetrara por el Planchn para apoyar a las guerrillas chilenas lideradas por Manuel Rodrguez. 8) Qu coman los soldados del ejrcito de los Andes? La comida era un problema y San Martn encontr la solucin en una comida popular tpica de Cuyo el "charquicn", un alimento basado en carne secada al sol, tostada y molida, condimentada con grasa y aj picante. Prensado era fcil de transportar y se preparaba agregndole agua caliente y harina de maz. 9) Cmo transportaban el agua? No haba dinero para comprar cantimploras y se resolvi usar cuernos de vaca para fabricar recipientes individuales para cada soldado. Se dice que alguno que

  • otro llevaba ms de un cuerno, uno con agua y otro con agua... ardiente o vino para combatir el fro. 10) Cmo era la relacin de los indios con San Martn? San Martn pensaba que los autnticos dueos del pas eran los habitantes originarios de Amrica y se refera a ellos como "nuestros paisanos los indios. Esto se expresaba, por ejemplo, en el nombre dado a su organizacin poltica: La Logia Lautaro, que tomaba su nombre de un guerrero araucano que encabez la rebelin contra los espaoles. Antes de cruzar los Andes se reuni con caciques pehuenches al pie de la cordillera y les solicit permiso porque "ustedes son los verdaderos dueos de este pas". 11) Cul fue la primera victoria de San Martn tras cruzar la cordillera? Del otro lado de los Andes las tropas patriotas logran su primera victoria el 12 de febrero de 1817 en la cuesta de Chacabuco. La victoria de Chacabuco permiti la ocupacin de la capital chilena. El 18 de febrero de 1818 se convoc en Santiago de Chile a un Cabildo Abierto que design a San Martn Director Supremo. Don Jos rechaz el ofrecimiento y propuso

  • al patriota chileno Bernardo de O'Higgins para el cargo. 12) Cul fue la nica derrota del Ejrcito de los Andes? El 19 de marzo de 1818 las fuerzas patriotas sufrieron su primera y nica derrota, la de Cancha Rayada. El saldo fue muy negativo: 150 muertos, centenares de heridos y la prdida de gran parte de la artillera. Pero el General Las Heras logr salvar parte de la tropa y las armas y pudo as reorganizarse un ejrcito de 5.000 hombres. 13) Cul fue la batalla que decidi la independencia de Chile? San Martn logr derrotar definitivamente a los realistas en Maip el 5 de abril de 1818. Este triunfo consolid definitivamente la independencia de Chile. Varios das despus, cuando lleg la noticia del triunfo, en Buenos Aires se organizaron bailes y festejos y la gente iba de casa en casa felicitndose y abrazndose. 14) Cules eran los pasatiempos preferidos de San Martn? Le gustaba mucho jugar al ajedrez y era muy difcil

  • ganarle. Haba practicado desde chico en sus diversos destinos militares y tuvo la ocasin de enfrentar con xito a grandes jugadores. Tocaba muy bien la guitarra y en ciertas ocasiones, cuando los avatares de la guerra lo permitan, daba improvisados conciertos para sus "compaeros del Ejrcito de los Andes", como l los llamaba. En Espaa haba tomado clases de guitarra con el gran concertista y compositor Fernando Sor. 15) Cmo se consiguieron las armas del Ejrcito de los Andes? San Martn saba que no poda esperar que el gobierno central le mandara ms cosas. Necesitaba armas y decidi montar una fbrica en el campamento del Plumerillo cerca de la ciudad de Mendoza, al frente de la cual estaba el sacerdote Fray Luis Beltrn, que fabric fusiles, bayonetas, caones y municiones con la ayuda de los habitantes de Cuyo. 16) Qu problemas debieron enfrentar San Martn y sus hombres durante el cruce de los Andes? Tuvieron que soportar grandes cambios de clima. La sensacin trmica se agudiza con la altura. De da el sol es muy fuerte y se llega a temperaturas de ms de 30 grados y durante la noche el viento helado, con

  • mnimas de 10 grados bajo cero, pude llevar al congelamiento. La altura promedio es de 3000 metros, lo que provoc en muchos hombres fuertes dolores de cabeza, vmitos, fatiga e irritacin pulmonar. 17) De qu color era el caballo blanco de San Martn? San Martn, como el resto de la tropa, cruz los Andes en burro y en mula porque los caballos no resisten las condiciones de la cordillera. Segn parece don Jos nunca us un caballo blanco, ni siquiera en el combate de San Lorenzo. 18) En qu trminos se refera San Martn a sus soldados? He aqu un ejemplo: Orden General del 18 de julio de 1819 Compaeros del Ejrcito de los Andes: La guerra se la tenemos que hacer cono podamos: si no tenemos dinero; carne y tabaco no nos tiene que faltar. Cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con la bayetilla que nos tejan nuestras mujeres y si no andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios, seamos libres y lo dems no importa. Compaeros, juremos no dejar las armas de la mano hasta ver el pas enteramente libre, o morir con ellas como hombres de coraje". Jos

  • de San Martn 19) A qu se llam la "genial desobediencia"? En Buenos Aires, el director supremo Juan Martn de Pueyrredn, para combatir al caudillo Jos Gervasio Artigas, favoreci la invasin portuguesa de la Banda Oriental y le pidi a San Martn que se hiciera cargo con su Ejrcito de la represin de los orientales. San Martn se neg dicindole que "el general San Martn jams desenvainar su espada para derramar sangre de hermanos" y se dispuso a continuar con sus campaas libertadoras. 20) A qu se llam el "Acta de Rancagua"? A principios de 1820 tras la batalla de Cepeda, desaparece el poder central representado por el directorio. San Martn era el General en Jefe de un ejrcito de un estado que ya no exista. El 2 de abril de 1820, los oficiales del Ejrcito de los Andes firmaron en Rancagua una declaracin en la que decan que la autoridad de San Martn no caducaba porque "su origen, que es la salud del pueblo, es inmutable". Gracias a este apoyo San Martn se sinti con el suficiente poder para emprender la campaa del Per.

  • 17 de agosto de 1850 - Muere Jos de San Martn El 17 de agosto de 1850 mora en Francia Jos de San Martn. Tras pelear en Espaa contra las tropas napolenicas, regres a su patria en 1812. Tuvo su primera victoria a favor de la causa de la independencia de Amrica en el combate de San Lorenzo, al frente de los Granaderos a Caballo. Ms tarde, como parte de su estrategia de liberar Chile y Per del dominio espaol, asumi la gobernacin de Cuyo y organiz el Ejrcito de los Andes. Tras cruzar la Cordillera, obtuvo las victorias de Chacabuco, en 1817, y de Maip, en 1818, que aseguraron la independencia de Chile. En julio de 1821 entr en Lima, Per, y el 28 de ese mes declaraba la independencia de ese pas. Tras la entrevista con Simn Bolvar en Guayaquil y como consecuencia de las desavenencias con el gobierno de Buenos Aires decidi marchar hacia Europa. A continuacin, transcribimos un fragmento del libro Historia de San Martn y de la emancipacin Sudamericana de Bartolom Mitre. Los hombres de accin o de pensamiento que, como San Martn, realizan grandes cosas son almas

  • apasionadas que elevan sus pasiones a la potencia del genio y las convierten en fuerzas para obrar sobre los acontecimientos, dirigirlos o servirlos. Ellos marcan las pulsaciones intensas de una poca, de las que se deduce una ley positiva, reveladora de las leyes morales en actividad, y de percusin de las ideas circulantes en la corriente humana. Manifestaciones de una vida mltiple y de una potencia individual, condensadores o generadores del movimiento fecundo, obran sobre su tiempo como una accin eficiente o se lanzan en las corrientes permanentes, y de este modo su influencia se prolonga en los venideros como hecho durable o como pensamiento trascendental. As como cada pueblo tiene un rasgo principal, del que todos los dems se derivan, y como las partes componentes del pensamiento se deducen de una cualidad original, as tambin en los hombres que condensan las pasiones activas de su poca, todos sus rasgos y cualidades se derivan y deducen de un sentimiento fundamental, motor de todas sus acciones. En San Martn, el rasgo primordial, el sentimiento generador de que se derivan y deducen las cualidades que constituyen su ser moral, es el genio del desinters, de que es la ms alta expresin en la revolucin

  • sudamericana, ya sea que medite en su limitada esfera intelectual; luche, destruya, edifique, segn sus alcances; mande, obedezca, abdique y se condene al eterno silencio y al eterno ostracismo. Segn este criterio y esta sntesis puede formularse su juicio pstumo, sin exagerar su severa figura histrica, reducida a sus proporciones naturales, ni dar a su genio concreto, de concepciones limitadas, un carcter mstico, al reconocer que pocas veces la intervencin de un hombre fue ms decisiva que la suya en los destinos de un pueblo, explicando a la vez la aparente contradiccin y fluctuacin de sus ideas y principios guiadores en medio de la lucha, por la inflexible lgica del hombre de accin en presencia del pasado y del presente, bajo la luz en que le vieron los contemporneos y lo contemplarn los venideros. Como lo hemos dicho ya, la grandeza de los que alcanzan la inmortalidad no se mide tanto por la magnitud de su figura ni la potencia de sus facultades cuanto por la accin que su memoria ejerce sobre la conciencia humana, hacindola vibrar de generacin en generacin en nombre de una pasin, de una idea, de un resultado o de un sentimiento trascendental. La de San Martn pertenece a este nmero. Es una accin y

  • un resultado que se dilata en la vida y en la conciencia colectiva, ms por virtud intrnseca que por cualidades inherentes al hombre que las simboliza; ms por la fuerza de las cosas que por la potencia del genio individual. San Martn concibi grandes planes polticos y militares, que al principio parecieron una locura y luego se convirtieron en conciencia que l convirti en hecho. Tuvo la primera intuicin del camino de la victoria continental, no para satisfacer designios personales, sino para multiplicar la fuerza humana con el menor esfuerzo posible. Organiz ejrcitos poderosos, que pesaron con sus bayonetas en las balanzas del destino, no a la sombra de la bandera pretoriana, ni del pendn personal, sino bajo las austeras leyes de la disciplina, inculcndoles una pasin que los dot de un alma. Tuvo el instinto de moderacin y del desinters, y antepuso siempre el bien pblico al inters personal. Fund repblicas, no como pedestal de su engrandecimiento, sino para que vivieran y se perpetuaran por s, segn su genialidad libre. Mand, no por ambicin, y solamente mientras consider que el poder era un instrumento til para la tarea que el destino le haba impuesto. Fue

  • conquistador y libertador, sin fatigar a los pueblos por l redimidos de la esclavitud, con su ambicin o su orgullo. Abdic conscientemente el mando supremo en medio de la plenitud de su gloria, si no de su poder, sin debilidad, sin cansancio y sin enojo, cuando comprendi que su tarea haba terminado, y que otro poda continuarla con ms provecho para la Amrica. Se conden deliberadamente al ostracismo y al silencio, no por egosmo ni cobarda, sino en homenaje a sus principios morales y en holocausto a su causa. Slo dos veces habl de s mismo en la vida, y fue pensando en los dems. Pas sus ltimos aos en la soledad con estoica resignacin, y muri sin quejas cobardes en los labios, sin odios amargos en el corazn, viendo triunfante su obra y deprimida su gloria. Salvador de la independencia de su patria en momentos en que la Repblica Argentina vacilaba sobre sus cimientos, fund dos repblicas ms, y cooper directamente a la emancipacin de la Amrica del Sur. Es el primer capitn del Nuevo Mundo, y el nico que haya suministrado lecciones y ejemplos en la estrategia moderna en un terreno nuevo de guerra, con combinaciones originales inspiradas sobre el terreno, a travs de un vasto continente, marcando su itinerario militar con triunfos matemticos y con la creacin de

  • nuevas naciones que le han sobrevivido. El carcter de San Martn es uno de aquellos que se imponen a la historia. Su accin se prolonga en el tiempo y su influencia se transmite a su posteridad como hombre de accin consciente. El germen de una idea por l incubada, que brota de las entraas de la tierra nativa, se deposita en su alma, y es el campen de esa idea. Como general de la hegemona argentina primero y de la chileno-argentina despus, es el heraldo de los principios fundamentales que han dado su constitucin internacional a la Amrica, cohesin a sus partes componentes y equilibrio a sus Estados independientes. Con todas sus deficiencias intelectuales y sus errores polticos, con su genio limitado y meramente concreto, con su escuela militar ms metdica que inspirada, y a pesar de sus desfallecimientos en el curso de su trabajada vida, es el hombre de accin deliberada y trascendental ms bien equilibrada que haya producido la revolucin sudamericana. Fiel a la mxima que regl su vida: Fue lo que deba ser y antes que ser lo que no deba, prefiri no ser nada. Por eso vivir en la inmortalidad.

  • Cronologa de Jos de San Martn -1778 Nace el 25 de febrero, en Yapey, Argentina 1783. San Martn comienza sus estudios en el Real Seminario de Nobles de Madrid y en la Escuela de Temporalidades de Mlaga en 1786. -1808 Es distinguido por sus acciones contra los franceses, fue ascendido a capitn del regimiento de Borbn. Su principal actuacin fue en la gran victoria de la batalla de Bailn, del 19 de julio. -1812 Regresa a Buenos Aires y es recibido por los miembros del Primer Triunvirato, quienes le reconocen su grado de teniente coronel y le piden que cree un cuerpo de caballera, que llam Regimiento de Granaderos a Caballo. Contrae matrimonio con Mara de los Remedios de Escalada, de 14 aos. Funda junto a Carlos Mara de Alvear la Logia Lautaro, una organizacin secreta que se propona luchar por la l -1813

  • El 3 de febrero de 1813 y ante el desembarco de 300 espaoles, se libr el Combate de San Lorenzo, frente al Convento, a orillas del ro Paran. Luego de esta victoria, San Martn fue designado para hacerse cargo del Ejrcito del Norte -1814-16 El Director Supremo Gervasio Antonio de Posadas lo nombr gobernador de Cuyo, con sede en Mendoza. El 23 de agosto de 1816 naci en Mendoza su nica hija, Mercedes Tomasa. -1817 El 12 de enero se inici el Cruce de los Andes en direccin a Chile: 4.000 hombres y 1.200 milicianos de tropa de auxilio para conduccin de vveres y municiones. El 12 de febrero se libr la batalla de Chacabuco y el Ejrcito de Los Andes obtuvo la victoria sobre los realistas. -1818 Derrota en Cancha Rayada el 19 de marzo y victoria en la batalla de Maip 5 de abril. Se asegura la independencia de Chile.

  • -1820 Se inicia Expedicin Libertadora del Per. La expedicin estaba constituida por alrededor de 4.500 hombres, pertenecientes al Ejrcito libertador de los Andes y al Ejrcito de Chile. El 28 de julio se declara la independencia de Per y San Martn es nombrado Protector del Per con autoridad civil y militar. Se realiza la Entrevista de Guayaquil, donde se rene con Bolvar y le cede la conduccin. -1823-25 Muere Remedios de Escalada. Al llegar a Buenos Aires, San Martn es acusado de conspirador por lo que decidi marcharse del pas con su hija. Luego de un breve perodo en Escocia, se instalaron en Bruselas y poco despus en Pars. -1823-25 Muere Remedios de Escalada. Al llegar a Buenos Aires, San Martn es acusado de conspirador por lo que decidi marcharse del pas con su hija. Luego de un breve perodo en Escocia, se instalaron en Bruselas y poco despus en Pars. -1829-31

  • Intenta regresar a Buenos Aires, pero su negativa a participar de una guerra civil lo hizo desistir y regres a Europa. -1831 Se radica en Francia, cerca de Pars y luego en Grand Bourg. -1832-47 En su exilio recibe la visita de personalidades de la Argentina: Juan Bautista Alberdi y Domingo Faustino Sarmiento, entre muchos otros. En 1839, Rosas nombra a San Martn ministro plenipotenciario de la Confederacin Argentina ante la Repblica del Per. En 1846 San Martn le escribe a Rosas felicitndolo por el coraje demostrado por sus tropas en el combate de la Vuelta de Obligado contra las tr -1848-50 Al estallar la revolucin, se traslada a la ciudad costera de Boulogne-sur-Mer. All falleci a la edad de 72 aos, a las tres de la tarde del 17 de agosto de 1850.