André Breton - Poemas

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  Poemas André Breton Textos extraídos de antología homónima publicada por Jaime Campodónico Editor (Lima, 1993). Las versiones al castellano son de Armando Rojas. André Breton nació en Normandía en 1896, y murió en París en 1966.

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Recopilación de poemas de André Breton, acérrimo representante del surrealismo fecundo.

Transcript of André Breton - Poemas

  • Poemas

    Andr Breton

    Textos extrados de antologa homnima publicada por Jaime Campodnico

    Editor (Lima, 1993). Las versiones al castellano son de Armando Rojas.

    Andr Breton naci en Normanda en 1896, y muri en Pars en 1966.

  • PRIMERO LA VIDA

    A Philippe Soupault

    Primero la vida a esos prismas sin espesor as los colores sean ms puros

    Primero a esta hora siempre gris a esos terribles automviles de fras llamas

    A estas piedras reblandecidas

    Primero este corazn trabado

    A esta cinaga de murmullos

    Y a este blanco tejido cantando a la vez en el aire y en la tierra

    A esta bendicin nupcial que une mi frente a la de la vanidad total Primero la vida

    Primero la vida con sus sbanas conjuratorias

    Sus cicatrices de evasin

    Primero la vida primero esta roseta sobre mi tumba

    La vida de la presencia nada ms que la presencia

    Donde una voz dice Ests ah? y otra responde Ests ah?

    Ay casi no estoy

    Y aun cuando favoreciramos a aqullos que damos muerte

    Primero la vida

    Primero la vida primero la vida Infancia venerable

    La cinta que sale de un faquir

    Se parece a la barrera del mundo

    Pese a que el sol sea un deshecho

    Por muy poco que el cuerpo de una mujer se le parezca

    Sueas contemplando detenidamente la trayectoria

    O slo cerrando los ojos sobre la tormenta adorable llamada tu mano

    Primero la vida

    Primero la vida con sus salas de espera

    Cuando uno sabe que nunca ser admitido

    Primero la vida a estas fuentes termales

    Donde el servicio est hecho por collares

    Primero la vida desfavorable y larga

    Cuando aqu los libros se volvieran a cerrar sobre anaqueles menos suaves

    Y cuando all se estuviera ms a gusto que nunca se estuviera libre

    Primero la vida

    Primero la vida como fondo de desdn

    A este rostro suficientemente bello

    Como el antdoto de esta perfeccin que ella pide y teme

    La vida ese embuste de Dios

    La vida tal un pasaporte virgen

    Una pequea ciudad tal Pont--Mousson

    Y como todo ya se dijo Primero la vida

  • SILUETA DE PAJA

    A Max Ernst

    Dadme unas joyas de ahogadas

    Dos nidos

    Una cola de caballo y una testa de maniqu

    Perdonadme luego

    No tengo tiempo para respirar

    Soy un sortilegio

    La construccin solar me ha retenido hasta aqu

    Ahora ya no tengo ms que dejarme matar

    Pedid la tabla

    De prisa el puo cerrado encima de mi cabeza que comienza a sonar

    Un vaso donde se entreabre un ojo amarillo

    El sentimiento tambin se abre

    Mas las princesas se aferran al aire puro

    Tengo necesidad de orgullo

    Y de algunas gotas inspidas

    Para recalentar la marmita de enmohecidas flores

    Al pie de la escalera

    Pensamiento divino en el cuadrado constelado de cielo azul

    La expresin de las baistas es la muerte del lobo

    Tomadme por amiga

    La amiga de los fuegos y de los hurones

    Os mira profundamente

    Alisad vuestras penas

    Mi remo de palisandro hace cantar vuestros cabellos

    Un sonido palpable sirve la playa

    Negra por el furor de las sepias Y roja por el letrero

  • UNA Y MIL VECES

    A Francis Picabia

    Al amparo de las pisadas que en la tarde alcanzan una torre frecuentada por

    signos misteriosos en nmero de once

    La nieve que tomo con la mano y que se funde

    Esta nieve que adoro suea y soy uno de esos sueos

    Yo que slo concedo al da y a la noche la estricta juventud necesaria

    Son dos jardines en los cuales se asean mis manos que no tienen nada que

    hacer

    Y mientras los once signos descansan

    Tomo parte en el amor que es un mecanismo de cobre y de plata en los setos

    Soy uno de los ms delicados engranajes del amor terrestre

    Y el amor terrestre oculta los otros amores

    A la manera de los signos que ocultan mi espritu

    Una cuchillada perdida silba al odo del paseante

    Deshago el cielo como un lecho maravilloso

    Pende mi brazo del cielo con un rosario de estrellas

    Que da a da desciende

    Y cuya primera cuenta va a desaparecer en el mar

    En lugar de mis colores vivientes

    Pronto no habr ms que la nieve sobre el mar

    Los signos aparecen en la puerta

    Son de once colores diferentes y sus dimensiones respectivas os haran morir

    de piedad

    Uno de ellos tiene por obligacin bajar y cruzarse de brazos para entrar en la

    torre

    Oigo al otro arder en una regin floreciente

    Y aquel a caballo en la industria en la escasa industria montaosa

    Parecida al onagro que se alimenta de truchas

    Los cabellos los largos cabellos manchados

    Definen el signo que porta el escudo dos veces ojival

    Desconfiad de la idea que hacen rodar los torrentes

    Mi construccin mi bella construccin pgina a pgina

    Casa hecha necesariamente de vidrios a cielo abierto a suelo totalmente

    abierto

    Es una falla en la roca suspendida por unos anillos en la varilla del mundo

    Es una cortina metlica que se tira sobre inscripciones divinas

    Que vosotros no sabis descifrar

    Los signos no han tocado a nadie ms que a m

    Irrumpo en el desorden infinito de las splicas

    Vivo muero de un extremo a otro de esta lnea

    Lnea extraamente medida que une mi corazn al antepecho de vuestra

    ventana Me comunico a travs de ella con todos los prisioneros del mundo

  • AIRN

    A Marcell Noll

    Si al menos alumbrara el sol esta noche

    Si en el fondo de la Opera dos senos relucientes y claros

    Compusieran para la voz amor la ms maravillosa letra viviente

    Si el pavimento de madera se entreabriese en la cima de las montaas

    Si el armio mirara con aspecto suplicante

    Al sacerdote de turbantes rojos

    De vuelta del bao contando los coches cerrados

    Si el eco lujoso de los arroyos que yo importuno

    No lanzara sino mi cuerpo en los prados de Pars

    Por qu no graniza en el interior de las joyeras

    La primavera al menos no me causara ms temor

    Si al menos yo fuera una raz del rbol del cielo

    Por ltimo el bien en la caa de azcar del aire

    Si se hiciera un estribo con las manos a las mujeres

    Que contemplas bella silenciosa

    Bajo el arco de triunfo del Carrousel

    Si el placer ordenara bajo la apariencia de un transente eterno

    Los Aposentos no siendo ms surcados que por el guio violeta de los

    senderos

    Qu no dara yo para que un brazo del Sena se deslizara bajo la Maana

    De todas maneras perdida

    No estoy resignado tampoco a las salas acariciantes

    Donde suena el telfono de las multas del atardecer

    Al partir he prendido fuego a un mechn de cabello que es el de una bomba

    Y el mechn ahonda un tnel bajo Pars Si al menos mi tren penetrara ese tnel

  • LNEA QUEBRADA

    A Raymond Roussel

    Nosotros el pan seco y el agua en las prisiones del cielo

    Nosotros los adoquines del amor todas las seales interrumpidas

    Que simbolizamos la gracia del poema

    Nada nos expresa ms all de la muerte

    Cuando la noche para salir se calza sus botines de charol

    Tomamos el tiempo como se presenta

    Como un muro divisorio a aqul de nuestras prisiones

    Las araas hacen encallar el barco en la rada

    No hay ms que tocar no hay nada que ver

    Ms tarde ensearis lo que somos

    Nuestras obras se hallan an bien protegidas

    Pero es el alba de la ltima costa el tiempo se echa a perder

    Luego portaremos allende el lujo de la peste

    Nosotros un mnimo de escarcha sobre los hacinamientos humanos

    Y nada ms

    El aguardiente cura las heridas en una bodega cuyo tragaluz deja ver un

    camino ribeteado por grandes paciencias vacas

    No preguntis dnde estis

    Nosotros el pan seco y el agua en las prisiones del cielo

    El juego de cartas al cielo raso

    Levantamos apenas una punta del velo

    El restaurador de vajilla trabaja sobre una escala

    Parece joven a pesar de la losa

    Llevamos su luto en amarillo

    El pacto no ha sido todava firmado

    Las hermanas de la caridad provocan

    Evasiones al horizonte

    Atenuamos tal vez al mismo tiempo el bien y el mal

    Es as como se cumple la voluntad de los sueos

    Gente que podrais

    Nuestro rigor desaparece en el pesar de los deshechos

    Somos las estrellas de la seduccin ms terrible

    El colmillo del ropavejero Mastn sobre los trapos floridos

    Nos lanza al furor de vidos tesoros

    No agreguis nada a la deshonra de vuestro propio perdn

    Basta para una causa sin fin

    Armar vuestros ojos con esas lgrimas ridculas que nos alivian El cuerpo de las palabras es dorado esta noche y ya nada existe en vano

  • LA UNIN LIBRE

    Mi mujer cabellera de lumbre de leo

    Pensamientos de relmpagos de calor

    Talle de reloj de arena

    Mi mujer talle de nutria bajo los dientes del tigre

    Mi mujer boca de escarapela y de ramillete de estrellas de ltima magnitud

    Dientes de huellas de ratn blanco sobre la tierra blanca

    Lengua de mbar y de vidrio frotados

    Mi mujer lengua de hostia apualada

    Lengua de mueca que abre y cierra los ojos

    Lengua de piedra increble

    Mi mujer pestaas de palotes de escritura de nio

    Cejas de borde de nido de golondrina

    Mi mujer sienes de pizarra de invernadero

    Y de vapor en los cristales

    Mi mujer hombros de champaa

    Y de fontana con testas de delfines bajo el hielo

    Mi mujer muecas de fsforos

    Mi mujer deds de azar y de as de corazn

    Dedos de heno segado

    Mi mujer axilas de marta y de fasces

    De noche de San Juan

    De alhea y de nido de escalares

    Brazos de espuma de mar y de esclusa

    Y de alianza de trigo y de molino

    Mi mujer piernas de fuegos artificiales

    De movimientos de relojera y de desesperacin

    Mi mujer pantorrilas de mdula de saco

    Mi mujer pies de iniciales

    Pies de manojos de llaves pies de calafates en trance de beber

    Mi mujer cuello perlado de cereales

    Mi mujer pechos de Val d'or

    De citas en el lecho mismo del torrente

    Senos nocturnos

    Mi mujer senos de collado

    Mi mujer senos de crisol de rubes

    Senos de espectro de la rosa bajo el roco

    Mi mujer vientre de despliegue de abanico de los das

    Vientre de garra gigantesca

    Mi mujer dorso de pjaro que huye vertical

    Dorso de azogue

    Dorso de luz

    Nuca de canto rodado y de tiza mojada

    Y de precipitacin de un vaso donde se acaba de beber

    Mi mujer caderas de navecilla

    Caderas de lmpara y de plumas de flecha

    Y de tallos de plumas de blanco pavorreal

    De balanza insensible

    Mi mujer nalgas de greda y de amianto

  • Mi mujer nalgas de dorso de cisne

    Mi mujer nalgas de primavera

    Sexo de gladiolo

    Mi mujer sexo de yacimiento y de ornitorrinco

    Mi mujer sexo de alga y de bombones antiguos

    Mi mujer sexo de espejo

    Mi mujer ojos llenos de lgrimas

    Ojos de panoplia violeta y de agua imantada

    Mi mujer ojos de sabana

    Mi mujer ojos de agua para beber en prisin

    Mi mujer ojos de leo siempre bajo el hacha Ojos de nivel de agua de nivel de aire de tierra y de fuego

  • NO HA LUGAR

    Arte matinal arte nocturno

    La balanza de las heridas llamada Perdona

    Balanza roja y sensible al peso de un vuelo de pjaro

    Cuando las amazonas cuello de nieve las manos vacas

    Impulsan sus carros de vapor por los prados

    Veo esta balanza siempre enloquecida

    Veo el ibis de finos modales

    Que regresa del estanque atado en mi corazn

    Las ruedas del sueo encantan los esplndidos carriles

    Que se elevan muy alto sobre las caracolas de sus vestidos

    Y el asombro se precipita aqu y all sobre el mar

    Ve mi querida aurora no olvides nada de mi vida

    Toma esas rosas que trepan al pozo de los espejos

    Toma el aleteo de todas las pestaas

    Toma hasta los hilos que mantienen el paso de los danzarines de cuerda y de

    las gotas de agua

    Arte matinal arte nocturno

    Aparezco a la ventana muy lejos en una ciudad presa de espanto

    Afuera hombres en bicornio se persiguen a intervalos regulares

    Parecidos a las lluvias que yo amaba

    Cuando haca un tiempo tan hermoso

    "A la rage de Dieu" es el nombre de un cabaret donde entr ayer

    Est escrito en el vidrio blanco con letras ms palidecidas

    Pero las mujeres-marinos que tras el cristal se deslizan

    Demasiado felices son para sentir miedo

    Aqu el cuerpo siempre el asesinato sin pruebas

    Nunca el cielo siempre el silencio

    Nunca la libertad sino para la libertad

  • LAS ACTITUDES ESPECTRALES

    No otorgo ninguna importancia a la vida

    No sujeto con un alfiler el ms mnimo anuncio vital que se da importancia

    No ofrezco ninguna importancia a la vida

    Pero los ramajes de sal los blancos ramajes

    Todas las burbujas de sombra

    Y las anmonas de mar

    Descienden y respiran en el interior de mi pensamiento

    Nacen de los llantos que no derramo

    Pasos que no doy pasos que son dos veces pasos

    Y cuya arena recuerda la marea ascendente

    Los barrotes estn en el interior de la jaula

    Y las aves proceden de muy alto a cantar ante estos barrotes

    Un pasaje subterrneo une todos los perfumes

    Un da se intern una mujer

    esta mujer se hizo tan radiante que me fue imposible verla

    Con estos ojos que me vieron arder a m mismo

    Tena ya la edad que tengo ahora

    Y vigilaba sobre mi pensamiento como un guardin nocturno en una fbrica

    inmensa

    nico guardin

    La glorieta encantaba siempre los mismos tranvas

    Las imgenes de yeso no haban perdido nada de su expresin

    Mordan el higo de la sonrisa

    Conozco un tapiz en una ciudad desaparecida

    Si se me ocurriera mostrarme ante vosotros envuelto en ese tapiz

    Creerais en la proximidad de vuestro fin

    Como en el mo

    Al fin las fontanas comprenderan que no es preciso decir Fontana

    Se atrae a los lobos con los espejos de nieve

    Poseo una barca desatada de todo clima

    Soy arrastrado por un banco de hielo con dientes de llama

    Corto y atravieso la madera de este rbol que siempre ser verde

    Un msico se pierde en las cuerdas de su instrumento

    El Pabelln Negro del tiempo de ninguna fbula infantil

    Aborda un bajel que ahora es solo el fanatsma del suyo

    Hay tal vez una guardia en esta espada

    Pero en esa guardia ya existe un duelo

    En el curso del cual dos adversarios se desarman

    El muerto es el menos ofendido El porvenir es jams

    Las cortinas que nunca fueron alzadas

    Flotan en las ventanas de futuras mansiones

    Los lechos formados de todos los lirios

    Se deslizan bajo las lmparas de roco

    Alguna tarde llegar

    Las pepitas de luz permanecen inmviles bajo el musgo azul

    Las manos que hacen y deshacen los nudos del amor y del aire

  • Guardan toda su transparencia para los que ven

    Ven las palmas en las manos

    Las coronas en los ojos

    Pero el brasero de coronas y de palmas

    Se ilumina no hace ms que iluminarse en lo ms profundo de la floresta

    All donde los ciervos inclinando la cabeza contemplan los aos

    An no se escucha sino un dbil latido

    De donde proceden mil ruidos ms leves o ms sordos

    Y ese latido se perpeta

    Existen vestidos que palpitan

    Y su palpitar existe al unsono de ese latido

    Pero cuando quiero ver el rostro de aqullas que los llevan

    Una densa niebla se alza de la tierra

    Al pie de los campanarios detrs de los ms elegantes depsitos de vida y de

    riqueza

    En las gargantas que oscurecen entre dos montaas

    Sobre el mar a la hora en que el sol comienza a extinguirse

    Los seres que me hacen seales estn separados por las estrellas

    Y sin embargo el coche que pasa a toda velocidad

    Lleva incluso mi ltima indecisin

    Quin me espera all en la ciudad donde las estatuas de bronce y de piedras

    han cambiado de lugar con las estatuas de cera

    Banianos banianos

  • EL VERBO SER

    Conozco la desesperacin a grandes rasgos. La desesperacin no tiene alas, no se

    halla necesariamente en una mesa servida en una terraza, en el atardecer, al borde

    del mar. Es la desesperacin y no el regreso de una cantidad de hechos sin

    importancia como las semillas al caer la noche dejan un surco por otro. No es el musgo

    sobre una roca o el vaso para beber. Es un barco acribillado por la nieve si queris,

    como los pjaros que caen y su sangre no tiene el ms mnimo espesor. Conozco la

    desesperacin a grandes rasgos. Una forma muy pequea delimitada por joyas

    capilares. Es la desesperacin. Un collar de perlas para el cual uno no sabra encontrar

    un broche y cuya existencia ni se sostiene en un hilo, tal la desesperacin. Del resto no

    hablemos. No hemos terminado de desesperarnos si comenzramos. Yo, me desespero

    por la pantalla a las cuatro, me desespero por el abanico a medianoche, me desespero

    por el cigarrillo de los condenados. Conozco la desesperacin a grandes rasgos. La

    desesperacin no tiene corazn, la mano queda siempre en la desesperacin sin

    fuerza, en la desesperacin cuyos hielos no nos dicen jams si muri. Vivo de esta

    desesperacin que me encanta. Amo esta mosca azul que vuela en el cielo a la hora

    que musitan las estrellas. A grandes rasgos conozco la desesperacin, de vastos

    asombros menudos, la desesperacin de la altivez, la desesperacin de la clera. Me

    levanto cada da como todo el mundo y descanso los brazos sobre un papel floreado,

    no me acuerdo de nada y siempre es con desesperacin como descubro los hermosos

    rboles desarraigados de la noche. El aire de la habitacin es bello como palillos de

    tambor. Hace un tiempo increble. Conozco la desesperacin a grandes rasgos. Es

    como el viento de la cortina que me asiste. Se conoce semejante desesperacin!

    Fuego! Oh van a venir de nuevo... Socorro! Helos aqu cayendo por la escalera... Y

    los anuncios del peridico y los avisos luminosos a lo largo del canal. Montn de

    arena, vete, especie de montn de arena! En sus grandes rasgos la desesperacin no

    tiene importancia. Es un hacinamiento de rboles que una vez ms van a hacer una

    foresta, es un hacinamiento de estrellas que una vez ms van a hacer un da de

    menos, es un hacinamiento de das que una vez ms va a hacer mi vida.

  • UN HOMBRE Y UNA MUJER ABSOLUTAMENTE BLANCOS

    Al fondo mismo de la sombrilla veo a las prostitutas maravillosas

    Su vestimenta algo descolorida del lado del reverbero color del bosque

    Ellas pasean consigo un gran sobrante de papel mural

    Como no se le puede contemplar sin una congoja en los antiguos pisos de una

    casa en demolicin

    O bien una caracola de mrmol blanco cada de una chimenea

    O bien una red con esas cadenas que se nublan en los espejos

    El gran instinto de la combustin se apodera de las callejas donde ellas se

    mantienen

    Como abrasadas flores

    Lejana la mirada provocando un viento de piedra

    Mientras se abisman inmviles en el centro del torbellino

    Nada iguala para m el sentido de su pensamiento en vilo

    La frescura del arroyo donde sus botines empapan la sombra con sus picos

    La realidad de esos haces de heno segado en los cuales desaparecen

    Veo sus senos que dejan una punta de sol en la noche profunda

    Cuyo descender y elevarse es la nica medida exacta de la vida

    Veo sus senos que son estrellas sobre las olas Sus senos donde llora para siempre la invisible leche azul

  • LTIMA RECOGIDA

    La carta que espero viaja de incgnito en un sobre

    La estampilla la cubre y allende

    Esa estampilla est sellada por el zodiaco

    Se hace mucho esfuerzo para descifrar mi nombre en su festonado

    Cuando me alcance el sol se habr vuelto fro

    Habr escombros en la Place Blanche

    Entre los cuales se distinguir mi decisin

    Semejante a una rueda de ardillas

    La abrir con un golpe seco de remo

    Y me dispondr a leer

    Lo que no dejar de provocar una aglomeracin de gente

    Pero no me detendr

    Las palabras jams odas desaparecern

    Sern una llamarada y lucirn en una jaula de amianto

    Suspendida en el rbol de las adivinanzas

    La carta que espero tendr el color de veleros extintos

    Pero las noticias que me traer sus formas de roco

    Reencontrar en esas formas todo lo que he perdido

    Esas luces que mecen las cosas irreales

    Esos animales de metamorfosis que me han vuelto razonable

    Esas piedras que pens lanzadas para perderme a m mismo

    Cun mnimas son las dimensiones de la carta que espero Con tal que no se pierda en las partculas de veneno

  • VIOLETTE NOZIRES

    Todas las cortinas del mundo cerradas sobre tus ojos

    Por ms que intenten hasta el cansancio

    Ante su espejo que detiene el aliento

    Tender el arco maldito de la ascendencia y de la descendencia

    Ya no te pareces a nadie vivo o muerto

    Mitolgica hasta la punta de las uas

    Tu prisin es la boya que ellos procuran alcanzar en su sueo Todos vuelven all ella los consume

    Como se alcanza la fuente de un perfume en la calle

    Devanan a escondidas tu itinerario

    La bella colegiala del liceo Fnelon que criaba murcilagos en su pupitre

    El narciso de las nieves del pizarrn negro

    Regresa a la casa familiar donde se abre

    Una ventana moral en la noche

    Los padres una vez ms se sacrifican por su hija

    Se han puesto los cubiertos en la mesa de operaciones

    El buen hombre para ser ms real se ha puesto de negro

    Mecnico segn dicen de trenes presidenciales

    En un pas de averas donde el jefe Supremo del Estado

    Cuando no viaje a pie por temor a las bicicletas

    No tiene nada ms urgente que tirar la seal de alarma para ir a divertirse en

    . mangas de camisa ante el talud

    La excelente mujer ha ledo a Corneille en un libro de clase de su hija

    Es francesa y lo ha comprendido

    Como su apartamento comprende una singular trastienda

    Donde misteriosamente brilla una ropa interior

    Ella no es de las que esconden rindose veinte francos en sus medias

    El billete de mil cosido en el dobladillo de su falda

    Le asegura una rigidez pre-cadavrica

    Los vecinos estn contentos

    Por toda la tierra

    Contentos de ser los vecinos

    La historia dir

    Que el seor Nozires era un hombre previsor

    No slo porque haba ahorrado ciento sesenta y cinco mil francos

    Sino sobre todo porque haba escogido para su hija un nombre en cuya

    primera parte se poda inferir psicoanalticamente su programa

    La biblioteca de cabecera quiero decir la mesa de noche

    Fuera de eso ya no tiene entonces sino un valor ilustrativo

    Mi padre olvida a veces que soy su hija

    El turbado

    Lo que de una vez teme y suea en traicionarse

    Palabras cubiertas como una agona sobre el musgo

    El que dijo haberlas odo de tus labios desafa todo lo que vale la pena de ser

    desafiado

    Esa especie de coraje es ahora el nico

  • Solo l nos resarce de esta embestida hacia una glorieta de capuchinas

    Que ya no existe Hermosa glorieta semejante a un crter

    Pero qu socorro

    Otro hombre a quien hiciste partcipe de tu desamparo

    En un lecho un hombre que te haba exigido el placer

    El don siempre incomparable de la juventud

    Recibi tu confidencia entre tus caricias

    Cun oscuro debi ser ese transente

    Que solo supo lanzarte una bofetada en la noche blanca

    Lo que huas

    No podas perderlo sino en los brazos del azar

    Que torna tan flotantes los fines de los atardeceres en Pars que rodean a las

    mujeres de miradas de cristal enloquecido

    Entregadas al gran deseo annimo

    Al cual hace maravillosa nica

    Silenciosamente eco

    Para nosotros el nombre que tu padre te ha dado y arrebatado

    Nos deslizamos donde se pos tu alto tacn de azcar

    Es igual que crean o aparenten no admitirlo

    Ante tu sexo alado como una flor de las Catacumbas

    Estudiantes viejos periodistas podridos falsos revolucionarios sacerdotes

    jueces Abogados vacilantes Bien saben que all concluye toda jerarqua

    Sin embargo un joven te esperaba enigmtico en la terraza de un caf

    Ese joven que en el Quartier Latin venda al parecer en sus ratos libres

    L'Action Francaise

    Deja de ser mi enemigo porque t lo amabas

    Podrais haber vivido juntos aunque sea tan difcil vivir con su amor

    El te escriba al partir Infame querida

    Es hermoso an

    Hasta que exista informacin ms amplia el dinero infantil no es sino la espuma

    de la ola

    Mucho tiempo despus las instituciones de caballera y la caballera de los

    perros

    Violette

    La casualidad solo ser poticamente una mujer sola en los bosquecillos

    inencontrables del Campo de Marte

    Sentada con las piernas en X sobre una silla amarilla

  • YO SUEO TE VEO INDEFINIDAMENTE SUPERPUESTA A TI

    MISMA...

    Yo sueo te veo indefinidamente superpuesta a ti misma

    Ests sentada en el alto taburete de coral

    Ante tu espejo siempre en su cuarto creciente

    Dos dedos sobre el ala de agua del peine

    Y a la vez

    Vuelves de viaje te retrasas la ltima en la gruta

    Brillante de relmpagos

    No me reconoces

    Ests tendida sobre el lecho te despiertas o duermes

    Te despiertas donde estuviste dormida o en algn otro lugar

    Ests desnuda la bola de saco rebota an

    Mil bolas de saco bordonean encima de ti

    Tan livianas que a cada instante son ignoradas por ti

    Tu aliento tu sangre salvados de la loca truhanera del aire

    Cruzas la calle los coches precipitados hacia ti no son ms que su sombra

    Y la misma

    Nia

    Cogida en el fuelle de lentejuelas

    Saltas a la cuerda

    Tiempo suficiente para que asome en lo alto de la escalera invisible

    La nica mariposa verde que frecuente las cimas de Asia

    Acaricio todo lo que fue t

    En todo lo que sigue an

    Escucho silbar melodiosamente

    Tus brazos innumerables

    nica serpiente en todos los rboles

    Tus brazos al centro de los cuales gira el cristal de la rosa de los vientos Mi fontana viva de Sivas

  • ME DICEN QUE ALL LAS PLAYAS SON NEGRAS...

    Me dicen que all las playas son negras

    De lava encaminada a la mar

    Y se extienden al pie de un inmenso pico humeante de nieve

    Bajo un segundo sol de canarios salvajes

    Cul es pues ese lejano pas

    Que parece extraer todo su esplendor de tu vida

    Tiembla muy vivo en la punta de tus pestaas

    Suave a tu tez como un pao inmaterial

    Recin salido del arca entreabierta de las eras

    Detrs de ti

    Lanzando sus ltimos fuegos sombros entre tus piernas

    El suelo del paraso perdido

    Vidrio de tinieblas espejo de amor

    Y ms abajo hacia tus brazos que se abren

    Es prueba por la primavera DESPUES

    La inexistencia del mal Todo el manzano en flor de la mar

  • LA CASA DE YVES

    La casa de Yves Tanguy

    Donde no se entra sino de noche

    Con la lmpara tempestad

    Afuera el pas transparente

    Un adivino en su elemtno

    Con la lmpara tempestad Con el aserradero tan laborioso que no se le ve ms

    Y el lienzo de Jouy del cielo Cazad vosotros lo sobrenatural

    Con la lmpara tempestad

    Con el aserradero tan laborioso que no se le ve ms

    Con todas las estrellas de santo cielo

    Ella es de lazos, de jambas Color cangrejo en guiso

    Con la lmpara tempestad

    Con el aserradero tan laborioso que no se le ve ms

    Con todas las estrellas de santo cielo

    Con los tranvas reducidos en todo sentido por sus nicas antenas

    El espacio atado, el tiempo reducido Ariadna en su recmara-estuche

    Con la lmpara tempestad

    Con el aserradero tan laborioso que no se le ve ms

    Con todas las estrellas de santo cielo

    Con los tranvas reducidos en todo sentido por sus nicas antenas Con la melena sin fin del argonauta

    El servicio es cumplido por esfinges Que se vendan los ojos con corpios

    Con la lmpara tempestad

    Con el aserradero tan laborioso que no se le ve ms

    Con todas las estrellas de santo cielo

    Con los tranvas reducidos en todo sentido por sus nicas antenas

    Con la melena sin fin del argonauta Con el fulgurante mobiliario del desierto

    All se hiere all uno se cura

    All se conspira al descubierto

  • Con la lmpara tempestad

    Con el aserradero tan laborioso que no se le ve ms

    Con todas las estrellas de santo cielo

    Con los tranvas reducidos en todo sentido por sus nicas antenas

    Con la melena sin fin del argonauta

    Con el fulgurante mobiliario del desierto Con las seales que intercambian de lejos los amantes

    Es la casa de Yves Tanguy

  • ULI

    Por cierto que eres un gran dios

    Te he visto con mis propios ojos como nadie

    An ests cubierto de lodo y sangre acabas de engendrar

    Eres un viejo aldeano que nada sabe

    Para reponerte comiste hasta ms no poder

    Ests plagado de manchas humanas

    Se ve que te has forrado hasta las orejas

    Ya no escuchas

    Nos guias el ojo desde un fondo de caracola

    Tu creacin te dice arriba las manos y an as amenazas T das miedo t maravillas