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  • La Risa en la Fisiognoma Antigua y MedievalMiguel ngel Gonzlez Manjarrs

    Traditio, Volume 67, 2012, pp. 305-339 (Article)

    Published by Fordham University PressDOI: 10.1353/trd.2012.0005

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    Access provided by Pontificia Universidad Catlica de Chile (14 May 2014 19:38 GMT)

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    LA RISA EN LA FISIOGNOMA ANTIGUA Y MEDIEVAL

    Por MIGUEL NGEL GONZLEZ MANJARRS

    Introduccin

    A lo largo de los siglos la risa ha sido objeto de estudio muy variado, abordada por filsofos, telogos, historiadores, psiclogos, socilogos, antroplogos, genetistas, mdicos, lingistas o crticos literarios. En cada poca ha recibido atencin diferente y cada rama del saber la ha inter-pretado con perspectivas distintas. Aun cuando a menudo se haya des-tacado su dificultad, su condicin inasible y hasta arbitraria, la risa es una cuestin fsica y material que, segn las neurociencias, se producira en el sistema lmbico del cerebro, una parte poco evolucionada que el hombre comparte con otros animales. La risa, por tanto, debe entenderse como un acto puramente mecnico,1 cuya activacin cerebral provoca una liberacin de neurotransmisores que incrementan la actividad cere-bral, disminuyen la hormona del estrs y activan el sistema inmune. De ah que la risa se considere una herramienta evolutiva que se instal en el cerebro para ayudar a sobrevivir y, en ltima instancia, a vivir mejor.2

    La explicacin de la risa humana, por tanto, obedecera tambin a razones sociales, segn sealara ya Bergson,3 por lo que puede concebirse como una fase intermedia entre el instinto y la intencin. Remos en

    1 Si se manipulan con electrodos las partes cerebrales que originan la risa, un hom-bre reir a carcajadas sin control de su voluntad: Georges Monois, Histoire du rire et de la drision (Pars, 2000), 568. Para un estudio neurolgico y cientfico de la risa pueden verse, por ejemplo, J. A. R. A. M. van Hooff, A Comparative Approach to the Philogeny of Laughter and Smiling, en Robert A. Hinde, ed., Non-Verbal Communication (Cambridge, 1972), 20941; Santiago Arroyo et al., Mirth, Laughter and Gelastic Seizures, Brain 116 (1993): 75780; Robert R. Provine, Laughter: A Scientific Investigation (Nueva York, 2000); Barbara Wild et al., Neural Correlates of Laughter and Humour, Brain 126 (2003): 212138.

    Este artculo se encuadra en el Proyecto de Investigacin D.G.I.C.Y.T. (FFI2008-00618). Quiero dejar constancia de mi agradecimiento a los evaluadores de la revista Traditio, cuyas sugerencias han ayudado a mejorar los resultados del presente tra-bajo.

    2 Jaak Panksepp, Neuroevolutionary Sources of Laughter and Social Joy: Mod-eling Primal Human Laughter in Laboratory Rats, Behavioral Brain Research 182 (2007): 23144; Marina Davila Ross, Towards the Evolution of Laughter: A Compara-tive Analysis on Hominoids (Saarbrcken, 2009).

    3 Henri Bergson, La risa: Ensayo sobre el significado de lo cmico, trad. esp. (Mxico, 1986). Su tesis principal es que el hombre no solo es el nico animal que re, sino el nico que es capaz de rerse de s mismo.

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    compaa porque la risa sera, en ltima instancia, un medio de comuni-cacin no verbal, previo a la aparicin del lenguaje mismo (los bebs ren a los tres meses de vida y esbozan sonrisas desde las seis semanas, como ya sealara Aristteles).4 As pues, la risa (y la sonrisa, esa risa menor) es un elemento evolutivo y, por tanto, social, que suele desencadenarse de forma instintiva y emocional, a menudo en situaciones cmicas, placen-teras o positivas, pero tambin en momentos agobiantes, desagradables o terribles, a modo de respuesta liberadora ante una situacin mxima de estrs. No obstante, como fenmeno social, la risa puede asimismo simularse y fingirse, provocarse y mostrarse o contenerse y ocultarse, de ah su condicin variada y relativa, en dependencia de intencionalidades individuales o de patrones personales y grupales.5

    La risa es, por tanto, un signo: refleja en el cuerpo y, sobre todo, en el rostro una serie de emociones liberadas en el cerebro. Y para ello se pone en funcionamiento un amplio conjunto de nuestra anatoma: todo el sistema de msculos de la cara y sus partes, el corazn, el diafragma, los msculos del trax y la zona ventral e incluso las extremidades. El estu-dio detallado de tales muestras anatmicas puede llevar al desciframiento cientfico de emociones y estados de nimo precisos, puede determinar si una persona re o sonre de forma sincera o impostada, si miente o no miente con su risa o incluso si es reflejo de un estado patolgico. De tales indagaciones se derivaran a su vez aplicaciones prcticas, pues podran llevar a mejoras y progresos en medicina, economa, justicia, educacin y hasta en las relaciones afectivas.6

    4 Vase abajo n. 25.5 Cf. Robert R. Provine, Contagious Yawning and Laughter, en C. M. Heyes

    y B. G. Galef, eds., Social Learning in Animals: The Roots of Culture (San Diego, 1996), 179208. Y lo risible es, precisamente, lo cmico, tambin muy estudiado en su dimensin social y cultural: Jean-Marc Defays, Le comique: Principes, procds, processus (Pars, 1996); Simon Critchley, On Humour (Nueva York, 2002).

    6 Del estudio detallado de los gestos faciales, incluidas la risa y la sonrisa, con sus correspondientes estados de nimo, se encargan en especial psiclogos y cientficos del comportamiento. Paul Ekman, por ejemplo, ha insistido en la idea, ya plantea-da en Darwin, de que unas cuantas emociones (felicidad, sorpresa, miedo, disgusto, rabia y tristeza), con sus gestos faciales correspondientes, son en realidad evoluti-vas, universales y comunes a la especie humana, e incluso ha estudiado la forma cientfica de detectar cundo una persona miente, al querer manifestar una serie de sentimientos que no se corresponden con sus gestos; puede verse, para todo ello, la propia web del autor, con su bibliografa completa: http://www.paulekman.com. Una sntesis, no obstante, est accesible en red: P. Ekman, Facial Expressions, en Tim Dalgleish y Mick Power, Handbook of Cognition and Emotion (Chichester, 1999), 30120 (http://www.paulekman.com/wp-content/uploads/2009/02/Facial-Expressions.pdf). El propio Ekman cre, en colaboracin con Wallace V. Friesen, un pro-grama para medir y cuantificar los gestos musculares del rostro: cf. P. Ekman y

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    la risa en la fisiognoma antigua y medieval 307

    La risa, como tal signo, fue ya desde antiguo objeto de estudio para filsofos, bilogos y mdicos, que trataron de explicarla y comprenderla en la medida de sus posibilidades y conocimientos fisiolgicos y psicolgi-cos. Y pronto pas tambin a valorarse en los textos de fisiognoma, que codificaban y explicaban cientficamente toda una serie de intuiciones ms o menos populares: se trataba en este caso de analizar, en virtud de la supuesta conexin de cuerpo y alma, las seales anatmicas y en especial faciales con que se manifestaba la risa, para conjeturar despus la inclinacin anmica que pudieran estar delatando y no solo, o no tanto, un estado de nimo momentneo. Pero ese proceso de codi-ficacin fue lento: si al principio la risa era casi marginal en los trata-dos fisiognmicos antiguos, en que adems apenas se daban explicaciones fisiolgicas de los fenmenos descritos, en la Edad Media se hace objeto de una clasificacin sistemtica y, cuando llega ya la poca escolstica, los argumentos fisiognmicos se someten en casi todos los casos a juicios fisiolgicos precisos: salvando todas las distancias, la ciencia de enton-ces quiso tambin aplicarse a los gestos para conocer la mente. De seme-jante proceso, en definitiva, se pretende dar cuenta en las pginas que siguen: se estudia la risa en la Antigedad y en la Edad Media, primero en su contexto filosfico y cientfico, para pasar luego a su tratamiento pormenorizado en las principales obras de fisiognoma.7

    ANTIGEDAD

    Contexto

    Entre los antiguos hay, en principio, un argumento reiterado: la risa genuina, moderada, oportuna es propia de hombres de bien, sanos, apaci-bles, inteligentes; la risa excesiva, compulsiva, extempornea es propia de hombres necios o, a lo sumo, de enfermos mentales.8 La risa es a menudo

    W. V. Friesen, Facial Action Coding System: A Technique for the Measurement of Facial Movement (Palo Alto, CA, 1978). No obstante, la muestra anatmica de emo-ciones est tambin sometida al aprendizaje y la diversidad cultural, como reconoce Ekman y han sealado recientemente otros estudiosos: vase, por ejemplo, Rachael E. Jack et al., Facial Expressions and Emotion Are Not Culturally Universal, Proceedings of the National Academy of Science, DOI: 10.1073/pnas.1200155109 (abril 2012). Hay abundante y detallada explicacin sobre este campo de investigacin en Data Face, una web creada y mantenida por Joseph C. Hager:http://face-and-emotion.com/dataface/general/homepage.jsp.

    7 Un breve repaso fisiognmico de la risa, solo en esbozo, se apunta en Nuccio Ordine, Teoria della novella e teoria del riso nel Cinquecento (Npoles, 20012), 1518.

    8 Para la risa en la Antigedad pueden verse, entre otros, Dominique Arnould, Le rire et les larmes dans la littrature grecque dHomre Platon (Pars, 1990); Monique Trd y Philippe Hoffmann, eds., Le rire des Anciens (Pars, 1998); Marie Laurence

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    traditio308

    difcil de contener, de ah que su dominio sea indicio de hombre cabal, capaz de sobreponerse a las pasiones y sus reflejos fsicos y psquicos. Los testimonios al respecto son numerosos, y ya Platn, por ejemplo, despre-ciaba la risa exagerada y criticaba a Homero por haber presentado a los dioses en medio de carcajadas, dominados de un despreciable .9 Se tratara, en efecto, de una asociacin casi intuitiva, que dio su salto a la literatura (as, por citar algunos casos clebres, Iscrates, Plutarco, Catulo o Sneca)10 y que lleg a extenderse tambin a la prosa teolgica del judasmo.11

    Fue sobre todo en el mbito peripattico donde se investig el origen y la causa de la risa. En las Partes de los animales plantea Aristteles que la risa es propia y privativa del hombre y que, como todo fenmeno humano, tiene una explicacin fsica y psquica, incluida la risa involun-taria o mecnica, provocada por cosquillas o a menudo reflejo patolgico: habra un calentamiento previo del diafragma que afectara al corazn y lo hara dilatarse y liberar sus espritus vitales, que se irradiaran a todo el cuerpo, incluidos los msculos de la cara, y afectaran por comu-nicacin a la zona cerebral, base de la percepcin y el pensamiento.12

    Desclos, ed., Le rire des Grecs: Anthropologie du rire en Grce ancienne (Grenoble, 2000); Stephen Halliwell, Greek Laughter: A Study of Cultural Psychology from Homer to Early Christianity (Cambridge, 2008).

    9 Pl., Lg. 732C, 816E; R. 388D389A, etc.; Hom., Il. 1.599. Cf. Emmanuelle Jout-Pastr, Le rire chez Platon: Un dtour sur la voie de la vrit, en Trd y Hoffmann, eds., Rire des Anciens, 27379. Ya Pitgoras tena por norma en su escuela no dejarse poseer por una risa incontenible: Iamb., VP 8188. Son clebres otros antiguos: Herclito, Epaminondas, Anaxgoras, Pericles o Eurpides: Halliwell, Greek Laughter, 3940 (y n. 103).

    10 Isoc., Ep. 1.15; Plu., Apoth. Lac. 241F; Cat. 39.16 (nam risu inepto res inepti-or nullast); Sen., Epist. 52.12 (improbum risus, insanum vultus habitusque demons-trat), donde alude adems a una equivalencia fisiognmica bsica y verdica: Omnia rerum omnium, si observentur, indicia sunt, et argumentum morum ex mini-mis quoque licet capere.

    11 As Eccles. 21:23: Fatuus in risu exaltat vocem suam; vir autem sapiens vix tacite ridebit. Ms tarde hay padres de la Iglesia proverbialmente , como Clemente de Alejandra, Basilio de Cesarea, Ambrosio, Juan Crisstomo o Agustn de Hipona, que convierten la risa en cualidad diablica, nacida tras el pecado original y propia a menudo de dementes: Halliwell, Greek Laughter, 40, y sobre todo 471519, donde se trata tambin el asunto de la risa de Cristo en la Antigedad tarda. Para la risa y el cristianismo, cf. Theodor Baconsky, Le rire des Pres: Essai sur le rire dans la patristique grecque (Pars, 1996); Michael Andrew Screech, Laughter at the Foot of the Cross (Londres, 1999).

    12 De ah que una herida en el diafragma pudiera provocar risa (ya en Hp., Epid.5.95): Arist., PH 3.10.673a8ss. El asunto se trata tambin en Pr. 11.13.900a24; 11.15.900a714; 11.50.904b2226; 35.6.965a1417; 35.8.965a2332. Cf. Jean-Louis Labarrire, Comment et pourquoi la clbre formule dAristote: Le rire est le pro-

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    la risa en la fisiognoma antigua y medieval 309

    No obstante, tambin hubo una tradicin natural y pronto popular, que pona el origen de la risa en el bazo: a ello alude Plinio, por ejemplo, y ms tarde ofrece una explicacin Alejandro de Afrodisia, que matiza la cuestin: el bazo no sera por s causa de risa, sino por accidente, ya que al ser reservorio de melancola, deja la sangre ms pura, ms filtrada y, por tanto, ms apta para generar risa.13 Aun as, la explicacin fisiolgica de la risa se tuvo por asunto complicado, segn seala Cicern por boca de Csar Estrabn, y tal como ms tarde habra de advertir Quintiliano. En ambos casos, no obstante, como ya antes en Aristteles o en la Rhe-torica ad Herennium, se insiste en el valor moderado de la risa y, por tanto, en una risa dominada y no espontnea como medio de persua-sin retrica (y ms an en Cicern, dado a la irona y la chanza, que en el propio Quintiliano, ms restrictivo), para lo que se haca necesario conocer su naturaleza.14

    La naturaleza, la causa de la risa, ya desde la Potica de Aristteles, es lo risible: algo feo o inesperado que nunca debe acarrear dolor o dao excesivo.15 Sera, pues, una respuesta emocional y agradable, relajada y placentera, a una situacin de inferioridad, a un error, a un juego ver-

    pre de lhomme, se trouve-t-elle dans un trait de physiologie (Partie des Animaux,III, 10, 673a8)?, en Desclos, ed., Rire des Grecs, 18189. Para otras alusiones a la fisi-ologa de la risa en autores griegos, en especial padres de la Iglesia, vase Halliwell, Greek Laughter, 9, n. 24. Mucho ms tarde recogera el asunto Melecio, Nat. hom. 17, 20 y 44 (ed. Cramer), un autor poco conocido (quiz del siglo IX) y bastante citado en el Renacimiento tras la traduccin latina de Niccol Petreio (Venecia, 1552).

    13 Plin., Nat. 11.205; Alex. Aphr., Pr. 1.136. El asunto salta incluso a la poesa: Pers. 1.12 (sed sum petulanti splene: cachinno). Y los autores cristianos tambin lo contemplan: Lact., Opif. 14.16A. El tema de la risa y el bazo llega hasta el final del Renacimiento: Laurent Joubert vuelve sobre ello, con argumentos semejantes a Alejandro, en su Tratado de la risa (1576), trad. esp. (Madrid, 2002), 3.8, 14851.

    14 Cic., De orat. 2.235: De risu quinque sunt, quae quaerantur: unum, quid sit; alterum, unde sit; tertium, sitne oratoris risum velle movere; quartum, quatenus; quintum, quae sint genera ridiculi. Atque illud primum, quid sit ipse risus, quo pacto concitetur, ubi sit, quo modo exsistat atque ita repente erumpat, ut eum cupien-tes tenere nequeamus, et quo modo simul latera, os, venas, oculos, vultum occupet, viderit Democritus; neque enim ad hunc sermonem hoc pertinet et, si pertineret, nescire me tamen id non puderet, quod ne illi quidem scirent qui pollicerentur. Para Demcrito como sinnimo de risa, cf. abajo n. 21. Vase, por lo dems, Quint., Inst.6.3; Arist., Rh. 1414a37; Rhet. Her. 1.10. Cf. Franoise Desbordes, La rhtorique et le rire selon Quintilien, en Trd y Hoffmann, eds., Rire des Anciens, 30714.

    15 Arist., Po. 5.1449a3437. De modo semejante en Cic., De orat. 2.236: Locus autem et regio quasi ridiculi nam id proxime quaeritur turpitudine et defor-mitate quadam continetur; haec enim ridentur vel sola vel maxime, quae notant et designant turpitudinem aliquam non turpiter.

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    traditio310

    bal o a un comportamiento sorprendente.16 En tal sentido, la risa podra devenir incluso una virtud: la eutrapelia, trmino medio entre la risa desatada, seal de necedad, y la seriedad excesiva, propia de trastorno melanclico.17

    La risa tuvo tambin en la Antigedad un uso mdico. Sus bondades teraputicas, hoy tan sealadas, se destacaron ya en el Rgimen hipocr-tico, donde se recomienda ocupar la mente en cosas risibles para descar-garla de ansiedad y preocupaciones.18 Por el contrario, la risa poda ser asimismo un importante factor semiolgico, ya que a menudo permita interpretarse como sntoma de afeccin mental: en el Corpus Hippocra-ticum, por ejemplo, se alude al delirio acompaado de risa (mejor, no obstante, que el que cursa con llanto), y en Celso se asocian directamente risa y locura.19 Asimismo, por seguir con las patologas, hay que recordar ese rictus especial parecido al de la risa, pero no propiamente risa que marcaban en el rostro afecciones como la percusin o herida del dia-fragma, la intoxicacin (sobre todo de azafrn) o algunas enfermedades convulsas como el ttanos, que dio lugar al conocido risus sardonicus.20

    Esta risa patolgica, por otro lado, guardara tambin relacin con la clebre risa melanclica o, si se quiere, esa risa, sonrisa o mero rictus que provoca cierto desengao existencial, un taedium vitae desde antiguo personificado en Demcrito, quien pronto a su vez habra de hacerse con-trapunto de Herclito, inclinado a llorar ante idntico desvaro humano.21

    16 Cf. William W. Fortenbaugh, Une analyse du rire chez Aristote et Tho-phraste, en Desclos, ed., Rire des Grecs, 33354.

    17 Arist., EN 4.8.1127b331128b9. Cf. Halliwell, Greek Laughter, 30731.18 Hp., Vict. 4.89. Cf. Halliwell, Greek Laughter, 1617 (y n. 39). La cuestin

    vuelve en la Edad Media, como se dir, y en el Renacimiento: Joubert, Tratado de la risa, 3.14, 16669 (puede verse, como sntesis, Daniel Mnager, La Renaissance et le rire [Pars, 1995], 7077).

    19 Hp., Epid. 1.2, 3.15 y Aph. 6.53 (tambin Gal. Hipp. aph. 6.53 [Khn 18a:90]); Cels. 3.18.3: ex phreneticis alii tristes sunt, alii hilares. Ms testimonios en Halliwell, Greek Laughter, 1718 (y n. 40). Un anlisis del asunto en James Hankin-son, La pathologie du rire: rflexions sur le rle du rire chez les mdecins grecs, en Desclos, ed., Rire des Grecs, 191200.

    20 El risus sardonicus, hoy tenido en patologa por el rictus que causan el ttanos y otras afecciones, aunque sinnimo tambin de risa cruel, sarcstica y malvola, se relacionaba con una planta un tipo de apio, el rannculo sardo o sardonia (quiz Ranunculus sceleratus L. o Ranunculus philonotis Ehrh.), que en la Edad Media se llam apium risus , propio de Cerdea y que, se deca, mataba de risa a quien lo ingera: Dsc. 2.175; Plin., Nat. 25.172 (Halliwell, Greek Laughter, 93, n. 100). Erasmo hara de ello un amplio adagio: Opera omnia (Amsterdam, 1981), 2.5, 28997 (cf. Mnager, Renaissance et rire, 5760).

    21 La historia de Demcrito se cuenta en algunas cartas atribuidas a Hipcrates, sobre todo la 10, la 14 y la 17, y luego ser tpico de la literatura, como se ve

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    la risa en la fisiognoma antigua y medieval 311

    Los episodios de risa, en fin, y aunque fuese en principio una risa normal, podan llegar a ser tan duraderos y violentos, como avisa Galeno, que terminaran produciendo muerte por asfixia.22

    Pero la risa natural y espontnea, la que no es impostada ni morbosa, se pone pronto en relacin con la teora humoral, ya esbozada en Hip-crates.23 De esta forma, la condicin agradable y placentera se relacion con el temperamento sanguneo, que poco a poco pas de ser propio de hombres simples y necios a la mejor constitucin de todas y, en conse-cuencia, la risa vino a ser tambin producto de la sangre ms sutil y pura, como se aprecia ya en la annima Naturaleza del hombre.24 La inter-pretacin humoral de la risa, en definitiva, estuvo tambin unida a las edades del hombre y sus caractersticas: si la poca melanclica y, por tanto, la ausencia de risa es propia de la vejez, en que las personas tie-nen el cuerpo ya fro y seco, la risa es en cambio cualidad distintiva de la infancia, dominada por la humedad y el calor, propiedades eminente-mente sanguneas.25

    ya en la alusin ciceroniana citada arriba, n. 14. Vase Nstor Luis Cordero, D-mocrite riait-il?, en Desclos, ed., Rire des Grecs, 22739. Despus son muchas las citas y referencias al asunto a lo largo de la Antigedad, la Edad Media y sobre todo el Renacimiento (recurdese que Robert Burton se apoda Democritus iunior en su clebre Anatoma de la melancola), incluido en el episodio el lloroso Herclito. Puede verse, a tal propsito, Thomas Rtten, Demokrit lachender Philosoph und san-guinischer Melancholiker: Eine pseudohippokratische Geschichte (Leiden, 1992); Clau-dia Zatta, Democritus and Folly: the Two Wise Fools, Bibliothque dHumanisme et Renaissance 63 (2001): 53349; Halliwell, Greek Laughter, 34371.

    22 Aunque no habla de risa, sino de muerte ex gaudio ( ): Gal., Sympt. caus. 2.5 (Khn 7:193). Hubo en la Antigedad clebres muertos de risa: el pintor Zeuxis, por ejemplo, o el poeta cmico Filemn (Arnould, Rire et larmes[supra, n. 8], 22223; Halliwell, Greek Laughter, 8 n. 21), que acabaran entrando en textos enciclopdicos antiguos (Val. Max. 9.12 ext.,56; Fest. 228 [ed. Lynd-say]), luego recogidos en otros renacentistas (Jean Tixier [Ravisius Textor], Officina[Basilea, 1562], 54041). Joubert, de nuevo, se replantear el problema: Tratado de la risa, 3.16, 17375.

    23 Aunque no consolidada hasta despus de Galeno: cf. Raymond Klibansky, Erwin Panofsky y Fritz Saxl, Saturno y la melancola: Estudios de historia de la filosofa, la religin y el arte, trad. esp. (Madrid 1991 = Londres 1964), 2939. Una sntesis de la fisiologa galnica, incluidos cualidades y humores, puede verse en Armelle Debru, Physiology, en R. J. Hankinson, ed., The Cambridge Companion to Galen (Cam-bridge, 2008), 26182.

    24 Nat. hom. 2.13.1 (ed. Ideler). Y algo semejante en la pseudo-hipocrtica Epist. Ptol. hom. fabr., 28081 (ed. Ermerins).

    25 Ya Aristteles indicaba que los nios rean en el sueo a los 40 das (HA7.10.587b57), lo que se recoge tambin en Plin., Nat. 7.72. La noticia se hizo luego tpica de los textos mdicos: se ocupa tambin del asunto Joubert, Tratado de la risa, 3.910, 15159. Y, en efecto, la ciencia dice que los nios ren unas 300 veces

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    traditio312

    En semejante contexto cultural y cientfico, por tanto, es en el que acta la fisiognoma, heredera de una tradicin intuitiva que se pierde en el tiempo y que obedecera a la conjuncin de condicionantes genti-cos y culturales , sometida al saber filosfico y mdico de cada poca e influida por los parmetros sociales vigentes.

    Fisiognoma

    La fisiognoma griega docta, que racionalizaba una tcnica oriental ms ligada a la adivinacin y la magia, trataba de explicar con medios analgicos y silogsticos, nunca fisiolgicos, el procedimiento empleado para conocer el carcter de una persona de acuerdo a sus rasgos fsicos. Se buscaba la indagacin en la forma de ser, ms o menos estable, de una persona, y no tanto las emociones o las pasiones momentneas que pudieran dominarla. Se proceda, pues, a la inversa de como hace hoy la psicologa experimental: para la fisiognoma cuenta de forma primordial el rasgo natural, propio y duradero, que puede interpretarse anmica-mente por cotejo con el rasgo adquirido, es decir, con el signo fsico que se manifiesta en pleno dominio de una emocin determinada. Es este, no obstante, uno de los mtodos posibles de la fisiognoma antigua, junto al zoolgico (analoga con animales), ms usado y recurrente, el etnol-gico (analoga con pueblos) y otros diversos, que acabaran constituyendo tambin la base de la fisiognoma especulativa de la Edad Media y el Renacimiento.26

    al da, mientras que los adultos lo hacen menos de 100. Cf. Angus Trumble, A Brief History of the Smile (Nueva York, 2004), 12332.

    26 Para los mtodos fisiognmicos, cf. A. MacC. Armstrong, The Methods of the Greek Physiognomists, Greece and Rome, n.s., 5 (1958): 5256. La fisiognoma anti-gua es ajena a la medicina y otras explicaciones fisiolgicas o biolgicas, no as al contrario: Fabio Stok, La fisiognomica fra teoria e pratica, en Gilbert Argoud y Jean-Yves Guillaumin, eds., Sciences exactes et sciences appliques Alexandrie (IIIe sicle av. J.-C.-Ier sicle ap. J.-C.) (Saint-tienne, 1998), 17387. El silogismo fisi-ognmico est explicado y razonado en Aristteles: APr. 70b738. Para la fisiogno-ma antigua en general pueden verse, entre otros, Elizabeth C. Evans, Physiognomics in the Ancient World (Philadelphia, 1969); Maria Michela Sassi, La scienza delluomo nella Grecia antica (Turn, 1988); Eadem, Physiognomonica, en Giuseppe Cambi-ano, Luciano Canfora y Diego Lanza, eds., Lo spazio letterario della Grecia antica,vol. 1.2: LEllenismo (Roma, 1993), 43148; Tamsyn S. Barton, Power and Knowl-edge: Astrology, Physiognomics and Medicine under the Roman Empire (Ann Arbor, 1994); Jrme Wilgaux, La physiognomonie antique: bref tat des lieux, en Vro-nique Dasen y Jrme Wilgaux, eds., Langages et mtaphores du corps dans le monde antique (Rennes, 2008), 18595; Vronique Dasen y Jrme Wilgaux, La physiogno-monie antique: bibliographie indicative, en ibid., 24154.

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    la risa en la fisiognoma antigua y medieval 313

    Pero la risa planteaba serios problemas. Al no tratarse de un signo fsico estable, sino de un gesto mudable y mltiple adoptado a raz de diferentes emociones, que poda falsificarse, variarse e incluso ocultarse, la indagacin analgica resultaba ms complicada, mxime si no caba en ella cotejo zoolgico alguno. De hecho, y a pesar de que Aristteles y sus discpulos, como hemos visto, se haban ocupado de la risa, el pri-mer tratado conservado que codificaba la disciplina los peripatticos , posiblemente del siglo III a.C. no inclua comenta-rio alguno sobre ella, ni en s misma ni manifestada en otros lugares del cuerpo, aun cuando, como se hara despus, habra podido dar lugar a cierto cotejo anatmico.27

    Para obtener noticias interesantes sobre la codificacin fisiognmica de la risa siempre sin explicaciones fisiolgicas habra que esperar todava mucho tiempo, hasta que en el siglo II d.C. el rtor y fisignomo Polemn de Laodicea la incluyera en su tratado de fisiognoma. El texto, un manual amplio y sistemtico con frecuente recurso a la experiencia propia, se ha conservado solo en una versin rabe parcial y a veces bas-tante deficiente,28 pero en l cabe ver ya ciertos usos de la risa asociados

    27 La obra es en realidad dos tratados de autores distintos. En el primero de ellos, pese a que se desestiman al principio los rasgos que no son constantes, se admiten ms tarde las disposiciones adquiridas y en cierta forma mudables, siempre que su aparicin entrae una transformacin de los rasgos concernidos en el examen fisiog-nmico (Arist., Phgn. 1.2.806a2225). Aqu, precisamente, podra haber entrado la risa, como se encarga de sealar al final del Renacimiento el filsofo escptico Fran-cisco Snchez en su comentario a la obra griega (en Tratados filosficos, A. Moreira de S, M. A. Pinto de Meneses y B. de Vasconcelos, eds. [Lisboa, 1955], 268): Si enim per signa transeuntia iudicet aliquis de mansivis passionibus, continget qui-dem aliquando verum dicere, aliquando vero non. Verbi gratia, si quidem incidas in hominem natura hilarem qui nunc rideat, et alia signa hilaritatis praesentis praebeat, si per haec iudices eum natura hilarem, verum quidem dixisti, sed contingenter et non necessario. Nam si alium statim videas natura tristem, sed qui ob praesentem occasionem rideat, etiam et alia hilaritatis signa praebeat, eumque ut alium iudices natura hilarem, iam deceptus es. Las mejores ediciones del texto pseudoaristotlico son, por lo dems, las de Sabine Vogt: Aristoteles, Physiognomonica (Berln, 1999), y Maria Fernanda Ferrini: Aristotele, Fisiognomica (Miln, 2007). Un estudio reciente puede verse en George Boys-Stones, Physiognomy and Ancient Psychological The-ory, en Simon Swain, ed., Seeing the Face, Seeing the Soul: Polemons Physiognomy from Classical Antiquity to Medieval Islam (Oxford, 2007), 5575.

    28 La versin rabe, quiz hecha sobre una siraca, presenta dos recensiones: una ms fiel al griego (PA), que trae un cdice de Leiden del siglo XIV (editado ya en Richard Frster, Scriptores physiognomonici Graeci et Latini, 2 vols. [Stuttgart-Leipzig, 1893], 1:98294, con traduccin latina de Georg Hoffmann), y otra ms islamizada (TK). Hay nuevas ediciones y traducciones inglesas: Robert Hoyland, A New Edition and Translation of the Leiden Polemon, y Antonella Ghersetti, The Istanbul Polemon (TK Recension): Edition and Translation of the Introduction, en

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    traditio314

    principalmente a los ojos, que desde entonces habran de ocupar el pri-mer puesto de la jerarqua semitica.29

    La risa, siempre que aparece en Polemn, es seal negativa, propia de personas malvadas, criminales y embaucadoras. El signo no se analiza por s mismo, sino en un conjunto genrico con otros rasgos faciales de significado negativo, y siempre en escenas de prctica fisiognmica del propio autor. Sirvan estos dos ejemplos: en Lidia conoci a un tipo de ojos oscuros y rojizos, nariz larga, cuello grueso y corto, barrigudo, que rea siempre in high voice: como pudo comprobar y previamente haba deducido, se trataba de un malvado, asesino y violador, que adems se rea de sus vctimas.30 Tambin vio a un fenicio en quien se manifestaba claramente la asociacin de ojos oscuros y brillantes con risa abundante para denotar maldad extrema: era un tipo, en realidad, de risa perma-nente, que a todos hablaba entre risas, los miraba entre risas e incluso con risas anunciaba las malas noticias, y era por lo dems insolente, malvado, envidioso, mentiroso.31 En ambos casos, la risa es uno ms de los componentes que corroboran el mal signo de los ojos oscuros, pero manifiesta un prejuicio ya muy popular y enraizado en la sociedad de su tiempo: quien re mucho y con fuerza es un necio o un loco y, si adems hay una evidente intencionalidad en ello, se trata ya de un tipo malvado.

    En Polemn, adems, aparecen por primera vez los llamados ojos risueos que, junto a la forma de su mirada y a los msculos de su alre-dedor, daran al semblante cierta apariencia de risa.32 Se trata esta vez, por tanto, de un signo propio y permanente: unos ojos que, por natu-raleza, tienen la apariencia que adoptan cuando una persona re, por lo que indicaran unas cualidades anmicas derivadas por analoga de los estados emocionales transitorios que seala la risa. Por lo general, quie-nes de nacimiento tienen as los ojos son malvados, aunque hay variadas combinaciones: ojos que desprenden cierta belleza y suavidad, propios de

    Swain, ed., Seeing the Face, 329463 y 46585. Aqu mismo (30925) se hace una sn-tesis de la transmisin entera: Antonella Ghersetti y Simon Swain, Polemons Phy-siognomy in the Arabic Tradition. Y se incluyen los ms recientes estudios sobre el tratado de Polemn y su influencia en el mundo rabe: Simon Swain, Polemons Physiognomy (125201), Robert Hoyland, The Islamic Background to Polemons Treatise (22780).

    29 Cf. Miguel ngel Gonzlez Manjarrs, Tanquam fores animae: Los ojos en la fisiognoma medieval, Medioevo: Rivista di storia della filosofia medievale 36 (2011): 1132.

    30 Polem., Phgn. A11 (Hoyland, Leiden Polemon, 357; Frster, Scriptores, 1:128).31 Polem., Phgn. A16 (Hoyland, Leiden Polemon, 369; Frster, Scriptores, 1:150).32 Como explica Halliwell, Greek Laughter, 522, the eyes themselves can possess a

    geslastic look which may be observed and interpreted independently of individual acts of laughing.

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    la risa en la fisiognoma antigua y medieval 315

    prfidos, simuladores y malvados de obra y pensamiento; ojos risueos y secos con mirada cada, que anuncian al malvado, como tambin los ojos risueos y hundidos; ojos risueos con movimiento al rer de frente, mejillas y labios, que sealan al ambicioso y embaucador; ojos risueos que se abren y cierran con frecuencia, signo de quien urde un delito; ojos risueos y abiertos, aunque el sujeto quiera cerrarlos, que sealan a quien ya ha cometido un delito; ojos risueos con apariencia emptica, signo de condicin insidiosa y delictiva. Tan solo hay unos ojos risueos de significado positivo: los de quien al rer presentan una humedad ape-nas perceptible, con la carne intermedia blanda y los prpados delicados, pues indican un hombre afable, misericordioso e inteligente.33

    Pero en Polemn hay todava algunos ejemplos ms relacionados con la risa y sus malas cualidades, de nuevo sacados de su propia experien-cia. En dos bodas a las que asiste las novias terminan raptadas por unos asaltantes: Polemn adivin que ellas estaban compinchadas, la primera porque cuando sonrea pona unos ojos de mirada aguda y hmeda y la segunda porque rea sin risa, como una persona triste que aparentaba alegra sin tenerla. Por ltimo, descubre Polemn a un embaucador que simulaba haber sufrido grandes calamidades, pero cuyo llanto sonaba ms bien a risa: I considered his crying, and it was more similar to laugh-ter.34 Hay aqu, por tanto, un anlisis sutil que se centra en reconocer la sinceridad y autenticidad de la risa, abordada de nuevo como rasgo permanente y propio.

    En tales ejemplos, en fin, se aprecia bien el recorrido entero de la tc-nica fisiognmica: se hace primero un anlisis del rasgo seleccionado, a menudo en compaa de otros varios; se obtiene despus, por analoga, el significado o significados anmicos correspondientes; por ltimo, se aplica la inferencia al comportamiento: dado que una persona es de una manera determinada en estos casos son todas malvadas y embaucado-ras tendr tendencia a comportarse y actuar de una forma previsible en circunstancias concretas. Polemn, por tanto, quiere dejar clara la uti-lidad prctica de la fisiognoma, pues ayuda a prever el comportamiento humano y, por tanto, a precavernos en el trato con los dems y saber elegir bien a nuestros amigos y allegados.

    El texto de Polemn fue objeto de un eptome en el siglo IV, obra del sofista y quiz mdico del emperador Juliano Adamancio, quien elimina casi todas las noticias y ejemplos personales y mantiene sucintas

    33 Polem., Phgn. A17 (Hoyland, Leiden Polemon, 37273; Frster, Scriptores,1:15354).

    34 Polem., Phgn. B53 (Hoyland, Leiden Polemon, 45961; Frster, Scriptores,1:28892).

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    traditio316

    las explicaciones fisiognmicas.35 En el resumen, por tanto, solo aparecen las equivalencias de los ojos risueos y alguna otra breve noticia, como aquella en que se considera la asociacin de risa e infancia, de acuerdo a los parmetros propios de la medicina: los viejos con mirada infantil seran, en efecto, proclives a la risa ().36 Respecto a los ojos, como decamos, los argumentos son idnticos a Polemn, pero se leen algunas cosas distintas a las que transmite la versin rabe: poco antes de cerrar con la nica variedad positiva, ofrece dos equivalencias diferen-tes: ojos risueos y secos sealan a insidiosos y delictivos (quiz equival-gan a los empticos que trae el texto rabe), mientras que los risueos y hmedos (recurdese que, segn la fisiologa, la humedad es contraria a la inteligencia) son ms propios de personas de carcter simple y frvolo, insensibles a las desgracias, necias, impas e intemperantes.37

    Tambin del siglo IV, poca de crisis en el Imperio occidental y de auge de nuestra disciplina, es la primera monografa fisiognmica escrita en latn, durante un tiempo atribuida a Apuleyo y hoy considerada an-nima. El texto tiene por fuente principal el tratado de Polemn, aunque tambin se sirve del Pseudo Aristteles y de la obra perdida de un mdico griego llamado Loxo.38 En cualquier caso, la risa tampoco es objeto aqu

    35 Pero transmite unos prrafos introductorios que no estn en la versin rabe y en los cuales se alude expresamente a la utilidad prctica y social de la disciplina: , , . , , .El resumen de Adamancio se edita en Frster, Scriptores, 1:297426, y segn este texto, con enmiendas, se traduce al ingls en Ian Repath, The Physiognomy of Ada-mantius the Sophist, en Swain, Seeing the Face, 487548. El texto citado est en Adam. A2 (Frster, Scriptores, 1:29899; Repath, Adamantius, 494).

    36 Adam. A4 (Frster, Scriptores, 1:304; Repath, Adamantius, 496). Vese arriba n. 25.

    37 Adam. A17 (Frster, Scriptores, 1:33436; Repath, Adamantius, 510). Los datos de Adamancio se repiten sin novedad (y con lagunas menores) en dos com-pendios de que a su vez fue objeto: uno de los primeros tiempos bizantinos, que transmite un manuscrito siglado Matritensis N-73 (editado en Frster, Scriptores,1:297426) y otro ms tardo, quiz basado en el anterior y con datos aadidos de otras fuentes, que se atribuy directamente a Polemn durante el Renacimiento y que hoy suele citarse por Pseudo Polemn: ibid., 1:298431).

    38 El tratado est en Frster, Scriptores, 2:3145, aunque su mejor edicin sigue siendo la de Jacques Andr: Anonyme latin, Trait de physiognomonie (Pars, 1981). Hay traduccin italiana de Giampiera Raina: Pseudo Aristotele, Fisiognomica;Anonimo Latino, Il trattato di fisiognomica (Miln 1993), y versin inglesa, con texto

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    la risa en la fisiognoma antigua y medieval 317

    de anlisis particular y solo se alude a ella, de acuerdo con las fuentes del texto, en las referidas combinaciones oculares (ms parecidas, por cierto, a las que trae el eptome de Adamancio que al texto rabe de Polemn). Primero, no obstante, se seala una combinacin nueva: los ojos negros y brillantes (nigri corusci) sealan al hombre cobarde y taimado, pero si se mezclan con risa, summam notam impudentiae ac malitiae pro-ferunt. Ms tarde se reserva un prrafo entero para los ojos de mirada risuea, que sigue en todo a Polemn y que indica, ms que una reflexin personal del autor de acuerdo a su experiencia, una mera continuidad de tradicin puramente libresca:

    Oculi cum risui voluptatique permixti sunt, non omnes laudabiles. Nam qui sicci sunt et subterintendunt malitiae sunt indices. Sed et cavi oculi qui arrident tamquam in insidiis constituti habendi sunt, multo magis si genae et supercilia et labella commoveantur; nam hic risus aut cogita-tiones rerum nefandarum aut conceptos dolos indicat. Et si quidem cum his signis etiam palpebrae interdum coeant, interdum separentur atque interdum oculus commoveatur, detegunt intra cogitationem adhuc esse iniquam. Si vero propateant oculi cum risu et errent, perpetratam ini-quitatem esse declarant. Quanto igitur oculi magis arridere videbuntur, sicci dumtaxat, tantum erunt magis perniciosi. Si vero arrideant et sint humidi, innocentem quidem animum, verum stolidum, sine sensu perspi-caci, sine affectu, sine prudentia, sine continentia addicunt. Cum subri-dent molliter oculi atque humidi sunt, ubi totius vultus aperta atque absoluta laetitia fuerit remissis palpebris, fronte molli, ciliis aliquanto laxioribus, in hoc statu oculorum ingenium magnificum, iustum, man-suetum, religiosum, hospitale, gratum, prudens, docile, amatorium erit.39

    En la fisiognoma antigua, por tanto, la risa no ocupa an un lugar destacado, posiblemente por ser un signo inestable, ambiguo y sometido a mltiples variaciones. Tan solo desde Polemn se asocia a cierta apa-riencia de la mirada: las huellas anatmicas que hay en los ojos se inter-pretan por analoga con las que aparecen cuando una persona re o son-re. Pero ni siquiera en estos casos el signo se enjuicia aisladamente, sino en conjuncin con otras cualidades oculares, para desvelar casi siempre una mala seal. La risa, pues, se ve con sospecha, sobre todo porque como ocurre en algunos ejemplos prcticos de Polemn a menudo puede impostarse y falsificarse: su huella en la cara y en los ojos mani-festara una suerte de mixtificacin o disimulo, que haran del reidor un tipo embaucador, delictivo y malvado. Solo hay un caso en que esos ojos

    latino de Frster, de Ian Repath, Anonymus Latinus, Book of physiognomy, en Swain, Seeing the Face, 549636. Respecto a Loxo, cf. Boys-Stones, Physiognomy (supra, n. 27), 5864.

    39 Physiogn. 35, 37 (Frster, Scriptores, 2:52, 5455; Andr, Trait, 79, 8081; Repath, Anonymus, 57980).

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    traditio318

    risueos seran fruto de una risa franca y noble. Pero la deteccin de tales situaciones, en todo caso, habilita para el porvenir social, personal y familiar: sirve, a fin de cuentas, para situaciones prcticas y cotidianas.

    EDAD MEDIA

    Contexto

    En la alta Edad Media, y siguiendo en ello la doctrina de los Padres, el cristianismo hizo de la risa una cualidad demonaca, pecaminosa y propia de dementes y soberbios, aun cuando se segua considerando, al modo aristotlico, especficamente humana.40 No obstante, se distingua entre una risa moderada, oportuna y aceptable, cristiana, y una risa excesiva, condenable de todo punto. Y, asimismo, se contemplaba legtimo el uso de la risa burlona y sarcstica como defensa ante el mal, algo as como un combate al enemigo con sus propias armas (vigente en la religin popular, pero tambin por ejemplo en la hagiografa, con no pocos episo-dios de suma comicidad).41

    La dualidad de la risa (tolerable y cristiana / diablica) se mantiene asimismo en el interior de los monasterios: las reglas monsticas, por lo general, insisten en la condena y castigo de la risa excesiva, de la burla y el sarcasmo, pero se admiten espacios de solaz e incluso se contemplan ciertos ioca monachorum.42 De hecho, y sobre todo en el mbito popular, la risa est plenamente vigente en forma de fiestas que priman la paro-dia y la deformacin, algunas civiles, en especial el carnaval, pero otras

    40 As en Boecio: Omnis homo risibile est et nulla alia species risibili potest proprio nuncupari (Porph. isag. 80.56). Lo que se repite, pasados unos siglos, en Alcuino de York, De dialectica, 13: Homo est substantia animata, rationalis, mor-talis, risus capax. Citados ambos, y otros testimonios ms, en Helen Adolf, On Medieval Laughter, Speculum 22.2 (1947): 25153.

    41 Cf. arriba n. 11. Una sntesis en Jeannine Horowitz y Sophia Menache, Lhumour en chair: Le rire dans lglise mdivale (Ginebra, 1994), 1754. De la risa y la hagiografa, en concreto de san Bernardo e Hildegarda, se ocupa Laurence Mou-linier, Quand le Malin fait lesprit: Le rire au Moyen Age vu depuis lhagiographie, Annales, Histoire, Sciences Sociales 52.3 (1997): 45775. Para la risa en la Edad Media pueden verse, entre otros, los trabajos incluidos en Thrse Bouch y Hlne Charpentier, eds., Le rire au Moyen Age dans la littrature et les arts (Burdeos, 1990), as como Jacques Le Goff, Rire au Moyen Age, Cahiers du Centre de Recherche historique 3 (1989): 114; Jean Verdon, Rire au Moyen Age (Pars, 2001); Johan Verberckmoes, What about Medieval Humour? Some Historiography, en Herman Braet et al., eds., Risus Medievalis: Laughter in Medieval Literature and Art (Leiden, 2003), 110.

    42 Cf. Jacques Le Goff, Le rire dans les rgles monastiques du haut Moyen Age, en Claude Lepelley et al., eds., Haut Moyen Age: Culture, ducation et socit (Pars, 1990), 92103.

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    la risa en la fisiognoma antigua y medieval 319

    religiosas, permitidas y alentadas por las autoridades (risus paschalis,fiesta de los locos, fiesta del asno).43 Haba, pues, un tiempo para la risa, aunque bien delimitado, y que fue poco a poco restringindose hasta su prohibicin ms o menos firme a finales de la Edad Media.

    Con el paso del tiempo, aunque en el mbito teolgico se sigue dis-tinguiendo entre una risa buena y una risa mala, los autores abordan el fenmeno en sus causas y recurren de nuevo a cierta explicacin fisiol-gica, a menudo de raz aristotlica, pero tambin condicionada por argu-mentos mdicos. En Hildegarda de Bingen, por ejemplo, se pueden apre-ciar ambas perspectivas: si la risa nace como consecuencia del pecado original y, por tanto, es un soplo que el Maligno infunde en el cuerpo humano, hay una explicacin fsica que permite entender el proceso, con-trolar los excesos patolgicos y aplicarles remedios concretos:

    Cum enim scientia anime hominis nichil tristitie et nichil adversi et nichil mali in homine sentit, tunc cor eiusdem hominis ad letitiam se aperit, ut flores ad calorem solis se aperiunt, et mox iecur eandem letitiam reci-pit ac eam in se retinet, ut stomachus cibum in se continet. Et cum sic homo aut de bonis aut de malis, qui sibi placent, letatur, tunc predictus ventus interdum ex medulla exiens femur illius primum tangit, et ita splen occupat atque venas eiusdem splenis inplet et se ad cor extendit et iecur replet et ita hominem ridere facit atque vocem eius similem voci pecorum in cacynnis educit.44

    La risa, por tanto, se relaciona con el corazn y sobre todo con el bazo, cuya tradicin, como ya se ha dicho, remonta a mucho tiempo atrs. Pero los textos mdicos van acercndose al fenmeno con argumentacio-nes biolgicas y fisiolgicas, hasta forjar una suerte de teora que termi-nara repitindose con pequeos matices a lo largo de los siglos medieva-les. El punto de arranque sera, en tal sentido, Constantino el Africano ( ca. 1098) y, en especial, su versin latina de la Melancola del rabe Ibn Imrn (siglos IXX). Como ya desde el Corpus Hippocraticum, hay una

    43 Ms all de la subversin social que en ellas vea Mijail Bajtn (La cultura popu-lar en la Edad Media y en el Renacimiento: El contexto de Franoise Rabelais, trad. esp. [Madrid, 1988]), hoy ms bien se aprecian como puro juego y desahogo, que precisamente refuerzan y aceptan el orden jerrquico establecido: vase, por ejemplo, Aaron Gourevitch, Bakhtin y el carnaval medieval, en Jan Bremmer y Herman Roodenburg, eds., Una historia cultural del humor, trad. esp. (Madrid, 1999), 5561, y los estudios incluidos en Toms Antonio Mantecn Movelln, ed., Bajtn y la his-toria de la cultura popular (Santander, 2008). Por lo dems, son interesantes Maria Caterina Jacobelli, Risus paschalis: El fundamento teolgico del placer sexual, trad. esp. (Barcelona, 1991); Jacques Heers, Ftes des fous et carnavals (Pars, 1983).

    44 Hildegarda de Bingen, Cause et cure, ed. Laurence Moulinier (Berln, 2003), 2.252 (314), 189, aunque hay ms alusiones a la risa en 2.25051 (31213), 18889 y 4.22 (415), 245.

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    traditio320

    risa melanclica y patolgica que lleva al autor a considerar el fenmeno en todo su proceso: el bazo filtra la sangre que, clarificada y templada, llega al corazn, sede del calor natural, desde donde se reparte, junto a los correspondientes espritus vitales, por todos los miembros del cuerpo, en los que provoca una serie de reacciones musculares interpretadas como risa.45

    Una explicacin semejante se incluye en otra versin constantiniana: el Liber de elementis del mdico judo Isaac Israel (siglos IXX), que define la risa como un temblor y sonido de los msculos del pecho a causa del fervor sanguneo provocado por una delectacin suscitada en el espritu, con lo que aparece ya la intervencin directa del cerebro:

    Tremor et sonus lacertorum pectoris cum fervet sanguis et elevatur et incedit cum lacertis pectoris propter inquietatem nature motu anime apud delectationem ipsius cum eo quod facit ipsam gaudere.46

    En Salerno la risa se relaciona otra vez con el temperamento sangu-neo,47 y en las clebres Quaestiones Salernitanae se vuelve a plantear y matizar su origen: la sangre pura del corazn se transforma en espritu vital que llega al cerebro, donde a su vez se sublima en espritu ani-mal, que in multa quantitate transducitur ad nervos maxillares et ipsos replet, repleti contrahuntur, et sic fit rictus labiorum qui risus dicitur, cum delectatione.48

    Junto a los textos salernitanos, el corpus de la medicina se incrementa con nuevas versiones latinas de textos rabes, cuya entrada en Occidente se sita a finales del siglo XII y comienzos del XIII. Entre tales obras destaca el Canon de Avicena (siglos XXI) que traduce en Toledo Gerardo de Cremona ( 1187): no hay all un tratamiento fisiolgico de la risa, pero se remite a ella como sntoma de enfermedades mentales e incluso

    45 Karl Garbers, ed., Ishq ibn Imrn Maqla fi l-mlhlya (Abhandlung ber die Melancholie) et Constantini libri duo de melancholia (Hamburgo, 1977), 12731. El texto insiste en que la risa, al provocarse por calor y humedad, es propia de nios e impropia de viejos, fros y secos y, por tanto, ms dados a la melancola: vase arriba n. 25.

    46 Omnia opera Ysaac (Lin 1515), fol. 7ra.47 As en el Regimen sanitatis o Flos medicine, ed. Virginia de Frutos (Valladolid,

    2010), 262 (v. 947).48 Brian Lawn, ed., The Prose Salernitan Questions (Oxford, 1979), 248 (P110). En

    otro lugar se insiste en lo mismo, pero arrancando del bazo y sin llegar al cere-bro: Fit enim risus ex affectionibus animi generantibus gaudium. . . . Modus risus talis est; splene quandoque prae gaudio commoto et concusso, propter collimitantiam quam habet cum corde fit commotio cordis, et ita commoventur spiritus, et fit ebul-litio humorum ascendentium per tracheam arteriam ad fauces et labia. Nervi itaque faucium et labiorum complentur, et hic est modus risus, scilicet constrictio labio-rum (ibid., 17879 [Ba62]).

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    la risa en la fisiognoma antigua y medieval 321

    se propone una curacin especfica para la risa sardnica, provocada por el ttanos.49 Pero en su comentario al De anima de Aristteles reflexiona Avicena sobre la condicin de lo risible: una situacin de extraeza y sorpresa, de admiracin, que provoca risa, ajena en su condicin natural a todo lo que comporte perjuicio o dao.50

    En el siglo XIII hay de nuevo telogos y naturalistas que tratan del asunto y vuelven a las viejas distinciones entre risa moderada y acepta-ble y risa exagerada y digna de reprensin, como es el caso, por ejem-plo, de Toms de Aquino.51 Pero es Alberto Magno quien mejor retorna a la perspectiva fisiolgica, y as en las Quaestiones super de animalibusinsiste en una serie de conceptos aristotlicos: la funcin primordial del diafragma en la produccin de la risa y, sobre todo, su condicin espec-ficamente humana.52

    La Escolstica, por tanto, disecciona la risa natural y la distingue de otras risas impostadas, bastardas o patolgicas, lo que a su vez estara presente en numerosos textos de medicina, que consideraban la risa en su doble y antiguo significado: sntoma morboso, sobre todo de afecciones mentales, y medio teraputico, precisamente para tratar de sanar o aliviar esas mismas enfermedades anmicas.53 Todo ello se recoge de una forma sinttica, pero detallada, en los Sermones del florentino Niccol Fantucci ( ca. 1412), una suerte de enciclopedia mdica de corte escolstico en que se aducen numerosas fuentes antiguas, rabes y medievales: la risa es exclusiva del hombre y se produce por la aprehensin intelectual de algo agradable, sin dao ni perjuicio de terceros, con diferentes posibilidades fisiolgicas (Aristteles, Constantino, Isaac); la risa, adems, es de doble

    49 Avicena, Liber canonis (Venecia, 1527), 3.1.3.1, fol. 143vb; 3.1.4.89, fol. 148va;3.1.4.22, fol. 151vb; 4.6.1.2.28, fol. 370ra. Para la risa sardnica, vase arriba n. 20. En De viribus cordis, una obrita que se adjunta al final del Canon, propone Avicena toda una serie de medicamentos para alegrar el corazn.

    50 Avicenna Latinus, Liber de anima seu Sextus de naturalibus, ed. Simone van Riet, 2 vols. (Lovaina-Leiden, 196872), 2:7374.

    51 Toms de Aquino, In decem libros Ethicorum Aristotelis ad Nicomachum exposi-tio, ed. Raimondo M. Spiazzi (Turn, 1964), 100, 17071, 23637; Summa theologica,2a.2ae, 168,24; 2a-2ae, 75,2.

    52 Alberto Magno, Quaestiones super de animalibus, ed. Ephrem Filthaut, en Alberti Magni Opera omnia (Colonia, 1955), 7.1618, 246b248a. Lo mismo viene a decirse en De animalibus, ed. Hermann Stadler, 2 vols. (Mnster, 1920), 2.1: 29495, una obra, como veremos, en que hay tambin reflexiones fisiognmicas.

    53 El asunto es frecuente en captulos dedicados a la melancola y otras afecciones mentales dentro de Practicae generales. Valgan como ejemplos, sin nimo exhaustivo, Guglielmo de Saliceto, Summa conservationis et curationis (Venecia, 1490), 17, fol. 15v; Bernardo de Gordon, Lilium medicine (Lin, 1559), 2.19, 204 y 206; Valesco de Taranta, Philonium (Lin, 1516), 1.13, fol. 22va; Miguel Savonarola, Practica (Vene-cia, 1502), fol. 61rb y fol. 62rb.

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    traditio322

    naturaleza: unus verus et alius fictus y, dentro de esta ltima, caben numerosas posibilidades: risas patolgicas (demencia, ttanos, percusin del diafragma, intoxicacin), risas impostadas o incluso la risa provocada por cosquillas (aun cuando se tenga tambin por autntica); por ltimo, la alegra y el gozo, de que deriva la risa, se suscitan como medio tera-putico, sobre todo para afecciones mentales.54

    La risa, por tanto, se tolera en el medio social y religioso solo cuando es moderada pues, en caso contrario, se tiene por seal maligna, propia de locos, enfermos o endemoniados. Pero, al mismo tiempo, la ciencia de la poca se aproxima a ella de acuerdo sobre todo al enfoque peripa-ttico, que se conjuga con una visin puramente mdica del fenmeno, heredada de las fuentes rabes. Biolgica y fisiolgica, en definitiva, sera la sntesis que de todo ello hicieran los textos escolsticos al final de la Edad Media, sin perder de vista nunca sus evidentes implicaciones socia-les y culturales.

    Fisiognoma

    Es precisamente en plena poca escolstica cuando la fisiognoma, ape-nas cultivada como tal en la alta Edad Media, adquiere una implantacin definitiva y una progresiva legitimacin cientfica. Todo arranca en los comienzos del siglo XIII, cuando se difunde de forma masiva el Annimo Latino (aunque se haba descubierto ya en torno a 11001120), penetran y se asimilan en Occidente una serie importante de textos fisiognmicos rabes y, ya a mediados del siglo XIII (126265), Bartolomeo da Messina traduce al latn la Fisiognoma aristotlica. A lo largo del siglo, todas esas obras habran de ser objeto de diferentes comentarios eruditos y, al tiempo, fuentes directas de nuevos textos originales. Con ello se produce, en definitiva, una literatura fisiognmica que posibilita la consolidacin universitaria y, por tanto, cientfica de la disciplina, emparentada con la astrologa, la medicina y la filosofa natural.55

    54 Niccol Fantucci (Nicolaus Florentinus), Sermonum liber scientie (Venecia, 1515), 1.1.2.36, fols. 50rb51ra.

    55 Quien mejor ha estudiado el asunto ha sido Jole Agrimi en algunos artculos recogidos en su obra Ingeniosa scientia nature: Studi sulla fisiognomica medievale(Florencia, 2002), sobre todo Fisiognomica e Scolastica, 336 (Micrologus 1 [1993]: 23572); Fisiognomica: nature allo specchio ovver luce e ombre, 57100 (Microlo-gus 4 [1996]: 12978); La fisiognomica e linsegnamento universitario: la ricezione del testo pseudoaristotelico nella Facolt delle Arti, 10166 (Archives dhistoire doc-trinale et littraire du Moyen ge 64 [1997]: 12788). En este ltimo trabajo estudia la autora los principales comentarios escolsticos de que fue objeto el Pseudo Aris-tteles latino en el siglo XIV: Guillermo de Aragn (1300), Guillermo de Mirica (ca. 134252) o Juan Buridn ( ca. 1358).

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    la risa en la fisiognoma antigua y medieval 323

    Uno de los textos rabes ms relevantes, en tal sentido, fue el Liber de medicina ad Almansorem de Rhazes (siglos IXX), as titulado en la tra-duccin latina que a finales del siglo XII hizo Gerardo de Cremona. En su libro segundo se incluyen unos captulos muy sintticos dedicados a la equivalencia fisiognmica de las distintas partes del cuerpo, as como a los rasgos caractersticos de una serie de tipos humanos. Aunque sigue a menudo a los autores antiguos, se aaden datos y equivalencias nuevas, propios de una tradicin rabe en que la fisiognoma haba cobrado una gran importancia cultural, social y poltica, empleada por ejemplo en la administracin de justicia o la compraventa de esclavos.56 Respecto a la risa, hay aqu por primera vez un captulo especfico, ajeno a las fuentes griegas y, quiz, de origen ms bien popular. La risa, concebida ahora como signo propio, se reduce a cuatro posibles variedades con significado anmico: quien re a menudo (bondadoso y despreocupado), quien no re casi nunca (displicente), quien re muy alto (desvergonzado) y quien al rer tose y respira con dificultad (desvergonzado y tirnico):

    Qui multum ridens est benignus et omnibus est conveniens neque pro rebus aliquibus sollicitus est. Qui vero parum ridet, huic contrarius est: displicent enim ei omnia hominum facta. Qui alta ridet voce, inverecun-dus est. Qui autem cum ridet tussit aut inspirandi difficultatem patitur, inverecundus est et tyrannus.57

    Lo ms destacado de Rhazes, adems de analizar ya la risa como signo propio, es su visin positiva del hombre risueo, equivalente de socia-ble y bonachn, frente al que no re nunca o casi nunca, a quien se ve negativamente como hurao y casi misntropo. En el texto, adems, no

    56 Puede verse, por ejemplo, Y. Mourand, La physiognomonie arabe et le Kitbal-Firsa de Fakhr al-Dn Al-Rz (Pars, 1939); Antonella Ghersetti, The Semiotic Paradigm: Physiognomy and Medicine in Islamic Culture, en Swain, ed., Seeing the Face (supra, n. 28), 281308 (29496). Un estudio ms reciente sobre la fisiognoma rabe puede verse en Anna Akasoy, Arabic Physiognomy as a Link between Astrol-ogy and Medicine, en Anna Akasoy, Charles Burnett, Ronit Yoely-Tlalim, eds., Astro-Medicine: Astrology and Medicine, East and West (Florencia, 2008), 11942.

    57 Rhazes, Ad Almansorem 2.37 (Frster, Scriptores [supra, n. 28], 2:170). Para la fisiognoma en Rhazes, cf. Adele Autuori, Testo latino e testo arabo della fisi-ognomica di Muhammad ibn Zakariya al-Razi, Annali dellIstituto Universitario Orien-tale di Napoli 44 (1984): 2940. De un modelo comn provendra tambin otro texto fisiognmico rabe conocido por Pseudo Polemn (MS Goth. Arab. A85) y editado en Frster por la traduccin latina de Hoffmann; el texto sobre la risa es parecido, aunque la equivalencia positiva del multum ridens est ms matizada: Qui multum ridet, est facilis, contemptor, non multum sollicitus de rebus. Qui non multum ridet, est adversator, oblocutor, non contentus actionibus hominum. Qui magnum ridet, impudens est et cavillator. Qui in risu casu tussire et anhelari incipit, impudens est, cavillator, tumultuosus (Frster, Scriptores, 2:154).

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    traditio324

    se recogen las equivalencias de Polemn a propsito de los ojos risueos, aunque el signo de nuevo con significado positivo se documenta en una nica inferencia, que parece adaptar la asociacin entre infancia y risa, ya aludida en Adamancio: Quando autem ita ac si puer esset intuetur atque tota eius facies et oculi quasi ridere videntur, laetus est et diuturna potietur vita. Por ltimo, la mirada risuea es de nuevo buena seal y propia del homo philosophus, puesto que eius intuitus ridenti vel gaudenti similis invenitur.58

    Si en Rhazes, por tanto, la risa y su reflejo en los ojos y en el ros-tro salen bien parados, en una analoga intuitiva que la hace equivalente con alegra y bondad, hay mayor precaucin en el tratamiento que le da otra obra rabe muy influyente por entonces: la conocida en latn como Secretum secretorum, un manual de prncipes atribuido a Aristteles y que incluye tambin una parte fisiognmica, considerada fundamental para que el gobernante supiera elegir a sus colaboradores y manifestarse convenientemente antes sus gobernados.59 Aunque, al igual que la Fisi-ognoma aristotlica, no dedica un captulo concreto a la risa ni a los ojos risueos, cuando describe las caractersticas del homo bene compositus in natura, entre otros muchos rasgos indica que ha de ser modici risus et derisionis et fictionis, cuius aspectus quasi commixtus est laetitiae et iocunditati. La risa, por tanto, vuelve a ser seal positiva, pero se le aaden unas cualidades que la atenan: debe ser moderada y parca, pues la excesiva da mala imagen, hace perder respeto y, en el mbito fisiol-gico, acelera la vejez. Tal se dice en un captulo titulado significativa-mente De nimio risu vitando: la risa exagerada, en efecto, tollit reveren-tiam et generat senectutem.60

    El texto de Rhazes y el Annimo Latino habran de ser las fuentes principales de los siguientes tratados de fisiognoma, con alguna influen-cia menor del Secretum. As se aprecia en el nico texto potico que trata del asunto, de pura tradicin libresca: un De physonomiis que se atribuye al mdico francs Gilles de Corbeil ( 1220) y que sera la cuarta parte de

    58 Rhazes, Ad Almansorem 2.28 (Frster, Scriptores, 2:164) y 2.51 (Frster, Scrip-tores, 2:176). El primer ejemplo est tambin en el Pseudo Polemn rabe: Frster, Scriptores, 2:152. Para la referencia de Adamancio, vase arriba n. 36.

    59 La obra, de origen sirio y reelaborada en rabe en el siglo XI, la traduce al latn Juan Hispalense a comienzos del XII (y de ah al castellano con el ttulo Poridat de poridades), aunque a principios del XIII Felipe de Trpoli hace otra versin latina con el ttulo Secretum secretorum que, a la postre, sera la ms difundida. Cf. Steven J. Williams, The Secret of Secrets: The Scholarly Career of a Pseudo-Aristotelian Text in the Latin Middle Ages (Ann Arbor, 2003).

    60 La primera cita est en Frster, Scriptores, 2:220. La segunda, como no pertenece propiamente a la parte fisiognmica, no se recoge all, pero puede verse por ejemplo en Secretum secretorum (Venecia, 1555), fol. B3v.

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    la risa en la fisiognoma antigua y medieval 325

    su Viaticus o De signis morborum, como parece decir el propio autor en el prlogo. En el poema, en efecto, se anan las dos fuentes mencionadas en las dos tiradas de versos reservadas a la risa: la primera incluye los cuatro significados de Rhazes y la segunda, los signos oculares del An-nimo Latino que remontan, como se sabe, a Polemn , ms la breve referencia del propio Rhazes a la risa y la vejez. En el primer caso, lo ms curioso es el matiz aadido a la bondad de quien re a menudo: para que tenga el significado positivo que le da Rhazes, ha de ser una risa sincera y natural, que debe distinguirse bien de la risa ficticia y propia del embaucador:

    Risus more frequens, non quo seductor iniquuspalliat interius tacite molimina fraudis,iocundum, mitem, cunctis quoque convenientempredicat et placidum factis et mente benignum,cui decor et bene formati si faverit orisgratia, iocunde fit significatio mentiscertior et stabilis magis ad predicta fidelis.Qui nullo faciem risus splendore serenatet cui nulla movere valent spectacula risum,durus et austerus perpenditur atque severus,tristis, ad hoc factus quod ei nullus placet actus.Voce sonans risus clara crispatus et altusattrite frontis hominem minimeque pudentemindicat et sicut risu sic mente solutum.Risus quem solito tussis de more salutatdifficilem signat membri spirabilis usum:at si notitie talis suspensio fiat,effrontem potius hominem notat atque tyrannum.

    En el caso de los ojos, se reproducen todos los supuestos excepto, significativamente, el nico al que el Annimo Latino y, por tanto, Polemn confera un significado positivo: la risa, probablemente por influjo de su nocin cristiana, se carga de sospechas, aun cuando al final, como va dicho, se aade la equivalencia positiva de Rhazes:

    Concavus et ridens oculus qui siccus habeturtotus in insidiis habitat et arte nocendi,set tunc precipue constabunt signa fidemqueindicii certa poterunt ratione mereri,quando genas oculo sic arridente videbisatque supercilia pariter nunc sorte moveri:nam risu tali vel fraus concepta notaturaut sevi sceleris meditatio significatur.Post concepta diu seve molimina fraudissi subridentes oculi sint atque patentesquique vago non desistunt errore moveri,indicium certum fidei testantur aperte

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    traditio326

    quod pertractata quod mente diu meditatasit perpetrata res et sententia lata.Sunt oculi sicci ridentes perniciosi:humidus arridens stolidum minimeque nocentemmonstrat et affectu vacuum curisque carentem.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Qui iuvenis velud vir habet intuitum puerilemet facies oculique sui ridere videntur,hic longevus erit et leto corde serenus.61

    De nuevo Rhazes, el Secretum y quiz tambin ahora el Pseudo Arist-teles sean las fuentes del Liber physionomie (ca. 1230) de Miguel Escoto, mdico personal del emperador Federico II, cuya obra marca un punto de inflexin en el renacimiento de la disciplina, cada vez ms relacionada con la astrologa y las scientie indivinandi.62 No obstante, en el caso de la risa parece ms bien ir por libre: por un lado, no dice nada de los ojos risueos, pues parece no haber ledo el Annimo Latino; por otro lado, incluye un captulo dedicado a la risa como signo propio en el que, aun basndose en Rhazes, aade los matices suficientes para dar la vuelta completa a la situacin. El comienzo marca ya su opcin: Risus abundat in ore stultorum, un dicho que remontara a Menandro y que vendra a indicar la inclinacin de Escoto a considerar negativamente la risa, quiz por influencia de los textos religiosos y el ambiente cultural del momento, pero tambin por interpretacin mdica, ya que se tratara de un sntoma patolgico propio de dementes, necios y habentium splen magnam.

    Con tal perspectiva, la risa abundante de Rhazes ya no es indicio de hombre bondadoso y sociable, sino que significat hominem simplicem, vanum, instabilem, cito credentem, grossi ingenii et nutrimenti, servi-

    61 De physonomiis, vv. 43956, 60824 y 63638. El texto, que transmite un nico cdice, est editado en Valentin Rose, Anecdota graeca et graecolatina, vol. 1 (Berln, 1864), 171201 (188, 192). Cf. Jole Agrimi, Fisiognomica tra tradizione naturalistica e sapere medico nei secoli XIIXIII, con particolare riguardo alla Scuola di Salerno, en Eadem, Ingeniosa scientia, 3756 (5152) (Atti del Convegno Internazionale su Medicina Medievale e Scuola Medica Salernitana [Salerno, 1994], 4457).

    62 Aunque, como se ha dicho, el Pseudo Aristteles no se traduce al latn hasta 126265, es posible que en poca de Escoto circulase ya un primer esbozo, quiz obra suya: Danielle Jacquart, La physiognomonie lpoque de Frdric II: Le trait de Michel Scot, Micrologus 2 (1994): 1937 (2426). El texto, por otro lado, es la tercera parte de una triloga, compuesta adems por un Liber introductorius, dedi-cado a la astrologa, y un Liber particularis, donde se pasa revista a los fenmenos del mundo sublunar. Cf. asimismo Danielle Jacquart, La Fisiognomica: Il trattato di Michele Scoto, en Pierre Toubert y Agostino Paravicini Bagliani, eds., Federico II e le scienze (Palermo, 1994), 33853; Joseph Ziegler, The Beginning of Medieval Physiognomy: The Case of Michael Scotus, en Gundula Grebner y Johannes Fried, eds., Kulturtransfer und Hofgesellschaft im Mittelalter (Berln, 2008), 299319.

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    la risa en la fisiognoma antigua y medieval 327

    tialem et non secretum. Por el contrario, los significados negativos de Rhazes respecto a quien rea poco se vuelven aqu indicios positivos: Cuius bucca raro ridet et breviter, significat hominem stabilem, tena-cem, sagacem, clari intellectus, secretum, fidelem et laboriosum. La hos-tilidad a la risa se aprecia asimismo en los otros tres signos tratados, dos de ellos nuevos y el otro ya en Rhazes: quien al rer lo hace con apenas un rictus disimulado en la boca significat hominem sapientem, valde sui sensus, sagacem, ingeniosum, patientem, tenacem, studiosum suae artis, iracundum et supplantaneum; quien cuando re tose y tuerce la cabeza, significat hominem varium, invidum, cito credentem et con-vertibilem ad utrunque; por ltimo, quien tuerce la boca al rer, como en gesto de burla, significat hominem arrogantem, falsum, tenacem, ira-cundum, mendacem et aliquantulum proditorem.63 Miguel Escoto, por tanto, valora la risa de acuerdo a las argumentaciones teolgicas propias de su tiempo: siempre es mala seal, ya sea de disfuncin mental, de arrogancia y soberbia, de envidia, de levedad o de maldad; tan solo se valora bien la risa apenas esbozada y poco frecuente, pues resulta propia de hombres inteligentes, sagaces, fieles y laboriosos. La gravedad prima sobre la futilidad de la risa.

    Los ojos risueos, pero ya no tanto la risa como signo propio, vuelven a aparecer en otras obras del momento. Hay un texto breve y annimo, titulado De physiognomonia libellus, de comienzos tambin del siglo XIII, que apenas trata de la risa, pero en el que hay una asociacin astrolgica que luego habra de ser comn: los oculi ridentes seran un signo deter-minado en el hombre por la influencia del planeta Venus.64

    Asimismo, un mdico de la poca conocido como Gilberto el Ingls (Gilbertus Anglicus) incluye en su Compendium medicinae (1241) dos referencias a los ojos risueos: una positiva, tomada de Rhazes: Cuius autem facies et leta et oculi ridentes semper diuturna erit vita; y otra negativa, tambin procedente de Rhazes, aun cuando en este caso con un problema textual: la edicin de Frster dice rubei videntur, pero Gilberto o se confunde o quiz leyera por un manuscrito que traa ridere

    63 Falta, por tanto, la referencia negativa de Rhazes a quien re en voz muy alta. Las citas estn en Miguel Escoto, Liber physionomiae (Venecia, 1477), 3.72, fols. h7rh7v.

    64 Roger A. Pack, Auctoris incerti De physiognomonia libellus, Archives dhistoire doctrinale et littraire du Moyen Age 41 (1974): 11338. Cf. tambin Agrimi, Fisio-gnomica e Scolastica, 1519. El asunto se recoge, ya al final del Renacimiento, en la versin italiana de Giovan Battista Della Porta, Della fisonomia delluomo (Venecia, 1610), 2.18, 129: Gli antichi diedero il riso a Venere, che diffonde, e dissolve tutte le cose bone e segna non di bona mente. . . . Il Sole da riso moderato e mezano, come mezano st tra detti pianeti.

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    traditio328

    videntur, con lo que inventa as un nuevo signo para la risa: Oculi sursum intendentes sicut oculi boum, qui etiam cum hoc ridere videntur et maximi sunt, hominem pessimum, stolidum, stultum et ebriosum sig-nificat.65 Ms adelante, el mdico ingls aade unas explicaciones fisio-lgicas de la risa, para las que parte del De elementis de Isaac, y remata con la exposicin literal de las cuatro equivalencias fisiognmicas del pro-pio Rhazes.66

    El telogo y naturalista Alberto Magno, como se ha indicado, reserva apartados fisiognmicos en el libro primero del De animalibus (ca. 126268), para lo que sigue casi al pie de la letra al Annimo Latino, que a menudo identifica con Polemn y Loxo. No incluye, por tanto, el cap-tulo de la risa de Rhazes ni tampoco los nuevos rasgos de Miguel Escoto, a quien no parece tener en cuenta, pero reproduce la parte de los ojos risueos segn la citada fuente latina: primero los ojos negros y brillantes acompaados de risa, propios de impdicos y malvolos, y luego toda la consabida relacin de equivalencias de que forma parte la mirada risuea desde Polemn. Pero hay aqu alguna cosa digna de mencin: Alberto, por un lado, omite uno de los signos (el de los ojos risueos y secos, seal de maldad extrema) y, por otro, sigue una tradicin textual que confunde humidi con tumidi, de forma que donde el original habla de ojos risueos y hmedos, l anota risueos e hinchados, tanto para el caso negativo (Si autem arrideant et sint tumidi, innocentem quidem animum, sed stolidum sine affectu et sine prudentia describunt) como para el nico y consabido ejemplo positivo:

    Cum autem subrident molliter oculi et tumidi sunt et totus vultus aptus et solutus est ad laetitiam, et remissae aliquantulum sint palpebrae et mollis frons et cilia laxa aliquantulum in hoc statu: talis occulorum dis-positio ingenium bonum, magnificum, iustum mansuetum, religiosum, hospitalem, gratum, prudentem, docilem et amatorium signat.67

    65 Pero nada indica Frster en su aparato crtico sobre esta lectura. Las citas estn en Gilberto, Compendium medicinae (Lin, 1510), fol. 130ra. Cf. Marian Kurdzialek, Gilbertus Anglicus und die psychologischen Errtenungen in seinem Compendium Medicinae, Sudhoffs Archiv 47 (1963): 10626.

    66 Gilberto, Compendium, fol. 157vb; fol. 158vb.67 Segn el aparato crtico del Annimo Latino que se lee en Andr y Frster (cf.

    arriba n. 38), en el primer ejemplo tumidi es lectura que traan ya los manuscritos L, C, H y S (la lectura correcta est en E), alguno de los cuales o copias de ellos pudo manejar Alberto, mientras que para el segundo no hay lecturas alternativas a humidi, por lo que ese tumidi sera de propia cosecha. En el primer caso, adems, algunas ediciones renacentistas (por ejemplo, la de Venecia, 1495, fol. 9rb) leen timidi, con lo que la cosa se complica an ms, y en el segundo ejemplo omiten et tumidi sint y, en consonancia con el Annimo Latino, traen apertus donde Stadler prefiere leer aptus: cf. Alberto Magno, De animalibus, 1.2.3 (ed. Stadler

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    la risa en la fisiognoma antigua y medieval 329

    Por lo dems, aade Alberto Magno una nueva seal que relaciona con la risa y que procede tambin del Annimo Latino, pero con una adap-tacin propia: donde el original dice espasmo de ojos, mejillas y frente ( labiorum et genarum et frontis si truces vultus exagitent, insa-niam vel stultitiam indicabunt, si laetis vultibus contingant, libidinosum ostendunt), l pone quiz por mala interpretacin del trmino griego o por problemas de transmisin unos labios blandos ligeramente risue-os en un rostro alegre: Si autem labia blanda parumper ridentia laetis vultibus contingunt, libidinosum ostendunt.68

    Un nuevo compendio fisiognmico medieval y puramente escolstico es el Liber compilationis phisonomie (1295) del mdico Pietro dAbano, que recoge toda la tradicin previa, incluido el Pseudo Aristteles.69 Para el caso de la risa, y como se ha visto en el poema De phisonomiis, tambin aqu se anan los dos mbitos de la tradicin: la risa en s, de acuerdo a Rhazes y el Secretum, y los ojos risueos, que siguen al Annimo Latino pero a travs posiblemente de Alberto Magno , con alguna noticia aadida del propio Rhazes.

    En efecto, en el captulo de la risa se exponen los cuatro signos de Rhazes casi literalmente (aunque con algn matiz: la expresin multum ridet se atena aqu, como en el poema de Gilles de Corbeil, con un ms moderado sufficienter ridet), a los que se aade la noticia del Secre-tum sobre la risa excesiva y sus efectos perniciosos: reverentiam removet senectutemque causat.70 De nuevo, pues, se manifestara aqu el influjo de esa constante aprensin social y teolgica frente a la risa, cuyas posi-bles seales positivas se presentan convenientemente matizadas.

    Respecto a los ojos risueos, Pietro dAbano sigue con cierta fidelidad el texto de Alberto Magno que, en ltima instancia, remonta al Annimo

    [supra, n. 52], 1.1:56). Para la fisiognoma en Alberto Magno, puede verse Hans Scharold, Die Physiognomie des Albertus Magnus und die moderne Wissenchaft, Bayerische Bltter fr das Gymnasial-Schulwesen 68.5 (1932): 289301; Irven M. Resn-ick, Ps.-Albert the Great on the Physiognomy of Jesus and Mary, Medieval Studies64 (2002): 21740.

    68 Physiogn. 50 (Frster, Scriptores, 2:69; Andr, Trait [supra, n. 38], 90; Repath, Anonymus [supra, n. 38], 589); Alberto Magno, De animalibus, 1.2.9 (ed. Stadler, 1.1:83).

    69 El texto justifica primero la autenticidad fisiognmica, describe luego el sig-nificado de los signos anatmicos y, por ltimo, incluye una parte dedicada a la influencia astrolgica: cf. Eugenia Paschetto, La fisiognomica di Pietro dAbano, Medioevo 11 (1985): 97111; Graziella Federici Vescovini, La simmetria del corpo umano nella Physiognomica di Pietro dAbano: un canone estetico, en Gregorio Piaia, ed., Concordia discors: Studi su Niccol Cusano e lumanesimo europeo offerti a Giovanni Santinello (Padua, 1993), 34760.

    70 Pietro dAbano, Liber compilationis phisonomie (Pava, 1474), 2.2.4 (edicin sin paginar).

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    traditio330

    Latino. Aun as, en la edicin que manejamos y que habra que con-trastar con la tradicin manuscrita se aprecian algunos cambios, expli-cables quiz por malas lecturas o corruptelas del cdice usado. Aunque no es propsito del presente trabajo, anotamos algunos ejemplos signifi-cativos respecto a los otros dos textos:

    An. Lat. Alb. Magn. Abano

    nigri corusci . . . cum au-tem risui permixti sunt, summae notam impu-dentiae ac malitiae pro-ferunt.

    Nigri chorusci . . . cum autem risui permixti sunt, summam notam impudentiae ac malitiae proferunt.

    Cum oculi risivi sunt et maximi, hebetem et im-pudicum ostendunt.

    qui sicci sunt et subterin-tendunt.

    qui sicci sunt et subter intendunt.

    sicci subtiliter inten-dentes.

    palpebrae interdunt coeant, interdum se-parentur atque interdum oculus commoveatur.

    palpebre interdum coe-unt et interdunt separan-tur.

    interdum palpebre coeant et interdum se tangant.

    Quanto igitur oculi magis arridere videbuntur, sicci dumtaxat, tantum erunt magis perniciosi.

    omittit. omittit.

    Si vero arrideant et sint humidi, innocentem qui-dem animum, verum stolidum, sine sensu per-spicaci, sine affectu, sine prudentia, sine continen-tia addicunt.

    Si autem arrideant et sint tumidi, innocentem qui-dem animum, sed stoli-dum sine affectu et sine prudentia describunt.

    Et si cum quodam arri-deant timore, innocentem quidem animam, verum stolidum sine affectu sineque prudentia indi-cant.

    Cum subrident molliter oculi atque humidi sunt.

    Cum autem subrident molliter oculi, et tumidi sunt.

    Cum et molliter subri-dent et timidi sunt.

    prudens, docile, amato-rium erit.

    prudentem, docilem et amatorium signat.

    prudentem, docilem et amonitorem.

    Aunque hemos de ser cautos, pues usamos una edicin renacentista y no sabemos bien qu textos manej Pietro dAbano, parece que sigui aqu a Alberto Magno, aun cuando se detectan variantes que trastocan el significado de ciertos pasajes (subtiliter intendentes por subter inten-dunt; amonitorem por amatorium; timore/timidi por tumidi, que a su vez es deformacin de un original humidi).71

    71 Pietro dAbano, Liber compilationis, 2.3.5. Las citas del Annimo Latino y Alberto Magno se han dado arriba, nn. 39 y 67. Recurdese, por lo dems, que

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    la risa en la fisiognoma antigua y medieval 331

    Por ltimo, en el captulo dedicado al semblante aade dAbano una frase a propsito del rostro dichoso y risueo como seal de libidinoso que, en realidad, reconstruye aquella con la que Alberto Magno, como hemos visto, haba interpretado un pasaje del Annimo Latino: donde este aluda al espasmo de labios, mejillas y frente en un rostro alegre, Alberto deca labios blandos y risueos en un rostro alegre (labia blanda parumper ridentia lae